Buenas Noches,
Quiero agradecer a todos los que leen y estan pendientes de esta historia de mi pareja favorita.
Vengo con esta actualizazion porque mi Tora lo pidio...debo recordarles que esta historia sera breve por lo tanto espero lo disfruten como yo he disfrutado desarrollar la idea.
saludos.
Por cierto este capitulo tiene dos canciones, realmente no sabia cual elegir porque las dos me parecieron estupendas.
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En su camino de salida la morena se quedó atrás ya que había sido retenida por algunos trabajadores de la agencia solo para saludarle y de paso adular su atuendo, Soi siguió su paso pensando que era mejor que Yoruichi se quedara lejos. Aun así, cuando iba con dirección al estacionamiento un hombre en estado inconveniente que caminaba hacia ella se detuvo.
— Oh, la niña viene del colegio — comento arrastrando las palabras, aplaudió y extendió sus brazos al frente — ven con tu papi.
La peli azul puso los ojos, ese idiota al parecer estaba ebrio — apártese — ordeno con tono serio.
El tipo no se movió, pero de pronto pareció sonreír ampliamente — mira, mira parece que viene la hermosa Sempai.
Soi pensó que el sujeto realmente deliraba, pero de pronto sintió que alguien llegaba detrás de ella y le tomaba de la cintura — ¿hay algún problema? — Cuestiono la morena seria, la peli azul se estremeció ante el cálido aliento que choco contra su cuello.
— Diosa — expreso el borracho y las dos mujeres frente a él pusieron los ojos.
— Vamos Soi, se hace tarde — expreso la morena halando a su amiga — vestida así eres toda una tentación — señalo seria, esquivaron al hombre ebrio que les lanzaba besos de una manera cómica y hasta vergonzosa, caminaron en total silencio y cuando llegaron al estacionamiento la peli azul cayó en cuenta que su amiga aun la tenía tomada de la cintura.
— Creo que ya puedes soltarme — indico con calma, la morena parpadeo y de pronto le soltó — gracias por lo de allá atrás, pero sabes bien que puedo defenderme.
La morena suspiro — lo sé bien, pero eso no evitara que no lo haga — expreso — pensé que me esperarías no que te irías sin mí.
— Traje el auto, no es necesario que te molestes — señalo al instante.
Yoruichi asintió y miro el estacionamiento — yo también traje el auto, pero he tomado un poco, ¿podrías llevarme?
Soi enarco una de sus cejas delgadas y delineadas — ¿te sientes bien? — Pregunto — no eres de las que te gusta ser el pasajero.
La morena se encogió de hombros — es verdad me gusta ser quien tenga el mando, pero contigo puedo hacer una excepción.
La peli azul puso los ojos y luego suspiro — bien, vamos que se hará más tarde.
Con esas últimas palabras fueron al auto de Soi que era un sedán normal, no como el auto deportivo lujoso de la morena aun así era un buen auto según había señalado su amiga cuando la peli azul le conto de que al fin había comprado un auto hace dos años. El camino al principio fue silencioso Soi conducía a la velocidad requerida mientras Yoruichi recostaba su cabeza en el respaldo del asiento mirando por la ventana, su mente corría con miles de pensamientos y todos eran concerniente a la persona que iba a su lado. ¿Qué clase de truco fue ese?, para ser sincera con ella misma no había bebido mucho y podía manejar sin problemas, es más otras veces lo había hecho en peores condiciones, pero si había mentido un poco fue porque deseaba pasar un tiempo con su amiga a solas y algo en su interior le advirtió que si se lo decía directamente hubiese recibido una negativa.
Justo luchaba por mantener la vista en la ventana porque extrañamente quería ver a su izquierda donde sabía que la peli azul manejaba con esa faldita corta y posiblemente se le verían las piernas, negó con su cabeza al instante porque pensar en eso no le iba ayudar en nada, con el beso que compartieron tenía suficiente pero cuando movió su cabeza no calculo bien y se pegó en el vidrio de la ventana — ¿estás bien? — Pregunto Soi Fong con preocupación — ¿cuánto bebiste realmente? — Cuestiono con un tono un tanto maternal.
La morena puso los ojos — solo fue un accidente, no he bebido mucho — aclaro.
Soi asintió conforme, se había enfocado en el camino y en no ver a su amiga en el asiento del pasajero, no podía negar que ese maldito atuendo no ayudaba en nada y ese beso había sido lo más estúpido que se le pudo ocurrir. Porque desde que sus labios se juntaron la peli azul sintió que solo eran ellas dos y todo lo demás desaparecía. ¿Qué es lo que pensaba?, después de lo que había sucedido salvar su amistad era lo primordial y el ponerse a besar a su amiga como lo había hecho no era bueno, hasta hubo lengua de por medio. Seguramente esa no había sido la mejor de sus ideas y seguro tarde o temprano lo lamentaría, de pronto se percató que ya habían llegado y se detuvo frente al edificio donde vivía la morena.
— Llegamos — señalo con suavidad.
La morena se enderezo en su asiento para abrir la puerta — gracias por traerme — dijo bajando del auto y luego se inclinó para ver a la peli azul — puedes quedarte, si quieres.
Soi suspiro — no creo que sea buena idea Yoruichi.
La morena le miro seria, siempre había odiado ser rechazada porque siempre conseguía lo que quería, pero su amiga siempre fue una excepción — ya antes te has quedado.
— Eso fue antes — corto de una vez la peli azul lo que su amiga podía decir.
— No estoy borracha y tú tampoco — indico — no es que voy a saltar sobre ti al entrar o algo por el estilo — señalo de manera indignada y luego que Soi parpadeara ante lo dicho por su amiga esta solo suspiro — está bien, olvídalo creo que tienes razón y buenas noches.
Soi iba a decir algo, pero la morena solo se marchó dejándole con la palabra en la boca y parecía un poco molesta, aunque todo era totalmente cierto pues infinidad de veces se había quedado ahí y por esa misma razón Yoruichi instalo un sofá cama en el estudio para su comodidad, además de la negativa de la peli azul de compartir la cama, ya que desde que Yoruichi cumplió los 18 y ella tenía 16 pensó que era inapropiado compartir cama pues habían dejado de ser unas adolescentes. Suspiro largamente mirando hacia la entrada del edificio notando que en el asiento del pasajero algo parpadeaba, Soi puso los ojos Yoruichi había dejado olvidado su celular y un poco molesta arranco el auto buscando el interior del edifico para dejar el auto en el estacionamiento de la morena, solo subiría a dejarle el maldito aparato.
Yoruichi por otro lado, al llegar a su apartamento se fue directo a su habitación quería cambiarse de ropa, pero antes de eso necesitaba una buena ducha fría. Primero para calmar su persistente excitación que ciertamente le tenía un tanto molesta, nunca había tenido ese tipo de problema ni cuando era una adolescente con sus hormonas a todo lo que da, pero lo más insólito y molesto era que eso solo lo estaba sintiendo por Soi Fong, era algo que no podía negar en un millón de años ya que hace una semana en un restaurante mientras tenía una reunión del trabajo con unos clientes en potencia una de las invitadas paso coqueteando de manera descarada, ella muy distinta a otras ocasiones no sintió deseos de corresponder o llevársela a la cama, menos de jugar el juego de gato y ratón.
Ya con su pequeña bata de baño decidió que era mejor ir por esa ducha, por una parte, podía admitir que había sido mejor que Soi no se quedara ahí y no es que corría algún peligro, pero reconocía que el diablo era diablo y la carne ciertamente era débil. Pero ese beso había sido como catalizador que parecía querer consumirle en la desesperación. ¿Cómo un simple beso pudo hacer algo así?, si las cosas seguían por ese camino su amistad corría peligro hoy más que nunca, obviamente no iba a dejar que eso fuese un factor. Su amistad con la peli azul era más importante que sus deseos carnales, no iba a permitir que algo tan trivial como una calentura arruinara algo bueno y digno como su amistad con Soi Fong.
La peli azul toco la puerta del apartamento con cierta timidez si se podía decir, más bien sentía cierta aprensión pues algo en su cerebro lógico le decía que estaba jugando con fuego, que lo mejor había sido seguir su plan de marcharse y no tener tanta cercanía con la morena, más si era en su apartamento, a solas con cierto grado de deseo sexual que extrañamente no se iba. Pero cuando esa conclusión llego a su cerebro la puerta del apartamento se abrió de pronto y lo que vio no era exactamente algo que esperaba, Yoruichi se encontraba ataviada con una bata de baño color blanca que le llegaba hasta le mitad del muslo.
La morena frunció el ceño al verle — pensé que ya estabas camino a casa.
Soi se sonrojo vergonzosamente — tu…traje…teléfono — alzo su mano para mostrar su punto ya que para diversión de la morena que al verle así dejo de lado su anterior molestia y se relajó un poco.
— Pasa — ordeno y se dio la vuelta — no debiste molestarte pudiste solo apagarlo y mañana seguro iría por él.
En este punto la peli azul había entrado al apartamento y cerrado la puerta tras de sí, con muchas cosas en su mente y aunque escuchaba lo que su amiga decía una parte de ella meditaba sobre la recién situación, primero debía reconocer que cuando era mucho más joven tenía esas actitudes con Yoruichi, el tartamudeo molesto y los sonrojos vergonzosos, no ayudaba en nada que su amiga le encaba provocarle con sus coqueteos y burlas, la invasión de su espacio y la actitud cariñosa. Aunque de eso ya habían pasado algunos años no pensó que justo hoy volviera con esas actitudes infantiles, aun cuando al ver ahora a su amiga sus pensamientos no eran para nada infantiles e inocentes.
Yoruichi suspiro — escucha Soi, quiero disculparme contigo.
Soi parpadeo en confusión ¿de dónde salía eso? — no sé a qué te refieres.
— Fui impetuosa con el beso y me deje llevar — confeso y Soi enarco sus cejas — tienes una buena razón para mantener la distancia, porque debo admitir que verte vestida de esa manera — señalo a su amiga — es tentador y reconozco que de hoy a tu primer beso realmente te has superado.
Soi se tiño de rojo nuevamente — también soy culpable de lo que está pasando, es un tanto confuso y extraño lo que está sucediendo — confeso con seriedad y noto que la morena le miraba curiosa — creo que nunca antes nos habíamos acercado de esta manera.
La morena se había acercado en este punto y miraba a su amiga con esos ojos dorados que parecían contener tanto en esos instantes. Soi le miro y por inercia con sus ojos acerados recorrió el cuerpo de la morena de una manera demasiado atrevida, se podía sentir cierto ambiente hipnotizante que les acercaba y cada una podía sentir una ferviente necesidad de tocarse. En una acción impulsiva la peli azul alzo su mano para tomar una de las cintas de la bata de baño que se encontraba atada, la halo desenredando el nudo y soltando la bata, ella miro el premio a su audacia ya que la bata blanca de baño se abrió dejando entrever que Yoruichi solo se encontraba con su ropa interior, solo fue un instante porque la morena cerro la brecha entre ellas para tomar a la peli azul en un beso apasionado.
Sus bocas se reconocieron al instante del beso, fue un beso exploratorio y largo ya que no había prisa o algún tipo de urgencia, disfrutaron el sabor de los labios de la otra degustando el calor, jugando con sus lenguas. De pronto no sabían como pero ya se encontraban en la habitación y más actores se sumaron a la exploración, ya que las manos empezaron su reconocimiento junto con la extracción de sus prendas de vestir. Yoruichi pasó sus dedos por el cabello de azulado, maravillándose de su suavidad. La peli azul pasó su mano libre por la espalda desnuda color moka, regocijándose al sentirla temblar bajo la caricia. La morena le atrajo hacia sí, de modo que sus cuerpos se presionaron fuertemente el uno contra el otro, compartiendo su calor. Inspeccionaron sus cuerpos con sus ojos llenos de un deseo que nublaba casi todo raciocinio, en el fondo de su mente sabían que esto no podía ser, pero era más la necesidad de sentirse, tocarse y unirse que no hubo más dudas.
En la cama de la habitación de la morena unieron sus cuerpos, recorrieron cada parte de su anatomía con las manos, bocas, hicieron el amor entre besos, jadeos, el calor de sus cuerpos y entre las sabanas. Cuando llegaron al clímax y al escuchar cada una gritar su nombre no cabía duda eso fue algo maravilloso. Yoruichi sabía que nunca hasta hoy había tenido sexo de esa manera, con una calma y ansiedad desbordante, sintiéndose satisfecha, completa, por lo que podía asumir que por primera vez había hecho el amor. Soi por otro parte acepto que ni con Alysa o Kaori había actuado de esa manera, pues se había sentido deseosa de fundirse con otra persona, regocijada en cada caricia compartida si podía explicarlo en su cabeza, fue como hacer el amor con la persona indicada ya que fue sublime, luego de unos pocos instantes de pequeños besos compartidos cayeron en un sueño profundo.
La morena se había aferrado del cuerpo delgado en un abrazo apretado, cuando la peli azul despertó en su habitual somnolencia sintió el agarre en su cintura y ese aliento caliente tras su cuello. Los sucesos de ayer vinieron a su mente y aunque una parte racional y cobarde de ella le sugirió salir de ahí lo más pronto posible, desistió de eso ya que lo quisiera o no había cosas que estaban sucediendo entre ellas que debían hablar, por mucho que trataran de poner su amistad sobre todo lo demás los hechos daban muestra de que su afable amistad estaba quedando atrás. Pero aun cuando ya habían estado juntas antes y todo para ellas solo era solo un recuerdo, lo de ayer por otro lado fue más real y la peli azul meditaba sobre eso, aun ahí en esa cama estando desnuda y siendo abraza por la morena sabía que esto no debía seguir.
No era la primera vez que dormían juntas en el acto mismo de dormir o compartir una cama, lo habían hecho infinidad de veces cuando eran jóvenes y extrañamente siempre despertaba con la morena aferrándose a su cintura. Soi se movió en la cama queriendo salir del agarre y escucho como su amiga se quejaba un poco, le miro unos instantes recordando cuantas veces hace años despertaba y miraba a su amiga dormir. Yoruichi siempre fue bonita según su apreciación, siempre se cuestionó porque la chica más popular fue la única que se había acercado lo suficiente para romper ese muro que había levantado para que la mayoría no se acercase demasiado, algunas veces resulto ser un tanto molesta, del tipo empalagoso pero que a pesar de todo siempre estuvo ahí con Retsu como la única familia que conocía, una que no quería perder por nada del mundo. Soltó un largo suspiro y decidió que necesitaba una ducha y algo de comida, con eso salió de la cama con todo el cuidado posible de no despertar a Yoruichi.
La morena se movió entre su sueño reparador, su rostro frunció el ceño ante el movimiento ya que sintió que algo le faltaba para dormir cómodamente, tanteo su cama para recuperar eso que recordaba tenia afianzado, sin contar ese aroma fresco persistente en sus fosas nasales le era tan familiar, parecido a la sensación de estar por fin en casa y le daba paz. Suspiro para despertarse de una vez, su estómago no le daba tregua ya que tenía hambre y es que anoche apenas probo algo de comida y luego con Soi ahí mucho menos podía comer más cuando se encontraba vestida de esa manera. De pronto se puso de pie como si un resorte le impulsara salió hacia el baño, luego se dirigió a la sala, pero escucho ruidos en la cocina y se dirigió a ese lugar, pero detuvo su ímpetu cuando vio que la peli azul parecía estar cocinando.
Soi Fong al instante se giró y noto que la morena se encontraba observándole con un dejo de seriedad y completamente desnuda — podrías vestirte — pidió suavemente — el desayuno pronto estará listo.
La morena sonrío como una disculpa y asintió, no iba a vestirse lo mejor sería tomar una ducha para luego vestirse. Su sonrisa no menguo camino a la habitación, aunque por un momento temió que la peli azul hubiese huido otra vez, no fue así. Luego de diez minutos entre ducha y ponerse algo de ropa que escogió especialmente para no ser muy reveladora, pero sin verse demasiado sosa y luego fue hacia la cocina, todo estaba listo cuando apareció y Soi le miro para señalarle la silla de enfrente en una leve invitación a sentarse, Yoruichi no perdió oportunidad pues tenía hambre y rápidamente tomo asiento, las dos empezaron a comer su desayuno. Podría decirse que todo estaba delicioso según la morena, hace mucho tiempo que no comía algo así en su propia casa, por supuesto que era no era del tipo culinario. Hasta ese momento todo parecía perfecto, hacer el amor, despertar con alguien como Soi en su cama y compartir el desayuno, ¿acaso algo como esto era la vida de pareja?
La peli azul sonrío un tanto divertida, Yoruichi seguramente pensó que había huido como la vez pasada pero no había servido de nada. El silencio era en cierto punto un tanto acogedor ya que no había platica alguna y el leve sonido solo lo emitían los cubiertos al comer, hace mucho tiempo que no tenían este tipo de momentos, si podía recordarlo bien la última vez fueron semanas antes que se hiciese novia de Alysa, habían ido a ver una película para luego ir a cenar, luego regresaron al apartamento vieron un poco de televisión mientras charlaban de sus vidas, al día siguiente habían desayunado y compartido parte del día gastándolo en el centro comercial. Era un tanto extraño, pero Yoruichi y ella todo el tiempo que podían lo pasaban juntas, pero en el lapso que la peli azul tenía alguna relación sentimental la morena se distanciaba un poco y como algo premeditado Soi siempre daba prioridad a su novia dejando a la morena en segundo lugar y aun con todo eso su amistad se mantenía intacta.
Yoruichi miro de reojo a la peli azul que parecía pensativa, suspiro al notar que el desayuno estaba por terminar. Sonrío un poco al pensar que esto era como el paraíso, es más podría acostumbrarse a esto sin problema. ¿Esto es lo que Soi deseaba tener con Alysa en un futuro? Negó al instante lo de ella y Soi no se parecía en nada a lo de Alysa o Kaori, no cabía duda que había sido una completa idiota al pensar que solo con decirlo o ponerse de acuerdo podrían olvidarse de esa noche ya que al parecer les perseguía como polilla a la madera. Si era sincera ella no tendría ningún problema en seguir con esta dinámica entre ellas, pero Soi Fong no era del tipo libertino, ni cuando se encontraba soltera echaba una canita al aire. Seguramente tarde o temprano tendrían que sentarse hablar seriamente.
Soi frunció el ceño, con miles de pensamientos en su mente analizando su paupérrima situación, nunca espero que algo así sucediese entre ella y Yoruichi. Se conocían demasiado y eran muy contrarias en sus pensamientos, la morena nunca se decantó por enamorarse, el tener una novia, solo se abrazó a la soltería y el sexo sin compromiso. Por otra parte, ella siempre busco estabilidad, un lugar donde pertenecer. Alguien a quien cuidar y amar, pero justo ahora estaba muy confundida con respecto a todo lo que sucedía con su amiga, ya ni lo que había sucedido con Alysa parecía tan importante y ante ese pensamiento le vino a la mente las palabras de la rubia "no siento que estés totalmente comprometida"
Podría ser que esto era lo que Alysa intuía que podía pasar tarde o temprano, negó al instante ya que eso era ilógico, si Alysa no hubiese roto con ella nada de esto hubiese pasado, ella no hubiese ido directamente a los brazos de su amiga. Ciertamente debía de poner todo en orden, no era posible que de la noche a la mañana Yoruichi y ella tuviesen este tipo de atracción peligrosa que extrañamente no podía contener y que al final terminara cediendo a la tentación como una adolescente sin control de sus hormonas.
— Gracias por el desayuno — dijo la morena.
La peli azul se encogió de hombros y luego sonrío — ¿pensaste que me había marchado?
Yoruichi asintió seria — fue lo primero que pensé, pero para que quede claro admito que antes fui una completa idiota al pensar que lo que paso entre nosotras se podría olvidar así por así.
Soi suspiro — me imagino que ya lo recuerdas — señalo y hubo un asentimiento de parte de la morena — creo que fue mi culpa desde un principio, incluso el beso de ayer no fue algo inteligente de mi parte.
Yoruichi negó — también fue mi culpa el no ser responsable ante la situación, estábamos alcoholizadas y con lo del beso — suspiro — admito que un día antes tuve la tentación de besarte, aunque ciertamente no sé de donde salió ese impulso.
— Debemos de dejar echarnos culpas — indico seria la peli azul — Yoruichi tenemos hablar seriamente, esto no debería de seguir ocurriendo entre nosotras, somos amigas y no quiero perder una excelente amistad por cuestiones hormonales.
La morena se enderezo — no es como si lo planeáramos Soi, las cosas solo suceden entre nosotras y aunque parezca extraño acepto que es difícil contenerme contigo — señalo con seriedad.
— Es más que obvio que no planeamos nada, creo que ni pensamos — acepto con un dejo de molestia — pero como dije no es algo sano para una amistad el traspasar ciertos límites.
La morena se cruzó de brazos — nunca pusimos limites, creo que tenemos la suficiente confianza la una con la otra luego de tantos años de amistad.
La peli azul suspiro — si queremos que siga por muchos años más creo que debemos poner límites.
— Soi, tu eres soltera y yo soy más libre que la tierra de la libertad — indico — no tiene nada de malo haber hecho el amor.
Soi negó — para ti no, pero no soy como tu Yoruichi — aclaro — no puedo verte al siguiente día y hacer como si nada ha pasado.
— No dije que tendríamos que hacer algo como eso — expreso la morena — y debo decir que sería un tanto decepcionante que fueses como yo, porque me gusta cómo eres.
— Tampoco quiero ser una más en tu lista — soltó de una vez.
Yoruichi frunció el ceño — jamás pretendería que fuese así, como muchas otras veces con anterioridad he dicho eres una de las personas más importantes en mi vida y haría lo que fuera por nuestra amistad — señalo seria — menos me permitiría hacer algo que te dañara de alguna manera.
Hubo un leve silencio Soi parecía meditar las últimas palabras de la morena que eran totalmente sinceras — creo que es algo que tenemos en común, porque yo también haría lo que fuera por mantener viva nuestra amistad — confeso y luego suspiro — creo que lo mejor para las dos en estos momentos será tomar distancia.
La morena parpadeo — ¿qué estás diciendo? — Cuestiono tratando de entender lo que escuchaba.
— Que tomemos un tiempo para reflexionar, tomar una sana distancia y así evitamos tener algún contacto que sea de índole íntimo — aclaro — evitaremos coincidir en el mismo lugar, sé que trabajamos juntas, pero estando en áreas diferentes y eso nos ayudara.
Yoruichi frunció el ceño — ¿sana distancia? — Repitió confusa — los días impares almorzamos en el comedor de la empresa, me estás diciendo que debo alejarme de ti, que no debo llamarte, hablarte o mirarte.
— Es obvio que no es que no hablemos, si nos cruzamos por si acaso está claro que hay que saludarnos — dijo la peli azul un poco incomoda.
La morena rodo los ojos — ¡no pues que ofertón! — Exclamo.
Soi puso los ojos — estas sobredimensionando todo, solo será por un tiempo.
— ¿Y si no quiero? — Cuestiono.
La peli azul suspiro — tampoco voy a obligarte Yoruichi, pero creí haber escuchado decir qué harías cualquier cosa por nuestra amistad.
Yoruichi guardo silencio, eso era un golpe bajo — en la empresa pueden especular, más después del espectáculo que dimos con el beso.
Soi se sonrojo levemente — los almuerzos podemos mantenerlos, pero con cierta distancia entre nosotras.
— ¿Temes que te muerda? — Pregunto sarcásticamente la morena.
Soi se puso seria — no — respondió — me gustaría que dejaras el sarcasmo pues esto es algo totalmente serio.
— ¿Cuánto tiempo estaremos así? — Cuestiono Yoruichi.
— El que sea necesario — respondió la peli azul, luego de eso hubo un leve silencio — solo lavare los trastes y me iré.
La morena frunció el ceño, todo el asunto era un fiasco — no es necesario que lo hagas, tu cocinas y yo limpio.
Soi quiso sonreír, ese era el acuerdo mutuo desde que eran jóvenes — cuídate — dijo al momento que se ponía de pie en busca de la salida.
— ¿Qué pasa con nuestra promesa? — Pregunto la morena antes de que la peli azul se marchara.
Soi se detuvo, claro que recordaba la promesa que hicieron cuando ella tenía doce y la morena catorce, fue en la época donde Minako casi se desatendió por completo de la morena un fin de semana en que Yoruichi se quedó sola en su casa y Soi le acompaño, ahí hablaron largo y tendidamente sobre sus vidas aun a su corta edad confiaron entre sí, confesando sobre sus congojas, miedos y tristezas y terminando con una promesa mutua "Siempre estaremos juntas, es una promesa" — para preservar esa promesa es que hacemos esto.
Con esas últimas palabras la peli azul salió de la cocina, tomo las llaves del auto que había dejado en la mesita de la sala. Había sido una suerte que tenía ropa de repuesto en el apartamento de la morena, hubiese sido incomodo salir con el traje de estudiante y mucho más el haber hablado con Yoruichi de esa manera, negó por un momento al pensar en la mirada molesta y de reproche que la morena le dirigió al final. Se apresuró a salir del apartamento no quería dar la vuelta para ir con su amiga y retractarse, sabía que hasta este punto estaba confundida con la situación, en su mente y en todo, solo necesitaba tiempo y espacio para aclarar todo el enredo.
Yoruichi escucho la puerta de su apartamento cerrarse, aun no se había movido de la silla en el comedor, con su mirada perdida en un punto o más bien en la puerta donde la peli azul se había marchado. ¿Cómo es que habían terminado de esa manera? Después de una noche maravillosa donde hicieron el amor, el despertar y compartir el desayuno y luego todo de fue por el retrete. ¿Eso mismo fue lo que sintió su mamá cuando su padre le abandono? Frunció el ceño, sabía que se estaba yendo por la tangente ya que sus padres eran una pareja y un matrimonio en cambio Soi y ella solo eran amigas, mierda eso también era un tanto irónico y lo que más le molestaba es que no pudo evitar este desastre. Soi parecía tan firme con todo el asunto que le fue imposible dar una opinión o refutar al respecto. Miro la mesa con los platos que aún no habían recogido y debía lavarlos, un tanto frustrada se puso de pie y en un acto molesto tiro del mantel trayendo todo hacia el suelo para hacer el estruendoso sonido de la vajilla rompiéndose, ella no iba a lavar nada, pero sabía que debía recoger el desastre.
Soi Fong llego a su casa luego de quince minutos estaciono el auto afuera, se suponía que su mamá debía estar descansado porque ayer había tenido turno en el hospital, seguramente se habrá dado cuenta que no durmió en casa y tendría que dar explicaciones, no porque era una exigencia de Retsu mas bien era cuestión de confianza y respeto. Al entrar se fue directo a su habitación, resentía toda la charla con la morena porque se sentía disgusta consigo misma porque había hecho a un lado esa promesa de que siempre estarían juntas, lo que había hecho era como traicionarse ella misma, traicionar a Yoruichi apartándole de su lado por no poder manejar la situación. Se recostó en su cama, tomo los auriculares colgados cerca y dio play a la música.
El fin de semana fue un borrón y el día lunes empezaba con todo su esplendor, en la agencia muchos aun comentaban lo buena que había sido la fiesta temática y que algo así deberían de hacer para navidad. Como de costumbre Soi había llegado temprano para adelantar algunas cosas ya que Ukitake no estaría llegando esa semana según le había informado en un mail, Ggio había llegado un poco tarde y rápidamente se puso a trabajar, la peli azul se sintió aliviada de que fuera así ya que esperaba algún comentario o pregunta indiscreta sobre el beso que Yoruichi y ella habían compartido en la fiesta, pero extrañamente no fue así.
Yoruichi Shihōin entro a la agencia de publicidad a las nueve y media de la mañana, muchos ya se encontraban trabajando en lo suyo cuando esta hizo su arribo. No es que la morena siempre era una de las que llegaban a primera hora, pero llegar a esa hora era un nuevo record y cuando lo hacía era porque había tenido un fin de semana un tanto movido y eso era evidente con esa sonrisa autosuficiente plasmada en su rostro saludando a quien se le pusiese enfrente. Pero muy contrario a lo acostumbrado esa mañana la morena llegaba con un rostro serio, gafas oscuras que no dejaban notar sus hermosos ojos ambarinos y como si estuviese peleada con el mundo que le rodeaba, pues no se molestó en saludar a nadie.
Se encerró en su oficina, pidió un café y empezó a trabajar haciendo llamadas para su mala suerte sentía que había tenido un mal fin de semana desde que la peli azul había salido de su apartamento y no era para menos. Nunca se habían distanciado de esa manera, cuando sus padres se separaron y su tío después de saber de la noticia del abandono de su padre apareció para ver como se encontraban, supo de cómo su madre parecía un tanto incapaz de hacerse cargo de ella por ese momento y le llevo por un mes a pasar los fines de semana a su casa mientras su madre se recuperaba del golpe emocional. Recordaba que esos días llamaba por teléfono a su amiga para ver cómo estaban las cosas, contarle de lo que hacía con su prima Tia.
Cuando se le ofreció quedarse para el final del año escolar esta no quiso primero por propia comodidad, por Soi pues había sido la única en estar con ella en primer lugar junto a Retsu y después por la molestia misma de cambiarse a una escuela nueva. Pero ahora todo estaba jodido y no veía como iba a poder sobrellevar la separación, no quería que le hablara si no era necesario y menos de verse a menos que fuese inevitable. Era como una maldita orden de "no me busques y déjame en paz".
La peli azul por otra parte se encontraba en conflicto consigo misma, una parte de ella le acusaba de extremista y egoísta ante la situación, por otra parte, su lado racional le empujaba a resolver sus dudas, miedos y confusiones ante la situación con Yoruichi. Pero esa mañana le estaba resultando un tanto extraña pues lo primero que espero era que como todas las veces Matsumoto llegara para ponerse al corriente o preguntar qué tal el fin de semana, pero lo más feo era la anticipación o miedo de que la morena apareciera como siempre por la puerta con esa sonrisa brillante y coqueta preguntando cómo se encontraba. No sabía si sentirse aliviada o decepcionada cuando a media mañana aun no se apareció por ahí era irónico pues en su mente pudo escuchar el reclamo "que esperabas, le ordenaste tomar distancia"
Byakuya bufo como por enésima vez en su oficina que más bien parecía una sala de reunión, porque justo ahí se encontraban Rangiku, Nanao, Kyōraku, Nemu y Ggio. Si esto iba ser un común denominador estos días no debía permitirlo porque sería sospechoso, pero que iba hacer si desde la noche de la fiesta, luego del beso que Yoruichi y Soi compartieron, todos parecieron volver a sus especulaciones e hipótesis fantasiosas sobre una relación clandestina, mas cuando las dos se retiraron al mismo tiempo. Ahora justo Ggio con una taza de café en sus manos daba el informe por no decir chisme de cómo veía a Soi, por otro lado, Kyōraku había informado que Yoruichi llego tarde dejando algunas dudas y especulaciones sobre las dos amigas, pero al parecer todo era circunstancial y nada concreto.
Por mucho que éticamente el asunto se veía mal, Kuchiki no podía negar que hasta el día de la fiesta las dos susodichas habían mostrado una señal de que su amistad era más profunda de lo que se veía o mostraban. Pero si lo pensaban mejor podría ser solo atracción o en otro caso que ni Yoruichi y Soi supieran lo que realmente sentían la una por la otra. Además de eso Yoruichi era alguien que no se decanto por tener una relación o pensar en el amor, Soi por otra parte era del tipo formal como él, si todo eso lo valorizaba era mejor tener una sana y larga amistad a una incómoda y dañina relación. Por otro lado, Shunsui era quien tenía mejor perspectiva porque sus sugerencias eran desde no meterse demasiado en el asunto ya que era algo entre las dos mujeres en cuestión, la otra era la observación disimulada y nada de preguntas, luego todos salieron de su oficina como su fuese cucarachas luego de lanzar insecticida.
El castaño apareció en la puerta de la oficina de la morena luego de casi quince minutos con total calma — Shunsui tengo una buena noticia.
El susodicho se puso serio — ¿qué noticia? — Pregunto.
La morena lanzo su sonrisa clásica que indicaba "atrape al ratón" — logre una cita con el representante local de Xiaomi Corporation para hablar sobre publicidad para un nuevo producto que estarán lanzando dentro de unos meses.
— Pensé que no estabas interesada en rogar por una cita con ellos — señalo — recuerdo que eso fue lo que me dijiste cuando tú mamá sugirió ir por ellos.
Yoruichi suspiro — es de sabios cambiar de opinión, además no he rogado por la cita solo hice una que otra llamada y tenemos cita para el día miércoles a primera hora, por lo que tendremos que trabajar en una propuesta.
— ¿Con primera hora te refieres a las 9? — Cuestiono esperanzado.
La morena negó al instante — ocho de la mañana y con vestimenta formal — aclaro — nada de colores estrambóticos.
Kyōraku soltó un suspiro — apenas me repongo del ultimo evento — se quejó — vienes a meter con un gigante que seguramente querrá algo bastante elaborado o algo digno de ellos.
— Primero tenemos que convencerlos que somos lo que necesitan en publicidad — indico la morena — luego trabajaremos con lo que ellos deseen para su lanzamiento.
El castaño sonrío y luego soltó un largo suspiro — ¿qué tienes en mente? — Pregunto.
La morena mostro un semblante serio — primero debemos de negociar nuestros servicios con los mejores términos que podamos ofrecerles, luego sumamos tú encanto y el mío.
Kyōraku quiso reír ante el plan poco elaborado, claro que no le extrañaba en absoluto ya que siempre todos los negocios que se le ocurrían a la morena empezaban de manera vaga y poco profesional, pero entrando en materia Yoruichi podía ser tan meticulosa en su trabajo como si todo se tratara de armar un asesinato.
Por lo tanto, pasaron parte del lunes y martes armando su propuesta, al final del día Shunsui y la morena dieron la noticia a Minako que se mostró complacida y un tanto curiosa pues Kyōraku señalo que la oportunidad la habían trabajado Yoruichi por iniciativa propia. Por otro lado, Soi se extrañó de no ver a Kyōraku y la morena el día martes en el comedor de la empresa como se tenía por costumbre, luego escucho una pequeña charla de Nanao y Rangiku sobre lo que el par se encontraba haciendo. Internamente no podía creer que el par se lanzara a una negociación con los chinos, cuando inicio el boom por la marca Xiaomi y sus teléfonos inteligentes de gama media a bajo costo Minako propuso hacer negocios con ellos, pero había rumores que eran un tanto herméticos al hacer negocios. Por supuesto que la morena se negó a rogar por ofrecerles un servicio y de pronto parecía haber cambiado de opinión.
El día miércoles llego y con ello la negociación que se mostraba importante, en toda la agencia se podía sentir cierto ambiente de ansiedad mezclado con incertidumbre. Claro que si el negocio se conseguía sería un gran acierto de parte de quien sería la próxima a cargo de la agencia, no eran solo por el hecho de ser la hija de la dueña y gerente actual porque desde que Yoruichi Shihōin se incorporó para trabajar en la agencia hizo una buena mancuerna con Kyōraku en las negociar con clientes potenciales, armar campañas publicitarias innovadoras, creativas y sorprendentes. En toda la mañana no hubo noticias de lo que había sucedido con respecto a los chinos, pero luego de la hora del almuerzo la pareja llego con buenas nuevas y la noticia se rego como pólvora por toda la agencia la próxima campaña seria dentro de dos meses con Xiaomi Corporation en presentación de su nuevo teléfono.
Minako al escuchar la noticia de como estuvo todo el asunto con los chinos se dispuso a felicitar a Kyōraku y su hija por el gran trabajo, luego de un momento les invito a un pequeño almuerzo, pero estos dijeron que habían comido con los chinos que les llevaron a un lujoso restaurante para cerrar el trato de la mejor manera. Cuando el castaño se retiró y la gerente del lugar se quedó sola con su hija el ambiente fue un poco mas personal.
— Estoy orgullosa — señalo la peli violeta con una sonrisa.
La morena se encogió de hombros — no es gran cosa, al final tenías razón en querer ir con ellos porque es una empresa de prestigio.
— Ven a cenar esta noche donde Izumi, será una manera de celebrar tu gran logro — señalo Minako.
La morena suspiro — no lo hice sola mamá — le recordó.
La peli violeta se encogió de hombros — lo sé — indico — pero como me informo Shunsui todo el asunto fue idea tuya y lo ejecutaste de la mejor manera.
— Es lo que se espera de la hija de la dueña de la agencia, en todo caso es mucho trabajo de ahora en adelante — señalo la morena.
Minako puso los ojos — sabes que no soy la dueña absoluta, tenemos socios que han respaldado esta agencia cuando más se necesitaba y también nos debemos a ellos.
La morena lo sabía bien, cuando su padre les abandono y hacia sus planes para irse con su nueva novia hacia América había decidido vender su parte de acciones de la empresa lo que ponía en aprietos a Minako. Había sido una suerte que su tío que resultaba ser el hermano de su padre se ofreció a comprar una parte de las acciones dando un poco de alivio al asunto, pero fue Minako quien se encargó de buscar alguien de confianza que tuviese fe en ella para invertir comprando las acciones restantes y confiase en su capacidad de llevar adelante el desafío de liderar una agencia de publicidad que empezaba su camino a la notoriedad.
— ¿A qué horas será la cena? — Pregunto con calma, no quería dar una constante negativa a las invitaciones de su madre o Izumi.
Minako sonrío — las siete, espero no afecte en algo tu agenda personal.
Yoruichi sonrío un poco divertida, si su madre supiera…— nada que sea importante, no te preocupes por eso — señalo — será mejor ir a la oficina y ver en qué ideas se puede empezar a trabajar.
Minako sonrío satisfecha al pensar que su hija no había dado una negativa a su invitación de cenar en familia si se podía decir de esa manera, Por un momento tuvo el impulso de decirle a su hija que trajese a Soi con ella ya que Izumi pareció quedar encantada con la mejor amiga de su hija y hasta se quejaba de que Yoruichi no se diese cuenta que la peli azul era la mujer ideal para ella. Minako no podía negar ese hecho, pero hace años se dio por vencida con respecto a ese tema en particular, su hija tenía el pensamiento de que era mejor ser libre y no tener compromisos afectivos de tipo romántico con nadie y Soi era de pensamiento contrario, por mucho que se lo había explicado a Izumi esta estaba empecinada en que entre Yoruichi y Soi se podía ver cierta química, tensión que flotaba en el ambiente.
Soi noto que casi era la hora de salida, algunos hacían planes para salir a cenar y de paso celebrar la buena noticia de este día con el nuevo contrato de la marca china. Aun así, ella se quedaría a trabajar un poco más, Ukitake había tomado una semana completa para su tratamiento y ella debía tratar de mantener todo al día porque no quería que cuando volviese el peliblanco no se sintiese estresado o en todo caso estuviera seguro que no había retraso en la contabilidad y los informes a preparar. Sabía que solo era una vana excusa para evitar pensar demasiado en la situación confusa en sus sentimientos, toparse con su amiga no era lo adecuado si quería llegar a aclarar toda la confusión existente, además de que posiblemente la morena se había ido a celebrar como era costumbre. No iba a negar que extrañaba esas recurrentes visitas a la oficina, el compartir el almuerzo el día de ayer no fue posible y se preguntaba si Yoruichi lo había hecho agrede en una especia de desquite por su alejamiento.
Por otro lado, la morena se encontraba aun en su oficina con las luces apagadas y teniendo un momento de calma luego que Rangiku paso invitándole para ir con los demás que serían la pandilla de siempre, Nanao, Shunsui, Nemu, Ggio y Kuchiki que se había unido al último momento para ganar puntos con Matsumoto. No quería ir al apartamento o en todo caso llegar temprano al apartamento de Izumi pues sabía que su madre pediría explicaciones que no podía dar, llevaba 3 días de no tener contacto alguno con Soi y le parecía desesperante, además de que su mente no le daba tregua con los recuerdos de su última noche intima.
Cuando la morena salió de la agencia eran las 6:15, pensó en pasar comprando un poco de vino para no llegar con las manos vacías como las otras veces había aparecido en el apartamento de la pelinegra y en un afán de matar un poco de tiempo. El guardia le despidió con una sonrisa mientras ella se encaminaba a su auto para salir con dirección a hacer su compra y luego ir a cenar como dios manda. El guardia suspiro cansinamente y miro el reloj justo solo quedaba una persona en la agencia, solo rogaba que no se quedara demasiado tiempo para que pudiese tomar un leve descanso y como si el cielo escuchara su ruego la peli azul aparecía con rostro serio, mientras se escuchaba el chillar de unas llantas.
— Lamento salir tan tarde, pero hay mucho trabajo — se disculpó Soi, sabía que el señor Tomoe debía estar descansando un poco a esta hora luego de un largo día de trabajo.
El larguirucho guardia sonrío — no se preocupe, al parecer este día ha sido un poco atareado pues la señorita Yoruichi se acaba de ir hace cinco minutos.
Soi parpadeo — ¿ella sola? — Cuestiono de pronto un tanto curiosa, pues justo pensaba que estaría en algún bar o restaurante buscando una chica con quien pasar un buen momento.
— Si, me imagino que usted ha podido notar que está trabajando duro ya que pocas veces se le puede ver ese aspecto serio y leves bolsas bajo sus ojos — señalo el guardia.
La peli azul asintió — si, por supuesto — dijo aun cuando no era cierto, la verdad es que en su mente pensaba que su amiga seguiría su vida tal cual por mucho que no le gusto eso de distanciarse. Después de dar buenas noches fue a su auto con dirección a casa y su mente empezó de nuevo en dirección a la morena, le frustraba el no poder dejar ese tema o esa situación a un lado, por lo que era menester el poner las cosas sobre la mesa y con eso se refería a sus pensamientos y sentimiento, no más huir o darle vueltas al asunto. Se lo debía a Yoruichi y por su misma salud mental.
La morena se encontraba mirando la ciudad en el balcón del Penthouse de Izumi, tenía diez minutos de haber llegado y luego de los saludos, el agradecimiento de la pelinegra por el vino que había llevado para que al instante se abriese y su madre le sirviese una pequeña copa para relajarse luego de un arduo día de trabajo mientras ella y su novia preparaban la mesa. Había cierto encanto en ver el cielo estrellado y la ciudad iluminada llena de gente yendo de un lado a otro, al menos aquí no se sentía encerrada y molesta con la situación en la que se encontraba su amistad, pero lo peor era los reclamos silenciosos de su mente hacia ella misma por su irresponsabilidad y dejarse llevar.
— Hija la cena está servida — anuncio Minako.
La morena suspiro tratando de mandar sus pensamientos al fondo de su mente para poner su mejor cara en la cena, su madre podía ponerse un tanto entrometida y no era justo para Izumi que ella tuviese cara larga — que bueno, ya tengo hambre — comento. La cena como siempre fue como si se tratara de un banquete, Izumi le había dicho que esta era una cena especial por su gran logro, luego de agradecer como se debía compartieron la cena entre platica agradable.
Izumi como siempre amable y extrañamente su madre alabándole por su trabajo o lo que fuera, la morena por otra parte parecía tratar de llevar las cosas con calma y aunque pretendía pasar desapercibida para alguien como Izumi no fue nada convincente, pudo notar que la morena parecía espaciarse, su sonrisa no era total como lo había notado en otras ocasiones y parecía tensa en su postura, definitivamente algo le estaba pasando y solo esperaba que Minako no fuese indiscreta o entrometida si lo notara. Su pareja algunas veces no tenía el suficiente tacto con su hija y eso era lo que siempre le reprochaba llegando a ser objeto de discusión, pero la pelinegra era una mujer inteligente y sabía que debía esperar a tomar en un buen momento a Yoruichi, sobretodo el que Minako no estuviese cerca para interferir de manera negativa. Luego de dos horas la morena se despidió para ir a su apartamento a pasar otra noche deprimente.
Minako limpiaba los platos mientras la pelinegra dejaba en orden la mesa, había algo que ponía de nervios a Izumi y era cuando su mujer se mostraba frenética limpiando y justo ahora esa era su actitud pues fregaba los platos como si limpiase una impureza que podía matarles.
— Minako podrías dejar la vajilla en paz — pidió con cierta calma recibiendo una mirada molesta de su novia — ¿qué te pasa? — Pregunto.
La peli violeta suspiro — si te digo seguro te pondrás como mamá gallina y no quiero discutir contigo sobre ese asunto.
La pelinegra puso los ojos — ¿se trata de Yoruichi? — Cuestiono y Minako asintió con cierta calma — ¿es por su actitud de hoy?
Minako le miro sorprendida, no esperaba que Izumi pudiese notar lo distraída y hasta estresada que era la postura de Yoruichi — no sé qué le pasa, pero debí imaginarlo o al menos esperar que algo estaba pasando.
— ¿Qué quieres decir? — Pregunto sin entender lo que la peli violeta decía.
Minako dejo el ultimo plato en el lugar donde se guardaban, luego fue a la mesa y tomo la botella de vino para servirse un poco más y de paso servirle a su novia — la negociación con Xiaomi Corporation la había planteado hace un tiempo, pero Yoruichi la desestimo diciendo lo difícil que sería acceder a que escucharan una propuesta nuestra, pero de pronto el día lunes sale con que había conseguido una cita y se armó todo el asunto en dos días.
— Bueno es de sabios cambiar de opinión y quizá este era el tiempo para dar pelea — señalo con calma — no veo nada malo en eso.
La peli violeta suspiro — pienso lo mismo que tú, pero justo ahora que veo a mi hija en un ambiente más libre y familiar pude notar que algo no está bien con ella, parece opacada y estresada — señalo seria — créeme Yoruichi no es así.
— Quizá solo sea el estrés de estos días, espera que llegue a casa y descanse — sugirió la pelinegra — mañana posiblemente estará más descansada y las cosas sean mejores.
Minako suspiro — bueno, tal vez tengas razón y solo necesite descanso y un poco de sexo que seguro lo saldrá a buscar el fin de semana.
Izumi rio un poco — algunas veces hasta el sexo no es suficiente Minako, pero me alegra saber que no te estas entrometiendo demasiado en la vida de Yoruichi.
— Eso no quiere decir que me quede sin hacer nada, en lo que pueda tratare de ver cómo anda estos días — indico Minako.
Izumi puso los ojos — solo no sea muy entrometida que Yoruichi no te lo perdonara, deja que se desenvuelva sola Minako por mucho que no lo queramos hay veces que uno necesita caer para crecer.
— Bien, hare como me sugieres — acepto la peli violeta y al instante fue asaltada con un beso de su pareja, al menos esta vez no habían discutido y hasta tendría sexo en recompensa.
Yoruichi paso el resto de la semana resintiendo su soledad, dormía poco y no encontraba comodidad alguna en su antes confortable cama, despertaba con la molestia de siempre ya que lo sueños húmedos no le dejaban en paz más cuando la protagonista de sus sueños y fantasías era su mejor amiga. Pero hoy era día viernes y para quitarse tanta tensión sexual la morena había decidido irse de fiesta a alguna discoteca, el plan era sencillo fiesta, baile, alcohol y sexo desenfrenado con eso se olvidaría de todo. Esa tarde en la empresa todo parecía más calmo y hasta un tanto relajado, Minako había pasado por la oficina de su hija y para su sorpresa y alivio le podía ver un tanto entusiasta pensando que sus pensamientos no estaban tan mal y lo que necesitaba su hija era fiesta y un poco de sexo, que seguramente hoy conseguiría.
El final de la tarde llego sin tanta ceremonia y todos los empleados buscaron sus autos a la hora de la salida, Yoruichi se encontraba guardando las cosas en su auto cuando Rangiku apareció para charlar un poco con ella, había sido un tanto agradable y refrescante ponerse a charlar y cuando la pelirroja se despidió para subir al auto de Nanao que le daría un aventón a su casa, vio a la persona que toda la semana había inundado su mente y sueños. Soi salía de la oficina charlando con Ggio Vega de manera tan enérgica que seguramente hablaban sobre trabajo, la morena no pudo evitar sonreír, aunque al final se tornó como una sonrisa melancólica y hasta triste ante la realidad de no poder acercarse, alzar la mano y saludarle o simplemente decirle adiós. Ante esa realidad la morena subió a su auto y al instante decidió salir del lugar para no incomodar a su amiga y así mantener su distancia como la peli azul lo había pedido.
— ¡Oye! — Exclamo Ggio — no es ese el auto de Yoruichi, vaya parece que lleva prisa.
La peli azul le había visto al final, cuando la morena subía a su auto — seguramente tiene alguna cita o fiesta y debe ir a prepararse.
El pelinegro se encogió — esta semana ha estado como un poco ausente — comentó casi reflexivo — pero quizá es normal, ha conseguido un contrato muy importante.
— Si, por eso se meceré ir a celebrar — dijo la peli azul con seriedad.
— Bueno, será mejor irme — señalo el pelinegro — tengo una cita y espero tener suerte esta vez.
Soi puso los ojos, no entendía como vega se quejaba tanto sobre sus citas y las mujeres con quien se relacionaba — suerte — expreso suavemente al ver que Vega ya iba por su motocicleta y empezaba a colocarse el casco. Al instante fue a su auto y subió en el para empezar su camino a casa, lo cierto es que no había visto a Yoruichi al salir, pero sintió que alguien le observaba y de pronto la morena subía a su auto para salir de manera impetuosa del lugar, quizá por cumplir con su pedido de guardar distancia que ciertamente estaba siguiendo al pie de la letra porque en toda la semana no le había visto hasta hoy, ni había aparecido para el almuerzo del jueves donde suponía podía tener tiempo. No cabía duda que extrañaba tenerle cerca, hablar con ella ya que siempre estaban ahí la una para la otra y hoy ni un hola, una llamada, un mensaje, una sonrisa o una mirada.
"Tú lo pediste así" le susurro su mente y tenía toda la razón, entonces no tenía por qué quejarse o ponerse amarga al respecto y menos cuando pensaba en que la morena se iría de fiesta o tendría alguna cita, Yoruichi era libre y ellas solo eran amigas, eso debía recordarlo y eso no cambiaría por una noche de sexo "dos noches" le corrigió su mente nuevamente y ella quería darse golpes en el volante. No podía ser que ahora empezaba a tener celos de su amiga cuando eso no había sucedido nunca "por favor, no recuerdas a Urahara", Soi suspiro, realmente debía de poner su mente a dormir o lo que fuera, porque no le estaba ayudando en nada, si podía recordar que cuando era una chica de 12 o 13 había un idiota llamado Kisuke Urahara que andaba tras la morena, un idiota que no era digno de su amiga y que ciertamente no era de su agrado, pero eso a tener celos había una diferencia, ¿verdad?
Yoruichi apareció en su apartamento a las tres de la madrugada, estaba ebria pero dado que tenía mucha experiencia en ese campo sabia caminar un poco tambaleante, pero mantener la compostura en todo momento, aunque cualquiera que la viese podía adivinar que había ingerido alcohol pues parecía murmurar para sí misma un tanto incoherente, no era para menos su plan no había resultado del todo bien. Claro que hubo fiesta, baile y alcohol, pero referente al sexo debía admitir que no sabía si reír, llorar, preocuparse o simplemente dejarlo pasar. Había bailado con una hermosa pelinegra, de tez blanca, alta, ojos coquetos color café y bailaba como quizá lo había hecho Salomé, pero entonces apareció una chica que llamo su atención era delgada, bonita, peli castaña pero lo que trajo su atención fueron sus ojos grises.
Dejo botada a la otra chica y fue con la chica de ojos grises, cuando casi terminaba la fiesta la morena se apartó con la chica para empezar los preliminares y todo apuntaba que era la que se llevaría a la cama esa noche, pero entonces en el frenesí de los besos la morena soltó una palabra o más bien un nombre "Soi". No tenía que ser un genio para saber que en la mención de un nombre desconocido en el calor de los besos apasionados la chica en cuestión se sintió ofendida y al final dejo botada a la morena que simplemente rio de lo mal que haba resultado su plan justo al final. Ya un tanto desmotivada, viendo que era demasiado tarde para seguir festejando y menos conseguir alguna chica decidió regresar a su apartamento.
El día siguiente decidió que evitaría ser impulsiva y bajar su ingesta de alcohol para evitar tener ese tipo de deslices, pero extrañamente no tenía cierta motivación o simplemente cada chica que se le insinuaba o le coqueteaba no le llamaba la atención. Yoruichi no era tonta y sabía que si la noche anterior había cambiado de chica era porque la mujer en cuestión tenía los ojos grises parecidos a los de Soi Fong. Quizá de una forma inconsciente buscaba alguien como su amiga, pero aun así no era lo suficiente porque al final no sería ella y eso la ponía en una posición difícil, ellas era amigas y de las mejores, aun cuando había cruzado la línea que no debían cruzar dos veces. ¿Cómo es que iban a solucionar eso?, si lo recordaba cuando eran niñas habían dormido juntas muchas veces y nunca fueron tan descuidadas o abusaron de su mutua confianza, siempre fueron respetuosas de su propio espacio, de su intimidad. Aun cuando la morena algunas veces tenía cierta curiosidad sobre la desnudez de Soi, sobre como seria en la intimidad, Yoruichi suspiro derrotaba pues no podía negar que todo estaba más que jodido.
Otra semana de trabajo empezó en la agencia, todo parecía de lo más normal para los que trabajaban en la agencia. Ukitake había regresado de su semana libre y las cosas en el departamento financiero era más relajado. Por otra parte, Yoruichi hablo con Shunsui para ver si necesitaba alguna ayuda extra en sus campañas, en conclusión, la morena opto por llenarse de trabajo para evitar meter las patas con su amiga. También opto por no tentar al diablo y prefiero no buscar sexo fácil, evitar irse de fiesta y de paso quizá dejar por un tiempo el apartamento que era un recordatorio constante de lo que había sucedido con Soi Fong, por lo que empaco un poco de ropa y regreso a la casa de sus padres. Su mente le había señalado que eso era algo ilógico pues ahí tenía más cerca el objeto de su obsesión pues vivía enfrente de su casa, sin contar que desde su habitación podía ver las ventanas de la habitación de la peli azul.
Con eso pasaron dos semanas más y ahora no solo era Minako la que podía notar que algo le pasaba a la morena, ya que Rangiku, Shunsui, Ggio, Nemu, Nanao y Byakuya habían notado ciertas actitudes extrañas entre la morena y la peli azul. Primero fueron los almuerzos de martes y jueves que eran una constante entre ellas, ya llevaban tres semanas de no tenerlos, la segunda era lo que Vega había señalado en sus charlas mutuas, la morena no había visitado la oficina de Soi desde la fiesta de aniversario de la agencia. Tercero la actitud individual de las dos susodichas, Yoruichi parecía una trabajadora ejemplar y Soi salía disparada de la oficina a la hora en punto de salida, sin olvidar su mal genio a pesar de que era común hoy parecía como una mujer realmente vieja y amargada.
Minako por otro lado estaba preocupada por Yoruichi, ya sabía que estaba viviendo en casa desde hace dos semanas, pues un día que ella llego la encontró ahí llevándose un pequeño susto y aunque su hija alego que estaban haciendo algunas reparaciones en el apartamento y por ello había decidido pasar ahí algunos días, la estancia pareció haberse prologando a dos semanas y parecía no acabar, al mismo tiempo se dio cuenta que su hija ya no salía de fiesta y de paso se había convertido en una trabajadora modelo. Ya había hablado mucho con Izumi del asunto y por más que la pelinegra le sugería no interferir ella no podía dejar ese asunto por las buenas, sabía que debía hacer algo y si Yoruichi le molestaba que ella se entrometiera solo había una persona que podía ser lo suficientemente valiente para hacer el trabajo sucio y por eso una noche le llamo para que viniese de sorpresa a visitar a su hija.
Soi Fong estaba que no le calentaba el sol, ese día en especial no le despertaba el café negro que estaba ingiriendo a buena mañana en la agencia. La verdad era que había tenido algunas malas noches las semanas anteriores tratando de desenmarañar sus sentimientos y todo el asunto con Yoruichi, además de que su almuerzo del día jueves fue un desastre tratando de mantener distancia con una Yoruichi que intento ser lo más normal posible, para agravar la situación había notado que en la casa de la morena había cierta actividad y por más que se había negado a curiosear sobre el asunto tenia las sospechas de que podría ser su amiga quien se estaba quedando en casa, cosa extraña pues la morena desde que tuvo la mayoría de edad y sobretodo liquidez con el sueldo de su trabajo opto por salirse de su casa para mantenerse lo más alejada posible de su madre.
Pero el problema que le atañía a la peli azul era lo que se estaba desenmarañando en su mente en esos momentos de introspección, no iba negar que desde que llego a vivir con Retsu fue la morena quien le busco para jugar con ella y ser su amiga. Aun con el dolor de la perdida la peli azul se negó a volver a tener una vida normal y fue hasta en el colegio donde se reencontró con la morena y resulto ser la chica más popular del lugar, siempre andaba un sequito detrás que le trataba como una princesa o una diosa digna de culto y pleitesía, eso no le agrado en absoluto y luego de varios choques de caracteres entre ellas después de casi siete meses hicieron las pases y empezaron su amistad, sin duda la morena fue un tanto protectora con ella, siempre la incluía en su grupo de amigos y luego del problema familiar de Yoruichi se unieron mucho más. No cabía duda que la morena siempre ha estado ahí por ella, le ayudo cuando ella solo quería encerrarse en su habitación sintiéndose culpable por respirar, le enseño a disfrutar de la vida, tener amigos, le dio su primer beso.
Había cierto tema que no quería abordar de manera cobarde, pero la peli azul sabía que era algo que no podía evitar. Yoruichi no solo era la chica popular, era la chica con quien chicos y chicas quería salir y si era posible llevarse a la cama y no era para menos, su piel morena exótica, ojos como el sol que podía derretirte con solo una mirada, piernas esbeltas y atléticas, una boca sensual y besable. Cuando le llego por completo el desarrollo fue por lo mucho la chica más sexy de la escuela, senos llenos y su cuerpo lleno de curvas y armada con esa sonrisa que quitaba el aliento. Pero para la peli azul la morena solo era su mejor amiga con la cual compartía muchas cosas, hasta su cama, todo cambio cuando Soi también empezó su desarrollo porque se fijaba más en lo físico y su cuerpo reaccionaba ante eso, la morena siempre fue alguien muy dada al afecto físico, abrazos, tomarse de las manos, besos en la mejilla, frente y por eso había llegado a la decisión de que ya no podía compartir la cama con la morena como lo hacían antes cuando aún eran una niñatas, no le sentaba bien eso de ser muy físicas.
La peli azul frunció el ceño, había dejado vagar su mente en la dirección que no deseaba y ahí estaba preguntando: ¿Entonces eso era solo amistad?
Gracias por leer.
