Burenas noches,

Como siempre agradeciendo sus comentarios y seguir esta historia. Por cierto mis mejores deseos y bendiciones para ustedes en este año 2021.

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Era día martes en la agencia y todo parecía muy normal, Yoruichi había recibido un mensaje de Izumi invitándole a almorzar y aunque no tenía muchos ánimos de salir de la oficina prefirió eso a quedarse para tener un momento incomodo como el día jueves de la semana pasada cuando se quedó para almorzar y tuvo que jugar el papel de que nada ha sucedido entre ella y la peli azul. No solo había sido incómodo, también fue decepcionante para su ánimo pues Soi le trato como trataría a un leproso, pero quizá estaba exagerando un poco, aunque era evidente que entre ellas no había habido esa familiaridad de siempre, hasta el silencio había sido tenso y embarazoso, cuando la morena intento entablar una pequeña charla su amiga fue cortante e intento no ser muy personal.

Pero no solo fue un momento espinoso para la morena, para Soi fue una situación un poco difícil porque tuvo que hacer de tripas corazón tratando a la morena con indiferencia, no quería almorzar con ella porque temía verle o que su fuerza de voluntad se doblegara y olvidara que debían mantener distancia, la familiaridad, hacer a un lado su amistad de tantos años. La peli azul estaba temerosa y no quería creer o más bien no deseaba confirmar lo que estaba sucediendo con respecto a su entrañable amistad, aun no se convencía de que detrás de ese cariño sincero, desinteresado, esa complicidad mutua y confianza se escondía un sentimiento más profundo, cosa que le hacía sentirse egoísta e hipócrita.

En el transcurso de la mañana Shunsui junto a Yoruichi salieron hacia una reunión con unos clientes importantes, en la agencia todo parecía un poco normal excepto para Rangiku que parecía haber tenido suficiente del ambiente tenso entre la peli azul y la morena. Por mucho que Byakuya, Nanao, Lisa y Nemu le habían advertido no meter su nariz en los asuntos de las dos amigas pues podía arruinar cualquier cosa que se estuviera pasando entre ellas, pero la pelirroja era totalmente impredecible y decidió ir con Soi antes de la hora del almuerzo para sugerirle ir a comer a otro lugar fuera de la cafetería de la empresa y ahí tomar el toro por los cuernos, hablar de lo que estaba sucediendo alrededor de ella y la morena. Estaba entrando al área financiera y vio que Ggio salía del lugar con el rostro casi lívido como si hubiese visto un fantasma.

— Ggio — le llamo al encontrárselo de frente — ¿qué pasa que te ves como si acabas de ver un fantasma, adónde vas? — Cuestiono curiosa

El susodicho soltó un suspiro — no un fantasma, quizá al diablo — dijo este poniendo los ojos.

Rangiku quiso reír ante la exageración del pelinegro — por favor no exageres — le regaño un poco — ¿esta Soi? — Pregunto.

— Sí, pero no creo que sea un buen momento para ir a la oficina — indico Vega y la pelirroja estaba por decir algo — acaba de llegar Alysa y esta con ella.

— ¡No me jodas! — Exclamo Matsumoto y al instante se tapó la boca, mientras Ggio negaba con su cabeza, esta le tomo de su mano mientras buscaba un lugar donde hacer las preguntas respectivas y de paso estar pendiente de lo que pudiese suceder con Soi y Alysa, no podía creer que luego de casi un mes de haber botado a la peli azul viniese como si nada pasara.

Mientras tanto en la oficina de Soi, Alysa que acababa de llegar tomo asiento en frente a la peli azul que parecía un poco intrigada por la visita, luego de casi un mes de su rompimiento pensó que no le volvería a ver porque al final había sido la rubia quien había terminado la relación mandándole a volar "a los brazos de Yoruichi" completo su mente. La Noruega miraba el lugar de manera detallada y de algún modo agradecía que le permitieran entrar hasta el área de finanzas, pensó que quizá la morena pudo haber dado alguna orden de no dejarle pasar, aunque en cierta manera algo de eso había sucedido, pero no de un modo tan extremo.

— Lamento irrumpir en tu lugar de trabajo — se disculpó la rubia, Soi enarco una ceja — sé que te preguntaras, ¿qué hago aquí? — Señalo la rubia con calma — la verdad es que me gustaría hablar contigo.

Soi suspiro y miro hacia la esquina derecha de su computadora, notando que faltaban 10 minutos para el almuerzo — podemos almorzar si deseas, solo dame unos minutos — pidió, la rubia asintió.

— Te espero afuera, no quiero causarte algún problema — indico al momento de que se ponía de pie y salía del lugar.

La Peli azul suspiro largamente al instante que se quedó a solas, esto era algo inesperado y hasta insólito porque según como habían terminado las cosas entre la rubia y ella no esperaba volver a verle en un millón de años. Pero de pronto ahí estaba visitándole en su trabajo luego de poner entredicho sus sentimientos y sobre todo la amistad con Yoruichi. Soi se hundió más en su asiento al reconocer que en cierta manera Alysa podría tener un poco de razón, pero es seguro que si ella no hubiese roto la relación nada hubiese sucedido entre la morena y ella, ahora además de perder su relación romántica estaba a un paso de perder años de amistad.

Se puso de pie y tomo sus cosas para ir en busca de Ggio, no podía ser que desapareciese tanto tiempo, aunque ciertamente agradecía la privacidad que le pudo dar en el momento que Alysa pregunto por ella. Ggio regresaba luego de que Rangiku le enviara de regreso para ver lo que estaba sucediendo — Vega — llamo la peli azul al verle venir y este le sonrió con un dejo nerviosismo — voy a salir a comer, pueda que me tarde un poco en regresar.

El pelinegro parpadeo — ¿iras con Alysa? — Cuestiono un poco curioso.

Soi suspiro — solo hazte cargo si me retraso, por favor — pidió y luego de eso empezó su camino hacia la salida, en el estacionamiento vio que Byakuya venia entrando mientras ella subía a su auto junto con Alysa que al parecer había llegado en taxi.


Yoruichi Shihōin entro al restaurante Signature especializado en comida francesa, ubicado en el mandarín oriental. La morena sonrío al notar que Izumi Miyazaki tenía un gusto refinado sobre los restaurantes y quizá por lo mismo las cenas en su casa eran dignos de competir con un restaurante de gamma media. Cuando dio su nombre el mesero le condujo a una mesa que se encontraba un poco reservada si se podía decir de esa manera ya que había una especie de cortina traslucida. Izumi le vio llegar y se preparó para recibirle, hace días Minako tenía entre ceja a su hija, ya que según su apreciación Yoruichi no parecía ser la misma de siempre, llevaba como dos semanas y media viviendo en la casa familiar, según sus propias palabras se había metido de lleno a trabajar cuando siempre hizo su trabajo, pero lo tomo con calma y hoy según la peli violeta parecía una trabajadora modelo.

Minako no era nada sutil y la pelinegra lo sabía perfectamente luego de cinco años de relación, no le había dicho que era lo que estaba tramando y sabía que algo tenía entre manos para saber que le pasaba a la morena. Por eso mismo Izumi había decidido dar un paso adelante para saber sobre el asunto antes de que Minako metiese sus narices de manera imprudente y en vez de avanzar para mejorar su relación, lo pondría todo cuesta arriba.

— Buenas tardes Izumi — saludo al llegar a la mesa y tomar asiento — espero no haber llegado demasiado tarde.

La pelinegra sonrío cariñosamente — buenas tardes y no te preocupes, estas a tiempo como siempre — dijo con amabilidad — vamos, hay que pedir algo de comer no quiero que Minako luego diga que te hago perder el tiempo agrede.

Yoruichi sonrío y tomo la carta — no sabría que pedir, se ve algo caro.

Izumi suspiro — no te fijes en eso, en todo caso yo pedí Pescado salvaje del día con piel crujiente, verduras de temporada, habas y salsa verjus, tu podrías probar el Filete de ternera Wagyu asado con fricassée de verduras y salsa de vino tinto que es lo que usualmente pide Minako y estoy segura que será de tu agrado.

— No soy como mi madre — soltó la morena con tono serio, sintiéndose un poco ofendida.

Izumi carraspeo — no eres como Minako y eso se puede notar, pero eso no significa que no eres su hija y te agrade o no tienes ciertas actitudes de ella — señalo — lamento si te molesto mi comentario.

Yoruichi se sintió apenada por su reacción, se supone que no era una jovencita que reaccionaba impulsivamente — no tienes que disculparte Izumi — dijo negando con su cabeza — mi reacción fue exagerada, creo que tú sabes de primera mano que entre mi madre y yo las cosas no van de maravillas.

— Debes relajarte Yoruichi — aconsejo con calma y llamo al camarero para indicar sus pedidos y de paso pedir dos copas de vino — debo de confesar que esperaba hablar contigo sobre ti, porque tu madre parece tan inadecuada para expresar su preocupación por ti.

La morena suspiro — tengo 28 años, parte de mi adolescencia me las arregle en cierto modo a resolver mis problemas, lo que sucede es que mi madre le encanta meterse en mi vida para fastidiarme — Izumi no pudo evitar reír ante esa declaración que era un poco verdadera, pero también había algo más de trasfondo que debía aclarar, pero el camarero llego con sus bebidas y anunciando que dentro de diez minutos traerían sus platos.

— Sé que tienes muchos motivos para pensar de esa manera, debo aceptar que soy de las que piensan que Minako tiene mucho que reconstruir— explico — no solo hablo la relación de madre e hija, si no con ella misma — la morena iba a decir algo, pero la pelinegra levanto su mano indicando que le dejará terminar — sé que no es y no será la primer mujer que la engaña su esposo y le abandona, pero debes de saber que tu madre era una mujer a la antigua, puso todas sus esperanzas, su amor, lo dejo casi todo por ser una esposa y una madre por él y cuando se fue tu madre carecía de cierta personalidad y fuerza.

La morena suspiro — ya no soy una niña — dijo encogiendo sus hombros — crecí y creo que es tarde.

Izumi suspiro — mamá me decía que una madre siempre será una madre, que aun cuando tuviese hijos, esposo o lo que fuera ella siempre seria mi madre y lo fue hasta el día de su muerte — señalo — eres una mujer hecha y derecha Yoruichi, hasta Minako reconoce que te has forjado un carácter propio sin su ayuda, pero eso no impedirá que se preocupe por ti y debo decir que aún es poco torpe en mostrar su preocupación y sentimientos.

— No hay nada de qué preocuparse — dijo la morena, parecía decirlo con tal convicción que casi convenció a la pelinegra, pero en el cerebro de Yoruichi eso sonó como si fuese un mantra.

Izumi sonrío levemente — entonces si no hay porque preocuparse disfrutemos de nuestra comida y hablemos de algo más tranquilo — sugirió — sabes que cualquier cosa puedes venir conmigo y si no quieres que Minako sepa no lo sabrá por mí.

— Gracias, lo tomare en cuenta — señalo amable la morena al momento su comida llego y así empezaron su almuerzo con una charla un poco más ligera.


Soi Fong manejaba con calma, Alysa le había indicado ir al mandarín Oriental pues justo ahí había un restaurante de comida francesa y según lo dicho era un ambiente privado donde podrían hablar sin problemas. Llegaron al restaurante y rápidamente fueron llevadas a una mesa para que luego les entregaran el menú buscaron que pedir para almorzar, Soi miraba el menú ya sabiendo que pedir y de pronto alzaba su vista para mirar a la rubia que después de un mes se veía casi igual, su cabello rubio liso que al final terminaba como en pequeñas ondas en sus puntas, sus ojos azules y ese perfume que conocía bien "eternity". Todo parecía un tanto nostálgico, pero extrañamente se sentía fuera de lugar, esto no era lo más normal si se ponía a pensar ya que hace un mes la persona frente a ella estaba diciéndole adiós y de pronto aparece para hablar.

— No pienses demasiado — soltó Alysa sacando a la peli azul de sus pensamientos — será bueno comer un poco y charlar al mismo tiempo, pero por favor tómalo con calma — pidió conociendo demasiado a la persona frente a ella, Soi parpadeo y no pudo evitar soltar un suspiro para decir algo, pero de pronto el camarero llego para recibir sus pedidos para que luego de unos siete minutos llevaran sus platos y sus bebidas que en caso de la peli azul se decantó por el té mientras que la rubia había pedido una copa de vino tinto.

— ¿Cuál es el propósito de este almuerzo Alysa? — cuestiono la peli azul luego de los primeros tres bocados de su comida.

La rubia sonrío un poco, sabía que la peli azul se había contenido pues no era quien le gustaba andarse por las ramas — escucha Soi — pidió suavemente — aquel día me tomaste por sorpresa y debo aceptar que me asusté — empezó explicando — sé que no fue la mejor de las respuestas o lo que esperabas, pero como te dije aquel día en el fondo creo que es una buena oportunidad para ti.

El rostro de la peli azul fue un poema, se podía notar a largas distancias que lo dicho por la rubia no había sido algo que esperaba escuchar — ¿una oportunidad para mí? — Cuestiono con un dejo de sarcasmo — no te entiendo, quiero decir se suponía que solo tenias que tomar el maldito anillo y decir si — soltó con un dejo de molestia — era una formalidad para un futuro juntas y no veo esa oportunidad que dices cuando lo que hiciste fue dar una negativa para luego romper la relación.

Hubo un momento de silencio en la mesa después de ese pequeño reclamo, la rubia tomo un sorbo de su copa y luego de eso empezó a cortar un poco de pollo para llevarse un bocado a la boca — por favor, almuerza — pidió, justo sabía que no era el momento para seguir la charla.

Soi por su parte sabia que se había extralimitado, pero como no iba a responder de esa manera cuando sentía que su mundo controlado de hace un mes parecía una montaña rusa donde perdía. Sin novia y como según miraba el panorama había posibilidad de perder a su mejor amiga de casi toda la vida si no encontraban una manera de resolver lo que sucedía entre ellas.


En la mesa de Yoruichi y la pelinegra el almuerzo estaba muy avanzado a decir verdad se podía decir que en unos diez minutos terminarían su comida. El ambiente luego de la pequeña charla aclaratoria fue un poco mas casual y hasta amena, la comida estaba exquisita según la morena e internamente alabo el gusto de su madre y que la pelinegra pidiese por ella aun con la incomodidad de trasfondo el almuerzo estaba por llegar a un feliz término y de pronto Izumi pareció ver alguien conocido.

— Aquella chica ¿no es Soi? — Pregunto de manera casual la pelinegra — ¿quién será esa chica que le acompaña?

Yoruichi miro en la dirección que la novia de su madre veía, Izumi era educada y muchos le tildaban de ser demasiado amable, pero quien la conocía mejor se daba cuenta que esa mujer estaba en todo y sabia disimularlo. Al instante mismo que soltó la información de la mejor amiga de la morena, observo la respuesta de su acompañante que no perdió tiempo y rápidamente se lanzó a verificar con quien se encontraba Soi. Izumi había notado diferencias entre madre e hija y aunque Minako era una bomba explosiva e impulsiva, su hija por el contrario sabia mantener las apariencias y justo ahí el único instante donde demostró alguna reacción fue ante la mención de su amiga con una chica en el restaurante, pero al corroborar con quien se encontraba, volvió a mantenerse calma si se podría decir.

Yoruichi carraspeo, tomo un sorbo de su copa para terminarla de una vez y respondió — es su ex Alysa — la morena no quería ver más hacia la mesa, pero le daba curiosidad, ¿qué podían estar sucediendo en esa mesa y de que hablarían?

Izumi por otro lado — espero que solo sea una charla para que resuelvan lo que les separo y que no se convierta en un almuerzo incomodo — señalo al notar desde su lugar que la peli azul parecía tensa en su postura.

Definitivamente ese último comentario fue como si lanzaran agua a un gato que al parecer odia mojarse — lo importante es que Soi sea feliz, sea cual fuera la situación con Alysa.

Izumi sonrío levemente — eres una buena amiga — dijo al instante para luego beber vino de su copa sin apartar la mirada de su acompañante. La morena suspiro, ese último comentario fue como una daga en su costado porque en el fondo de su mente traicionera se repetía que Alysa no se merecía a su amiga y que era lo que hacía Soi, a ella le mandaba lejos y trataba como si tuviese lepra, pero con la rubia lo primero que hace es salir a almorzar — ¿deseas postre o nos retiramos? — cuestiono la pelinegra.

La morena sonrío levemente y miro su reloj — creo que será mejor retirarnos, no quiero que mamá se ponga intensa.

Izumi sonrío un poco divertida ante el comentario de la morena, pero aun así guardo en su mente el momento para cuando estuviese a solas meditar en todo este momento porque sinceramente Yoruichi era buena para ocultar sus sentimientos. Salieron del lugar y en el estacionamiento se despidieron para cada una tomara diferentes caminos, en el restaurante habían quedado la peli azul junto a la rubia. Mientras tanto en la mesa de las susodichas el almuerzo parecía haber bajado de intensidad después de unos bocados y sorbos de bebida.

— Con respecto formalizar y haber tomado el anillo — empezó Alysa y la peli azul alzo su mirada del plato de comida — es una gran decisión y para ser sincera tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento.

—¿Qué cosas? — Pregunto al instante la peli azul — podrías al menos darte un momento para decirme lo que sucedía, pero solo…

— Un día antes recibí un mail del gobierno donde notificaban que nos quedaban seis meses de trabajo y debíamos empezar a trabajar para la transición — soltó la información la rubia de una vez — dentro de seis meses tendría que regresar a Noruega como parte del gabinete de trabajo del embajador, bueno cinco.

Soi parpadeo, eso era nuevo — ¿por qué no me dijiste? — Cuestiono y vio que la rubia rodaba los ojos — pudimos hablar de eso, resolverlo.

— Yo no quiero ser un premio de consolación — los grises ojos de Soi eran tan fríos en esos momentos y la rubia se tuvo que armar de valor — aunque me veas de esa manera y por mucho que te parezca ridículo es verdad.

Soi carraspeo tratando de calmar su molestia — para mí no eres un premio de consuelo y no sé porque lo piensas.

Alysa suspiro — ¿crees que solo termine contigo porque sí? — Pregunto — me conoces, sabes que no tiendo a ser impulsiva en mis decisiones, extrañamente esa vez lo fui y luego de llegar a casa para poner las cosas en perspectiva concluí que era la mejor decisión por mucho que doliera.

— ¿Por mucho que doliera? — Cuestiono con ironía — yo fui a quien rechazaron y la botaron Alysa — señalo — creí que éramos sinceras la una con la otra, pero ese día me acusaste de no estar comprometida con la relación cuando justamente trataba de hacerlo más formal.

La rubia soltó un suspiro — admito que decir eso fue un tanto exagerado y me disculpo por eso — dijo al instante — con respecto a ser sinceras la una con la otra creo que lo hemos sido y por eso mismo te busque este día — señalo — dime algo Soi — pidió — ¿qué dijo Yoruichi de nuestro rompimiento?

Soi suspiro resignada sabiendo que tenía que contestar — que quizá te habías asustado y que solo debía ser paciente porque quizá era un mal entendido, aunque a mi parecer no importa la opinión de un tercero en lo nuestro.

— He pensado todo este tiempo — comento la rubia mientras Soi ponía atención — como dices siempre has sido sincera y veraz conmigo, pero creo que deberías también serlo contigo misma — indico — tu relación con Yoruichi...

Soi casi se ahogó con su té — disculpa — interrumpió — somos amigas, no hay nada más que eso — dijo de una manera poca convincente.

Alysa le miro — es en eso que deberías ser sincera contigo misma, creí que en este tiempo te ayudaría a ver las cosas como son.

La peli azul frunció el ceño — ¿cómo es que son las cosas según tú? — Cuestiono.

— Lo planteare de esta manera — indico — en tú cumpleaños pude notarlo bien y hasta entender un poco a tu ex – Kaori — Soi pareció tensarse a su mención — por supuesto que ella lo llevó a un nivel toxico y al parecer no supo manejar sus celos con Yoruichi, pero cuando abrías los regalos me sorprendió mucho el presente que ella te dio y entonces dude un poco de ti y de mí.

— Solo fue un gato de peluche — señalo la peli azul — ¿qué de malo hay en eso?

Alysa sonrío — dos años de conocerte y año con seis meses de ser tu novia, pero no sabía tu gusto por los muñecos de felpa.

Soi suspiro — no es que me agraden demasiado, en si son los gatos los que me agradan y como mamá es alérgica nunca pude tener uno en casa — explico con calma.

— Entonces ahí estabas con ese peluche de gato negro, ojos dorados y tu sonrisa tan amplia como cuando le cumples el deseo a un niño — explico — el regalo de tu mejor amiga que resulto ser sencillo, pero más significativo que cualquier cosa — la peli azul guardo silencio, aunque sintió que debía decir algo — las dos son tan buenas actuando como amigas que han convencido a todos que son como Batman y Robin, de paso se han convencido ustedes mismas que ahí solo hay una gran amistad cuando pueda ser que haya algo más profundo.

— No es así — se defendió la peli azul.

Alysa enarco una de sus cejas para luego sonreír— siempre me pregunte como es que Yoruichi siendo la rompecorazones que es no intento nada contigo y tu como es que nunca caíste en su encanto, debo señalar que es bonita y tiene este sexapil — expreso y luego lanzo la pregunta — ¿nunca han cruzado la línea? — Cuestiono dejando a la peli azul asombrada y sin palabras al ser una pregunta tan directa, la rubia espero respuesta, pero al no obtenerla sonrío un poco para sí misma — vaya, creo que el silencio respondió por sí mismo.

— No es lo que piensas — soltó la peli azul — fue un error y no ha sucedido cuando estaba contigo o antes — explico suavemente.

La rubia sonrío amablemente y se podía decir que Soi odiaba esa sonrisa, era una que expresaba que tenía toda la razón de su lado — no voy a negar que es algo imprevisto y extraño, pero tampoco deberías atribuir todo a un error — sugirió y el silencio se hizo en la mesa — escucha yo indudablemente me iré del país en cinco meses, por mucho que niegues cualquier cosa eres inteligente y deberías intuir que hay algo más que amistad entre tú y ella por lo tanto creo que mereces poner todo sobre la mesa y decirle la verdad.

Soi suspiro y se sintió un poco culpable de la situación, sin contar que Alysa le estaba dando consejos sobre lo que podía ser algo entre ella y Yoruichi. Entonces justo ahí todo estaba dicho ya no había vuelta atrás, no había posibilidad de que su amistad siguiese tal por cual y su relación con la rubia hace un mes había terminado quedando solo un recuerdo bonito de lo sucedido porque como lo dijo partiría a su país dentro de seis meses.

— Alysa, yo…— empezó Soi, pero la rubia negó al instante.

— No hay nada que debas decir, no tienes por qué sentirte mal ya que no has hecho nada malo y en cierto modo fui yo misma quien te empuje a esto — señalo con suavidad — has lo que tengas que hacer Soi, además se te hará tarde y creo que esta vez debo pagar yo.

Soi quiso decir algo amable o lo que fuera, pero sabía que las palabras estaban demás en esta situación y sobre todo entre ellas. Dio una última mirada a la rubia frente a ella se inclinó un poco como haciendo una disculpa por cualquier mal que podría haberle causado. Soltó un leve suspiro y se puso de pie para salir de la mesa y por consiguiente del restaurante, tuvo el impulso de mirar atrás, pero sabía que no era justo para Alysa todo había terminado de verdad con la rubia y posiblemente con ello también se terminaría su amistad porque ciertamente no podía seguir mintiéndose a su misma.


Yoruichi llego a la agencia unos diez minutos antes de que diesen la una de la tarde, con pasos rápidos y con una cosa en mente "Soi". Verle con Alysa fue algo completamente raro y aunque ya antes les había visto juntas esta vez no podía negar que sintió cierta aprensión o quizá solo era miedo de que la peli azul saliese lastimada de nuevo, pero su mente creativa boto todos sus argumentos con una tonada molesta "celos malditos celos", tomo asiento tras su escritorio y sostuvo su cabeza sobre sus manos tratando de calmar su mente de tantas preguntas. ¿Qué pasaría si Soi regresa con Alysa?, ¿qué pasaría con ellas y su amistad? No tenía respuestas para eso, no tenía ni idea de lo que pasaría porque simplemente la peli azul no le dejo opción más que apartarse y dejar que todo se desarrolle.

Pero ella no era así, porque desde que tuvo la madurez necesaria siempre iba por todo y no importaba lo difícil que era la situación siempre tenía algo que decir y opinar. Lo había hecho hasta con su padre cuando tuvo la entereza suficiente de plantarle cara y esa vez no dejo que controlara la situación, opinara sobre su vida o dijese algo como cuando era una niña que solo dijo "suerte en el colegio princesa" para luego de un mes verle en un juzgado junto a una mujer mientras le decía que siempre seria su hija pero que se iba de todas maneras dejándole a ella y Minako como si fueran una cosa que ya no quisiera. Ciertamente su padre había sido un hombre cobarde de lo peor y por una parte entendía que su madre se inclinara a tener una novia, pero ciertamente ella había tenido la última palabra y le había dado a Shiro Shihōin donde más le dolía.

De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos ante la llegada impetuosa de alguien que conocía demasiado bien, pero lo que le confundió un poco fue la cara mortificada que traía consigo — Yoruichi, que bueno que regresaste.

— ¿Qué pasa? — Cuestiono un poco alarmada ante la actitud de la pelirroja.

Matsumoto tomo asiento frente a la morena — ¿no lo sabes? — Pregunto — Alysa estuvo aquí, Soi se fue con ella y aun no aparece.

La morena suspiro — quizá fueron almorzar, además posiblemente tienen cosas pendientes de las cuales deben hablar.

— Pero Alysa termino la relación — señalo Rangiku — como es que solo viene así por así después de casi un mes, realmente no es justo.

— Rangiku, creo que esto solo le concierne a Soi — señalo la morena — lo que importa es que sea feliz ya sea con Alysa o con quien decida serlo en un futuro.

La pelirroja soltó un bufido un tanto molesto, no podía creer que Yoruichi no se diera cuenta de lo que estaba diciendo o haciendo, era como lanzar a la peli azul a los brazos de otras y no dar pelea, ¿es que acaso no le importaba y el beso que había sido? — tienes razón, Soi se merece alguien que le ame de verdad y valore todo lo que es — se puso de pie y soltó un suspiro — nos vemos tengo trabajo que hacer, ten buena tarde.

— Adiós — dijo suavemente la morena, esas palabras había sido como un gran golpe en su abdomen, una bofetada a su cara dura y para ponerle la guinda al pastel apareció Minako en la puerta de su oficina.

Minako le sonrío — que bueno que te alcanzo, hoy cenaremos a las 7 donde Izumi y no quiero negativas porque te tengo una sorpresa que seguro te agradara.

No hubo alguna respuesta o pregunta de cuál era esa sorpresa pues, así como apareció la peli violeta se marchó. La morena golpeo molesta con su puño el escritorio eso que había dicho Matsumoto fue como echarle un poco de sal a la herida una que por supuesto no sabía que tenía y de pronto su teléfono sonó recordándole que tenía que salir con Kyōraku a ver a un cliente.


Soi llego a la agencia media hora después de la una de la tarde, todo en general parecía en calma por no decir que no había indicio de que algo malo le había sucedido en el almuerzo con Alysa, aunque en su mente todo era un lio o más bien la charla le había caído como una bofetada de realidad enfrentando sus miedos para confrontarle con la verdad, una verdad que había aludido por una semana y quizá como lo haba dicho la rubia desde hace tiempo. Ggio le vio llegar y solo le saludo con un asentimiento de cabeza para luego seguir con su trabajo de manera tranquila, dio gracias al cielo que no fuese entrometido o preguntara sobre su almuerzo o lo que fuera, pero el pelinegro se levantó luego de diez minutos de manera imprevista.

— ¿Quieres un café o algo? — Cuestiono serio — voy a la cafetería.

La peli azul alzo su mirada del computador — no, gracias — no necesito decir más porque al instante el pelinegro salió disparado hacia la puerta dejándole sola con sus pensamientos y es que, aunque intentaba poner toda su atención en el trabajo su mente siempre resonaba con esas palabras de Alysa "se han convencido ustedes mismas que ahí solo hay una gran amistad". ¿Podría ser eso cierto?, pero Yoruichi no es del tipo que se va a enamorar por supuesto que no, eso era de conocimiento público y la peli azul lo podía recordar como si fuese el día de ayer, aunque fue hace como doce años en una noche estrellada de noviembre luego de ver una película en la habitación de la morena y como siempre Minako había ido a un evento de trabajo y posiblemente volvería hasta media noche o madrugada.

***********************************************************Flash Back*************************************************

La película había terminado hace unos diez minutos y Soi miraba el cielo estrellado atreves de la ventana abierta, aunque hacia un poco de viento era ligeramente una noche fresca. La morena se encontraba en el baño cepillando sus dientes pues fue la única que comió palomitas de maíz, mientras la peli azul miraba hacia el cielo, su casa y su habitación. Este día en especial su mamá tenia turno, pero le había permitido pasar la noche en casa de Yoruichi para que las dos se hiciesen compañía y no estuviesen solas.

¿Qué miras? — cuestiono la morena detrás de la peli azul.

Soi suspiro — nada en especial.

La morena se pudo a su lado — si no ves nada en especial deberíamos cerrar, luego te puedes resfriar y Retsu dirá que no tenemos cuidado.

Exageras — se quejó la peli azul — al menos se puede ver que traes el instinto maternal bien empaquetado.

Si eso es una broma déjame decirte que es de mal gusto — señalo la morena y luego suspiro — ¿en verdad vas a dormir en ese futón? — Cuestiono — no entiendo porque ya no quieres compartir la cama, ya sé que babeas y no tengo problemas con eso— dijo un tanto divertida.

La peli azul puso los ojos — bueno al menos no ronco — se defendió — además ya estamos grandes y ya tengo suficiente de tu séquito de fans — negó con su cabeza — deberías de dejar de jugar con una y con otra Yoruichi y sentar cabeza, tu mamá se dará cuenta y luego llegará la noticia a oídos de tu padre.

Yoruichi cerro la venta y corrió las cortinas para luego tirarse en su cama de manera poco ortodoxa — no me importa, por mí que se enteren — suspiro — seguro que mamá no dirá nada y con papá solo habla de que no sea tonta y salga embarazada — sonrío hacia la peli azul — las chicas no me dejaran embarazada y yo menos que las dejare, así que todos felices.

Soi suspiro en su futón — eso hasta que te enamores y tengas una novia.

La morena le miro seria — no pienso enamorarme, menos de tener una relación — señalo al instante — mira lo que hizo mi padre con mamá, definitivamente el amor no es una buena opción para mí — dijo y luego sonrío — ¿tu, estas enamorada de alguien?

No — respondió con un leve sonrojo en su rostro — pero indudablemente quiero tener un relación larga y duradera, como recuerdo que la tuvieron mis padres.

Yoruichi le sonrío — seguramente así será y estaré ahí para verlo.

************************************************Fin Flash Back*************************************************************

Soi sacudió su cabeza, divagar en su mente no ayudaría en nada en esos momentos y menos recordar el pasado. Miro al escritorio de Ggio y ya se encontraba ahí, hasta parecía un poco irritado según se miraba. Tal vez también no había tenido un buen día como le estaba sucediendo a ella, pero de diferente manera pues la visita de Alysa fue como si alguien viniese y abriera la caja de pandora. Miro la hora en la esquina derecha de su computadora apenas eran las dos de la tarde y aún faltaban 3 horas para salir de ahí, quería irse a casa y no ver a nadie porque sabía que su amistad no podía ser más, pero era mejor ponerse a trabajar así el tiempo se iría volando.


Shunsui sonreía de manera coqueta en su mesa mientras traían algunas bebidas, el cliente se encontraba satisfecho de hacer el trato y justo estaban por brindar por la nueva campaña de publicidad. Pero según el castaño algo no cuadraba en la foto y es que Yoruichi parecía como si hubiese ido a un velorio y es que desde su llegada tenia este rostro serio y por momentos se perdía en su pensamiento. La hija del dueño le coqueteaba de manera descarada, pero Yoruichi ni le miraba y con esa actitud ya llevaba varias reuniones de negocios que no correspondía los coqueteos y menos de tener esa confianza de lanzar una sonrisa.

— ¿Pasa algo Yoruichi? — Cuestiono Kyōraku — pareces un poco distraída.

La morena suspiro — mamá quiere cenar esta noche para darme una sorpresa — señalo con un dejo de sarcasmo — ya sabes que las cosas con ella no siempre salen bien.

Shunsui miro su reloj y soltó un suspiro — bueno son las 4:35, deberíamos dar por terminada esta reunión para ir a la agencia — señalo — se supone que hoy iremos con Nanao a visitar a Jushiro.

Yoruichi suspiro — me le das saludos, de aquí salgo a casa a cambiarme porque necesito una ducha.

— Bueno, lastimosamente debemos dar esta reunión por terminada — indico Shunsui a sus dos acompañantes — tenemos una reunión en la agencia y no queremos llegar tarde.

— Es una lástima, creí que podíamos pasar un buen rato después de terminar con las negociaciones — comento la hija del dueño, una chica de unos 23 años pelinegra ojos negros y una sonrisa coqueta e insinuante hacia la morena.

Yoruichi no reacciono más bien se puso de pie — lo lamento, pero tenemos mucho trabajo por delante — se disculpó — no se preocupen por la cuenta, todo está cancelado.

Con esas últimas palabras la morena empezó su camino hacia la salida dejando un poco aturdidos a los que le acompañaban en la mesa — mis disculpas, pero en verdad hay mucho que hacer aún, hasta otra ocasión — dijo el castaño siguiendo a la morena que seguramente iba hacia el estacionamiento por lo que tuvo que apresurar sus pasos y ahí estaba esperándole con un dejo de impaciencia — ya vas dejando otra cliente insatisfecha, si sigues así empezaran los rumores.

— No es algo que me incomode, al final todos hablan — señalo Yoruichi — me saludas a Ukitake.

El castaño sonrío — por supuesto y de paso le contare que Yoruichi Shihōin al parecer está sentando cabeza — la morena le dio una mirada de "estás loco" aun así este no se amedrentó — sabes, el sentar cabeza no es tan malo y si no mírame a mí — explico — son un fiel amante de las mujeres y su belleza, pero Nanao es especial y le da un sentido a toda esta genialidad, locura y excentricidad.

La morena suspiro — me alegro por ti y por ella, los dos merecen ser felices.

— Tú, también lo mereces Yoruichi — señalo el castaño la morena suspiro y abrió su auto pues tenía que irse — escucha no sé lo que sucede entre tú y Soi, pero es notorio que algo sucede y será mejor que despabiles porque habrá un día que no estará.

No se dijo más y la morena dio vida al motor y salió del restaurante con dirección a su casa, mientras que Shunsui soltaba un largo suspiro e iba en busca de su auto. Esta había sido una larga tarde y terminarlo de esa manera fue un tanto catártico, solo esperaba no haber agitado demasiado las aguas que justo el día de hoy parecían turbulentas, primero con la llegada de Alysa según Rangiku le había contado y ahora con su comentario inteligente.


Soi noto que había cierto movimiento en la oficina y alzo su vista de la computadora, Ggio ya se encontraba en su puerta — es hora de irse, nos vemos mañana — dijo despidiéndose y al instante busco la salida. La peli azul suspiro era un alivio que el día terminara porque tenía tantas cosas en la cabeza y sabía que toda esa mierda no se iría hasta que resolviese lo que sucedía entre ellas dos y conociendo a Yoruichi eras más que obvio que ella tendría que hacerlo. Tomo sus cosas y busco camino a casa antes que por casualidad se topara con la morena porque eso sería el acabose.

Luego de casi veinte minutos llego a su casa y noto que el auto de la morena se encontraba estacionado fuera de su casa, era mejor entrar para evitar cualquier tipo de contacto y eso fue lo que hizo se suponía que Retsu hoy se encontraba en casa y tendrían un momento para charlar en la cena lo cual sería un poco refrescante por lo que abrió la puerta y entro con un suspiro satisfecho — llegue a casa — anuncio mientras buscaba las escalares para ir a la habitación.

— Soi — llamo su madre con una leve sonrisa y esta se detuvo — Yoru-chan te está esperando en la habitación — informo — pregunta si se quedara a cenar, aunque no lo creo.

La peli azul asintió con una mueca de sonrisa, si pensaba que se había salvado al parecer era una ingenua, llego a la puerta de su habitación y abrió con cuidado, la vio justo ahí sentada en su cama y frunció el ceño — Yoruichi — saludo.

La morena se enderezo en la cama — Soi — repitió el saludo.

— Pensé que habíamos quedado en tener nuestro espacio — le recordó la peli azul.

— Te vi con Alysa en el restaurante — dijo de una vez y Soi pareció un poco sorprendida de eso — ¿de que hablaron, piensas volver con ella? — Cuestiono.

La peli azul parpadeo un poco confundida — creo que eso es algo que no te incumbe.

Yoruichi se puso de pie al instante — claro que me incumbe, me importas y si no mal lo recuerdo hace un mes Alysa rompió la relación, no puedo creer que le des una oportunidad al momento que aparece con su sonrisa.

— Que hablara con ella no significa que todo está arreglado — suspiro — si esta respuesta satisface tu curiosidad creo que debes irte, necesito cambiarme.

— Puedes cambiarte, no sería la primera vez que te veo con poca ropa — dijo seria negándose a irse, aunque sabía que se le hacía tarde.

La peli azul frunció el ceño — estoy hablando en serio Yoruichi, no te das cuenta que nuestra amistad tambalea.

— Podemos arreglarlo, pero alejarnos no es la manera en que lo resolveremos — señalo con calma — hablemos, como lo hemos dicho infinidad de veces somos adultas y podremos con lo que está sucediendo.

— ¿Qué sucede si no podemos arreglarlo? — Cuestiono — quizá no te agrade lo que pueda suceder.

La morena se acercó un poco a la peli azul y vio como esta retrocedía — te extraño — soltó suavemente — extraño a mi amiga.

Soi soltó un suspiro — no creo que pueda ser más tu amiga Yoruichi — dijo suavemente.

— ¿Solo porque nos fuimos a la cama? — Cuestiono un poco incrédula la morena.

La peli azul rio con tristeza — sé que para ti solo fue sexo.

— No generalices Soi, no sabes lo que significó para mí — se defendió Yoruichi seria.

— Por favor, vete — pidió — hablaremos, pero no será el día de hoy.

Yoruichi asintió — será el día de mañana entonces, nos pondremos de acuerdo a primeras horas — señalo la morena buscando la salida y en la puerta se detuvo — perdona si te importune, ten buena noche.

La peli azul le vio salir, había sido un momento un tanto tenso y extraño porque hasta este día Yoruichi nunca se había entrometido en sus problemas de pareja, ni cuando Kaori se portó como una loca celosa solo había sido una amiga comprensiva que aparecía para sacarla de la tristeza, para animarle a que vendrían tiempos mejores diciendo que alguien un día vería que tenerle de pareja era como sacar la lotería en su cumpleaños, siendo navidad.


Yoruichi llego al apartamento de Izumi luego de quince minutos y decir que fue un tiempo un tanto corto era solo un detalle, lo cierto era que justo después de salir de casa de la peli azul y despedirse de Retsu que gracias al cielo no le retuvo ante la llegada de Isane que solo se saludaron, arranco el auto y jugo con el límite de velocidad. Lo cierto es que se sentía nerviosa y en el fondo reconocía que se había pasado de la raya tomándose atribuciones que no debía con Soi, el solo hecho de pedirle explicaciones de su almuerzo con Alysa era totalmente fuera de lugar y ciertamente ese no era su plan. Podía aceptar que deseaba saber que era lo que habían hablado o si por cosas de la vida habían limado asperezas, pero al momento de verle soltó todo de manera impulsiva, pero a que se refería Soi con eso de "no creo que pueda ser más tu amiga", además de que pensaba que para ella lo que había sucedido solo era sexo cuando definitivamente no fue así.

La puerta se abrió de golpe tomando a la morena por sorpresa ya que estaba sumida en sus pensamientos, Izumi le miro curiosa ya que tenía el rostro serio y sin contar sus ojos parecían vidriosos como si estuviese a punto de llorar — llegas temprano, pero pasa adelante no creo que te importe esperar a que Minako llegue — indico, al instante la morena entro.

— ¿No está? — Pregunto un poco desconcertada — bueno, no es tan malo si espero.

— Vamos a la cocina — invito la pelinegra — ¿Te apetece un poco de vino? — pregunto.

La morena suspiro — suena perfecto — acepto y siguió a la anfitriona hasta la cocina para tomar asiento en el desayunador mientras Izumi servía el vino en dos copas. Yoruichi miro hacia la mesa que estaba ya preparada y se extrañó que hubiese 4 puestos — ¿hay algún invitado? — Pregunto.

— Minako dijo que sería una sorpresa — respondió Izumi.

Yoruichi rio un tanto divertida, eso era lo que le faltaba para la noche tener un desconocido o lo que fuera — espero que no sea un fastidio, las sorpresas de mamá muchas veces no son tan buenas.

Izumi rio un poco — creo que está mejorando en eso — señalo con tono suave y luego echo una mirada a la morena — ¿todo bien Yoruichi? — Cuestiono con suavidad.

Hubo un momento de silencio, entonces solo lo dijo — no, nada está bien y todo es una mierda.

Izumi suspiro, al parecer la morena había llegado al límite y justo ahora se estaba desmoronando en cierta manera agradecía que Minako no estuviese en casa y fue ahí que luego de preguntar que sucedía Yoruichi se lanzó a contar todo el asunto con la peli azul, claro que antes le pidió no decir nada a su madre. La pelinegra escucho todo en silencio tratando de percibir no solo lo que la morena expresaba pues también se fijaba en los gestos y cuando por fin había terminado de sacar todo aquello que le pesaba para que la pelinegra pudiese decir algo al respecto el sonido de un mensaje en su celular les interrumpió.

— Es tu madre, ya viene cerca — informo — primero que nada, debes lavarte la cara pues te ves poco presentable — señalo Izumi pues la morena había derramado una que otra lagrima en el proceso — con respecto a lo que sucede entre tú y Soi, ¿es primera vez que cruzan la línea? — Cuestiono.

— Si — respondió la morena — pero como te dije no fue de manera consiente, estábamos borrachas.

Izumi sonrío — pero la segunda vez si — señalo y noto como la morena parecía un tanto frustrada — no tenemos mucho tiempo antes que Minako aparezca, pero no crees que es una señal — Yoruichi parpadeo — lo que quiero decir es que quizá hay algo más que amistad entre ustedes dos, quizá tú estés enamorada de Soi o viceversa.

La morena negó al instante — no — dijo de una vez — yo nunca me voy a enamorar y menos de tener una relación con alguien, Soi es lo suficientemente inteligente para no enamorarse de alguien como yo.

Izumi suspiro — ¿qué sucede si ella se enamoró a pesar de todo? — Pregunto — no creo que puedan seguir la amistad con eso entre ustedes — señalo, al instante la morena guardo silencio y cuando iba a decir algo el timbre sonó — será mejor que vaya abrir, toma tu tiempo si lo deseas.

Yoruichi negó — está bien, será mejor ir de una vez — dijo al instante que soltaba un largo suspiro y de pronto recomponía un poco su rostro y actitud como si nada hubiese pasado.

— Solo te aconsejo no salir corriendo en el momento en que Soi y tú hablen de sus problemas — señalo la pelinegra, ante esto último la morena frunció el ceño ella no era de las que salían corriendo. Llegaron a la puerta y la pelinegra se apresuró a abrir la puerta donde una Minako que se encontraba seria de pronto sonreía.

— Mira quien ha venido de visita Yoruichi — señalo Minako y al instante entro al apartamento y detrás de ella la figura de una rubia sexy, con una sonrisa en su rostro moreno y ojos verdes como esmeraldas. La sonrisa de disparo de pronto en el rostro de la morena al ver quien había llegado.

— No te quedes ahí, Yoruichi — dijo con tono serio la rubia — no piensas saludar a tu prima favorita.

— Tia — dijo lanzándose en un abrazo — ¿por qué no me dijiste que venias? — pregunto con un tono quejumbroso.

La rubia sonrío soltándose del abrazo — ¿sabes que es una sorpresa prima? — Cuestiono con diversión — le dije a la tía Minako que tenia un asunto en la ciudad y aprovecharía para ver a mi prima favorita.

Yoruichi puso los ojos — soy la única prima que tienes — señalo.

— Bueno niñas dejen la charla para la cena y terminemos de entrar, es descortés que nos pongamos hablar en la puerta — sugirió Minako.

Fue entonces que las dos morenas entraron al apartamento con la peli violeta detrás de ellas mientras cerraba la puerta. Estando dentro los saludos formales se hicieron presentes para luego pasar al comedor donde empezó la cena y la leve charla. Izumi sonrío satisfecha al notar que Yoruichi parecía de mejor humor con la llegada de su prima que según veía se llevaban de maravilla, por esta vez Minako había tenido una buena idea para ayudar a su hija y eso algo bueno porque según lo que le había contado la morena sobre la situación en la que se encontraba con Soi Fong era delicada porque todo parecía llevar a que la joven Fong podría estar enamorada de su amiga que no tenia en sus planes cercanos, futuros o de vida el enamorarse o tener alguna relación formal, romántica o de carácter serio.

La charla se enfocó en un principio en que las primas se ponían al día con sus vidas y trabajo, al final Tia había contado que estaba aprovechado un almuerzo de negocios que tenia el día de mañana para visitar a la tía Minako y su prima Yoruichi a quien no veía desde hace 6 meses. Hablo también un poco sobre el lindo apartamento de Izumi que ya conocía oficialmente desde hace tres años pero que hasta este día convivía mucho más con ella.


Por otro lado, en la casa de la peli azul estaban sirviendo la cena, para la peli azul había sido una sorpresa que Isane les acompañase ya que pocas veces sus trabajas les permitían pasar el tiempo juntas y algunas veces era Retsu quien iba a la casa de la peli gris. El ambiente era bastante calmo, pero Soi que había recibido dos visitas inesperadas este día se encontraba un poco distraída por todo lo sucedido con Alysa y de paso la visita inesperada de la morena junto con la actitud casi demandante de saber sobre ella y la rubia.

— Hija, ¿sucede algo? — Pregunto Unohana con seriedad — pareces un poco distraída.

La peli azul suspiro — hoy almorcé con Alysa.

Retsu frunció el ceño — pensé que habían terminado su relación.

Soi medio sonrío — de hecho, lo es y al parecer quería disculparse por hacerlo de la manera que lo hizo — explico — aunque piensa que hizo o mejor.

— Ahora entiendo porque Yoruichi apareció hoy, me extraño que usara la puerta como todos y no se colara a tu habitación como otras veces — señalo la doctora — pensé que algo estaba pasando entre ustedes.

Isane sonrío un poco su pareja estaba tomando al toro por los cuernos cuando siempre fue paciente con su hija — Retsu, estoy segura que si hay algún problema Soi te lo diría a su tiempo.

Soi soltó un suspiro y dejo su tenedor a un lado — de hecho, tengo un problema con Yoruichi — confeso y luego de eso hubo un silencio en la mesa, Retsu miro a Isane y esta se encogió de hombros.

— Creo que necesitamos un poco de vino — dijo la doctoro yendo por una botella y tres copas. Sabia que tarde o temprano sucedería algo como esto porque hay cosas que realmente no se pueden ocultar por siempre y menos los sentimientos.

Claro Unohana siempre sospecho que esa amistad era mucho mas que eso y que simplemente habían optado por lo más fácil, hubo un tiempo que lo había dudado, pero Isane como psicóloga había dado comentado ciertas actitudes de Soi y Yoruichi que apuntaban a que las dos tenían sentimientos la una por la otra pero que sus propios miedos o traumas no les permitía ver lo evidente. Entonces luego de que las copas estuviesen llenas Soi empezó a contar todo lo que había sucedido, obviamente no iba a dar detalles, pero estaba decidida a ser lo más sincera posible.

Luego de un tiempo considerable y tener las copas vacías Retsu fue la primera en decir algo además que Isane prefería esperar — bueno, debo aceptar que esperaba que algo de esto sucediera, pero no creí que tomara tanto tiempo pues pensé que Yoruichi haría de las suyas.

Soi parpadeo — pero…

— Acepto que dude que mis sospechas fueran ciertas — señalo Unohana — pero la manera en que las dos se complementa, la manera que sonríes cuando Yoruichi haces sus tonterías y la manera en que pareces poner un muro a tu alrededor cuando están cerca.

— Yo no…— trato de negarlo, pero rápidamente fue silenciada.

Unohana negó — buscas novias tan distintas a ella como Kaori que era una pelirroja con esta actitud un tanto absorbente, luego Alysa que debo decir era una chica linda rubia de tez blanca y ojos azules, pero bastante controlada en sus emociones — suspiro — la manera en que Yoruichi se distancia de ti cuando tienes alguna relación con otra persona y tú que te entregas de lleno a la relación.

— Retsu — regaño Isane y esta detuvo sus argumentos — ¿crees que es amor o solo un desliz por alcohol o simple atracción física? — Cuestionó con amabilidad Isane, pues sabia que justó la peli azul podría estar confundida.

Soi suspiro — al principio pensé que podría ser cosa del alcohol, pero hubo una segunda vez en la cual estábamos muy conscientes de lo que hacíamos — confeso — pero recordando un poco fui yo quien le provoco en mi estado de ebriedad entonces pienso que quizá haya algo de cierto.

Isane sonrío y Retsu suspiro — escucha Soi, al parecer estas consciente de ciertas cosas que tu sientes — señalo la peli gris — lo que sucede es que Yoruichi y tú tienen una historia muy particular porque según me ha dicho Retsu ella fue quien te saco un poco del luto por tú familia, luego fuiste tú quien ha sido el apoyo que Yoruichi tuvo cuando su padre y madre le abandonaron.

— Minako-san no le abandonó — aclaro la peli azul — cometió errores con Yoruichi y la verdad es que fue una etapa difícil, además Yoruichi también tenía a su prima y sus tíos.

— Estoy segura que sí, pero contigo hubo confianza y eso se nota con su amistad — indico la peli gris.

Unohana sonrío — doy por sentado que aceptas que estas enamorada de Yoruichi.

Soi puso la frente en la mesa en un acto casi infantil de desesperación — he pasado semanas pensando en todo y nada — se enderezó en su asiento — creo que una parte de mi lo sabía, pero no quería aceptarlo.

— ¿Que te hizo hacerlo? — Pregunto Isane.

— Alysa — respondió — no solo vino a disculparse, también quería saber si ya me había dado cuenta de mis sentimientos para Yoruichi.

Unohana suspiro — ¿rompió la relación por Yoruichi? — Cuestiono.

— Si — respondió la peli azul — me hablo sobre mi regalo de cumpleaños y otras cosas mas — se encogió de hombros — según ella fingimos amistad.

Isane negó al instante — no es que fingen amistad Soi, es solo que optaron por tener algo que podrían manejar.

— Aun así, todo se está yendo al carajo — se quejó la peli azul.

— Conociéndote es obvio que la amistad ya no es una opción — señalo Retsu — pero creo que Yoruichi merece saber que es lo que está pasando, lo que realmente sientes por ella.

— Sabes como es, no es quien desea tener una relación formal y creen en el amor — indico la peli azul.

— Pero es alguien que te quiere y aprecia, quizá solo debe afrontar sus miedos como lo haces tú — señalo Isane.

— No es miedo — se defendió al instante la peli azul.

— Lo es Soi — refuto Isane — recuerdo una vez que dijiste que Retsu junto a Yoruichi son una familia para ti y que no quisieras perderlas como perdiste a tu familia — Unohana sonrío con cariño hacia Soi y esta soltó un suspiro — una parte de ti prefirió conformarse con una amistad que les mantendría juntas a lanzarte por algo que quizá las separaría al tiempo.

Era cierto y hasta hace poco lo había pensado de la misma manera, entonces al final todo era cierto, ella estaba enamorada de Yoruichi y quizá desde esas veces que venia a buscarle para jugar, desde la primera vez cuando le hablo en la escuela, todas esas ocasiones que le miraba con esos dos soles que eran sus ojos y le sonreían con dulzura, cuando pasaban las noches en la habitación de la morena, abrían la ventana para ver las estrellas y charlaban de todo y nada hasta quedarse dormidas, estaba completamente enamorada — creo que iré a dormir.

— Descansa — dijeron las dos al unisonó sabiendo que había sido un día difícil.


Yoruichi y Tia se encontraban en un bar bebiendo un poco luego de despedirse de Izumi y Minako, la rubia le sugirió a su prima ir a beber un poco como en los viejos tiempos, pero con un poco mas de responsabilidad ya que mañana tenían trabajo. Entonces ah estaban charlando sobre trabajo y chicas, claro que Yoruichi no tenia mucho que decir porque simplemente según había medio explicado a su prima se encontraba en un momento de mucho trabajo con la nueva cuenta de Xiaomi, además de que quizá ya estaba aburrida de la misma rutina con las chicas que conquistaba. Tia se rio un poco de la escueta explicación de su prima, pero también puso una alerta en su mente, ya que ciertamente esa era la razón por la que había optado por adelantar ese trato en Tokio, ver qué era eso que le sucedía a su prima que según Minako se estaba comportando extrañamente.

Como justo ahora que bebía como si tuviese un pozo profundo de decepción — debo decir que me agrada saber que no eres tan quisquillosa con Izumi.

— Sabes que el problema no es con Izumi — señalo la morena — creo que es una santa para aguantar a mamá.

La rubia rio un tanto divertida, pero negó con su cabeza — ya deberías de dejar de lado toda esa aversión a la tía Minako, aun cuando se ha equivocado a su modo trato de enmendar el error — Yoruichi puso los ojos y Tia se encogió de hombros — nadie es perfecto Yoruichi y debo señalar que la tía ha soportado bastante del tío por tu causa.

— Nunca pedí una mártir me bastaba con que fuera mi madre — se quejó — además que iba decir papá, no tiene derecho alguno de opinar, se fue y ahí se acabó todo.

Tia sonrío un tanto divertida — estoy de acuerdo con lo del tío, pero créeme en tu viajecito de regalo de graduación a América no era necesario que dijeras tus preferencias sexuales, sin contar que le insinuaste que la tía tenía muchos pretendientes.

Yoruichi rio un poco divertida ante el recuerdo, eso había sido muy atrevido, estúpido y divertido, claro que lo fue luego que llego al hotel donde se quedo porque después de lanzar a su padre esa bomba. Pero ella lo tenia todo planeado desde el momento en que su padre le dijo que si se graduaba con buenas notas le pagaría el pasaje de ida y vuelta para que le visitara y conociera América, obviamente se graduó como la mejor de su clase, pero no lo hizo por ir a ver a su papito. Ni de broma porque hasta ese día que le vio de nuevamente le dolía su abandono y todo lo que jodio a su familia, su padre era el típico hombre a la antigua que creía que las mujeres debían casarse y cuidar a la familia, mientras el hombre hacia de las suyas.

Entonces Yoruichi ideo la manera de darle a su padre donde mas le dolía, su hombría o lo que fuera. Porque desde que la morena llego a su desarrollo como mujer él no paraba con el discurso de no ser tonta y mantenerse pura y casta hasta el matrimonio, o en todo caso de no tirar su vida con un embarazo no deseado a temprana edad. Ciertamente había aguantado ese consejo desde los quince años y justo en sus 22 años, luego de graduarse planeo lanzarse la noticia que gustaba de las niñas, en otras palabras, que era lesbiana y que su madre ahora era una mujer de negocios que muchos hombres iban tras de ella. Lo último había sido una exageración, pero el ver como la cara de su padre se descomponía había sido como la guinda al pastel y es que la morena había cambiado todo los planes ya que Shiro pensó que se quedarían en su casa, pero su hija había ahorrado cada centavo que podía de lo que Minako le daba y Soi le ayudo a maximizar el dinero, prestando por un porcentaje de interés a chicos de la universidad que necesitaran dinero con urgencia y poder pagar un hotel a sabiendas de la noticia que iba dar a su padre.

— Hubieras visto su cara, estuve tentada en tomarle una foto — dijo la morena divertida mientras sonreía con gusto.

— Un plan arriesgado, pero debo decir que muy bien planeado — alabo Tia— hay veces que realmente me sorprendes prima.

Yoruichi suspiro — Soi me ayudo con algunos detalles, por mi solo le lanzo la bomba y de ahí no habría sabido que hacer.

Tia sonrío ampliamente — hablando de Soi, ¿cómo esta, aun sigue con la chica rubia?

— No, terminaron hace un mes — respondió un poco cortante.

La rubia frunció el ceño — ¿terminaron o la terminaron? — Cuestiono con curiosidad.

— Lo segundo — dijo la morena y luego vio la sonrisa traviesa en su prima — no la molestes o digas algo al respecto.

— Vamos Yoruichi, que crees que le voy a decir — soltó y se encogió de hombros — solo pienso que esa niña es una tonta por dejarla — señalo — podría ver si por fin me hace caso, porque es tan adorable con esos sonrojos y tiene esa mirada que pueden matarte con sus dagas plateadas — noto como la su prima se ponía seria — seguro es muy apasionada, no sé cómo es que nunca has ido por ella Yoruichi.

— Somos amigas, no entiendes eso — dijo suavemente dejando notar un leve rubor en sus mejillas — además eres mayor para ella, no la mortifiques con tus cosas que seguro no le gustas de esa manera.

Tia suspiro — seguramente, si no ha caído en tus encantos menos lo hará conmigo — sonrío un poco al notar que Yoruichi seguía igual con respecto a Soi — además no digas que soy mayor, tú y yo solo tenemos un año de diferencia y soy mas responsable — señalo — vamos a casa, hay que dormir que mañana tenemos trabajo.

— Si, luego mamá querrá dar esa charla sobre la responsabilidad — puso los ojos — ¿cómo está la tía con su nuevo marido?

Iban de salida y la rubia negó con su cabeza — bien casada al menos el tipo es decente, pero créeme que jamás le diré papa o lo que sea — dijo con cierta seriedad.

Yoruichi rio un poco divertida, mientras intentaba sacar las llaves de la cartera — menos mal que soy yo quien tengo problemas con mamá.

Tia se detuvo y extendió la mano — dame las llaves que yo conduciré, has bebido mas que yo — Yoruichi refunfuño, pero se las entrego — los tienes y debo decir que ya es tiempo de que los resuelvas, ha este tiempo hay que poner las cosas en orden prima.

— ¿Cosas en orden? — Cuestiono confusa — suenas como si fuéramos a morir.

La rubia puso los ojos — lo que quiero decir es que es hora de sentar cabeza o el buscar un poco de felicidad, quizá amor.

Yoruichi se puso seria — el amor lastima, te hace sentir miserable, deja cicatrices y estropea cualquier persona Tia.

— Solo a los corazones que no resisten o son fuertes, además no hay dicha si no sabes que es dolor — defendió la rubia — deberías de madurar y no seguir siendo una cobarde con respeto a eso — con esas ultimas palabras arranco el motor y tomaron camino a casa.

Tia sonrío al llegar a esa casa que parecía no cambiar para nada, hasta mirar hacia la casa de enfrente donde sabía que vivía la peli azul era un tanto nostálgico, su prima estaba un poco bebida pero no tanto para soltar la lengua para hablar sobre lo que le molestaba aunque realmente nunca fue la que iba contando sus problemas, en todo caso siempre iba a contarle a Soi, por eso mismo mañana iba tener que madrugar un poco para ir con la peli azul y tener una de esas pequeñas charlas sin que Yoruichi estuviese presente, quizá así sepa algo aunque Soi siempre fue como una tumba con respecto a los secretos de su amistad, pero tenía su encanto e iba a utilizarlos de paso quizá consiga uno que otro lindo sonrojo y también disfrutar de incomodar a Yoruichi que se ponía en modo protector siempre que estaba cerca.


Soi despertó as las 7 de la mañana y sabia que se le hacia tarde, por un momento quiso quedarse en la cama y no ir a trabajar, pero sabia que era irresponsable y cobarde pues lo que no deseaba era hablar con Yoruichi, ciertamente había aceptado sus sentimientos, pero de eso a expresarlos o confesarlos era una cosa totalmente diferente. En su mente lo sabía demasiado bien Yoruichi no era de las que deseaban tener una relación romántica con alguien y menos de hablar de amor. ¿Qué reacción tendría si confiesa sus sentimientos? Al instante el toque suave de la puerta le saco de sus pensamientos, definitivamente no seria Yoruichi porque era muy temprano, pero y que, si realmente fuese ella, para ser sinceros sería demasiado extremo pues habían quedado de hablar hoy pero no a tempranas horas aun así fue directo a la puerta y cuando abrió de quedo un poco confundida.

—¿Tia? — dijo con un tono confuso la peli azul.

— Sorpresa Soi Fong y buenos días — saludo la rubia con una sonrisa en su rostro — pensé que te habías ido, pero me alegra ver que vas de salida.

Soi parpadeo — ¿cuándo llegaste? — Pregunto saliendo un poco de su aturdimiento.

La morena se acercó para darle un cariñoso abrazo — si es un gusto verte también — dijo con diversión y noto el leve sonrojo en la peli azul.

— Lo siento, es un gusto verte — saludo al instante — solo que me tomas por sorpresa

La rubia dejo el abrazo — solo por eso me debes un desayuno, además que me iré contigo a la agencia pues Yoruichi aun no despierta y me gustaría hablar contigo sin escenas de celos.

— Ella no es celosa — dijo suavemente Soi, negándose un poco a creer eso.

Tia suspiro y puso los ojos — tantos años de amigas y deberías saberlo Soi, Yoruichi tiende a ser extremadamente protectora contigo — señalo con calma — ahora vamos que tengo hambre.

—Si, por supuesto — acepto la peli azul mientras tomaba su portafolio y llaves para ir al auto junto a la rubia despampanante.

Subieron al sedan y tomaron camino a la agencia no sin antes pasar a comprar un buen desayuno como lo dijo Tia. En el camino se pusieron un poco al día con lo que estaban haciendo de sus vidas y aunque no parecían ser algunos cambios significativos las cosas muy al fondo habían cambiado. Llegaron a la agencia y luego de que Soi fuese a dejar sus cosas a su oficina, fueron directo al comedor del lugar para compartir el desayuno. La charla variaba entre la vida de la rubia y de Soi sin que ninguna de las dos ahondaba a las cosas personales y de pronto vino lo que deseaba.

— Me entere que eres soltera nuevamente — noto que Soi soltaba un suspiro — no debes sentirte mal, creo que si las cosas terminaron es por alguna razón y quizá sea para mejor.

La peli azul negó al instante — quizá yo soy el problema.

Tia sonrío un poco — no lo creo, más bien quizá buscas donde no debes y si no mira el tiempo que he coqueteado contigo y tu ni me das la hora.

Soi se sonrojo — yo …tu — carraspeo al notar que la rubia frente a ella reía muy divertida por su incapacidad de hablar — eres como tu prima, no te tomas las cosas con seriedad Tia.

Tia se enderezó en su silla y miro de manera seria a la peli azul — muy diferente a Yoruichi, se cuando debo ser seria y créeme eso es mucho que decir — aclaro la morena — pero tienes razón, la verdad es que creo que he conocido a alguien que me agrada demasiado por lo que creo que has perdido tu oportunidad Soi Fong.

Soi se rio un poco de manera nerviosa aun cuando la morena frente a ella le miraba con esa mirada esmeralda — ¿deveras? — Cuestiono y la rubia asintió — ¿quién es?

Tia se inclino un poco como dando a entender que le diría un secreto, Soi se inclino curiosa por saber lo cierto era que la rubia era un poco como Yoruichi de coqueta con las chicas solo que más centrada — te lo digo si me dices que sucede con mi prima.

Soi parpadeo — ¿qué sucede con Yoruichi? — Cuestionó confusa.

Tia le miro seria — Soi, mi prima tiene dos semanas de estar viviendo en la casa — señalo con calma — cuando tu y yo sabemos que lo primero que dijo que haría al tener un trabajo era salir de ahí e independizarse — suspiro — no es normal que justo ayer se pusiera a beber como si quisiese ahogarse en el vaso y de paso me cuenta que quizá se esta aburriendo de su vida de conquistadora.

La peli azul empezó a pensar en todo lo que la rubia le decía, sinceramente ella pensaba que la morena seguía su vida normal aun con todos los problemas que tenían en su amistad peo justo ahora. Tia noto la confusión y sorpresa en la peli azul, supuso que al parecer no se había percatado de que Yoruichi estaba pasando por alguna fase o mal tiempo — Yoruichi no dirá a cualquiera si tiene problemas y tratara de resolverlos sola, pero si viene contigo por favor ayúdala.

Soi asintió — puedes contar con eso — señalo con seriedad sintiéndose un poco culpable al respecto pues lo quisiera o no en parte ella tenía mucho que ver, la rubia sonrío ampliamente pues no esperaba menos de la joven frente a ella.

Tia se aprovechó un poco y con su dedo acaricio el rostro de la peli azul — la chica se llama Nell, la conocí en una fiesta y es abogada.

Soi se sonrojo por el contacto, aunque sonrío al conocer de la buena noticia de la rubia entonces las dos fueron sacadas de su momento cuando alguien coloco de manera estrepitosa una bandeja de comida en la mesa las dos mujeres rápidamente se enderezaron para ver quien llegaba, Tia sonrío al notar quien era la persona que interrumpía el momento de manera poco ortodoxa mientras que Soi frunció el ceño al notar la mirada dorada llena de cierto reproche de Yoruichi hacia ella y la rubia.

— Pensé que nos vendríamos juntas Tia — reclamo la morena su voz fue inusualmente fría y es que realmente no había sido un buen despertar para Yoruichi primero porque fue despertada por un mensaje de su teléfono y cuando lo verificó noto que era de su prima que se suponía dormía en casa, pero no era así, el mensaje le informaba que había aprovechado que Soi le llevara a la agencia por lo que eso la saco de la cama de manera casi violenta pues lo menos que deseaba la morena era que Tia molestara a Soi con sus constantes coqueteos e insinuaciones aunque lo cierto era que nunca le agrado que su prima siempre insinuara que le gustaría tener algo con su amiga.

— Buenos días a ti también Yoruichi — saludo la rubia con una sonrisa, una cosa era segura a Tia Halibel le gustaba poner nerviosa a Soi, verle sonrojarse y tartamudear lindamente, pero ver a Yoruichi en su modo celoso y protector con su pequeña amiga era mucho más gratificante.

Yoruichi carraspeó levemente y suspiro —buenos días Tia, Soi — saludo para luego tomar asiento — espero mi prima no te este incomodando con sus cosas.

La rubia rio un poco divertida y Soi suspiro — no lo hace, solo charlábamos algunas cosas.

— Si prima, solo le decía a Soi que la madurez le ha sentado bien — alabo la morena.

Yoruichi se tenso un poco, odiaba esto y no ayudaba que la peli azul se sonrojara ante los coqueteos de su prima — es muy temprano para tus cosas prima.

La rubia sonrío ampliamente un poco satisfecha — creo que es el momento justo Yoru-chan.

Soi miro a su amiga, la conocía para saber que se encontraba tensa y quizá un poco molesta entonces quizá Tia tenía razón con respecto a que Yoruichi se ponía un poco celosa y protectora, pero ciertamente siempre había cuidado de ella desde que eran adolescentes no permitía que según decía la morena "ningún pervertido calenturiento se aproveche de ti" y aunque siempre respeto sus decisiones de con quien salía, tenia citas o pensaba en tener una relación ella nunca se entrometió mas de lo debido, ni cuando Tia siempre le coqueteaba o se le insinuaba porque las tras sabían que solo era broma, una manera de molestar y avergonzarle pero hoy Yoruichi no parecía particularmente bromista al respecto.

Tia suspiro — bueno, toma tu desayuno prima porque realmente se te esta haciendo tarde y pronto empezara el horario de trabajo — señalo la rubia, no quería seguir tentando su suerte con Yoruichi que parecía particularmente seria al respecto y aunque muchas veces antes habían pasado por esta situación de coqueteos y burlas a Soi esta vez podía sentir que había algo totalmente diferente en el asunto, mirándoles a los dos justo ahora podía notar que había algo diferente en el ambiente, entre ellas y definitivamente lo iba a descubrir aunque solo tenia un día para esto.