Capítulo 6: problemas y carne.
Hola vengo de nuevo con un nuevo capítulo. Por aquí se los dejó espero que lo disfruten.
Al día siguiente, luego de las clases y prácticas, Lan Wangji tenía algo de tiempo libre. Su hermano mayor también había acabado con las clases de líder y le había pedido que lo acompañara a tomar el té.
—Ayer me enteré que saliste de El receso de las nubes —le dijo el mayor mientras servía el té.
—Mnn —respondió Wangji, tomando la pequeña taza con respeto.
—Parece que te sirvió salir, últimamente he notado que te vez más feliz —agregó luego —, ¿pasó algo bueno?
—Hermano —sus orejas pusieron de un color rojizo.
—Está bien, ya te he dicho que estás en la edad de estar más animado, de conseguir amigos y divertirte —le habló con su agradable sonrisa.
—Mnn —tomó un sorbo de su té. Se sentía un poco incómodo con el tema porque sabía que no podía mentirle a su hermano, que siempre lo lee como un libro abierto. Pero no quería hablar de Wei Ying.
—¿Y qué encontraste en la ciudad?
—Conejos, dos de ellos, heridos. Los cuidaré —sí, esta era la excusa perfecta para salir más seguido. Además, técnicamente no era una mentira.
—Wangji, sabes que no podemos tener mascotas —le dijo con pesar. Sabía cuánto amaba su pequeño hermano a los conejos desde una vez que uno subió la montaña por error. El animalito estuvo un tiempo en la casa de su madre, pero el tío se dio cuenta y tuvieron que llevarlo a las montañas lejanas de nuevo.
—No los traeré al clan —le dio otro sorbo a la caliente bebida.
—Si no tenemos misiones qué cumplir, entonces no creo que haya problema en que los cuides en la ciudad. Recuerda que, si traes uno de ellos, seguramente tío los devuelva a la montaña y te dé un castigo por romper las reglar.
—No lo haré —si era cierto que cultivadores mataron a los padres de Wei Ying, entonces no quería exponerlo a los demás. Él estaba bien escondido en su cueva.
Lan Zhan iba a evitar que Wei Ying se paseara por Gusu y por eso, le llevaría las cosas que necesitara.
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Las visitas del Lan no eran diarias. Él iba cuando podía ya que, al ser el segundo jade, siempre tenía cosas a su cargo como leer manuscritos, cacerías nocturnas, reuniones, clases, instrucciones. Así que su siguiente visita a la cueva demoró tres semanas.
Aprovechó el poco tiempo libre para ir a visitar a los conejos, sí, porque lo que quería ver era los conejos y no el zorrito de sonrisa bonita.
Llevaba las hiervas medicinales que Wei Ying había robado la vez anterior y eso no levantaba sospecha en su hermano. También llevó algo de dinero por si tenía que comprar algo en el camino, con las cacerías nocturnas se ganaba su propia paga y su hermano le dio algunas zanahorias para que les diera de comer.
Durante el camino se preguntaba si a Wei Ying le gustarían las zanahorias. La última vez comió esos huevos picantes ¿Será que no le gustaba lo dulce?
Cuando ya estaba cerca de la cueva vio una escena bastante impactante: Wei Ying estaba persiguiendo al conejo blanco mientras el negro emitía fuertes chillidos. Lan Zhan corrió lo más rápido que pudo, no debía estar haciéndole daño… ¡Le prometió que no lo comería! De nuevo se sintió traicionado.
Wei Ying justo atrapó al animal con sus afiladas garras, haciéndole daño y lo iba a morder en el cuello. Lanz han jamás había visto los colmillos de Wei Ying tan afilados y grandes.
—¡Wei ying! —le gritó, corriendo hacia él para evitar que se comiera al animal, pero este miró a Lan Zhan con ojos fieros.
Sus pupilas estaban completamente en una línea como los de un gato, también parecía no entender lo que el chico le decía. Y este, sin más, realizó la técnica de las cuerdas Lan, intentando no hacerle daño a su amigo, sólo para detenerlo y evitar una tragedia. Al verse amarrado, el zorro soltó al pequeño conejo, que seguía dando chillidos mientras el negro se acercaba protectoramente.
—¿Por qué? —se acercó, su voz salió con enojo. Lan Zhan de verdad no entendía porqué había atacado al conejo luego de tanto cuidarlos.
Wei Ying, en medio de su locura, sólo gruñía y se retorcía, intentando alcanzar de nuevo a los animales. Luego de luchar por un tiempo y al ver que las cuerdas no aflojaban, comenzó a quedarse quieto y cuando Lan Zhan se acercó, pudo escuchar un fuerte gruñido proveniente del estómago del zorro.
—Mira Wei Ying, hay zanahorias —le dio una, pero el zorro la escupió —. No desperdicies comida —lo regañó por costumbre.
No sabía qué hacer, de verdad parecía fuera de control hasta que, pasados unos angustiosos minutos, el zorro pareció cobrar un poco de su cordura y dijo entrecortado.
—Necesito carne —dijo, acompañado de otro gruñido de su estómago —, tengo mucha hambre…
Wangji no sabía qué hacer, así que llevó a Wei Ying dentro de la cueva y lo dejó en la cama. Amarrando al zorro para que no escapara, decidió ir al pueblo a comprar carne para él. "Si el animal ya está muerto, no estoy rompiendo una regla" pensó. Salió de la cueva, pero a los segundos volvió por los conejos y se los llevó consigo, no quería más accidentes.
Fue al pueblo donde hicieron el exterminio en los campos esa primera vez que se conoció con su amigo hace unos dos meses, compró algo de carne y regresó a la cueva. Sacó el hornillo y la madera que siempre usaba Wei Ying y la asó. No era muy experto en eso, pero parecía que estaba bien porque el zorro se removía y babeaba en la cama. Cuando la carne estuvo hecha, desenvolvió las cuerdas y Wei ying se lanzó a comer como si no hubiera un mañana. Después de devorar todo, el chico parecía ser el mismo de siempre.
—Lo siento Lan Zhan, ¿te asusté? —le preguntó con las orejas agachadas.
—Mnn —negó. La verdad es que sí lo sorprendió un poco verlo actuar así tan bestial porque por lo general es muy gentil —, sólo estaba sorprendido.
—En verdad tenía mucha hambre, algo dentro de mí me pedía cazar… Los pobres conejos están tan asustados que no dejan que me acerque a ellos ahora. Y están heridos, ¿podrías ponerles ungüento donde los lastimé? —su voz aun sonaba apesadumbrada.
—Mm —se levantó de su lugar a la canasta donde dormían los conejos. Los limpió y medicó según las instrucciones de Wei Ying, que estaba lejos de ellos.
Luego de unos minutos en esta labor, finalmente los dejó descansar. Wei Ying salió de la cueva para que los animales se relajaran más. Minutos después Lan Zhan lo siguió y lo encontró sentado en el piso mirando al suelo. Pensando que estaba aún triste y avergonzado por su comportamiento, se acercó preocupado, pero el espíritu zorro sólo volteo a mirarlo sonriente.
—¡Lan Zhan, mira! ¡Es un hormiguero enorme!
Wangji se enojó porque pensó que el chico estaba arrepentido. Cuando comenzó a cuidar los conejos y los visitó por primera vez, le había dicho que no los iba a comer, pero ahora lo intentaba.
—¿Por qué no comes? —aun sonaba enojado.
—¿Eh? —Wei ying no entendió el sentimiento detrás de la pregunta.
—Le hiciste daño a los conejos, dijiste que tenías hambre. Tienes papas y zanahorias —¿por qué estaba tan enojado? Se sentía traicionado, como si no conociera a la persona que veía frente a él. De nuevo recordó lo que decían los libros, los espíritus zorros son traicioneros, engañan, roban, mienten.
Sin perder su sonrisa Wei Ying le respondió.
—Es inevitable, esa comida no me llena mucho, no me da tanta energía. Después de todo soy un zorro, necesito carne, pierdo el sentido si paso mucho tiempo sin comerla. A veces caso aves pequeñas, algunos faisanes y peces, pero extrañamente el bosque ha estado muy vacío últimamente. No quería hacerles daño a los conejos, de verdad, son tuyos y a pesar de ser muy apetitosos busqué otra comida. Me acerqué a una aldea e intenté llevarme unos pollos, pero recordé que no puedo robar porque me lo dijiste, así que no supe qué hacer.
Apenado por su actitud, Lan Zhan se sentó cerca del zorro, con la habitual distancia que le gustaba conservar.
—Yo no pensé en ello. En Gusu no se come carne y los cultivadores hacemos inedia, tú tienes núcleo, jamás imaginé que sucumbieras al hambre.
—Soy un zorro, aunque tenga mi núcleo dorado y cultive energía espiritual, mi cuerpo se guía por instintos. No puedo practicar inedia porque pierdo el control cómo pudiste verlo, ya me había pasado una vez al poco tiempo de perder a mis padres, ataqué un rebaño, creo que eran ovejas, ya no lo recuerdo, los humanos me vieron y comenzaron a atacarme, soltaron a sus perros y me mordieron, odio esos perros. Luego de eso estuve muy débil y fue así como llegué a este bosque. Era invierno, hacía mucho frío y había menos presas, pero podía buscar animales que estuvieran hibernando —Wei Ying nunca paraba de contarle cosas, aunque fueran un poco personales.
Lan Zhan se preguntaba si él siempre era así de abierto para todos o si era sólo para él. Le gustaba escuchar y se sorprendía porque al final él mismo hablaba un montón y preguntaba un montón. Hablaron de sus comidas favoritas y Wei Ying se quejó de lo mal que sonaba la comida de Gusu. La tarde estaba llegando a su fin, eso significaba lastimosamente su despedida.
—Debo irme —le dijo Lan Zhan, poniéndose de pie.
—Lo sé, Lan Zhan —él también se puso de pie —. Muchas gracias por la comida y disculpa todos los problemas que te causé.
—Mmh —negó con la cabeza —, ahora entiendo por qué.
Wei Ying le sonrió ampliamente.
—Lan Zhan, ten cuidado de regreso. Las presas se han ido porque últimamente ha habido más cadáveres feroces alrededor de estas montañas. No se dé donde han salido o porqué son tantos, pero no dejes que se acerquen, son de esos que tienen polvos cadavéricos o que te ralentizan —al terminar de hablar se veía más serio y preocupado que siempre.
A Wangji se le hizo extraño porque no había información en Gusu de esas infestaciones de cadáveres, le preguntaría a su hermano.
—Gracias, ten —le puso algo en la mano. Wei Ying miró y eran pepitas de plata —. Sé que será difícil para ti ir a un pueblo humano, pero si de nuevo tienes mucha hambre y no puedes aguantar, toma los pollos y deja las pepitas como pago.
Lan Zhan había hecho su elección, Wei Ying no era malvado, de hecho era muy puro y la pureza a veces traía ignorancia que causaba dolor a los demás, un deseo de protección llenaba su pecho, no quería que esta hermosa criatura sufriera más.
Como siempre muchas gracias a Josita por su Beteo y a ustedes por leer, comentar y votar.
