Capítulo 17: Guerra

Pocos días después del ataque al receso de las nubes, el caos se apoderó del mundo de la cultivación. Los Wen atacaron implacablemente, empezando con las sectas más pequeñas y al ganar poder, contra las más grandes. El único que les podía hacer frente era el clan Nie, los demás llevaron feroces batallas en las que perdieron muchas vidas humanas y recursos. Aun así, con todas las desventajas, las sectas lucharon con honor hasta el final.

Todos los lideres de secta se unieron en la lucha contra los Wen, incluso Lanling Jin, que al inicio se negó a atacar por miedo a represalias. Fue gracias al heredero Jin, Jin Zixuan, quien logró llevar a su propio ejército a la batalla.

Con todas las cosas que estaban pasando, los ataques, el pánico y el hambre, el tiempo que Wei Ying y Lan Zhan se veían era cada vez menos. Había pasado un mes desde la última vez, incluso Lan Qiren ya estaba completamente recuperado, aunque este siempre creyó que fue gracias a la energía espiritual que sus sobrinos le transfirieron.

Después de ese angustioso mes, el Lan volvió para llevarle comida y bienes al zorro y los conejos.

—No sé cuándo pueda volver, las cosas se están volviendo cada vez más difíciles. El clan Wen está atacando sin contemplaciones, he estado viajando a pequeños pueblos en Gusu para evitar sus ataques.

—¡No entiendo por qué los Wen quieren una guerra, todas las personas están sufriendo mucho! —dijo el zorro, que aún no había vivido la extrema crueldad de la humanidad, mientras le daba una suave caricia con la cola.

—Sólo desean el poder. Se habían aislado del mundo después de que tuvieron muchos problemas con las otras sectas, ahora que vuelven, llegan haciendo daño.

—No puedo entenderlo, ¡las guerras no los llevarán si no al dolor, al final no conseguirán nada!

Lan Zhan se despidió de él. Solían hundirse en un tierno abrazo que terminaba en el beso más suave que existía, rozando sus labios hasta que estos se juntaban con deliciosa timidez. No hubo más besos ardientes, pero eso estaba bien para ambos. Al separarse, las orejas y cola de Wei Ying se tensaron.

—¡Lan Zhan, el pueblo!

—¿Están atacando? —a pesar de que la cara del Lan era bastante estoica, la preocupación se hizo totalmente visible en ella.

—¡Sí, hay una horda de cadáveres, puedo escucharlos!

—¡Debo ir! —dijo Wangji, sacando desde ya su guqin y subiendo a su espada.

—¡Yo te acompaño! —decidió Wei Ying, tomando algunos pergaminos.

—Es peligroso —no quería dejarlo ir, era muy valioso para él.

—¡Por eso déjame ir a ayudarte! —Wei Ying tampoco dejaría que algo malo le sucediera.

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Ambos corrieron desde el bosque hasta el pueblo, allí encontraron una gran horda de cadáveres llenos de energía resentida. Lan Zhan comenzó a atacar con Bichen, evitando respirar el polvo. Wei Ying quería alejar a la gente, pero ellos tenían aún más miedo de él que de los cadáveres y no se movían.

—¡Él está de nuestra parte, si no le hacen caso, seguramente morirán aquí! —gritó el Lan como nunca antes.

Los pobladores, que eran muy seguidores del clan Lan, fueron detrás Wei Ying hasta una parte apartada, donde el zorro lanzó un par de talismanes protectores contra los seres. Luego volvió corriendo donde Wangji estaba y con sus garras se hizo cargo de algunos cadáveres.

—¡Lan Zhan, debes enviar la bengala, llama a tu clan!

Los cadáveres no paraban de llegar, era imposible para ellos dos solos acabar con tantos.

—No, Wei ying estaría en peligro —Lan Zhan estaba seguro de que los cultivadores mayores tomarían a Wei Ying como una amenaza y lo atacarían al instante.

—Me esconderé cuando lleguen, por ahora, déjame ayudarte.

Estando de acuerdo con el plan, Wangji lanzó la señal para llamar refuerzos de Gusu, pero lastimosamente, antes de que estos llegaran, arribaron más marionetas con cultivadores de la secta Wen. Ambos jóvenes ya estaban cansados de la pelea y para empeorar las cosas, Wangji había sido derribado por un zombi, dañando una de sus piernas. Pero sabían que no podían desfallecer hasta que llegaran los Lan, que sería en poco tiempo gracias a que estaban cerca.

Entre los cultivadores Wen se encontraba el segundo heredero del clan, Wen Chao, famoso por ser mujeriego, violento y mimado.

—¡Ha! ¿Qué tenemos aquí? ¿Un cultivador Lan? ¡Pura basura! Y esta basura no es nada más y nada menos que el segundo jade de Gusu —dijo toda la frase en tono de burla.

A lo lejos, Wei Ying notó lo cerca y amenazante que se veía el Wen frente a su Lan Zhan. Sin pensarlo dos veces, se hizo paso entre las criaturas y cultivadores hasta ponerse frente a Wangji como un escudo.

—¡Un espíritu zorro! —exclamó el Wen —, justo lo que necesitamos en esta guerra —le hizo un ademan a sus cultivadores más fuertes, la orden era atrapar al zorro; al Lan podrían matarlo.

Wei Ying intentó defenderlo con todo su cuerpo, pero estaba tan agotado y no creía ser capaz de escapar con Wangji, ya que su pierna estaba fracturada en varios pedazos. Pero Lan Zhan no iba dejárselos fácil, lucharía por los dos.

A pesar de ser presa fácil, ambos dieron buena pelea contra esos Wen, pero estos eran tramposos y cobardes, atacaban en grupos y con sevicia. Al final, en un descuido del zorro, al Lan le dieron un golpe en la cabeza tan fuerte, que lo dejó medio inconsciente.

El zorro se lanzó a atrapar a su amigo, sólo podía cubrirlo con su cuerpo hasta que llegaran los refuerzos. Para su suerte, pequeños puntos blancos se empezaron a divisar a lo lejos. Los Wen comenzaron a retirarse, pero antes, Wen Chao quería terminar de una vez por todas con el segundo Jade Lan, seguro sería un gran golpe para esos "cultivadorcitos" de pacotilla. Lo tomó del cuello de la camisa, listo para atravesarle el pecho mientras que los secuaces tomaban al zorro por los brazos.

—¡No Lan Zhan, no! ¡No le hagan daño! —mordía, arañaba y pateaba a sus adversarios.

—Este Lan no tiene oportunidad de vivir ahora —le dijo en burla Wen Chao, desviando su loca mirada hacia él.

—¡Jamás en mi vida me iría con ustedes, pero si le perdonan la vida a Lan Zhan, iré hasta donde me lleven!

Wen Chao sonrió. Como ya estaban los Lan allí, arrojó al suelo a Wangji sin ninguna delicadeza, si era de sobrevivir era por su propia fuerza, ahora tenía un premio más grande que la muerte de un Lan.

Cuando Xichen llegó, sólo vio a su hermano tirado y muy mal herido entre restos de zombis, corrió hacia él con el corazón latiéndole fuertemente y pidió a los juniors una camilla y medicina. La gente del pueblo había regresado poco a poco ya que la barrera se había disuelto, al ver a los cultivadores, se apresuraron a decirles que un zorro los había ayudado, tal vez con la esperanza de que no lo lastimaran, estaban muy agradecidos. El hermano mayor pensó que Wei Ying habría escapado al no verlo junto a Wangji, pero no se imaginaba la desgracia que había ocurrido unos momentos atrás.

Al despertar, Lan Zhan entró en pánico al recordarlo todo. Le contó a su hermano lo que realmente pasó sin omitir nada de la pelea y Xichen se sintió mal por dudar de nuevo del zorro, agradecido con él por cuidar de su hermano.

En cuanto se pudo poner de pie otra vez, aun con su pierna mala, por más que buscó y buscó; Lan Zhan no tuvo ninguna noticia aun después de tres meses. Desesperado y triste, incluso le escribió a Huaisang una carta contándole lo ocurrido. Entre más ayuda hubiera, mejor.

Saludos, segundo hermano Nie.

Wei Ying está perdido

Lo atraparon los Wen

Confió en que escapará

Si lo vez, dile que vuelva a Gusu.

Lan Wangji.

Y bueno no me maten, así comienza la parte sad de esta historia.