Capítulo 19: ¿Mi madre enloqueció?

ADVERTENCIA: Sangre, descripción explicita.

Los Wen siguieron haciendo de las suyas. Luchando y destruyendo cada pequeña secta, en cada batalla cometiendo crímenes desastrosos. El mundo de la cultivación ya no era el mismo. Después de muchas discusiones y a pesar del miedo a enfrentarlos por las posibles represalias, las grandes sectas decidieron unir sus fuerzas en un gran ejército para poder darle fin a todo esto.

Y eso había llevado a Lan Zhan a Yunmeng.

Se había ganado el título de Hanguang-jun por su valentía en la guerra, yendo hasta los lugares más remotos para limpiar la maldad de los Wen, ¿Qué dirían estas personas que lo admiran tanto, si supieran que todo ese esfuerzo era para encontrar un espíritu zorro?

Yunmeng estaba muy cerca de Qishan Wen, así que sus batallas eran continuas y muy sangrientas. Los pobladores alrededor de la secta tenían poca mano de obra y recursos, además del cansancio por estar siempre en guardia. Así que los Lan fueron enviados a ayudarlos mientras los Jiang defendían El Muelle del Loto, el lugar más grande e importante de la región.

Pero no sólo los Lan partieron al territorio Jiang, Wen Chao fue con motivos muy diferentes. Y el problema no era él, sino su más fiel guardián, Wen Zhuliu, La Mano derrite Núcleos. Su habilidad era temida por todos aquellos que fueran cultivadores, no importa si eran expertos o principiantes. Con una sola palmada en sus pechos, muchos quedaron inutilizados en plena guerra y lo peor no es que se convertían en personas comunes, sino que eran llevados por los Wen para torturarlos.

—¡Destruyan todo! ¡Qué nadie escape!

No había pasado el tiempo de dos inciensos cuando ya todo el lugar se había convertido en un charco de sangre. Era una imagen tan desoladora y sin esperanza, que incluso los herederos de Yummeng tuvieron que ser enviados en bote río abajo para salvarlos, esperando un milagro. Ambos lideres estaban peleando su más grande guerra, asimilando en sus corazones que morirían salvando la cara de su secta.

El deleite en la cara del Wen era visible, orgulloso de agregar una secta de tanto renombre a su clan, hasta que luego de un silbido salido de saber dónde, los cadáveres de los discípulos de Yummeng se levantaron poco a poco. La pareja Jiang estaba descolocada, enojada y cansada, viendo como estos cadáveres empezaron a luchar contra los Wen, vivos y muertos. Los que caían volvían a levantarse, no se agotarían nunca.

Pronto, una bruma oscura envolvió El Muelle del Loto y de esta, los líderes vieron emerger a un zorro negro. Este silbaba una melodía llena de dolor y pena o al menos todos los presentes así los sintieron, pero sus ojos sólo mostraban rabia. Al notarlo, Wen Chao lo miró con horror.

—¡T-tú deberías estar muerto! ¡O loco! —gritó con voz muy aguda y llena de pánico, tropezando al hacerse hacia atrás. Wen Zhuliu se paró rápidamente frente a él para protegerlo.

—Volví del infierno sólo para llevarme tu alma, ¡maldita cucaracha! —dijo con voz iracunda, la bruma oscura envolvía su cuerpo, dando una imagen salida de alguna pesadilla —. ¡Ahora serás tú el que pruebe la justicia del pecado!

La melodía volvió a sonar y los cadáveres se abalanzaron contra los Wen, rodeándolos. No importaba cuan fuertes fueran o se creyeran, los superaban en numero y bajo la profunda mirada del zorro, estos fueron atacados por cientos de manos furiosas. Sus pieles fueron arrancadas, sus lenguas cortadas sólo emitían gritos como de un monstruo, tal como lo eran en el interior.

Todo el odio de Wei Ying y estos cultivadores de Yunmeng cayó sobre ellos, este fue su fin.

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Wei Ying dejó de silbar e inmediatamente los cadáveres se detuvieron, aterrizando pesadamente sobre la tierra. Su objetivo se había cumplido así que dio la vuelta para marcharse, pero… ¿Podría volver a casa con sus manos llenas de sangre por el odio? Pero antes de que abandonara el lugar, el líder de la secta gritó con la poca fuerza que tenía:

—¿Wei Wuxian? —su tono delataba duda, pero aun así ambas miradas se encontraron. La mujer a su lado parecía estar contrariada.

Ojos rojos llenos de odio miraron esos ojos grises llenos de sorpresa y… ¿Anhelo? Wei Ying en verdad no podía leer la persona que estaba frente a él. Fengmian logró llegar hasta el zorro y de nuevo con una voz en un susurro por el cansancio y las heridas le volvió a hablar:

—¿En verdad eres Wei Wuxian? ¿Hijo de Cangse Sanren y Wei Changze?

Dudando, Wei Ying asintió.

—Al fin te he encontrado… —el hombre finalmente cayó por el cansancio y no terminó lo que quería decir.

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Los pocos sobrevivientes apagaron las llamas, apilaron los cuerpos Wen y recuperaron los de los suyos en una muy triste victoria. Mientras tanto, el líder de la secta volvió en sí pocos minutos después, cansado pero feliz al ver que el zorro aún estaba allí. Llevó a Wei Ying a uno de los lugares que aún no habían sido destruidos.

—Como vez, no puedo ofrecerte mucho, tal vez un té.

Wei Ying negó con la cabeza, no conocía a este hombre, por lo tanto, tampoco confiaba en él. Pero, aun así, quería saber qué era lo que quería decirle.

—Te estuve buscando mucho tiempo —le dijo Fengmian, su expresión como si estuviera rememorando todos esos años de búsqueda —. Supe de ti desde que naciste… Tu padre fue mi mejor amigo y siempre me arrepentí de no haberlo ayudado, ¡quería al menos hacerme cargo de ti, pero pensé que también te habían matado! Debes extrañarlos mucho, ¿no?

—No, no los recuerdo, era muy pequeño para hacerlo —respondió cortante, a pesar de no haber enloquecido y convertido en una mera bestia, había sido tan herido por los humanos que le estaba costando creer en ellos. Miró los alrededores, los estanques se le hacían familiares, mas no le evocaban ningún recuerdo —. Si eso era lo que quería decime no se preocupe, usted no pudo ayudarlo y yo crecí bien por mi cuenta.

A pesar del evidente rechazo, el líder Jiang prosiguió:

—Sé que, si lo hubiera ayudado antes, esto no habría sucedido. Fue hace mucho tiempo cuando conocimos a tu madre, yo estaba a punto de convertirme en líder de secta y quería impresionar a todos. Esa oportunidad se dio cuando encontramos a un espíritu zorro durante una cacería nocturna. Ella estaba herida pero aun así nos dio pelea, al final la atrapamos y la trajimos aquí. Me ovacionaron como si fuese un gran logro y este fue el empujón que necesitaban.

"Luego noté que mi mejor amigo y mano derecha a veces desaparecía durante todo el día. No sabía qué era lo que hacía hasta lo seguí y lo encontré con esa criatura. Ella es muy inteligente y elocuente al hablar, no es mala, me dijo, pero no le creí. Le grité que ella lo estaba engañando, que no fuera estúpido. Discutimos mucho más por ello, más él continuó frecuentándola sin importar lo que yo dijera. Entonces finalmente, escaparon juntos."

Fengmian salió de su ensoñación, recordar esos tiempos de peleas y discusiones con el amigo que consideraba un hermano no era tan grato aun después de tantos años y más saber que se fue sin decirle nada. Wei Ying estaba solo ahí, en silencio escuchando lo que decía, aunque a veces fruncía el ceño cuando el hombre frente a él se refería a su madre como una "criatura".

—Pasaron varios años y nadie lo volvió a ver —prosiguió, aunque no hubo respuesta del otro —. Los rumores decían que ella lo engañó para escapar y luego lo asesinó. Muchos dimos por hecho eso, pero 5 años después, cuando estaba esperando mi segundo hijo, fui a una misión cerca de Yilling y lo encontré en el mercado. Me sorprendí mucho, se veía muy bien, a salvo. Hablamos como si nunca hubiera pasado el tiempo.

—"Tuvimos un hijo, no sabíamos que era posible entre un humano y un espíritu… nació hace dos días, su nombre de cortesía es Wei Wuxian, quizás algún día lo conozcas.

Es una gran noticia, mi segundo hijo también nacerá pronto, su nombre Jiang Wanyin. Puede que se vuelvan mejores amigos."

—¿Qué fecha fue esa? —preguntó el zorro por primera vez desde que inició el relato, mostrando una curiosidad un poco infantil aun en su cara controlada por la maldad.

—El 2 de noviembre, quiere decir que naciste el 31 de octubre.

Wei Ying asintió, un poco emocionado por saber ese dato perdido.

—Y nos separamos por esa vez ya que tuve que volver pronto a casa, mi hijo había nacido. Reparado el vínculo, no tardamos en reencontrarnos durante la mayoría de las cacerías nocturnas. Él siempre me hablaba muy feliz de su familia. No era a diario, pero esto duró por otros cinco años. Durante ese tiempo nunca te vi, ni a tu madre, siempre estaban ocultos de los humanos. Pero se corrió la voz que fueron vistos en Qinge y como era todo un honor para un cultivador atrapar un espíritu zorro, muchas sectas se interesaron en ello. Se unieron a la cacería Qinge Nie, Lanling Jin, Gusu Lan e incluso los Wen, que no tenían aun tan mala relación con los demás.

Wei Ying cerró los ojos fuertemente ante la mención de los Lan, pensar que algún familiar de Lan Zhan haya matado a su madre lo desestabilizó. Sus ojos volvieron a ser rojos vivos como en el momento en que controlaba los cadáveres. El líder de Yunmeng siguió relatando todo como una especie de confesión que había guardado por mucho tiempo, sin notar el conflicto del chico frente a él.

—No estuve presente ese día porque además de que ya no estaba interesado en cazar espíritus, según mi razonamiento, tus padres vivían en Yiling, entonces esta criatura de Qishan no podía ser tu madre. Según lo que relataron los líderes de secta en la siguiente reunión, es que tu padre ya estaba muerto cuando llegaron y tu madre había enloquecido, fuera de sí como un animal sin razón. Nunca voy a saber lo que pasó en realidad, ¿habría evitado esa tragedia si hubiera ido a la cacería? Luego de ello busqué al cachorro por todo Qishan, incluso le pregunté al maestro Lan Qiren que era de mi confianza, pero él me dijo que nunca hubo rastro de un niño o de su existencia. Te busqué en cada cacería sin éxito… ¿Dónde has estado? —sus palabras sonaban suaves y arrepentidas, como si en verdad él fuera alguien que lo apreciaba.

Pero al escuchar esta historia, el inestable corazón de Wei Ying explotó.

—¡¿Para qué quieres saberlo?! ¡Me contaste todo esto sólo para decirme que sospechas que mi madre mató a mi padre! —su voz ronca le daba un aire de rugido a sus palabras —, ¿Para qué me buscabas? ¿Para decirte a ti mismo que eras un buen amigo? ¡No ayudaste a mi padre! ¡En verdad dejaste de verlo como uno desde que se fue de tu clan! No lo apoyaste, así son los humanos, viles ratas que juran amor eterno, pero al final no son más que unos hipócritas, ¿cuidarme te haría sentir mejor? ¿Es eso lo que yo necesitaba?

La energía resentida que aun estaba en el aire formó un remolino a su alrededor, respondiendo a su ira.

El hombre quiso decir algo más, pero Wei Ying se fue del lugar, sin dejar espacio a una palabra más. Su mente se enloqueció con miles de pensamientos, era mejor dejar este maldito lugar de una vez.

—Líder de secta ¿está bien? —le habló uno de los pocos sobrevivientes que estaban menos heridos, preocupado de que lo hubieran atacado más.

—Sí, no se preocupen, él nos ayudó… Pero lamento no poder ayudarlo.

El rumor de que vieron un zorro en muelle de loto explotó como la pólvora y el lugar se hubiera llenado de cultivadores si no estuvieran aun en guerra contra los Wen.

Para cuando Lan Zhan llegó a la ciudad principal, no había rastro de Wei Ying.

Y bueno esto es todo por esta semana nos vemos en la próxima ¿Cuánto más se demorarán para verse otra vez?

¿Que creen que pasó en verdad entre Canse y Wei Chanze?