Lo sé lo sé, me he demorado mucho, en realidad no estaba en mis planes demorarme tanto, y no es que no estuviera inspirada, es que… no, sé no tenia deseos de escribir… pero ahora que he actualizado espero que sepan perdonarme y que les guste este capitulo que me emocioné bastante al escribirlo… espero no recibir malas criticas .

Disclaimer: Como siempre…Los personajes del manga y animé Inu Yasha no me pertenecen, le pertenecen a la autora, y sus derechos son reservados…

.:No Lo Recuerdo:.

Por:

TaNiTaLoVe

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No rompas el silencio, no tienes por que hablar
Tus ojos te han delatado.
Perdona si no lloro, o no comienzo a gritar
mis emociones se han gastado.
No he querido confrontar lo que estaba frente a mí,

cerré mis ojos para nunca verte ir.

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(Capitulo 3)

¿EN DONDE ESTAS?

Jamás creímos estar nuevamente en esta encrucijada. Después de lo que dijo Miroku todos quedamos en estado de shock. ¿Cómo era posible que hasta después de muerto saliera en nuestras conversaciones? ¿Sería que aun existía la posibilidad de que estuviera vivo? No!

"Que estas diciendo Miroku!" – Dijo Shippou, como salido de control.

Aome estaba aun abrazada de Sango, no sabia que pensar y menos que decir. El extraño solo arqueó una ceja y escupió una carcajada, pero no lo oyeron, al menos no todos.

"No juegue así con nosotras" – Dijo Sango aun temerosa por las palabras. – "¿Qué es lo que intenta decir?"

"No me miren así…" - Con cara de inocente mezclada con malicia. – "Es una hipótesis, ya que la señorita Aome dice no haber hecho nada con Inuyasha" – Haciendo un ademán con las manos de forma casi obscena, pero Sango no estaba de humor para golpearlo esta vez, por lo que Miroku siguió. – "Y bueno…. Ya saben, tal vez Naraku utilizó el cuerpo de Aome… tal vez le lanzó algún hechizo… o algo así… ya que Aome no recuerda nada… porque tampoco te enredaste con Naraku cierto?"

Caída colectiva.

Esta vez Sango si le pegó.

La noche paso lenta para Aome, el solo hecho de pegar un ojo aseguraba el tener que soñar con Inuyasha ¿Cuándo podría dormir tranquila? ¿Cuándo podría dejar de pensar en él?

Aome en su estado de insomnio se dio cuanta que su amigo el extraño tampoco dormía mucho, de vez en cuando serraba los ojos… ¿Por qué se parecía tanto a Inuyasha? ¿Por qué sentía que el encuentro con ese ser no era simple coincidencia? ¿Por qué la Shikon No Tama había llegado a sus manos? No entendía. Muchas cosas de las que estaban pasando no las entendía. Seria posible de que esa criatura que esta esperando sea una forma de encarnación para Naraku?... el solo hecho de pensarlo hacia que se le erizaran los cabellos.

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Antes del amanecer Inuyasha ya estaba despierto, lo primero que hizo como hacia todas las mañanas era bajar la vista hasta las raíces sobresalientes del árbol donde estaría Kikyou. La miró con cuidado, con ternura, solo la observaba para vigilar su sueño.

No pasó mucho rato para que el hanyou se diera cuanta que la sacerdotisa no dormía, si no mas bien estaba despierta y no sabia desde cuando que lo estaba. También se dio cuanta de algo muy importante cuando la miró por milésima vez. La perla de Shikon… ya no estaba.

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El primer cantar de gallo fue la señal para todos que la mañana comenzaba, muchos salieron de sus hogares rumbo a los sembradíos de arroz.

No fue la excepción para quienes dormían en una modesta cabaña. El primero en salir fue ese extraño hombre, para luego ser seguido por Miroku. Los demás se quedaron ahí ordenando.

El pequeño Kohaku salio de la cabaña después de unos minutos con Kirara.

"Shippou… tal vez si no te molesta podrías dejarnos solas." – Sugirió Sango al ver que el kitsune había terminado con lo suyo. Salio sin decir mas palabras sin ninguna expresión en el rostro.

Ambas jóvenes siguieron ordenando sin mirarse. Aome ya sabía lo que vendría y en verdad no se sentía preparada para responder las preguntas de su amiga.

"Aome… ¿podríamos hablar? De amiga a amiga, de mujer a mujer." – Aome asintió y ambas se sentaron una al lado de la otra apoyadas en la pared.

Al ver que Aome no decía nada ella prefirió comenzar.

"Me gustaría que pudieras confiar en mi. Se lo difícil que es explicar una situación ante tantas personas, pero sabes que yo soy tu amiga y a mi me lo puedes decir todo, no te reprocharé porque siento lo mismo que tu… impotencia."

"Lo sé…" - Suspiró con resignación – "No es que no te quiera decir… es que en verdad no lo recuerdo. Pareciera como si nunca hubiese sucedido, de pronto llego a mi época y descubro que estoy embarazada y no se ni cuando ni como sucedió… ni si quiera sé de quien." – Se sintió más impotente que antes. – "¿Qué puedo hacer? Y si en verdad esto es un maleficio de Naraku… y si en verdad el ser voy a tener es una encarnación de Naraku? No quiero ni pensarlo… preferiría mil veces que… preferiría que estuviera embarazada de Inuyasha."

"Te entiendo amiga… sé lo que sientes, lo mas probable es que sea lo que dijo Miroku, si es eso entonces tendremos que buscar la forma de evitar que nazca…" - Aome la miró con horror, Sango entendió lo que sus ojos expresaron. – "¿Sabes? Existe una Machi… bueno no se si aun vive, es una mujer con poderes similares a una miko pero dedicada a la maternidad y fertilidad. Podría ayudarte, podríamos saber si es en verdad lo que dijo Miroku… tal vez te lleves una sorpresa." – La miró con ternura, y tal vez con un rayo de esperanza.

No lo pensó mucho antes de responder - "Lo haré!" – Dijo decidida – "Iré a ver a esa machi. Quiero saber la verdad."

"No lo harás sola, te acompañaré. Todos te acompañaremos, será como antes… como si buscáramos los fragmentos" – Aome y Sango cada vez se emocionaban mas. – "Ahh… esos viajes… los extraño tanto." – Añadió, mirando a la nada.

Aome también miró a la nada.

"Yo también… solo espero que esa mujer aun viva, no pierdo las esperanzas…" – Dijo entre un suspiro. Siguió mirando al cielo desde la pequeña ventana de la cabaña, era un día hermoso.

Sango la vio mucho mas hermosa que antes, algo tenia en su rostro que la hacia verse bellísima.

"…De que sea de Inuyasha?" – Casi en un susurro, Aome la vio sin entender lo que había dicho. Sango se puso algo nerviosa. La cosa es que la tomó del brazo y la condujo fuera de la cabaña.

"A donde me llevas Sango?"

"De seguro que la ansiada Kaede estará contenta de verte."

"L-la anciana Kaede?" – Pero antes que pudiera decir o hacer cualquier cosa ya estaba con ella.

La anciana al verla, pestañó un par de veces al no creer que estuviera viendo a la joven Aome frente suyo, pero al reconocerla bien la abrazó.

- "Así que eso fue lo que pasó… no me lo hubiera imaginado." – La anciana respondió con calma tomándose una hierba. Vio a todos y cada uno de los presentes. – "Te pareces mucho a Inuyasha jovencito, te lo habían dicho?"

"Mhmmm.." - Asintió de mala gana.

"Es increíble pero hasta eres igual de malhumorado que el verdadero Inuyasha… podrías ser su reencarnación en la época de Aome." – Analizó con la misma calma de antes.

"¿Usted cree?" – Dijo Aome algo preocupada y curiosa.

"Ahora que lo mencionas, si Aome es la encarnación de Kikyou… este chico podría ser la encarnación de Inuyasha." – Esta vez fue el monje quien dio su opinión.

De pronto el extraño se empezó a sentir incomodo, hablaban de él como si no estuviera presente y especulaban cosas sobre su vida como si fueran mas inteligentes, como si lo supieran todo.

Sin previo aviso abandonó la habitación.

"Se fue… y yo justo le iba a preguntar como se llama." – Dijo la anciana algo frustrada.

"En realidad, anciana Kaede, el no me ha querido decir su nombre… es por eso que lo he nombrado Inuyasha por el momento… por su parecido con él." – La anciana frunció el seño y quedó mirado la puerta por donde se había ido, segundos después habló. – "…Es buena idea que vayan donde esa machi, podría ayudarlos." – Se levantó y se dirigió a la parte trasera del templo.

Pero antes que desapareciera Aome se armó de valor.

"Anciana… sabe donde puede estar Kikyou con… Inuyasha?" – En ese momento se arrepintió de hacer la pregunta, sobre todo cuando vio la mirada melancólica de la anciana.

"…No lo sé…" - Y desapareció definitivamente, luego fueron ellos los que salieron del templo. Tenían que planear muy bien lo que harían.

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¿En donde estas? que no me quieres llevar
Cuando fue que yo te empecé a estorbar
¿En donde estas? que no te puedo acompañar
¿Que paso entre los dos? ¿Que fue? ¿Que hicimos mal?

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Estaban arreglando sus cosas en la cabaña para el viaje.

"Chicos… después de visitar a la Machi… voy a buscar a Inuyasha." – Esta vez Aome estaba mas decidida que nunca, aunque tenia lagrimas en los ojos de tanto recordar todos veían en esa mirada una determinación muy grande.

"¿Estas segura Aome?" – Preguntó el kitzune. La joven asintió.

"Puede que eso te haga mucho mas daño señorita Aome… tal vez sea mejor dejar las cosas así, tal vez lo que vea no sea de tu agrado."

"No importa joven Miroku, lo que sea que vea, lo veré y punto." – Dijo con la voz temblorosa.

"Eso puede que te haga mucho daño Aome…. Pero estoy contigo, a cualquier lado que vayas te acompañaremos." – Respondió por todos, los demás solo asintieron, Aunque Shippou y Miroku no estaban completamente convencidos. Kohaku solo observaba la situación, aunque sabia que seguiría a su hermana a donde fuera.

De pronto el joven misterioso entró con furia en su mirada.

"Lo buscaremos! Lo encontraremos!." – Todos lo vieron asombrado, parecía como si de sus ojos saliera fuego. ¿Por qué estaba tan entusiasmado con encontrar al hanyou?

"Inu…" - Aome al igual que todos lo miraron sin entender.

Trataron de preguntarle pero simplemente no respondió. Emprendieron el viaje, según lo que les habían dicho esa mujer estaría cerca de lo que una vez fue la aldea de los exterminadores, el viaje seria algo difícil, pero con ayuda de Sango y Kirara la encontrarían fácilmente.

Pasaron lugares que Aome recordaba con nostalgia, los bosques, las huellas, todo, exactamente todo le recordaba a Inuyasha. Incluso había llegado a tal grado de recordar hasta los árboles donde Inuyasha se posaba, hasta las pisadas, todo… ¿Por qué? Pareciera que se auto torturaba cada vez que abría los ojos, recordaba hasta las palabras que el hanyou le dedicaba. Creía que no podría llorar más pero, era imposible. Lentamente comenzó a llorar, trató de parecer lo mas normal posible trató de disimular pero era completamente imposible. Todos se dieron cuenta, pero no dijeron nada, sabían que todo lo que dijeran seria inútil para tratar de calmarla, tal vez llorar le haría bien.

Sintió una mano calida sobre su hombro, primero miró la mano y luego a quien le tocaba el hombro. Era aquel extraño quien la miraba muy preocupado. La apartó de los demás y sin decir nada la abrazó. Como poderse negar aquel abrazo que la mataba y la revivía al mismo tiempo, no pudo aguantar y lloró amargamente, lloró y lloró.

Los demás al sentirla ausente se regresaron y lo que vieron les conmovió el corazón.

No podía negarlo, de alguna manera se sentía como estar abrazada de Inuyasha, no podía negar sentirse a gusto en sus brazos, pero no era lo mismo, podía percatarse de ello, no era el mismo abrazo de Inuyasha. Se separó lentamente de él con miedo de mirarlo a los ojos y volver a la realidad. Pero este la abrazó nuevamente y se inclinó hasta la altura de sus oídos.

"No dejaré que llores por él, él no merece tus lágrimas ni las de nadie… no vuelvas a hacerlo."

Sonaba como una orden pero Aome entendía el lenguaje, estaba preocupado por ella y si era verdad lo que le dijo antes de venir con ella. Seria fuerte para soportarlo todo. Como siempre lo fue antes del duro golpe que recibió por parte del verdadero Inuyasha.

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Quizás yo falle, preguntarte "¿donde vas?"
Quizás por dentro lo temía.
Pensé que al no decirlo, nada iba a pasar
te he soñado siempre en mi vida.
A tantas dudas nunca les di razón,
¿Cuantas noches añorabas otra voz?

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Pasaron tres días de caminata. Aome no volvió a llorar, aunque su mirada de tristeza no cambiaba mucho, sobre todo cuando estaban en silencio. Es por ello que el chico que los acompaña, de una forma cariñosa siempre la sacaba de sus pensamientos, tratando de conversar de algunas cosas o para que le explicara que era ese mundo.

Era curiosa la forma de ser de "Inu" cada gesto, mucha de sus acciones y palabras eran similares a las del Hanyou, podría ser porque era su reencarnación pero podría haber algo más. Ese era el pensamiento de Miroku cada vez que lo observaba.

La diferencia notoria de él con el verdadero Inuyasha es que no era muy sociable, no conversaba mucho con todos, solo con Aome, pero de seguro era cuestión de acostumbrarse a la presencia de todos.

Aunque no lo quería admitir Aome extrañaba mucho la comida de esa época, ya se había acostumbrado a comer pescados, o a recibir la amable hospitalidad de la gente que aun los recuerda.

Pasaron por el pueblo vecino, ahí les dieron alojamiento por la última noche, mañana por la mañana se irían a la mitad del bosque en donde montarían a Kirara y llegarían en unas cuantas horas a la aldea de los exterminadores.

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"Como dices?"

"Así como lo oye, amo Inuyasha" – Como era de esperarse el demonio pulga, Myouga había llegado de improviso (ya saben como), pero no solo ha probar su sangre si no a algo mas.

"Así que… 'dicen de una joven sacerdotisa que porta la Shikon no Tama… ¿Quién podría ser?'... debo investigarlo"

Iba a tomar vuelo para dar un gran salto.

"Espere amo… ¿por donde piensa empezar? no sé en donde pueda encontrarse así que en eso no lo puedo ayudar… a demás… ¿piensa dejar sola a su sacerdotisa?"

'Eso es cierto… no puedo separarme de ella ahora' – Miró en dirección donde se supone que Kikyou estaba dándose un baño en un arrollo. – "Te quedaras con ella Myouga… no me tardo" – Y con la agilidad y terquedad que lo caracteriza pronto se perdió de vista.

"¿Que? Que pretende que haga yo aquí?... que le voy a decir a la muchacha… mejor piensa…"

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¿En donde estas? que no me quieres llevar
Cuando fue que yo te empecé a estorbar
¿En donde estas? que no te puedo acompañar
¿Que paso entre los dos? ¿Que fue? ¿Que hicimos mal?

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El grupo de viajeros se alistaba ahora para continuar, los aldeanos habían sido muy amables en darle provisiones para el viaje, y no fue exactamente por las mentiras del monje, los aldeanos los reconocieron de inmediato.

Hace un rato las chicas se habían dado cuenta que la gente al verlos caminar murmuraban cosas. Ambas se miraron sin entender hasta que una pequeña con dos rosas se acercó a Aome.

"Es usted muy hermosa, tenga una rosa en agradecimiento por habernos salvado de ese demonio."

"¿Demonio? ¿Cuál demonio?" – Aome la miró extrañada y la pequeña le devolvió una misma mirada, luego la analizó bien.

"Usted no es la sacerdotisa que acompañaba al hombre mitad demonio… ¿o si?"

"¿Kikyou?" – La pequeña no pareció prestarle atención.

"Pero igualmente es muy hermosa… son casi iguales" – Le extendió la mano ofreciéndole la rosa y Aome la aceptó pero aun sin procesar todo lo que la niña le había dicho.

Luego la pequeña se dirigió a Sango.

"Señorita exterminadora, gracias a su pueblo por salvarnos de los demonios… es usted muy hermosa también" – Le extendió la otra rosa, luego miró a Kohaku quien estaba tras su hermana y se sonrojó un poco. Enseguida fue donde el muchacho y le dio un beso en la mejilla. Ambos se sonrojaron.

'Así que Inuyasha y Kikyou pasaron por aquí…' – Pensó Aome.

Dos niños se acercaron al grupo pero no a contemplar la belleza de las damas si no a ver al personaje que estaba mas atrás que todos, un poco mas a tras que Miroku.

"Y las orejas?" – Preguntó uno de ellos decepcionado.

"Y el cabello blanco?... cielos si no fuera por la ropa y el cabello juraría que usted es aquel llamado Inuyasha"

"Mmmhmmm…" – Por toda respuesta.

"Discúlpame niña ¿Cuál es tu nombre?" – Preguntó el monje Miroku.

"Azumi, para servirle excelencia" – Le hizo una pequeña reverencia, el monje se puso a pensar que cuando esa niña creciera le pediría que tuviera un hijo con él.

Sango lo miró totalmente enrabiada, hasta los pensamientos del monje los adivinaba, bastaba verle la cara de libidinoso.

Al monje solo le bastó con sentir la presencia enfurecida de Sango para adivinar lo que vendría.

"Oye, Azumi hace cuanto tiempo estuvo esa sacerdotisa con el ser mitad demonio?" – Mientras que tras ella se veía como el hiraikotzu de Sango impactaba la cabeza del monje y este caía cual saco al piso.

"Mmmm… hace unas cuantas semanas, justo cuando un demonio escupe-fuego estaba quemando la aldea"

"Oh, ya veo, y sabes por donde se fueron?" – Aome se estaba acercando cada vez más a la pequeña.

"Eh… hacia el oeste" – Señalándole la ruta.

"Muchas gracias!" – Aome no podía estar más feliz, este era el primer rastro de su querido Inuyasha. – 'Ya nos volveremos a ver mi querido Inuyasha… hay un asunto pendiente entre nosotros'

"¿Nos podemos ir por favor? TT" – Aome se dio vuelta solo para toparse con Inu quien estaba con dos niños colgándole por los lados.

"No es mi culpa que te parezcas a Inuyasha" – Se encogió de hombros.

"A si? Y tampoco es mi culpa que te confundan con Kikyou!" – Aome se entristeció un poco, su acompañante se dio cuenta y trató de acercarse pero los mocosos no lo dejaban moverse. – "Me pueden soltar de una vez por todas?" – pero los niños no le hicieron el menor caso. - "Oye Aome, lo siento no quise decir eso… ella es la tipa con la que…"

"Si… pero sabes algo? Tienes razón, somos casi iguales a ellos."

"… Pero por distintas razones…" – Dijo él por inercia, al parecer no se dio cuenta que lo dijo.

"Porque dices eso?" – Aome lo miró interrogante.

Él solo se espantó.

"¿Que? Yo no dije nada!"

"Si lo hiciste"

"No he dicho nada!"

"Yo te escuché decir algo!"

"Estas inventando cosas"

"No estoy loca!"

"Pareciera que si lo estas"

"NO ESTOY LOCA!" – La chica le iba a pegar pero este al percatarse de ello salio disparado, menos mal que los mocosos ya no colgaban de él porque si no, estos estarían volando.

"JAJAJAJAJA!"

Aome lo salio persiguiendo, los demás atrás, Shippou había llegado con Kirara (habían ido a ver como estaba el camino)

"No huyas!... Oi! si me da tanta rabia ABAJO ABAJO ABAJO!" - A la lejanía se pudo ver como el chico de cabello oscuro se caía. Aome se detuvo. – "…Se cayó…" – Los demás no tardaron en alcanzar a Aome pero cuando estaban a su lado, esta volvió a correr para alcanzar al que estaba levantándose unos metros mas allá.

"Demonios…" – Refunfuñaba.

"Te caíste!" – Llegó Aome jadeando.

"Si, me caí y que?... maldita roca" – Aome se dio cuenta que se había tropezado con una piedra.

"Abajo!..."

"¿Que estas haciendo?" – Él se levantó y ambos quedaron frente a frente.

"Nada… es solo que creí ver algo" – Mintió. Miró hacia otro lugar.

"A veces me pregunto si me estas comparando…"

"No digas eso quieres?" – Cambio de tema - "Mejor avancemos" – Los demás los alcanzaron y siguieron su viaje.

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Quiero saber, que es lo que piensas?
Si debí luchar por ti?
O si ya yo te perdí?

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"Sa-sa sacerdotisa Kikyou… tan rápido salió?" – El demonio pulga estaba en un aprieto, tenia que pensar rápidamente.

"…Donde esta Inuyasha…" – ¿En verdad estaba preguntando? Ya sabia la respuesta.

"Eh… no se tarda espérelo un momento… no se tarda"

"Ya veo" – La mujer con la misma expresión tomó su arco y su flecha. Por instinto se tomó el pecho solo para comprobar que la perla no estaba, se sintió de alguna manera frustrada, mas de lo que estaba.

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¿En donde estas? que no me quieres llevar
Cuando fue que yo te empecé a estorbar
¿En donde estas? que no te puedo acompañar
¿Que paso entre los dos? ¿Que fue? ¿Que hicimos mal?

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Pasaron las horas ya se había hecho de noche. El viaje había sido algo cansador, especialmente para Kirara, afortunadamente habían llegado a la aldea. Las estrellas se veían mucho más hermosas desde la aldea fantasma.

Lo primero que hicieron al llegar fue visitar las tumbas de sus seres queridos. Si bien no sabían exactamente en donde estaban los cuerpos de los que aman, a todos por igual les dedicaron sus oraciones y canciones. Sabían muy bien que su padre y otros más estaban enterrados en otro lugar pero el hecho de rezar en la aldea les construía un fuerte lazo con todos los de su raza.

Mañana por la mañana los hermanos buscarían flores para adornar las tumbas de las cuales ya estaba brotando pasto.

Era en este lugar donde Sango y Kohaku se sentían como Aome cuando veía a Inuyasha en todas partes. Ellos veían aun a su familia haciendo lo que hacían siempre. Lloraron de melancolía, de añoranza por aquellos maravillosos tiempos, ya no había nada que hacer pero aun así los recuerdos torturan, especialmente cuando se sabe que jamás volverá a ser como antes. En cierta forma aun se sentían culpables. Especialmente Kohaku.

No era del todo malo, gracias a ello Sango había conocido a sus mejores amigos y había tenido las mayores aventuras que jamás había soñado tener… gracias a ello conoció al gran amor de su vida, lastima que hasta ahora no fuera totalmente correspondida. Ella soñaba con el día en que Miroku se decidiera del agujero negro de su mano y cuando por fin lo hizo las cosas no cambiaron mucho… digamos que ahora que no tenia excusas para no estar con ella, este casi ni le hablaba del tema.

Aome la última vez que había venido este lugar parecía un matadero, habían cuerpos de humanos y monstruos regados por todas partes. Ahora en cambio este era el comienzo de un paraíso, todo se estaba llenando de vegetación, de flores, incluso de algunos pequeños animalillos silvestres.

Dormirían en lo que una vez fue la casa de los hermanos exterminadores, es por eso que la habían arreglado. Aun se podían ver murallas llenas de armamento, algunas botellas que presumiblemente contenían veneno, y uno que otro artefacto mágico. El piso tronaba al pisar, se notaba la soledad del recinto, el eco al hablar. La casa de estos había sido una de las pocas que no había sido completamente destruida, por lo que tendrían si quiera un espacio para dormir.

Cocinaron afuera las provisiones que tenían, hicieron una fogata y se sentaron los seis alrededor. El joven pelinegro hablaba con la exterminadora a cerca de la historia del lugar. Claro como viene de la época de Aome sabe poco y nada de esta época.

Aome se encontraba viendo el cielo nocturno y las hermosas estrellas que se vislumbraban de este lugar. Siempre tenia un sentimiento de bienestar cuando las veía, se sentía tan pequeña y tan dichosa. Se sentía con suerte de haber encontrado a ese muchacho, o fue él quien la encontró, bueno, como sea él fue quien le dio el valor de venir hasta acá. Si, ese chico tenia un gran parecido a Inuyasha, pero de alguna forma no era del todo iguales, tenia una esencia mas fresca que el hanyou, puede ser porque es humano, pero en todo caso esa no es la esencia de un humano común, ya se había dado cuenta antes, tiene una energía muy parecida a la de ella. Claro que si resulta ser la reencarnación de Inuyasha seria obvio tener una energía así, pero de alguna manera no podría soportarlo. Tal vez el destino le había enviado a aquel sujeto para enamorarse de él y así dejar tranquilo a Inuyasha… pero si era así ¿Por qué también estaba tratando de encontrarlo? Pareciera como que sabe mucho de él.

De pronto la perla comenzó a brillar tenuemente, Aome la tenia en el pecho amarrada a un collar similar al que tenia Kikyou, se lo había regalado la anciana Kaede. Aome lo tomó entre sus manos y de pronto sintió algunas presencias fuera del lugar. 'así que… los demonios ya se han percatado de la cercanía de la Shikon no Tama… será mejor que tenga cuidado aunque es muy poco probable que puedan entrar aquí por la seguridad… aunque es mejor estar alerta'

"…no te preocupes, yo te protegeré… "

- 'Inuyasha… prometiste protegerme… mi protector…' – Pensó unos instantes y sin querer divagó en sus pensamientos, se olvidó del mundo y solo pudo pensar en el híbrido de cabellera plateada. – "… Inuyasha…"

Las orejas del muchacho que estaba a su lado se movieron repentinamente, había escuchado esa palabra aunque solo hubiese sido un susurro, la miró de reojo y se acercó mas a ella para susurrarle lo suficientemente cerca para que solo ella escuchara.

"Estas pensando nuevamente en ese sujeto… ¿no es así?"

"¿Eh?" – Pestañó un par de veces sorprendida y negro con la cabeza repetidamente. – "No, no, no es eso.. es que… es…" – A estas alturas todos la estaban mirando. – "Ya se cual va a ser tu nombre… te llamaras Mamoru!"

"¿Mamoru?" – Dijeron todos a la vez no muy convencidos.

"Si! Porque Mamoru significa protector, y cuando te vi por primera vez me dijiste que me protegerías no es así?"

El chico asintió lenta y torpemente mirándola horrorizado. Segundos después todos lo estaban llamando de esa manera. Ese era el precio por no revelar su verdadera identidad.

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El bosque estaba oscuro pero no le fue difícil llegar hasta donde estaba su querida, el olor era inconfundible, llegó justo para las diez, al notar que la chica estaba durmiendo solo suspiró aliviado, tendria tiempo de inventar algo para manaña. Myouga estaba al lado de la mujer y parecia muy encariñado, Inuyasha al ver eso se indignó y en menos de un segundo lo sacó de ahí y se lo llevó lo suficientemente lejos para que la sacerdotisa no los escucharan.

"Aun no estoy completamente seguro… pero cuando llegue a la aldea vi que el poso estaba reconstruido." – Myouga ahogó un grito.

"Eso quiere decir, amo Inuyasha que…" – Pero antes que pudiera terminar Inuyasha lo aplastó.

"No quiero que digas nada, no estoy seguro, a demas, si es asi, no venia sola… alguien vino con ella, pero la pregunta es ¿como?"

"Tal vez es ella quien tiene la Shikon no Tama"

"Eso es mas que seguro… mejor ve a investigar"

"Pero… porque no quiere saberlo por usted mismo. Antes hubiese hecho lo que fuera por verla."

"Eso era antes! …Ahora no tengo el valor para hacerlo…" – Esto ultimo lo dijo casi en un susurro dirijido para le mismo. El demonio pulga lo miró preocupado.

"¿Que habrá pasado esa noche?" – Y sin mas montó su cuervo y se fue.

Inuyasha fue donde Kikyou, quería sentarse a su lado y estaba a punto de hacerlo pero no pudo no tuvo el valor, no después de saber que Aome estaba aquí de nuevo. De un salto llegó a una rama del árbol y ahí durmió.

"…Inuyasha…" – Susurró la sacerdotisa desde su lugar.

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Inuyasha, juro que te encontraré, cueste lo que me cueste nos volveremos a ver… sé que hay algo turbio y ahora recién puedo comenzar a entender algunas cosas. Tal vez esté en un error por tratar de ir a buscarte, tal vez sea egoísta de mi parte ir a interrumpirlos pero no lo puedo evitar, mi sexto sentido me lo indica, el cielo me da la ruta a segur. Me echaste sin ni una consideración de tu vida y de este mundo, quiero volver a verte si quiera una vez mas para plasmar tu rostro en mi alma, para jamás poder olvidarte. Quiero volver a verte para decirte adiós.

Te encontraré, juro que te encontraré.

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Amor ¿En donde estas?

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Cancion: ¿En donde estas?

Autor: Soraya

NA:

Hola! Jejeje aquí me ven rompiéndome el cráneo para escribir esta historia, últimamente me he vuelto fanática completa de Inuyasha, hasta sueño con él! (No son sueños eróticos para las mal pensadas .)

Gracias chicas, muchas gracias por apoyarme, en verdad esto me sirve para seguir inspirándome, mientras mas reviews tenga mas ganas de escribir voy a tener, gracias por aclararme las dudas con respecto al final. Pero como esta trama me gustó tanto la voy a seguir como si ese fuera el final ok? Y… bueno el transcurso de la historia no lo tengo totalmente claro, se me va ocurriendo a medida que me alimento con mas capítulos de Inuyasha y leyendo otros libros.

Como ven estoy en plena etapa de desarrollo literario, me va a costar mucho encontrar mi propio estilo, pero para hacerlo menos confuso he separado un poco mas las acciones.

Hey! Quiero que me aclaren una cosa si no es mucha la molestia, yo a Kagome la llamo Aome porque en chile ella sale como Aome y… no se me acostumbró a este pero si quieren lo puedo cambiar a Kagome, no se. Ustedes me dicen ok?

Esta historia es muy loca jejejeje espero que sigan apoyándome esa es la única recompensa que quiero recibir y cualquier idea que me quieran dar o algo que se me haya escapado me lo dicen ok? Y no se procuren que en el próximo capitulo vienen mas personajes.

Ahora ya no buscan los fragmentos de la perla ahora buscan a Inuyasha! Jajaja es como medio cómico jejeje. Me acabo de dar cuenta, esto será como la búsqueda de los fragmentos pero con Inuyasha. Ustedes me ayudan a crear partes de la historia y no se preocupen porque les daré los créditos de la idea.

Bien ahora me despido pero antes les agradeceré a mis queridas lectoras en general.

Itnuzi desli

Sinope

Hawk Angel

Kigami

VickyInuyasha (me encantaria que me dejaras tu correo ya?)

Aryaminuyasha

Destino

Kagomeyasha

DarKagomeAngel

Diosa del Amor

Inusessho

Ahora que esperan para dejarme un review!

Los quiero a todos y recuerden que si quieren que les recuerde los capitulos me escriben su correo en el review y yo les aviso cuando actualice ok?

TaNiTaLoVe

13 – jun – 2005