Hola Chicas! He decidido actualizar viendo que me he prendado de esta parte de la historia… digamos que es la mas interesante así que… bueno a leer… en todo caso anticipo unos tres capítulos mas o sea que va a llegar hasta el capitulo diez!

Espero que les guste este capitulo porque esta hecho con todo mi amor para ustedes quedadas lectoras de InuYasha!

Disclaimer: InuYasha no me pertenece… que mas quisiera yo que algún día entrara a mi casa y lo encontrara al mitad demonio con orejitas esponjosas y me dijera "te amoooooo"… hay me hago, me hago!

.:No Puedo Recordarlo:.

By: TaNiTaLoVe

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No ha podido olvidar mi corazón

Aquellos ojos tristes, soñadores que yo amé

La dejé por conquistar una ilusión

Y perdí su rastro y ahora se que es ella

Todo lo que yo buscaba

Y ahora estoy aquí

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(Capitulo 7)

MAMORU HUYE

InuYasha fue lanzado nuevamente a varios metros mientras los demás intentaban infructuosamente vencerlo, solo lograban mantenerlo a raya.

"¡Maldito pajarraco!" – InuYasha intenta volverlo a investir pero nuevamente el campo de fuerza lo empuja. El ave le lanza un picotazo que InuYasha a duras penas lo esquiva.

Sango le lanzó su boomerang pero causó el mismo efecto anterior. El fuego de Kirara tampoco hacia efecto sobre el campo de protección de esa bestia y para que hablar del arma de Kohaku o de los poderes de Shippou.

Luego aparecieron mas mini aves que combatieron con los restantes para dejar a la bestia sola con InuYasha. Este fue golpeado y lanzado nuevamente por los aires hasta el interior de una de las cuevas. Mamoru al ver eso decidió rescatar a colmillo de acero que había quedado tirada en el suelo muy cerca de los pies de ave.

Mamoru, en un acto heroico la recogió. Rodó con la espada unos metros y se levantó, la quedó mirando como si fuera un tesoro o algo que tuviera mucho valor, esa espada roñosa y desafilada lo tenia encantado. No se dio cuenta cuando uno de los pies del ave estaba apunto de aplastarlo y lo único que atinó a hacer fue a interponer esa espada y para sorpresa de él mismo la espada creó un campo de fuerza que repelió el cuerpo del ave lanzándola unos metros y desintegrando uno de sus pies. Mamoru después de eso dejó caer a colmillo de acero nerviosamente.

En la cueva Ahome sufría a cada segundo de escuchar la voz de InuYasha ¿Qué le estaba pasando? Ya se acostumbró a ese dolor de cabeza pero de vez en cuando imágenes pasaban por sus ojos, algunas que jamás había visto y que no entendía y otras donde lo único que podía distinguir era el rostro de su amado.

De pronto creyó estar alucinando. Vio a través de la piedra tres fragmentos de la perla, dos juntos en una dirección y otro un poco mas abajo donde estarían peleando todos.

"Que me está pasando…"

La princesa Avi ordenó a las tres aves que estaban custodiando a Ahome que fueran a pelear, luego la miró y Ahome hizo todo lo posible por aparentar que todo estaba bien.

"¿Te sucede algo? ¿Te sientes mal?" – Preguntó la niña pero sin ningún interés verdadero, solo por el gusto de verla sufrir. – "Pronto te sentirás peor porque tu pagarás todo lo que le han hecho a mis criaturas"

"¿Acaso no entiendes que no hemos hecho nada? Fue Naraku quien los mató a todos" – Intentaba hacerla razonar pero el dolor de cabeza no la dejaba concentrarse.

"Si sé que fue Naraku es por eso que quiero eliminarte" – Sentenció mordazmente.

El dolor de cabeza era tan intenso que no la dejaba pensar, de pronto comenzó a sentir las voces lejanas como si ella se estuviese alejando y como un recuerdo fugaz apareció la voz de Kikyou en su cabeza.

"…No recuerdas nada… ya veo… es mejor así…"

Eso la dejó confundida pero tuvo una repentina idea, y sacó la botellita que contiene el elixir del recuerdo. Con sumo cuidado y con las manos tiritonas bebió dos gotas como se lo recomendó la anciana y en menos de un minuto el dolor de cabeza comenzó a declinar constantemente.

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Buscándola de nuevo ya no esta se fue

Tal vez si usted la ha visto dígale

Que yo siempre la adoré y que nunca la olvidé

Que mi vida es un desierto y muero yo de sed.

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Una hermosa mujer se desmoronó quedando inconsciente, el fuego de la fogata se extingue.

"¡Hermana!" – una anciana al verla corrió para ayudarla y comprobó con horror que de los oídos de la joven se derramaban hilos de sangre. – "Kikyou…. Tienes que reaccionar, no me dejes de esta manera"

Kikyou se movió un poco y Kaede suspiró de alivio.

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Todos lo vieron y quedaron atónitos. Ante la expectación de todos, colmillo de acero dejaba de ser de diamante y volvía a su forma original.

"No puede ser…" – Susurró Sango deshaciéndose de la ultima ave que quedaba. Todos se acercaron a ver lo sucedido.

"¡Cuidado!" – Apenas tuvo tiempo de advertir el monje. La bestia se lanzó sobre Mamoru y este apenas pudo saltar de la impresión haciendo que el picotazo alcanzara a dar fuertemente en uno de sus costados.

Cayó de rodillas mientras se apretaba el lugar donde lo hirieron, la sangre brotaba de entre sus dedos y caía al piso de a chorros. InuYasha salió adolorido de la cueva rascándose la cabeza y lo primero que vio fue a Mamoru apretándose uno de los costados, contorsionando la cara de dolor mientras que los demás intentaban entretener a la bestia.

"¿Estas bien?" – Shippou se acercó para socorrerlo y comprobó que tenía unos colmillos bastante desarrollados.

Por sobre ellos saltó InuYasha cargado de ira, tomó la espada y la blandió. Al instante la espada se volvió de diamante.

"¡Aléjense!" – Advirtió InuYasha y cuando todos lo hicieron lanzó su ataque mas poderoso. – "¡Dagas de diamante!" – De su espada salieron cuchillas parecidas a dagas pero de diamante. El ave que ahora estaba coja lanzó un chillido pues el campo de energía no había sido capaz de protegerlo y le desgarró entera la piel.

En la cueva

"¡No!" – La princesa Avi se apoyó contra la pared choqueada.

"Eso es para que sepas que el mal no puede ganar… piensa que eres una niña y que tienes toda una vida por delante, estas llena de odio pero ese odio lo puedes canalizar buscando algo mejor para tu clan ¿no te das cuenta que estas cometiendo el mismo error de tus ancestros que creen que la venganza es mejor? Todos murieron por culpa de Naraku…. ¿Ahora acabaras con la única esperanza que le quedaron a tus ancestros?… ¡estas acabando con los últimos descendientes solo para cumplir tus deseos!"

"¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? ¡Yo soy una princesa! Además es el deseo de la colonia que se haga justicia"

"¡No es justicia lo que estas haciendo! Es venganza ¿Qué no te das cuenta que lo único que estas logrando es que se extinga la especie?"

"Deja de hablar… DEJA DE HABLAR" – La niña se tapó los oídos visiblemente perturbada.

Desde afuera todos escucharon ese grito, Kohaku se quedó con Mamoru pues este estaba muy herido y necesitaba curaciones, Kohaku lo estaba curando con hierbas medicinales. Los demás fueron al lugar donde creyeron escuchar esos gritos pero antes de llegar Ahome se asomó, era tomada del cuello por una niña de aspecto bastante conocido para ellos.

"Pero si es…" – Balbuceó Sango sin poder creerlo.

"Se parece mucho a la princesa Avi" – Analizó el monje al notar la niña que sostenía a Ahome por el cuello.

"¡Ahome!" – Gritó InuYasha desesperado. Ahora que la veía no tenia dudas, necesitaba salvarla.

"¡Atrás! o esta mujer se muere" – Amenazó la niña con un cuchillo en el cuello de Ahome. Esta última estaba muy asustada y su respiración se entrecortaba por la fuerza descomunal de la princesa.

Ahome intentó zafarse pero era demasiado fuerte, lo único que le quedaba por hacer era arriesgarse. Con una mano alcanzó una de las flechas y con sumo cuidado para que la niña no se diera cuenta la giró y se la enterró en un costado provocando que la niña la soltara y emitiera un horrible alarido.

Mientras Ahome caía por la pendiente tomó otra de sus flechas y apuntó el mismo lugar donde la otra estaba ensartada y la soltó dándole al blanco. Acto seguido la niña es desintegrada por las flechas purificadas de Ahome. Luego sintió que alguien la sostuvo, ese sentimiento de seguridad nuevamente se instaló en su ser, pero al abrir los ojos y enfocar sus ojos en su salvador no lo soportó y se desmayó.

"Ahome abre los ojos… vamos Ahome" – Ahome estaba recostada en el suelo mientras que Sango intentaba volverla en si. El monje Miroku buscó con la vista a InuYasha y lo vio sentado en el borde de una de las cuevas muy pensativo.

InuYasha estaba muy pensativo, se sentía nervioso de tener que enfrentarla y al mismo tiempo tenia ansias de saberla con bien. Ahome en sus brazos nuevamente, ella siempre tan valiente arriesgando su vida para proteger a los demás… dando el golpe de gracia, demostrando que no es una carga sino una gran ayuda. Quizás solo por eso finalmente se atrevió a dejarla ir… Ahora que la veía sana y salva sintió que el alma le volvía al cuerpo y que su aliento nuevamente tiene ese sabor a miel.

Tanto daño le hizo, tanto la hizo sufrir. La probó hasta el limite y ella no desistió de sus sentimientos, al contrario demostró una decisión incomparable, un amor tan inmenso que soportó hasta la mas vil de las traiciones. Y él que aun sabiendo sus sentimientos se aprovechó y la retuvo para no sentirse solo intentando ver en ella todo lo que jamás podría ver en Kikyou, sin saber que con el paso del tiempo en verdad la necesitaría y peor -o mejor- aun compitió con sus sentimientos por Kikyou y después al comparar esos sentimientos concluía siempre en el mismo detalle… "Quiero que Kikyou esté a salvo, quiero protegerla… que no sufra mas y que no cargue con los errores del pasado" en cambio cuando pensaba en Ahome… "Quiero saber en todo momento que ella esta bien y que esta feliz, si algo malo le pasa me muero… que esté a mi lado siempre porque me hace sentir completo". Cuando creyó haber encontrado la solución perfecta mandó a Ahome a su época cerrando toda oportunidad futura y completamente convencido que con Kikyou tendría el mismo sentimiento… pero se equivocó… no se sentía completo…

Se sentía mas vació que nunca, Kikyou no sonreía como lo hacia Ahome, no era cómica como lo era Ahome, no era inocente como lo era Ahome, no era rabiosa como Ahome… no era ni rastro de lo que fue en el pasado tampoco… Entonces comprendió que había cometido otro error más en su vida y que ahora tendría que pagar y cargar con el sufrimiento de todos.

"¡El chico y Kohaku!" – Gritó el Monje al notar que no estaban por ningún lado.

"¿Qué? ¡No están!" – Sango saltó de inmediato preocupada por su hermano – "Kirara tampoco está"

Ahome comenzó a moverse y levantó una de sus manos para sobarse la cabeza.

"¡Miren Ahome esta regresando!" – Anunció Shippou saltando de alegría. InuYasha levantó la cabeza, pero no quiso acercarse, algo le decía que si lo hacia la chica podría volver a desmayarse de la impresión.

"Ahome que alegría que estés bien, por un momento creí que…"

"Ehemmm ehemmm!" – Tosió el monje dándole a entender a Sango que debía guardar silencio.

"¿Qué pasó? ¿Dónde esta Mamoru?" – Ahome se incorporó con ayuda del monje y Sango.

"No están, Kohaku y Kirara tampoco"

"¿Y donde fueron?" – Ahome estaba muy angustiada.

"Lo investigaremos no te preocupes, ahora seria bueno que descansaras" – Ahome aunque estaba angustiada estaba un poco ausente. De pronto recordó el rostro de InuYasha antes de desmayarse y lo buscó con la mirada.

Cuando lo encontró coincidieron miradas y un par de imágenes mas pasaron por su cabeza, imágenes que ya comenzaron a aclararse: Sintió el calor de un bracero, la luz de la Luna entrante por una ventana, llamas reflejadas en las paredes de madera…

Ahome contorció un poco la mirada aun observando a InuYasha que no se movía ni un pelo ¿Por qué esas imágenes pasaban por su cabeza si ella jamás ha visto un lugar así? Y luego recordó que en sus sueños regularmente aparecía un lugar así, pero nada mas en sus sueños. Ahora estaba en una gran encrucijada ¿hablarle o no hablarle? ¿Enojarse o ignorarlo? ¿Qué hacer en un momento así?

Con toda la ira del mundo Ahome pronunció las palabras que esperaba que se llevaran todo el coraje de los tiempos pasados

"Abajo…" – InuYasha quedó hundido en la tierra pero no dijo nada – "…¡Abajo! ¡¡Abajo! ¡¡¡Abajo! ABAJO ¡ABAJO!" – Finalmente cuando Ahome terminó InuYasha estaba al fondo de un gran hoyo. Para cuando pudo escalar se dio cuenta que solo estaba Ahome, los demás desaparecieron.

InuYasha se puso de pie pero no dijo nada, solo bajó la mirada.

"¡¡ABAJO ABAJO!" – InuYasha volvió a caer y se volvió a levantar sin decir una sola palabra, con el rostro sombrío. – "¡Abajo! ¡Abajo!" – Ahome cayó de rodillas y lloró tapándose el rostro con las manos.

Para cuando al fin terminó de gritar el rosario InuYasha estaba cansado, empolvado y con el cuello adolorido. A gatas se acercó hasta donde ella sollozaba y depositó temeroso una de sus manos en los hombros de la chica. Ella inmediatamente se arrojó al pecho de él y volvió a estallar en llanto. InuYasha acarició su espalda y su cabello, no se resistió más y la abrazó con todos sus deseos contenidos, se dejó embriagar con el perfume de su cabello y piel pero captó que algo le era desconocido… se alejó un poco.

Olfateó algo extraño impregnado en el cuerpo de Ahome, algo fuera de lugar que sin duda era sospechoso. Se separó de ella cosa que sorprendió a la joven y la hizo levantar la mirada para que coincidieran. El corazón del hanyou comenzó a latir desesperadamente, quiso huir, escapar, salir de ahí. Todo le dio vueltas, tropezó con una piedra y se dejó caer.

Ahome no entendía nada ¿Qué le estaba pasando? Pero de un vuelo lo comprendió, bajó la mirada y unas cuantas lágrimas brotaron de sus ojos.

"Es verdad, no deberías estar aquí… ve con Kikyou" – Pero InuYasha lejos de correr se quedó estático. Ahome miró hacia atrás y se dio cuenta que los demás habían desaparecido ¿hace cuanto rato los dejaron solos?

Se quedaron minutos en silencio, InuYasha miraba el piso como si este tuviera una mancha particularmente atractiva y sus facciones iban cambiando como si tuviera una gran lucha interior. Ahome todo ese tiempo viajaba de verlo a él y ver el piso o buscar internamente un motivo para el comportamiento o buscar una solución para sobrevivir los días restantes.

"Ahome… no estoy preparado" – Seguido de eso la toma en sus brazos y de un par de saltos salen de la montaña, la deja en el suelo y se va.

Ahome quedó tan sorprendida que a penas pudo volver a respirar.

"¡Ahome!" – Sango le hace señas para que los vea y todos se reúnen, esta vez Kouga incluido. Este fue el primero en hablarle.

"Ahome, que alegría que estés bien" – Aunque fueron sus mas sinceros sentimientos su rostro reflejaba una gran tristeza.

Ahome captó que en el lugar había varios cuerpos de aves y lobos sin vida, supuso que por esa razón estaba triste.

"Siento mucho la perdida" – Kouga miró hacia atrás.

"No te preocupes, mandé a que los otros regresaran. Soy el único que queda aquí y solo quería ver si estas bien… ahora me marcho"

"Kouga ¿te sientes bien?" – Insistió Ahome al verlo algo ido. Kouga solo asintió. – "Gracias" – Ahome fue esta vez quien lo abrazó con fuerza y cuando se separaron ella alcanzó a ver una lagrima deslizarse por el rostro de él antes de marcharse.

"¿Qué le habrá pasado?" – Reflexionó el monje.

"¿Y InuYasha?" – Preguntó el zorrito mágico.

"¿Él? Se fue" – Bajó el rostro.

"¿Lo dejaste ir así como así?"

"No sé que le pasó Sango, me abrazó y luego se alejó de mi como si tuviera algo feo en el rostro… como si no me reconociera o algo así" – Ahome estaba cabizbaja - ¿Y Mamoru?

"Bueno… Kouga dijo que los vio salir hace bastante rato montados en Kirara hacia esa dirección"

"Es por donde vinimos" – Aclaró Miroku.

"Realmente no tenemos idea a donde pudieron ir pero…" – Shippou siguió hablando mientras que Sango recordaba algunas cosas que podrían ayudarle.

"¡Lo tengo! Recuerdo que mientras InuYasha bajaba con Ahome Kohaku se acercó a mi y me preguntó si había visto a Kikyou en el viaje y yo le dije que si"

"¿La vieron?" - Asintieron a la pregunta de Ahome.

"Ahora comprendo ese resentimiento que el chico Mamoru tiene por InuYasha" – Asintieron a las palabras de Miroku – "Bueno, sabemos que el chico le tiene un gran aprecio a Ahome y que la ha salvado en muchas ocasiones… mi idea es que fueron a buscar a Kikyou"

"¡Claro! Y se llevaron a Kirara para ir mas aprisa porque ella se sabe el camino para llegar a la aldea" – Apoyó Shippou.

"¿Aldea? ¿Fue a ver a la anciana Kaede?" – Preguntó Ahome sorprendida. – "Seguro que InuYasha fue a buscarla y se irán lejos los dos"

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Y dígale también

Que solo junto a ella puedo respirar

No hay brillo en las estrellas

ya ni el sol me calienta

Y estoy muy solo aquí

No sé adonde fue

Por favor dígale usted

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"Es mejor que descansemos, ya es tarde y pronto va a oscurecer, necesitamos reponer energías" – Propuso Kohaku al ver a Kirara cansada.

"Esta bien pero a penas despertemos iremos hacia allá" – Aceptó de mala gana.

"Espera, te ayudo a bajar porque esa herida aun se ve fea"

"No te preocupes, ya verás que estaré mejor para mañana"

Kohaku fue a buscar leña e hicieron una fogata, también fue a buscar algunas frutas o algo para comer, lo ideal seria acampar en el bosque para evitar interrupciones. Por la mañana empezarían nuevamente el camino.

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"Caminando no llegaremos jamás, lo mejor es que descansemos aquí ahora que salimos del reino del fuego" – Miroku estaba verdaderamente exhausto. Shippou dormía en los brazos de Ahome.

"Nos internamos en el bosque y acampamos, así partimos mañana por la mañana llegaremos a la aldea en cuatro o cinco días"

"¿Tanto?"

"Ahome debes comprender que te llevaron demasiado lejos de la civilización y volando el tiempo no se siente" – Le recordó su amiga Sango.

"Entiendo"

"Ya quiero dormir" – Balbuceó el monje.

"No se apure excelencia, recuerde que debemos buscar leña para hacer una fogata" – Le recordó Sango, Miroku la miró enojado y los tres fueron a buscar leña.

Pronto tenían una agradable fogata y estaban sentados alrededor de ella, no tenían comida así que tendrían que aguantar un día más.

"Ya extraño a Kirara" – Suspiró Sango recordando la calurosa piel de su amiga.

"Yo tengo hambre"

"Tendremos que aguantar hasta mañana a menos que quiera comer hojas" – Miroku volvió a mirarla de forma asesina y Ahome de pronto se sintió fuera de lugar.

"Es una pena que se haya perdido mi bolso"

"No te preocupes Ahome, mañana buscaremos algo para comer" – La tranquilizó.

Ahome estaba a punto de quedarse dormida cuando recordó algo muy importante.

"Chicos ¿y la perla?"

"La tiene Mamoru… a propósito de eso hay algo que debes saber, Mamoru separó la perla nuevamente" – Le informó Sango. A esta noticia Ahome palideció.

"¡¿Qué!"

"Así es señorita Ahome, ante la sorpresa de todos el joven separó dos fragmentos de la perla y se los facilitó a Kouga para que la fueran a rescatar"

"Pe-pero no entiendo cuando vi a Kouga no capté ningún fragmento de la perla" – En ese instante Ahome recordó cuando estaba en la cueva sufriendo de dolor de cabeza y vio algunos fragmentos separados.

"Si, lo mas probable es que se los haya devuelto antes de irse, seguramente al chico no le hubiese gustado que usted lo supiera" – Supuso Miroku.

"Pero ¿Cómo pudo hacerlo?" – Ahome estaba consternada.

"No lo sabemos ¿tu puedes hacerlo?"

"La verdad nunca lo he intentado" – Razonó la chica.

"Pero recuerde que la búsqueda de los fragmento comenzó porque usted rompió la perla"

"Si, lo recuerdo ¬¬"

"Monje Miroku ¿Qué es lo que intenta decir?" – Preguntó la exterminadora captando el gran interés oculto en el monje.

"No, nada" – Pero no pasó mucho para que el monje Miroku volviera a hacer una pregunta. – "¿Cómo fue que conoció a ese muchacho?" – Sango estaba ya con poca paciencia.

"Pues… lo conocí un día que iba a cruzar la calle y casi me atropellan, el me salvó la vida"

"Y que pasó todo ese tiempo antes que vinieran hacia acá"

"Nada, después de eso me salvó de matarme" – Sango profirió un grito ahogado. – "…Estaba tan dolida que me decía a mi misma que no quería seguir viviendo y cuando lo iba a hacer nuevamente él me salvó…" – Recordó algo, un detalle importante ese día – "… ese día me dijo que yo estaba embarazada y por eso no podía arriesgar mi vida… luego de eso comprobé que era verdad"

"Silencio" – Sango agudizó sus sentidos. – "Estoy segura de haber escuchado algo asechando"

"Justo ahora" – Lamentó el monje. Sango lo hizo callar de un vuelo.

Estuvieron en silencio todo el resto del rato hasta que uno por uno fue venciendo el sueño. La ultima en dormir fue Ahome.

No muy lejos de ahí InuYasha los vigiló durante toda la noche.

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Fueron tantos los momentos que la amé

Que siento sus caricias y su olor está en mi piel

Cada noche la abrazaba junto a mi

La cubría de besos y entre mil caricias

la llevaba a la locura

Y ahora estoy aquí.

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"¡Es increíble!" – Exclamó Kohaku. Kirara emitió un 'Piuu…'

"¿Ves? Te dije que estaría repuesto para hoy"

"Pero eso es anormal" – Kohaku acercó su mano al costado herido de Mamoru sobre él ya estaba formada la capa costrosa que pronto sanaría la piel. – "Tienes la regeneración mas rápida que he visto en un humano"

"Si, bien" – Mamoru se vio un poco nervioso e intentó cambiar de tema.

"Dime ¿eres en verdad una reencarnación o eres algo mas?"

"Nunca dije que fuera una reencarnación" – Mamoru se volvió a poner su camisa rasgada.

"¿Eres pariente de InuYasha?"

"Mejor sigamos" – Verificó si la perla de Shikon estaba en su poder y luego la volvió a guardar.

"Si quieres que te ayude lo mínimo que deberías es tenerme un poco de confianza, sabes que no te voy a delatar… por otro lado también te digo que los secretos no duran para siempre" – Mamoru lo pensó.

"Mira ¿te quedas tranquilo si prometo contártelo de camino?"

"Si, pero antes pasaremos por un pueblo a asearnos y comer"

"¿utilizando tus dotes de exterminador?"

"Algo útil tenia que aprender del monje Miroku jejeje" – Por primera vez Kohaku se reía como antes.

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Ahome abrió los ojos alentada por los potentes rayos del sol. Se incorporó y encontró al monje Miroku y a Sango discutiendo a unos metros. Estos al darse cuenta de que ella despertó simularon haber arreglado sus diferencias.

Ahome también notó que cerca de ellos había un conjunto de frutas y peces y unas cuantas verduras.

"¿Chicos ustedes trajeron esto?"

"No, cuando despertamos estaban aquí" – Respondió Sango con una sonrisa demasiado pronunciada como para ser verdadera.

"Lo mejor será aprovechar la generosidad del destino y comer cuanto podamos antes que esto se eche a perder"

Shippou despertó para cuando la comida estaba lista y se lanzó a las frutas. Sango después de comer un poco se internó en el bosque.

"¿Qué le pasa a Sango?" – Preguntó Ahome notando que durante todo el rato no pronunció ni una sola palabra.

"No lo sé"

"¡Si lo sabes solo que te haces el tonto!" – Gritó el zorrito que se fue a los brazos de Ahome.

"Shippou explícame" – Le rogó la joven. Miroku siguió comiendo aparentando no escuchar.

"Lo que pasa es que desde que el monje Miroku fue liberado de la maldición de Naraku Sango ha esperado a que se le declare pero él no hace mas que evitarla y enojarla"

"Vaya, eso es feo ¿Por qué lo hará?"

"Yo creo que se arrepintió y no sabe como deshacerse de ella" – Fue la cruda respuesta de Shippou. El monje dejó sus cosas y también se internó en el bosque. – "Estos cada vez me recuerdan mas a InuYasha y a Ahome" – Murmuró el zorrito.

"¿A mi?"

"No... ¿Me escuchaste?" – Shippou se puso muy pero muy nervioso. – "Mejor ordenamos todo para que cuando regresen estemos listos para partir"

Dentro del bosque Sango estaba sentada sobre un tronco hueco llorando, se sentía bien de poder llorar tranquila, sola y alto, creía que llorar con todas las fuerzas descargaba mucho más que llorar en silencio. De pronto se detuvo pues sintió una mano en su hombro.

"Monje Miroku ¿Qué esta haciendo aquí?" – Sango se limpió rápidamente su rostro aunque dudaba que el monje no la haya escuchado llorar.

"Mi querida Sango, es hora de hablar" – Sango lo único que hizo fue asentir, Miroku se sentó a su lado. – "Es momento que aclaremos nuestros sentimientos"

"Lo siento excelencia, el único que tiene que aclarar sus sentimientos aquí es usted…. Yo por mi parte estoy segura de lo que siento"

"Lo sé, pero… ¿alguna vez te has enamorado?"

"¿Bromea?"

"Me refiero que si te has enamorado alguna vez aparte de la que ya sabemos"

"O sea de usted" – Aclaró Sango indignada por referirse a sus sentimientos como 'lo que ya sabemos' – "No"

"¿Entonces como sabes que esto es amor real?" – Sango abrió los ojos sorprendida.

"¿Eso es lo que intenta? ¿Hacer que yo me aburra de usted y me busque a otro? ¿Confundirme para que yo renuncie a usted? Pues si, es verdad, puede que me haya enamorado de otro hombre… me enamoré del monje Miroku de la maldición, el que luchaba para salvarse, para no tener que traspasar esa maldición a su descendencia, el monje Miroku que me cortejaba y que cortejaba a cuanta mujer se le cruzara por delante, al monje Miroku alegre que veía la esperanza en el mañana…. El que me prometió tener diez o veinte hijos conmigo…"

Miroku no dijo nada, solo agachó la cabeza y escondió sus ojos.

"¿Ve a lo que me refiero?... váyase, no quiero tenerlo frente de mi. Una vez que terminemos con esta ultima misión nos separamos y se queda solo"

"Sango no reacciones así, solo quiero que me comprendas"

"¡Sé que no soy suficiente mujer para un monje como usted! ¿Cómo un hombre se va a fijar en una mujer fuerte y aguerrida como yo? Claro, porque lo que quiere son mujeres dedicadas a la casa, a los hijos y a la cena ¡en cambio en mi solo ve a una exterminadora criada para cazar monstruos! ¿y sabe qué? Estoy orgullosa de ser como soy porque mis padres me criaron para que no me engañaran, para que no me derrumbara por gente como usted… para salir adelante sola"

"¿Tan mal concepto tienes de mi?" – Preguntó quedamente el monje aunque por dentro sentía que se destrozaba.

"No puedo tener un mejor concepto de alguien que pasa la vida cortejando a cuanta mujer bella ve… ¡Atrévase a negarlo! Usted no quiere estar conmigo porque sabe que yo soy distinta ¡Porque es un machista!"

"Puede que tengas razón…" – Sango volvió a abrir aun mas sus ojos, deseaba con todas sus fuerzas que él se levantara y le dijera que no era verdad pero ahora terminaba por desilusionarse. Sintió su cuerpo pesado.

"¿Qué ha dicho?... o sea que lo reconoce" – La muchacha volvió a estallar en llanto, se levantó del tronco, no quería estar cerca de ese ser tan insensible.

"Sango por favor tranquilízate" – Miroku se levantó también para tomarla de los brazos.

"¡Aléjese!" – Se liberó fácilmente. – "Desde hoy en adelante se olvidará de todo lo que ha pasado entre nosotros… si es que cree que pasó algo importante. Ya no quiero que se acerque a mi como antes, prefiero que sea como lo es ahora, prefiero que me ignore porque mi ilusión ya se destruyó" – Sango hizo algo que sorprendió mucho al monje, se quitó sus ropajes y se mostró como una exterminadora, al monje le dolió aun mas porque sabia el significado de esa acción. – "Ante usted soy Sango la exterminadora… nada mas"

"¿Sango? ¿Monje Miroku? ¿Shippou escuchaste eso?"

"¿Escuchar que Ahome?" – El zorrito mágico regresaba desde el lugar opuesto de donde Ahome escuchó un crujir de ramas o algo así.

"Nada" "Debe ser mi imaginación que otra vez vuelve a jugarme bromas" – Pero de todas formas se acercó para estar totalmente segura. Sabia que el ruido se escuchó tras unos arbustos muy altos y densos. Cuando estaba a punto de introducirse Shippou llamó su atención.

"¡Mira Ahí vienen Sango y Miroku!" – la joven se acercó hasta los recién llegados.

"¿Y… como les fue?"

Al contrario de todas las expectativas del monje Sango respondió 'de maravillas' con una sonrisa un poco triste pero convincente. Se arreglaron para continuar con el viaje hasta que Ahome recordó algo importante.

"¿Saben? Esa niña no me secuestró nada mas por la perla… dice que le llegaron ciertos rumores que dicen que lo que llevo dentro no es mas que una reencarnación de Naraku y que me iba a matar por venganza"

"Eso quiere decir que… es probable que tengan razón porque si les llegó ese rumor quiere decir que Naraku de seguro comentó ese plan con alguien antes de morir"

"Bueno, si… pero eso de alguna forma me hizo sentir mal, como que se me acabaron las ilusiones"

"Pero será mejor que termines de tomarte esa pócima para el recuerdo para que estemos completamente seguros" – Recomendó Sango para calmarla, miró de reojo a Miroku.

"Si tal vez sea lo mejor"

"¡Hay! ya vamos que se nos terminará el día" – Chilló Shippou.

Todos asintieron, Sango se fue al lado de Ahome mientras que Miroku al otro lado, Shippou como siempre disfrutó de los brazos de su amiga.

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Buscándola de nuevo ya no esta se fue

Tal vez si usted la ha visto dígale

Que yo siempre la adoré y que nunca la olvidé

Que mi vida es un desierto y muero yo de sed.

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No muy lejos de ahí y para ser específicos, en el mismo lugar donde Ahome estuvo a punto de verificar cayó el hanyou de cabellera blanca casi morado de tanto aguantar la respiración.

"¡Amo InuYasha!" – Myouga saltó en uno de los hombros del híbrido casi matándolo del susto. Inmediatamente él lo tomó y lo aplastó.

"¡Calla! Que nos pueden oír" – InuYasha se acomodó en el pastizal y apoyó su espalda en el tronco de un árbol.

"¿Por qué los esta espiando? Que no debería ir con ellos, a esta hora debería estar yendo a buscar a su adorada Kikyou"

InuYasha suspiró y pasó una de sus manos fuertemente por su cara como si acabara de despertar. Myouga se preocupó.

"¿Le pasa algo malo? ¿Una mala noticia?"

"No… no sé si sea mala…" – Fue la respuesta algo ambigua del hanyou.

"¡Pero cuénteme! Para eso estoy para que se desahogue"

Después de varios minutos en los que el anciano no dejó de mirarlo e InuYasha estaba en una guerra interna ¿decirle o no decirle? No resistió esa mirada estática de… tenia algo.

"Voy a ser papá"

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Y dígale también

Que solo junto a ella puedo respirar

No hay brillo en las estrellas

ya ni el sol me calienta

Y estoy muy solo aquí

No sé adonde fue

Por favor dígale usted

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"Dígale" de David Bisbal.

Notas de TaNiTaLoVe:

Jejeje es bueno que sepan que esta historia está casi terminada y solo estoy viendo los últimos retoques para actualizarla. Ahorita llevo 11 capítulos y espero que sea de unos 13.

¿Qué les pareció? Me encantaron sus comentarios y espero recibir muchos mas, las quiero a todas y me encantaría responder sus dudas y hacer lo que todas quieren y me piden pero no se preocupen que este será un final inesperado y lleno de emotividad…

Como dato especial, una vez que termine esta historia pretendo publicar una nueva, un universo alterno ya que me ha dado mucho con estos y no diré de que de trata para que sea una sorpresa (y no me roben la idea jajaja) pero les comunico que tengo mucha imaginación cuando universos alternos se trata y pretendo que esta sea una historia especial donde se mezcle de todo un poco.

Espero poder leer sus comentarios… un beso para todas ustedes y FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO

(''·.·TaNiTaLoVe·.·'')

19 – Dic - 2005