Disclaimer: InuYasha no me pertenece… que mas quisiera yo que algún día entrara a mi casa y lo encontrara al mitad demonio con orejitas esponjosas y me dijera "te amoooooo"… hay me hago, me hago!
.:No Puedo Recordarlo:.
By: TaNiTaLoVe
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A veces fui…
Un inconsciente y un necio feroz que no escuchaba al hablar.
Hay tantas cosas no te gustaban y a veces también
tuve la suerte de ser mas prudente y de atraer tu atención
Pero me doy cuenta…
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(Capitulo 10)
EL ÚLTIMO ADIOS DE KIKYOU
"¿Quieres pelear conmigo?"
"Ya te dije que quiero que me las pagues"
"¿Y que se supone que debo pagarte?"
El joven no respondió de inmediato, inclinó su cabeza a modo de meditación.
"¿Sabías que InuYasha sin su espada es propenso a convertirse en un monstruo? ¿Que precisamente por ello su padre monstruo se la dejó?"
"¿Y cómo es que tu sabes eso?" – Se sorprendió la sacerdotisa.
"Descúbrelo" – Pronunció roncamente. El chico apretó la perla de Shikon en sus manos y enseguida sufrió un cambio corporal, su cabello se emblanqueció y adoptó una forma muy parecida a InuYasha cuando se deja llevar por su sangre de monstruo.
"No debes usar la perla con fines malignos" – Le advirtió aunque con algo de miedo. Volvió a levantar su arma para defenderse en caso de un ataque.
"Tengo muy claros mis fines ¿tienes claros los tuyos?"
Kikyou quedó estática. Ese fue el momento que aprovechó el joven para atacar, pero cuando estaba a punto de llegar hasta ella fue interceptado por un pergamino que actuó como escudo para proteger a la sacerdotisa. El chico fue lanzado unos metros pero cayó de pie.
La anciana Kaede suspiraba aliviada.
"¿Quién te crees que eres para hablarme de esa manera? ¡Tu no me conoces!" – Reaccionó con desesperación y los ojos empapados en lagrimas.
"No… no te conozco pero si soy alguien para reclamar el daño que has hecho"
"Quien eres… ¿Por qué te pareces a InuYasha?" – La voz de la sacerdotisa ahora se quebraba por el miedo ¿Por qué ese chico la hacia sentir mal?
"Vamos, tu lo tienes, sabes quien soy" – El joven ahora reía divertido mientras que la sacerdotisa estaba sumamente perturbada.
"Si… tienes razón… para que estés actuando de esa manera debo haberte hecho algo muy malo" – Kikyou soltó su arma y caminó hasta el joven. – "No voy a atacarte" – Al instante el joven vuelve a su apariencia natural. – "Así que vienes del futuro ¿hace cuanto tiempo que se conocen con Ahome?"
"Mmmm… En esa época solo unas semanas…"
"Ya veo" – Ella seguía acercándose hasta que quedó cara a cara con su contrincante. – "Dios el parecido es increíble… pero él me mira con odio" – El chico dio un paso hacia atrás. Al parecer sospechaba la intención de aquella mujer.
"¡Kikyou ten cuidado!" – Pero ella no le hizo caso a la suplica de su hermana Kaede, solo lo miró a los ojos dispuesta a enterarse de su pasado…
"…Eres un niño lleno de resentimiento…"
Al hacer contacto con la piel del joven, la sacerdotisa se hundió en un remolino de recuerdos.
'Nació en una familia muy modesta dueña de un templo…' - Kikyou fue trasladada a un lugar extrañamente familiar, caminó por los jardines de la casa hasta que algo llamó su atención. – 'Ese árbol… ese árbol yo lo conozco' – Se dirigió hasta él pero antes de tocarlo otra cosa llamó su atención.
"Ahome ¿se lo dirás a InuYasha?"
'¿Ahome?' – ¿había escuchado bien? ¿Por qué Ahome tendría que estar en el recuerdo del muchacho? Kikyou se acercó hasta la terraza de la casa y vio que ahí paseaban una joven cargando a un bebé y una mujer.
"No mamá… es mejor dejar las cosas como están"
"Algún día el pequeño tendrá que saber"
Kikyou se acercó hasta que pisó la terraza profundamente curiosa por saber de qué estaban hablando y por qué Ahome estaba en los recuerdos inconscientes del chico. Apresuró el paso hasta que las alcanzó, al ver al pequeño fue tal su sorpresa que casi vuelve a la realidad. – 'No puede ser… es el muchacho, el chico que acompaña a Ahome ¿Por qué?'
"¿Qué pasa Mamoru? ¿Tienes hambre bebé?" – El niño abre unos enormes ojos dorados.
"¿Quién lo diría? Tan parecido a InuYasha…"
Kikyou se estremeció, sintió un poderoso mareo y cuando abrió los ojos las mujeres y el pequeño no estaban. De los cerezos caían pétalos bañando el suelo de un color rosa. Ahora sentados en el borde de la terraza estaban un chico de unos cuatro años con su madre.
"¿Y que pasó con InuYasha?"
"Bueno ambos tuvieron que prender a soportarse pues Ahome necesitaba a alguien que la protegiera y que pudiera rescatar los fragmentos e InuYasha necesitaba a alguien que lo guiara y como ella podía sentir y ver los fragmentos a mucha distancia eran el complemento perfecto"
"Pero aun así él intentó matarla"
"Bueno, solo al principio pero gracias a la ayuda del conjuro del collar de perlas negras que la anciana Kaede le colocó al InuYasha él no le podía hacer daño porque cada vez que ella decía '¡abajo!' InuYasha se clavaba en el piso"
"Jahahahaha"
Kikyou cerró los ojos casi no pudiendo soportar la situación y al abrirlos de nuevo se encontró en el mismo lugar con un chico de unos seis años.
"El abuelo esta muy enfermo ¿se va a morir?" - Su madre se sienta a su lado muy triste pero simulando estar bien.
"No digas esas cosas, el abuelo se va a mejorar"
"Eso espero… mami, si el abuelo es el papá de la abuela ¿Dónde esta el abuelo?"
"¿Mi papá?… bueno él murió hace mucho tiempo, cuando yo era muy niña"
"¿Y mi papá también?" – Kikyou notó como Ahome tembló.
"Tu papá… nunca habías preguntado por él" – El niño se entristece al ver que su madre se va sin responderle.
'Ahora que su abuelo esta muy enfermo a Mamoru le afloró la necesidad de saber sobre su origen ¿sería que el abuelo era la única imagen paterna que él tiene? Y Ahome no le quiere decir la verdad ¿Por qué?' - Ahora el escenario vuelve a cambiar y Kikyou se encuentra dentro de la casa viendo una pelea entre Ahome y un adolescente.
"¡Sota!"
"¡¿Qué quieres!" – El joven se detiene antes de llegar a la puerta.
"No debes irte ¿Quién cuidará de…?"
"Ese no es mi problema" – El joven se voltea para encarar a la mujer.
"Sabes que yo trabajo y no puedo hacerme cargo de él por las tardes, necesito tu ayuda ahora…" – Pero Ahome fue interrumpida por Sota.
"¿Entonces para qué lo tuviste? Mejor dile a su padre que se haga responsable porque yo también tengo una vida" – Seguido de eso se va dando un portazo que estremece toda la casa.
Ahome se dejó caer de rodillas.
"Justo ahora" – Susurró.
"Mamá, si quieres yo me puedo cuidar solo" – Un niño de unos ocho años aparece por el umbral del pasillo, ahora tiene el cabello gris y sus orejas son puntiagudas al igual que sus colmillos y garras.
"¿Estabas escuchando?" – Se sorprende y se limpia rápido las lagrimas. – "Sé que te puedes cuidar solo pero… hoy necesito que alguien se quede contigo"
"¿Es por mi enfermedad?" – El niño se entristece.
'Ya veo, el niño sufre ciertas transformaciones por tener sangre de monstruo… pobre de él que tiene que vivir con ese calvario' – Kikyou recordó el tiempo en que InuYasha le contó todo lo que tuvo que sufrir por ser un híbrido entre hombres.
"Mami ¿Por qué tío Sota dijo que fueras a buscar a papá? El esta muerto ¿cierto?" – El niño la miró inquisidoramente.
"Nunca te dije que estuviera muerto… No está muerto pero está muy lejos de aquí… yo me quedaré contigo"
"¿Y mi papá es como InuYasha?" - Kikyou nota la sorpresa en el rostro de Ahome.
"S-si, es como él"
"¿Cuándo lo vamos a ir a buscar para que me conozca y pueda decirles a mis compañeros que si tengo papá?"
"Pero si tienes papá, es solo que… está muy lejos y… ya no sé donde vive"
Kikyou se entristeció tanto al ver esa escena que hubiera dado cualquier cosa por entrar y decirle al niño que su papá esta vivo y que lo quiere conocer… por otra parte un deseo enorme por abofetear a Ahome creció en ella – '¿Por qué siempre tiene que ser tan considerada? Siempre pensó en los demás antes que en ella pero le está acarreando ese mismo dolor a su hijo'.
La escena volvió a cambiar, ahora estaban en la cocina.
"Gracias mi amor" – Ahome sostiene temblorosa y a punto de llorar una tarjeta que dice 'Feliz día Papá'
"Ahora comprendo lo mucho que has hecho por mi, has sido mi mamá y papá y cuando sea grande quiero ser igual de esforzado como lo eres tu"
"Claro que lo serás amor"
"¿Ya te vas al trabajo?"
"Si, pero hoy volveré mas temprano" – La mujer le regala una sonrisa entre lagrimas y guarda esa tarjeta en la cartera.
La escena vuelve a cambiar y ahora Mamoru (de doce años aparentemente) esta en una escuela de artes marciales. Es el mejor de la clase aunque sea uno de los más bajitos y mas jóvenes. El sensei lo felicita y le dice que su madre lo esta esperando afuera. El niño corre feliz hasta la entrada.
"Mamá que bueno que viniste ¿viste como le gané a ese veterano?"
"Si, lo vi y estoy orgullosa de que puedas canalizar tu fuerza y espero que no le hagas daño a nadie por diversión"
"No mama, el sensei me ha enseñado muchísimo sobre la disciplina" – El chico se detiene y su mamá también – "¿Sabes? En la escuela nos están enseñando la historia antigua y hablaron de la famosa perla de Shikon y de la guerra entre los monstruos y humanos por intentar poseerla"
Kikyou nota que Ahome se pone algo nerviosa.
"Que bueno que te enseñen esas cosas"
"Si y también habla de un grupo de viajeros que tratan de reunir los fragmentos de esa perla dispersos por toda la región ¿Qué te parece? Es muy parecido a las historias que me cuentas por las noches"
"Ohh me pillaste. Si, de ahí saqué la historia" – Ahome se rió con nerviosismo.
"Pero no te preocupes mamá, me gusta mas como tu me cuentas que como enseñan en la escuela"
"Me alegro aunque prefiero que a la hora de los exámenes tomes en cuenta lo que te enseñan en clases"
"Claro que si"
Ahora Kikyou es trasladada rápidamente por otros recuerdos más crudos de su vida adolescente. – 'Ha tenido cambios bruscos de temperamento los que han ocasionado que lo expulsen de las escuelas… su madre intenta calmarlo pero su conducta es muy bipolar, pasa por profundas depresiones al verse solo ya que su madre y abuela trabajan y Sota se dedica a su vida. Está solo y eso lo hace pensar demasiado'.
Kikyou ahora está en un establecimiento educacional muy cerca de donde Mamoru comiera a sentirse mal. Está con su novia.
"¡Eres un monstruo!" – Grita una joven muy hermosa al ver como al chico sufre una transformación anormal.
"N-no no soy ningún monstruo ¡No soy ningún monstruo!" – Mientras que su cabello seguía aclarándose y sus orejas y colmillos se volvían puntiagudos.
'En la segundaria se ha esparcido el rumor que él es un chico muy extraño y que de vez en cuando afloran incontrolables conductas agresivas hacia los demás'. - Un grupo de estudiantes abusivos están golpeándolo y pateándolo en un rincón alejado de la vista de los maestros.
"¿Qué es un monstruo? Aquí lo único que veo es una gallina" – Dice un chico robusto pateándolo.
Mamoru se ve muy lastimado, aunque intenta defenderse está muy cansado y deprimido como para sostener una lucha por lo que los abusivos siguen golpeándolo.
"¿Te crees una bestia? Jajajaja" – Los demás siguen pateándolo en el suelo.
De pronto el joven se levanta completamente repuesto como si nunca le hubiesen dado una paliza y los comienza a golpear con una brutalidad que atrajo a todos los demás estudiantes de la segundaria y a los maestros.
Kikyou es trasladada a la rectoría.
"Usted comprenderá Sra. Higurashi que no puedo dejar pasar un comportamiento similar. Su hijo se ha caracterizado por tener cambios de actitud sumamente extraños… le recomiendo que lo lleve con un psicólogo" – La mujer solo mira a su hijo que tiene magulladuras en el rostro y su ropa rasgada con comprensión mientras que recibía la expulsión del establecimiento.
Kikyou camina hacia atrás dispuesta a irse, ya tenía muchas cosas claras. Pero algo hizo que volteara y cuando lo hizo estaba ahora oscuro. Ahora el joven tiene dieciséis años y muy silenciosamente baja la escalera para escuchar una conversación en el salón entre su madre y su abuela.
"Sinceramente ya es algo que no podemos seguir ocultando, últimamente me ha hecho preguntas con respecto a su padre o ha encontrado algunos objetos en tu habitación" – Mencionó la abuela.
"Lo sé mamá ¿pero qué le puedo decir? ¿Que su padre está quinientos años en el pasado y que es una bestia?"
"No mi amor… no de esa manera. Tu hijo es una persona comprensiva, de seguro podrá comprender que ustedes terminaron mal y que su padre no sabe que existe"
"No sé" – Ahome bajó el rostro tratando de encontrar alguna razón para negarse.
"Ahome, el es un chico muy perceptivo y pasaste toda su infancia contándole las historias del pasado… él ya sabe muchas cosas ¿Por qué no le cuentas que tu ayudaste a salvar la perla de Shikon en el pasado y salvaste el futuro?"
"Porque seguramente querrá conocerlo" – Finalmente dijo lo que tanto le aquejaba.
"¿Y que hay de malo en eso? Tienes la perla de Shikon en tus manos, es solo cuestión de decidirte y listo"
"En diecisiete años pasan muchas cosas, probablemente está muerto o… haya formado su propia familia al lado de Kikyou" – Kikyou se sintió mal al escuchar ese comentario.
"Mira, si yo hubiese sido tan pesimista como lo eres tú hija, jamás te hubiese dejado ir al pasado a ayudarlos pero yo sé cuando el destino llama y si no lo haces tú… entonces mas adelante será demasiado tarde"
"¿Qué hay de malo con que yo lo críe?"
"Eso no tiene nada de malo pero tampoco es justo que InuYasha no sepa que tiene un hijo"
"Te equivocas, él prefirió estar con Kikyou y a mi me envió a esta época de la manera mas cruel… InuYasha creyó que no me daría cuenta de lo que me hizo… creyó que esa pócima me haría olvidar para siempre, sé muy bien que él no quiere saber de mi y menos de un hijo"
"Pero no abusó de ti"
"Sé que no… pero aun así tengo ese resentimiento. Lo planeó todo para no tener que sentirse culpable… según él yo estoy aquí tranquila llevando una vida normal"
"Insisto que si la perla volvió a ti es por alguna razón importante, tal vez se dio cuenta que cometió un error"
'La perla llegó hasta Ahome ¿hace cuanto tiempo que la tiene? Y si la tiene ¿Por qué no ha llevado a su hijo a conocer a InuYasha? Esto está mas que claro… todos tenemos un grado de culpa en esta historia y el único muro que impide que ellos estén juntos sin remordimientos… soy yo'.
La imagen vuelve a cambiar pero aun así todo sigue oscuro. El joven se introduce en la habitación de su madre. Siempre se sentía extraño al entrar ahí, era esa atmósfera llena de paz, fresca como la brisa. Su madre dormía pero él desde hace mucho tiempo que no podía conciliar el sueño. Tenía una inquietud.
De pronto vio un brillo que provenía del escritorio de su madre y con mucha cautela se acercó descubriendo un pequeño cofre. Lo abrió y al hacerlo el brillo inundó la habitación causando que su madre despertara. Mamoru arrancó, bajó por las escaleras seguido por su madre.
"¡Mamoru no debes tocar eso!" – El chico llegó hasta el poso devora huesos.
"¡Me mentiste, me dijiste que mi papá estaba perdido!" – Estaba muy dolido y al borde de la desesperación. De todos los seres en el mundo nunca creyó que su madre pudiera hacerle algo así.
"Y lo está"
"¡Él no sabe que existo y me ocultaste la única manera de conocerlo todo para que tú no lo tengas que ver!" – Estaba completamente decidido, se subió hasta el borde del poso.
"No… ¡Mamoru no lo hagas!"
"Siempre te lo he dicho y siempre te lo diré gracias por hacerte cargo de mi y ser mi padre y madre… pero para mi siempre será importante saber porque él no esta aquí conmigo"
"¡Yo te lo diré! No lo hagas" – El chico negó con la cabeza.
"Quiero saber la verdad de una vez y por todas" - La perla volvió a brillar en las manos del joven y este se lanzó por el poso devora huesos.
'Desde entonces la vida de ese joven cambió, de alguna manera se sintió feliz por saber que todas las historias que le contaban cuando niño fueron verdaderas y se sintió muy orgulloso de saber que su mamá fue una heroína ¿pero como poder creer que su padre pudiera ser tan desconsiderado si su madre lo describía como una persona tan buena y valiente? ¿Cómo poder creer que la mandó de vuelta al futuro de esa manera solo para facilitar la situación de tener que elegir? No podía hacer sido tan cobarde ¿o si? Tenia que saber la verdad y la mejor forma era enterarse por fuentes cercanas'.
'Fue así como llegó diecisiete años atrás antes que todo el calvario ocurriera… o por lo menos lo suficientemente temprano para poder hacer algo o cambiar su futuro'.
'Encontró a Ahome tan mal que quiso ayudarla, lo primero que hizo fue salvarla de un accidente que podría haberle provocado la perdida de su bebé en el futuro, luego la salvó de una marca que hasta el día de hoy en el futuro aun tenia en el brazo cuando quiso quitarse la vida con una navaja. Ahora solo faltaba hacerle llegar la perla de Shikon y obligarla a ir al pasado a reclamar sus derechos'.
Así comenzó la aventura de Mamoru en el sengoku…
Para cuando Kikyou abrió los ojos y volvió a la realidad estaba abrazada del muchacho, este tenía los ojos cerrados. Lo recostó ahí mismo mientras que ella solo se quedó de rodillas a su lado.
"Así que por eso viniste… querías entender como un hombre tan heroico pudo deshacerse de la persona mas importante para él después de pasar tanto tiempo juntos… viniste hacia acá con el animo de encontrarme pues me echaste toda la culpa de las malas decisiones de InuYasha, querías que me apartara de ellos para… para que tu futuro sea distinto. Aun no entiendo cómo Ahome con el tiempo pudo volverse tan cobarde pero debo entender que lo que le hizo InuYasha no fue algo de menor importancia, fue un acto vil ¿tanto odio puedo engendrar en las personas?"
"Hermana ¿te encuentras bien?"
"Kaede mira todo el daño que he hecho" – Le mostró al joven quien dormía placidamente.
"No es tu culpa Kikyou"
"No, te equivocas, yo me empeñé en seguir en este mundo cuando mi tiempo había pasado… de seguro si no hubiera vuelto la guerra con Naraku habría terminado hace mucho tiempo, pero yo llegué con el deseo de vengarme y descargué todo mi odio y frustración hacia Ahome… siendo que ella tuvo la buena fe de reparar su error y encontrar los fragmentos de una perla que accidentalmente ella destruyó… la hice sufrir y le refregué la culpa en la cara cada vez que InuYasha estuvo en peligro… obstinada en seguir en este mundo para acabar yo misma con Naraku. Reconozco que ayudé muchas veces a Ahome cuando estaba en problemas pero también debo admitir que ella me ayudó mucho mas pues me hizo comprender que con el odio no se lleva a nada, me hizo abrir los ojos y darme cuenta que solo fuimos marionetas controladas por Naraku y finalmente pude perdonarlo y perdonarme a mi misma"
"Pero no pediste volver"
"¿No te das cuenta? Volví solo porque mi odio me mantuvo aquí… volví por las razones equivocadas. Y cuando al fin me quise ir, de nuevo estaba aquí… Lo bueno se vuelve malo, lo malo se vuelve bueno… Todo lo que nace muere y lo que muere renace… ¿no lo entiendes? Todo lo que no pude ser lo veo proyectado en Ahome y en vez de comprender eso la vi como mi enemigo, en vez de darle una oportunidad la sentencié a sufrir por amor. Somos las mismas almas, el mismo corazón el mismo amor… pero distintos destinos"
"¿Qué haces?" – Preguntó Kaede al ver que Kikyou se levantaba.
"Voy a hacer lo que desde un principio debí hacer" – Tomó la perla de Shikón, caminó hasta donde dejó su arma y la tomó – "Gracias por lo que has hecho por mi Kaede, nunca lo olvidaré"
De los ojos de la anciana cayeron lágrimas y solo con un ambiguo gesto de despedida Kikyou se marchó.
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Yo sé que si hoy puedo cambiar por amor
debo empezar por aceptarme como soy
Y es por mi que quiero ser mejor para ti.
Si estoy mal, si hoy yo que no dejara de sufrir
Y es así que aunque vuelva a caer en el mismo lugar me podría levantar…
Caminar junto a ti
Defenderte a morir
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"¡¿Hasta cuando va a estar ahí!" – Exclamó furiosa Sango.
"Hasta que comprendas que nos dijeron que nos quedáramos en el mismo lugar" – Le respondió quedamente.
"Usted no es nadie para hablarme de esa manera ¿se olvida que no somos nada?"
"Por supuesto que no se me olvida que eres una jovencita muy terca que solo ve lo que quiere ver"
"¡Que ha dicho!"
"Lo que escuchaste Sango" – Sango ahora estaba indignada.
"Hágase a un lado"
"No"
"Entonces lo derribaré porque prefiero estar en cualquier lugar menos con usted"
"Pues te comunico que no te desharás de mi tan fácilmente" – Sango ahora estaba mas que sorprendida por esa actitud del monje, juraría que en otro tiempo la hubiese dejado ir.
"Se lo advertí" – Sango se lanzó contra el monje aunque no le gustaba la idea de pelear con él.
Sango iba directo a darle un puñetazo creyendo que con eso el monje se asustaría y se haría a un lado pero se sorprendió pues él recibió el golpe sin chistar. Sango quedó estática muy sorprendida pero reaccionó tarde para darle el otro pues Miroku esta vez le sostuvo la mano con fuerza y se la dobló. La muchacha en un movimiento espectacular le dio una patada que lo derribó. Cuando ella vio el camino libre se dispuso a seguir pero él la tomó de un pie y la derribó también. Rodaron por el pasto aun peleando cuerpo a cuerpo respondiéndose mutuamente cada golpe.
"¿Estas contenta ahora?"
"¡Poco hombre!"
"¿A si? ¡Poca mujer!" – Sango quedó sobre él y le propinó muchos golpes en el rostro que Miroku resistió. él deslizó su mano hasta el trasero de ella y lo agarró fuertemente cosa que descolocó a Sango. Miroku aprovechó de voltearse.
De los ojos de Sango salían lágrimas de dolor.
"Dos pueden jugar el mismo juego" – Y ella hizo lo propio con el monje causando que este se sorprendiera. Sango volvió a bolearse. – "¿Cree que puede aprovecharse de la situación para tocarme?" – Volvió a golpearlo donde pudo, pero un golpe en su costado la hizo caer y retorcerse de dolor.
"Te estas pasando" – Miroku aparentó estar enojado pero de vez en cuando se le salía la risa lo que hacia que ella perdiera la cabeza de rabia.
"¡Y usted se ha pasado miles de veces!" – Sango ahora estaba furiosa.
Sango se puso de pie como pudo pero sin que ella lo pudiera evitar fue envestida por Miroku.
"Crees que eres fuerte sin embargo solo eres una gatita rabiosa" – Y la selló con un beso.
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A veces fui…
Un dictador y un tirano incapaz de preguntar como estas
Hay tantas cosas que a ti te frustraron y a veces también
tuve detalles que nunca olvidaste y que te hicieron un bien
Y ahora recuerdo…
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Después de que Kohaku le contara lo mismo que Mamoru le contó a él la anciana Kaede quedó muy pensativa.
"Es curioso que lo menciones, y tienes razón" – Kaede observó el cabello grisáceo del chico y sus orejas que ahora eran puntiagudas al igual que las unas de sus manos y pies.
"Si" – Kohaku estaba asombrado por el cambio físico que trascurrió en los últimos minutos.
"De seguro es un cambio que ocurre de vez en cuando… tal vez a cualquier hora del día"
En ese momento el chico comienza a levantarse sosteniendo su cabeza entre las manos. Kaede se alejó un poco e interpuso un pergamino por sea caso el chico tuviera intenciones de hacerle daño.
"¿Estas bien?" – Kohaku se acercó junto con Kirara para ayudarlo a incorporarse.
"¿Donde esta Kikyou?" – Miró hacia todos lados pero ella no estaba.
"Se fue" – Dijo recelosamente la anciana.
"¿Y la perla?" – El chico se revisó en todas partes preocupado.
"Se la llevó" – Le informó Kohaku.
"¡Rayos!" – Se maldijo ¿Ahora que le iba a decir a Ahome?
Recordó aquel sueño que tuvo donde recorrió todos los pasajes mentales de Kikyou, seguramente ella hizo lo mismo con su mente. Recorrió etapas de niñez de Kikyou y cuando conoció a InuYasha… también vio a Onigumo antes de ser Naraku… lo felices que fueron Kikyou e InuYasha antes que Naraku los engañara haciéndoles ser enemigos mutuos. También la vio morir y revivir cincuenta años después y pudo compartir el deseo de venganza…
En conclusión, se sintió mal por juzgarla sin conocerla previamente. Ignoró su sufrimiento y ahora que lo comprendió ella ya no estaba ¿Cuánto tiempo había pasado?
La Luna estaba en su punto máximo.
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Yo sé que si hoy puedo cambiar por amor
debo empezar por aceptarme como soy
y es por mi que quiero ser mejor para ti
Si estoy mal, si hoy yo que no dejara de sufrir
Y es así que aunque vuelva a caer en el mismo lugar me podría levantar…
Caminar junto a ti
Defenderte a morir
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Sango cayó en el embrujo de aquel beso y después de un rato se separaron, ella estaba sonrojadísima. El monje se puso de pie sin decir palabra y le ofreció la mano a ella para que hiciera lo mismo. Miroku se sacudió la ropa sin siquiera mirarla cosa que disgustó a Sango pero antes de poder decir cualquier cosa…
"¡Si! Aunque eres poco femenina cumples con los requisitos… además eres mas interesante que cualquier otra joven" – Sango quedó profundamente descolocada pero la mano audaz de el monje en su nalga la sacó de sus pensamientos.
"Si, que considerado" – Respondió entre dientes al tiempo que le daba un feroz puñetazo por atrevido.
Poco después de ese suceso en el que Sango terminó indignada y Miroku muy feliz llegó Shippou con la caballería.
"¡Demonios! ¿No habían quedado en lanzar una bengala?" – El kitzune estaba al borde de la histeria.
Sango no respondió, solo se subió a la bestia. En tanto Miroku se subió a la suya con la sonrisa a flor de piel.
"Oigan ¿Pero que les pasó a los dos?" – Preguntó al verlos con rasguños y moretones algunos aun ensangrentados en el caso del monje. Pero el pobre kitzune no recibió respuesta.
"¿Y que pasó con el anciano Myouga?" – Preguntó Miroku antes de emprender el viaje.
"Volvió a huir ¬¬"
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Yo sé que si hoy puedo cambiar por amor
Empezar…
Debo empezar por aceptarme como soy
Y es por mí…
Y es por mí que quiero ser mejor para ti
Si estoy mal…
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"Estamos llegando" – Informó InuYasha.
"Lo sé" "Algo sucede porque la perla de Shikon no está ahí"
InuYasha detuvo la marcha. Su corazón latía rápidamente, le daba miedo llegar a ese lugar y tener que encontrarse con Kikyou y el muchacho. Por su parte Ahome solo estaba concentrada en saber lo que pasaba.
"¡Ahí están!" – Cuando llegaron al lugar vieron solo tres siluetas.
Ahome corrió hasta Mamoru pero antes de llegar todos sintieron una poderosa esencia. Frente a Ahome apareció la figura fantasmal de Kikyou, transparente y de apariencia acuosa.
"…Lo bueno se vuelve malo, lo malo se vuelve bueno… todo lo que nace muere y lo que muere renace…" – De entre las manos de la sacerdotisa apareció la perla de Shikon y esta fue flotando lentamente hasta las manos de Ahome. – "…No voy a dejar que cometas el mas grande error de tu vida y de la vida de todos…" – Mamoru bajó la cabeza avergonzado.
"Kikyou…" – Pronunció InuYasha sabiendo lo que esa figura significaba.
"…InuYasha ahora es tú responsabilidad recuperar lo que perdiste…" – Aunque Kikyou lo mirara con reproche sabia que se sentía feliz de emprender el viaje ancestral.
Solo hasta entonces Ahome se percató del cambio de apariencia de Mamoru.
"Kikyou… siento juzgarte de esa manera, no te conocía y te vi culpable de mis desgracias… ahora sé que todos tenemos en parte la culpa y es nuestro deber hacer las cosas bien… por el bien del futuro" – Kikyou solo le dedicó una sonrisa.
"…Mi mas grande deseo se cumplió ¿Harás realidad el tuyo Ahome?..." – Sin previo aviso Kikyou desaparece antes que Ahome pudiera responder.
Ahora estaban los tres cara a cara InuYasha al lado de Ahome -quien estaba vestida con la yukata roja de InuYasha acomodada de la mima manera que cuando lucharon con el ermitaño- y frente a ellos Mamoru.
"¿Es verdad…?" – Aunque Ahome ya sabia desde que llegó que era verdad. Mamoru dio unos pasos al frente dejándose ver bien. Ahome se asustó mucho mas al ver el cambio de aspecto.
"Vine a… descubrir por qué crecí sin un padre" – El muchacho miró a InuYasha quien se sintió profundamente avergonzado. Luego miró a Ahome y esta bajó la cabeza. – "No es que me haya hecho falta uno, no fue indispensable ya que con mi madre tuve todo lo que podría desear. Pero también había mucho de mi que no entendía ¿Por qué me tenia que transformar? ¿Por qué mi mamá a veces lloraba al verme?" – Contempló sus garras.
"Seguramente en ti vio la copia exacta de InuYasha" – Le respondió Ahome igual de triste y es que ella en una situación similar probablemente hubiera hecho lo mismo.
"Tal vez… ahora sea mejor pensar" – Interrumpió InuYasha.
"¡Claro para eso si piensas! Pero para dejar a mi mamá con un crío no necesitaste tiempo" – Le reprochó indignado Mamoru ya que hace tiempo tenia esa rabia contenida.
"¡Que has dicho! Pues para tener un hijo como tú preferiría quedarme aquí" – Si pensaba ofenderlo se equivocó.
"Pues si tanto te crees mejor ¿Por qué no me educaste? ¡Ahora asume!" –
Pero la única que terminó ofendida fue Ahome.
"Abajo ¡Abajo! ABAJO" – InuYasha quedó enterrado – "¡Pues si prefieres quedarte hazlo!"
Ahome se marchó. Para cuando InuYasha pudo levantarse tenia al joven Mamoru muy cerca suyo en cuclillas mirándolo despectivamente.
"No puedo creer que seas mi padre"
"¡Calla mocoso!" – Intentó agarrarlo pero se escuchó de la lejanía un '¡Abajo!' y volvió a comer tierra.
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Si estoy mal, si hoy yo que no dejara de sufrir
Y es así…
Y es así que aunque vuelva a caer en el mismo lugar me podría levantar
Caminar junto a ti
Defenderte a morir
A veces fui.
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"A veces fui" Aleks Syntek
Notas de TaNiTaLoVe
Hola! Finalmente actualicé esta historia… pronto viene el final y espero que les haya gustado. Me alegro mucho por haber recibido sus comentarios y de gente nueva que recientemente ha leído mi historia realmente me siento feliz por esta historia… aunque no se si haga una nueva ya que hasta el momento tengo muchas por toda la Web. Pero si ustedes me apoyan estoy segura que se me recargaran las baterías .
Ya tengo algo escrito y se trata mas o menos de policías y ladrones ¿Qué les parece? Y su nombre es "Mi Perfecto Bandido". Humor, inocencia, mucho romance y muchas aventuras, aparte de una apuesta entre Ahome, Sango y Rin. Jejeje
Bueno ahora me despido reiterando mis agradecimientos a los lectores que me mandan comentarios ¿y a los que no? Pues ¿qué esperan?
(''·.·TaNiTaLoVe·.·'')
07 – Feb - 2006
