Consecuencias.

Capitulo 6.

El día 24 de diciembre Severus se fue desde muy temprano y solo llego con el gusto tiempo para acompañar a Hermione a casa de sus padres para celebrar navidad, desde que llego lo había notado muy distante pero aun así no dijo nada, partieron a casa de sus padres alrededor de las 8 en donde ya se escuchaba un gran alboroto adentro, varios compañeros de trabajo de sus padres, uno que otro vecino y uno que otro colado, Severus por su parte se estuvo lo mas alejado que pudo de la fiesta, y maldiciendo a quien se le acercara, esto ya le estaba empezando a preocupar a la chica y cuando la fiesta termino y ambos regresaron a casa, Severus no cambio de actitud, y cuando quiso hablarle solo se alejo diciendo que le dolía la cabeza y se fue a dormir, aunque realmente no durmió nada y cuando logro conciliar el sueño la voz de Hermione lo despertó.

-¡Severus, Severus, despierta es navidad, vamos a abrir los regalos!- dijo emocionada cual niña de cinco años, era increíble que a pesar de ser tan responsable y educada y sobre todo madura se comportara como toda una chiquilla cuando de regalos se trataba.

-Toma- dijo empujándole una pila de regalos, estos son tuyo- dijo.

-¿Míos?

-Si uno es de Harry, otro de Ron, de Ginny de la familia Weasley del director y las otras personas no se quien sean- Severus se acerco en unos paquetes estaban los nombre de viejos amigos suyos que como era costumbre le enviaban algún obsequio pero no se esperaba que en ellos estuvieran los amigos de Hermione, por su parte ella estaba demasiado ocupada abriendo los obsequios unos para ella y otros para su bebe no nacido, cuando abrió el obsequio de Hank esperando que fuera algún libro pequeño se encontró con una caja que adentro contenía un hermoso juego de perlas genuinas.

-¿Quién te envió eso?- pregunto molesto.

-Hank, un compañero de trabajo- dijo aun observando el juego de perlas.

-Se ve que le gustas- dijo con voz demasiado amable al parecer de la chica, además de que un inusual brillo resplandeció en sus ojos.

-Si- dijo con un deje de tristeza- creí que ya le había dejado las cosas en claro, creo que se las tendré que devolver, no es correcto que yo me las quede- y las dejo aun lado, ahora abriendo en regalo de Ginny.

-No vas a abrir los tuyos-cuestiono, después de un rato, cuando hubo terminado con los suyos.

-Mas tarde- dijo una vez que ella termino con los suyos.

-Por lo menos abre este- le dijo entregándole un paquete que el no recordaba que estuviera allí.

-¿De quien es?- pregunto al ver que no decía ningún nombre.

-Mió- dijo con timidez- ábrelo- se notaba que estaba ansiosa, con cuidado Severus retiro la envoltura roja para encontrarse con una caja, al levantar la caja un papel verde rodeaba un objeto circular, al retirar el papel se encontró con el escudo de su casa plasmado en la tapa de lo que era evidentemente la tapa de un reloj, Severus lo saco observando la belleza de aquella pieza y tambien pudo notar su nombre grabado en letra cursiva.

-¿Te gusta?

-Es hermoso, gracias.

-Ábrelo- le dijo y acercándose hasta el tomo el reloj- mira aquí puedes colocar la foto que quieras- dijo, Severus la observo, la alegría plasmada en el rostro de la chica y la confianza que nadie mas le tenia, tomando el reloj, lo volvió a guardar en la caja, y ahí sentado en el sillón saco una pequeña caja del bolsillo y mostró su contenido a Hermione.

-Llevamos tres meses conviviendo juntos, esperamos un hijo y quería preguntarte si… Hermione Jane Granger ¿Te gustaría casarte conmigo?- Hermione lo oyó pero no lo podía creer lo había estado esperando, lo había deseado pero había algo que no encajaba allí, así que cerrando la cajita se dirigió a Severus quien se maldecía por haberse atrevido a caer tan bajo, e iba a retractarse alejando que todo era una broma sin importar si la lastimaba en el proceso porque el ya estaba lastimado.

-Me has dado razones para casarme contigo una igual de validas que las otras, ahora es mi turno preguntarte -¿Me pides que me case porque me quieres o porque crees que es lo correcto?- pregunto mientras su corazón latía mas rápido a cada segundo, le hubiera preguntado si la amaba pero sabia que era demasiado pedir.

-Te quiero- confeso casi en un susurro, pero no la quería la amaba, no supo en que momento el sentimiento de deseo se convirtió en cariño y luego amor.

-En ese caso, acepto- dijo lanzándose sobre el, quedando en una posición algo incomoda debido al tamaño de su barriga, una vez que se separaron, Severus tomo su mano y deposito un fino anillo de oro con un diamante en medio.

-Vamos tenemos que ir a casa de mis padres- le dijo aunque se sentía muy cómoda acostada junto a el.

-Es necesario- dijo con los ojos cerrados.

-Si, además tenemos que comernos las sobras.

-¿En verdad crees que sobro algo?

-No, pero aun así tengo que darle sus regalos.

-Bien, pero esperemos un poco mas.

Como había prometido Hermione, los fue a visitar, su madre, ella fue la primera en notar en anillo que su hija tenia puesto y casi volvió a armar una fiesta, su padre la felicito a ella y a Severus, el día prácticamente se lo pasaron con ellos pero cuando llegaron al apartamento Harry, Ron y Ginny se encontraban afuera esperándolos y como de suponerse la pelirroja fue la primera en notar el anillo y de ahí vinieron una y mil preguntas.

-Desde ¿Estas segura? Hasta Felicidades.

-Ambos recibieron felicitaciones unas mas efusivas que otras pero eso no les importo en lo absoluto.

Y en enero Severus recibió otra sorpresa una fiesta en donde viejos amigos estaban reunidos a los que no veía desde hace años.

-¿Cómo los localizaste?

-Ya vez tengo contactos.

-Ya me di cuenta.

-Severus querido- dijo una bruja mas o menos de su edad con un ajustado escote irradiando sensualidad.

-Raichel- dijo con una sonrisa genuina.

-Oh, no sabes que gusto me da verte, hace años que no teníamos la oportunidad de juntarnos, pero cuando recibí la invitación no dude ni un momento en aceptar.

-Me alegro.

-¿Por cierto quien ofreció esta fiesta? Porque estoy segura que tu no.

-No te equivocas, Raichel, ella es Hermione Granger, mi prometida- fue esa simple palabra suficiente para que la bruja le pusiera cara de fushi a la chica y prácticamente en ningún momento se despegara de el y tuvo el descaro de colgársele del brazo como si ella fuera algo y para colmo Severus no hacia nada al respecto, fue Ginny la que impido que le saltara encima, Ron estaba demasiado entretenido hablando con el entrenador de su equipo favorito, increíble que Snape fuera amigo del tipo y Harry era asediado por dos brujas mayores que el con miles de preguntas, en esa ocasión fue Hermione quien impidió que se lanzara sobre las dos brujas en resumen Ron se la paso asechando al entrenador, Harry rodeado de gente y Hermione y Ginny aburridísimas y a pesar de que varios caballeros las invitaron a bailar prefirieron vigilar a sus parejas.

Pero en una distracción, Snape desapareció de la vista de Hermione y para colmo aquella ensimosa bruja de cuarta. Tambien Ginny se le perdió pero pronto la localizo estaba junto a Harry poniendo su mejor cara de paciensa pero seguramente estaba lastimando el brazo de su amigo con ese agarre, bueno después de todo el se lo había buscado, suspiro y decidió ir en busca de Snape.

Quien por su parte se encontraba algo alegado de la fiesta junto a una bruja que le mostraba sus conocimientos de astronomía.

-Vez, esas estrellas tiene la forma de un paraguas- dijo señalando al cielo aun colgada de su brazo.

-Si- dijo, resultándole extraña la actitud de su vieja compañera, era cierto que se había sentido atraído por ella en su juventud y aun ahora pero no como antes- ¿Por qué no regresamos?- sugirió sintiéndose algo incomodo.

-¿Por qué? Haya hay demasiado ruido- dijo restándole importancia.

-Hermione debe estar buscándome- dijo y sintió claramente como la bruja se tensaba.

-¿Te gusta?

-Si- dijo sin dudar.

-¿Mas que yo?- aquello si lo sorprendió ¿A que venia esa pregunta?

-¿Qué quieres decir?- pregunto separándose de ella.

-Que si no te parezco mas atractiva yo- dijo saltando sobre el y besándole, por su parte el no hizo intento de separarse, había deseado aquello desde que era un estudiante, pero ahora que tenia lo que tanto había deseado en su juventud no produjo ninguna sensación en su cuerpo, no subo cuanto tiempo estuvieron sus labios unidos pero aun así el no llego a corresponder el beso, solo mantuvo los ojos cerrados, sosteniéndola para que ella no cayese, hasta que sintió que algo daba directo en su cabeza.

-¿Pero que?- murmuro viendo hacia todos lados y no encontrando nada hasta que el el suelo algo brillo con los rayos de la luna, se agacho, para ver mas detenidamente que lo había golpeado y cuando lo pudo ver a la perfección sintió que el mundo le caía encima, el anillo de compromiso que le había dado a Hermione en navidad se encontraba ahora en su mano temblorosa.

-Hermione- llamo aunque sabia que ella no estaba ahí, Raichel lo miro esperando alguna reacción por lo sucedido pero el nombre de la chica y su rápida desaparición le indicaron claramente que ahí no había oportunidad.

Hermione camino rápidamente, no quería perder la calma y menos en un lugar publico, respiraba pausadamente tratando de llevar el aire a sus pulmones, Ginny quien aun seguía pegada a Harry noto como la figura de su amiga se dirigía hacia la puerta y aunque no quería dejarlo solo sintió que ella lo necesitaba mas, para alivio del moreno aunque ya no sentía su brazo.

-Hermione- llamo Ginny ella se detuvo insegura de poder seguir caminando- ¿Qué pasa?- pregunto cuando logro ver la cara de su amiga.

-Mintió, es un mentiroso, no me quiere, no me quiere- repetía una y otra vez entre sollozos, lo único que atino a hacer fue abrazarla, no sabia exactamente de que estaba hablando pero sabia que se trataba de Snape.

-Ahí viene- dijo la pelirroja cuando vio la silueta inconfundible de SNAPE saliendo del local.

-No lo quiero ver Ginny sácame de aquí- le suplico y ella hizo caso.

Pero no llegaron hasta la madriguera como la pelirroja lo había planeado sino que fueron a parar al hospital porque repentinamente Hermione se había sentido muy mal, la habían atendido de urgencia hacia mas de una hora y media y nadie parecía darle razon de su amiga ya iba a volver a gritarle a la enfermera cuando el medimago hizo acto de presencia.

-Los familiares de la señorita Granger- dijo sosteniendo una mascarilla.

-Soy yo- dijo rápidamente.

-Es familiar.

-Si- mintió- ¿Qué le sucede a mi hermana doctor?

-La señorita Granger casi pierde al niño- dijo seriamente- Ginny sintió que se desmayaba al escuchar eso.

-¿Lo perdió?- pregunto temerosa.

-No el bebe esta bien y la señorita Granger esta estable sufrió una crisis nerviosa ¿Presencio algo o sucedió algo que la alterara a ese nivel?

-No estoy segura, estábamos en una fiesta y vino pidiéndome que la sacara de ahí, no se que sucedería- ¿Qué tan grave fue lo que sucedió entre su amiga y Severus para que llegara a tal grado?

-Bueno, por el momento será mejor que descanse ya veremos si la damos de alta mañana.

-Puedo verla.

-No es mejor que descanse.

-Esta bien, gracias doctor- cuando el curandero se marcho, la chica se dispuso a enviar una carta a su hermano.

Ron:

Hermione esta en San Mungo, tuvo una recaída y por poco pierde al bebe, no se preocupen ahora se encuentra estable aunque ahora no me dejan verla, avisa a mama que no voy a llegar a casa, cuídate.

Ginny.

Lo único que hizo el pelirrojo fue enviarle una carta a su madre diciéndole que no iban a llegar a casa, y junto a Harry y Snape partieron a San Mungo, aunque ninguno de los dos sabia que Snape era el culpable de lo que le sucedía a Hermione, se habían preocupado y tenían razon para estarlo Snape había llegado hasta ellos preguntando si la habían visto, no se preocuparon hasta que los invitados empezaron a retirarse y Hermione no aparecía además de que Ginny tampoco se encontraba, Ron trataba de calmarlos sugiriendo que posiblemente habían ido a comprar algo, aunque ni el mismo se lo creía, por su parte Severus se encontraba mas preocupado sabiendo que su desaparecían se debía a su culpa y aun sostenía en su mano el anillo que había sido lanzado hacia el.

Una vez en el hospital Ginny los recibió, asegurándoles que toda estaba bien y no se calmaron hasta que el mismo curandero se los aseguro y sobre todo les prohibió visitarla, así que tuvieron que pasar la noche en los incómodos sillones del hospital.

Ginny Weasley- llamo una de las enfermera.

-Yo- salto la chica de su asiento- ¿Sucede algo?

-No, solo que la paciente ya despertó, puede pasar a verla.

-Yo soy el padre de ese niño y quiero verla- dijo con voz autoritaria.

-Lo siento señor, pero la paciente pidió explícitamente que nadie mas que la señorita fuera a verla, no podemos permitir que vuelva a sufrir otra crisis de ese tipo, talvez no sabe que se encuentra aquí- dijo, la enfermera condujo a la chica hasta el cuarto de su amiga que se veía demasiado demacrada para su gusto.

-Hola- saludo.

-Hola.

-¿Cómo te encuentras?- pregunto sentándose en la cama.

-Bien.

-Harry y Ron están aquí- la chica sonrió al oír los nombres de sus amigos-Snape tambien.

-No lo quiero ver- dijo tajante- nunca mas.

-Hermione¿Qué paso?- pregunto preocupada, y haciendo su mayor esfuerzo para no llorar castaña contó lo sucedido.

-¿Pero debe de haber una explicación?- aseguro ella.

-¿Cuál? Que era la noche perfecta para besarse, no Ginny el no me quiero, no le importo, no le importo- repitió entre lagrimas.

-Hermione, no llores te va hacer mal- le dijo acariciando su mano.

-Si, tienes razon, tengo que estar relajada.

-Oye podrías traerme algo de comer, me muero de hambre- la pelirroja sonrió y asintiendo se perdió de vista. Las únicas visitas que Hermione se permitió aceptar fueron las de Harry y Ron de Snape ni se hablo, esa misma tarde fue dada de alta y llevada a su departamento, donde Ginny se quedo a dormir y Harry y Ron se encargaron de lanzar conjuro tras conjuro en el departamento, todo para que Snape no entrase, ni por la chimenea y el se pudo dar perfectamente cuenta cuando no pudo abrir la cerradura y ni entrar por la chimenea y por supuesto que nadie le abrió, pero a leguas se notaba que alguien estaba dentro.

Ginny Weasley no fue a clases los siguientes días, ayudo a su amiga en todo lo que le fue posible y por orden de ella saco toda la ropa y artículos personales de Snape de su casa, quien estaba perdiendo las esperanzas de volver con ella cuando una tarde recibió varias cajas con sus artículos personales y así pasaron dos largas semanas en las que Hermione se debatía entre llorar o reír de todo lo que le había sucedido, hacia hasta lo imposible por mantenerse calmada y relajada, y aunque la compañía de la pelirroja la animaba un poco, se notaba que la tristeza era parte casi permanente en sus ojos.

Continuara….

Hola, antes de que alguien empiece a lanzarme maleficios se que no tengo excusas para haberme tardado tanto así que no las daré, espero y les guste el capitulo.

Quiero agradecerles por su paciencia que yo se que ha sido mucho, mil gracias.

Les comunico que este es el penúltimo capitulo así que llevamos 75 Rw, quisiera llegar a los cien (Si ya se que es una gran distancia pero bueno.)

Como se darán cuenta no conteste ningún Rw ni anónimo ni firmado, perdón pero no me da tiempo y francamente con una internet tan lenta ganas mucho menos, eso es culpa de mi hermano snif…… como quiera que no los conteste no quiere decir que no les agradezca inmensamente su Rw que me alegran mucho.

Nos vemos en el Capitulo final.

Para quienes leen mi otra historia de esta pareja pues…… me tendrán que esperar porque solo llevo una pagina desde la ultima vez que actualice el servicio, escuela y próximos exámenes me tienen cautiva.

¡Hasta luego!