CAPÍTULO 2:La Selección
Cuando
subieron a los carruajes, hacía mucho más viento que el
de costumbre en aquella época del año, y a Lily se le
pusieron las mejillas coloradas por le frío.Cuando subió
al carruaje, Sirius la miró curioso:
-Menuda cara,
Evans...¡Va a juego con tu pelo!
-Sirius, ¿te
entrenas en verano o es cierto que te salen las tonterías por
que sí?-contestó mordaz y divertida Lily-Por que parece
imposible que digas tantas sin preparártelas antes de salir de
casa.
-Este año estás muy graciosa, Lily...más
que otros años-dijo Sirius ladeando la cabeza-Se te ha pegado
algo de James, ¿eehh?
-Qué más quisiera
él-dijo entre dientes.
El carruaje paró enfrente de
las estatuas de los cerdos alados, y pasaron todos hacia el castillo.
Una vez en el Gran Comedor, se sentaron en la mesa de Gryffindor.
-Me muero de hambre, Remus-dijo Sirius con cara lastimosa-Me
rugen las tripas.
-¡Pero si acabas de comer en el
tren!-dijo él- ¿Cómo puedes tener hambre?
-Pues
sí, tengo hambre...
-Bueno, cállate ya, que van a
sacar el Sombrero Seleccionador.
La profesora McGonagall apareció
entre los alumnos de primero con un roído sombrero y lo puso
encima de un taburete.
- ¡ Yard, Liza!
-¡Slytherin!
-!Hugues, Tommas!
-¡Gryffindor!
-Remus...-interrumpió
Sirius de nuevo, en voz baja-Haz algo, ¡Que me muero de hambre!
-¿¡¿Quieres callarte ya?
Se oyó
la voz de la profesoa McGonagall de nuevo:
-¡Tonks,
Nymphadora!
-¡¡Eh, esa es mi prima!-chilló
Sirius en voz alta-¡¡Animad!
Y la mesa de Gryffindor
estalló en gritos!!GRYFFINDOR,GRYFFINDOR! mientras Sirirus
los animaba.
-¿Pero en tu familia no son todos de
Slytherin, Sirius?-dijo Peter en susurros
-Pero ya verás
como Nympha no, ¡venga, más alto!-dijo girándose
al resto de la mesa.
La mesa enmudeció ante la mirada de
la profesora McGonagall, y el sombrero gritó:
-¡Gryffindor!
Una niña de pelo negro, lacio y muy largo se levantó
sonriente del taburete y se dirigió con una enorme sonrisa a
la mesa de Gryffindor, que aplaudía con entusiasmo.
-¡Hola,
Sirius!-dijo la niña-¡Menudo recibimiento!
Sirius se
hizo a un lado y la dejó sentarse junto a él, mientras
el Sombrero Seleccionador seguía mandando a los nuevos alumnos
a sus casas. Cuando terminaron, apareció la comida en los
platos,y Sirius empezó a comer en seguida, mientras su prima
le miraba divertida. Cuando Sirius casi se atraganta con un hueso de
pollo, Nympha se rió tanto que agachó la cabeza, y
metió toda la mata de pelo dentro del plato, manchándoselo
todo.
-¡Oh, vaya!-dijo Lily, preocupada-¿quieres que
te ayude?
-¡No,no hace falta!-dijo sonriendo y mostrando
unos pequeños dientes blancos y relucientes-La verdad es que
esta melena es muy incómoda.Ya es hora de quitármela.
-Tienes mucha razón-dijo Sirius mirándola- Corto y
azul quedaría bien.
-¡¡¡No irás
cortarte el pelo ahora!-exclamó Lily.
La niña
sonrió de nuevo, cerró los ojos y apretó la cara
mientras Sirius esperaba a que terminara. De pronto, la melena se le
encogió, y el negro pasó a aclararse poco a poco hasta
que se hizo de un azul chillón en una melena corta. Lily y sus
amigas miraban estupefactas.
-¡Es estupendo! -dijo
Kirsten-¿puedes hacerlo de nuevo, Nymphadora?
-Llámame
Tonks-dijo ella, y el pelo se le volvió rubio y rizado como el
de Kirsten.
-Cada día estás mas guapa, Tonks-dijo
James, riéndose.
Continuaron cenando animadamente mientras
Tonks cambiaba de aspecto a gusto de los demás, y todos reían
divertidos. Cuando llegó la hora de ir a la Sala Común,
Remus se levantó para indicar a los alumnos de primero que le
siguieran:
-Remus-dijo Sirius susurrándole.-Vigila a mi
prima que si se pierde no la encontrarás.
Remus subió
a los alumnos a través de la Torre y los pasó por el
Retrato de la Señor Gorda. Lily y sus amigas ibn delante,
mientras los chicos les seguían.
-James, de verdad que me
has dejado de piedra en el tren-dijo Sirius-No me creo que hayas
cambiado.
-Ay, Sirius, pecas de crédulo...-dijo James en
voz baja- Que diga eso delante de Lily no significa que si ella no me
ve también tenga que ser así.
-Ya me parecía
a mí algo extraño...
Cuando llegaron a la Sala
Común, Lily se quedó algo rezagada con la excusa de
mirar las nuevas advertencias en el tablón de anuncios y
esperar a James. Estaba a punto de subir a los dormitorios cuando
Lily le gritó:
-¡Eh, Potter!
James se giró
sorprendido, y se sorprendió aún más cuando se
dio cuenta de que le llamaba Lily .
-Ehm...hola, Evans.
Lily
le miró a los ojos un segundo, y se dio cuenta de que se
estaba poniendo roja.
-Sólo quería decirte que me
ha parecido muy bien que no maldicieras a Snape.
-¿Me lo
dices en serio?-dijo él, con la boca abierta.
-Sí-contestó
mas roja todavía- E incluso, este año,si sigues así,
nos podemos llevar bien.¡Pero eso no significa nada, eh?-aclaró
al ver la cara que ponía James.
-Si,sí...esto,no,no,
lo que tú digas, Evans.
Dicho esto, Lily sonrió y
se fue subió a los dormitorios.Cuando ya no estaba allí,
James dio un salto de alegría y subió con una sonrisa
de oreja a oreja.
