Capítulo 6-El vuelo de las lechuzas

Cuando Lily se levantó, la cama de Kirsten estaba por hacer y Anne se estaba abrochando el cordón de la túnica frente a un espejo que gritaba: "¡Te queda mejor el verde!".
-Buenos días, Lily-dijo ella-Me bajo corriendo, Remus me espera,¿vale?
-¡Espera, espera!-contestó rápida Lily-¿Kirsten se ha ido ya?
-Sí, se ha ido a toda prisa...llegaba tarde, para variar. Oye-dijo mirando el reloj-Nos vemos esta tarde, ¿de acuerdo?
Lily asintió mientras veía como su amiga se dirigía rápida a la puerta y la oyó baja a toda prisa por las escaleras. Se desperezó, se aseó y bajó con toda la tranquilidad del mundo a desayunar. en la mesa de Gryffindor tan sólo quedaban alumnos pequeños, los demás se irían todos a Hogsmeade. Lily se abrochó la capa, y salió a los terrenos del colegio. Una vez en Hogsmeade, no supo qué hacer sin la compañía de sus amigas, así que decidió ir a por aquellas plumas a la tienda a ver si así conseguía entretenerse. Mirandolas por el escaparate, oyó unas risas estruendosas y vio como Kirsten y Sirius venían hacia ella corriendo y mirando hacia atrás.
-Hola...Lily-dijo Kirsten cogiendo aire-¿Sigues...sola?
-Estaba mirando estas plumas...¿qué os pasa que veníis corriendo?
-Huimos del dueño de Zonco-repuso Sirius-Nos ha visto explosionar algunos petardos en la puerta y nos quería hechar un maleficio...¡Ha sido divertidísimo!
-¡Corre,Sirius, ahí viene!-exclamó alterada Kirsten cuando el dueño de Zonco apareció en la esquina de la estrecha calle-¡Hasta luego Lily!

Lily rió y vio como sus amigos corrían perseguidos por el enfadado dueño de la tienda de artículos de broma, y se giró para contemplar de nuevo las plumas. La verdad es que se estaba aburriendo muchísimo, y no le vendría mal reirse un rato. Después de todo, James era un tipo divertido. Quizás pasaría por la tienda de artículos de Quidditch como por casualidad y...
Lily giró en seco y se metió por una de las callejuelas.Mientras caminaba hacia la tienda, suplicaba que estuviera allí James, ya que no quería aburrirse. De hecho,miró a través del escaparate y allí lo vio, embobado,mirando una caja de pelotas de Quidditch. Lily cogió aire, y entró en la tienda.

James estaba observando el brillo de la snitch de aquel estuche cuando oyó el tintineo de la puerta y vio a Lily apoyada en el marco.
-¡Hola Evans!-dijo contento-No esperaba verte por aquí...¿qué te ha traido?
-Pues me aburría, recordé que tú también estabas solo, y me he dicho"Va Lily, pásate por allí"...y aquí estoy-dijo enrojeciendo hasta la raíz del pelo.
-Me alegro de que tomaras esa decisión. Yo también me aburro-dijo sonriendo.
Lily le devolvió la sonrisa, y se acercó hacia donde estaba él para ver qué miraba con tanto embeleso.
-¿Qué miras,Potter?
-Mira el brillo de esa snitch, es perfecta...su acabado, la elasticidad de sus alas...maravillosa, sencillamente maravillosa.
-No sé que le ves-dijo ella aburrida-Son todas iguales.
-¿Bromeas?-preguntó James escandalizado-!Es una maravilla tallada a mano!
-¿Qué la diferencia de las otras?
-Verás, acércate-y empujó a Lily hacia sí de manera que quedó a su lado, mirándo con la nariz pegada la snitch junto a la cara de James.-Mira qué brillo, qué reflejos...las alas tienen la longitud perfecta para resultar complicadad para cualquier buscador...me muero por tener este equipo.
James estuvo enseñándole el resto del equipo a una Lily cada vez menos aburrida. Al terminar, salieron a la nublada mañana.

-¿Y qué hacemos ahora?-dijo James, mirándola bajo sus gafas.
-¿Quieres que vayamos a ver la famosa Casa de los Gritos? Dicen que hay algo escondido allí...
-No lo creo-repuso James, que supo qué era lo que había en la casa-Pero si quieres ir...
Caminaron hacia la Casa de los Gritos, y estuvieron parados en la valla esperando. Como James sabía que no iban a escuchar nada, se apresuró a sacar un tema de conversación cuanto antes.
-Así que tus padres son muggles...¿llevan bien que tú seas una bruja?
-Oh,si...excepto mi hermana. Me tiene por un bicho raro.-repuso- Y además sale con un chico que tiene aspecto de estúpido y que no para de criticarme...ojalá pudiera encerrarlo.
-Vaya...bueno,algun día entenderán que eres una bruja estupenda.
-¿Eso crees?-preguntó extrañada Lily.
-¡Claro!-dijo él-¡Eres la mejor de todo el curso! Y no sólo en notas-añadió-Ahohra que me estás dejando conocerte, diría que eres un chica estupenda.
-Muchas gracias-dijo enrojeciendo de nuevo-La verdad es que siento que años anteriores nos hayamos llevado mal.
Sonrió, y James, aliviado,le devolvió la sonrisa.

James-dijo Lily de pronto-Demuéstrame que sabes divertirte, anda. Me apetece reirme un rato.
-Pues...-pensó James. Le había pillado por sorpresa-No me dejarías hacer nada de lo que hago normalmente para divertirme.
-Tienes razón...-admitió Lily, arrepintiéndose de ser tan seria en algunas ocasiones.
-Quizás, si Evans se soltara un poco la melena, se divertiría al estilo Merodeador alguna vez-contestó James inocentemente.
-¿Qué insinuas?¿Qué es un Merodeador?
-Bueno, Sirius, Remus,Peter y yo somos los Merodeadores-dijo inflando el pecho de orgullo-Un Merodeador es aquel al cual divertirse es una de las cosas más importantes de su vida. Una constante, diría yo.
-Ya...¿Aunque para ello haya que saltarse las normas, no?-replicó Lily.
-Exactamente.Saltarse una norma-explicó James-no es malo si no te pillan, y no haces daño a nadie. ¿Qué me contestas, te arriesgas, o no?
-¿Yo?-dijo Lily sorprendida-¿Estás loco?
-Lo suponía, no te atreves...-djo en un tono provocador.
-¡Si que me atrevo, es tan solo que...-Lily miró a los ojos a James-Odio que me provoquen. Está bien. Tu dirás el plan maestro.
James sonrió de oreja a oreja, y cogió del brazo a Lily hasta la lechucería.
-Mira-empezó a detallar James-Mientras yo distraigo al encargado de la lechucería, tú haces un encantamiento convocador y les quitas a las lechuzas todos los cordeles que las atan. Después-prosiguió-finges que ya no te interesa, te acercas la equina de aquí delante, la del mostrador.dijo señalando la esquina através del cristal-Y los dos juntos hacemos un encantamiento que las haga volar todas. ¿Qué me dices?
-Ahora sí lo tengo claro: estás loco, Potter.-Lily sonrió, aceptó con la cabeza, y entraron juntos a la lechucería.

James iba delante de Lily, y se dirigió con total normalidad hacia el mostrador.Incluso se permitió el lujo de mirar a su alrededor con una falsa curiosidad que hizo reir a Lily-"Será caradura"-pensó divertida. James se giró, indicó a Lily dónde debía ponerse, y fue directo al encargado.
-Buenos días. Verá, quería enviar una lechuza a Londres-empezó James- No muy pequeña,ha de llevar un paquete con un gran tamaño, y que tampoco sea muy grande, no quiero que despierte a mi madre.Está enferma,¿Sabe?-dijo con cara de pena-Tiene una infección escamosa muy grave, y del dolor tenemos que administrarle pociones dormideras contínuamente...es cuando le empiezan a salir aletas es lo peor, se retuerce de dolor y grita tanto que...
Lily no podía contener la risa, e hizo un gran esfuerzo por que no se notara que su amigo estaba mintiendo.Cuando creyó que el encargado estaba lo bastante afectado por la "enfermedad" de la madre de James, Lily cogió aire,.miró a las lechuzas, y susurró:
-¡Accio ataduras!
De pronto, las ataduras de desataron de las patas de las lechuzas, y cayeron al suelo. lily se giró asustada hacia James para ver si alguien habia notado algo, pero el encargado estaba casi llorando de pena ante la pobre madre-pez de James. Éste se giró para ver que tal iban las cosas, y cuando vio que Lily le guiñaba un ojo, dijo al encargado:
-Sí, cierto...no tiene solución.-mentía al encargado-En vez de mandarle las medicinas mandaré una pecera...Voy a cambiar el paquete y enseguida vuelvo.

James se metió entre la cola que estaba tras él y se fue junto a Lily.
-¿Cómo eres capaz de mentir así?-dijo ella susurrando.
-Bueno...uno,que tiene arte.-dijo orgulloso-¿Preparada?A la de tres:uno, dos, y...
Lily y James levantaron las varitas a la vez y gritaron el encantamiento. Las lechuzas, de pronto, comenzaron a volar a una velocidad espantosa sobre las cabezas de la gente, y los encargados iban de un lado hacia otro intentado atarlas de nuevo, peor era imposible.Las alas de las aves se movían frenéticamente y sin ningún control sobre sí mismas.
-Será mejor que nos vayamos, Lily...
James la cogió d nuevo del brazo y echaron a correr por toda la lechucería, hasta la puerta. Cuando la abrieron, un torrencial de lechuzas salieron tras ellos y fueron corriendo calle abajo para despistarlas.
-Parecía que nos seguían, ¿eh Evans?-dijo James apoyado en una pared, cogiendo aire y mirando hacia atrás.
-¿Sabes qué?-dijo ella con una sonrisa en los labios- Después de esto, creo que puedes llamarme Lily, James.

Estaba empezando a hacer más frío, y el día se oscurecía a medida que las nubes se hacían más grandes. Lily y James, imaginando que habría tormenta y suponiendo que los otros ya estaría allí, fueron calle abajo hacia Las Tres Escobas y entraron en el cálido local. Como imaginaban, Sirius , sentado al lado de Kirsten, y Remus, que miraba un libro atentamente con Anne, estaban sentados en una de las mesas. Al verlos entrar, Remus se levantó y colocó dos sillas vacías junto a la mesa que ocupaban.
-¿Y vosotros que haceis juntos?-dijo Sirius con curiosidad-Tenía entendido que habías ido a por unas plumas, Lily.
-Sí, pero me encontré a James, y no las he comprado-contestó ella agitando la rojiza melena.
-Ah, vaya...-susurró Kirsten con un tono mentiroso-Seguro que sí.
-Bueno, ¿qué habéis hecho vosotros?-cambió de tema James.
-Hemos compardo algunos libros entre los dos-dijo Anne al fin tras levantar la vista del grueso libro- Así nos salían más baratos...ocho galeones y diez sickles por dos tomos, un abuso...
-Ya, ya, seguro que muy interesante, propio de vosotros dos-le cortó Kirsten.- ¡Nosotros sí nos hemos divertido!
-Seguro que no superáis lo nuestro-dijo James arrogante.
-¿Cuánto va?-preguntó Sirius impaciente.
-Lo que nos cuesten las cervezas-propuso James mirando a Lily de reojo, que no puso ninguna pega a la apuesta- Será difícil perder, amigo, Lily no te habrá dejado hacer nada fuera de las normas...
-Arriésgate, Sirius-dijo Lily desafiante, para sopresa de todos-Venga, cuenta.
-Bueno, si ya nos has visto,Lily...sabes que hemos hecho levitar todos los artículos de Zonco y el dueño nos perseguía por todo Hogsmeade...sabes que no eres capaz de superarlo.-rió Kirsten.

-Venga, ¡Superadlo, James!-exclamó Sirius.
En ese momento, pasaron una bandada de lechuzas por la ventana del local, volando a gran velocidad desde lo alto de la calle.
-¡¿Habéis visto eso!- dijo Remus alarmado- ¿Cómo habrán escapado de la lechucería?
Lily y James se miraron con complicidad.
-Ha sido fácil-explicó intentando restarle importancia Lily- Un encantamiento convocador mientras James los distraía y después un hechizo de velocidad y...¡FUM!-soltó Lily- ¡Lechuzas fuera!
-¿Que Lily Evans ha hecho que?-se sorprendió Kirsten.
-¿Vosotros?-dijo Remus.
Lily y James se rieron y asintieron en mitad de un ataque de risa.
-¡No me lo puedo creer, Lily!-dijo Anne decepcionada- Creía que tú eras más seria...
-Yo tampoco me lo puedo creer...-dijo Sirius con la boca abierta- Bueno, Lunático, tu dirás...¿Quién gana?
-He de decir que ganan ellos, Canuto-dijo Remus entre risas. Paró de reir al ver la cara de soslayo de Anne- Lo siento.
-Lily-dijo Sirius después de dar un bufido- se te están pegando cosas de James, eso puede ser malo.
-Sí, pero para tí, Sirius-dijo James dando un sorbo a su cerveza con aires triunfantes- Aumenta la competencia.

Tras terminar sus cervezas de manquetilla entre risas, burlas y bromas, los chicos salieron para dirigirse a colegio. De regreso, las nubes estaban mucho más negras, y comenzó a llover de inmediato. A prisa, volvieron corriendo para evitar mojarse, aunque fue imposible: la lluvia se acentuó y caía un gran aguacero. Para los chicos, las lluvias de finales de otoño no eran extrañas, pero tampoco era algo a lo que estaban acostumbrados en aquella época del año, y no iban preparados para la tormenta, ni los charcos ni el barro del camino. Cuando volvieron, estaban empapados hasta la médula y llenos de barro. Mientras james se secaba en la chimenea y se quedaba rezagado, los chicos y las chicas se despidieron y subieron a dormir. Lily se retrasó regañando a unos alumnos de tercero que estaba llenando el suelo de pisadas mojadas.
-Lily-dijo James cuando los alumnos se marcharon-Mírate, no eres la persona adecuada para regañar a nadie...¡estás hecha un asco!
Liy se miró de pies a cabeza, y al verse, le dio más risa todavía.
-Supongo que tienes razón-aceptó- Creo que voy a irme ya a la cama.Buenas noches, James.
-Buenas noches, Lily.
Mientras se despedía, se miraron un instante a los ojos directamente, y de pronto la ventana se abrió de golpe con una ventisca. James se levantó de pronto para cerrarla, y quedó a un palmo de la cara de Lily. La miró fijamente: el fuego de la chimenea hacía que su pelo desordenado por el aire brillara con más fuerza, y los mechones mojados que le caían sobre loso jos verdes que le observaban fijamente hacían que algunas gotas resbalaran por sus mejillas. Ante aquel contanto visual, Lily giró la cara avergonzada y ruborizada, pero James estaba demasiado pendiente de mirarla para salir del embeleso de su imagen tan pronto. La cogió de la barbilla con la mano manchada de barró, manchándole a ella la cara, y giró su cara para quedar muy cerca de la suya. James podía notar el olor de Lily muy cerca, y observó sus labios detenidamente: tan rojos por el frío, tan iluminados por el fuego...Lily estaba intimidada, pero olvidó en ese momento quién era y las normas, los estados, la compostura. Se dejó llevar, y cerró los ojos. James sintió que necesitaba acercarse todavía más...En el momento en el que se rozaron sus bocas, ambos supieron que nunca lo olvidarían. Duró tan solo dos segundos,pero ninguno quiso que acabara. Sin embargo,Lily se hechó atrás, sonrió y dijo:
-Déjalo ahora antes de que las prisas lo echen todo a perder. Hasta mañana, Potter.-dijo sonriendo y subiendo las escaleras.
James le miraba, y se acariciaba los labios recordando qué había ocurrido. Y sonrió.