CAPÍTULO 10: EL ROBO DE LA CAPA
Aquel
día las horas pasaron muy lentas:el frío que
caraterizaba el mes de noviembre no era muy bien acogido en los
alumnos, porque empezaba a llover cada día más y a
bajar las temperaturas. Aun así, Kirsten consiguió
acabar las horas del día sin dormirse en ninguna clase, Anne
acabó con sus tareas poco después de terminar las
clases y Lily tuvo tiempo suficiente para repasar algo sobre los
futuros ÉXTASIS que habían de realizas al final de
curso. Estando en la Sala Común haciendo los deberes de
Aritmancia, Lily miró el reloj por casualidad.
-¡Kirsten,
son las seis menos diez!-exclamó de pronto.
-¿Pasa
algo importante a las seis para que te pongas así?-dijo ella
dejando de lado las complicadas cuentas de la profesora Vector.
-¡Que tienes que ir al despacho de McGonagall por el
castigo!
-¿Qué castigo?-preguntó olvidadiza.
-Ay que memoria...-comentó Anne- Sirius,Kirsten, estabas
hablando con Sirius...
-¡Tengo
un castigo con Sirius y todavía voy sin peinar!-dijo
repentinamente la muchacha.
Después de acicalarse el pelo
rápidamente salió rápidamente de la Sala Común
sin hacer caso de los comentarios de sus amigas. Subió las
escaleras y se dirigió al pasillo del despacho de McGonallal,
pero antes de llegar se devió a la derecha para ir al espejo
de final del pasillo.Cuando creía que estaba lo
suficientemente decente(aunque nunca lo estaría frente a
Sirius-pensaba-) volvió al pasillo central, y vio a Sirius
venir desde la bifurzación derecha.
-¡Eh,
Williams!-dijo él-¿De dónde vienes?
-De
peinarme, hay un espejo al final de ese pasillo, a la izquierda.
-Ah, no lo sabía...yo también vengo de peinarme,hay
un espejo igual en el lado derecho del pasillo.-aclaró Sirius.
-¿Qué hora és?-preguntó ella mientras
caminaban rápidamente a través del pasillo.
-Las
seis y diez-dijo una voz a sus espaldas-Llegan tarde.
-Profesora
McGonagall,nosotros...-intentó explicarse Sirius- Estabamos
haciendo los deberes de Transformaciones que nos ha mandado y se nos
ha pasado el tiempo en seguida...
Kirsten, mirando a Sirius de
reojo, intentó darle un pisotón bajo la túnica.
McGonagall no les había dado clase aquel día, y estaba
estropeándolo.
-...mi mesita sigue siendo verde y a veces
araña, creo que la iguana aún no termina de
transformarse-le mentía Sirius- y Williams intentaba
ayudarme...
-Creo que va usted un poco retrasado, Black-le cortó
tajantemente-Estaban ustedes haciendo los deberes de la semana
pasada. Pónganse al día.
Sirius
dirigió una mirada de soslayo a Kirsten, que en lugar de
enfadarse, tenía unass ganas tremendas de llorar de la risa.
-Acompáñenme-dijo McGonagall-El castigo será
en el aula de Transformaciones.
Kirsten y Sirius la siguieron
mirando al suelo con cara de arrepentimiento, o eso pensaba Kirsten,
porque pronto se dio cuenta de que lo que hacía era contar las
baldosas del suelo para entretenerse por el camino. Pronto llegaron
al aula, y McGonagall se pudo frente a ellos.
-Más que un
castigo-dijo ella-Es una tarea que os mando por no prestar atención
en mis clases.Los alumnos tienden a dejarse a los animales mágicos
sueltos por clase después de las Transformaciones, al igual
que sus objetos personales...claro está que yo lo ordeno todo
diariamente-siguió- pero he pensado que les vendría
bien un poco de orden, así que lo harán todo ustedes. Y
nada de magia-dijo al mirar la cara de Sirius-Ya pueden empezar, si
tienen algun problema, estaré en mi despacho.
-Por
lo que se ve,no hay mucho-dijo Sirius examinándo el
aula-Acabaremos pronto.
-Parece mentira, Black-contestó
Kirsten con desdén.¿Acaso no sabes que los castigos de
McGonagall no terminan pronto? Tendremos que mover sillas, mesas,
estanterías, calderos vacíos, armarios...
-Oh- se
deprimió Sirius-tienes razón. Pues, empezemos.
-¿Ya?-preguntó ella tristemente- Vamos a ver
primero cómo están las cosas, ¿no?
-Es que
yo tengo prisa para irme con James y Peter a la...
-¿A a
la qué?-le interrumpió ella con entusiasmo.
-A
la..a la biblioteca-contestó él sorprendido.
-Bah,
Sirius-dijo mientras movía la mesa de McGonagall y encontraba
bajo un nido de iguanas-No mientas...se trata de vuestras excursiones
nocturnas,¿No?
-Estamos en séptimo, Williams-dijo
inocentemente-este año tenemos que hacer los ÉXTASIS,
¿De verdad crees que tenemos tiempo de salir por la noche?
-Sí-respondió
ella cogiendo las plumas de un loro del cajón de la
estantería-Desde luego.
-Qué mala opinión
tienes de nosotros, Williams-dijo sonriendo-Déjame que te
ayude con ese cajón.
Sirius se puso pegado a Kirsten e
intentaron juntos sacar un cajón cerrado fuertemente, Ni el
mejor alohomora podía abrirlo, así que lo hacían
por la fuerza. De pronto, la fuerza abrió el cajón y
cayeron los dos al suelo del impulso. Cuando se vieron el uno encima
del otro enredados por las piernas y cubiertos por plumas de loro, se
echaron a reír descontroladamente.Poco a poco, dejaron de
reirse y se miraban fijamente a los ojos sin sonreir si quiera.
Cuando Kirsten creyó que Sirius daba muestras de acercarse,
les interrumpió la profesora McGonagall.
-Recoged
eso y marchaos a la torre-dijo mientras ellos se levantaban-Espero
que en mi próxima clase no hablen más.
Sirius y
Kirsten salieron del aula lo más rápidamente que
pudieron, y hablaron animadamente durante el camino a la Torre de
Gryffindor.
-Entonces-dijo Kirsten parándose frente al
agujero de la Sala Común-Esta noche saldréis, ¿no?Dime
la verdad-le reprochó la chica.
-Sí, saldremos-dijo
con aire de culpabilidad-Pero tú no puedes venir.Me gustaría,
pero...es un secreto de Merodeador, Kirsty.
-Ya, bueno...algún
día me lo contarás?-preguntó esperanzada.
-Agún
día, Williams.-lo sonrió-Venga,¡ el último
que entre en la Sala Común es un gryndylow!
Y salieron los
dos despedidos hacia el Retrato de la Señora Gorda
Lily
y Anne estaban ya en la habitación terminando de arreglar los
libros del día siguiente cuando Kirsten llegó.
-¿Qué
tal,Kirst?-preguntó Lily.
-Hoy tampoco ha habido
suerte-dijo deprimida.
-Oh, bueno-se acercó Anne pasándole
un brazo sobre los hombros- Quizás otro día te diga que
quiere ser le padre de tus hijos.
Lily rió la gracia, pero
calló rápidamente al ver la mirada asesina de Kirsten.
- Ha habido un momento que casi nos besamos, y...
-Ya estamos
con momentos "Kirsten"-le dijo Lily a Anne de manera que
Kirsten no les escuchara.
-Nunca dejará de tener esas
fantasías con Sirius, ¿eh?-le dijo Anne- A mí me
parecen imposibles, si sintiera algo por ella, ya lo habría
dicho.
-¡Hola
chicas!-exclamó ella- ¿Tenéis un par de guantes
de dragón que prestarme para la hora de Herbología de
mañana?
-Claro, Nympha-dijo Anne buscando los suyos-¿Qué
les ha pasado a los tuyos?
-Estaba arreglandome el baúl,
lo he intentado hacer con magia y he prendido fuego a lo que estaba
encima de la mesa.
Anne sonrió ante el despiste de la
prima de Black y le ayudó a abrir la puerta.
-¡Eh,
Tonks!-le llamó Lily antes de que pudiera salir- ¿Tú
sabes cómo podrían salir tu primo y sus amigos sin ser
vistos de aquí?
-Bueno, puede que con la capa de
invisibilidad de James...
-¡Claro!-exclamó Kirsten.
-¿Claro?¿qué está tan
claro?-interrogó Lily-¿James tiene una capa de
invisibilidad?
-Sí, yo les ví en Navidades
esconderse bajo ella muchas veces-respondió Tonks-y sólo
se dejaban ver la cabeza. Era muy divertido ver bailar cabezas-rió
recordándolo.
-Y nosotros nos hemos escapado muchas veces
con la capa de James-dijo Kirsten -¿En qué estaría
yo pensando para no acordarme de la capa?
-En Sirius-susurró
Anne.
-Muy bien, vale.-dijo Lily-Tengo un plan.Necesito tu
ayuda,Tonks.
-A la orden-dijo mientras se cuadraba como un
soldado.
-Necesito que cojas la capa de James de su baúl y
me la traigas.
-¿Yo?-preguntó la niña-¿Para
qué?
-Te lo contaremos mañana,necesitamos que nos
hagas ese favor.Te haces pasar por un chico-narró Lily-entras
en su dormitorio(ahora no hay nadie, está entrenando al
quidditch),coges la capa, nos la traes y mañana por la mañana
la devuelves.Por favor...
-Está bien, lo haré-
asintió Tonks mientras daba media vuelta hacia los dormitorios
de los chicos.
-¿Para qué quieres la capa?-preguntó
Kirsten.
-Nosotras nos la pondremos. Si es realmente necesario,
saldrán sin la capa-explicó- así nosotras
podremos seguirlos sin ser vistas, y descubrir qué es tan
importante para que se escapen todos los meses sin la presencia de
Remus.
-Aquí teneis la capa-dijo Tonks apareciendo por el
umbral de la puerta y la apariencia de un niño rubio de ojos
verdes- Que la utiliceis bien.
Lily le
agradeció el favor con un guiño, cogió la capa y
cubrió a sus amigas con ella.
