CAPÍTULO 11: EL SECRETO DE LOS MERODEADORES
Kirsten,
Anne y Lily esperaban bajo la capa invisible en la Sala Común
a que alguno de los chicos aparecieran. James no tardó mucho
en aparecer cubierto de barro y con su escoba apoyada en el hombro.
Al llegar James,Sirius y peter bajaron de inmediato.
-¿Cuándo
nos vamos, Cornamenta?-dijo emocionado Sirius."¿Cornamenta?"dijo
Lily en voz baja.Calló al recibir un codazo de Anne.
-¡Chits!-susurró James-No grites,puede oirnos
alguien.
-Si no hay nadie, James. Venga-dijo Peter-Ve a por la
capa invisible y nos vamos cuanto antes.
James subió las
escaleras deprisa, y Sirius y Peter se sentaron a esperarle en la
alfombra.
-Remus debe estar impaciente-dijo Sirius-Seguro que
ayer echó de menos a James.-comentó él.
Las
chicas se miraron bajo la capa, sin saber qué decir respecto a
Remus. A Lily le dio mucha pena Anne, ya que parecía que le
hubieran dado una patada en el estómago. Lily recordó
que durante todas las salidas de los chicos Remus no había
estado en ninguna por que estaba en su casa, junto con su madre
enferma, y supo que Anne ponía esa cara porque alparecer,
Temus les había mentido.Lily salió de sus pensamientos
cuando vio bajar a toda prisa a James.
-¡No
está!-exclamó con un deje de nerviosismo.
-¿Cómo
que no está?-preguntó Sirius.
-¡La capa, no
está! ¡Alguien se la ha llevado!
-No es
posible...-pensó Sirius-De todas maneras, no podemos
retrasarnos más, James.
-¡Cómo vamos a ir sin
la capa!-dijo Peter-¡Nos descubrirán!
-¡¡NO
podemos dejar a Remus solo!-gritó Sirius-!Se lo
prometimos,somos los Merodeadores,no le vamos a dejar solo!
-Dejad
de discutir, anda- aclaró James-Vámonos, iremos con
cuidado
Sirius
y Peter se levantaron, y junto con James salieron por el agujero de
la Sala Común. Kirsten dudó un momento, pero Lily le
empujó antes de comprobar que Anne estaba bien.
-Le pasa
algo grave a Remus, y yo no sé que es-susurraba Anne mientras
caminaban a metros detrás de ellos y se dirigían a
lapuerta de roble.
-Tranquila,Anne-dijo Lily evitando que se
cerrara la puerta tras los chicos y saliendo tras ellos- Seguro que
no es nada, alguna trastada.
Los chicos miraban hacia atrás
contínuamente para comprobar que no había nadie que les
mirara, y se detuvieron frente al Sauce Boxeador.Los terrenos del
castillo estaban totalmente vacíos, la única luz que
había era de la luna llena, que bañaba de luz la
hierba. Vieron cómo se paraba, y sacaban sus varitas.
-¿Qué
hacen?-preguntó Lily en voz muy baja.
-No
lo sé.-contestó Kirsten-Yo no se nada de esto...
Las
chicas tuvieron que ahogar un grito de sorpresa al ver cómo
James, Sirius y Peter se convertían en un ciervo, un perro
lanudo y una rata respectivamente.
-¡Son animagos!-exclamó
Anne-¿cómo es posible si sólo van a cu mplir
diecisiete años...?
-¡Y a mí no me habian
dicho nada1-exclamó divertida Kirsten-¡Yo me hubiera
hecho también! ¿Qué están haciendo?-dijo
al ver como Peter-Colagusano pasaba através de las ramas y
apretaba el nudo del Sauce Boxeador. No hizo falta que respondiera
ninguna de ellas, un pasadizo se abrió tras los ladrillos del
castillo, y los tres animales entraron.
-¿Vamos
a ir tras ellos?-dijo Anne.
-¡Claro que sí!-dijo
Kirsten-¡Quiero saber qué hay ahí y a dónde
van que tan secreto es que yo no puedo saberlo!
-Yo quiero ver
dónde va James.-añadió Lily-¿Acasao no
quieres saber qué le pasa a Remus?
Anne la miró
fijamente durante unos segundos.Al final, accedió con un
movimiento de cabeza y las tres se dirigieron al Sauce. Kirsten
coguió la rama más cercana mientras el Sauce agitaba
violentamente sus ramas hacia ellas. Pulsó el nudo y
elpasadizo se abrió de nuevo. Las chicas se quitaron la capa y
se metieron con dificultad através de él.
-Lumos-susurró Lily- Escuchad, yo iré delante. Pero
debemos ponernos la capa de nuevo,puede que estén todavía
cerca y nos descubran.
Sus amigas obedecieron, y caminaron
angostamente por el pasadizo en silencio mientras oian pasos delante
de ellas. Al final del pasillo había una claridad que cda vez
era más notoria,y las siluetas de sus amigos convertidos en
animales re recortaban en aquella luz.
Sus
amigos entraron en la estancia mientras ellas caminaban siguiéndoles.
Llegaron a laluz, y al entrar vieron que se trataba de una casa
oscura. El papel de las paredes estaba desgarrado, y las mesas y
sillas tiradas por el suelo y totalmente arañadas y
destrozadas. Las amigas se miraron a los ojos, aterrorizadas,
escuchando en silencio y viendo cómo sus amigos subian las
escaleras.
-¿Dónde estamos?-susurró
atemorizada Anne.
De pronto, se oyo un desgarrados y
escalofriante aullido. Los pelos de los brazos de Lily se pusieron de
punta, y un sudor fío le cayó por la espalda cuando
sintió un escaofrío. Miró a sus amigas d enuevo,
y pudo ver cómo Anne empalidecía.
Kirsten las cogió
a ambas y las obligó a subir las escaleras, siempre cubiertas
por la capa. Hubo un segudo aullido, y las chicas se pararon en la
escalera. Cuando decidieron seguir subiendo, el aullido volvió
a escucharse, seguido de un rugido.
-No quiero seguir-dijo
Anne-Vámonos.
-¿Y Remus qué?-preguntó
Lily.
Anne apretó fuertemente los ojos y subió con
sus amigas el tramo de escalera que faltaba.El aullido había
sido seguido de gritos, ladridos y golpes, todo aquello, detrás
de la puerta frente a la que estaban.
-Vamos a entrar-dijo Lily.
Lily
cubró el picaporte con la capa invisible y la abrió
cuidadosamente sin hacer ningún ruido.
Al principio tan
solo vieron una habitación iluminada por los rayos de luna que
entraban por una desvencinjada ventanas. Unas figuras estaban frente
a ellas. En un principio, tan sólo reconocieron a tres, la
cuarta era más grande, estaba a cuatro patas, y parecía
ser bastante grande. Cuando las nubes que tapaban la luna se
desvanecieron, las chicas tuvieron que hacer el mayor esfuerzo de su
vida por no soltar un grito. Frente a ellas, había un enorme
lobo junto con un gran ciervo, y un perro negro y lanudo y una rata
que correteaba por el suelo de la estancia.Las chicas recordaron a
tiempo que estaban bajo una capa invisible y pudieron reprimir el
grito que hubieran soltado en otras circurstancias.Los cuatro
animales se giraron hacia la puerta cuando se abrió, y al no
ver a las chicas, desviaron de nuevo su atención. Ellas se
pegaron a una de las paredes para ser todavía menos notorias,
y vieron como el perro y el ciervo guardaban al lobo y salían
seguidos de la rata hasta que oyeron sus pisadas bajar las escaleras
y el ruido de la puerta cerrarse.Las chicas se quitaron la capa, y se
miraron de hito en hito.
-¿Qué hacen ellos
aquí?-pregntó Kirsten.-¿Y ese...?
-No lo
sé-contestó Anne mirando a su alrededor.-Pero lo del
lobo no lo entiendo.
-Yo tampoco-dijo Lily observando algunos
bultos en el suelo y acercándose a ellos- Además,
aquí...parece ser la Casa de los Gritos.
-Sí-afirmó
Anne sentándose pesadamente- Es todo tan confuso, ellos son
animagos, vienen hasta aquí en sus formas animales, a
escondidas,Remus no está,están con un lobo...
De
pronto, se fijó en Lily. Estaba sentada junto a los bultos de
ropa y tenía una túnica en el regazo. Miró a sus
amigas con la cara lívida.
-No
es un lobo...-dijo entre susurros-es un hombre lobo.
-¿Un
hombre lobo?-preguntó Kirsten sorprendida-¿Pero
quién..?
Lily levantó la túnica por el trozo
del cuello interior donde se veia una etiqueta con un nombre. La alzó
a la luz para que sus amigas pudieran verla. Anne se acercó a
leerla con claridad.
-Esta túnica perteneza a...Remus
Lupin.
