CAPÍTULO 18: ¡OH, NO, EL BAILE!

Aquella tarde el tiempo no mejoró en absoluto,así que no pudieron salir en toda la tarde a los terrenos y decidieron adelantear los deberes ante la presión de Anne por los EXTASIS. En la Torre de Gryffindor el ambiente estaba muy animado, todo el mundo felicitaba a James por la excelente recepción de la snitch, y James se dejaba halagar. Las paredes de piedra estaba tapadas con pancartas del león de Gryffindor, que emitía sonoros rugidos, y además,reinaba un ambiente de pesadumbre por el accidente de Sirius. A Kirsten le costó concentrarse en sus deberes más que de costumbre, ya que no dejaba de pensar en Sirius.
-Kirsten, yo no pienso volver a dejarte mi redacción- interrumpió Anne sus pensamientos- Así que aplicate.
-Es que Runas Antiguas es demasiado para mí-protestaba.-Tenía que haber cogido otra asignatura...
En ese momento, Remus entró por el agujero de la Sala Común.
-¿Cómo está Sirius?-preguntó Kirsten.
-Bien, acaba de dormirse-dijo el chico con tono cansado.
-¿Has ido a ver a Sirius?-preguntó James-¿Has estado todo el rato con él?
-Sí, es que nos hemos entretenido.
Lily miró a Remus fijamente, y vio que tenía mala cara.También notó como Anne evitaba mirarle y cómo cerraba los ojos cuando él hablaba.
-Ya casi es la hora de la cena-dijo Anne para evitar que hablara Remus-Será mejor que bajemos al Gran Comedor.
Anne salió apresuradamente de la Torre, y Lily y Kirsten decidieron no ir tras ella.
-¿Es todavía lo de Remus?-preguntó James
-¿Qué pasa conmigo?-interrumpió Remus.
-Nada, nada, que Anne queía pedirte un libro y no sabía como...-intentó despistar James.
Lily vio que Remus no se creía la explicación del chico, así que decidió confesar que sabían su secreto.
-Remus, -dijo Lily aclarandose la garganta-sabemos qué te pasa en luna llena.
Remus se puso pálido en cuestión de segundos. Miró a James con pena y tristeza.
-Nunca pensé que llegarías a traicionar el secreto, James-dijo con deje de tristeza-Me has decepcionado,James,creía que...creía que eramos amigos, pero tú...tú...
-¡Remus!-exclamó James-¡Yo no he dicho nada!Ellas nos siguieron y lo averigüaron, Remus. Nunca diría nada.
A Remus se le ablandó la expresión, pero aun así tenía los músculos de la boca contraídos.
-¿Anne lo sabe?-preguntó.
-Sí, si lo sabe-admitió Lily.
Remus se desplomó en uno de los sofás de la Sala Común, llevándose las manos a la cara.
-Ella no debería saberlo...¿Qué hago ahora?

Lily y James le miraron apenados, mientras Kirsten se levantaba y se tumbaba en la alfombra frente al fuego, mirando de cara a Remus.
-¿Porqué no hablas con ella?-dijo Kirsten-No está enfadada, Remus.
-Es que...me da vergüenza-confesó el chico mirando el suelo-No soy normal, no va ha aceptarlo...
-¡Eh, Lunático! ¡No digas eso!-exclamó James-¡Si eres normal!
-Claro, normalísimo.Si no fuera porque pueod tener hocico, mucho pelo y querer morder a alguien, sería totalemnte normal.
-Para nosotros sí eres normal-dijo Lily tiernamente-Hay cosas peores que ser un hombre lobo.La palabara lo dice, ¿no? Eres un HOMBRE.
-Sí, Lily tiene razón-aplacó James-Imagínate ser como Snape. Eso sería insoportable.
-¡James!-le riñó Lily, mientras el resto se reía y Remus dibujaba una sonrisa en su cara.
-En eso tienes razón. Bueno-aclaró Remus-En todo. Intentaré hablar con Anne.
-Vale, tú harás lo que quieras-dijo Kirsten-Pero vamos a bajar a cenar, por favor. Tengo un agujero en el estómago que si pudiera comeros a todos, os caeríais por él.
-Vamonos, exagerada-dijo Lily.
-Oye, Williams-dijo James mientras bajaban por las escaleras-Lo de tener hambre, ¿Se te ha pegado de Sirius, eh?
-No, no es eso-dijo Remus-Es que Dios los cría y ellos se juntan.
James y Lily explotaron en carcajadas, mientras Kirsten les miraba malhumorados.
-Vaya, lobito-dijo refunfuñando-¿Porqué no te buscas otra Caperucita?
Remus le dio un codazo, que Kirsten contestó y empotró al chico contra la puerta del Gran Comedor.
-Y a la próxima-dijo vengándose-Me defenderá Sirius.

Al entrar, Anne ya estaba esperándolas en la mesa, y les indicó mediante señas que se sentaran junto a ella. Las chicas obedecieron, y Kirsten le guiñó el ojo a Remus con complicidad. Anne sonreía exageradamente, y tenía los ojos llorosos.
-Anny, ¿ocurre algo?
-¡Que va, Lily!-exclamó de pronto- Estaba esperandoos.
-Ah, bueno, si se trata de eso...Oye-cambió Kirsten de tema.-Dentro de poco tendrás algo por lo que estar verdadermente contenta.
-¿Será que la Navidad está llegando y queda una semana para que se terminen las clases?-dijo Anne
-Aparte de ese maravilloso acontecimiento-dijo con alegría Kirsten.
-¿De qué se trata?-exclamó Anne mientras se acercaba un plato con puré de patata.
-Ya lo verás-sonrió Lily.
Mientras Kirsten se enfadaba furiosamente con unos alumnos que le habían tirado por equivocación el zumo de grosella por la túnica, Dumbledore se levantó y se hizo el silencio en el Gran Comedor, excepto Kirsten, que estaba ocupada atemorizando a los alumnos de primero que le habían manchado.
-...¡¡Sois unos desastres!-gritaba alocadamente-¡¡Os advierto:os voy a poner tantas garras de dragón en las sábanas que mañana las tendreis pegadas al cuerpo...!
-Señorita Williams-se oyó la voz de Dumbledore-Le rogaría que prestara atención a lo que voy a decir antes de convertir a mis alumnos de primer curso en híbridos de dragón.
Kirsten se calló, enrojecida, y se sentó sin pronunciar palabra. Algunos alumnos de Slytherin miraron divertidos la escena.
-Queridos Alumnos-prosiguió Dumbledore-He de informaros que este año celebraremos como acontecimiento especial el Baile De Navidad. Supuestamente-dijo elevando la voz sobre los gritos de alegría de algunas alumnas-este año deberíamos haber celebrado el Torneo de los Tres Magos, que no implantamos debido a las faltas de seguridad...pero celebraremos el Baile de todos modos.
Algunos alumnos chicos resoplaron ante la idea, y las alumnas en general parecían bastante contentas.
-Al Baile sólo pueden acudir los alumnos de cuarto curso y superiores, si alguien de un curso inferior quiere acudir, debe acudir con algún alumno mayor. Y sí-dijo ante la mirada interrogativa de muchos-tenéis que venir con túnica de gala. Eso es todo, podéis levantaros para ir a vuestras salas comunes.
Todos los alumnos se levantaron formando un gran estruendo y griterío.
-¡Genial!-exclamó Kirsten ilusionada.-Veréis como se alegra Sirius cuando le diga que podremos bailar la conga...ta-ta-ta-ta-ta-tá, ¡Eh, ta-ta-ta-ta-ta-tá, ¡Eh!-dijo mientras cogía a sus amigas por la cintura formando una fila india y bailando la conga.
-¡Para ya, Kirsten!-dijo Lily cansada-¡Me estás mareando!
-Es que me ilusiona mucho...
-¿Irás con Remus, no, Anny?-preguntó Lily mientras subían las escaleras.
-¿Remus?-dijo desconcertada-No lo sé, la verdad...
-Hola Anne.
Remus acababa de aparecer por la espalda de Anne y la chica casi se desmaya del susto.
-¿Puedo hablar contigo?
Anne estaba en silencio, reaccionando a la pregunta. Cuando se dio cuenta, decidió contestar lo antes posible antes de que se diera cuenta de que parecía una estúpida.
-Cla-cla-claro, Remus. Hasta luego, chicas.
Lily y Anne subieron las escaleras hacia la Sala Común mientras Remus y Anne se iban hacia el vestíbulo, temblando los dos.