CAPÍTULO 23: EL BAUTIZO DE "BLANCOSO"
Aún así, el mes de enero avanzaba entre tormenta y tormenta de nieve, y los profesores les mandaban cada vez más trabajo.Una de las tardes haciendo deberes en la biblioteca, Kirsten creía que se iba a ahogar entre tantas montañas de trabajos.
-¿Creeis
que si fingo un desmayo McGonagall me dejará sin hacer los
exámenes?-preguntó practicando la Transformación
de un monedero.
-Para eso tendrías que finjir tu propia
muerte, y aún así te resucitaría para que te
presentaras al examen, Williams-dijo Anne mientras le corregía
el movimiento de varita.
-Eh, Lily, ¿Ese no es Tom
Riddley?-preguntó la joven alzando la mirada.
En efecto,
Tom Riddley acababa de entrar por la puerta junto con Snape y Malfoy,
y se detuvo al ver a Lily sentada en una de las mesas.Movió la
cabeza a modo de saludo,pero sin ninguna sonrisa, y avanzí
hacia una mesa tras los estantes.Lily prefirió no hacer caso
de su presencia, y bajó la cara para prestar atención a
sus ejercicios de Encantamientos. Desde el baile de Navidad no había
sabido nada de Tom Riddley, ni siquiera le había visto por los
pasillos.Recordó el sentimiento de culpabilidad que tuvo tras
hablar con él y no haberse ido con James, pero la curiosidad
por ese chico pudo con todos los remoridimietos. Se soprendió
a sí misma mintiéndole a sus amigas dicendo que iba a
buscar un libro sobre encantamientos defraudantes y fue hacia la
estanteria tras la cual estaba Tom Riddley y simuló especial
interés en un tomo de terciopelo rojo.
-¿Así
que te interesan los arbustos de bayas?-preguntó la fría
voz que estaba esperando junto a ella.
Lily miró el libro,
y se avergonzó al ver que tenía sobre las manos el
volumen "Cómo cuidar y podar un arbusto de bayas".Sonrió
excusándose y agachó la cabeza.
-No, sólo
buscaba-dijo mirándo de nuevo a los ojos de Tom.
-La
biblioteca de estre colegio deja bastante que desear-dijo entre
susurros, más bien entre silbidos-Aunque algunas veces puedes
encontrar verdaderas obras maestras...
Tom tenía un libro
negro sobre el brazo, mirándo cómo Lily buscaba el suyo
en el estante.
-Aunque casi todos están allí.
Esta
vez, Tom señalaba la zona de libros prohibída de la
biblioteca.
-¿Libros sobre Artes Ocuras?-dijo disgustada
Lily.
-No deberías despreciar las Artes Oscuras, son lo
que mueven a la sociedad mágica, la purificación del
más fuerte, la salida al exterior de los sentimientos más
reconditos del ser humano...-contestó mirándole muy
fijamente.
-¿Para tí es el mal el sentimiento más
recondito del ser humano?
-El mal es una palabra bastante absurda
que determina los instintos de supervivencia de la especie humana,
debemos quedar los que realmente podamos hacer una raza fuerte que no
se debilite. Algo que nos haga sentirnos propios de nosotros, que nos
produzca el mejor sentimiento de bienestar posible.Y quieras o no,
-dijo sin dejar de mirarla-ese sentimiento es más bien
algo...individual.
-Egoísmo y frialdad, diría
yo-contestó secamente.
-No,Lilians, es poder.
-Poder
que hace daño a los demás.-contestó de nuevo con
rapidez. Aquella conversación empezaba a desagradarle.
-El
poder quenos hace sentirnos llenos...piénsalo, Lilians, el
poder es malo según los ojos con los que se miren.
Tom se
dió la vuelta, y en lugar de regresar a su mesa, se fue a lo
largo del pasillo y salió frente a la señora Pince.
Lily
regresó desagradada a la mesa en la que estaban sus amigas,que
había prsenciado la escena desde lejos.
-Lily¿qué
te ha dicho esta vez?
-Algo bastante interesante sobre las Artes
Oscuras y el poder...Es bastante inteligente, no se porqué la
gente le pinta tan mal.
Kirsten miró de reojo a Anne, que
miró a su vez preocupada a Lily. Como ella no quería
seguir hablando de eso, Anne decidió callar y no comentar
nada.
Tras tres cuartos de hora más, las chicas decidieron
regresar a la Sala Común, donde estaban James, Sirius y Peter
leyendo un manual de Quidditch frente a la chimenea.
-¿Qué
tal el día?-preguntó Sirius sin dejar de mirar una
ilustración de una bludger más grande de lo normal.
-Mal, hemos hecho deberes, deberes y más deberes en la
biblioteca-dijo Kirsten-Y de fuera de lo normal, nos hemos encontrado
con Belinda Gorban que aún sigue sin dientes, Robert Finnigan
ha desaparecido otra vez detrás de un cuadro y Tom Riddley ha
vuelto a hablar con Lily.
Lily miró asesinamente a Kirsten
mientras James levantaba la mirada interesado.
-¿Tom
Riddley, otra vez? ¿Qué quería?
-Le ha
hablado de Artes Oscuras-dijo de nuevo Kirsten.
-Sólo
hemos hablado cinco minutos-dijo LIly excusándose-Y no ha sido
para tanto, Kirsten.
-Lily ves con mucho cuidado con Tom, no me
fío de él.-dijo James levantando la ceja.
-¡James,
deja de controlarme, no soy una niña pequeña, sé
bien lo que hago!-dijo enfadada.
James no pudo contestar a Lily
porque en ese momento entró Remus por la puerta de la Sala
Común cubierto de una sustancia extraña.
-¿Qué
te ha pasado, Lunático?-dijo Sirius medio divertido al verlo
con esas pintas-Parece que se te haya caído una telaraña
encima.
-No se me ha caído nada, un estúpido
hechizo-dijo subiendo por las escaleras-Voy a cambiarme.
-Pues el
hechizo lo tienes que haber hecho por todas las mazmorras, porque
tienen el suelo cubierto de esa sustancia desde ayer por la tarde.
Lupin se paró en seco y se giró a mirar a Kirsten,
que lo había dicho con el tono más simple del mundo.
-¿Cómo dices?
-Ayer bajé a comprobar
todos los pasadizos secretos del Mapa y vi que el suelo estaba lleno
de esa baba asquerosa.-contestó sentándose junto a
Sirius.
-Ah, bueno-dijo tranquilo Remus-Alguien lo habrá
hecho.
Remus no volvió a decir nada y subió por las
escaleras.
-Últimamente
desaparece mucho, ¿verdad?-dijo Anne a sus amigos.
-Bueno,
es un prefecto, ¿qué esperas,Anny, que esté todo
el día disponible para tí?-se mofó Sirius.
Anne
se levantó y le dió con un tintero en la cabeza,
riendose ella también mientras veía cómo su pelo
negro se tornaba del mismo color que la tinta.
-¡¡LOCA!-gritó
Kirsten saltando sobre Sirius y quitándole la tinta del pelo
con la túnica-¿¡Cómo se te ocurre lanzarle
tinta?¡ ¡¡Su pelo!
James, Peter y Lily
soltaron una enorme carcajada.Sirius no podría reaccionar,
estaba tan sorprendido y sobre todo, asustado, que no quería
moverse mientras Kirsten le quitaba la tinta de la cabeza y los demás
no podrían dejar de reír.
-Kirsten, dime que no me
voy a quedar calvo...
Las risas de sus amigos aumentaron tanto
que algunos alumnos se asomaron por las escaleras a ver qué
ocurría, mientras Kirsten se movía rápidamente
quitándole la tinta y consolaba a Sirius, sin dejar de mirar
asesinamente a Anne.
Al fin, la cabellera de Sirius pareció
más morena que azul y Kirsten se lo secó con la varita,
disgustada. Lily,mientras, jugueteaba con el pequeño gatito
blanco.
-Eh, Lils, no le has pueso nombre-le dijo Kirsten
mientras peinaba a Sirius.
-Sí, le he llamado Cuchirri.
-¿Cuchirri?-dijo James horrorizado-¡Un gato no puede
llamarse Cuchirri!¿Qué clase de normbre es ese?
-Bueno, ¿cómo quieres llamarle?-dijo Lily molesta.
-Llámalo Garra, ese nombre es amenazador.-propuso Sirius.
El pequeño gato bajó del regazo de Lily y se fue
hacia Sirius, a quien olfateó y lamió cariñosamente.
-Sí es igual de amenazador que el gato.-dijo Lily con
ironía.
-¡Ya lo tengo, que se llame Bolinche!-dijo
Peter exaltado.
-¡No es un Gobbstone, Peter!-saltó
Anne, mientras Peter bajaba la cabeza avergonzado.
-Eh, chicos,
¿qué hay?
Un niño (si podía llamarse
así) enorme, como dos personas adultas, con unas manos como
tapas de neumáticos y unos pies enormes les saludó
mientras entraba por el retrato de la señora Gorda.
-Hola
Hagrid-les saludó el chico-¿Qué hay?¡Hola
pequeño!
El pequeño gatito blanco fue hacia Hagrid,
y caminó entre sus enormes piernas mientras el le sonreía
un metro y medio más alto.
-Lily, quizás Hagrid
pueda ponerle un nombre decente al gato-le propuso James a Lily-Él
sabe mucho de criaturas, seguro que tiene un nombre genial para tu
mascota.
-Oh, es precioso, aunque a mí me gustan más
grandes-dijo con una sonrisa -¿qué tal Blancoso?
-¿¿BLANCOSO?-gritaron escandalizados Sirius, Peter
y James-¡¡NO!
Pero el gato parecía muy
contento con su nombre, y Hagrid al repetirlo una vez más,
ronroneó suavemente.
-OH, no, se llama Blancoso...-se
lamentó James mientras Lily sonreía satisfecha.
-Pues
parece que a él le encanta-volvió a decir Hagrid-Por
cierto, ¿Y Remus?
-Está arriba,cambiandose.
-explicó Kirsten-Ha hecho un hechizo enorme y horrible y ha
venido cubierto de algo muy espeso, blanco.
-¿Algo
blanco?-preguntó Hagrid con mucha curiosidad.-Bueno, tengo que
irme...
-¡Si acabas de llegar, Hagrid!-exclamó
James-¿Dónde vas a estas horas?
-Ya, bueno-dijo el
enorme chico azorado-Es que ha surgido una urgencia...¡Hasta
luego, chicos!
Dicho esto, Hagrid se dio la
vuelta y salió a toda prisa por el retrato de la Señora
Gorda.
