CAPÍTULO 27: LA VENGANZA DE SNAPE I

Después de comer en el Gran Comedor, los chicos se fueron a clase de Transformaciones sin Sirius.
-McGonagall se va a enfadar y va a castigarlo de nuevo-dijo Remus sentándose junto a James.
-La vida seríamás aburrida sin los castigos de McGonagall-contestó éste.
-Potter, si sigue hablando durante mis clases no sólo le quitaré puntos, sino que volveré a castigarles.
-Dios sabe que yo no quiero causarle problemas,profesora-dijo James en un tono muy inocente, provocando las carcajadas de sus compañeros.
McGonagall apretó los labios muy fuertementey murmuó algo sobre las ganas que tenía de que James terminara el colegio.
-Hoy empezaremos con las trasformaciones corporales.Estas transformaciones son muy complicadas, obligan a cualquier mago en estados mágicos a transformarse a su forma humana. Es válido para animagos, estados de desmayos u otras formas provocadas por...
En ese momento, se oyeron unos pasos corriendo y un golpe fuerte. McGonagall firó la vista hacia las ventanas del pasillo,apretó los labios de nuevo, cerró fuertemente y dijo en voz baja:"Black".Sirius corría resbalando por el pasillo hacia el aula de Transformaciones, se percipitó contra la puerta y abrió acalorado. McGonagall le miró furiosa, mientras la clase se reía a carcajadas. Sirius estaba cubierto de barro, la cara arañada y la túnica rasgada.
-Dígame un motivo razonable para que no le expulse de mi clase y le quite 200 puntos a Gryffindor por presentarse tarde y con este aspecto, Black.
-Es que en clase del profesor Kettleburn se escapó mi dinddlie y tuve que ir a por él...
-Un dinddlie no hace que esté tan impresentable-dijo seriamente a Sirius mirándolo de arriba abajo.
Sirius enrojeció unos instantes y buscó a sus amigos con la mirada.Al ver a James riéndose como el que más junto a el resto de la clase, Sirius intentó repeinarse, pero se manchó todavía más de barro el pelo, haciendo que se rieran todavía más.
-Señor Black, deje las clases de vanidad para otro momento y siéntese a practicar el hechizo transformatio.
Sirius caminó a lo largo del pasillo, y vio que James estaba sentado junto a Remus, así que buscó un asiento libre. Kirsten estaba junto a Anne. Al lado de un asiento libre estaba Peter, que le hizo un gesto con la mano para que se sentara junto a él, pero le dirigió una mirada de asco y buscó a Lily, que escribía frenéticamente tras Anney se sentó junto a ella con una sonrisa que Lily le devolvió.
-Hola Evans.
-Cállate o McGonagall nos castigará a todos.-djo en susurros.
-Ayúdame, anda-le pidió con cara de cachorrillo-Al menos sécame el pelo.
Lily miró de reojo a McGonagall, sacó la varita y murmuró "sicco" en voz baja, mientras salía aire caliente que secaba el pelo de Sirius.
-Eh, Canuto-dijo James dos mesas más hacia delante-¿Te ha mordido el diddlie?
Remus y las chicas rieron el comentario, mientras Sirius ponía mala cara.

-No, pero me ha llevado hasta partes del bosque que no conocíamos. He visto unos claros con rocas y huecos en el suelo enormes, y el diddlie se había escondido en una pequeña cueva entre los árboles...
Sirius se dio cuenta de que algunas alumnas escuchaban con afán su relato, y decidió adornarlo un poco.
-Entonces, pasé los matojos de hierbas medianas, pasé por un sendero muy oscuro siguiendo las pisadas el felino cuando me encontré en un claro enorme, con grandes agujeros cavados en el suelo...parecían tumbas-relataba enérgicamente mientras las chicas le miraban fascinadas.-Y allí, entre los frondosos árboles,estaba la cueva, un gran agujero negro en el suelo bajo un árbol donde...
-Donde estaba el diddlie, le ha mojado, lo ha cogido y lo ha traido-dijo Kirsten al grupo de chicas girándose violentamente-Fin de la historia.
Kirsten volvió a girarse de nuevo, y cruzó los brazos, enfadada. El grupo de chicas se decepcionaron y susurraron algunos comentarios entre ellas.
-Qué desagradable es esta chica desde que sale con Sirius.
Kirsten lo escuchó y se giró furiosa y dedicó una mirada asesina a la chica que dijo eso.Asustada, la chica bajó la vista y Kirsten se giró mirando al frente de nuevo.Sirius miró divertido la escena, pero dejó de reír la ver la cara de reproche de Lily.
-Algún día se enfadará de verdad, Black-le recriminó con cuidado-Le molesta que provoques esas situaciones.
Sirius levantó la espalda un momento, para que McGonagall no le viera, se acercó a Kirsten y le pasó la mano por los rizos.Ella se giró bruscamente, y le miró enfadada. Sin esperar respuesta, volvió a la posición anterior, y Sirius le pasó otra vez los dedos entre los rizos. Kirsten volvió a girarse y puso cara mucho más enfadada al ver que era Sirius. Por tercera vez, el chico se incorporó y le acarició el pelo, pero ella no se giró, sino que rápidamente sacó la mano, estiró fuertemente del brazo de Sirius, se lo acercó a la cara y le dio un mordisco en toda regla. Sirius soltó un pequeño grito de dolor, y McGongall les miró.
-Black,Williams,¿qué ocurre?
-Nada,profesora-dijo Kirsten sonriendo vengativa-Que Sirius se ha dado un golpe contra la silla de delante al levantar la mano para preguntarle una duda.
-Oh, una novedad. Diga, Black.
Sirius miró con cara de dolor a Kirsten, que le sonreía falsamente, y escondió una mueca de dolor a McGonagall.
-Lo siento, profesora, se me ha olvidado.
-5 puntos menos para Gryffindor por molestar en mi clase.
Sirius se giró de nuevo a Kirsten, que se reía por lo bajo.
-La próxima vez vendrás a molestar después de enfadarme-le dijo ella sonriendo-Ahora si quieres puedes acariciarme.
-Tendrá la cara dura...-susurró él sujetándose la mano del dolor.
Kirsten se rió, y Sirius resignado, le pasó la mano por el pelo durante el resto de la clase

A pesar de que Sirius ya no daba pie a discursiones entre Kirsten y él las chicas siguieron parándole durante el resto del día al verle con la túnica rota. Cuando una chica de sexto de Rawenclaw estuvo a punto de subir a coserle las roturas, Kirsten decidió acompañarle al entrenamiento de quidditch y ver cómo jugaban.Fuera, en los terrenos del colegio, el viento invernal soplaba fuertemente aunque no había ni un rastro de nubes.
-Si no lo vigilo es capaz de contar que el diddlie le comió y le vomitó-dijo Kirsten separándolo de un grupo de alumnas junto al lago.
-Eso es una historia muggle, la de Jonás-dijo Lily recordando.
-¿Los muggles pueden ver diddlies?
-No era un diddlie, era una ballena-contestó Anne, apareciendo con Remus por detrás-Lo que me recuerda que tengo que terminar mis deberes de Estudios Muggles...Acompáñame, Remus.

Remus acedió y desapareció con Anne dentro del castillo.James se cruzó con ellos, llevando su escoba y la de Sirius.
-¿No vais con Anne y Remus?-preguntó el chico dandole a Sirius la Cometa 260.
-No, yo voy a ver como entrenais-contestó Kirsten con una sonrisa falsa.
-Es que me admira-dijo Sirius sin percibir la ironía,y Kirsten le miró de reojo con hastío.
-¡Perfecto, así vendrá Lily!-dijo James emocionado-Nunca has venido a verme entrenar, y estamos a febrero...
-Está bien-dijo convencida-De todas formas no tenía nada que hacer...
James le pasó un brazo sobre los hombros y fueron juntos hacia el campo de Quidditch.
-Esperad, vuelvo al castillo en un momento y cojo la capa.Tengo frío.-dijo Lily.
-¡Más te vale, pelirroja!-dijo riéndose.