CAPÍTULO 30: SIRIUS "EL BOCAZAS"

-James, deja de apretarme, por favor.
James volvió a la realidad. Tenía el brazo de Sirius fuertemente asido y le estaba haciendo daño. Estaba tan furioso que le dolía la mandíbula de apretar fuertemente y las comisuras de la boca las tenía doloridas a causa de apretar.
-James, si sigues apretando te vas a romper la mandíbula, vas a empezar a transformarte en McGonagall y te saldrá moño y se te pegará a la nuca, apretarás los labios siempre y no se te despegarán y…
-Sirius, ¡deja de hacer el imbécil!-dijo Remus de pronto mientras Sirius miraba el techo hablando rápidamente.
-…y te aparecerá un sombrero en la cabeza, irás quitando puntos a las casas…-continuó Sirius mirando el techo y gesticulando exageradamente mientras aumentaba el tono trágico de su voz- Y a mí tendrán que cortarme el brazo, con lo cual ¡Pobre de mí! Sin brazo… sin parte de mi maravilloso atractivo…
-Sirius, ¡no has de ser atractivo, piensa en Kirsten!-le regañó Anne.
-¡ Kirsten , pobre!-exclamó gravemente el chico-¡ Sin mi brazo no podré acariciarla, ni abrazarla, ni tocar otras partes de su cuerpo…!
En ese momento, la cabeza de Sirius se balanceó bruscamente hacia delante, y el pelo le rozó la barbilla del golpe. Anne estaba detrás y acababa de propinarle la mejor colleja ( o peor, en opinión de Sirius) que habían visto nunca, excepto Remus.
-Anne, ese poder no lo conocía yo-dijo Sirius frotándose la nuca- ¿Te entrenas con Remus?
-La verdad, sí-dijo ella satisfecha de su golpe- Se deja hacer de todo.
Remus agachó la mirada vergonzosa mientras Sirius se carcajeaba y le señalaba con el dedo.
- Déjale en paz, Sirius- dijo James soltándole y con un gesto amargo en la cara- Te merecías esa colleja.
-Vaya, ahora sale el defensor del golpe educativo-respondió con además enfadado el joven mientras se alisaba el flequillo- Sí que te pone de mal humor ese Riddle, ¿eh, Cornamenta?
- Pues sí, mira por dónde.
-¡A ti no te ha llamado cobarde ni te ha insultado respecto a tu condición humana! No sé porqué te importa tanto, si te digo la verdad…
-Sirius, quizás a él no le haya insultado, ni le haya echado en cara su naturaleza humana, pero ponte en su lugar- le dijo Remus seriamente-¿Cómo te sentirías tú si un tipo misterioso y aparentemente bueno en todo, que consigue todos los favores que pide, siempre está rodeado de méritos y de gente importante, alguien de quien oyes hablar continuamente te menciona a tu novia? Imagina por un momento que ese alguien y tú estáis enfrentados y él utiliza a Kirsten para hacerte daño y atacarte donde más duele, porque no puede ofenderte de otro modo. ¿Cómo reaccionarías?
James miró agradecido a su amigo. Al fin, había conseguido callar a Sirius y conseguir que lo entendiera. Le dirigió una sonrisa de agradecimiento y vio como Sirius se rascaba la cabeza pensativo.

-Puede que tengas razón, Lunático-dijo al fin Sirius- Pero no lo tengas en cuenta, James. Además, tienes que tomártelo con sentido del humor. Es lo que dice Remus, que sólo intenta darte celos y envidia. ¿Verdad que sí, Remus, a que es eso?
James miró a Remus. El chico estaba con los párpados entrecerrados y los ojos en blanco, un gesto muy habitual en él cuando las preguntas absurdas e insistentes de Sirius estaban haciéndole perder la paciencia. James esbozó una sonrisa y una diminuta carcajada, y decidió seguir el consejo de Sirius: no tenía el porqué desconfiar de Lily y tomárselo a pecho. Seguro que ella no hablaba nunca con él, es más: seguro que le odiaba por estar enemistado con James.
-Sí, Sirius-afirmó Remus con un deje de voz que hacía entender que estaba harto de su amigo-Pero hay que ser delicado para decir las cosas. De-li-ca-do.
- Está bien, trataré de recordarlo- decía Sirius mientras se rascaba la nuca y subían las escaleras hacia el aula de Encantamientos- De-li-ca-do. ¡¡Auch! ¿Qué demonios estás haciendo?
James acababa de propinarle otra sonora colleja en la nuca.
-Me estabas empezando a poner nervioso al rascarte la nuca. ¿Acaso tienes piojos?
-Ahora estás de mejor humor, ¿Eh?-dijo frotándose la nuca ávidamente.
-Sí, ahora que he descubierto que contigo y tus piojos, todo es más divertido-se rió James de Sirius.
-¿¿Piojos?
-Sí, por aquí tienes uno- dijo Anne levantándole la melena bajo las patillas- Y aquí, otro, y otro más, y…Vaya, tienes todo un nido de asquerosos e infectos piojos.
-¡¡NOOOOO!
Sirius corrió escaleras arriba rascándose la cabeza en dirección hacia la torre de Gryffindor.
-Nunca cambiará-dijo Anne riéndose a mandíbula batiente.
-Los que vamos a cambiar somos nosotros como lleguemos más tarde a clase, porque Flitwilck es capaz de convertirnos en rana.
-Remus, sería más divertido convertirnos en hurón, ¿no crees?-dijo James. -O mejor, si convirtiera a algún Slytherin…
-Si, claro, y que rodara por todas las mazmorras- le siguió Remus la broma.
- Es lo que todo Slytherin se merece.
Y juntos, subieron a la clase de Encantamientos pensando en algún Slytherin convertido en hurón y deseando que en un futuro fuera así.

James no coincidió con Lily en toda la tarde, y estaba deseando encontrarla en la Sala Común y sacarle el tema de Tom Riddle de manera discreta. Conocía a Lily y sabía que podía enfadarse, pero por otro lado estaba tan furioso por el comentario del prefecto de Slytherin que necesitaba una explicación.
-No te preocupes -dijo Remus a la hora de la cena-Seguro que Lily y Tom se llevan mal. Son Gryffindor y Slytherin, ¿lo recuerdas?
James miró desganado la crema de avena y pensaba en Lily, y en su reacción. Se repente, sintió como dos manos le tapaban los ojos.
-Hola Lily-dijo con voz temblorosa.
-Vaya, has adivinado enseguida quién era, ¿Eh? -dijo la chica sentándose a su lado y sonriéndole abiertamente.
-No como Sirius-dijo la voz de Kirsten con las risas de Anne de fondo-Reconocería antes las collejas de Anne que mi cara en sus narices.
James sonrió a modo de contestación y pensó rápidamente en qué decirle a Lily. Miraba fijamente su plato de avena, apoyado en sus manos y los codos sobre la mesa, y tan sólo oía las risas y gritos de sus amigos sentados a su alrededor como un murmullo lejano.
-… ¡Siempre tengo que ayudarte yo en todo, Sirius!
-Estaba diciendo que si me atacara una mantícora resfriada a estornudos tú seguro que me secabas el pelo, Kirsten…
-¿¡Cómo iba a atacarte una mantícora!
-¡A estornudos, Kirsten, es obvio!
Remus se rió con ganas junto a Lily y Anne cuando vio que James seguía mirando el plato fijamente. Le dio un codazo en señal de advertencia a Sirius, y el chico dejó de pelearse con Kirsten y le prestó atención.
-Brujo magnífico llamando a Redondoso Potter…-dijo Sirius poniéndose las manos en la boca y haciendo voces frente a James.
-¿QUÉ?-saltó sobresaltado James tirando el plato de avena al suelo.
-¿Brujo magnífico?-dijo Kirsten en voz baja-Querrás decir Brujo Pirujo…
-¡Eh!
-Es cierto, Sirius, de magnífico nada…
-¡Dejadlo ya!-les cortó Remus-¿Te encuentras bien, James?
En ese momento, todos miraban hacia James expectantes mientras él se limpiaba la comida de la túnica. Estuvo a punto de decir que no y pedirle a Lily si podía hablar con ella, pero Lily le miró preocupada a los ojos y comprendió que si montaba otro numerito con Lily en el Gran Comedor como la vez que creyó que le gustaba Lily, se iba a enfadar mucho más.
-Ehm, no-consiguió mentir al fin- Sólo me duele algo la cabeza, voy a la enfermería…
-¿Quieres que te acompañe?-preguntó Lily mientras James solevantaba con rapidez.
-Mejor no, te veo luego.
Lily vio cómo se tropezaba con dos alumnas de cuarto antes de salir precipitadamente por la puerta y desconfió de la contestación de James. Se giró para preguntarle a Remus desde cuando se encontraba mal, pero lo vio cuchicheando con Sirius y notó que escondían algo más. Sirius descubrió que les estaba analizando con la vista, y disimuló lo mejor que pudo (que resultó ser pésimo) sonriendo de pronto y mostrando toda la blanca dentadura.
-¿Qué ocurre?-preguntó Lily segura de que James no estaba enfermo.
-Nada-respondió Sirius antes de que terminara de preguntar.
Remus se llevó una mano a la frente y se giró para pasar desapercibido. Lily alargó la mano y cogió un mendrugo de pan, lanzándoselo a la cabeza para que se girara. Remus abandonó todo disimulo y le metió el pan en la boca a Sirius para que dejara de reírse.

-¡Sirius!
-"Jams sta pgcupdo".
-Por favor, Sirius-dijo Lily hastiada-En mi idioma.
-"M ajogo"
Sirius empezó a ponerse de color verdoso Kirsten se acercó y le metió los dedos en la boca. Con una mueca de asco, le sacó el pan semi-masticado de la boca y Sirius se acarició la garganta con cuidado.
-Casi me matas ahogado-dijo con odio a Remus-Gracias Kirsten, me has salvado la vida.
Sirius cogió a Kirsten por sorpresa y pegó sus labios a los de ella con tanta rapidez que Kirsten casi se cae de la silla. Lily esperaba impaciente, y esta vez les lanzó a la cabeza una piel de plátano.
-¡Dímelo, Sirius!
Sirius se retiró desganado de su novia mientras Kirsten se secaba los labios prudentemente. A Lily le pareció escuchar a Remus murmurar "De-li-ca-do", pero no prestó mucha atención y se centró en Sirius, que estaba por la labor de retirarse el plátano de la cabeza. Kirsten acudió en su ayuda y él miró de reojo a Remus.
-Que James está preocupado.
-¿De qué?
-Bueno-dijo sin dejar de mirar a Remus, como si esperara su aprobación- Es que hemos tenido un pequeño percance con Peter y ha aparecido Riddle…
Lily pareció entenderlo todo. Se le pasó por la cabeza que Riddle le había dicho que estuvieron hablando, que aunque ella se resistía, las conversaciones con Tom cada vez eran más interesantes y que estaban dispuestos a más que saludarse por los pasillos. Se le subió un nudo a la garganta y se aclaró con una débil tos.
-¿Qué más?
-¿Porqué no hablas con él? Quizás necesite que le des ánimos, está desganado.
Sirius miró interrogante a Remus, que sonrió débilmente y murmuró: "Bien, Sirius".
-¿Y qué le digo?-contestó Lily contrariada- No sé qué puede pensar de Riddle…

Sirius contrajo la cara con extrañeza, y abrió la boca con ganas:
-Mira, Lily, Riddle es más guapo que James, más inteligente, más serio y más respetable, y como tú eres tan empollona y tan amarga a veces-dijo con toda la tranquilidad del mundo- pues él piensa que sois iguales y que tú te vas a ir con ese amargado con el que él haces tan buenas migas., que seguramente le dejarás tirado y que Riddle te dejará a ti después y te convertirá en una chica más desagradable, mezquina y borde de lo que puedas llegar a ser ahora.
-Sirius, ¡"DE-LI-CA-DO"!-dijo Remus tapándose la cara.
-¡¡NO LO MATES!-gritó Kirsten poniéndose delante de Sirius-No sabe lo que dice, Lily…
-Menuda aclaración-.dijo Lily desanimada-Creo que sí que hablaré con James…voy a buscarlo.
Lily se levantó con preocupación y desgana para buscar a James. Estaba empezando a cansarse de ir siempre tras él,
Así que aprovecharía para aclararlo todo con él.
-¡¡AU!-gritó Sirius frotándose la nuca de nuevo-¡Anne, me estoy empezando a cansar!
-A la próxima verás como te piensas lo que dices.-dijo levantándose y saliendo del comedor.
-¡¡AU!-dijo de nuevo-¿Ahora tú?
-¡Sí!-le dijo Remus-Después de toda la explicación vas y metes la pata.
Remus se levantó y siguió a Anne.
-¡¡EH!-dijo por tercera vez Sirius-¿Y tú porqué me pegas?
-No iba a ser menos-contestó Kirsten-Vámonos, o te quedas aquí solo.
-Yo no me voy con vosotros, sádicos.
-Siiiiiriiiius-dijo Kirsten con rentitineo- Tengo unos diablos de chocolate en la Sala Común…
Y Sirius no tardó ni dos segundos en levantarse e ir corriendo a la Sala Común antes que sus amigos.