CAPÍTULO 31:LA SOMBRA DE RIDDLE

A pesar de que el mes de marzo acababa de comenzar, Lily se lamentó de no haber cogido una capa para salir a los terrenos de Hogwarts. Hacía mucho frío, y no le había quedado más remedio que salir afuera a buscar a James, porque no le había encontrado ni en la enfermería, ni en Sala Común, ni en su habitación, ni en ninguna de las dependencias del colegio. Se dirigió directa al campo de Quidditch pensando que podría estar allí con su escoba, pero tampoco le encontró. Lily se acercó caminando y abrazándose a sí misma a causa del frío a la cabaña del guardabosque, y se quedó mirando la lumbre del Bosque Prohibido. Recordó cuantas historias y aventuras había comentado James entre risas, cuantas leyendas de extraños seres le había narrado a la luz de la hoguera de la Sala Común y cuantas horas se habría quedado escuchándola hablar emocionado.
-¿Qué haces aquí, Lily?
James estaba frente a ella, abrochándose el cuello de la túnica con dificultad, y con su escoba bajo el brazo.
-Pensé que te encontraría por aquí y no me he equivocado, ¿dónde has estado?
-Para serte sincero, me he venido a volar un rato con la escoba.
Lily le dirigió una sonrisa f u gaz mientras se abrazaba de nuevo ante una ráf a ga de viento. Podía oír los últimos pájaros ante el anochecer, y la luz del día empezaba a oscurecer tras las copas de los frondosos árboles. James la miraba con una mezcla de tristeza y complicidad, y giraba la cara para ver el cielo.
-Está oscureciendo y pronto se hará de noche-dijo Lily para romper el silencio.
-No es la noche lo que más me preocupa en estos momentos.
-Ya imagino.
Ahora Lily miraba al suelo, son saber qué decir, ni cómo explicarse ante James por su actitud con Tom.
-James-dijo de nuevo-Sé que quieres decirme algo, no te lo calles, por favor.
James se giró de nuevo hacia Lily, mirándola con los ojos muy abiertos y relajó la cara. Volvió a mirar el cielo, y respiró hondo.
-No se trata de decirte algo, Lily. Se trata de que necesito que tú me digas algo.
-¿Sobre Tom?
-Sí, sobre Tom.
-Supongo que lo sabes todo-dijo Lily con aire resignado. Otra ráf a g a de viento volvió a azotarle, y un escalofrío recorrió su espalda.-Supongo que Sirius o Remus te lo habrán contado por boca de Anne o Kirsten.

James siguió mirando fijamente hacia otro punto, como la vez que Lily fue a disculparse por el malentendido con Remus. La diferencia es que ahora no se trataba de orgullo, sino de impotencia. No creía que Lily intentara confesarle algún tipo de relación con Tom, pero estaba claro que le escondí algo. Y eso no le enfadaba, sino que le entristecía. Quizás no hubiera sido lo suficientemente bueno con ella para que confiaran plenamente el uno con el otro.
-No, sólo son suposiciones. Y lo que sé, lo sé por el propio Tom.
-Y… ¿qué te ha dicho Tom?
Lily dijo aquello con voz temblorosa, con miedo a lo que James pudiera contestar. El viento continuaba ululando, y Lily se abrazó por enésima vez a sí misma.
-Nada en particular.
-Ah, bueno.
Lily no sabía como salir de aquello, pero James estaba mucho más incómodo.
-Vamos, Lily-dijo de pronto con voz suplicante-Dímelo ya, ¿qué escondes? ¿Porqué Tom parece saber tantas cosas de ti?
-Él sólo se interesó por mí, James-contestó Lily al fin- Sólo puso atención en mí, quiso que nos conociéramos y yo…
-Y tú olvidaste mis recomendaciones, olvidaste lo que le hizo a Hagrid y olvidaste mencionármelo.
-¡Sabía que te enfadarías!-contestó exasperada- Y yo no tengo nada que ver con Hagrid. Además-dijo mientras el viento le removía la melena y empezaba a cortarle los labios. -Él me ha ayudado en algunos momentos, James.
-¿Ah sí?-respondió con sorna- ¿Qué hizo, Lily?
- Me… me encontró un libro en la biblioteca, y…-Lily intentó apresurarse ante la expresión de impaciencia de James-Y fue él quien me salvó de Snape.
Aquello no lo esperaba, y James se sorprendió. Riddle estaba más cerca de Lily porque la había salvado en alguna ocasión, y aquello era muy decepcionante…nunca había hecho nada así por ella.

-¿Tienes frío, Lils?
Lily asintió con la cabeza, y James se quitó la túnica con dificultad. Lily accedió y se puso la capa por encima. Intentó abrocharla, peor no pudo, los botones estaban muy fuertes. James intentó retomar la situación mientras Lily peleaba con sus botones.
-Él ha hecho cosas más importantes que yo por ti, de eso se trata. Te propuso protegerte y tú accediste…
-¡No!-dijo con un grito y soltando uno de los inaccesibles botones-¡Él me ha ofrecido nuevas amistades, James! Quiere ayudarme a expresarme, a conocer cosas distintas y a elegir lo que más me conviene.
-¡Tan sólo intenta que seas como él, y juraría que intenta ponerte también en mi contra!
Lily le miró, incrédula. Eso no podía ser cierto, sino, Tom le habría hecho daño directamente.
-Quiere que conozca otros estilos de vida en los que tú…
-Donde yo no tengo lugar, ¿no?
Lily no había parado a pensar en ello, en el final de su frase. Pero era exactamente lo que quería decir. Lo tenía mucho tiempo en mente, no sabía desde cuando, pero James y ella empezaron a distanciarse y no sabía porqué. Quizás Riddle tenía razón, James no cabía en su vida.
-Déjame que te ayude.
James se acercó a Lily y le empezó a abrochar los botones.
-Yo no quería decir que tú no tienes lugar en mi vida, James, porque yo te quiero, pero…
James la miró a los ojos muy de cerca. Recordó la primera vez que se besaron, en la Sala Común, y recordó cómo se le erizó la nuca al sentir sus labios, cuanto tiempo había soñado con ese momento…y cuanto tiempo había estado temiendo el que vivía en aquellos momentos. El momento en el que vería los ojos de Lily tan de cerca por última vez.

-Pero necesito conocer algo más que lo que me rodea.
¡Pum! James notó como la piedra que había tenido en la garganta durante toda la tarde se le caía hasta los pies, y le producía un ardor horrible y una presión en la boca del estómago. El nudo de su garganta se acentuó y apretó fuertemente los ojos para no lloriquear.
-Ya veo…necesitas conocer más a Tom.
Lily separó las manos de James de la túnica con la mirada baja y empezó a desabrocharse los botones.
-Es eso, ¿verdad Lily?- gritó James enfadado-¡No soy yo, ni eres tú! ¡Es Tom!
-James-dijo con voz baja-Déjalo, por favor, yo no pretendía que esto fuera así…
-¡No querías pero es así!
-Toma-dijo ella sin contestar, sonriendo con tristeza y dándole la capa- Creo que ya no la necesito.
-¿¡ES QUE NO TE DAS CUENTA ¡?-dijo aún más fuerte-¡Te quiere separar de mí!
-¡Basta ya, James, acéptalo!
Lily se apartó con brusquedad y empezó a caminar en dirección contraria al Bosque con la mirada gacha.
-Lily-dijo el agarrándola del brazo- Quiero que sepas que él, haga lo que haga, o diga lo que diga, siempre voy a estar a tu lado Lily, siempre voy a estar a tu lado, y no voy a dejar de quererte…
-James, suéltame, por favor.
-…te dije que no saldrías de mi vida así como así, -dijo suplicante-Por favor, Lily, sé razonable y escúchame.
-Ya estoy fuera tú me has dejado salir. Y tú también me vas a tener a tu lado, James.
Lily sonrió sin dureza alguna y se giró de nuevo, caminando hacia el castillo. James veía cómo se alejaba mientras el nudo de impotencia de su garganta se acrecentaba.
-¡Nunca va a quererte como te quiero yo, Lilians!-dijo gritando cuando ella estaba ya a mucha distancia.- ¡Nadie lo hará!
Pero Lily no se giró, sino que siguió caminando, fingiendo que no lo escuchaba. Pero si lo hacía y lloraba muy silenciosamente, porque todavía le quería. Lo que no sabía es que James, desesperado, se frotaba el pelo con nerviosismo mientras notaba que el nudo de ansiedad era cada vez más insostenible, y poco a poco y entre sollozos, fue llorando, porque también la quería.