CAPÍTULO 32:YA NO ERES LA MISMA...
A
la mañana siguiente, Lily se levantó antes de hora a
desayunar. Aquella noche no había dormido bien, y en cuanto se
levantó sintió un fuerte dolor de cabeza. Mientras
bajaba pos las escaleras el dolor de cabeza se disipaba y se
reconfortaba al sentir el calor del fuego que chisporroteaba en las
chimeneas de la sala común. Al bajar tan pronto, había
sido la primera alumna en entrar al Gran Comedor, y el tintineo de la
cuchara en remover la leche en l tazón resonaba bajo el techo
artificial. El silencio le hizo recordar con más precisión
lo que había ocurrido la noche anterior, y conforme el
sentimiento de culpabilidad crecía a su alrededor, las
lágrimas corrían pos sus mejillas. Lily se reprochaba a
sí misma cómo había podido ser tan estúpida
de haberle dicho a James que prefería conocer más
cosas, y no entendía porque lo dijo, porque con él
estaba feliz. Sin embargo, oía una voz interior le decía
que estaba haciendo lo correcto. Lily sollozó más
fuerte aún al sentir cómo se contradecía a sí
misma, y se dio cuenta de que el dolor de cabeza le venía de
llorar durante toda la noche, e intentó auto controlarse para
que la jaqueca no volviera.
El ruido de los pasos de unos
Rawenclaw la sacó de ensimismamiento y se apresuró a
terminar su desayuno antes de que apareciera James en la mesa de
Gryffindor y tuviera que enfrentarse a sus miradas de reproche. Lily
salió a toda prisa del Gran Comedor y subió las
escaleras centrales intentando pasar entre la marea de estudiantes
que bajaba a desayunar. Miraba entretenida el suelo y esquivaba con
los hombros a los alumnos con los que se cruzaba, sin escuchar unos
gritos a su espalda.
-¡Lily, párate!
Lily se
giró sobresaltada entre un grupo de alumnos y vio como Anne y
Kirsten agitaban las manos desde el fondo del pasillo. Caminó
a paso acelerado y secándose las lágrimas con las
mangas de la túnica.
-Has olvidado tu mochila esta mañana
en la habitación.-dijo Anne extendiéndole su
cartera-Has salido muy pronto, ¿no?
-No tenía
sueño-contestó molesta.
-¿Podemos bajar a
desayunar? Dentro de poco será la hora de ir a clase.
-Yo
ya he desayunado-indicó Lily-Id vosotras.
Anne le dirigió
un gesto suspicaz mientras Kirsten la observaba con detenimiento, muy
fijamente.
-¿Porqué me miráis así?-dijo
al fin.
-Has vuelto a llorar.
Kirsten no dijo aquello como
una pregunta, sino como la afirmación más evidente del
mundo.
-¿Yo, llorar? ¿Cómo que he vuelto…?
-Sí-la interrumpió Kirsten de nuevo- Por lo de
James. Ayer te oí llorar en cuanto llegaste.
-¿Cómo
lo sabes?
-Nos lo ha contado Sirius estaba mañana-respondió
Anne.
Lily se sintió ridícula y notó cómo
se le humedecían los ojos. Avergonzada, agachó la
cabeza.
-¿Estás bien, Lils?-le preguntó Anne
apretándole el hombro.
-Eh…sí, claro.
Anne le
apretó más fuertemente y Lily volvió a desviar
la mirad.
-Bajad a desayunar-dijo a modo de despedida.-Yo os
espero en clase.
Lily prefirió no esperar a que sus amigas
se despidieran y corrió por los pasillos hacia clase de
Aritmancia. Una vez allí, se sentó justo a mitad de
clase y comenzó a sacar el pergamino y su pluma.
A
los pocos minutos, empezaron a aparecer los alumnos y un murmullo
empezó a zumbar en el aula. Lily alzó la mirada en
busca de sus amigas cuando vio aparecer a Remus, y le sonrió
débilmente a modo de saludo. Para su sorpresa, Remus se sentó
a su lado y comenzó a sacar sus enseres de su mochila.
-Espero que no te moleste que hoy me siente a tu lado-le dijo el
chico sonriente-Así Kirsten y Anne se sientan juntas hoy.
Lily hizo un gesto de aprobación con la cabeza y sacó
su libro de Aritmancia.
-Oh, vaya-murmuró Remus rebuscando
entre sus cosas-Creo que he olvidado mi libro en la Sala Común."Accio
libro de Aritmancia".
-Estás muy pálido-dijo Lily
observando la cara de cansancio de Remus-¿Hoy hay luna llena?
-Me temo que sí-contestó el chico con un
soplido-¡Cuidado con el libro!
Lily miró hacia la
puerta y vio cómo el pesado libro de Remus atravesaba el aula
esquivando algunas cabezas, hasta que golpeó una rubia y con
algunos rizos.
-¡¡AU!-exclamó la chica con un
alarido-¿QUIÉN HA SIDO?
-Lo siento Kirsten-contestó
Remus riéndose-Pero si no hubieras estado en la puerta
cotilleando el conjuro convocador no te habría afectado.
-¡!TÚ! Que sepas que me vengaré, el día
menos pensado unos mocos voladores te golpearán en la cara.
Remus la miró con incredulidad y se rió con más
ganas. Cuando la profesora entró en la clase los alumnos que
estaban de pie se sentaron y de pronto, el escandaloso ruido tan sólo
eran cuchicheos. Remus comenzó a sacar sus deberes y a anotar
las explicaciones de la profesora Vector en su pergamino mientras
Lily miraba distraída la ventana .Al oír el rasgar de
las plumas anotando, decidió hacer lo mismo sin prestar mucha
atención. Después de darle muchas vueltas se dio cuenta
de que Remus se había sentado a su lado para sonsacarle algo
sobre James, y seguro que había sido él mismo quien se
lo había pedido. Lily sintió un ligero golpe en el
hombro, y cuando comprobó que había sido Remus le
dirigió una mirada bastante fría que no era propia de
ella. El chico, alertado, se echó hacia atrás y se
tensó.
-Has anotado 587 y es 578, Lily.
Lily, creyendo
que iba a preguntarle sobre James, se avergonzó de sus
pensamientos y asintió a modo de disculpa. "¿Cómo
he podido pensar eso de Remus?-pensaba en silencio-Quizás me
lo esperara demasiado. Lily, céntrate"
Cuando Lily
llevaba más de medio pergamino copiado, alguien llamó a
la puerta y reclamó a la profesora Vector.
-Necesitan
mi ayuda-dijo ella de pronto cogiendo su varita.-Salgo unos minutos,
terminad de copiar.
Cuando salió del aula, todos
abandonaron el silencio y la voz interior de Lily comenzó a
hablar de nuevo. Ahora era el momento preciso para que Remus
preguntara sin molestias…además, ¿por qué no
habría de hacerlo? Era el mejor amigo de James, al fin y al
cabo. Lily se giró hacia Remus expectante, pero el chico no la
miraba y seguía enfrascado tomando apuntes. Lily siguió
mirándole hasta que Remus levantó la cabeza del
pergamino, y le sonrió con complicidad.
-No pienso
contarte nada sobre James ¿entendido?- exclamó Lily
arrogante- No pienso darle la satisfacción de poder hablar de
mí con más sarcasmo del que acostumbra.
La sonrisa
se borró lentamente de la cara de Remus a medida que Lily
hablaba. Al final, la palidez de Remus resaltaba la mueca de disgusto
de su cara.
-Anne y Kirsten querían sentarse juntas…pensé
que no era mala idea.
-Ya, y así tú podrías
decirle algo interesante a James sobre mí para que se vengara
tranquilo,¿no es cierto?
-No, Lily, ellas me lo pidieron,
yo nunca haría eso-dijo Remus con paciencia-NI siquiera por
James.
Lily le miró recelosa durante lago más de
una docena de segundos y comenzó a apuntar más
anotaciones de la profesora en su pergamino a un ritmo rapidísimo.
-Lo que tú digas.
Con aquella frase, Lily dio por
zanjada la conversación y no habló más con Remus
hasta que el chico se despidió al final de la clase. Aunque
Lily le oyó, se hizo la sorda y no contestó.
Salió
corriendo de clase para esperar a sus amigas en la puerta del aula
cuando pasó un grupo de Slytherins por detrás, y pudo
reconocer a algunos de los chicos que intentaron pegarle. Con ese
recuerdo le vino a la cabeza Tom Riddley, y se tranquilizó
inexplicablemente. Cuando se volvió de nuevo, sus amigas
estaban saliendo de la clase.
-¿Porqué habéis
dejado que Remus se sentara a mi lado?-les reprochó
colocándose frente a ellas-¡Ahora tendrá algo que
contarle a James y vosotras podréis curiosear a gusto!
-¿Qué
dices, Lils?- contestó Anne extrañada- Nosotras no
hemos hecho nada de eso, estás equivocada…
-Ya, claro,
siempre soy yo la que está equivocada. Pero nunca acertáis
en mis equivocaciones-dijo pensando en James.
-¿Te
refieres a James?-intervino Kirsten con el cejo fruncido.
-Puede.
-Y crees que como te equivocaste respecto a James nosotras
intentamos arreglar tus equivocaciones, como si fuera una diversión.-
volvió a preguntar mientras se retorcía las manos con
nerviosismo.
-Puede que también. -respondió
enfadada.
-¿CÓMO SE TE OCURRE PENSAR QUE HEMOS
HECHO TODO ESO?-gritó Kirsten abandonando todo disimulo-¡ERES
IMBÉCIL!
Lily notó como la ira se le subía a
la cara, pero Kirsten no parecía más calmada y mucho
menos pretendía dejar que hablara.
-¡ESTUVE TODA LA
NOCHE EN VELA, PREOCUPADA POR TÇI, PORQUE TÚ ESTABAS
LLORANDO!-decía enervada y acercándose a Lily, haciendo
que algunos alumnos se giraran a mirar- ¡Y TÚ ME SALES
CON ÉSTAS!
-Venga, Kirsten, cálmate-le dijo Anne
intentando apartarle.
-¡No quiero calmarme! ¿Sabes
Lily? Nos habíamos sentado juntas para darte esto-dijo
lanzándole un sobre a la altura del pecho, el cual resbaló
y cayó a sus pies- Pero no sé si te importará,
porque últimamente no pareces ser la misma de siempre. La Lily
que nosotros conocíamos quería demasiado a sus amigos y
a James para ser tan egoísta con ellos.
Dicho esto,
Kirsten se dio media vuelta y se alejó refunfuñando
seguida de Anne.
