CAPÍTULO 53: DE RODILLAS
-¿Que me úna?-Lily tuvo que preguntarlo en voz alta para asimilar aquello-¿Yo?¡¿Qué estás diciendo!
Kirsten y Tom se miraron con complicidad.
-No es una idea tan descabellada. A mí también me lo pareció en un principio, Lily, pero si valoras lo importante verás como es tu mejor opción.
Una extraña sensación de decepción asomó por la cara de Lily. No alcanzaba a entender que la persona con quien había dormido desde hacía siete años intentara hacer de ella un arma para acabar con los sangre sucia.
-Entiendo que quieras tiempo para pensar, Lily, pero no una eternidad-dijo Kirsten con la primera sonrisa franca. Aquello pareció un atisbo de la amistad que había entre ellas, aunque Lily seguía desconfiando.-Es normal que tengas miedo, Lil.Vamos, ven
Kirsten continuaba con aquella sonrisa sincera delante de Lily, con ambos brazos extendidos como si quisiera abrazarla. Lily se acercó a ella temerosa, y se abrazó a ella con disimulo. Kirsten la abrazó con fuerza, y mientras Lily notaba el olor de su pelo, comenzó a llorar, primero despacio, y acabó sollozando y escondiéndo su mirada en sus hombros. Su amiga le apretaba conc ariño y comprensión, y susurraba palabras de consuelo, aunque Lily no las escuchaba, Mientras, podía escuchar los desesperados intentos de James de librarse de sus ataduras.
-Lily, sólo tienes que aceptar...ya sé que es duro, pero tú sabes que yo jamás querría nada malo para ti. Lo que estabamos viviendo en Hogwarts- dijo sin dejar de abrazarle con cariño- era una ilusión de niños. James no crecerá, ni Sirius, ni Anne lo entenderá nunca. Sólo quedamos tú y yo, y podemos cambiar muchas cosas, y ser realmente felices.
Lily continuaba sin contestarle, aferrada a ella con miedo y desesperación.
-Somos distintas- continuó Kirsten sin dejar de hablar- Tenemos que hacer algo...será duro perder a tus amigos, pero yo estaré a tu lado cuando veas morir a James.
Lily alzó la cabeza con detenimiento, sin soltar todavía a Kirsten. Las lágrimas dejaron de rodar por sus mejillas, y escuchó más a fondo los chapoteos de James moviéndose sobre algún charco. Recordó la primera vez que besó a James, y todo lo que ocurrió con él, todo lo que habían pasado. Nunca dejaría que eso ocurriera.
-Kirsten- dijo Lily volviendo a llorar- No voy a dejar que matéis a James. Ni a Sirius, ni tampoco a Remus. No puedo permitirlo...yo no quiero una vida así.
-Lily-Kirsten apretó sus brazos con más fuerza- llora cuanto quieras, sé que es duro, pero es el mejor camino. La muerte de los que se consideran tus amigos será tu ritual de iniciación en el grupo...
-No, Kirsten- dijo secándose las lágrimas en el hombro de Kirsten y respirando su olor como si fuera la última vez que fuera a hacerlo-No me uniré a vosotros. Jamás dejaría que muriera un amigo mio. Ni siquiera tú.
-¡Pero no lo entiendes Lil!
-Kirsten- voceó Tom desde el fondo sin que Lily pudiera verlo- Ella ya ha tomado una decisión. Actúa.
Fue Lily quien empezó a notar entonces cómo Kirsten se convulsionaba y empezaba a sollozar en su hombro, y entonces Lily la abrazó, como si se despidiera.
-Aún puedes volver con nosotros y acabar con esto, Kirst- le consolaba ahora Lily- No tienes que hacerlo, sé que tú no eres así...
Kirsten se abrazó con más fuerza y lloró con más ganas, y Lily entendió que a su amiga la dolía tomar una decisión tan drástica.
-¡NO SEAS DÉBIL, WILLIAMS!
Lily notó un dolor agudo en la barriga, y tardó unos instantes en entender que Kirsen le había dado un golpe con la rodilla en el estómago.El dolor fue tan fuerte que se doblegó por sus propias rodillas, y cayó sobre el barro húmedo. Movió el cuello hacia Kirsten con una mueca de disgusto, y vio que Kirsten ya había sacado su varita y le apuntaba con ella mientras estiraba su cara y los surcos de las lágrimas atravesaban sus mejillas. "Me va a matar, Tom conseguirá que me mate, voy a morir ahora mismo" se repetía para sus adentros con patetismo. Cerró los ojos porque no quería ver cómo su mejor amiga se cpnvertía en su propia asesina por su culpa.
-No puedo hacerlo, Tom.- decía Kirsten llorando-¡Mataré a cualquiera,pero no puedes hacer que mate a Lily, es como mi hermana!
Tom bajó de las lápidas con paso desgarbado y con además impaciente.Sacó su varita y puso la punta sobre el cuello de Kirsten.
-Sí, sí que puedes. Ahora no puedes echarte atrás. Si no lo haces- dijo apretando con fuerza- Primero morirás tú, y después Lily.
Lily escuchó cómo lloraba amargamente Kirsten, pero seguía sin querer abrir los ojos antes su muerte inminente.
-Lo siento mucho, Lily- susurró al fin Kirsten.
Esperaba que fuera rápido, que el rayo le diera en el pecho y no le diera tiempo a darse cuenta de que moría. Sin embargo, el grito de Kirsten hizo que se sobresaltara, y todavía se estremeció más cuando notó un rayo de luz a través de sus párpados.
