CAPÍTULO 55: EL SUSPIRO

A Lily le dolía el cuello donde Tom la agarraba con un brazo mientras con el otro le apuntaba con la varita.

-Señor-dijo con la voz entrecortada-¿La Marca del brazo...es negra siempre?

Con alquel comentario esperaba que Sirius y James miraran el antebrazo de Kirsten y averguaran qué era aquella cosa verde, pero comprendió al instante que Tom también iba a reparar en aquello.

-¿Cómo dices?-preguntó Tom-¿Eso a que viene?

Demasiado tarde, Sirius ya estaba sujetando a Kirsten con más fuerza mientras James rebuscaba entre los antebrazos de Kirsten. Tom apretó con más fuerza el cuello de Lily cuando James sacó de la manga de Kirsten y todavía sujeto a su muñeca un brazalete que brillaba intensamente de un color verde resplandeciente entre la cantidad de pulseritas doradas y plateadas de Kirsten. Lily tuvo un mal presentimiento. Cuando James fue a arrancarle la pulsera, Kirsten se agitó y Tom apretó con fuerza el cuello de Lily.

-¡James, esa pulsera es mia!-replicó Kirsten sin dejar de moverse. Aunque había pasado más de una hora desde que la encontrara y estuviera cansada, todavía tenía fuerzas para rebelarse-¡La encontré yo!

-¿La encontraste?-preguntó Lily James inquieto-¿Cuándo?

-Cuando encontré a Blancoso en una maceta después de que desapareciera.¡Deja estar mi pulsera!

James miró la pulsera y después a Tom. Lily intentó recordar cuando Blancoso desapareció, pero hacia tantos meses que lo tenía borroso. Recordó que le dejó el gato a Kirsten para que enviara una carta de contestación a Sirius...aquella tarde una lechuza había entrado en la Sala Común con un mensaje de Sirius para Kirsten. Él quería quedar con Kirsten por la noche, pero cuando ella fue no apareció...Lily se acordó que Kirsten la despertó en la Sala Común a media noche para decirle que Sirius no se había presentado a la cita. En menos de un segundo hizo una relación de todo lo ocurrido entonces con lo que pasaba en aquel momento, y le pareció absurda, pero real.

-Todo fue culpa tuya-dijo en voz baja-¡Fue todo culpa tuya!

James se alarmó al oír a Lily chillar y se puso en guardia.

-¡Quitadle la pulsera a Kirsten, quitádsela!

James estiró del brazalete verdoso pero no podría soltarlo. De pronto, Tom hizo estallar una nube de su varita que abrasó la sien de Lily.

-Dejad éso en su muñeca o la mataré-dijo con su voz silbeante.

James se detuvo en seco, y Kirsten también. Su cara ahora mostraba una perplejidad enorme.

-¿Porqué, Señor?-dijo Kristen balbuceante-¿Qué tiene que ver mi pulsera con su plan?

Tom enrojeció de ira.

-El silencio es demasiado grande y sublime como para que lo ejerzas, ¿verdad, Evans? Si hubieras callado, te hubiera perdonado la vida. Pero no- dijo con fastidio.Ahora me tocará explicar toda la historia para que Kirsten pueda entenderla...pero no deberíais crecer en vuestra grandeza, porque no vais a solucionar el problema. Era un plan perfectamente trazado que por vuestra culpa se desvió. Sin embargo, empiezo ya a despuntar con una inteligencia que hizo que todo mi plan saliera a la perfección...aunque la parte que dependía de ti la has estropeado toda y por tu insensatez no sólo te perderás la clase de vida que ningún otro sangre sucia podría tener, sino que tu mejor amiga ocupará tu puesto y tú y el resto moriréis por no sucumbir ante mi poder.

-¿De qué hablas?-dijo asustada.

-¿Plan, qué plan? Ése no era el plan, Señor-intervino temerosa Kirsten.-¿Había antes otro plan?

-Evans acaba de desvaratarlo todo...No se si recordaréis la clase de Transformaciones en la que McGonagall nos habló sore un hechizo para poder imitar la letra de otra persona. Por aquel entonces, Lily y yo ya habíamos enzado a tener una...¿Cómo lo llamáis los sentimentales? ¡Ah, si!dijo con desprecio mirando a James-Amistad. El caso es que en aquella época mi plan sobre mi futuro comenzaba a fraguarse, y pensé que Lily como buena sangre sucia podría ayudarme en un sabía que Potter aún tenía influencia en ella, utilicé mis derechos que los profesores inéptos de Hogwarts me concedieron al nombrarme prefecto y delegado y entré en la Sección Prohibida de la biblioteca para coneguir el hechizo que me permitiera copiar la letra de Sirius Black.

Kirsten dejó de patalear y se quedó suspendida ene el aire. Sirius, atónito, la bajó, y aunque la seguía rodeando, para Kirsten hubiera sido fácil escapar por que estaba sujeta con muy poca fuerza. Sin embargo, estaba tan sorprendida que no intentó huir.

-¿La letra de Black, Señor?-preguntó Kirsten-¿Qué tiene que ver...?

-¡Cállate Williams!-dio enfurecido-¡Nunca jamás vuelvas a interrumpirme!

Kirsten agachó la cabeza, humillada. Tom carraspeó.

-Como iba diciendo, quería copiar la letra de Black y enviar una lechuza a la Sala Común de Gryffindor con el propósito de que enviara un mensaje a Kirsten.Ése mensaje le propondría quedar aquella noche en el lago, y así utilizaría el gato para enviar el mensaje de contestación.Cuando el gato saliera de la Sala Común, yo estaría esperándole.

Lily recordó con angustia aquel día: todo había ocurrido tal y como Tom lo relataba. Recordaba la lechuza entrar, cómo salió de repente y que Kirsten le pidiera el gato para enviar la respuesta a Sirius.

-Mi plan salió a la perfección. Kirsten supuso que era Sirius quien le enviaba el mensaje porque reconoció su letra, y...

-Imposible-dijo James interrumpiendo.-Para hacer ese hechizo necesitas un documento con la letra de Sirius...

-Serás necio-le cortó Tom-Peter Pettegrew me dio una caricatura que Sirius Black hizo de McGonagall en una clase y la utilicé para el hechizo. Como decía antes, el plan salió a la perfección y cuando el gato salía de la Sala Común, yo lo cogí y lo escondí. Esperé algunos días para que Lily se preocupara por su mascota y lo buscara. Así que cuando fue el momento oportuno, dejé el animal con ése brazalete en el cuello escondido en la maceta. No sabía que el brazalete iba a ser tan maligno para el gato...Siempre que me veía después me maullaba. En fin...Fuiste tan estúpida, Lily, que no encontraste tú a tu gato, si no Kirsten. Cuando vio el brazalete, se lo quedó, y en lugar de llevarlo tú, lo lleva ella.

-¿Éste...éste brazalete lo dejaste tú?-preguntó Kirsten decepcionada-¿Para qué, porqué, Señor?

Tom levantó la varita de la cabeza de Lily para lanzar un hechizo a las piernas de Kirsten. La chica de cayó de rodillas, y Sirius cayó tras ella.

-Tienes que aprender a no interrumpirme, Kirsten, te he avisado-dijo Tom frívolamente.-Aprende a acatar mis órdenes.

-¡No le hagas daño de nuevo, o te juro que...!

-Oh, vamos, ¡Sirius!-dijo lloriqueando Kirsten-Cállate, ¡Me lo merezco! Señor...continua...

-Por tercera vez desde vuestras interrupciones...decía que ése brazalete era para Lily. Sí, por supuesto que lo hechicé-dijo leyendo la cbaeza de Lily- Tú nunca hubieras querido participar en mi plan voluntariamente, así que cada vez que yo podía tener contaco mentar con ése brazalete, lo hacía. Intentaba...es muy complejo para que mentes tan simples como las vuestras lo entendáis...pero yo sólo prentendía guiar a Lily hacia el buen camino.

-Lo que querías era controlarla.-soltó James con rencor.

-Sí, eso piensa una mente débil como la tuya...dije que no lo entenderíais. Pero en fin, a lo que explicaba...el caso es que lo intentaba, pero no conseguía resultados.Empezaba a pensar que Lily era mucho más poderosa de lo que en un principio había imaginado y que el brazalete no le causaba ningún efecto, pero te sobrevaloré, ¡Supe enseguida que realidad no lo llevabas tú, si no Kirsten!-dijo riéndose entre dientes-Pero cuando lo descubrí, cambié de plan. Pensé que Williams también podría ser una buena aliada y atraería a Lily hacía a mí.¡Y aquí estamos todos!

Tom parecía divertido, pero allí no se reía nadie excepto él. Lily recordó cómo el carácter de Kirsten se había avinagrado con el paso del tiempo, y también se sintió culpable al recordar el tintineo de sus pulseras una y otra vez. Ojalá hubiera sabido que aquel tintineo era lo que les iba a separar, y lo hubiera reparado con tiempo. Sirius soltó a Kirsten para girarla hacía sí.

-¿Ves? Ésta no eres tú, ¡Es ese brazalete!-decía en todo comprensivo-Vamos, déjame quitártelo.

-No podrás quitárselo, Black.-dijo Tom con un leve deje de felicidad-Está hechizado con voluntad. Se lo puso por que quiso, y se lo quitará cuando ella quiera.

Kirsten, sin embargo, negaba con la cabeza llena de lloros.

-¡Señor, perdón ...pero yo no estoy a su lado por que usted me obligue con este brazalete! Yo cro que lo que predicas, creo que la limpieza de sangre y creo que sólo pretendías acercarme a tí... Es más, voy a demostrar que éste brazalete sólo me ha abierto los ojos.

Sirius sonrió, aunque Kirsten le miro con desprecio.

-No vas a conseguir nada, estúpido-dijo con odio-Me lo quitaré y todo seguirá siendo como hasta ahora, es una demostración.¿Le importa que me lo quite, Señor?

Tom negó con la cabeza.Kirsten se levantó y se arremangó la manga de la túnica. Todos le miraban con expectación, esperando qué ocurriría. La chica dejó ver de nuevo el brazalete verdecino, y se oyó un click cuando desabrochó el cierre y dejó de caer el brazalete al suelo. Se frotó la muñeca con fricción, y levantó la vista, sin cambio aparente. Lily tragó saliva y sintió de nuevo la piedra en el estómago, nada había cambiado. Sin embargo, James sonreía, y no parecía pensar lo mismo.

-Vamos, Tom-dijo James con vehemencia-Ambos sabemos que Kirsten ya no está bajo tu influencia...acabas de perder un adepto.

-Te equivocas, Potter-dijo con la lengua entre los dientes-Tan solo acabo de conseguir mi objetivo.

Tom separó la varita de la sien de Lily apuntando hacia el brazalete. Sirius se lanzó sobre el brazalete para impedir que Tom lo cogiera mediante la magia, pero Tom levantó la varita del mismo modo. Murmuró algo inaudible.

-¡Apártate, Sirus!-gritó Lily aterrada.

Pero Sirius estaba demasiado cerca para correr. Pero entonces Kirsten se lanzó encima de Sirius, evitando que el rayo que salía de la varita de Riddle diera a Sirius. Kirsten salió disparada contra la montaña de lápidas y sonó un ruido muy fuerte cuando su cabeza chocó contra la dura piedra.La garganta de Lily pareció quebrarse por un minuto, pero Tom alzó de nuevo la varita.

-Oh, es una lástima..pero ahora llega el fin de mi plan:Accio brazalete.

Sirius estaba tan absorto viendo a Kirsten salir despedida contra las lápidas que no cogió el brazalete. El verde de la pieza atravesó el aire hasta la mano de Tom, que con un rápido movimiento de mano colocó el brazalete en la muñeca de Lily.

-Ya está, todo ha salido a pedir de boca-dijo él.

Lily sintió un calor entre las sienes, dentro de su cabeza, pero nada más extraño, Sin embargo, Tom le miraba de manera distinta.

-Vamos,Lily, tienes que intentar entenderme-dijo con una voz que le resultó incluso melosa y sincera-Sólo quiero que juntos lo consigamos...

Tom tendió la mano hacia Lily. Unos minutos antes, sentía que jamás prestaría atención a lo que Tom podía decirle. No sabía el porqué, pero podía pensar en un futuro más grande...aunque ello supusiera desacerse de James, Y De Kirsten...¿Cómo estaría Kirsten? Ahora no podría preocuparse por ella, era más importante su futuro...

-¡Lily, quítate el brazalete!-le gritaban James y Sirius dede lo lejos-¡Hazlo, siempre has confiando en nosotros,quítatelo!

Lily se sintió extraña y contrariada. Al fin, aunque le molestaba tremendamente tener que obedecer a James, se tocó la mano y desabrochó de su muñeca el brazalete. Tom la miraba con odio y furia.

-No importa, no importa...¡Morirás de todos modos!

Tom parecía fuera de sí, furioso y encarnizado. Levantó la varita, pero de pronto apareció en su cara una mirada de terror.

-¿Qué es eso?¡¿Qué demonios es eso!

Lily miró a su alrededor. no notaba nada.

-Noto algo...lo noto...habéis...¡Habéis avisado a Dumbledore!.dijo con un ton de inseguiridad y tartamudeando.

Lily sonrió aliviada. Debía haber sido Anne.

-¡Desgraciados!-gritó enfurecido-¡Sois tan sumamente ineptos para la magia que sois imprevisibles! ¡Cobardes! Pero...-dijo con voz retadora y amenazante-Algún día voleremos a encontrarnos, y ese día os haré más daño que nunca antes en vuestra vida.

Tom no esperó ni un instante, se señaló a sí mismo con la varita y con un leve estallido se desapareció.

-¿Dónde habrá ido?-dijo James a Lily.

-No, no lo sé...-lloró mientras corría a sus brazos.-He pasado mucho miedo...

-Aún no ha acabado todo-dijo Sirius corriendo hacia las lápidas-¡Kirsten!

Sirius se arrodilló justo donde Kirstene staba tumbada sobre las lápidas. Sorprendentemente, no estaba inconsciente, sino con los ojos abiertos. Cuando vio venir a Sirius, sonrió con dolor.Sirius le una devolvió una sonrisa que se convirtió en carcajada de felicidad mientras Lily y James llegaban corriendo y veían a Kirsten feliz en el suelo, con la cara algo blanca y ojerosa.Lily supuso que serían los efectos de soltar el brazalete sobr el que tanto tiempo había estado influenciada bajo el brazalete.Sirius intentó levantarla por la cabeza con dificultad, pero al cogerla por la nuca, su cara se convirtió en una mueca de horror. Levantó una de las manos, y la tenía manchada de sangre. Al girar la cabeza de Kirsten, los tres vieron la herida de Kirsten en la cabeza, y las blancas lápidas que estaban bajo el cuerpo de Kirsten cubiertas de un enorme charco de sangre. Sirius comenzó a llorar amargamente.

-Tranquila, cielo-dijo sin que Kirsten dejara de sonreir y soltara entre tos sangre por la boca-Dumbledore está a punto de llegar y Tom se ha marchado para siempre, espera un poco, espera...

Krsten volvió a sonreír sin dejar de toser. Al fin,dejó de toser, sin peder la sonrisa de los dientes, que antes reluciían por su blancura, ahora estaban manchados en sangre. Levantó la mano para acariciar la cara de Sirius, que estaba en f rente. El chico no dejaba de llorar con amargura. Kirsten cogió aire.

- Sirius...

Y su cabezá colgó de un lado, con la sonrisa en sus labios sangrantes y los ojos abiertos, pero sin brillo.Lily, James y Sirius acaban de ver cómo la vida de Kirsten acababa de esfumarse con su último suspiro.