CAPÍTULO 56:DE VUELTA AL CASTILLO

Sirius la sostenía todavía entre sus manos cuando apartó los rizos rubios que le caían sobre la frente para mirarla con detalle. Fué retirándolos uno a no, con delicadeza, hasta que no quedó ninguno sobre su frente, y apoyó su cabeza en sus piernas. No notaba el calor de las lágrimas cayendo por sus mejillas, y que sonreía a pesar del dolor que sentía. Aunque acababa de morir, la blancura de su rostro y el color de su pelo estaba intancto. Si no fuera porque sus ojos ya no brillaban y tenía los lábios pálidos, Sirius hubiera jurado que estaba mirándole a la cara. Veía que no se movía, que su cabeza caía inerte sobre sus piernas, que su mano ya no le acariciaba la cara y que ya ni siquiera sus labios sonreían, sólo era una mueca en su cara, y aún no entendía que estuviera muerta. Hacía tan sólo una hora la tenía moviéndose frenéticamente entre sus brazos, luchando por escapar de él, y ni siquiera era capaz de parpadear. ¿Qué le ocurría? ¡No podía irse ahora, que iba a llegar Dumbledore!Era tan injusto..¡Se había pasado más de dos días buscándola como un loco por donde había podido, se había internado en el bosque hasta donde no conocía, y se había enfrentado a un futuro criminal!¡Se había jugado su vida por ella, intentando que desapareciera aquel instinto asesino que Tom le había obligado a tener!Ahora que todo iba a volver a ser normal...ella se marchaba. No, no podía irse. Kirsten nunca le haría algo así, debía estar bromeando.

-Kirsten...-dijo Lily arrodillándose a su lado y dandole palmaditas en la cara-Muévete, por favor, muévete...despierta.

Sirius siguió sin moverse,excepto acariciándole la frente.Aún no sabía que estaba muerta...o no quería saberlo. Ella era así, seguro que bromeaba para demostrar que el brazalete ya no le causaba ningún efecto y que esa noche sólo había actuado así porque estaba bajo influencia de Tom.Deseó que dejara ya de bromear, pero no lo hizo. empezaba a sentirse molesto. No había ido hasta allí para nada, tenía que levantarse para cuando Dumbledore llegara.

-Por Merlín...¿qué...qué ha ocurrido aquí, que le pasa a Kirsten?

Lily dejó de mover a Kirsten para ver cómo Remus acababa de incorporarse del suelo. Acababa de despertar;estaba aún algo aturdido por la caída y tenía un bulto enorme en la frente por el golpe que le había dejado insconsciente, pero al ver la escena se alarmó e intentó moverse. Consiguió arrastrarse hasta situarse al otro lado de Sirius, quien ahora tenía más cara de enfado y miraba a Kirsten obstinado. Remus vio cómo la cogía de los hombros y la movía un poco, mientras le escuchaba susurrar, cada vez más rápido y molesto. Remus puso sus dedos sobre la yugular: no tenía pulso. Sintió un malestar horroso en la garganta y notó cómo las lágirmas se agolpaban en sus ojos.

-Sirius, yo...lo siento-dijo apenas pudiendo hablar- Déjala, no la muevas más...no va a moverse por sí sola, Sirius, está muerta.

Sirius dejó de zarandear a Kirsten un momento, miró a Lily sollozar y a James detrás de ella, abrazándole por el cuello. Cuando miró a James a los ojos, el chico intentó sonreír pero no pudo.

-Estaba siempre tan llena de energía, tan impaciente y activa-dijo James mirándo a Kirsten con pena- Ha sido la mejor merodeadora de...

-¡No hables así!-estalló Sirius enfadadísimo-¡No hables como si ya estuviera muerta, todavía podemos hacer algo!

Remus miró preocupado a James.

-¡No me miréis así, dejadme en paz!-gritó Sirius-¡Estáis desconfiando de ella, es muy inteligente y sabe que puede recuperarse!¿Verdad, Kirsten?-dijo cogiéndola de la cara-¡Despierta,Despierta!

Esta vez la movía con furia y rabia, y Remus intentó cogerle de los brazos.

-¡No puedes hacer nada, no puedes Sirius, ya has hecho todo lo posible!-le dijo Remus entre golpes de brazos-¡Ha muerto!

Sirius negaba con la cabeza mientras cogía la de Kirsten y la ponía bajo su cuello, llorando desconsoladamanete. Remus vio la enorme herida de la nuca manchando los rizos, y sintió náuseas. Se incorporó un poco, y abrazó con un solo brazo la cabeza de Sirius, que no dejaba de llorar, como todos.¿Cómo iba a superar la muerte de alguien tan querido? Sintió miedo y lástima por Sirius, además de dolor por la pérdida de Kirsten.Anne...¿Cómo se lo tomaría Anne? Remus salió de sus pensamientos al escuchar varias voces a lo lejos. Al poco tiempo, unas explosiones hicieron que Dumbledore ,McGonagall, Pollack y la señora Pomfrey se aparecieran a unos metros por debajo de las lápidas, donde ellos estaban subidos rodeando el cuerpo de su amiga. Al verlo, acudieron de inmediato y la señora Pomfrey se sentó junto a Remus.

-Apartad, apartad, necesito espacio-dijo al quitar a Kirsten de las rodillas de Sirius y echar de allí de un manotazo frenético a Remus.

-¿Dónde está Riddle?-preguntó Pollack mirando alrededor-Ése chico se ha pasado de la raya...

-Si nos hubieras dejado retenerle en el castillo, Elmer- contstó McGonagall agudamente y mirando a la señora Pomfrey-Ahora no habría nadie herido...malherir a un alumno merece la expulsión.

La señora Pomfrey se sentó y miró a los chicos son comprensión.

-La señorita Anne y Pettegrew nos avisaron demasiado tarde.-les interrumpió-Está muerta.

McGonagall miró a Dumbledore perpleja, quien no le devolvió la mirada. Sólo se acercó y subió a las lápidas. Se agachó y acarició, como antes había hecho Sirius, la frente de Kirsten.Remus juraría que había envejecido de repente, y que su cara denotaba una tristeza inusual en él.

-Lily, por favor-dijo sin que Lily se moviera- Acompáñame, necesito que me cuentes cómo ha ocurrido todo...James, Remus, ayudad a Sirius a levantarse.

Lily intentó levantarse, pero el dolor de su rodilla hizo que recordara que le costaba moverse.

-Espera...la señora Pomfrey os pondrá a ti y a Remus en camillas. Iréis al castillo de inmediato...Minerva, acompáñales. Elmer y yo buscaremos a Riddle.

-Se desapareció,señor- dijo Lily sin dejar de llorar y mientras se sentaba en una camilla que levitaba a medio metro del suelo-No sabemos dónde ha ido, y Kirsten salió despedida y nosotros no pudimos hacer nada, señor...

-Cálmate-le dijo con tono apaciguador-Ya hablaremos de ésto...vamos, Elmer.Minerva, no dejes que salgan de la enfermería. Que Potter y Black acudan a mi despacho.

Dumbledore sacó su varita , seguido de Pollack, ambos en guardia, y desaparecieron entre los árboles sobre la ladera.La señora Pomfrey guiaba las camillas sobre la cuesta por la que subía, al otro lado de donde habían bajado. Sirius caminaba junto a la camilla de Kirsten, y James le pasó un brazo sobre el hombro. Nadie dijo nada en todo el trayecto, y al pasar de nuevo entre las tumbas del cementerio Sirius sintió un escalofrío y las miró con dureza.Caminaron entre árboles en una empinada cuesta, lo que equivalía al trayecto que habían hecho mediante el extraño transporte mágico que Tom había puesto bajo un árbol caído. Iba tan ensimismado sin pensar en nada, que pronto llegaron a los terrenos del colegio. Al llegar al castillo, ni siquiera eran las 4 de la madrugada, y subieron los escalones hasta la enfermería.Allí, James le dio un beso a Lily en la frente.

-Bajaré en cuanto hablemos con Dumbledore. Cuídate- le dijo sonriendo.

Lily le devolvió la sonrisa y lloró de nuevo. Sirius se despegó con muy pocas ganas de la mano de Kirsten y le cerró los párpados. McGonagall le miró con pena y le

estrechó un hombro.En otra ocasión, a Siriu le hubieran dado calambres, pero en aquel momento no era capaz de sentir nada que no fuera su propio dolor.

-Luego la verás, Black-le dijo en voz baja-Ahora vayámos al despacho...

-Cuida de ella-le dijo Sirius a Lily, quien se quedó extrañada-Ya sabes que no le gusta que le molesten los ruidos cuando descansa, aunque este descanso sea un poco...extraño.

Volvió a sentir sus lágrimas corriendo por sus mejillas y sintió ganas de dejarse caer al suelo sin consciencia y quedarse tirado en la puerta de la enfermería, pero James y McGonagall tiraban de él hacia las escaleras mientras Lily lloraba sobre su camilla con los ojos cerrados muy fuertemente.