CAPÍTULO 58:LA MEJOR AMIGA
Al llegar a la enfermería, entraron en el más absoluto silencio. La señora Pomfrey estaba tras una montaña de pergaminos en su escritorio y garabateando a toda prisa. Lily se extrañó de que trabajar a aquellas horas de la noche y sobre todo en aquellas circunstancias, pero por lo visto no fue la única en darse cuenta.
-¿Qué hace trabajando ahora, señoraPomfrey-preguntó James mientras se sentaba en una camilla,y mirando el cuerpo de Kirstn al final de la sala.
-Oh, las muertes de los alumnos cream muchos papeleos...tenemos que hablar ocn el Ministerio, con sus padres, con alguna autoridad más...es un jaleo que hay que solucionar lo antes posible-dijo dándose un respiro y levantando la cabeza en dirección a Sirius-Señor Black.¡Señor Black!
Sirius la miró cuando llamó su atención la segunda vez. Antes, sólo miraba la camilla de Kirsten.
-No tienes buena cara-dijo tuteándole y de forma cariñosa-Deberías dormir un poco, y descansar. Todos deberíais hacerlo.
Sirius le miró y sonrió con tristeza. A Lily se le puso el vello de punta.
-¿Puedo quedarme aquí, señora Pomfrey?-pregntó mientras caminaba hacia Kirsten sin esperar a que la enfermera le contestaba.
Cuando estuvo al borde de su camilla, se quedo quieto, mirándola en silencio. La luz de la luna empezaba a debilitarse, y aún así entraba por la ventana, dando un color blanquecino a la sala. Kirsten reposaba sobre la camilla, inmóvil, y muy blanca. El pelo le caía por los lados, ylos labios ya no eran tan rojos como de costumbre. Estaba muy rígida, las manos a sus costados y la barbilla elevada sobre su pecho.Aún así, pensó que podría pasar perfectamente por dormida sino fuera porque acababa de verle morir. La veía ahí, tan quieta, ue le daba miedo acercarse, así que se sentó a su lado, lejos de su cara, sin atreverse a tocarla.Le acarició la frente,y le subió el nudo ala garganta. ¿Qué importaba Tom,si no estaba Kirsten?¿ Qué importaba discutir con Anne si Kirsten no intercedía?¿Qué importaba el Quidditch si ella no iba a verle? ¿Qué importaban James, Lily, Remus si no con estaba ella?¿Qué importaba él si ella no vivía? Se dio pena y asco de sí mismo por ser tan lastimero, se arrepintió por dejar que todo ocurriera, se odió por actuar de manera que ella no hubiera soportado y se sintió desgraciado por faltarle ella.Nunca pensó que pudiera llenar tanto en tan poco tiempo, no sabía que era tan importante para él, ni que ella fuera tan indispensable...pero sentía que no reiría más, ni que iba calmar el escozor de su garganta nunca. Era tan paradójico echarla de menos teniéndola tan cerca...Empezó a encontrarse mal, y se arrodillço, escondiendo la cara en las sábanas. Si querer, tocó su mano: una mano helada, muy fría, nada cálida, como de costumbre. Tomó en aquel momento plena consciencia de que estaba muerta, y quería dormir allí para no sentir que el tiempo pasaba y él no iba a poder evitar que desapareciera por siempre de la faz de la tierra. Así, se apoyó en su mano, y cerró los ojos, obligándose a dormir, aunque ni quisiera ni pudiera.
Cuando despertó, la boca la tenía algo seca y la luz del sol ya entraba por la ventana con suficiente intensidad. Se desperezó con cautela, y se dio cuenta de que no sentía el brazo derecho: se había dormido sobre él. Al pensar en su brazo, miró la camilla, y vio a Kirsten en la misma posición en la que estaba la noche anterior, sólo que ahora el sol le daba en la caray se notaba muchísimo más su palidez. Le volvió a doler la garganta de la ansiedad, pero no fue capaz de llorar porque no pensaba en nada en concreto. Aunque no lo había advertido, James estaba dándole golpecitos en el hombro para llamar su atención desde hacía un rato.
-Sirius, ¿Me escuchas o todavía estás dormido?
-¿Qué?-dijo saliendo de su ensimismamiento-¡Ah! No, no, te escucho. ¿La ves, puedes verla?¿A que parece que está viva?
James suspiró mirando al suelo, y después miró a Lily, que estaba sentada en la camilla de enfrente, frotándose la rodilla dolorida. Remus estaba todavía dormido en su camilla, y Anne se encontraba sentada a su lado, medio arrastrada hacia el suelo y con la mirada perdida en algún tramo de la pared de enfrente.
Sirius no esperó respuesta, y rió con desgana, James apretó de nuevo su hombro sin ninguna reacción, y Anne pareció despertar ante el sonido de su risa. Mostró cara malhumorada, y se incorporó, caminando hacia ellos.
-¿De qué te ríes ahora?-preguntó secamente.
Sirius se giró a mirarla sorprendido, para volver a apoyarse en el alféizar de la ventana a mirar al exterior.Anne esperaba su contestación impaciente mientras tambarileaba con los dedos en la mesilla de noche de Kirsten.
-¡Te estoy hablando, Sirius!
-Vamos, ¡Déjale en paz!-le cortó James-¡Otra vez no, por favor!
-Mirad, hoy es el peor día para discutir. Los padres de Kirsten tienen que estar a punto de llegar para...para enterrar a Kirsten, y precisamente hoy hemos de estar unidos, no va a ser nada fácil.-dijo Remus desde la camilla, ahora despierto.
Anne pareció arrepentirse y se dejó caer desfallecida en el mismo trozo de la cama donde Sirius había dormido, y aunque la escuchó sollozar, Black aparentó no percatarse, y seguir mirando por la ventana. Quizas intentaba no llorar él también, y no quería pensar todavía en ello.
Al momento, la Señora Pomfrey abrió la puerta y asomó la cabeza desde fuera para decirles que era momento de salir.
-Los señores Williams han llegado y MInerva me pidió que cuando ya estuvieran aquí os avisara. Si me seguis, por favor...
Lily se levantó de la camilla y acompañó a Anne y a Remus hacia la puerta de la enfermería. James esperó a que Sirius se moviera por sí sólo, pero no parecía tener mucha voluntad. El chico al fin dejó al alféizar y miró de nuevo el cadáver de Kirsten, sin pensar si quiera en ella.
-Vámonos, Canuto.Nos están esperando.
Sirius caminó en contra de su voluntad hacia la puerta, no sin mirar varias veces hacia atrás. Al fin, James cerró la puerta de la enfermería tras ellos y andaron tras la señora Pomfrey al encuentro de los padres de Kirsten. Aunque era mucha la gente que les miraba y cuchicheaba a su pase, Sirius no lo advirtió, pero no pasó por alto para Lily. Los alumnos se habían enterado de aquello muy deprisa, y hablaban en voz baja, mirando como pasaban y evaluándolos con la mirada. Lily se sintió aliviada al llegar hasta el despacho de Dumbledore, y traspasar la gárgola guardiana del profesor. A pesar de todo, le asaltaron las dudas al empezar a subir por las escaleras.¿Qué iban a decirle a los padres de Kirsten? Era cierto que ella les conocía, pero no era nadie para hablar de su hija muerta. No le dio tiempo a pensar nada por que de inmediato estaba atravesando la puerta del despacho. La señora Williams estaba sentada en la silla que daba frente a Dumbledore,totalmente despeinada con las manos tapándo su rostro, y el señor Williams le abrazaba por la espalda, intentando consolar a su mujer.
-Señora...señora Williams-dijo tímidamente, acercámdose a ella.-Soy Lilians, ¿me recuerda?
-Lily...sí, claro que sí-dijo el padre de Kirsten, quien, como acababa Lily de darse cuenta, también lloraba-Por supuesto que nos acordamos de ti. Y de Anne.
Anne acababa de pasar y ponerse al lado de Lily, abrazándose a sí misma.
-Señores Williams, los jóvenes que acompañan a las amigas de su hija son Remus Lupin, james Potter y Sirius Black, que también conocían a Kirsten.
El señor Williams miró hacia atrás para ver a los chicos, que esperaban desde la puerta. James permanecía quieto, mientras Remus asentía con la cabeza. Sirius les mriaba atónitos, como si no tuviera palabras.
-Señores Williams-se atrevió Lily a decir-hablo por boca de todos si digo que...lo sentímos muchísimo. Kirsten era...muy importante para nosotros, nosotros y ella...pues...
-Lo que Lily intenta decir-le cortó Anne al ver que Lily empezaba a llorar-Es que nosotros también la echaremos mucho de menos, y que lamentamos mucho la pérdida.
Anne se calló para llorar con Lily, y apoyo su cabeza en su hombro.
Una sonrisa intentó salir de la cara del señor Williams hacia Lily y el resto.La madre de Kirsten lloró con más fuerza, murmurando el nombre de Kirstene n voz baja sin cesar.
-Vosotros estuvisteis con ella cuando...cuando murió, ¿No es cierto?-preguntó el padre alzándo la voz para queno le temblara. Lily asintió con la cabeza-¿Cómo fue?
Lily no sabía que decir. No era capaz de superar la muerte de su amiga,y hablar de su muerte sobre todo a sus padres era demasiado para ella. Hizo un esfuerzo, y cogió aire y valor para mentir.
-No sufrió,-dijo con poca seguridad-Murió muy feliz, señor Williams.
El señor Williams cerró los ojos con tristeza, y se aferró al cuello de su mujer, mientras ella apoyaba su cabeza en su vientre, llorando desconsoladamente. De pronto, paró de sollozar, y se soltó de su marido.
-¿Quién es Sirius?-preguntó como si acabara de despertar, mirando a su alrededor-¿Quién de todos vosotros es?
Sirius dio un paso hacia delante, tembloroso, y frotándose los ojos para que no se notara que estaba llorando. Aunque intentaba aprentar mejor aspecto, todos sabían que no era cierto.
-Kirsten me habló de ti...¿La querías tanto como ella pensaba?-dijo la mujer con dulzura, y con agonía en la voz-Dime, anda.
Sirius intentó hablar, pero no tenía voz, ni aire en la garganta. Miró hacia abajo con vergüenza, pero no podía.
-Ella te quería mucho, ¿lo sabías?-dijo la mujer con una sonrisa en los labios y con la expresión de recordar tiempos mejores.
-Lo siento mucho, siento no hablar con ustedes, de verdad.
Sirius se dio la vuelta haciendo caso omiso de las llamadas de sus amigos, pero abrió la puerta, y corrió escaleras abajo.
-Está muy nervioso-le excusó Dumbledore ante los padres de Kirsten-Ruego que le disculpen.
La señora Kirsten asintió con la cabeza, y su marido la cogió de la mano.
-Profesor Dumbledore, ¿Podríamos ver a nuestra hija, por favor?Nos gustaría estar a solas con ella un momento antes de los acontecimientos de la tarde y recordarla tal y como era antes de su entierro.
-Es su hija, tienen los derechos ustedes, señor Williams-contestó Dumbledore-Si me acompañan, por favor..los chicos también se irán ahora.
El señor Williams ayudó a levantarse a su esposa y siguieron a Dumbledore hasta la salida. Anne y Lily fueron las últimas en seguir, y se despidieron de los padres de Kirsten antes de tomar otro camino distinto a la enfermería, donde estaría todavía el cadáver de Kirsten. Antes de alejarse, el señor Williams llamó la atención de Lily.
-Muchas gracias, Lily-dijo tomándola de las manos-Nuestra hija tuvo la mejor amiga del mundo.
Lily sonrió con pena, y se despidió del hombre, dándole la espalda y acompañando a sus amigos.
