CAPITULO 2

A la mañana siguiente Hermione despertó en la cama de Ron. Era una costumbre para ella dormir con los chicos, había perdido la virginidad con su amigo Ron, sin embargo no había salido bien, eran más amigos que amantes, y por suerte habían sido capaces de mantener la amistad, incluso reforzarla, tras ese tiempo juntos. Al fin y al cabo habían vivido mucho juntos, ellos, el trío de oro, que habían vivido un año solos por el mundo, que habían estado 7 años de sus vidas viviendo cosas inimaginables, habían crecido juntos en todos los sentidos, y ahora ninguno imaginaba la vida sin alguno de los otros dos en ellas, pero siempre como amigos.

Cuando iba a levantase para bajar a preparar el desayuno notó como Ron se movía e intentó no hacer ningún ruido al moverse, sin embargo el chico despertó.

-¿ya bajas a hacer el desayuno? Pensaba que hoy querías dormir más

-Déjame en paz Ron- bufó la chica saliendo ya de la cama y peinándose un poco la larga melena.

-Hazte dos coletas- le sugirió el pelirrojo mientras la miraba desde la cama- con ese pijama estás adorable.

-No es adorable como quiero estar Ron- sonrió de medio lado la chica mientras hacía caso omiso a su amigo y se peinaba la melena para dejarla suelta tras su espalda.

Ron se quedó solo en la habitación, sonriente, seguramente remolonearía por la cama unos 40 minutos más para darle espacio a la chica, como todas las mañanas que ella se quedaba en la casa, siempre con una misión en mente. No entendía porqué no había conseguido resultados después de tanto tiempo, había días que le costaba controlarse a él incluso.

Hermione por su parte bajó a la cocina, como todas las mañanas que se quedaba allí. Como esperaba no había nadie en la cocina cuando entró, por lo que empezó con su rutina de todas las mañanas preparando el café y las tostadas para empezar. No había terminado de cerrar la cafetera para ponerla al fuego que escuchó un sonido en la puerta. Tanto Remus como Sirius estaban entrando en la cocina, los dos tenían ojeras y cara de haber dormido muy poco, sin embargo ninguno de los dos quería perderse esos minutos en la cocina desayunando con la joven.

-Buenos días, tenéis mala cara, os encontráis bien?- preguntó algo preocupada mientras se acercaba a los hombres, concretamente a Sirius que estaba más cerca. Se acercó al máximo al cuerpo del hombre que estaba clavado ante la visión que tenía delante. Hermione se puso de puntillas para llegar mejor y le puso una mano en la cara, intentando saber si tenía fiebre, dándole una mejor visión al animago de su pecho. Sirius estaba seguro que si miraba directamente incluso podría ver parte de los pezones de la chica, esas malditas camisetas de pijama no eran buenas para su salud.

-Estoy bien Hermione- consiguió articular, pero sin separarse se la chica, tampoco era idiota- sólo he dormido poco esta noche.

- Remus, tú estás bien?- Hermione no se separó, sino que incluso pegó un poco más su cuerpo al del hombre con la excusa de mirar a Remus que estaba un poco más atrás de Sirius - ha pasado algo que os quite el sueño?

-Estoy bien Hermione, una mala noche- gruñó mientras se sentaba en la mesa, envidiando a su amigo por la situación en la que se encontraba- hay café? - y sonrió cuando vio como ante esta petición Hermione se separaba de Sirius y volvía a preparar el desayuno.

Hermione se puso a preparar las tostadas de todas las mañanas mientras los dos hombres la observaban. Ninguno había conseguido dormir demasiado pensando en la noche anterior, necesitaban saber, resolver las dudas que habían surgido. No se daban cuenta que, sumergidos en sus pensamientos, los dos tenían la mirada fija en la chica, que al notarse tan observada se puso algo nerviosa, pero no podía desaprovechar esa oportunidad, por lo que se estiró al máximo, levantando los brazos para que la camiseta se subiese y poniéndose de puntillas, para subir a su vez al máximo el culo. Cuando volvió a su posición normal pudo escuchar como los dos hombres se movían inquietos en sus sillas, por lo que sonrió mientras se giraba a servirles el desayuno.

Hermione no tenía ni un pelo de tonta, y sabía muy bien lo que se hacía, o eso pensaba, por lo que decidió aprovechar la atención extra que estaba recibiendo esa mañana para servir el desayuno despacio, acercándose a cada uno de ellos para ponerles el plato con tostadas y el café delante, dejando que su cuerpo se rozase con el de los hombres, siempre sutil, pero suficiente como para que ellos notasen sus manos, sus pechos o sus muslos rozando los brazos o la espalda de cada uno. Este nuevo acercamiento descolocó todavía más a los dos adultos, sin embargo ninguno se apartó ni se quejó un segundo por notar la cercanía de la castaña. Esta aceptación animó a la chica, que tras servirles el desayuno se sentó delante de ellos con su café, dejando entrever su pronunciado escote. Ese pijama era nuevo, de un color rosa palo muy suave, pero lo mejor de todo era la camiseta, muy suelta, de tirantes muy finos largos, tanto que si se agachaba mucho se le podía ver hasta el ombligo por el escote, pero que recta tan solo quedaba como una camiseta de pijama holgada.

Por su parte tanto Remus como Sirius estaban teniendo graves problemas para contenerse. Remus por su parte se recordaba una y otra vez que aquella mujer delante suyo tan solo tenía 19 años, que era inocente y que confiaba en ellos como en unos tíos o hermanos mayores, y por lo tanto tenía que dejar de imaginársela desnuda encima de esa maldita mesa de cocina. Sirius sin embargo no era tan cauteloso y si estaba repasando todas y cada una de las cosas que le haría a Hermione si ella estuviese dispuesta a dejarse, sin embargo se veía demasiado mayor como para poder atraer a una chica como ella, por lo que se deleitaba en sus fantasías, pero sin pasar de ahí, aunque estas imágenes estuviesen provocando problemas en su entrepierna.

- ¿Qué os ha desvelado a los dos esta noche? - empezó la conversación Hermione, al fin y al cabo tenía una misión que conseguir y no lo lograría solo con un par de roces y un poco de exhibicionismo.

-Anoche nos pasamos bebiendo whisky, eso es todo - improvisó Sirius. Era cierto que habían estado tomando una copa juntos antes de acostarse, pero no había sido cosa del alcohol su desvelo, y era plenamente consciente que su amigo se encontraba en su misma situación.

- Vaya hombre! La próxima que os vayáis a tomar unas copas, avisad! - se quejó Hermione, al fin y al cabo el alcohol podría ser un gran aliado para ella - os quedáis toda la diversión para vosotros solos.

- Hermione eres muy joven para tomar copas con nosotros - remoloneó Remus, alcohol más Hermione podía ser una combinación peligrosa.

- Tengo 19 años, ya soy mayorista, además, ni que no me hubiese emborrachado ya un par de veces con los chicos!

- Comparemos unas cervezas si te hace ilusión Hermione - sonrió Sirius, dudaba mucho que la chica aguantase más de tres cervezas, pero no perdería la oportunidad de verla desinhibida, a pesar de la mirada reprobatoria de Remus.

- Buenos días - interrumpió Harry antes de que Hermione contestara ofendida a Sirius por insinuar que no podía beber lo mismo que ellos, sino que con unas cervezas ya sería demasiado para ella.

-Buenos días - saludaron los dos hombres, sin embargo Hermione permanecía callada, se había puesto de mal humor en el instante que entendió que seguía siendo una niña pequeña para esos dos. Harry notó el silencio de su amiga, no sabía que había pasado, pero podía intuir por dónde irían los tiros, por lo que decidió actuar un poco. Él y Ron habían hablado, querían a su amiga por encima de cualquier otra mujer en el mundo, y querían ayudarla, sin embargo estaban seguros de que ella en el fondo no era suficientemente descarada con sus intenciones, por lo que deberían ayudar un poco a abrir los ojos de los dos hombres que vivían con ellos y enseñarles que Hermione era una mujer más que interesante y apetecible.

-Mione- le dijo Harry mientras la cogía por la espalda, pasando sus brazos justo por debajo de su pecho y marcando más este - ¿verdad que me prepararás el desayuno? Nadie prepara el café como tú - y le dio un beso en la mandíbula, haciendo sonreír a la castaña, pero sobretodo poniendo muy incómodos a Remus y Sirius. Ninguno de los dos había podido hacer algo así con la chica y ambos deseaban poder abrazarla y besarla como estaba haciendo Harry en esos momentos. Sólo agradecían el abrazo de Harry por el hecho de estar ofreciendo una incluso mejor perspectiva del pecho de Hermione.

-Eres un pelota Harry, anda siéntate- le respondió Hermione. Quería a su amigo y agradecía que la alagase y mimase- ¿quieres tostadas, cereales o algo en especial?

- Unas tostadas está bien, gracias.

-Yo también quiero tostadas- entró bostezando Ron en la cocina.

-Buenos días a ti también Ron- regaño Hermione mientras preparaba una ración más de tostadas. Los cuatro hombres estaban sentados en la cocina viendo como la castaña se movía libremente acabando de preparar el desayuno.

Cuando Hermione sirvió el desayuno a sus dos amigos Ron aprovechó para cogerla por la cintura y sentarla encima de su regazo- Te lo he dicho esta mañana- le sonrió mientras le cogía la larga melena y le hacía dos coletas bajas, una a cada lado de su casa- estás muy mona con ese pijama y dos coletas- Ron sonreía mientras le terminaba de hacer las coletas mientras Harry asentía a su lado. Por su parte Remus y Sirius no paraban de ver como efectivamente, la imagen de la chica con las dos coletas despertaba sus instintos más primitivos inmediatamente.

-No es mona el adjetivo que yo usaría - agregó Harry - que pena no ser tu tipo Hermione, sino te juro que te llevaba a la cama ahora mismo- Ante este comentario Remus y Sirius se quedaron clavados. De cierta manera estaban notando algo extraño esa mañana, y no sabían si es que se habían perdido algo entre esos tres o bien que las revelaciones de la noche anterior les estaban afectando más de la cuenta. Sin embargo, esa declaración de intenciones tan directa por parte de Harry les había puesto los sentidos todavía más alerta si era posible, pero sin duda no esperaban la respuesta de la castaña.

-Sabes muy bien qué tipo de hombre me gusta, sin embargo sé que sería muy divertido- sonrió con picardía, inclinándose aún encima de Ron para darle un beso a Harry en la mejilla.

Hermione se levantó con una sonrisa en la cara del regazo de Ron, sin darse cuenta de las miradas de dos hombres clavadas en ella, sin embargo Ron y Harry sí las estaban viendo, y querían aprovechar al máximo.

-Hermione, ¿tienes algún plan para hoy?

-Solamente tengo que ir a entregar un trabajo a la facultad, luego quería ir a ver unas cuantas tiendas a Londres muggle, ¿tenéis algún plan en mente chicos?

-Hoy es viernes, y tengo ganas de fiesta - sonrió Ron - por lo que podríamos ir a beber esta noche- concluyó mirando a Harry y Hermione. Por suerte Harry entendió muy bien por donde quería ir su amigo, así que enseguida apoyó su iniciativa.

-Me parece buena idea Ron, esta noche podríamos hacer planes, que os parece si cenamos aquí y luego nos tomamos algo? Después podemos ir a donde queramos desde aquí.

-Como queráis, yo ya me tengo que ir, pero esta tarde me enviáis una lechuza con los planes.

Tras esto Hermione salió de la cocina con una sonrisa en su cara, le apetecía mucho una noche con sus amigos, y los comentarios de ellos dos habían logrado quitarle el regusto amargo que le habían dejado los comentarios de Remus y Sirius.

Por su parte, en la cocina, Harry y Ron seguían jugando sus cartas a favor de su amiga.

-Os importa que cenemos esta noche aquí los tres?- preguntó inocentemente Harry, sabía que no le pondrían ninguna pega.

-No hay problema Harry, es vuestra casa también.

-Si queréis, os podéis unir, cenamos los cinco- invitaron Harry y Ron, que sonreían inocentemente, ambos estaban algo cansados de esperar, y querían ayudar a su amiga, por lo menos una vez antes de que se rindiese.

Hola,

En primer lugar, muchas gracias por los reviews, agradezco henormemente saber que esta historia le gusta a la gente y que queréis saber como sigue!

Por motivos de trabajo tengo bastante poco tiempo para escribir, sin emabrgo prometo intentar publicar lo más regularmente posible.

Espero que os siga gustando mucho, y publicar el próximo capítulo muy pronto!