CAPITULO 3

Hermione no tardó nada en llegar a su casa, darse una ducha y ponerse en marcha. La primera parada del día era la facultad, tenía que dejar el trabajo en el despacho de su profesor. Sabía que tenía tiempo de sobra para entregar ese trabajo, pero ella seguía siendo Hermione Granger, y por lo tanto siempre entregaba los trabajos perfectos y la primera, sin importar si estaba en el colegio o en la universidad. Una vez entregado el trabajo se fue a la cafetería a tomar un segundo café del día. Ese semestre se había organizado muy bien los horarios y había conseguido tener libres los viernes al completo. No es que estuviese remoloneando, ni mucho menos, simplemente que el resto de la semana tenía clases mañana y tarde. Era duro, pero valía la pena disfrutar de sus fines de semana de tres días todas las semanas. Cuando llegó a la cafetería se encontró con un grupo de amigos que había conocido en la facultad y con los que había hecho buenas migas, así que se fue con ellos un rato.

La castaña había conocido gente muy interesante en la Universidad, un grupo de gente que como ella disfrutaba de los estudios, pero también la animaban a salir, a divertirse y probar cosas nuevas. No se animaba a todas las fiestas universitarias a las que la invitaban, pero sí había probado salir de fiesta alguna noche, incluso alguna escapada de fin de semana todos juntos. Estaba disfrutando de la vida universitaria y eso incluía nuevas compañías y nuevos amigos.

Cuando todos se fueron a sus respectivas clases, Hermione aprovechó para irse de tiendas. La primera parada la librería, la segunda parada una tienda de música que había al lado y, si le quedaba tiempo, quizás miraba alguna otra tienda, pero ese plan ya le encantaba. En la librería ya la conocían, era una clienta excepcional, por eso la dejaban pasar todo el rato que quisiese ojeando libros tranquilamente en uno de los sillones que decoraban el lugar, cada vez que Hermione se leía un libro allí acababa comprando cuatro o cinco más de la materia o el autor descubierto. Cuando estaba por el tercer capítulo recibió un mensaje en su móvil. Había empezado a utilizarlo al salir del colegio, y tanto ella como sus amigos lo consideraban mucho más útil y efectivo que una lechuza, además, estando ella prácticamente todo el día en Londres muggle esa era la mejor manera de comunicarse sin llamar la atención.

*Esta noche cenamos en nuestra casa y luego nos vamos de fiesta a bailar, trae vino ;)*

Eso era lo único que decía el mensaje, sin embargo Hermione lo entendió perfectamente, si la cena era en su casa significaba que no estarían solos, por lo menos no toda la noche, significaba que podría aprovechar la ocasión para que Sirius y Remus la viesen con algo más que unos pijamas o camisetas grandes. Sin pensarlo mucho cerró el libro y cambió de planes para ese día. Se levantó, se fue a comprar unas botellas para la cena y luego se fue directa a su casa, tenía que prepararse, ducharse, vestirse, maquillarse, y sobretodo mentalizarse, quería estar impresionante esa noche.

Hermione había empezado a sentirse atraída por Remus y por Sirius hacía algo más de un año. En el colegio ya le parecían bastante interesantes, pero siempre había pensado que se debía a una admiración por ellos y nada más, pero a medida que se hacía mayor, que sus hormonas se despertaban y que conocía más de la excitación y los placeres carnales, fue determinando que lo que sentía por ese par de hombres era mucho más que admiración, era deseo. Nunca se había puesto a pensar si estaba enamorada de alguno de ellos, los quería, por supuesto, pero no se había atrevido a determinar que fuese un amor carnal de pareja, al igual que no había sido capaz de escoger entre ninguno de ellos.

Sin embargo todo cambió una noche que había salido de fiesta con los amigos de la universidad, cuando un hombre bastante mayor que ella había intentado ligar con ella. No se atrevió a corresponderle, pero cuando estuvo con sus amigas, una de ellas le explicó su experiencia con un hombre mayor, concretamente con dos, y desde que había escuchado su historia no había sido capaz de quitarse de la cabeza la idea de probarlo, concretamente de experimentarlo con esos dos hombres que le quitaban el sueño. Esa idea la había estado atormentando durante muchos días, hasta que una noche de borrachera con Ron y Harry, en un momento íntimo en que se estaban confesando, ella expresó su deseo. Al principio se asustó, no sabía como iban a reaccionar sus amigos, pero estos fueron espléndidos. Lo primero que hicieron fue reírse, suponía que por la cantidad de alcohol en sangre, pero después solo hicieron que apoyarla.

Con ellos había ideado la idea de quedarse a dormir seguido en su casa para estar por las mañanas con ellos, para tentarlos con esas camisetas y esos pijamas. Sin embargo nada parecía tener demasiado efecto, y Hermione empezaba a estar algo cansada y desanimada. Por eso esa noche era importante para ella, tenía una nueva oportunidad y pensaba aprovecharla al máximo. Si no lograba nada, seguramente desfallecería y bueno, se olvidaría de cumplir esa fantasía.

Al llegar a su casa se metió en la ducha y empezó a pensar en qué ropa ponerse. No había cambiado tanto, por lo que su armario seguía siendo más cómodo que sexy, pero había conseguido un par de piezas que le quedaban bien y que utilizaba para salir de fiesta. Se preparó el pelo, consiguiendo unos rizos bien definidos y se dejó el pelo suelto, sabía que así le quedaba mejor. Luego se fue al armario y finalmente escogió unos pantalones de piel negros que se le ceñían a todas las piernas marcándole muy bien el culo. Ron siempre le había dicho que esos pantalones le ponían mucho y bueno, al fin y al cabo quería calentar a dos hombres. Se puso una camiseta plateada atada al cuello que le dejaba prácticamente toda la espalda desnuda. Finalmente para finalizar el conjunto se puso unos salones negros de aguja y una americana negra. Una vez se vio bien maquillada, sin pasarse pero sexy, los ojos negros y los labios rojos para darle un toque de color a todo el conjunto, cogió las botellas que había comprado y decidió irse a casa de los chicos. Con la tontería se le estaba haciendo tarde y ya eran las 7 pasadas.

Al legar a Grimmauld place Ron y Harry estaban en el salón esperándola con una cerveza en la mano. Al verla los dos se levantaron para saludarla.

-Impresionante Mione- la saludó Harry, quien vestía un tejano azul oscuro y una camisa negra.

-Quitas el hipo- le susurró Ron al darle un beso de bienvenida. Él vestía un tejano negro y una camisa azul celeste.

-Hola chicos- saludó la castaña- vosotros también estáis muy guapos.

Los tres amigos se dirigieron a la cocina, donde Hermione abrió una de las botellas de vino. Sus amigos les gustaba cenar con cerveza, pero ella definitivamente prefería el vino. Cuando se giró a la cocina vio que el horno estaba encendido y que dentro no había tres, sino cinco pizzas. Usualmente ella tenía suficiente con media pizza y sus amigos acaban compartiendo la otra media, pero cinco era una exageración.

-Cinco pizzas, ¿no son muchas pizzas?

-Seremos cinco a cenar Mione- le contestó Harry mientras abría dos cervezas más.

-Cinco?

-Si, no han invitado a nosotros también- le contestó Sirius entrando de nuevo en la cocina. Sin embargo poco más pudo decir al ver a Hermione.

Hermione levantó la vista y vio a Remus y Sirius en la puerta de la cocina; Remus vestía unos pantalones oscuros, cinturón de piel y una camisa clara y Sirius unos tejanos desgastados y una camiseta negra lo suficientemente ceñida para marcar esos brazos musculados. En ese momento a Hermione le dio un vuelco el estómago. Estaba claro que sus amigos le habían ofrecido en bandeja de plata otra oportunidad y pensaba aprovecharla al máximo. Así que con una sonrisa en la cara Hermione se acercó a los dos hombres, les dio un beso a cada uno, lo más cerca posible de la comisura de los labios, y susurró un "Magnífico". Después se volvió a girar y se fue quitando la chaqueta mientras caminaba hacia el salón de nuevo, notando como cuatro pares de ojos la veían caminar mientras dejaba toda su espalda al descubierto.

-Que culo…- susurró Ron lo suficientemente fuerte para que lo escuchasen los cuatro hombres, lo que provocó una desviación inmediata al culo de la chica.

Durante la cena Hermione no dejó de beber vino que tanto Ron como Harry le iban poniendo en la copa, mientras iban incitando a beber también a los dos adultos. La cena era el previo y ambos amigos sabían que, si Hermione bebía un poco más de lo habitual se deshinibía y hablaba más de la cuenta o se ponía con ganas de bailar y siempre lo hacía de una forma muy sexy. Por ese motivo decidieron empezar a jugar.

-Necesito salir y ligar hoy- soltó a bocajarro Ron tras servirse otra cerveza.-

-Ron, tu siempre necesitas ligar- rió Harry

-Y si puedes con más de una- añadió Hermione

- Y donde está el problema? Yo te apoyo Ron, hay que disfrutar- comentó Sirius mientras levantaba su cerveza hacia Ron

- No he dicho que sea un problema- puntualizó Hermione- cuantos más mejor, no? - y les sonrió a Sirius, a quién le apareció una sonrisa lobuna en la cara ante la insinuación

-Decidido entonces! Esta noche voy a por una morena y una rubia! - sentenció Ron mientras bebía de nuevo

-Eso quiero verlo Ron- se rió Remus- que pretendes, llevarte a un y luego volver a por otra todo en una noche?

-Hacer un trio- resolvió Hermione- ya lo he dicho, como más, mejor- repitió mirando a Remus en esta ocasión, quien no estaba seguro de entender la insinuación de la castaña.

-Ron llevas con esa fantasía meses, no te ligarás a dos chicas dispuestas a hacer un trío, y lo sabes- se mofó Harry de su amigo mientras reía

-Joder Harry, menudos ánimos! , vosotros que decías, confiáis en mí o no?

-10 galeones a que lo logras Weasley- brindó nuevamente Sirius- todo es cuestión de voluntad

-Acepto la apuesta- se animó Harry- pero la morena no puede ser Hermione- puntualizó. Esto provoco un microinfarto a los dos adultos, quienes no se esperaban semejante apunte en esa apuesta.

-Joder Harry, te gusta ponerlo difícil no?- se enfurruñó Ron

-Vaya hombre, podrías preguntar primero no Ron?- Hermione lo miraba con cara divertida

-Por ti me olvido de la rubia Hermione- le sonrió Ron

Hermione rió con ganas del comentario, pero un ruido en la ventana la distrajo, lo que la obligó a levantarse y acercarse al alféizar donde una lechuza la estaba esperando.

-Que alguien me mate por dejar escapar a ese cuerpo- comentó Ron mientras la veía levantarse

-Hay que ser gilipollas, sí- aprobó Harry mientras también miraba a la castaña- y para colmo ahora no tenemos ninguna oportunidad con ella

-Por qué?- No pudo contenerse Sirius

-Tiene muy claro lo que quiere y lo que le gusta- empezó Harry a contestar

-Y para empezar nos falta unos cuantos años para ser su tipo- finalizó Ron.

-Quiero bailar chicos!- comentó Hermione mientras volvía a la mesa leyendo el pergamino que había traído la lechuza- Me acaban de confirmar la apertura de un nuevo local no muy lejos de aquí y puede estar muy bien- sonrió mientras que con la varita hizo sonar música en la estancia, balanceando las caderas al son de la música mientras substituía el pergamino por la copa de vino que tenía a medias

Ron y Harry conocían muy bien ese momento de la noche, pero estaban viendo que si bien Sirius se comía a su amiga con la mirada, así que no dudaron en animarse al plan de la chica, sin embargo se negaron a ir sin Remus y Sirius, quienes no pensaban perder la oportunidad de seguir mirando a la castaña, por lo que no pusieron ninguna pega en el plan. Salieron de la casa a los 10 minutos de decidirlo y los cinco se dirigieron al local. Al llegar el sitio estaba repleto, pero por suerte, no tuvieron problema en entrar al sitio. Lo primero que hicieron fue buscar un sitio donde sentarse y pedir una copa, sin embargo en cuanto soltó la chaqueta en el sofá Hermione se puso a bailar al ritmo de la música, provocando que muchos hombres que estaban alrededor fijasen sus ojos en ella.

Ron se levantó para bailar con Hermione, la cogió por la cintura y la puso de espaldas a la mesa, dando una vista perfecta los tres hombres sentados del movimiento de Hermione, de como esos zapatos de tacón le hacían unas piernas eternas enfundadas en ese pantalón apretado y dejaban bien levantado su culo, que no paraba de moverlo. Ron a su vez también aprovechó, se apretó bien a Hermione, lo que provocó malestar en Remus y Sirius quienes, sin querer admitirlo, empezaban a sentir muchos celos del pelirrojo. Esos celos aumentaron cuando el chico empezó a mover una de sus manos por la desnuda espalda de la chica, llegando hasta el borde del pantalón, incluso bajando un poco más la poca tela que tenía por ese lado la camiseta de la chica. Hermione estaba cómoda entre los brazos de Ron, le conocía y sabía que nunca haría nada sin su consentimiento, así que se dejó guiar mientras bailaban, lo que no dejaba de provocar más celos en los dos adultos. Ante esta imagen Ron solo pudo sonreír y le susurró a su amiga "si sigues así acabarán corriendo en sus pantalones solo mirándote"

Harry, viendo como Remus era incapaz de separar los ojos del culo de su amiga y como Sirius se bebía la copa prácticamente de un solo trago, se levantó y se dirigió a la improvisada pista de baile. Cogió a Hermione haciendo que diese una vuelta sobre ella misma lo que le permitió cogerla, pero por la espalda, dejando su mano en su vientre y colocando una de las manos de la chica en su cuello para seguir bailando sensualmente. Ron echó una mirada a los adultos quienes estaban mirando el espectáculo con ansias de participar. En ese momento Ron se fue a por una copa para él dejando a Hermione bailando con Harry, quién viendo el movimiento del pelirrojo le susurró algo a Hermione al oído y se fue tras suyo.

Hermione sonrió y se dirigió a los dos hombres restantes: "alguno bailará conmigo?" Les pidió mientras estiraba sus dos brazos en su dirección. Remus y Sirius se miraron y ante las dudas del primero Sirius se levantó y se acercó a la castaña. Desde el día anterior no podía dejar de pensar en todos los comentarios que había escuchado, en las insinuaciones cada vez menos sutiles por parte de su ahijado y del pelirrojo, y tener a la chica tal y como estaba delante suyo, cada vez tenía más claro y esa noche, muy seguramente, intentaría algo con ella más allá de un beso en la mejilla de buenas noches.

Sirius empezó a bailar con ella sin ningún problema, el hombre sabía como bailar y llevar a una mujer, lo que encantó a la chica, quien solo disfrutaba de dejarse llevar y de rozarse lo máximo posible con el hombre que tenía delante, o detrás en función del momento. Estuvo un rato bailando con Sirius, dejando que el hombre poco a poco fuese recorriendo su cuerpo con caricias con la excusa del bailes, pero mirando de vez a en cuando a Remus, asegurándose de que lo miraba y podía hacer contacto visual con él también. Al cabo de unas canciones Hermione consideró que debía acercarse también al hombre lobo si quería conseguir su objetivo, por ello se acercó al oído de Sirius, pegando todo su cuerpo al suyo con la excusa, "voy a sacar a bailar a Remus también" y tras darle un beso en la mitad de los labios, como un meso mal calculado en la mejilla, se giró en busca de su segunda víctima. Sirius se quedó mirando a la chica mientras una idea se empezaba a formar en su cabeza, muy descabellada, pero una idea muy interesante.

Por su parte Hermione se acercó a Remus, quien seguía sentado, con las piernas cruzadas para evitar que se notase el principio de erección que le estaba causando el baile de la chica en brazos de su amigo. Al verla besar a su amigo para girarse e ir en su dirección Remus se sorprendió, sin embargo fue incapaz de negarse a levantarse cuando la chica lo cogió de las manos y tiró de él para bailar. Tampoco se le daba mal, y la verdad es que aquella música y tener a Hermione entre sus brazos solo incitaba a un tipo de movimientos, acompasados con el cuerpo de la chica. Remus solía comportarse, pero era un hombre y tenía un limite, uno que la castaña estaba sobrepasando a pasos agigantados. Poco a poco fue imitando a su amigo y fue recorriendo el cuerpo de la chica con sus manos con la excusa del baile, la hacía dar vueltas para ir recorriendo sus caderas, su espalda y hasta estómago como en ese momento.

Hermione colocó un brazo alrededor del cuello del hombre lobo, pegando más su culo a su entrepierna. Ante este gesto Remus miró la cara de la chica y se la encontró sonriendo mientras también miraba a Sirius, tal y como había hecho anteriormente con él, quien estaba de nuevo sentado, pero con una sonrisa lobuna en la cara.

En ese momento Sirius y Remus se miraron y empezaron a atar cabos en sus cabezas, necesitaban confirmarlo, pero ambos comenzaban a tener muy claro lo que podía pasar esa noche.

BUENAS! EN PRIMER LUGAR SIENTO MUCHO EL RETRASO, PERO EL TRABAJO ES LO QUE TIENE, DEJA POCO TIEMPO LIBRE :( SIN EMBARGO, LO MÁS IMPORTANTE ES DECIR ¡MUCHAS GRACIAS POR TODOS LOS COMENTARIOS! ANIMA MUCHO LEER QUE OS GUSTA LA HISTORIA, AUNQUE REQUIERA UN POCO DE PACIENCIA, PROMETO IR ESCRIBIENDO Y ACTUALIZANDO! ESPERO HAYÁIS DISFRUTADO DE ESTE CAPÍTULO Y HASTA EL SIGUIENTE!

Atry