HOLA!
Lo sé, hace mil que no publico, y lo siento mucho, pero aquí tengo un nuevo episodio de esta historia. Aviso importante, este capítulo contiene escenas de sexo explícitas!
Muchísimas gracias por los mensajes y por los reviwes, son lo mejor!
Espero que lo disfrutéis!
CAPÍTULO 4
Antes de que terminase la canción aparecieron nuevamente Harry y Ron en la mesa, junto con una bandeja llena de chupitos de colores que Harry dejó en el centro de la mesa que tenían libre mientras Ron arrancaba a Hermione de los brazos de Remus para susurrarle "Si ellos son tan tontos como para dejar pasar la oportunidad, búscame" Hermione se giró y miró a su pelirrojo amigo con un interrogante en la mirada. Quería muchísimo a su amigo, y sabía que las insinuaciones entre ellos eran muy constantes dado su historial, pero ese tono de voz con el que le había susurrado al oído la había dejado descolocadla. Ron, entendiendo su mirada volvió a acercarla a su cuerpo para susurrarle de nuevo "soy un hombre Hermione, y verte bailar como lo haces hace que me olvide de todo excepto de que eres una mujer preciosa" Ron se separó de su oreja con una sonrisa, la miró con confianza a los ojos y la besó en la mejilla mientras la arrastraba delante de los chupitos.
Por su parte Remus se quedó al principio sorprendido ante la ausencia súbita de la castaña entre sus brazos y en seguida una oleada de envidia y celos lo llenó al notar como el joven Weasley se atrevía a estar nuevamente tan cerca de su castaña, porque era suya en esos momento, por lo menos hasta que la soltase o ella decidiese voluntariamente alejarse de su cuerpo. Al ver como los dos se acercaban a la mesa llena de la bebida se relajó un poco, y todavía más cuando notó como Hermione nuevamente se ponía a su lado cuando se acercó también.
- Harry, de que son los chupitos? - se extraño la castaña al ver 10 vasos de colores distintos.
-No tengo ni idea, por lo visto van cambiando de sabor, hay dos para cada uno de momento- contestó el moreno, una vez más sorprendido de lo que los productos mágicos podían llegar a hacer.
Mientras los tres jóvenes reían y comentaban sobre el parecido entre esos chupitos y las grageas de todos los sabores que solían comer en el colegio, Remus y Sirios aprovecharon para separarse un poco del grupo y hablar.
- Remus, si te apetece, yo me muero de ganas- empezó Sirius sin ninguna duda en cuanto estuvieron seguros que no se les escuchaba, mirando a Hermione reír con sus amigos.
-Primero hay que estar seguros que es lo que ella quiere- contestó el hombre lobo- creo que no sabe dónde se mete y solo juega con fuego.
-Yo no tengo problema en abrasarla Lunático.
-Hay que asegurarse de que ella si quiere, y no solo porque esté muy borracha.
Con esta conversación los dos hombres decidieron asumir un nuevo objetivo para la noche, disfrutar de Hermione como nunca lo habían hecho. Por su parte los dos hombres del trío dorado se pusieron a buscar la compañía de esa noche; no sabían que podía pasar pero tenían claro que no querían llegar pronto a su casa después de ver las miradas hambrientas de Sirius y Remus sobre su amiga, y por mucho que ella tuviese su propia casa, no querían correr ningún riesgo, antes una triste habitación de hotel solos que ser espectadores. Por muy de acuerdo con que estuviesen con la fantasía de su amiga, por muy dispuestos que estuviesen a ayudarla a conseguir su deseo, tenían claro que no pensaban ver ni escuchar nada de lo que esa fantasía incluyese. De ese modo, y en cuanto Remus y Sirius volvieron a unirse al baile y a los chupitos, poco a poco Hermione quedaba atrapada entre los dos hombres mientras Harry y Ron desaparecían de su vista.
-Creo que los chicos se han ido- comentó Hermione unas cuantas canciones más tarde
-Miedo de quedarte a solas con nosotros, Hermione?- le contestó Sirius agarrando a la castaña por la cintura y acercando sus cuerpos.
-En absoluto.
-Entonces disfruta del baile y la noche- finalizó Remus mientras agarraba a la chica por la cintura, por el lado contrario a Sirius y la encerraba entre los dos hombres todavía más.
Hermione no estaba segura cuando se había dado ese cambio, pero no quería perder la oportunidad, por lo que siguiendo el ritmo de la música siguió moviendo su cuerpo de un lado a otro, rozando cada parte de los hombres entre los que se encontraba. El alcohol la estaba ayudando a desinhibirse un poco más, por lo que empezó a recorrer con sus manos los cuerpos de los dos hombres. Recorría con sus dedos los brazos de Sirius mientras movía las caderas hacia Remus y de improviso se daba la vuelta y cambiaba las posiciones, pero siempre rozando al máximo a los dos, siempre insinuándose.
Tanto Remus como Sirius no tardaron en intensificar su baile también, Hermione estaba volviéndolos locos con esas caricias y esos vaivenes de cadera. No sabían que era más tentador, tener sus manos recorriendo sus brazos, sus cuellos y su pecho o tener el culo de Hermione entre sus caderas moviendo al ritmo de la música. Los dos empezaban a tener importantes erecciones en sus pantalones que seguro la castaña sentía sobre ella.
-Hermione, estás jugando un juego muy peligroso- le susurró Remus al oído mientras pegaba sus cuerpo todavía más, y sin resistir mas las ganas atrapó con sus labios la oreja de la chica. Al notar el súbito contacto Hermione se quedó unos segundos sorprendida, disfrutando del tacto de los labios en su oreja.
Sirius al ver el avance de su amigo no quiso quedarse atrás por lo que bajando su cabeza a la altura de la de Hermione le sonrió y añadió: - no somos niños Hermione, no juegues con nosotros. Y tras esto empezó a dejar un reguero de besos por su cuello.
Hermione se sentía extasiada, estaba haciendo realidad su fantasía, estaba logrando ser el deseo sexual de los dos hombres que la estaban volviendo loca, ellos la estaban acariciando y besando, y no precisamente como lo harían con una niña pequeña. Ese era su momento y no pensaba perderlo, así que le dedicó una sonrisa pícara Sirius que la mantenía cogida de las caderas y habló lo suficientemente alto para los dos: "enseñadme a jugar con los mayores entonces". Remus gruño en su cuello pegando más la cadera a su culo, dejándole notar lo que había provocado en él y Sirius sonrió también con picardía acercándose a sus labios. "Vámonos a jugar entonces".
Sin que Hermione se percatase estaban saliendo del local y acercándose al punto de aparición. No pudo decir nada cuando Remus la abrazó con fuerza y se apareció con ella en el salón de la casa. Tampoco se dio cuenta cuando el mismo Remus le cogió por el cuello con fuerza y la besó con pasión, pegando sus cuerpo, con una mano en su cuello y otra en la parte baja de su espalda, acariciando la piel que su top dejaba al descubierto. Estaba tan sumida en ese hambriento beso que no oyó el segundo "plof" de aparición en el salón y sólo se dio cuenta de que había llegado otro hombre a la casa cuanto sitió sus labios por su espalda desnuda y sus manos en su cadera, acariciando sus curvas sin pudor alguno. Cuando Remus rompió el beso para pasar a su cuello Hermione gimió ocasionando más ansias en los dos hombres quienes sin esperas empezaron a quitarle la camiseta a la castaña. Al verla sin sujetador Remus no pudo evitar separarse un poco y mirar fijamente el pecho de la chica.
-Esta costumbre tuya de ir sin sujetador ha sido un martirio Hermione- se quejó mientras bajaba la cabeza para atrapar con su boca uno de los pechos de la chica- moría de ganas por probarlas. Eso provocó otro gemido de Hermione, no se daba cuenta de la cantidad de gemidos que esos hombres le estaban provocando, ella solamente sentía cuatro manos y dos bocas en su piel, volviendo locas todas sus terminaciones nerviosas, solo notaba como cada vez más sus bragas se mojaban expectantes con lo que iba a pasar. Una succión más por parte de Remus ocasiono que la castaña echase su cabeza hacia atrás, encontrando el hombro de Sirius.
-Llevo dos meses deseando hacer esto- le susurró mientras agarraba su otro pecho con las manos y acariciaba su pezón- dos meses deseando probarte- añadió para luego comerle la boca. Que Hermione fuese algo más bajita que ellos les daba la posibilidad de acceder a ella desde muchos ángulos, era una chica manejable en el sexo y lo iban a disfrutar al máximo. Sin embargo el beso con Sirius no duró tanto, Hermione consiguió recuperar la suficiente cordura para tomar parte de los movimientos y ser más que una muñeca con la que jugar. Sin pereza se separó de Sirius y giró sobre ella misma, ocasionando que Remus tuviese que soltar su pecho, sin embargo este no se quejó y siguió esparciendo besos por la espalda de la chica. Por su parte ella decidió empezar a desnudar a Sirius quien se dejó hacer dando a Hermione la visión que tanto ansiaba, el pecho bien formado de Sirius ante sus ojos, pero esta vez no se conformó con mirar sino que no dudó en acariciar, besar y lamer el cuerpo que tenía delante.
Sirius se dejaba hacer mientras acariciaba el cuerpo de la chica, notando como su amigo seguía recorriendo su espalda mientras con una de las manos jugaba con uno de los pezones de la chica. Al notar un mordisco en su baja espalda Hermione lo interpreto como un toque de atención por lo que dejó el pecho de Sirius para girarse de nuevo y coger la cara de Remus para besarlo con ganas mientras sus manos deshacían poco a poco los botones de su camisa. Cuando logró quitarle la camisa no dudó en hacer un recorrido por todo el pecho del hombre lobo con sus labios, dejando un camino húmero con su lengua allá por donde pasaba. Remus se sentía extasiado viendo como la castaña literalmente le lamía entero, así que sin esperar la levantó del suelo cogiéndola por debajo del culo y empezó el camino hacia la habitación más cercana.
Sirius fue detrás de ellos y solamente cerró la puerta al entrar mientras veía como su amigo seguía devorando la boca de la chica que todavía no había soltado. Se acercó a la pareja y empezó a quitarlo los zapatos a Hermione, dándole algunos besos en los pies ocasionando cosquillas que hacían reír a la castaña, llamando la atención de Remus. Poco a poco la dejó en el suelo nuevamente y se separaba de ella, quedando los dos hombres delante de una Hermione semidesnuda y con la respiración agitada.
-Hermione, si quieres parar, ahora es el momento- empezó Sirius
-¿Por qué querría parar?- sonrió Hermione. Estaba muerta de vergüenza por la situación, al fin y al cabo estaba con el pecho desnudo delante de los dos hombres que la volvían loca, los cuales estaban claramente excitados, era imposible no ver los bultos en sus pantalones.
-Hermione no se si has pensado en esto- intentó empezar Remus, pero Hermione le interrumpió con una suave risa.
-Llevo meses pensando en esto, viniendo a dormir a esta casa sin necesidad- dio un paso hacia delante- usando solamente camisetas grandes y unas pequeñas bragas - empezó a desabrocharse el botón del pantalón- o unos pijamas cortos sin ropa interior alguna- y empezó a bajar la cremallera de su pantalón mientras daba otro paso- llevo meses soñando con estar con los dos- otro paso hacia los hombres que solo la miraban atentos, sorprendidos y complacidos- meses tocándome pensando en vosotros- con esta afirmación ni Remus ni Sirius se contuvieron y asaltaron a la joven.
Sirius empezó besándola intensamente, comiendole la boca sin dejarla respirar mientras Remus directamente le bajaba el pantalón ya abierto y gemía al descubrir el tanga de encaje negro que llevaba la chica.
- joder que culo- gruñó mientras lo manoseaba y empezaba a besar las nalgas. Poco a poco le abría las piernas a Hermione quien se dejaba hacer mientras Sirius continuaba alternando sus besos entre sus labios, su cuello y sus pechos- Canuto, está empapada. Remus no dudó en pasar un dedo por encime de la tela mojada apretando levemente para causar roces en los puntos adecuados y provocar un nuevo gemido de la castaña. Sirius sonrió de lado al escuchar a su amigo y ver la reacción de Hermione, mordiendo uno de sus pezones.
-Dime, sabe tan bien como me imagino?
Ante esta pregunta Remus no dudó en apartar el pequeño tanga y pasar su lengua por toda la apertura de la chica- mejor de lo que podrías imaginar- le contesta mientras empieza a succionar y lamer por completo el centro de la chica. Ante estas acciones, teniendo a Remus a sus pies comiéndola entera y a Sirius acariciando y estimulando sus pechos Hermione no puede evitar empezar a gemir con más fuerza, dejándose llevar por las sensaciones. Ante estos gemidos Sirius no duda en intensificar sus caricias y Remus empieza a incluir sus dedos, buscando llevar al extremo a la castaña. A los pocos minutos Hermione empieza a temblar, notando como llega a su primer orgasmo, corriéndose en la boca del licántropo, que al notarlo solo hace que intensificar el ritmo de sus dedos, alagando todavía más el orgasmo de la castaña.
Una vez calmada tras ese primer orgasmo, la castaña se separó de ambos hombres, y mirándolos de arriba abajo sonrió de lado decidió que era su momento de actuar y no solamente dejarse hacer, así que arroldillándose delante de los dos empezó a deshacer los cinturones de ambos hombres, uno detrás de otro- no es justo que sea la única desnuda que disfrute, no?- ambos hombres se quedaron quietos viendo como la chica pasaba de uno al otro, quitando primero el cinturón y luego el pantalón de ambos. No se esperaban que la castaña fuese tan lanzada, pero no querían interrumpirla, les encantaba la imagen que tenían delante y esperaban ansiosos los siguientes movimientos. Hermione por su parte estaba nerviosa pero a la vez ansiosa. No era la primer vez que hacia algo así con un hombre, pero si la primera que lo hacía con dos a la vez y tenía cierto temor a no hacerlo bien, sin embargo siguió sus instintos y una vez tuvo a los dos hombres en calzoncillos delante suyo empezó a masajear las dos entrepiernas, una con cada mano. Mientras Sirius y Remus se quitaban con los pies los pantalones que habían quedado en sus tobillos. Una vez ya estaban libres de molestias Hermione empezó bajando primero el calzoncillo de Sirius, dejando libre su pene erecto. Era grande y largo, sin duda la haría disfrutar y ella lo sabía. Una vez quitada la ropa interior le dio un suave beso en la punto y pasó al otro hombre. Remus por su parte no tenía nada que envidiarle a su amigo, quizás era algo más corto pero sin duda era más ancho. Hermione no pudo evitar lamerse los labios y ante la atenta mirada de ambos amigos se metió lentamente el pene de Remus en la boca mientras con la otra mano masajeaba el de Sirius.
Tanto Sirius como Remus miraban la escena embobados, no solamente acababan de provocarle un orgasmo a Hermione entre los dos, sino que ahora ella les estaba haciendo disfrutar de una manera que nunca pudieron imaginar. Ambos habían tenido experiencia con varias mujeres, sin embargo no se esperaban que Hermione fuese tan hábil, tanto con las manos como con la boca, sentir como la chica pasaba su boca de uno al otro, usando sus manos en ambos, alternando sin quejas, tragando de una manera impresionante, los estaba volviendo locos, tanto que Remus en un momento de placer, cuando la chica había logrado meterse todo su miembro en la poco no pudo evitar cogerle la cabeza y empezar a moverse él también, follándose literalmente la boca de la castaña. Ante este movimiento Hermione soltó el miembro de Sirius y agarró bien las nalgas de Remus para darse más comodidad. Sirius no se quejaba, solamente se dirigió a la cama y se sentó mirando como su amigo disfrutaba mientras él seguía tocándose, notando todavía la saliva de la chica en su miembro.
Justo antes de llegar al climax Remus separó la cabeza de la castaña quien lo miró extrañada - Todo a su tiempo Hermione- aclaró el licántropo mientras levantaba a la chica del suelo y la llevaba a la cama, junto a Sirius que seguí allí mirando. Remus acostó a Hermione en el centro de la cama y se puso a su lado, arrodillado mientras le besaba la boca con ganas. Mientras Sirius por su parte cogía el empapado tanga y se lo deslizaba por las piernas, una vez fuera le separó las piernas y sin dudarlo fue directo a lamer el centro de la chica lo que provocó que ésta ahogase un gemido en la boca de Remus. -Tenías razón Remus- dijo Sirius mientras daba lametazos como el buen perro que era- sabe a gloria y quiero saber como sabe su corrida- y ante esta afirmación empezó a succionar con ganas el clítoris de la chica mientras metía primero un dedo y luego un segundo, haciendo gemir más y más a la castaña, quien no dejaba de besar a Remus mientras. Unos minutos después y como había pasado anteriormente, mientras Remus la besaba y acariciaba su pecho, mientras ella tenía entre sus manos el pene de Remus, se corría en la boca se Sirius. - Deliciosa- susurró el moreno dando los últimos besos antes de apartarse.
Hermione quería sentirlos dentro, pero no sabía como pedirlo, ni como hacerlo para que el que no fuese el primero no se sintiese rechazado, sin embargo no tuvo que pensar demasiado al sentir como Remus se ponía encima suyo mientras Remus subía a su lado y la besaba nuevamente, notando el sabor de su propio orgasmo. Remus no esperó y se introdujo en ella suavemente, no quería ser brusco pero se moría de ganas. Al sentirlo dentro Hermione gimió y se quedó quieta, el hombre era grande y le costaba acostumbrarse.
-Quieta Hermione- le dijo- déjame moverme a mi y no te haré daño- Hermione se quedó quieta mientras el hombre se empezaba a mover encima suyo. Primero lentamente y poco a poco incrementando tanto la velocidad como la fuerza, por su parte la chica no dejaba de gemir sintiendo como el licántropo la llenaba, sintiendo sus manos en sus piernas y las manos de Sirius por el resto de su cuerpo. Súbitamente notó algo en sus labio por lo que abrió los ojos que había cerrado para sentir más y vio como tenía el pene de Sirius rozándole los labios, no lo dudó y abrió la boca para comerse al hombre. Al fin estaba haciendo realidad su fantasía de estar con esos dos hombres a la vez y tenía claro que quería probar todo lo posible, sin decir que no a nada. En esta posición Hermione llegó al tercer orgasmo de la noche, sin embargo ambos hombres eran capaces de controlarse lo suficiente como para no llegar a correrse, querían alargar la experiencia al máximo y pensaban hacer lo indecible para lograrlo.
Al notarse vacía, apreció como Sirius se echaba boca arriba en la cama y Remus se ponía a su otro lado, ambos acariciando su cuerpo y dejándola descansar un poco antes de seguir, sin embargo Hermione tenía todavía muchas energías así que sin dudarlo se incorporó y se sentó encima de Sirius, introduciendo su miembro en ella poco a poco. El hombre se quedó viendo como la castaña empezaba a cabalgarla y no hizo otra cosa que empezar a masajear sus pecho mientras disfrutaba de la vista. Remus seguía a su lado, viendo como la chica subía y bajaba encima de la polla de su amigo, viendo como se le movían los pecho al ritmo de sus caderas, y de pronto de dio cuenta que su amigo tenía las manos en el culo de la chica, abriéndole las nalgas. Sin dudarlo se dirigió a la parte trasera de Hermione y sustituyó las manos de Sirius por las suyas, sin embargo el no solamente le abrió las nalgas al máximo, lo que provocó que Sirius entrase todavía más profundamente en la chica, sino que después de pasar dos dedos por la entrada de la chica, mojándolos bien, empezó a acariciar el ano de la castaña.
- En cuanto digas que pare lo haré Hermione- le susurró al oído mientras le acariciaba bien- pero quiero probarte por aquí también- y suavemente fue introduciendo un dedo en su otro agujero. Eso provocó que la chica se quedase quieta, lo que asustó a ambos hombres que también se quedaron quietos.
-Di no y paramos Hermione- aseguró Sirius acariciando la mejilla de la chica- esto debe ser divertido para los dos.
-Es la primera vez- esta afirmación asustó a los hombres, ninguno de los dos había notado que la chica fuese virgen ni veían restos de sangre en las sábanas- me refiero a por detrás- aclaró la chica al ver el pánico en sus ojos.- Nunca nadie ha entrado por detrás.
-Quieres probarlo Hermione?- Le preguntó Remus en su oído. Seguía con el dedo levemente dentro de la chica, esperando cualquier respuesta de esta.
-Quiero probarlo- sonrió de lado mientras se mordía el labio ante los nervios. Remus y Sirius se miraron una vez más y se asintieron mutuamente. Mientras Sirius se empezó amover suavemente debajo de la chica y la atraía a su pecho, dejando mejor acceso a su amigo, Remus poco a poco abría el culo de la chica con sus dedos; primero un dedo entrando lentamente, moviéndolo y cuando Hermione empezó a gemir más de placer que por molestia, fue introduciendo un segundo dedo. Sirius seguía entreteniendo a la chica con los besos, moviéndoselo y con sus manos en su clítoris provocando que siguiese disfrutando al máximo, que siguiese mojada en todo momento. Cuando Remus había conseguido meter dos dedos sacó su mano y tras una última mirada a Sirius acercó su pene a la entrada y empezó a introducirse en ella.
-Joder que estrecha-gimió Remus cuando consiguió meter la punto. Los tres estaban muy quietos, dejando que Remus marcase el ritmo por tal de no dañar a Hermione, quien se estaba sintiendo completamente extasiada, no esperaba que le gustase tanto esa sensación. Poco a poco Remus fue metiéndose más y más, y una vez dentro soltó un gemido al que los otros dos lo acompañaron.-Tan jodidamente estrecha Hermione- gimió nuevamente Remus, empezando a moverse, haciendo que Sirius por su parte también se moviese y haciendo que Hermione no dejase de gemir en cada embestida.
-Merlín, me voy a volver a correr- gimió una vez más- por favor dadme más- ante esta petición tanto Remus como Sirius perdieron el control y ambos aumentaron la fuerza y la velocidad de sus embestidas. Hermione consiguió un cuarto orgasmo, lo que motivo ambos hombres a aguantar y seguir, provocando un quinto orgasmo casi instantáneo en la chica y llevarlo a ambos al límite, corriéndoselas cada uno en el interior de la chica. Una vez los tres parecía que recuperaban la respiración fueron saliendo despacio del interior de la chica, quien quedó tumbada en la cama entre los dos.
-Mañana no podré andar- susurró Hermione.
Los dos hombres rieron echados a su lado.
-Quién te ha dicho que mañana podrás salir de esta habitación?- le susurró Sirius al oído mientras le daba pequeños besos.
Hermione sonrió mientras poco a poco se quedaba dormida ante la mirada de los dos amigos.
-Quiero más- aseguró Sirius mientras tapaba el cuerpo desnudo de la chica con las sábanas de la cama.
-Yo también, pero mejor esperar a mañana, hoy está agotada- sentenciaba Remus mientras se acomodaba un poco más cerca de la castaña y cerraba los ojos para dormir un poco, al fin y al cabo era de madrugada y acababan de hacer una buena sesión de ejercicio.
