-Capitulo 5-


-Vi: La viajera del tiempo-


—Déjame ver si entendí...

Todos dejaron de estar inmersos en sus cabezas y dejaron los papeles que tenían en frente para ver a Vi, que aun miraba una de las pizarras con varios rayones en la parte baja a la que solo podía llegar Heimerdinger.

—Jinx y Caitlyn cruzaron un portal antiguo hextech de origen desconocido, cuyo poder y utilidad es mas desconocido aun, pero que tiene como que ¿Cientos de años?

—Miles— corrigió el doctor.

—Correcto... miles de año. El portal este, las llevó a ambas a un lugar, tiempo, inclusive hay una posibilidad que también "dimensión" diferente.

—No lo sabemos con certeza, pero sí.

—Correcto... correcto. Lo que si sabemos con certeza es que las dos no están... juntas, sino separas. Una aquí— dijo señalando un cristal muy grande a la par del portal, donde se podían ver líneas rectas y armoniosas salvo por un punto que quebraba esa fluidez— y otra... aquí— dijo ahora señalando otra línea con un punto que hacía lo propio.

Entre los avances de la investigación descubrieron, comparando fotos y registros del antes y después del incidente, que el portal en cuestión presentaba notables diferencias, entre ellas, uno de los cristales que poseía brillaba con hilos luminosos dentro de su materia. Estos se envolvían y movían en armonía y nunca se cruzaban. Luego de un tiempo analizándolos se dieron cuenta que se trataba de un solo hilo, pero que este presentaba dos puntos peculiares en el cual parecía quebrarse y modificar su continuidad.

Había otros cristales que mostraban hilos parecidos, solo que no tan brillantes y sin ningún tipo de discrepancia.

Fueron días de hacer experimentos, prendiendo y apagando el portal, metiendo y sacando cosas de él, inclusive insectos con cuerdas que metían y salían, relojes o hasta cámaras para asegurar la supervivencia del otro lado, y ahora parecían estar seguro de algunos puntos, por lo menos Ezreal y el doctor lo estaban.

Jayce se había mantenido al margen y, al igual que Vi, trataban de seguir a trote lo que se le decía.

—Esos hilos muestran el flujo de esa "realidad" donde ambas están. Esos puntos que interfieren son ellas provocando una anomalía— explicó por incontable vez el científico— cuando mandamos cosas aparecían los puntos en los hilos de diferentes cristales, aunque no tan nobles, supongo que un simple reloj o escarabajo no puede alterar tanto el flujo de los acontecimientos como un ser humano. El artefacto, el portal... no esta alertando inclusive, interesante, interesante.

—¿Alertando?— preguntó Jayce viendo los puntos en los hilos.

—Sí, sí... el portal "sabe" que ellas no pertenecen a ese flujo, y nos lo muestran...

—¿El portal... "sabe"?— repitió Vi ahora— ¿Cómo qué? ¿Qué piensas? ¿Tiene conciencia?... ¿Razona?

—Es difícil saber.

Vi sintió el impulso de refregar su frente. Odiaba esa frase, se la había repetido mucho en esos días "Es difícil saber". Cada vez que el científico la pronunciaba sentía que estaba mas lejos de traer de vuelta a Caitlyn.

—Lo que si sabemos— comenzó Ezreal encausando la reunión de ese día— es que el portal, o la dimensión en la que están, trata de reestablecer la anomalía. Esta es una foto del primer día que investigamos, esta es una foto de ahora— explicó el chico, y todos podían apreciar que la de antes, el punto marcado hacia una distorsión más notable que ahora.

—¿Lo que significa...?

—Significa que tratan de reparar el que Caitlyn y Jinx estén donde no deben.

—Y eso es...

—Es malo—se adelantó el científico— bueno, es bueno para la corriente del flujo, significa que trata que lo que pasa en ese punto no altere los acontecimientos luego... pero es malo para el punto en sí, o sea para ellas. No estamos seguros, pero mientras mas pase el tiempo parece que la realidad tratara de consumirlas, de modo que no generen un cambio significativo.

—Traducción.

—Caitlyn y Jinx quedaran reducidas de algún modo para que dejen de interferir con la dimensión a la que no pertenecen. Entiéndase reducir por, morir, olvidarlo todo, ser parte de ese flujo y no poder regresar jamás... la que mas te guste— sentencio el rubio.

—Ok, es malo...

—Hay mucho mas por explicar, pero nos dimos cuenta que el tiempo es un factor importante, no trascurre a la misma velocidad que el "ahora" de nosotros, y los hilos, si demuestran esta dimensión, tampoco lo hacen. Aun con todas las fórmulas y los experimentos, solo pudimos calcular mas o menos el tiempo, y aun un poco mas acertado el lugar, pero no exactamente.

—Lo que el Doc. quiere decir es que tenemos un plan— lo interrumpió Ezreal viendo como el científico agarraba nuevamente sus papeles, listo para explicar con la pizarra, algo que creía en vano en esos momentos— hicimos algunas pruebas y somos capaz de crear un portal exactamente donde estos puntos están, lo que significa que podemos atravesarlos y caer en el mismo lugar donde están Caitlyn y Jinx.

—Genial— animó Vi, finalmente recibiendo las noticias claras que quería.

—El problema...

—Sabia que debía verlos— comentó Jayce poniendo mas atención.

—No sabemos que punto es Jinx y cual es Caitlyn— explicó el rubio— tampoco sabemos lo que los hilos significan aun "tiempo, lugar, dimensión" no lo sabemos, solo sabemos que es posible ir a donde esos puntos están y podemos volver... con ellas.

—¿Cómo?

—De la misma forma en la que ingresaran a esa dimensión— explicó el científico— es posible manipular el portal desde el "ahora" y el "aquí". Generar un portal y mandar a alguien a ese punto, y luego generar un portal y esperar que ese alguien que se fue lo atraviese de nuevo para volver aquí, es un portal de dos entradas.

—Mmm entiendo.

—El problema...

—Claro...

—El tiempo no funciona igual, cuando mandamos un reloj y lo hicimos regresar luego de una hora, en una ocasión marco que habían pasado 12 horas y en otros 10 minutos. El tiempo se "descontrola" al cruzar. Por mas que mandemos a alguien, ese alguien no tendrá idea de cuando el portal volverá a aparecer para traerlo de vuelta.

—Quiere decir que iremos a rescatarlas, pero no tendremos ideas de cuando volver.

—¡Pero tenemos la solución! — exclamó con ánimo Ezreal mostrando dos muñequeras con un artefacto parecido a un reloj en el centro.

—¿Qué es esto?— preguntó Vi levantándolo y hasta poniéndoselo, daba toda la impresión de ser un reloj pero con agujas de una piedra extraña que no llegaba a descifrar.

—Son relojes Yordles— explicó el científico— en uno de los experimentos notamos que la estagilitla, una piedra de las tierras Yordles, funciona muy acorde con la máquina, no se desconfigura, es verdad que no puede marcar el tiempo y que enloquece al igual que otros relojes, pero modificándolo un poco nos dimos cuenta que puede mantener la cuenta de este lado y del otro. Esto significaría que el portal hextech esta vinculado con los antiguos Yordles... lo cual significaría...

—Podemos usar los relojes como cronómetros y crear una cuenta regresiva que nos indique un tiempo exacto— volvió a interrumpir el rubio, apremiando el tiempo que les quedaba.

—Bien... felicidades supongo... ¿Y el plan es?

Todos dirigieron su vista a Ezreal. El científico conocía bien el plan, pero en ese punto, todos eran consciente que al chico se le daba explicar con claridad y al grano.

—Claro— comentó con una sonrisa el menor— crearemos dos portales, uno que nos lleve a este punto y otro que nos lleve a este punto— indicó mirando las líneas y sus anomalías— llegamos, encontramos a Jinx o Caitlyn, la mantenemos con nosotros, el Doc. abre nuevamente un portal, lo atravesamos con ellas, y... lo cerramos.

—Ok, eso fue demasiado conciso... necesitaría un poco más de información.

—Somos 4— comenzó el científico— yo me quedare de este lado porque se cómo calibrar el portal, necesito uno más que se quede conmigo para ayudarme a ver el hilo y el tiempo justo.

—Jayce se quedará contigo— aseguró Vi haciendo que el hombre se sorprenda— ¿Qué? A mi me queda bien el reloj... y es obvio que Ezreal quiere viajar.

—Claro...— terminó resignándose pronto.

—Bien. Entonces te explicare a ti lo que debes hacer— comentó Ezreal poniéndose también el reloj restante— lo que debemos hacer.

—¡Correcto! — contestó chocando puño con el chico al tener ambos los relojes ya preparados.

—El Doc. abrirá un portal, primero en un punto y luego en el otro. Yo iré primero así que tu cruzaras el segundo.

—¿Por qué no vamos los dos juntos?

—¡¿Estás loca?! Ya es una anomalía muy grande que Jinx y Caitlyn interfieran en el flujo, y ahora debemos mandar a otra anomalía para traerlas, como para mandar una tercera. No.— sentencio el científico.

—Digamos que el Doc. tiene razón, lo que me lleva al primer punto de todo esto. Cuando estés en esa dimensión, sea lo que sea, no llames la atención y trata de interferir lo menos posible en esa realidad, enfócate solo en buscar a Jinx o Caitlyn y de alguna forma empujarlas contigo cuando el portal aparezca por segunda vez.

—Lo entiendo.

—El reloj esta modificado para ir en cuenta regresiva, la alarma no cambiara, pero las agujas si, cuando llegues, mira el reloj y este te dirá cuento tiempo tienes hasta que el segundo portal se abra para traerte de vuelta. Tanto si encuentras a las chicas o no, cruza el portal.

—¿Qué?

—Si no encontramos a Jinx y Caitlyn a tiempo habremos fracasado, pero seria aun peor que también nosotros nos perdamos para siempre.

—Pero podemos volver e intentarlo de vuelta ¿No es así? — se esperanzó Ví, pero como ninguno le contestó supuso la negativa.

—Como les dije en un principio... el flujo trata de reestablecerse solo, quizás cuando vuelvan ya no se marque el punto de discrepancia en la línea y sea imposible de localizar de vuelta— explicó el científico.

—Genial...

—Las vamos a encontrar— agregó Ezreal con convicción— hay una última cosa.

—¿El que?

—Las personas... los seres humanos mas específicamente, no estamos diseñados para viajar entre dimensiones o el tiempo o el espacio por portales de tecnologías que no nos concierne. El hecho de que el flujo trate de modificar los relojes humanos y otras cosas, nos dice que podemos vernos afectados cuando viajemos.

—¿Ok...?

—Hay una posibilidad que no recordemos como volver, de ese modo el flujo se protege de que hagamos cambios importantes.

—¿Eh?

—Es difícil de explicar, pero puede que olvidemos inclusive que hacemos allá cuando lleguemos o lo que debemos hacer, o porque estamos allí, por eso, antes de viajar, quiero que escribas en un papel algo que tu entenderías, que te expliques a ti misma lo que debes hacer y como hacerlo para traerte de vuelta con Jinx o con Caitlyn ¿Entiende?

—Claro... entiendo...

—Bien, te daremos 10 minutos.

—¡¿Qué?!

—Los cronómetros están listos y todo lo demás también. Abriremos el primer portal en 20 minutos, yo iré primero, y luego abriremos el portal para que tú lo cruces ¿Alguna otra duda?

—Tengo tantas que no sé por dónde empezar— comentó con sinceridad, pero recibiendo una sonrisa del menor terminó por suspirar y resignarse— claro ¡Vamos a hacerlo!


Vi despertó con la molesta luz del sol sobre su cara. El cielo que se le presentaba era claro, de un celeste muy brillante y pronto comenzó a sentir calor por la resolana.

Tanteó un poco y se dio cuenta que se encontraba en una especie de superficie plana, se hizo a la idea con lentitud, pero finalmente termino sentándose.

Se encontraba arriba de un banco de madera. Con mirar solo alrededor le decía también que se encontraba en un parque, los colores brillantes, predominantemente verdes, daban la sensación de alegría y armonía en el lugar.

Miró hacia el cielo, aun sintiendo despertar, y tuvo la primera pista de donde se encontraba al ver el enorme domo que cubría el parque principal de Piltover.

Vio hacia sus costados y se encontró con personas caminando por el lugar, niños y parejas disfrutando de lo que el parque artificial les ofrecía.

Ahora miraba una de las fuentes, donde algunos pájaros exóticos se bañaban. No los veía realmente, solo enfocaba su vista allí tratando de recordar cómo había llegado allí.

No llevaba sus típicos guantes, en vez de eso podía mover con ligereza sus manos y pronto notó el extraño reloj que tenia en su muñeca derecha.

El artefacto, aunque le había parecido un reloj común y corriente a primera vista, ya mostraba sus discrepancias. En primer lugar, las agujas se movían hacia atrás, a una lentitud muy diferente de como los relojes habituales hacen, y el material era de un verde quebrado con detalles en negro que brillaba. Otra ajuga roja estaba clavada en el numero 3, no tenia ninguna idea de lo que eso significaba.

Se entretuvo tocando el artefacto por unos momentos, pero este carecía de boto o algo que sobresaliera para manipularlo, pensó en sacárselo para verlo mejor, pero desistió de la idea cuando se distrajo por los llantos de una niña no muy lejos de ella.

Levanto su vista y vio que una pequeña se había caído en el asfalto de la vereda, de haber caídos unos metros al costado, el pasto no le habría causado la herida grande que tenia en la rodilla ahora. Lloraba mientras se tapaba la cara con ambas manos.

Se levantó y se acercó a ella, no parecía que los padres estuvieran cerca.

—Ese fue un excelente aterrizaje ¿Sabes? — bromeó, extendiéndole una mano, apenas se la agarraron fue capaz de levantarla por completo para sorpresa de la menor— ¿Qué te paso? ¿Tropezaste?

—Uno... uno... uno de mis snnnfff snifff...

—¿Uno de tus...?— la animó viendo como parecía que la niña lloraría de nuevo.

—Uno de mis JetPaw se echó a perder...

—¿Uno de tus que cosa?

Como respuesta la niña se sacó una de sus zapatos, que eran de un amarillo chillón en contraste con el vestido, también de amarillo, pero apagado y suave que llevaba.

Vi notó que el calzado era especial, salían chiscas de la suela y de donde tomaba el tobillo.

—¿Qué rayos es esta cosa? — se preguntó tomándola con ambas manos e inspeccionándola.

Solo darle una revisada con sus entrenados ojos y supo que era tecnología de avanzada, volvió a mirar a la niña, más específicamente al otro zapato y notó que era igual al que tenía, pero de ese no salía ninguna chispa.

—¿Qué hacen estas cosas? — cambio la pregunta para la niña, verdaderamente curiosa, la mas pequeña la miró sin entender realmente lo que se le preguntaba.

—¡Ukede!

La niña miró con una sonrisa a un par de chicos que se acercaron a ella. Vi contempló con los ojos bien abierto como ambos chicos se deslizaban a gran velocidad sobre el césped, como si flotaran en una patineta invisible, llegando hasta donde estaban y quedando frente a ellas.

De nuevo aparecían esos zapatos brillantes, de diferente color para cada chico.

—¿Qué pasó? — preguntó uno de ellos a la niña, mirando a Vi de reojo también.

—¿Creo que rompí los... los...? — comenzó a explicar la aludida, pero pronto sus ojos se llenaron de lagrimas y simplemente les señaló el zapato que Vi sostenía.

—Oh, que mal... mamá y papá se enojaran...

—¿Tú crees?

—Sí, pero no te preocupes, los arreglare por ti, descuida.

Vi dudaba enormemente que un niño que aparentaba tener no mas 12 años, pudiera lidiar con la tecnología que estaba sosteniendo, pero no dijo nada ya que la niña pareció creerle y hasta le sonreía ahora.

—¡Muchas gracias! — anunció el mismo chico, dirigiéndose a Vi, extendiendo la mano para que le dieran el zapato, esta lo hizo sin oponerse— Ukene aun esta aprendiendo a deslizarse con los JetPaw, y aunque aprende rápido, aun se cae bastante, espero no le haya causado muchos problemas.

—Oh... no... descuida— contestó sin estar segura sobre de lo que se le hablaba.

—Gracias— ahora decía la menor.

El chico le hizo señas a la mas chica para que se montara a su espalda y así lo hizo. Se despidió sutilmente de Vi y como vinieron se fueron, deslizándose a gran velocidad por el pasto del parque.

—... ¿Eh?... ¡¿Eh?!— se preguntó siendo un poco mas consciente de las cosas.

No tenía idea de que eran esos zapatos, y estaba segura que ese tipo de tecnología era demasiada avanzada para que unos niños comunes y corrientes la probaran en un parque donde las personas solían pasar el tiempo.

—Caitlyn debió de generar como 5 reglas y 8 normas respecto a esas cosas primero...— pensó tratando de recordar a la sheriff en su escritorio discutiendo con las personas algún nuevo invento de Piltover, cosa que pasaba a menudo— imposible que se haya aprobado algo así, primero me hubiera gustado probarlo como unas 500 veces... ella sabe que me hubiera gustado hacerle pruebas— se lamentaba ahora creyendo haber faltado algún día laboral en el que se discutiera ese curioso calzado.

Comenzó a caminar, dirigiéndose a la salida del parque que bien conocía, pero a medidas que avanzaba se dio cuenta que esto ultimo no eran tan así.

El lugar parecía diferente, había cosas que habían cambiado de lugar, algunas otras nuevas y varias que ya no estaban, pero no tenia dudas, era el parque de Piltover.

Solo salir del domo que lo mantenía con un ambiente ideal se dio cuenta que en efecto estaba en Piltover, solo que uno totalmente cambiado.

Las casas no eran igual, las calles tampoco lo eran, los vehículos y la vestimenta de la gente era algo que nunca antes habría imaginado.

Ahora trataba ansiosamente de recordar lo último que había vivido antes de despertar al parque.

"¡No puedo!" se preocupó mientras su miraba se concentraba en una patrulla que pasaba a gran velocidad, un modelo que nunca en su vida había visto en su trabajo o donde vivía.

"No... no puede ser... ¿Cuánto tiempo dormí?" trató de razonar sabiendo que era imposible que de un día para otro visualizara tantos cambios.

Caminaba sosteniéndose el mentón, inmersa en recordar, tratando de ignorar el dolor de cabeza que cada vez parecía ir a peor.

Paso por una vidriera donde pudo ver su reflejo y notó el manchón de sangre debajo de su nariz.

—¿Qué rayos...? — se dijo limpiándose con la muñeca, luego buscó un pañuelo o algo con lo que ayudarse.

Buscando percibió que faltaba algo importante y que la sacaría de cualquier duda, su móvil, pero a medida que tanteaba su cuerpo el frio recorrió su espalda y pronto terminó por agarrarse la cabeza con ambas manos.

—¡No!— exclamó totalmente deprimida y sintiéndose en apuras— ¡Perdí de nuevo el maldito teléfono! ¡No puede ser!

Histéricamente trató de encontrarlo de nuevo entre sus prendas, pero no hayo nada, finalmente en uno de sus bolsillos sacó un papel, reconoció su letra en él, pero decidió no darle importancia y guardarlo nuevamente.

Cuando decidió que no tenia sentido seguir luchando por algo que parecía haber perdido, se acercó al cordón de la calle y se sentó allí, cabizbaja pensando en el sufrimiento que seria tener que elegir y comprar uno nuevo.

Allí finalmente volvió a meter la mano en su bolsillo y sacó lo único que parecía que llevaba con ella, el papel con su letra, lo empezó a leer sin ganas, pero a medidas que avanzaba sus ojos se abrieron enormemente y sus manos agarró el trozo de papel con ambas manos para releerlo más atentamente.

"Ok, Vi, o sea yo, pon atención a lo que te voy a escribir, porque solo lo escribiré una vez y tratare que lo entiendas, o sea que yo lo entienda cuando lo lea... cuando eso pase. Sí... bueno, mira, el asunto es así:

La imbécil de Jinx le metió un explosivo o algo a un portal tridimensional raro, y gracias a eso ella y Caitlyn desaparecieron por ese portal.

No me preguntes como, pero Ezreal y Heimercomosediga lograron enviarme a mí, o sea a ti, y a Ezreal, para que las busquemos y las traigamos de vuelta.

Dijeron que es posible que cuando viajemos a donde sea que te encuentres ahora, no recordemos a que vinimos o como llegamos aquí, por eso te estoy escribiendo.

Lista de cosas para tener en cuenta, muy importante, subrayado:

1-Encuentra a Jinx "o" Caitlyn (ambas están en lugares diferentes, así que solo debes estar en el mismo lugar que una de las dos, de la otra se encargara Ezreal)

2-No sé cómo, tú te la ingenias, sé que puedes... que puedo, mantén a Jinx o a Caitlyn, la que sea que encuentres, contigo todo el tiempo. No creo que haya realmente problema con Caitlyn... no tengo ni la mas remota idea de como harás con Jinx, pero te tengo fe, me tengo fe... solo golpéala fuerte o algo.

3-El reloj que tienes en la muñeca derecha no es de adorno. Marca una cuenta regresiva, cuando la cuenta termine, o sea que las agujas verdes lleguen a la que es roja, heimerdiloquesea, ese enano, abrirá un nuevo portal en el mismo lugar donde apareciste.

4-Cuando eso pase, debes atravesarlo con Caitlyn o Jinx, te traerá de vuelta al... a la normalidad, si haces eso todo volverá a la normalidad.

Eso es todo... no, mentira, hay más.

Me dijeron que no modifique la dimensión a donde te encuentras... eso. No sabemos a donde me mandan... a donde te manda... a donde te mandaron. Puede que haya cambiado el lugar y no sea Piltover, puede que sea otro tiempo, pasado, futuro, puede que inclusive sea otra dimensión y todos estén locos, nadie sabe... bueno, ahora tu sabes... es decir, lo sabré.

Por una vez, solo por una vez...no rompas nada, solo lo necesario para dar con Jinx o con Caitlyn y regresa.

Busca a la Caitlyn que conoces, la que es de tu dimensión o lo que sea, o a la Jinx que conoces también. Averigua donde están.

Y sé que esto no sonara a mí, y por eso lo firmare para que reconozcas tu firma y todo, pero... busca ayuda. Haz lo que tengas que hacer para traerlas de vuelta.

Tu y yo sabemos... bueno... esto es importante porque se trata de Caitlyn. Si fallamos nos dieron orden de volver, porque toda ira muy mal y puede que desaparezca...

Pero... en el caso que estés en el mismo lugar donde Caitlyn está... ¡No te atrevas a cruzar ese maldito portal sin traerla de vuelta!

¿Con cariño, Vi? Claro que no imbécil, ponte a trabajar, debemos arreglar el lio que Jinx hizo para variar... de nuevo.

Suerte. Algo me dice que la necesitare.

Vi."

La firma al último la reconoció como genuina, pero no la necesitaba realmente, sabia que era su letra de principio a fin y sabia que se trataba de ella por todo lo que decía.

Lo que la hacia leerla una y otra vez era el no recordar absolutamente nada de eso y lo descabellado que era todo.

Se puso de pie con rapidez y se acercó a la primera persona que se cruzo en su camino. Agarró al hombre por ambos hombros y lo obligó a mirarla.

—¿A dónde estamos y que día y año es?— preguntó con claridad la oficial pese a que el sujeto se había encogido y la miraba con miedo.

—Es-es-es estamos...

—¡Contesta de una vez!

—¡Estamos en Piltover! ¡25 de agosto del 339 D.R.I.!

—No es cierto...— comentó palideciendo.

Sabia que se trataba de Piltover

"¿Pero 7 años después?"

—Si me estas mintiendo...— comenzó a amenazar mirándolo con ferocidad.

—Le juro que no señorita, le juro que no...

Vi lo soltó de inmediato y el hombre dudo en moverse.

—Lo lamento— contestó vagamente, y fue ella la que comenzó a caminar— 7 años...

Se distrajo ahora viendo los edificios que la rodeaban, Piltover era Piltover, solo que diferente... mejor.

Sonrió pensando en las posibilidades, en todo lo que podría descubrir, en todas las repuesta que podía contestar, pero de repente, como un rayo, recordó las últimas palabras de su carta.

Miró el reloj con desesperación, tratando de entenderlo, no le llevó mucho tiempo llegar a la conclusión.

—¡Cuatro horas! — gritó totalmente molesta—¡¿Solo tengo un poco mas de cuatro horas para encontrar a Jinx o Caitlyn antes que se abra el portal en el parque!? ¡¿Es en serio?! ¡En cuatro horas ni siquiera puedo...! ¡Puedo!... ¡Ay, no se! ¡Pero en cuatro horas no resuelvo absolutamente nada! ¡Voy a fallar! ¡Voy a fallar!

Hablaba caminando de un lugar a otro, haciendo pasos largos en una distancia de 5 metros, mientras volvía y se tocaba la cabeza.

—¡¿Qué voy a hacer? ¡¿Qué voy a hacer?!

El sonido de una sirena la sacó de sus pensamientos. La patrulla paso por la calle sin detenerse y se perdió de vista.

—¡Claro! ¡Ayuda! ¡Eso!— se dijo, siguiendo el camino por donde el auto había desaparecido— Con un poco de suerte la jefatura de policía estará en el mismo lugar y allí...

"Y allí buscare a alguien... si Caitlyn esta aquí, bueno, ella es lista, iría allí en primer lugar... si es Jinx en cambio..."

Pensaba mientras apuraba el paso.

"Si se trata de Jinx... bueno... supongo que en 7 años habremos descubierto como lidiar con esa plaga."


Se soplaba el mechón celeste que tenia frente de su rostro con bufidos, cuando se aburrió de esa acción empezó a hacer burbujas con sus labios y tratar de extenderla como si se trataba de goma. No llegaba muy lejos.

Si algo creía Jinx en esos momentos, y lo podría asegurar, de hecho, ya tenía el comentario armado para cuando Caitlyn apareciera de nuevo, es que definitivamente la sheriff había desbloqueado un nuevo logro: Se había vuelto mas aburrida de lo que nunca antes había esperado.

La oficial la mantenía en aquella habitación, sin hacer prácticamente nada, amarrada desde la cintura hasta los codos con ese extraño elemento que aún no descifraba.

Habían pasado un día entero así, y no hubo nada que ella pudiera decir o hacer para convencer a la dueña de casa que la soltara.

Caitlyn parecía esperar algo... o alguien en realidad, que la ayudara a saber qué hacer con ella.

Jinx varias veces había renegado de su genialidad, se maldecía a ella misma en incontables oportunidades y se golpeaba el frente adrede más seguido de lo que una persona normal haría. Esta era una de esas ocasiones en las que le hubiera gustado tener sus manos libres para golpearse tan fuerte y dejar de pensar.

Sabía a quién Caitlyn esperaba, sabía mucho más allá de eso. Habían estado hablando, inclusive la sheriff le dio de comer en dos ocasiones y ella, con amenaza de no comer y morir de hambre y que quedara en su conciencia para siempre, intercambio obedientes bocado por información.

"Aunque algo me dice que me hubiera contado todo lo que quería sin eso... pero orgullo, claro que mi orgullo, o sea ¿Cómo? ¿Cómo iba a dejar que esa loca entablara conversación conmigo sin que yo sintiera que me iba a morir? Claro que no, debía haber amenaza de por medio, como tiene que ser... así sea yo misma que me deba amenazar a mí misma de muerte"

Ahora sabia mas de lo que quería... y lo odiaba.

Siguió tratando con las burbujas mientras mataba el tiempo, ya había notado a la niña observándola a "escondidas" por la pequeña abertura de la puerta de la sala, y decidió ignorarla lo más que pudo.

Veinte segundos después esa decisión ya se encontraba viéndola fijamente, en una batalla de mirada por ver quien pestañaba o se distraía primero.

—Lo admito niña, eres un adversario digno, pero déjame decirte algo— le advirtió cuando la menor ya estaba adentro de la habitación— acércate más... vamos... vas a querer escuchar esto.

La de cabellos oscuro titubeo por un momento, pero terminó por cerrar con cuidado la puerta detrás de ella y sin despegar la mirada de Jinx, se acercó hasta subir a la cama donde ella estaba.

Jinx aún mantenía los ojos bien abiertos, para hacerle saber que no había perdido y ni estaba cerca de hacerlo, la niña también se mantenía atenta.

—Acércate un poco más, quiero que veas bien el momento de mi victoria— la invitó y gustosa vio como la niña obedecía.

El plan era simple, tener el rostro de su adversario cerca y soplarle con fuerza, eso haría que cerrara los ojos, en la mente de la tiradora hasta estaba preparada para patearla y así lograr que se cayera de la cama.

Ya la tenia lo suficientemente cerca y comenzó a inspirar hondo para su ataque, pero justo antes de ejecutarlo, la niña abrió un poco los labios y le sopló por arriba de la nariz.

Jinx pestañó estupefacta, le ardía y tuvo que cerrar sus ojos, y cuando la enfocó de nuevo vio que la niña le arqueaba una ceja con media sonrisa.

—¿Yo...? ¿Perdí? — preguntó aun pestañando sin entender.

Su cara de sorpresa paso pronto a una expresión molesta y vulgar.

—Agh, me das asco...— exclamó molesta mientras se tiraba hacia atrás y se dejaba caer en la cama por completo, viendo de nuevo el techo que ya se conocía de memoria— eres la hija de... la ley y el orden... y haces trampa... que asco me das... mal por ti.

Siguió viendo lo alto de la habitación en silencio, sabia que su acompañante aun estaba en la cama, podía sentir como el peso, aunque pequeño, hundía el colchón cerca suyo.

—¿No hablas? — preguntó, y no era la primera vez que encausaba por ahí la "no charla" con la niña. Pensó que quizás podía negociar esa información con Caitlyn cuando volviera al cuarto— tomare eso como un no...

Esperó unos segundos y desvió su vista a la niña, parecía observar algo en su piel con curiosidad.

—¿Qué tengo? Por favor, dime que es lepra y que moriré como queso rallado en breve—suplicó mirándola con mas atención, pero la niña la ignoró y siguió en lo suyo—¿Qué? — preguntó más molesta y ahora parecía que volvía a tener la atención de la menor.

La miraba con unos ojos de un azul muy profundo que contrastaba con lo nivea de su piel, el cabello, oscuro y lacio, solo hacían que su rostro resaltara más.

—Dios, lo juro, eres igual— comentó sin poder evitarlo— Y sé que hay muchas niñas que la tía gorda y soltera le pellizcan diciendo "Iris igiil i ti midri" pero lo tuyo es otro nivel.

De todo lo que habían hablado, aun no conocía muchos detalles de la niña que la observaba. Sabia cosas, sí, pero no había indagado demasiado. Le pareció incluso que era un tema que Caitlyn evitaba bastante.

"Genial, ahora tengo curiosidad por el enclenque pálido descremado este"

—¿Cómo te llamas?— preguntó, haciendo un esfuerzo por sentarse y tratar de sonar desinteresada— ah, cierto... tu meta en la vida de ser muda y aprender lenguajes de señas... podría enseñarte una seña para que se la muestres a mami, seguro quedara encantada con el conocimiento y expresividad de su pequeña... pero tengo las manos como que atrás y muy atadas... pero te puedo dictar y tu solo me sigues las indicaciones ¿Si? Levanta la mano... vamos, sé que quieres hacerlo.

La niña se limitaba a mirarla, pero Jinx comprendía que la estaba escuchando.

—Vamos, aprender es bueno... tu quieres ser una chica lista como mamá ¿Cierto? — comentó pensando en Caitlyn, sorprendiéndose por el crédito que le estaba dando, pero sus pensamientos pararon cuando vio que la niña levantaba la mano a la altura de su pecho— bien, bien, ahora cierra el puño y muéstramelo, es decir, ammm ¿Cómo sería? Ya sé, abre la mano, bien, ahora tócate la cara con la palma, perfecto... ahora aléjala... muy bien, cierra el puño, exacto, como si me estuvieras amenazando con él— felicito al ver como la niña le mostraba el puño con el dorso de frente a ella— ahora mira, el dedo medio, justo el dedo que esta en el medio de los 5, levántalo, solo ese.

—¡Jinx!

La voz hizo que ambas se encogieran y miraran a la puerta.

—Ni siquiera puedes cerrar bien una puerta como para aprender a hacer señas— se quejó viendo de costado a la niña.

Caitlyn entró a la habitación mirando fijamente a la mas pequeña de ellas, y solo con eso la niña entendió que estaba en problemas. Bajó la cabeza apenada y se paró al lado de la cama a esperar.

—Sí, sí, muy mal niña. Niña mala, muy mala ¿Sabes? Hasta me dijo que iba entrar aquí sin importar lo que tu dijeras— comentaba Jinx viendo la situación— me dijo que cree que eres estúpida y que tus ordenes lo son aún más, y por eso no te iba a hacer ni puto caso. ¡Es más! Me dijo que quiere hacerse un tatuaje..., si, si... un... ¿Qué dijiste que querías? Ah sí, un tiburón con extensiones... debajo de la axila... fornicando con un pájaro carpintero.

—Se que no dijiste eso— comentó Caitlyn viendo la expresión de preocupación de la menor.

—¡Pero si entró por su cuenta! — agregó aun queriendo mandarla al frente— solita abrió la puerta y se acercó a la cama, y...— comenzó sentándose y acercándose al borde de la cama, lo más próxima a Caitlyn para que pudiera escuchar su susurro— me dijo cosas.

La sheriff rodó los ojos y largó un suspiro de cansancio. Volvió la vista a la niña y suavizó su expresión para con ella.

—Entiendo que estés curiosa — dijo de manera comprensiva— pero la idiota que ves aquí— agregó señalando a Jinx— es peligrosa.

—¡Al fin algo coherente! ¡Gracias! — exclamó tirándose escandalosamente hacia atrás, siendo recibida por el colchón y las frazadas.

—Ve a tu cuarto ahora— ordenó con tranquilidad y la niña se apuró a obedecer.

—¿Qué? ¿Le pegas con un látigo si no obedece? ¿La esposas a su cama de manera no placentera? ¿La sueltas en el prado y cuentas hasta 10 antes de comenzar a dispararle?

—No me hace falta. Es bastante obediente y suele hacer caso, solo basta con escucharla y explicarle. Es bastante lista.

—¿Escucharla? — preguntó acomodando su cuello para seguir viendo el techo— oye, no quiero discutir sobre tu salud mental, porque... bueno, ya viste, estoy loca, pero... no sé, no habrás notado que ese mini ser copia tuya, quizás, pueda ser, haya una posibilidad... ¡¿Qué sea totalmente muda y no se le pueda escuchar nada porque no habla?!

—Oh... es verdad, no habla mucho.

—"No habla mucho" dices— comentó riendo con gracia.

Desde que había llegado la niña no había pronunciado ni una sola vez ninguna palabra, ni a ella, ni a Caitlyn, pero si esta última decía que no hablaba mucho, significaba...

—¿Entonces si habla?

—¿Mmm?— inquirió con curiosidad en un tono juguetón la dueña del lugar— ¿Tienes curiosidad por ella?

—Mira "mi cielo"... no es como si tuviera aquí una especia de juego portátil, o una radio, o una Tv o un libro o un comic. Me mantienes encerrada en este lugar, totalmente atada, desde que llegue. O el enclenque silencioso me daba curiosidad, o el techo ridículamente alto me comenzaba a parecer atractivo. No se... tu dirás.

—Esta casa fue diseñada con techos altos por su utilidad, la sala y la galería principal no tiene el suelo del primer piso porque se pensó para albergar grandes estructuras, ya sean estatuas u otras obras, como algunos materiales grandes como telescopios internos. La mayoría de las habitaciones tiene su propio nivel del suelo. Esta es una de las habitaciones del segundo piso, pero no hay otra por arriba de esta, por eso se dejo el techo del tercero.

—¿Cómo se llama? — preguntó entendiendo lo de la estructura de la casa al trote y no sintiendo realmente curiosidad por ese tema.

—No te diré.

—¿Estas bromeando? ¿Me estas contando libremente lo de los techos de tu casa, pero no me vas a decir el nombre de esa cosa? — preguntó algo frustrada.

—Bueno... he estado pensando...

—Eso si es una novedad, con razón olía algo quemándose, esas neuronas debieron de sacar chispas...

—Tu no perteneces a este tiempo o dimensión, lo razonable por hacer es devolverte a donde perteneces... pero si eso significa devolverte al pasado...

—Presente... yo vengo del presente, tu eres la que esta desconfigurada y vienes del futuro... de este futuro.

—Yo no me moví a ningún lado, tus llegaste aquí... me parece que la "desconfigurada" eres tú.

—... touche.

—Bien. Si hay que devolverte a tu tiempo, o sea, tu presente... si sabes muchas cosas y regresas, entonces lo que hagas respecto a lo que sabes ahora... podría alterar esta realidad, así que entre menos sepas... mejor.

—¡¿Y eso se te ocurrió antes o después de que me dijeras que nos acostamos juntas, genio?!— preguntó totalmente exasperada— ¡Brillante! ¡Distinta! ¡Maestra! ¡Licenciada en espontaneidad y precaución! ¡Napoleón de la estrategia! ¡Einstein en el campo de la física cuántica!

—Ya...

—¡Ay! ¡Dios! ¡Que imbécil eres! — terminó diciendo de manera mordaz no soportando más la situación— ¡Suéltame!

—No hare eso.

—¡Bien! ¡Mátame entonces! ¡Lo prefiero!

—Tampoco hare eso.

—¡¿Por qué?! ¿Me vas a extrañar? ¿Te enamoraste de mis hermosos ojos color "te quiero muerta y en pedacitos"? ¿Te sedujeron mis voluptuosas y sensuales curvas? ¿O fue mi encantadora y cautivadora forma de hablar? Pedazo de... de... de... caca de pony con diarrea— siguió hablando mientras se movía incontroladamente en la cama, tratando de romper la sustancia que la tenia cautiva— ¡¿Tanto te gusta cómo te cojo?!

—A decir verdad, si me gusta...— comentó de manera natural, ganado que la otra chica dejara de moverse como gusano por unos segundos—lo disfruto bastante, de hecho.

Jinx se la quedó viendo por unos segundos, con una expresión desconcertada en su rostro, mientras parecía imaginarse lo dicho. Vio como Caitlyn, que antes aprecia seria y natural contestando eso, sonrió de manera burlona y fue cuando Jinx comenzó a reír.

Al principio solo un poco, pero luego de forma más fuerte, hasta que se comenzó a quedar sin aire.

—Eres graciosa, sombrerotes, te dejo eso ¿De acuerdo? — admitió para Caitlyn que seguía teniendo las facciones relajadas con esa media sonrisa— que lo disfruta bastante dijo... graciosa... ah...

—Sea como sea, no te daré más información del medio... y trabajare para enviarte a donde perteneces.

—Haz lo que quieras, solo apúrate... me muero del aburrimiento.

—Si tan mal lo pasas podría traerte a una invitada... pero... no le enseñes a levantar el dedo.

—Paso, prefiero el techo, pero gracias— contestó con sarcasmo.

Escuchó como Caitlyn se ponía de pie y comenzaba a alejarse, hasta cerrar la puerta. En todo ese momento no dejó de mirar al techo y aun se mantenía así, siendo invadida de nuevo por todas las preguntas que ahora no podría sacar de la dueña de casa.

—Odio este maldito lugar... y ¡Por Dios! Como odio ese techo.


Vi entró rápidamente al edificio, dirigiéndose con gran habilidad y conocimiento por los pasillos y escaleras.

Solo tenia en mente la oficina de Caitlyn en mente, ya faltándole solo algunos pasos pensó en la posibilidad de encontrarse con su compañera, pero una versión 7 años después de que la viera por ultima vez, esto hizo que se detuviera por unos momentos.

Fue cuando lo notó: El silencio en las oficinas pese a que hace unos segundos todo era un desorden de gente hablando y papeles moviéndose de un lado a otro, como siempre lo había vivido, pero ahora.

—¿Qué? — preguntó por lo bajo cayendo en cuenta que todos allí la miraban sin moverse, como si estuvieran ante la presencia de algo inexplicable y extraordinario.

—¿Vi?

La aludida dirigió su vista al costado de la oficina de Caitlyn. Reconoció a Jayce, aunque con una barba un poco menos cuidada y el con algunas canas saliendo de la parte baja de su cabello.

—Oh... ¡Ah, ah! — se alegró al reconocer al héroe, acercándose unos pasos hacia él— no has cambiado mucho en este tiempo, me alegro, aunque si se te ve mas viejo, Jayce. Yo sabía que, si seguías amargándote por todo, tarde o temprano te iban a aparecer las canas... aunque apostaba que también se te iba a caer el cabello... bueno solo fueron unos cuantos años, tampoco tanto así que...

Dejo lo que iba a decir al aire mientras se olvidaba de la razón que la apuraba. Notaba como el ambiente se volvía pesado a su alrededor, nuevamente ese silencio y la mirada de todos sobre ella.

Jayce también la miraba de forma extraña, parecía incrédulo, cansado de repente, no le hablaba pese a que la había reconocido.

—¿Qué tienes? Oh... bueno, es verdad, quizás me veo diferente... esperó que no tanto, será mas sencillo si te explicó todo ¡Es verdad! ¡No tengo mucho! ¡Escucha! Necesito tu ayuda... la de Caitlyn también... bueno, veras...

—¿Qué es esto?

Un hombre se había levantado de su lugar en un cubículo y se acercó a ambos. Vi reconoció al oficial, un colega con el que le gustaba apostar su almuerzo en un duelo de pulsadas.

—Oh, pero si es Bill Bill— lo llamó reconociéndolo, un hombre con grandes brazos y un corto bigote rubio— a tu si se te cayó el pelo... curioso porque...

—¡¿Qué demonios significa esto?!— bramó el sujeto viéndola con ojos casi rojos del enojo que tenia de repente.

—¿Qué te pasa? Cálmate...

—¡¿Qué clase de broma estúpida es esta?! ¡Jayce! Si tu tienes algo que ver con este... despreciable y repugnante espectáculo, juro que te partiré la cara.

—Cálmate, Bill... estoy igual de confundido que tú.

—¿Eh? — preguntó confundida Vi, no sabiendo a quien mirar, pero luego de ser fulminada por la insistente mirada del otro oficial, se mantuvo alerta a este.

—¡¿Quién te crees que eres?! ¡Basura!

—¿Pero qué demonios te pasa? soy yo, Vi... y se que no vas a creer esto, pero...

—¡Mentirosa! ¡Lárgate de aquí! ¡Nadie quiere tus payasadas!

—¿Te parece que estoy bromeando, imbécil? — contestó ya de mala gana, podía ver como los otros oficiales también ponían mala cara, pero otros se la tapaban y algunos trataban de no mirar— mira... no tengo idea de que hice antes o lo que sea... pero necesito la ayuda de Jayce, y no me iré hasta que arregle unos asuntos que incluyen a Caitlyn.

—¡Largo! — le apesto el hombre, agarrándola del cuello de la camisa, ya con toda la cara enrojecida.

Solo fue capaz de tirar dos veces de Vi hasta que esta el agarró el brazo y se lo torció, provocando un rápido golpe del hombre en su rostro, lo que la tiró hacia atrás.

—¡No, Bill!— le ordenó Jayce, al instante forcejeando con él y tratando de alejarla de la chica.

Por su parte Vi ya se había reincorporado y se acercaba para devolver el golpe recibido, pero otros oficiales comenzaron a tirar de Bill, para que calmara su furia.

La oficial también lo hizo, pero no porque le faltara ganas de golpear a su agresor, sino porque lo vio enrojecido, como antes, pero con las gruesas mejillas mojadas. Sus ojos estaban rojos y empañados y bramaba por la boca como un toro que quería reprimir algo que iba más allá de la presencia de la chica.

—Bill...

—¡No te atrevas a llamarme así! ¡Púdrete! ¡Tú y tus bromas asquerosas! ¡Todos púdranse! — exclamó empujando a los compañeros que lo tenían, para marchar molesto hasta la salida, pateando y empujando lo que sea que se interpusiera.

—¿Qué fue eso?

—¿Vi? — volvió a llamar Jayce.

Nuevamente la mirada de todos allí la contemplaban en silencio. Con diferentes sentimientos en sus expresiones, pero sin decir o hacer nada.

El héroe finalmente se acercó, extendiendo una mano con cuidado, apoyándola en su mejilla.

—Oye, no, no toques ¿Qué te pasa? Raro...— exclamó alejándose del tacto y retrocediendo unos pasos hacia atrás.

De repente se sentía mal, triste, como si pudiera captar el ambiente que la rodeaba ahora y este comenzara a impregnar su piel.

—¿Qué les pasa a todos?

—¿De verdad eres tú?

—Ya te dije que sí... oh... debemos hablar, te explicare todo... pero, debemos apurarnos... de verdad necesito tu ayuda.

—Por supuesto— contestó de una forma solemne que para Vi no pudo pasar desapercibida— te ayudare... solo dime lo que debo hacer.


Caitlyn miraba la pava, aun con el agua sin hervir, pensaba que no le faltaba mucho. Se obligaba a no pensar de mas y esperar a que se le contactara para empezar a planificar.

Preocuparse o planear antes de tiempo era una cosa que había aprendido a dejar de lado con el paso de los años.

Le sorprendió aun así cuando el celular comenzó a sonar en su bolsillo. Lo sacó rápidamente, pero cortó la llamada de inmediato cuando supo que se trataba de la oficina y no de la persona que esperaba.

El celular volvió a sonar sin esperar 3 segundos, repitió la acción y colgó, pero esta vez lo dejo encima de la mesa, viéndolo, esperando.

Y volvió a ocurrir, el teléfono vibraba y sonada, con la luz iluminando el comedor oscuro en el que estaba.

Lo tomó de un rápido movimiento y atendió.

—¿Jayce? — se adelantó, sabiendo que, si era de ese lugar, la única persona que insistiría de ese modo, seria alguien que sabía cómo funcionaba ella, como captar su atención— ¿Qué sucede?

Mientras se encontraba en llamada, se trasladó a apagar el fuego, pues la pava ya comenzaba a silbar, molestándola.

—No, no me sorprendería... he tenido unos días peculiares, así que dime ¿Qué es? — siguió hablando, tratando de llegar al punto lo más rápido posible— No... ella no esta aquí... pero... seria bueno que lo veas con tus propios ojos... Sí, te espero en una hora... ¿Qué? ¿No vienes solo?... no, no. Ya sabes lo que pienso de traer cualquier persona aquí, menos aun si sales de...

Se detuvo de repente cuando no pudo entender las palabras con las que se le había interrumpido, las había escuchado bien, pero le parecían imposible.

Se dio vuelta y caminó hacia la sala principal, donde Jinx había aparecido. Los vidrios aún estaban en el suelo y la ventana rota dejaba pasar la brisa.

Necesitó que se le repitiera todo de nuevo, y aun así tuvo que pedirlo una tercera vez.

—¿Quién?

Solo entonces accedió.