Disclaimer: League of legends no me pertenece y eso nomas.
Capítulo 7
De vuelta a la normalidad
Vi miraba con aburrimiento el camino. No había nada más que vegetación por donde mirara y el Piltover del futuro, que antes anhelaba conocer había quedado atrás.
Inclusive le parecía que ya no era tan interesante.
Se acomodó de nuevo en el asiente de copiloto y miró de reojo a Jayce quien conducía. El tipo tenia la mirada fija en el camino, pero aun así no parecía concentrado.
Sabiendo que no la miraban, se dedico a observarle con mas detenimiento. Parecía que los años habían pasado duramente en él. Tenías notorias canas en los costados de su cabello y una barba mal cuidada, las arrugas en sus ojos solo le daban mas edad de la que en verdad tenia, podía inclusive ver cicatrices en su cuello y orejas.
Su mente repaso velozmente a quienes conocía, Ezreal, Caitlyn, hasta el mismo profesor Heimerdinger, y se pregunto si los años también hicieron lo propio con ellos.
No necesitaba realmente preguntar por cómo se veía ella.
—¿Y…? — comenzó rompiendo el largo silencio que llevaban— ¿Cómo pasó?
Jayce suspiró de forma pesada.
—Fue hace varios años… perseguían a un…
—Espera— lo interrumpieron de repente. El hombre la miró de costado y vio que la chica parecía divagar en su cabeza, por unos segundos creyó que no volvería a hablar y se retomaría el silencio— no quiero saber.
—Estaba pensando que inclusive no seria prudente decírtelo— admitió el hombre— si lo que dices es verdad, cosas terribles podrían pasar y modificar este tiempo… lo he estado pensando.
—Sí… quizás tengas razón… aunque la verdad no es por eso… simplemente prefiero no saber.
—Claro… igual, al mismo tiempo que pensaba en que es lo que podría pasar… creo… creo que pocas cosas podrían ser tan malas como lo que terminó pasando.
Vi volvió a observar al hombre ante esa confesión, ahora parecía fatigado, cansado, como si algo le pesara en lo profundo de su cabeza.
—Perdón… ya casi llegamos.
Una enorme mansión apareció a lo lejos, no parecía haber otra casa o residencia cerca, sin embargo el lugar, aunque oscuro y misterioso, parecía bien cuidado.
El auto ni siquiera se tuvo que detener en la entrada de enormes rejas, sino que la puerta principal se abrió dejándolo pasar.
Jayce estacionó en un lugar muy cercano a la puerta de bienvenida y ambos bajaron.
El hombre le sonrió con cierto cariño luego de llamar con unos simples golpes y la puerta se abrió a los pocos segundos.
—¿Nadie te siguió?
Vi reconoció la voz de inmediato, y pronto pudo ver a Caitlyn del otro lado de la puerta, inmediatamente supo que no se trataba de la de su tiempo.
No era mucho mas alta de lo que recordaba, prácticamente era la misma, el tiempo había pasado para ella también, pero a diferencia de Jayce parecía que los años le asentaban aún mejor.
Sonrió sin poder evitarlo, le daba gusto ver que, en el futuro, Caitlyn estaba bien.
—Ni una mosca… como siempre— aseguró Jayce, y dio un paso al costado para que la figura de Vi se pudiera ver mejor.
Vi se sintió algo nerviosa de cruzar mirada con su compañera, mas aun cuando la otra chica parecía mirarla intensamente, sin pestañar, con ninguna expresión en su rostro que demostrara algo positivo o negativo.
—Oh… si, bueno… esto seguro es raro— comenzó torpemente, mientras se tocaba la cabeza, en busca de las palabras adecuadas— no se que tanto Jayce te haya contado, pero la cosa es así… bueno, mas o menos así, no entendí muy bien… Jinx y tu… bueno no tú, sino la Caitlyn de mi tiempo pasaron por un portal, y no en el mismo lugar, al parecer tú, es decir la tu de mi tiempo cayo en algún lugar y la plaga imbécil de Jinx en…
Tuvo que detener sus palabras al sentir como la chica, de un rápido impulso, se abrazaba a su cuello, escondiéndose allí y sosteniéndola con mucha fuerza.
—Oye… no…— comenzó a decir en forma de queja, no correspondiendo el abrazó y sintiéndose aun mas torpe— no hagas esto… sabes que no me gustan los…
Pero ante la queja la oficial simplemente se pegó más. Vi podía percibir que estaba conmovida y por unos pesados segundos su mente quedó en blanco.
Terminó por juntar sus manos a la altura de la cintura de Caitlyn y apoyó su mentón en ella, permitiéndole a la chica que la abrazara más cómodamente.
—De verdad… no hagas esto… me haces sentir mal— pidió finalmente y con lo dicho logró que la sheriff se alejara un par de pasos, deshaciendo el abrazo.
—Lo lamento…
—No tienes que…— la interrumpió Vi, aun sintiéndose mal de ver a la otra chica ocultando su rostro y tratando de parecer inalterable.
"No ha cambiado en ese sentido tampoco" pensó viendo como disimulaba su pesar y ahora se dirigía a Jayce tratando de hacer parecer el asunto de menos.
—Dijiste que… había un problema…
—Sí— contestó el hombre, haciéndose lugar para pasar. Rápidamente notó que en la sala del costado el vidrio estaba roto y el lugar dado vuelta—¿Qué paso aquí?
—Yo… creo que mejor primero me cuentan su parte— pidió con seguridad la oficial y los tres se reunieron en la cocina.
—Así que… ¿No sabes como nacen los bebes?
Jinx sabía que había logrado molestar a la pequeña niña, estaba hace rato usando un tono de voz burlón y ofensivo, tratando de que pareciera que hablaba con alguien poco listo.
—¡¿No sabes?!— siguió, fingiendo sorpresa para luego parecer desilusionada— deberías buscarlo en tu tablet… pero espera, espera, no como pregunta, no… busca videos.
Estaba tirada en la alfombra de la habitación. Caitlyn la había encerrado nuevamente, pero como venía siendo costumbre, su privacidad se vio interrumpida por el infante del lugar.
Ahora la niña se encontraba de rodillas, mirándola con atención, pero era evidente para la tiradora que esta vez si que la estaba escuchando.
—Qué vergüenza para la gran sheriff de Piltover tener una hija tan torpe e ignorante— siguió burlándose y consiguió ver el sonrojo en la más pequeña como un triunfo— anda… yo te enseñare, trae tu Tablet o lo que tengas.
Aunque la de cabello oscuro dudo, pronto se retiró de la habitación y volvió, cerrando con cuidado la puerta.
—Eso es, ahora busca lo que te dije— invitó la mayor y la otra chica obedeció— no, imbécil así no— contestó viendo que los resultados que aparecían eran documentales de partos con videos en 3d de un feto— agh, todo hay que explicarte, y yo que pensé que eras más lista.
Con la nueva ofensa la niña trató de realizar una nueva búsqueda, pero Jinx, aburrida de no llegar a donde quería llegar, dejo de mirarla y comenzó a divagar por la habitación de nuevo.
—Solo eres una estúpida niña, igual que cualquier otra, no sé porque pensé que al ser hija de sombrerotes serias algo interesante— se quejaba, tratando de levantarse, lográndolo luego de moverse como gusano pese a la sustancia que la agarraba de hombros a rodilla— no eres nada especial, aburrida, por eso odio a los niños… son tan idiotas— siguió en su monologo mientras se acercaba, saltando a uno de los estantes donde había algunas fotos— tu solo eres unos más que el resto, agh quizás hasta más densa, nunca llegaras a ser…
Un sonido llamó su atención, no porque la casa de por si no le proporcionara cosas que le interesara, sino porque este en especifico venia de la niña que no había hecho ninguno desde que se habían conocido.
Se giró para encararla, incrédula de lo que escuchaba, pero al comprobar que la menor trataba torpemente de disimular que lloraba, miró hacia arriba hastiada.
Podía escucharla gimotear por los bajos y sobarse los mocos.
Jinx se puso en firme y tiró su cuerpo a un costado, haciendo mucho ruido cuando cayó al suelo, miró al techo de la habitación, se lo conocía de memoria a esas alturas. Se puso de costado y comenzó a zigzaguear hasta llegar cerca de la niña.
—Oye…—la llamó de mala gana— ¿De verdad quieres saber cómo nacen los bebes?
Solo unos segundos de silencio le basto para recordar que la menor no hablaba y volvió a preguntarle lo mismo, esta vez viéndola con la cabeza aun pegada a la alfombra.
La niña asintió, aun limpiándose las lagrimas y fue cuando Jinx se arrastró hasta llegar al borde de la cama, se sentó usando el costado como apoyó de su espalda y le hizo señas a la niña de que se acercara.
Obediente, como era y como Jinx la había percibido, se sentó frente a ella, en una educada posición de rodillas y con sus puños en su regazo.
—Bien… ammm, no sé cómo serán las cosas en este tiempo, pero de la forma… ammm "Tradicional" cuando dos personas se quieren mucho… bueno, no, de hecho, ni siquiera se necesita que dos personas se quieran mucho, basta con que se vean atractivas… bueno tampoco, a veces inclusive basta con que una de las dos partes se vea atractiva… ay, inclusive ni eso.
Jinx comenzó a pensar un mejor escenario, pero a medida que trataba de explicarse vio que más oscuro ponía el panorama. La niña aun así parecía esforzarse y genuinamente seguirla en lo que decía, lo que la hizo sentir mal por no poder ser clara.
—De verdad, de verdad, que es mucho más fácil con videos— terminó diciendo asintiendo— trae la tablet de nuevo… te diré que buscar.
La menor solo tuvo que estirar una de sus manos para hacerse con el artefacto.
—Ven, acércate, lo veremos juntas— ofreció y la niña se sentó a su lado, compartiendo la pantalla ahora en las piernas de ambas— quiero que escribas en esa barra blanca de ahí lo siguente que te dire ¿De acuerdo? Bien. Triple "W" punto "ElDardoCalienteDeTeemo" punto "Com"
Jinx sonrió ampliamente cuando comprobó dos cosas. La primera, una de sus páginas favoritas seguía funcionando en el futuro. La segunda, Caitlyn no había puesto ningún control parental.
—Bien, buen trabajo— felicitó, pero ya podía ver que la niña estaba concentrada en las imágenes de captura de los videos que aparecían ahora— Hey, hey, no te distraigas— la retó, consiguiendo con eso rápidamente su atención— tenemos una misión en esto, así que ahora quiero que vuelvas a escribir en esa barra pequeña que esta ahí, si esa… ammm ¿Cómo lo podemos buscar? Escribe… Cum… inside… pussy, si eso, escribe eso, te lo deletreo— ofreció, deletreando mientras la chica escribía— Muy bien, ahora, baja un poco la barra, desplázate hacia abajo… quiero un video de uno a uno solamente… si son varios debería explicarte más cosas y no... ¡Ese! ¡Ese! El de la chica rubia y el grandote canela pasión… si, ese.
La niña obedeció y el video comenzó a reproducirse
—Ponlo en pantalla completa— ordenó y fue nuevamente obedecía— Bien, páusalo ahí. Esa cosa que le cuelga al hombre es un pene ¿Viste uno antes? — preguntó y la niña negó— cool, doble enseñanza el día de hoy. Los hombres suelen tener pene en esa parte del cuerpo, no te asustes, seguramente tu no tienes uno y es porque eres una nena… aunque a veces las nenas también tienen pene y los nenes a veces no tienen uno, pero eso va a ser algo que veremos en otro video de esto ¿De acuerdo? Ahora pon Play de nuevo.
Jinx esperó una buena toma para poder explicarse mejor antes de hablar, le daba gusto ver que lo único que se sentía en la habitación eran las groseras palabras del sujeto en el video y los gemidos falsos de la actriz.
—Bien, páusalo, ahora mira, vez esas pelotas que golpean contra las nalgas de la rubia ¿Sí? Se llaman testículos, ahí, justo en este momento se esta generando ammmm esperma… unas semillas… blancas, si, eso, semillas blancas, muchas. Los hombres generan estas semillas blancas y se desesperan por meter esas semillas blancas adentro de la mujer, en su vagina… la empujan con la punta de su pene… con fuerza, como veras, ponle play de nuevo para que veas de lo que estoy hablando.
Solo bastaron unos segundos para que Jinx experimentara un sentimiento familiar, como si alguien se concentrara mucho en ella, como si fuera la presa de algo, alguien apuntándole, era inquietante y emocionante al mismo tiempo.
Fue cuando levantó la vista y se encontró con unos ojos azul intensó mirándola con seriedad. Caitlyn miraba la escena con los brazos cruzados sin moverse un centímetro.
—Yo…— comenzó diciendo la de cabellos celeste, mientras en la pausa se escuchaban más gemidos saliendo del aparato— yo… yo ya me morí.
Por mas que Jayce y Vi aceptaron esperar en la cocina a que Caitlyn regresara, luego de haber hablado sobre todo lo que pasaba, no pudieron quedarse de brazos cruzados al escuchar los gritos que procedían de la siguiente planta.
Ambos corrieron escaleras arriba y cruzaron los pasillos hasta dar con la habitación de donde provenían los gritos, pero al entrar no fueron capaces de entender la escena del todo.
Vi solo podía entender que Jinx, la de su tiempo, estaba atada de hombros a rodilla con una especie de cuerda de goma anaranjada, cuyo material era nuevo a la vista, mientras Caitlyn, la de ese tiempo, la agarraba fuerte de uno de sus collares y la ahorcaba de frente, mientras con la otra mano la golpeaba con lo que ahora parecían ser los restos de una tablet o algún aparato electrónico, justo en la frente, varias veces, mientras se gritaban entre ellas.
—¡No! ¡Para! ¡Ya!
—¡¿Cómo se te ocurre darle para que vea esas cosas?!
—¡Yo no le di nada, idiota! ¡Me tienes atada de manos y pies! ¡¿Lo olvidas?! ¡Ella sola puso esos videos y me los trajo para que me entretenga!
—¡Mentira! ¡Eres un asco y una pervertida! ¡No puedo creer que se te descuide un minuto y ya estés pasándole pornografía?!
—¡Dios! ¡Ni que me la fuera a violar! ¡Solo estaba enseñándoles como se hacen los bebes!
—¡En un sitio porno!
—¡Un sitio Educativo, "Caitlyn"! ¡Educativo!
—¡¿Eres idiota?! ¡Claro que un sitio porno no es educativo! ¡Hablamos un montón de veces de esto y acordamos que…!
—¡¿Qué?! ¡¿Qué acordamos?! "Cielo" ¡¿Qué los fines de semana yo lavo los platos?! ¡¿Que yo pagaría la boleta de la luz y tu la del gas?! ¡¿Qué si teníamos un perro tu le comprabas el alimento y yo limpiaba su mierda?! ¡¿Qué?! ¡¿Qué a la mudita le íbamos a explicar cómo nacen los bebes vía cigüeña?! ¡Dios! ¡Deja ya de golpearme!
—¡Lo hare cuando dejes de ser tan idiota!
—¡Una embolia cerebral me va a dar entonces!
Jayce ya iba por la tercera vez tratando de aclararse la garganta para detener a las dos mujeres, pero finalmente habló.
—Amm ¿Señoritas?
—¡¿Qué?!
Jayce se encogió un poco en su lugar y hasta retrocedió dos pasos cuando el enojo de ambas se dirigió hacia él, hasta trató de que Vi se pusiera adelante y fue cuando ambas cambiaron la expresión molesta que traían.
—Agh, genial, si la bruta está aquí, significa que se trata de la bruta de mi tiempo… lo que a su vez significa que…
De repente Caitlyn la soltó y con esto su cuerpo cayó al suelo de nuevo.
—Tomare eso como algo personal— se quejó con la mejilla apoyada en la alfombra.
—Es la Jinx de hace 7 años… es verdad— comentó Caitlyn, diciendo esto último para ella misma.
—¿Cómo fue que…? — comenzó Vi viendo que las dos mujeres ya estaban más calmadas— ¿Cómo llegó aquí? ¿Cómo la atrapaste?
—Cayó estúpidamente en el sistema de seguridad de la casa cuando trató de entrar— explicó con simpleza— ella misma dijo que no pertenecía a este tiempo. No le creí en un principio, pero ahora, dado todo lo que está pasando… supongo que no mentía. Aparte para serte honesta no es lo más descabellado que he visto.
—Correcto… correcto— repitió la otra oficial viendo ahora a Jinx, quien parecía mas entretenida tratando de soplar unos de sus flecos para que no le molestara en la cara.
—¿Y ahora qué? — preguntó Jayce viendo como la de pelo rosa parecía haber olvidado la preocupación de un principio.
—Bueno es que… honestamente pensaba que iba a ser caótico tratar de dar con Jinx en un corto tiempo si es que se trataba de ella, claro… pero… parece que lo tienes muy controlado… y ahora no recuerdo que hacer.
—¿Sabes qué? Cambie de opinión— comentó la chica desde el suelo— por favor, sigue golpeándome con esa tablet.
Fueron interrumpidos por un sonido de alarma que la dueña de casa no reconoció, al poco tiempo todos miraron el reloj de muñequera de Vi.
—Ah esto, si, no es mío realmente…— comenzó la chica tratando de desactivar el molesto sonido— a ver… déjame ver…
Vi sacó de su bolsillo el papel con la carta y las instrucciones, luego de leer la parte que le correspondía al reloj, Jayce pudo notar que la desesperación se apoderaba de ella de nuevo.
—Bueno… esto es malo, peor que eso… es terrible.
Jayce cargaba a Jinx en uno de sus hombros mientras corría siguiendo a las dos chicas adelante suyo. Paso por un pasillo oscuro, escalera abajo, donde varias luces le apuntaron, pero luego desaparecieron de la misma forma que vinieron.
No fue hasta que el pasillo comenzó a ensancharse de forma abrupta hasta dar con una sala bien iluminada, blanca en su mayoría, que no pudo evitar detenerse a contemplarla.
Vi hizo lo mismo.
Le parecía un laboratorio gigante lleno de armas potenciales y esquemas complejos, la tecnología que percibía en varias mesas le llamaban poderosamente la atención, hasta reconoció el uso de artefactos hextech.
Luego puso atención a Caitlyn, que parecía haber llegado a una computadora de mandos, se acercó a ella y vio que entre carpetas de búsquedas comenzaba a seleccionar algunas imágenes de vehículos muy extraños, hasta que finalmente se decidió por uno.
Un enorme portón a uno de los costados se activo y una rampa movió un vehículo, el mismo que Vi había visto en la selección hasta el centro de la sala.
—Me gusta el color— comentó Jinx viendo el extraño vehículo, el cual tenia objetos y armas saliendo de algunas direcciones poco practicas y cuya pintura resaltaba de un celeste chillón con grafitis en negro y rosa.
—¡¿Qué tan grande es este lugar?!— preguntó Jayce al tiempo que se cerraba la compuerta por donde había salido.
—Suban a la base— ordenó Caitlyn y fue cuando todos notaron que donde estaba el vehículo ahora una línea de precaución delimitaba en hexágono su posición.
Todos subieron y Caitlyn activo desde un control un dispositivo que hizo que la base comenzara a subir, el techo se abrió y en menos de lo que se esperaban, todos estaban en las afueras de la mansión.
—Oh por Dios… de verdad soy Batman— comentó Jinx viendo de nuevo la enorme casa y la ubicación en la que estaban ahora, muy cerca de la ruta.
—Caitlyn, esto es muy impresionante, de verdad que si— comenzó Jayce, analizando el móvil— pero ya te lo dije, una patrulla bien equipada llegaría al centro de Piltover desde aquí en 45 minutos ¡Mínimo! No hay forma de que Vi llegue al parque central en 10 minutos.
—El Matador de Gaviotas 2055 puede volar.
—¡Pff! ¿Qué? ¿Cómo lo llamaste? — preguntó con gracia la de cabello celeste.
—¡¿Esa cosa puede volar?!
—Sí, y es bastante intuitivo de manejar, podrás pilotearlo muy fácil… espero.
—¡¿Qué?! ¡Le vas a dejar a la loca este bebe! ¡Lo va a destruir!
—Dijiste que tienes menos de 10 minutos para llegar al parque central, esto es lo más rápido que tengo.
—¡¿Tu no vienes?!
—No… no tengo otro vehículo que sea así de rápido, aparte… tengo alguien de quien cuidar— comentó viendo como la niña se las había ingeniado para seguirlas hasta ahí, y observaba todo, semi escondida en la entrada—no puedo dejar la mansión.
—Me va a extrañar, yo se que si— comentó Jinx, también notándola.
—Suelo hacerlo… sí.
—¡Estaba siendo sarcástica, idiota! — se quejó la de pelo celeste, poniéndole mala cara a la dueña de casa, pese a estar recibiendo una sonrisa desafiante de esta— agh, no te soporto, juro que cuando regrese a mi tiempo lo primero que hare será volarte de un tiro esa brillante frente blanca que tienes y así evitar lo que sea que esto…
Un fuerte estruendo se escuchó, como un rayo atravesando los cielos, al tiempo que un remolino de luz se comenzaba a formar en las lejanías, en Piltover.
—¡El portal! — gritó, Vi, entendiendo que el tiempo había terminado— ¡Vámonos!
Tomó a Jinx por el cuello y abriendo la puerta de atrás la tiró adentro de los asientos.
—Oye, genio— llamó Jinx viendo a Caitlyn— no se supone que este material es irrompible y que no existe nada en mi tiempo que pueda deshacerlo.
—¡No se te ocurra soltarla! — le ordenó Vi ya sentada en la parte delantera, familiarizándose con todos los controles que tenía en frente.
Caitlyn se acercó al vehículo y abrió la puerta, le mostró a Jinx unas esposas que sacó debajo de uno de los asientos y le hizo señas para que se diera vuelta.
—A ti de verdad te gusta esposar gente ¿No es así?
—Encuentro particularmente satisfactorio esposarte a ti… pero divago— comentó de manera burlona mientras tiraba unas pequeñas gotas de un acido en las cuerdas y estas se destrozaban a gran velocidad.
Con rapidez agarró las muñecas de Jinx y las esposo sin que esta pudiera hacer nada más.
—Sí, sí… ya te cedi el hecho de que seas graciosa… no tientes a tu suerte… genio.
Caitlyn terminó por sentar a Jinx en el asiento y le dio una mirada divertida mientras cerraba la puerta, recibiendo que la otra chica le sacara la lengua y luego mirara por la otra ventana.
—Creo que ya lo tengo…— comentó Vi, al tiempo que veía como las luces del tablero se encendían en un tono anaranjado y la sheriff se tuvo que alejar inmediatamente cuando los propulsores de fuego se encendieron haciendo levitar el vehículo.
—Genial…
—Si, lo es— concordó Vi, y al ver que estaba de acuerdo con la bala perdida, puso mala cara y se concentró de nuevo en el tablero.
El reloj sonaba escandalosamente, tanto que se escuchaba aun cuando los motores y propulsores hacían su propio disturbio.
Miró hacia abajó, ahora, a uno de los costados, donde aun estaba Jayce y Caitlyn viéndola, ambos con una expresión nostálgica y triste.
Los observó comprendiéndolos y se tomó un par de segundos para sonreírles, antes de hacerles una seña con los dedos en su frente, a base de despedidas.
Fue cuando apretó el acelerador, como si se tratara de una auto común y corriente y el vehículo se disparó hacia adelante.
—¡¿Pero qué demonios estás haciendo?!— gritó Jinx pegada al asiento por la velocidad—¡¿Nos vas a matar?!
—¡Cállate! ¡Cállate!
Vi no podía creer que estuviera de un segundo viendo las montañas inhabitadas que rodeaban Piltover a estar evadiendo sus edificios.
—¡Ahí esta! — gritó viendo el resplandeciente portal.
—Sí, sí, deberían derivarte a la parte de investigación policial, serias una excelente detective— se burlo su tripulante, mientras que sin mucho esfuerzo pasaba sus brazos por debajo de las piernas y dejaba sus manos ahora adelante, aunque esposadas.
Vi percibió el peligro, pero tarde, ya tenia las cadenas de las esposas estrangulándola desde atrás.
—¡Jinx! ¡Imbécil! — gritaba tratando de librarse del agarre, mientras veía como el vehículo perdía el rumbo peligrosamente—¡Vas a hacer que nos matemos!
—Es un riesgo que estoy dispuesta a sufrir— comentó mientras esquivaba los manotazos que la otra chica trataba de darle— después de todo si regresamos así solo em queda podrirme en una celda… y tengo otros planes…
Vi se hizo hacia adelante y con gran fuerza logró romper el asiento.
—… de verdad que eres una bruta— comentó con aburrimiento la tiradora mientras la chica ahora si pudo zafarse y propinarle un buen puñetazo en la cara.
Solo para asegurarse de que la había dejado inconsciente le dio otro y ahora si, tirándola en el asiento de atrás, tomo los controles de nuevo.
Por mas que se esforzó por dominar la nave, esta ya no el hizo caso, y vio como se precipitaba sin caso hacia uno de los edificios.
Solo logro que virara un poco, pero no lo suficiente para que chocara con una saliente, haciendo que el vehículo comenzara a girar sin control, estrellándose en el domó del parque central.
Vi suponía que en no faltaría nada para estrellarse en el suelo cuando una luz lo ilumino todo.
Ezreal podía ver como Heimerdinger trataba de postergar el cierre del portal.
El museo era un absoluto silencio y el movimiento del científico era lo único que lo rompía cada tanto.
Jayce parecía preocupado, con una mano en su mejilla, viendo con insistencia la apertura, de la que aún no salía nada.
El rubio miró hacia otro de los costados, en un banco largo de madera, podía ver a Caitlyn, acostada, aun inconsciente, con una expresión tranquila.
—Déjame ir— terminó diciendo el explorador, acernadándose a la apertura.
—¡Definitivamente no! ¡Ya es catastrófico que Jinx estuviera en otro tiempo! ¡Y ahora también Vi! ¡No meteremos una tercera anomalía al portal!
—Solo lo cruzare y echare un vistazo, volveré antes de que lo cierres y…
Todos comenzaron a sentir unos sonidos extraños provenientes del portal y al rubio solo le dio tiempo de activar su muñequera y teletransportarse al costado cuando un enorme vehículo atravesó la puerta, salido de la nada, girando sin control, destruyendo las primeras paredes del museo, hasta que finalmente quedo clavado debajo de una gran estatua maciza.
—¡Son ellas! ¡Cerrare el portal ahora! — anuncio el científico, y con un estruendo el remolino de luces se fue apagando hasta quedar en nada.
Ahora solo quedaba las ruinas de las paredes interiores y el humo que salía de algunas partes del auto.
Los tres se acercaron a pasos cautelosos, pero fue Vi quien, dándole una patada a la puerta, salió por su cuenta y los encaró.
—¡Yo! ¡Nunca!... ¡Mas! — terminó de decir mientras se acercaba a ellos—¡Nunca más! ¡Destruye esa cosa!
—¡¿Trajiste de vuelta a Jinx?!— preguntó el científico.
Ella y Jayce se acercaron al auto y vieron que en el lado trasero se encontraba la tiradora, también inconsciente, con una herida en la frente de la cual sangraba, aunque no peligrosamente.
—¿Caitlyn? — preguntó ahora la oficial.
—Meh, pan comido— anuncio el rubio señalándola con un pulgar hacia tras de su espalda.
Vi siguió esa línea y vio un banco con su compañera en él, parecía dormida.
Sonrió y se acercó hacia donde estaba, pero a medida que avanzaba sus pasos se fueron hicieron lentos, hasta detenerse por completo.
—¿Qué sucede? — se preocupó Jayce al ver el repentino comportamiento.
Se acercó al mismo nivel a donde estaba Vi y se quedó mudo al comprender de que se trataba.
Ezreal se teletransportó al instante a la par de Caitlyn y vio con una sonrisa la escena.
—Oye, Hey … ¿Quién dejo entrar a esta niña?
—¡¿Niña?!— se escandalizo Heimerdinger dirigiéndose a pasos apresurados a donde se encontraba Caitlyn.
En efecto, al lado de la mujer, una niña pequeña, de cabellos oscuro y tez muy blanca, vestida con ropa de cama, examinaba preocupada a Caitlyn.
—¡¿Niña?!— volvió a preguntar mirando a Vi ahora— ¡Nadie dejo entrar a ninguna niña en el museo, esta clausurado y bien vigilado!
Vi se tomó la frente, estrujándola con fuerza.
—Debió haberse colado en el auto cuando no la vimos…
—¡¿Trajiste una niña de otro tiempo?! ¡¿Aquí?!— se escandalizó el científico y Vi creyó que ahora buscaba algo con que golpearla más que una solución.
—Vaya, que problema— comentó Ezreal sonando como si se tratara totalmente de lo contrario— ¿Cómo te llamas? — trató dándole una sonrisa— oh, no te preocupes, esta solo durmiendo, no le pasa nada malo— comentó al ver como la pequeña parecía querer a ponerse a llorar mientras se preocupaba por Caitlyn— trabajó mucho y se cansó bastante, mejor dejémosla descasar.
Ezreal le extendió una mano y la niña asintió, limpiándose la cara y conteniendo las lágrimas, antes de tomar la mano que se le ofrecía.
No le costó nada al rubio levantarla y tomarla entre sus brazos, poniéndola de costado y llevándola a los demás.
Le había dicho la verdad, que los vidrios y escombros podían lastimar sus pies y que le permitiera cargarla.
—Oh, vamos ¿No es un encanto? — comentó viendo a Jayce y Vi, el primero asintió mientras que la segunda aun miraba con cuidado al científico— déjame adivinar, viajaste al futuro ¿No es así? Y esta debe ser, sin duda… la hija de Caitlyn.
—¿La hija de Caitlyn? — preguntó aun con más curiosidad Jayce, acordándose al rubio para mirarla con más atención.
—Claro, es igual a ella.
—Es verdad— concordó el héroe.
—Si, eso creo… no me quedo en claro en realidad— confesó Vi, viendo ahora también a la niña— estaba en la casa de Caitlyn… bueno… mansión en las afueras… "de" Caitlyn. La estaba cuidando… yo supongo que si era su hija.
—¿Y quién es el padre?
Por respuesta Vi se encogió de hombros.
Ezreal comenzó a preguntarle de forma simpática a la menor para ver si obtenía información, pero pronto pudo notar el increíble mutismo de la más chica.
Le contaba que parecía inteligente, cooperaba con el en la medida que podía, pero no hablaba.
—Uy… encontró su vara— comentó el rubio y todos vieron a Heimerdinger con una vara de metal con punta de cono donde salían unos rayos.
Vi escarmentó.
—¡¿Cómo es que eres tan bruta de traer una niña del fututo?! ¡¿Aquí?!
—¿Y qué haremos?
—Llevarla a donde pertenece.
—Eso está claro ¿Pero ¿cómo lo haremos?
—Sera difícil encontrar el punto exacto, pero según mis cálculos…
Jayce seguía de cerca la discusión de Ezreal con el científico para solucionar el problema de la niña.
Ya era entrada la noche en el museo y aun Caitlyn no volvía en sí.
—No, no, no te acerques ahí— recomendó el mayor al ver como la niña se sentaba en la parte trasera del móvil del futuro, donde Jinx tampoco había recuperado el conocimiento aún.
—No te preocupes— comentó Vi, acercándose a él— realmente la golpee fuerte, y a las esposas que ya tenia le sume unas mas a la carrocería, no ira a ninguna parte.
—Sí, pero… es Jinx, es peligrosa.
—Agh, la mocosa parece que sabe lo que hace, y Jinx esta mas del lado muerta que viva… no le pasara nada.
—Pareces de mal humor.
—¡Lo estoy! Mira que darme descargas como si fuera un perro malo que hizo sus necesidades en el living, vamos…
—Hiciste un buen trabajo— felicitó el hombre, entendiendo el cansancio y estrés de esos días— las trajiste de vueltas.
—La trajimos de vueltas… sí— concordó al oficial no permitiendo quedarse con todo el mérito— tú también hiciste un buen trabajo…
Jinx estaba despierta desde hace horas, cerraba los ojos aun ingeniándoselas como salir de la delicada situación en la que estaba.
Sabía que habían llamado otra patrulla para que se encargara de ella. Seguro la encadenarían hasta con un bozal de forma que no pudiera escapar.
Sentía que se le acababa el tiempo.
Un pesó en sus piernas le llamó la atención, luego un movimiento justo en frente de su rostro.
Abrió uno de sus ojos y pudo ver a la niña de la mansión frente a ella.
Ya había escuchado todo de los demás y como Vi había tenido el descuido de traer un colado más a este tiempo.
Le sonrió y le guiño un ojo, soplo formando un delicado "shhh" para que la menor entendiera que no debía decir nada.
Se sintió cansada de todo y volvió a cerrar los ojos, suspirando antes de pensar en algo de nuevo.
Le molestaba los sonidos que la niña ahora hacia mientras movía las cosas dentro del auto, parecía estar hurgando entre los compartimientos y poco a poco el sonido se le hizo más molesto.
Abrió los ojos, molestas, lista para quejarse y reprimirla cuando la pequeña mano pálida apareció frente ella, sosteniendo un par de brillante llaves.
Ahora su expresión cambio, y en vez de una mirada dura y desaprobatoria, le sonrió con simpatía y orgullo.
—Y… ¿Qué viste en el futuro? — preguntó Jayce, con cuidado.
—Bueno… Piltover seguirá prosperando… te saldrán más canas… nada interesante.
—¿Me viste?
—Sí…
—¿A quién más viste?
—No a muchas personas en realidad… estaba con un tiempo muy corto. Honestamente me enfoque en la misión— contestó sin ganas.
—Pero debiste ver más…
—No… de verdad no era una interesante… el futuro.
Jayce trataba de elegir la mejor pregunta de todas las que se le estaban formulando en su cabeza cuando un ruidoso sonido detrás de ellos le llamó la atención.
Ambos giraron y vieron como el vehículo tomaba altura.
—Ay, no puede ser— comentó de forma exhaustiva Vi, viendo como Jinx estaba sentada en los asientos delanteros, haciéndole ahora la misma seña de despedida con los dedos y la frente.
Acto seguido el vehículo se estrelló en uno de los grandes ventanales, rompiéndolo por completo y perdiéndose en la noche y los edificios de Piltover.
—Dime que no se llevo a la niña— fue lo único que dijo Ezreal al reunirse con ellos, pero luego de que los tres dieran un rápido vistazo al salón, podían suponer la respuesta de eso.
—¡¿Dejaron que Jinx se lleve a una niña que no pertenece a este tiempo?!— gritó el científico y al ver como ninguno contestaba comenzó a rebuscar entre sus cosas.
—¿Está buscando su vara no es así?
—Creo…
—Claro que está buscando su vara.
—Yo le ayudare a buscarla— anuncio Vi, estirándose sus propios cabellos, totalmente estresada— y me la meteré de canto, a su máxima potencia, por el…
Nota del autor:
Creo que sería más cómodo para mi actualizar los días sábados, por una cuestión laborar y de la universidad… pero ya veré.
Aquí el capitulo de esta semana :D
