Disclaimer:League of Legends y sus personajes no me pertenecen. Y ya quiero que termine la temporada y que me den mi orianna victoriosa porque tengo miedo de que po me suspendan mi baneen y no reciba las recompensas. Por cierto, me cago un litro y medio de mierda en RNG que yo les aposte como campeones este año, y pos no. Gracias señor, aposte por C9 Y FNC para la parte del grupo de arriba y salvaron mi pickem :v porque si no :,v


Capítulo 10


Comunicación disfuncional


Terminó de vendarse la pierna y otra ola de dolor invadió su hombro.

Sabía que tendría que volver a hacer una visita al hospital pronto. Ya se podía visualizar haciéndose una nueva radiografía y recibiendo las malas noticias.

No regresó a su departamento porque sabía que era peligroso pero ¿Cómo llamar a ir a la jefatura a entradas horas de la noche cuando ya solo quedaban los guardias de turno diurno?

"Solo debo esperar un poco" razonó terminando de ajustar el vendaje. Su atención se dirigió entonces a la puerta de su despacho.

Vi solo tocó dos veces y sin esperar ninguna respuesta entró en la sala.

— ¿También me vas a ocultar esa herida en la pierna?— preguntó viendo como Caitlyn trataba de cubrirse la zona en vano, pues su compañera había llegado a ver la venda.

—No es nada.

No tenía como explicar lo vivido en la guarida de Jinx, y honestamente pretendía no revelar la preciada ubicación.

—Como quieras…— terminó contestando vagamente su compañera, ya cansada de que sus preguntas fueran eludidas.

Caitlyn puso atención ahora a la niña que había entrado con Vi, parada a su lado dejando unos metros de distancia, mirándola como si esperara alguna indicación de su parte.

—¿Qué quieres que haga con ella?— preguntó la de pelo rosa— Heimerdinger dijo que espera tener todo listo para mandarla de vuelta pronto, pero creo que necesitara por lo menos un día.

—Yo me encargare de ella hasta que esté todo listo ¿No te parece lo correcto por hacer?— cuestionó con cierto aire acusatorio en su voz— es decir… desde que soy su madre… ¿No es asi?

Vi se la quedó viendo sin saber que decir. Hasta ese momento se las habían ingeniado por ocultar el hecho de que "habían extraviado a la hija de la sheriff"

—Amm… no estoy realmente segura de quien sea… realmente.

—¿De verdad?— preguntó sin darle mucho crédito—oh bueno, quizás es solo una niña cualquiera que de casualidad se parece un poco a mi.

—Es una posibilidad— concordó la otra chica— en el futuro solo vi que la niña estaba en tu casa, eso no significa nada realmente…

Caitlyn asintió y ahora miró a la niña, le extendió una mano desde donde estaba y le dio media sonrisa.

—Ven con mami.

Inmediatamente la cara de la menor se iluminó y sonrio con confianza, caminando hacia Caitlyn, tomando su mano con ambas de ella.

—Eso… eso tampoco significa nada…— trató de defenderse Vi.

—De verdad detesto a los niños…

El comentario se deslizo de los labios como tantas otras veces que el tema había salido en alguna conversación.

—Son ruidosos y desordenados. Torpes…— siguió diciendo, exteriorizando todo lo que sentía respecto al tema— siempre rompen o manchan las cosas… y son escandalosos cuando lloran… difíciles de comprender e imposible razonar con ellos… yo detesto a los niños.

Vi se preocupo un poco por como la niña podría reacción a los que le estaban diciendo, pero parecía tranquila, mirando con el mismo cariño hacia la sheriff.

—No me gustan los niños y preferiría no tenerlos en ningún futuro, ni cercano ni lejano asi que…— siguió con su monologo, finalmente subiendo la mirada hacia su compañera— No tengo idea de cómo podría convencerme alguien de tener hijos.

—Oh, bueno… no tuvimos mucho tiempo de hablar… no sé por qué pero… tu parecías… ¿Quererla?

Caitlyn volvió a contemplar a la niña. No le producía nada a ella. NI rechazo ni apego, para ella no era más que cualquier otro niño con en el que se haya cruzado, con la particularidad del increíble e innegable parecido.

— ¿Quién es su padre?

—Heimerdinger nos dijo que mientras menos habláramos sobre lo que vimos en el futuro o el pasado mejor ¿Recuerdas?

—Y convenientemente ahora sigues las indicaciones que se te dan.

—Pues tú convenientemente también prefieres guardarte ciertas cosas.

Ambas ahora se miraban en una postura molesta, pero la más alta pronto suspiro con cansancio.

—No vi a ningún hombre en el lugar. Jayce me llevo hacia donde te encontrabas pero estabas sola esa noche… con la niña. No tengo ni idea de quien pueda ser el padre.

"Posiblemente estemos separados… sea quien sea. Jinx actuaba extraña, hablaba de una pelea entre los padres de la niña. Eso explicaría un par de cosas. Quizás no habla como alguna especie de secuela por disputas familiares o algo así"

La había estado observando con atención y disimulo, pero ante todo le parecía una niña sana y energica. Eso la hacía dudar de que tuviera traumas psicológicos por separación de los padres o algún evento semejante.

Volvía a tener las mismas dudas que en un primer momento.

— ¿No viste nada más que te llamara la atención en el futuro?

—Nop— contestó con simpleza la de pelo rosa.

— ¿Nada?— insistió la otra chica, conociéndola mejor de lo que la más alta esperaba.

—No, nada… es el mismo Piltover con una tecnología un poco más avanzada… lo mismo que pasa todo los días ¿Verdad? Inclusive… hasta menos interesante.

—La niña no tiene idea de quién eres, Vi.

Era una sentencia de a donde quería llegar.

Ya le había mostrado fotos de Vi a la menor, como también de otras personas de su círculo más íntimo. La niña había reaccionado de manera positiva a la mayoría de las fotos, Jayce, Ezreal, su padre y otras oficiales de su entorno más cercano, pero la foto de vi había pasado desapercibida como tantas otras no tan relevantes.

— ¿Y que con eso?

— ¿No te parece extraño?— insistió la sheriff, acomodándose en su asiento— si esta es mi hija, lo cual no estoy del todo segura ¿Por qué no te conoce? Como si nunca te hubiera visto… ¿Qué? ¿Viajaste en el futuro? ¿Volviste a Zaun por más de que…. 4 o 5 años? O quizás estás pensando en dejar la policía e irte…

—Ya te lo dije ¿No es asi?— la interrumpió, no ocultando el enojo en el tono por la insistencia de algo, que ya había aclarado, no quería tocar— no tuve tiempo de preguntar, apenas si pode volver con Jinx

—Claro…

—Se hace tarde ¿Quieres que te lleve o…?

—Me quedare hasta más tarde hoy… hay algunos asuntos con Jinx que me inquietan y quiero averiguar. Estoy esperando unos resultados del laboratorio también así que…

—Bien. Avísame cuando Heimerdinger tenga todo listo.

—Lo hare.


El reloj marcaba las 3 a.m al verlo.

Sin nada mas que hacer, volvió su vista al rifle que trataba de calibrar.

Su arma personal había quedado dañada desde lo sucedido en el museo ahora trataba de dejarla como nueva y reluciente.

No era necesario desarmarla por completo pero la tarea le relajaba y la invadía de ese aire de familiaridad de cuando uno está en su hogar.

Raro como era, su sombrero y el rifle tenían ese tipo de conexión con ella.

Se distrajo unos segundos al ver los enormes ojos azules pegado al canto del escritorio, observando con mucha atención y mutismo la labor que llevaba entre manos.

La concentración y la forma de pegarse a la mesa, aun siendo está más alta que ella le hizo recordar vagamente a alguien, pero no llegó a concretar la idea.

— ¿Por qué no hablas?— preguntó sin mirarla, poniendo su atención nuevamente en el rifle.

Era una pregunta que ya le había hecho un par de veces pero la niña solo se le había quedado viendo.

— ¿De verdad soy tu madre? ¿Por qué no quieres hablar conmigo? ¿Estas enojada por algo que hice? ¿Cómo antes… cuándo huiste de mí?

Hablaba sola, la niña nuevamente se limitaba a mirar.

—Prefiero pensar que eres muda de nacimiento o que perdiste la voz… ¿Qué cosa tan terrible debo hacer como para que no me dirija la palabra ni una vez?... aunque claro, tampoco sé que hice mal cuando estabas con Jinx para que te enojaras conmigo.

Caitlyn notó entonces que la menor ya no le ponía atención, algo llamo su atención afuera y pronto, pres de esa curiosidad se pegó a una de las ventanas, poniendo sus pies en punta para poder espiar por el enorme cristal, como si su mirara siguiera algo afuera.

Era lo que había estado esperando.

Moviéndose, apenas, sacó de su cajón un pequeño aparato y luego de apretar los botones correspondientes se levantó de su escritorio.

Para ese entonces la niña ya había salido del despacho. Caitlyn la observaba moverse entre los demás escritorios de la comisaria, hasta que finalmente la menor le señalo algo. Se acercó hasta quedar al lado de ella y observó sin entender una mancha rosa.

Lo primero que se le vino a la cabeza era que se trataba de goma de mascar que alguien había dejado descuidadamente, pero la notaba demasiado grande para eso.

Con la punta de sus dedos lo tocó, el líquido se sentía espeso en su guante, y tenía un olor extraño, le recordaba vagamente al depósito de armas.

— ¿Qué es eso?

Nadie le contestó, la menor ya se movía de nuevo, siguiendo un rastro a simplemente invisible pero que cuando Caitlyn le seguía podía ver el mismo liquido escondido en diferente sectores de la oficina principal.

Se detuvo frente a la puerta del armario del conserje, llegando apenas al picarporte para girarlo y entrar.

Caitlyn la siguió como venía haciendo, encendiendo la luz para buscarla en la pequeña habitación. La niña se quedó enfrente de un armario grande de hierro, cuyo seguro quedaba muy por arriba de lo que ella podía alcanzar, por lo que solo le quedo señalárselo a Caitlyn para que la mayor siguiera con lo que buscaba.

La sheriff caminó hasta llegar al frente de la puerta y puso la mano en el seguro, respiro ampliamente y la abrió de un tirón.

Jinx cayó de costado, chocando todo su cuerpo torpemente con el suelo.

—¡¿Qué demon…?!— Comenzó a decir tocándose la cabeza y sentándose en el suelo, el sonido de un arma al lado de su oreja la hizo poner en alerta— ¡¿Cómo supiste que estaba aquí?!— se extrañó mirando el caño que Caitlyn empuñaba.

—Sabía que vendrías… aunque te dije que no. Tus armas te la daré cuando "yo" te busque. No vas a lograr nada viniendo aquí. No están en la jefatura, las escondí en otro lugar.

Jinx no le dio mucha importancia al consejo y miró a la niña, la cual ahora se mantenía al lado de Caitlyn.

—Tu… pitufo, más te vale que te vayas eligiendo el bando en el que quieres estar ¿Me oyes?— la amenazó adivinando que la niña la había dejado al descubierto.

—Ella no tiene la culpa de que seas una idiota predecible.

— ¡Oh, retira lo dicho!— le gritó ofendida— ¿Idiota? Bueno, es verdad ¿Pero predecible?

Caitlyn solo le hizo señas para que se levantara y a Jinx no le quedó otra que obedecerle mientras el cañón le seguía apuntando.

— ¿Y ahora que, genio?

—Esperaremos unos minutos aquí, mientras… me gustaría hablar algo contigo.

—Siempre aburrida, sombrerotes nunca falla si se trata de hacer un calvario aun cuando hay armas de por medio.

—En el futuro que viajaste ¿Qué viste?

—Te vuelves vieja, arrugada y se te caen los senos y la cola.

— ¿Te encontraste conmigo en el futuro?

—Mmm más o menos.

— ¿A quién más encontraste?

—Oye, "encanto" mira… ammm no es que no disfrute hablar contigo, de verdad. Es solo que estas arruinando una sorpresa que prepare "especialmente" para ti.

—¿Qué?

—Si te lo dijera no sería una sorpresa.

Caitlyn comenzó a pensar apresuradamente, de repente se sentía amenazada pese a tener el control sobre la situación. Fue entonces cuando lo recordó.

—La sustancia rosa.

—Pfff ¿Qué? ¿Qué sustancia?

— ¿Qué es esa cosa rosa que esparciste por la sala principal?

— ¿Qué cosa rosa que esparcí por la sala principal? ¿De qué hablas? Yo no sé de qué hablas, yo odio el rosa, horrible color ¿Por qué esparciría rosa por la sala principal de la jefatura de policía de Piltover estratégicamente para darte una sorpresa? No, ni idea de lo que estás hablando.

—Jinx…

La chica no pudo evitar reír al ver como la oficial echaba hacia atrás el martillo del revólver, como si con eso hiciera más énfasis en la amenaza en su cara.

—De verdad que las sorpresas se te dan letal, sombrerotes… pero no te preocupes, estas a punto de descubrir de que se trata… espero te guste.

Caitlyn mantenía a la tiradora con ambas manos levantada y pensaba disparar apenas la vea tratando de hacer cualquier cosa extraña, pero la de pelo celeste solo dirigió su mirada a la menor y sonrió, asintiendo un par de veces.

Caitlyn giró su rostro y miró en la misma dirección. La niña estaba en un costado, sostenía entre sus manos un pequeño aparato con un botón grande en medio.

Solo llegó a abrir la boca sin que ninguna palabra saliera cuando la menor presionó el botón.

La explosión que le siguió a eso destruyo la pared de la entrada del armario y onda de choque la tomó de llenó.

Le dolió tanto la cabeza que pensó que también explotaría en cualquier momento.

Los oídos le zumbaban y no podía recuperar el equilibrio, su mano tanteaba algo duro, no tenía idea de que se trataba del suelo.

Jinx también se encontraba en una posición muy parecida a ella, por segunda vez en menos de 10 minutos tenía que refregarse la cabeza, pero sabía perfectamente lo que había pasado.

Se reía mientras fallaba en su misión de ponerse de pie, hasta que finalmente lo hizo.

Ayudada del borde de lo que quedaba de la pared se acercó al centro de la sala. Los escritorios con sus papeles, las ventanas y los separadores de espacios de un blanco impecable, todo ahora hecho añicos mientras el negro de la explosión cubría la mayoría. Lo que más disfrutaba era el enorme hueco en la pared que daba a las afueras, donde el viento y el sonido de los vehículos entraban ahora sin ninguna contención.

—¡¿Anone está?!— Exclamó emocionada buscando ahora a sus espaldas— ¡¿Anone…. Esta?!— volvió a preguntar en una voz graciosa.

Finalmente vio en un rincón, como luego de empujar una tabla de madera liviana, la niña aparecía caminando refregándose las rodillas por recibir parte del daño de la explosión.

— ¡Ahí esta!— exclamó con felicidad poniéndose de rodillas y abriendo sus brazos enormemente— ¡La nena de mamá!

Pese a estar confundida aun, la menor corrió a su encuentro y Jinx la levantó, jugando un poco con ella para luego cargarla a un costado.

— ¡Mira!... ¡Simba!— comentó, poniendo una voz solemne mientras le señalaba las ruinas de la oficina— Todo lo que tocó el fuego y la explosión… ¡Es nuestro reino…. del caos!

La niña ahora miraba admiraba con asombro el desastre, no convencida de si era bueno o malo, pero al ver la cara de Jinx a la par de la suya, sonriéndole con orgullo, ella sonrió también.

—Algún día… Simba, el sol se pondrá en mi reinado y saldrá siendo tú el nuevo rey… "¿Y todo esto será mío?"— Dijo la última parte apretando los labios de la niña para que gesticulara en una voz aguda— Todo…

Caitlyn se sentía aun mareada, aun en el suelo perfilo su rostro a la pared que ya no estaba, podía ver el resto de las oficinas desde allí, el sonido de las sirenas le llegaron de repente.

Se esforzó para apoyar sus manos y tratar de erguirse, cuando el sonido de un arma cerca le llamó su atención. No necesitaba mirar.

Solo quedaban 3 personas en el edificio, y sabía muy bien quien moría de ganas por apuntarle.

Caitlyn no miro el arma, sino directamente a los ojos de Jinx y su macabra sonrisa.

—Esto solo es un aviso "corazón"— le comentó apretando fuertemente los dientes— si no me devuelves mis armas juro que la próxima vez hare explotar este lugar cuando estén toditos, toditos tus oficiales.

—No te daré tus armas— contestó hasta desafiante pese a estar siendo amenazada.

—Entonces eres aún más idiota de lo que pensé, te dare 3 segundos para que recapacites y… ¡¿Qué?!— Preguntó, molesta por ser interrumpida por la niña quien tiraba de su mano— ¡¿Qué?! ¡¿Qué tienes?!... ¿Qué tengo?— cambio la pregunta cuando la menor le señalaba algo en su cabeza.

Por más que se tocaba la frente no conseguían nada. Pensó que quizás se había golpead y la sangre era lo que le llamaba la atención al infante, se acercó a un pedazo de vidrio verlo más claramente.

Una diminuto luz, de un color rojo intenso se situaba en el medio de su frente, se movía pero la luz la seguía sin perder el punto, pronto no solo su frente, sino varios puntos en su cara y luego n su cuerpo.

—No disparen— fue el calmada orden de la sheriff mientras finalmente se ponía de pie.

Desde las sombras del edificio varios oficiales comenzaron a aparecer, de uniforme negro y bien equipado, el escuadrón especial de elite que siempre tenía a su disposición solo a una llamada y algunos minutos.

—Tu… basura…— comentó de mal humor mirando con enojo a Caitlyn— me tendiste una trampa.

—Voy a admitir… que no me esperaba la explosión… pero por lo demás… eres "aburridamente predecible"


De entre todos los sonidos que había estado escuchando en esa oscura celda, los pasos de esas botas le eran por mucho lo más diferente que sus oídos captaron.

Jinx pegaba su espalda al suelo, con las piernas hacia arriba apoyada en la pared, podía ver uno de sus cordones desatados ¿pero con que los ataría? El chaleco de fuerza hacía imposible cualquier cosa que requiriera sus brazos o manos.

Finalmente el sonido de la puerta abriéndose la hizo mirar hacia atrás.

La figura de la sheriff apareció dada vuelta para ella, la luz de afuera, aunque poca, delineaba su silueta escondiendo su rostro.

Jinx sonrió de oreja a oreja esperando por las palabras de la otra chica que aún no salían.

—Te tengo una propuesta— habló finalmente la oficial.

—¿Eh? ¿Una indecente?— preguntó con gracia mientras giraba en su propio cuerpo hasta lograr sentarse cruzando las piernas— Es decir... tu sabes, eres linda... pero no tan linda, temo que deberé rechaz...

—Por supuesto que no se trata de eso— interrumpió sin inmutarse.

—Mmm ¿Vas a proponerme matrimonio? ¿Así que así ibas a pedírmelo?... de nuevo, perdón, la verdad que muy romántico todo pero me temo que deberé decir que no... no eres mi tipo ¿Sabes?— comentó perdiendo el interés y tratando de tocar su cara con una de sus botas, sin éxito.

—Tampoco vine a eso.

—Sea lo que sea, me da igual— admitió bufando frustrada al tratar ahora con la otra pierna de llegar a su cara— no me interesa ninguna propuesta ¡Guardia! ¡¿Guardia?!— Llamó mirando por el hombro de Caitlyn— La señorita ya se va...

—No me iré hasta que me escuches.

— ¡Guardias! Me están molestando aquí ¿No ven?— volvió a pedir— Ok, está bien, mate unos cientos de sus ciudadanos y seguramente a amigos suyos y familiares ¿Pero que no tengo derecho a podrirme en mi celda en paz?

—No hay nadie Jinx — explicó la sheriff cruzándose de hombros— este lugar no necesita realmente muchas personas para funcionar, la tecnología mantiene a raya a sus prisioneros, y las pocas personas que están, las mande a hacer encargos en otros sectores... todo este piso está vacío. Hablas en vano.

—Agh...— exclamó dejándose caer de lado— ¿Qué quieres?... y habla rápido, tengo cosas importante que hacer.

—... ¿Ah sí?

—Sí... para tu información tengo una cita muy importante con ese ladrillo de por allá— explicó mirando a la pared— dentro de 10 minutos, no creo que funcione en realidad, pero decidí darle una oportunidad ¿Quién sabe? Y quizás dentro de nueve meses pueda dar a luz a un terroncito de... polvo.

—Si me escuchas ahora... puede que no tengas que pasar más de nueve minutos aquí— comentó creyendo que con eso obtendría de una buena vez la atención de la chica.

Para su suerte la de pelo celeste dejó de mirar a la pared y se le quedó viendo en silencio, suspiro una vez frustrada pero no volvió a agregar nada más.

—Han pasado muchas cosas extrañas desde el incidente en el museo... con el artefacto yordles enviándonos a diferentes...

—Me aburres...— interrumpió aun mirándola.

— ¿Sabes? Puedo conseguirte un bozal.

Jinx rio ante esto, pero luego puso atención nuevamente.

—Ya te gustaría ponerme un bozal— comentó aun divertida— ve al grano, de verdad. Ya sé lo que paso en todos estos días, estuve allí, así que ahórrate la aburrida introducción y di lo que quieres.

—Vi morirá en un futuro no muy lejano ¿No es así?— soltó inmediatamente, haciendo caso al pedido de la otra chica, la cual suspiró y volvió a balancearse hasta sentarse— he pensado en todo lo que vi en este tiempo, y aunque sé que es un caso cerrado, recuperando el artefacto e incluso logrando ponerte en custodia... aun así, estoy intranquila, todo este tiempo lo he estado. Llegue a una hipótesis...

—Dios... que aburrida eres...

—Si la niña no logro ver a Vi, no fue porque ella estuviera en otro lado o no lográra coincidir… todos inclusive parecen querer ocultarlo... era porque estaba muerta...

—Yep, manotas morirá pronto ¿Y que con eso? Todos moriremos, ella solo se adelantara un poquito, te estará esperando del otro lado con una fiesta de bienvenida o algo.

Caitlyn se le quedo viendo nuevamente, Jinx parecía saber a dónde iba la conversación y con aburrimiento nuevamente, trató de llegar a tocar su propio rostro con la bota.

—Quiero que me ayudes a cambiar eso.

— ¿Por qué?— preguntó con obviedad— si no quieres esperar a que manotas te de una fiesta en el otro mundo, yo misma te la daré aquí, con un enorme pastel rosa que te recordara a su cabello, aunque claro la fiesta será porque de verdad estoy feliz de que esos guantes están bien colgados ahora.

—Las dos estuvimos dentro de esa cosa, pero eres la única que pudo ver lo que pasa luego, tiempo después. Tú sabes la verdad, y sabes cómo buscar más.

—No es muy difícil ¿Sabes? Solo te metes y la puedes buscar por tu cuenta. Puedes encontrar cualquier imbécil oficial y preguntarle "Oye señor ¿No sabe usted como murió esa chica enorme con guantes casi tan duros como su cabeza?" Y listo.

—Necesito de dos personas. Una que salte al "después" y la otra que este en el presente para traerla de vuelta.

—Pídele ayuda entonces a cualquiera de tus subordinados ¡Dah!

Nuevamente el silencio se hizo entre ambas, en el cual Jinx trató esta vez tirándose sobre su pie que este alcanzara su cara.

— ¿Por qué tan empecinada en no ayudarme?

—Encanto ¿Crees que me faltan razones?— preguntó sin mirarla— vamos a ver, si, en primer lugar, me caes mal, eres linda, sí, pero me caes mal. Eres terriblemente aburrida y "aburridísimamente" correcta, sin mencionar que me quieres muerta, lo sabes tú, lo sé yo. En segundo lugar, Vi me cae peor de lo que tú me caes, y si, se va a morir, que triste, que suplicio, que horror, pero lo único que deseo es tener palomitas y un buen asiento cuando eso ocurra. En tercer lugar... ¿No escuchaste las dos primeras razones? ¿Por qué necesitaría una tercera?

—Actúas extraño desde el incidente con el artefacto...— comentó y Jinx le dio una mirada de hastió— más de lo habitual quiero decir... como si de verdad quisieras dejarlo atrás y no tener nada más que ver con eso. ¿Qué estas ocultando?

—Nada.

Caitlyn volvió a darle una mirada contemplativa antes de seguir.

— ¿Tienes algún plan para salir de aquí?

—Ya se me ocurrirá algo.

—Están pensando en matarte allá afuera... así que... lo que sea que se te vaya a ocurrir, que sea rápido.

Jinx rio sin poder contenerse.

— ¿Ese es el plan "b"?— preguntó aun con gracia— ¿Recurrir a la amenaza?

—No es una amenaza, yo no pedí tu cabeza... pero tampoco voy a hacer nada para que no te la arranquen.

— ¿Y qué harás pastelito? ¿Ponerme en libertad con la condición de que te ayude?— preguntó pero ya había visto el gesto en la cara de la otra chica— Oh... perdón "Pastelito" es como ella te llama ¿No? Vas a tener que desacostumbrarte a eso... o siempre puedes adoptar y entrenar a alguien nuevo para que lo diga.

—Mira— volvió a pedir, adentrándose más a la celda y cerrando la puerta detrás, haciendo más oscura la estancia— lo que te estoy por pedir rompe como mínimo 14 reglas, por la mitad de ellas pueden condenar a cualquiera, incluida yo... y no me importa.

—Oh... que chica tan mala resultaste ser— comentó con sarcasmo.

—No te aburriré diciéndote lo importante que esto es para mí, y lo poco que me importa las consecuencias de las que nos habló el científico. Ni siquiera me importan los años que pase detrás de ti para tenerte así justo como estas ahora. No me importa... Todo a cambio de que me ayudes a cambiar el destino de Vi.

—Hermosa palabras lésbicas... debiste casarte con ella... aun tienes tiempo... algo de tiempo... una boda exprés y una fiesta pequeña, quizás puedan ir de luna de miel a la esquina.

Caitlyn sonrió ante las palabras, pero volvió a su postura calmada.

—Tú me ayudas a descubrir cómo fue la muerte de Vi, para poder evitarlo, y yo te liberó ahora mismo.

—Quiero mis armas de vuelta.

—No.

—... eres pésima negociando.

—No necesitas tus armas y me es más fácil controlarte si estas indefensa, aparte necesitas mi ayuda para volver, cualquier intento "listo" de tu parte te condenaran de nuevo.

—Quiero mis armas porque las extraño, idiota, no porque planee volarte en mil pesados... ahora... quizás más tarde.

—Te devolveré tus armas luego de que me hayas ayudado, y te liberare lejos de aquí... lo que ocurra luego no es mi problema, si te volvemos a atrapar tampoco lo es, escapa a este trato.

Jinx volvió a suspirar, por incontable vez trató de llegar a su cara pero le fue imposible.

—Déjame ver si entendí— habló con aburrimiento— quieres que vuelva a saltar en el tiempo, sola, con peligro de desintegrarme si me tardo, y mi único salvavidas serás tú, que siempre me quisiste muerta, que estará en el presente con mis armas, esperando que te pase el chisme de cómo se murió el amor de tu vida para evitarlo, la cual también me quiere muerta, pese a que nos dijeron que algo así sería peligroso para todos, eso me incluye y a toda la ciudad.

—A cambio de que no mueras ejecutada... sí.

—Mmm... Hay mucho que pensar, tantos detalles... y estaría necesitando un escribano para que revise el contrato.

—El tiempo apremia— terminó de decir la sheriff luego de que el silencio se apoderara de ambas por unos segundos.

—Una cosa más— comentó mirando a la otra chica con seriedad— me pica la mejilla ¿Sabes?

Caitlyn vio como la chica ponía su cara de costado, dejando ver la mugre en su rostro, pero exponiendo una de sus mejillas.

No lo dudó mucho y se acercó a esta, estirando una de sus manos y apoyando sus dedos en la piel, moviéndolos, raspando a penas con sus uñas.

—Supongo que si sabes lo que le paso a uno de tus guardias el otro día.

—Le arrancaste el dedo con los dientes cuanto te acercaron comida, sí— comentó sin inmutarse, aun tocando a la de pelo celeste.

Inclusive cuando Jinx volvió a sonreír ampliamente, mostrando sus dientes y lo afilado de sus colmillos, la sheriff siguió tocándole el rostro hasta que la tiradora quedo satisfecha.

—Eres un encanto— comentó en agradecimiento— un valiente, frio, y por demás estúpido... encanto.


Nota del autor:

Se viene lo chido :v No, mentira… bueno… ¿Qué sería lo chido? Que ya cogan… pos entonces todavía no, pero otras cosas quizás si :v ¿Quién sabe? Todo lo que toca la luz… ¿Pero ese lugar de sombras? *Señala el futuro hierro 4 lleno de yasuo spalmeadores de maestria 7 y garen top con ignite* Esta mas alla de nuestro dominio (y comprensión) nunca debes ir alla, Simba.