Capítulo 23


-Estabilizando la bomba-


Jayce no sabía que esperar cuando Caitlyn le había informado que llegaría a su casa en breve. Era realmente tarde en la noche y el hombre había hecho un gran esfuerzo por levantarse y vestirse nuevamente.

Aun se sentía somnoliento cuando escuchó como un auto estacionaba en las cercanías. Vivía solo en esa casa tan grande con vecinos parecidos a él, reservados y alejados el uno con el otro.

Sabía que se debía tratar de Caitlyn.

Abrió la puerta y lo que encontró le hizo desaparecer todo rastro de cansancio que traía.

—Te lo explicare luego— fue la rápida respuesta que dio la oficial mientras subía los peldaños para llegar a la puerta donde él estaba.

Llevaba un cuerpo con ella, el brazo rodeaba su cuello y lo arrastraba, no tardó nada en identificar de quien se trata.

— ¡¿Te volviste loca?!

—Tu y yo sabemos bien… que nunca he estado muy cuerda.

— ¡Si! ¡Pero Jinx! ¡Oh por Dios! Lo lograste… ¡¿La mataste?!

—No está muerta… aun… y no fui yo.

— ¿Qué?

—Habrá tiempo para explicaciones luego, por favor…

—No, no, no, no, no, me vas a meter en graves problemas.

— ¡¿Con quién, idiota?! ¡¿Con la ley?!

Jayce pareció pensarlo por unos momentos, aun interponiéndose en la entrada sin dejarla pasar.

—Si no nos apuramos se va a morir aquí.

— ¿…No era eso lo que querías?

—Sí, pero con mis propias manos.

—Caitlyn…

—Ella no destruyó las torretas.

— ¿Qué? Claro que fue ella.

—Créeme.

Caitlyn dijo lo último cerrando con fuerza los labios y mirándolo con determinación. Como un ultimátum.

El Héroe de todas formas se quedó viéndola. Fue un sonido en el exterior lo que le hizo desviar la mirada.

Detrás de Caitlyn, donde estaba el auto en el que habían llegado y las calles, no había nadie, pero sabía que los vecinos o algún curioso no tardaría en ponerles atención si es que no los estaban observando ya.

—Está bien, deprisa, entra— invitó finalmente haciéndose a un lado, y dándole una desconfiada mirada alrededor terminó cerrando la puerta.

Caitlyn arrastró a Jinx varios metros por el pasillo, quería llegar a la sala de en fondo donde sabía que estaba el taller del dueño de casa.

Jayce por su parte apuró el paso y comenzó a abrirle el camino.

Llegó hasta una capsula que se encontraba en horizontal y comenzó a sacar los libros y demás proyectos que tenía arriba.

—Hace años que no uso esto, ni idea de si funciona aun— murmuró mientras agarraba unos cables, y ordenándolos y conectándolos comenzó a darle luz.

La oficial acomodó a Jinx arriba del colchón que tenía la capsula, unas luces a los costados comenzaron a escanear el cuerpo de la chica.

— ¿Qué es esa cosa?— preguntó Jayce, poniéndose unos guantes y pasándole a Caitlyn una caja donde ella sacó otro par— Lo que tiene en la pierna.

—No lo sé.

—Tampoco sabes que le paso ¿No es así?

—No, no sé nada. La encontré así como la estás viendo.

— ¿Dónde?

Caitlyn no contestó, se puso los guantes y comenzó a conectar los trasmisores en la piel de Jinx, en los sectores donde una pantalla al lado le indicaba que los requería.

—Debería de estar muerta— comentó Jayce cuando otra pantalla le indicó que tenía pulso.

—Vamos a sumergirla.

—No… y no toques nada— se apresuró a decir viendo como Caitlyn quería manipular una de las consola— limítate a hacer lo que te digo.

—Pero-

—Sin "peros" ¿Qué crees que es esta cosa? ¿Una capsula mágica? No, hay que averiguar la condición que tiene y sanar lo que se pueda exteriormente antes de verterle los nanoelectrones de senol.

—Está bien.

—Necesito que me asistas.

Una vez que lograron dejarla desnuda pudieron ver que el panorama era peor de lo que habían imaginado.

—Esta envenenada— contestó con contundencia, señalando como las venas parecían hinchadas y podridas en la zona del brazo derecho.

— ¿Envenenada?— preguntó Caitlyn, aunque no le extrañaba, había llegado a esa conclusión desde que había visto la herida en forma de mordedura en la zona.

—Sí, sea lo que sea, esa… "saliva" evita que cicatrice y está infectando la zona de a poco— explicó mientras sacaba de unos cajones una jeringa— no tengo ni idea de que químico hace algo como eso, pero en el reino animal muchos cazadores hacen esto con su presa, la cazan, las muerden, y aunque estas escapen, terminan muriendo por la infección.

— ¿Lo que la atacó no era humano?

Jayce negó con la cabeza mientras le inyectaba un suero a Jinx en el brazo. Uno de los paneles le indicó que los niveles de oxígeno en la sangre eran muy bajo y se apresuró en traer un tanque de este con una máscara de inhalación.

—Lo que sea que le mordió no lo es, pero esto…— comentó ahora señalando lo que llevaba incrustado en la pierna— esto sí que es algo bien armado.

— ¿Qué es?— quiso saber Caitlyn, pero Jayce le pasó la máscara.

—Límpiala y ajústasela al rostro… no tengo otra, esto no es un hospital.

La oficial tomó el objeto y le pasó un paño, ajustó la mascarilla de oxígeno a Jinx y poco a poco el panel comenzó a dar señales de estabilizarse.

— ¿En un hospital de Piltover?— comentó con humor Caitlyn— hubieran solucionado esto con un balazo.

—Si…— Jayce estaba demasiado concentrado para seguirle el juego o discutirle, de repente el artefacto de la pierna tenía toda su atención— esta cosa… yo la vi antes.

Se alejó volviendo luego con una pantalla gruesa, con gran esfuerzo le sacó una foto a la pierna de Jinx y la imagen se pudo ver pronto en ese artefacto.

—Mira— comentó poniéndose a la par de Caitlyn.

La chica pudo ver que lo que sea que se había clavado en el muslo de Jinx no había tomado el hueso como ella creía, estaba firmemente agarrado porque tenía segmentos que se habían abierto como púas en toda la carne.

—Eso debió doler…

—Es como una cuchilla retráctil o algo así— comentó analizándolo aun— debieron clavarle eso con gran fuerza… no, quizás un proyectil, entró a la pierna y las púas se abrieron incrustándose más… al juzgar por las marcas-

—Sí, la muy idiota parece que trató de sacárselo… no se daba cuenta que hubiera sido más fácil cortarse la pierna— comentó Caitlyn viendo a Jinx. Podía ver que las manos de esta estaba cubiertas de sangre también— ¿Cómo se la sacaremos?

Jayce no contestó, sencillamente sacó una pequeña vara de su bolsillo, con un "clic" esta se extendió un poco, mostrando un pequeño tridente en su punta. El héroe lo acercó a la punta del artefacto y le dio una pequeña descarga. De inmediato las púas se cerraron convirtiéndolo en una vara afilada.

Caitlyn la tomó con firmeza y aplicando un poco de fuerza pudo sacársela sin mucho problema. La podía observar mejor ahora, aunque manchada de sangre el artefacto tenia algunos emblemas en bronce.

—Deja eso a un lado y ayúdame a vendar la herida.

— ¿Cómo…?

—Conozco esa tecnología— comentó con un brillo de determinación— ¿No dijiste que dejaríamos las pláticas para luego?

Les tomó un poco más de un par de horas encargarse de Jinx. Tal y como Jayce había dicho, no contaban en la casa con todo lo que necesitaban. Romper un par de camisas para las vendas en vez de usar trapos sucios, una aguja de coser común e hilos de telas para tratar de cerrar el corte del hombro y el muslo, inclusive con pegamento de baja toxicidad. Todo en cuanto tuvieran a su alcancen para que los parámetros en las pantallas indicaran cierta estabilidad.

—Despeja el área— terminó diciendo mientras ambos limpiaban la zona de trabajo. Lo último que hizo fue acomodar algunos electrodos con sus parches en la frente de Jinx y el cuello, revisando los que Caitlyn previamente había ubicado a lo largo de su cuerpo.

Hizo una improvisada almohadilla doblando varias veces una tela de plástico y la puso por debajo de la cabeza de Jinx, para que se elevara hasta que la quijada superara lo alto de su pecho.

Apretó unos cuantos botones en la pantalla y la capsula comenzó a llenarse de un líquido claro, que al contacto con las heridas de Jinx se comenzó a tornar rojo.

El líquido la cubrió por completo salvo por el rostro y la mascarilla de oxígeno. Los cabellos celestes se suspendían con cierta armonía saliendo a la superficie inclusive.

Jayce manipuló de nuevo el tablero y miró a Caitlyn atrás suyo, suspirando con cansancio.

—Energizar— murmuró por lo bajo antes de apretar el ultimo botón.

Los parches comenzaron a mandar una ligera corriente continua y las burbujas comenzaron a salir de esos lugares. A Caitlyn le recordó bajamente a una pecera con sus respiradores, aunque nunca había visto una con el agua tan turbia.

—¿Ves eso?— preguntó Jayce señalando una de las pantallas, Caitlyn solo pudo ver que se trataba de una consola que monitoreaba la cabeza de Jinx, pero por lo demás no tenía idea de lo que estaba viendo— hay actividad neuronal.

— ¿Y eso es… bueno?

—Significa que el cerebro parece estar bien… fisiológicamente hablando claro… todos sabemos que psíquicamente es debatible.

—Bien.

—Si… bien— contestó de mal humor mientras se sacaba los guantes ensangrentados y los tiraba a un lado— necesito un trago.

Caitlyn lo siguió con la mirada, viendo cómo se desabotonaba la camisa también sucia y desaparecía del taller.

Miró sus manos y las encontró completamente sucia como todo en ella en ese momento, se acercó a Jinx sin hacer nada más y la contempló por unos segundos.

Era difícil saber cuándo despertaría, Jayce dijo que la medicación que le aplicó era fuerte y la mantendría dormida por un buen tiempo, lo demás dependería de ella.

Se alejó caminando hacia atrás hasta finalmente darse la vuelta.

Sabía dónde estaba el bar del lugar, un lugar donde en un par de ocasiones celebró con sus amigos y compañeros.

Tenía esas lámparas con su velo apagado y las paredes estaban decorada de pies a cabeza con un tapizado madera oscuro que lo hacía ver acogedor y discreto. El bar era a juego, de antaño, largo y con las bebidas atrás, en un estante más iluminado que el resto del lugar.

A Caitlyn le gustaba esa habitación, el solo estar ahí le hizo sacar una pequeña sonrisa.

No encontró a Jayce allí, así que se adelantó hasta llegar al fregadero detrás de la barra. Allí se sacó los guantes y se limpió la sangre.

El enorme espejo colgado en el estante le devolvió el reflejo. Se veía a su parecer terrible, sucia y ojerosa. Luego de lavarse las manos, las unió como una copa, la lleno de agua y se la tiró al rostro, limpiándose también.

—Ten.

La voz de Jayce la hizo buscarlo en la habitación. El chico ya llevaba otra camiseta puesta y le extendía una toalla de mano junto con una camisa gris limpia.

—No tengo realmente… ropa de mujer, así que espero que eso baste.

Caitlyn tomó las cosas que se le ofrecía, secándose primero con la toalla y luego mirando lo enorme de la camisa, que no tenía dudas, era del dueño de casa.

—Gracias.

Jayce sacó una botella de coñac y dos vasos pequeños, se sentó en la barra y la destapó.

—Prefiero armar y desarmar cosas… no personas.

—Lo sé, lo sé.

Le llenó el vaso a Caitlyn y se lo pasó, pero al hacerlo notó que la chica se desvestía justo detrás de la barra y clavó la mirada al suelo, dándole luego la espalda a la barra para darle privacidad.

—Entonces… ¿Vas a decirme que es lo que está pasando?

—Esta es tu camisa ¿No es así?

Caitlyn ya se había puesto la prenda nueva, y en efecto le quedaba grande, pero agradecía enormemente el olor a limpio y lo cómoda y abrigada que se sentía ahora.

Desde donde estaba podía ver como su compañero se tomaba de un trago su bebida, aun sin mirarla. Tomó el suyo e imitó al dueño de casa, golpeó un poco el vaso contra la barra y esa fue la señal que necesitó Jayce para con cuidado darse la vuelta.

Con cortesía tomó de nuevo el vaso de su invitada y lo lleno primero antes que el suyo.

—Huele a ti— comentó de nuevo Caitlyn mientras se llevaba ambas muñecas a su nariz y respiraba con profundidad— huele bien.

Jayce rio de una forma baja pero extraña, luego negó con la cabeza mientras vaciaba su vaso nuevamente.

—No me vas a contar lo que está pasando… genial— dijo lo último con sarcasmo— eso me va a poner de un pésimo humor, siempre tienes esa… "calidad" para ponerme de un pésimo humor…

—Se cómo ponerte de un mejor humor.

— ¿Ah sí?

—Si dudas— le aseguró bebiendo el coñac de nuevo.

Jayce volvió a servir a ambos, pero esta vez Caitlyn tomó su vaso, y jugando con su dedo, delineando el canto, se tomó todo.

—Recuerdo que tu habitación estaba arriba, y tú cama siempre me ha parecido tan placentera que yo-

—No me ofendas, Caitlyn— la cortó de inmediato, con los ojos llenos de ira que se notaba que trataba de contener— soy mejor que eso ¡Y tú lo sabes!— dijo lo ultimó señalándola con el dedo índice, apoyado en su barra, inclinado hacia ella.

La chica suspiro con cierta desilusión y dejo de actuar.

—Sí, lo sé… lo siento— dijo de una forma honesta, que apaciguó un poco el enojo del dueño de casa, pero aun la miraba con advertencia— te he traído un gran problema a casa, y sé que odias esas cosas… siento mucha frustración solo de pensar en las consecuencias que te puede traer y… no sé cómo compensártelo… estaba tratando de compensártelo.

—Puedes comenzar diciéndome lo que está pasando.

—Encontré a Jinx… así como la viste… lo que sea que la atacó está relacionado al incidente de las torretas, así que pensé que si vivía, le podría preguntar directamente que o quienes la atacaron… y llegar más rápido al fondo de todo esto.

— ¿Dónde?

— ¿…disculpa?

— ¿Dónde encontraste a Jinx?

—Oh…— Caitlyn miró a un costado, antes de contestar— en Zaun.

— ¿En Zaun?

—Si… tenía un rastro y… no era seguro, pero era todo lo que tenía. La encontré en un callejón, con bolsas de basura… ella estaba entre medio de todo.

—Ah…— exclamó Jayce de forma cansina mientras se servía de nuevo más coñac— ¿Y subiste un cuerpo a tu vehículo… pasando por las calles de Zaun y los controles que ahora son dirigidos por el nuevo departamento a sospechosas horas de la noche de un lado de la ciudad a otro?

—Sin que nadie me viera… sí.

—"Sin que nadie te viera"— repitió Jayce con una sonrisa dura, antes de tomar la botella por el cuello y con fuerza estrellarla en la barra.

Caitlyn no se movió ni un centímetro y ni se sorprendió por el repentino arranque de ira.

— ¡Yo no merezco esto!— exclamó embravecido, ya de pie y nuevamente señalándola— ¿Crees que soy un idiota? ¿Vas a mentirme después de todo lo que hice? ¡¿Cómo qué?! ¡¿Cómo un delincuente?! ¡No! ¡Peor! ¡Como uno de tus hombres! ¡¿Ah?!

Caitlyn le sostuvo la mirada pero no le contesto.

— ¡¿Te crees muy lista, Caitlyn?! Tan lista que nadie más en toda la maldita ciudad te puede seguir el juego ¡Dime!

—No es eso…

— ¡¿De verdad?! ¡¿Quién más sabe que capturaste a Jinx?!— Preguntó y esperó, pero no hubo respuesta de la otra chica— ¡¿Quién más, Caitlyn?!

—Nadie.

— ¡Exacto! ¡Porque no confías en nadie! Te crees la gran cosa, piensas que los demás solo arruinaran todo si no son capaces de seguir tus planes… y entonces los dejas afuera ¡A todos! ¡Maldita enferma! ¡Eres capaz de estar al borde de la muerte y aun así no nos dirás nada!

Jayce cruzó mirada con la chica, y pese a la intensidad que tenía, le era obvio que no podría llegar a ver nada a través de sus ojos. Así era, así siempre había sido.

—Solo eres una idiota… no vale la pena… solo me estas usando para salir de apuro y que tu plan no se arruine. Te lo aseguro, Caitlyn… he visto esta historia muchas veces… no quieres terminar así… no hagas esto.

Caitlyn suspiró profundamente y se tocó la frente. Recordó algo y busco entre las ropas que se había sacado. Encontró el frasco de píldoras y, aprovechando que aún tenía su bebida, se tomó dos y se las paso.

— ¿Qué quieres?— preguntó de nuevo, caminando y sentándose en la barra al lado de su compañero— tienes razón… mereces mejor.

—La verdad.

—Agh… los que todos buscan— comentó con humor y clavó su mirada al frente— Bien. Hace meses que se la ubicación de Jinx.

—¿Inclusive antes del primer atentado a las torretas?

—Si, por eso estaba tan molesta. De haberla detenido antes hubiera evitado esas muertes, pero estaba muy ocupada ideando un accionar perfecto para atraparla. La tenía monitoreada.

— ¿Después del atentado?

—Ahí es cuando todo comienza a parecer muy… "curioso"— siguió relatando mientras jugaba con su vaso en las manos— luego del primer atentado no volví a ver a Jinx, no tenía rastro de ella, ya no aparecía por ninguna parte. Vigile sin descanso pero nada pasaba.

— ¿Hasta el segundo atentado?

—Sí, pero ya había cosas que no cerraban. Todo parecía ser acto de Jinx, sin dudas. Los grafitis, las risas, el caos, las explosiones, todo, salvo un par de cosas. Tú realmente no viste a Jinx en la torreta.

—No, solo la carcajada.

—Sí, varios testigos dijeron lo mismo, pero otros aseguran haberla visto. Yo no la vi, tu tampoco, pese a que ella es demasiado "extrovertida" y disfruta viendo el desastre que ocasiona, diría que es lo que más le gusta… echar la vista atrás y deleitarse con las explosiones… ¿Por qué de repente desaparecía tan rápido?

—Crees que no fue Jinx porque no se quedó a restregarte todo en la cara.

—Hay otra cosa, encontramos muchos explosivos sin detonar.

—Peores errores fueron cometidos en criminales… más aun a una escala tan grande.

—No mi chica— contestó con contundencia mientras volvía a jugar con el vaso— no Jinx. Una vez plantó explosivos de corto alcance en la pared de la jefatura nueva en la zona este de la ciudad, su idea no era volar el edificio, sino deteriorar el nuevo paredón de manera que se formara un pene gigante.

—Recuerdo la noticia.

—Explotó cada uno de esos explosivos y estuvimos meses tratando de que la nueva jefatura no pareciera una tienda de consoladores.

—Crees que Jinx no tiró esas bombas por el margen de error que hay.

—Sí, me parecía sospechoso. Por supuesto no la descartaba del todo, pero me parecía… raro. Anoche cuando volví revise las cámaras y encontré movimiento. Se estaba ocultando en la casa de mis padres, a las afuera de la ciudad. Llegue y encontré un rastro de sangre seco, de días, y a ella en ese estado en la cocina.

—La herida de la pierna coagulo alrededor de la daga, es verdad que no es de hoy.

—Sí, pero hoy fue el atentado a la otra torreta. Es imposible que ella estuviera siquiera cerca.

—Sí, coincido. Su estado la descarta del segundo atentado pero no del primero.

—Es el mismo modo de operar, él que bombardeo la segunda torreta bombardeo la primera, si Jinx no fue en una entonces tampoco fue en la otra.

—De eso no estas segura.

—No, pero le podemos preguntar cuando despierte.

— ¿Y luego qué?

—Hay muchas cosas por hacer mientras. Primero quiero entrevistar personalmente a quienes "vieron" a Jinx. Es mentira o tenemos una imitadora muy peculiar, y si es lo primero quiero saber porque.

—Vi en las noticias lo de los D2.

—Ah, si… eso no me quita poder pero si hace que deba compartirlo. No pienso decirles nada sobre Jinx.

—Sí, temí que dijeras eso.

—Sé que no estás de acuerdo con esto, pero mantengamos lo de Jinx en secreto.

—Caitlyn no…

—Te lo prometo, despierta, le preguntamos y si quieres tu llévala a la jefatura… solo dame unos días.

— ¿Por qué?

—Porque lo que sea que está atacando a la ciudad está usando a Jinx como tapadera, si sabe que la tenemos presa buscara otra forma y se alejara de nosotros, le perderemos el rastro. Es mejor si no sabe que "sabemos" donde está.

—"Atacando"

—No creo que sea casualidad que se haya atacado a las dos torretas de alimentación, aún quedan cuatro más. Tanto yo como los demás dirigentes creemos que seguirán los ataques y se reforzó la zona donde estas están.

Jayce se tocó la nuca e hizo sonar sus huesos, estirándose luego.

—Este caso parece mucho más complicado de lo que parecía en un primer momento.

—Lo es. Hay muchas preguntas que no tienen respuestas aun y parece que tendré que hacer de sabueso a escondidas.

—Como siempre.

Caitlyn le dio una sonrisa cálida, el chico ya no parecía tan enojado con ella.

—Mi plan ahora consiste en hacer trabajo de campo, entrevistar a unas personas, comprobar algunas pruebas, revisar el lugar de los siguientes posibles atentados, nada muy peligroso ¿De acuerdo?

—Yo clasificaría a lo que sea que está cazando a Jinx como "sumamente peligroso" ¿Sabes?— preguntó poniendo en la mesa el artefacto que habían extirpado de la pierna de la tiradora.

—Ah, es verdad, quizás siguiendo esa pista llegue a mas respuestas… ¿Me puedes decir algo sobre esto?

—Ah… es de Zaun… tecnología de Zaun.

— ¿Es todo?

—Si bien conozco de estas cosas, mi mente tomó otro camino, así que si, es todo. El veneno que tenía Jinx en el brazo… no descarto que venga del mismo lugar.

— ¿Zaun?— comentó Caitlyn tirando su vista hacia arriba— ¿Por qué alguien de Zaun cazaría a Jinx?

—Quizás hizo enojar a alguien… es algo bastante probable.

—Ah, es verdad… ¿pero justo las fechas donde dos atentados grandes suceden contra Piltover y todo pareciera indicar que tratan de hacerlo ver como si fuera ella?

—Estábamos de acuerdo que parece un caso complicado.

— ¿Cuándo no lo son?

Jayce bajó la mirada, inspeccionando el artefacto y luego dejándolo en la barra, tomó un trozo de vidrio de la botella y comenzó a jugar con él en sus dedos.

— ¿Se lo dirás a Vi?— preguntó pero no obtuvo respuesta— Sera mejor que duermas un poco… hare lo mismo.

—Ah, tomare el sofá aquí.

—Es todo tuyo — comentó el héroe, poniéndose de pie y llevándose el vidrio con él, al llegar al arco se detuvo y se volteó a verla, Caitlyn también lo observaba desde su lugar en la barra— lo siento— dijo finalmente, mostrándole el trozo de vidrio, refiriéndose a la discusión que tuvieron.

—Lo siento también.

El chico se fue y la oficial quedo sola en la sala, jugo con el artefacto unos momentos, delineando las figuras que veía.

Se rindió de tanto pensar, sabiendo que sus ideas tomarían mejor rumbo por la mañana y trabajando.

Se encaminó al sofá y apenas apoyar la espalda sintió que el cansancio la abrazaba. Ya sentía que se quedaba dormida, y aun cuando soñaba, seguía sintiéndose asechada por algo que no podía ver y menos comprender.