Nota del autor:
Debería estar estudiando Foucault y las relaciones de poder e institución, pero aquí estoy. Rindo en dos horas. Desvelada. Con odio al mundo y al pelotudo este de Foucault que se pone a flashear que el saber es dado por el poder para la vigilancia, el examen y organización alrededor de la norma… y me cago en esta gente que lo puso en la universidad ¡Y en un examen!
Para cuando edite y suba este capítulo ya sabré mi nota.
Actualización de la nota del autor:
No les iba a actualizar una mierda hasta el sábado, porque pienso pasar para el sábado las actualizaciones, pero me saque un 7 en el examen y estoy contenta ¡Así que actualizaciones para todos!
-Capítulo 31-
-El súper, mega, re elaborado, sin fallas, increíble plan de Caitlyn-
Prendió la lámpara de pie más próxima al sofá cuando la luz del día por la ventana ya no fue suficiente.
El acogedor y familiar calor de esa lámpara liberó un poco la tensión que tenía acumulado en sus hombros.
Mentiría si dijera que era la primera vez que veía la sala de estar de la mansión en esas condiciones, pues sabía que de pequeña, ese lugar, si bien era usado para tomar el té, siempre solía estar desordenado y lleno de objetos que obstaculizaban el paso.
Ahora la enorme sala tenia carpetas y papeles desorganizados, mesas que no pertenecían al juego de living pero que servían para trabajar en los objetos dejados en ellas, cajas y cajas de metales y lo que a simple vista para la anfitriona parecía chatarra, pero no así para su invitada, y por lo menos 4 pizarras de diferente tamaños, ocupadas y llenas hasta salirse de los bordes.
Tuvo que mover algunos cuantos objetos para finalmente dar con la bola de cordón rojo. La tomó y clavo unos pinches, pasando por ahí el hilo para conectarlo con una foto de las torretas que tenía en un pizarrón de corcho.
—Bien, hagamos un leve recorrido de todo ¿De acuerdo?
Aunque sabía que la otra chica podía escucharla desde su lugar atrás de uno de los escritorios, donde turnaba actividades entre manipular un dispositivo con explosivos, un spray rosa y una caja de pizza a medio terminar, no esperaba realmente una respuesta suya.
—La primera torreta fue puesta en Piltover hace un poco más de 6 meses, pero no fue la primera en ser presentada, sino la tercera y de ahí su nombre, la torreta abastecedora número 3, la cual también fue la primera en ser destruida en el incidente de la ola de atentados— puntualizó la detective mientras marcaba una de las 6 fotos de las torretas— la segunda en ser destruida por lo mismo fue la torreta abastecedora número 2 y la ultima en ser destruida, a principios de esta semana, fue la torreta abastecedora número 4.
Caitlyn tachó estas tres torretas con un marcador rojo. Debajo de cada foto había información de las 6, incluyendo las caídas hasta ahora.
—Las torretas abastecedoras número 1, la numero 5 y la numero 6 aún están en pie y funcionando.
—Ah, eres buenas con las matemáticas— se burló sin mirarla Jinx, lo que Caitlyn ignoró.
—No tenemos un registro preciso de cuando, pero podemos presumir que desde su inauguración en cada sector, las torretas abastecedoras han estado envenenando a las personas que, creían, se beneficiaban de ellas.
—Ah, sí, el bicho simpático.
—El kilashparasitario es, como su nombre lo indica, un parasito intestinal ajeno a Piltover— explicó mientras hacia un circulo a una foto del parasito que encontraron en uno de los cadáveres— no pueden sobrevivir aquí por el clima de la ciudad y, en condiciones normales, morirían al poco tiempo en el cuerpo del huésped sin que este hiciera realmente la gran cosa, el panorama seria aún mejor para este si acudiera a un centro de sanidad o se tratara. Sin embargo el parasito se alimenta y mantiene bien, hasta producir la muerte en los ciudadanos, gracias a que las torretas le proporcionan comida llena de huevos imperceptibles de más parásitos y contaminan el agua con bacterias que bajan las defensas de quienes la consuman a largo plazo. Esto, sumando a que tienen los agentes de sanidad buscan el deterioro de la población allí, hace un compilado mortal para las personas de la zona.
—Agh… estaba comiendo— se quejó Jinx que al escuchar lo de los huevos de parasito dejó a un lado la porción de pizza.
—Mortalidad que a medida que el tiempo pasa, crece. En un primer momento se engaña a las familias y conocidos sobre la situación de los enfermos, luego se los "indemniza" engañándolos para que no hicieran demasiado escándalo y para cuando la cantidad de cadáveres sobrepasa el numero estipulado y los demás están demasiado enfermos o asustados para que el dinero los pueda callar-
— ¡Boom!
—Explotan la zona, sí. Pero la labor no termina allí. Se aseguran de aniquilar las recamaras subterráneas donde están la mayoría de los cadáveres con sus parásitos aun creciendo y luego matan a la mayoría en la superficie. Actúan rápido si hay sobrevivientes, ejecutándolos en sus instalaciones médicas, escribiendo en las fichas como estos no lograron recuperarse ahí.
—También se los amenaza y extorsiona si creen que no es viable matarlos ¿Ves? No son tan malos.
—Ah, es verdad, en contadas ocasiones, era arriesgado asesinarlos y se los amenazó y extorsiono para que no dijeran nada… desconozco si esas personas siguen vivas.
—Podemos apostar… yo apuesto a que no.
—El resto se reduce a ocultar y esquivar las investigaciones de la policía, cosa que antes no lo tenían tan sencillo.
—Vamos a decir que no lo tenían sencillo, si— se burló Jinx.
—Pero ahora les acabo de dar la libertad de hacer lo que quisieran— concluyó Caitlyn, mirando como su rostro estaba en una imagen de las pizarra, pero aun no quería tocar ese punto— las torretas 1, 5 y 6 son las siguientes en sufrir lo mismo que sus hermanas. Luego de investigarlas a profundidad, descubrimos que no corren peligro de un atentado pronto, pues la población no está lo suficientemente enferma y aún hay campaña política que puede verse perjudicada si estas caen. Si tenemos que hacer un estimado del tiempo, diría que tardarían unos-
—Yo no les doy más de un mes… la gente se aburre y quiere más explosiones.
—Sí, yo pondría un poco más de tiempo desde que son los mismos agentes D2 los responsables absolutos de una de ellas. Mandarlas abajo con las luces puestas en ellos seria bochornoso para Marangoni, seguramente idearan otro plan luego de un tiempo para que todo saliera a su favor. Aun así estoy de acuerdo con el estipulado de un mes.
—Sí, bueno, eso no importa si tienen los días contados y es menos que eso ¿No?
—Coincido, pero era importante para saber que esas personas no corren un peligro mortal inminente antes de que logremos hacer algo.
Su habla se vio interrumpido por un sonido proveniente de una pantalla vieja que habían logrado recuperar de una de las habitaciones.
El volumen estaba realmente bajo, fue Jinx que sin cuidado había aumentado precipitadamente este y ahora se disculpaba con ella con una enorme sonrisa mientras con el control lo volvía a cero.
Ambas se distrajeron, aun así, viendo el monitor.
Se trataba de una grabación de semanas atrás en la central de policía. Caitlyn identificaba el lugar como el segundo piso cerca de la sala de registros. Podía verse a un grupo de 3 agente D2 en posición de firme mientras custodiaban los pasillos.
Ambas siguieron observando con atención hasta que finalmente uno de los guardias hizo un movimiento con sus manos.
— ¡Ahí esta!— anuncio Jinx aplaudiendo un par de veces, para rápidamente buscar en su desordenado escritorio una libreta que llevaba ya varias hojas llenas de anotaciones— ¿Lo viste? Lo regresare de nuevo para que lo veas bien.
—Si lo vi…
—Sí, si ¿Pero ya sabes lo que significa?
Caitlyn lo dudó por unos segundos, pero eso le dio el suficiente mérito para que Jinx sonriera burlándose de ella, volviendo la cinta unos segundos para que la oficial pudiera ver de nuevo lo que pasaba.
La dueña de casa puso suma atención nuevamente, uno de los hombres a la izquierda, mientras miraba a su compañero en frente, mostraba su palma con disimulo y parecía rascarse la zona, pero cuando uno ponía realmente atención, podía verse claramente la ejecución de algunos símbolos.
— ¿Un circulo? Ese no significaba…— trató Caitlyn levantando su vista unos segundos— Era como algo afirmativo… de que todo iba bien.
—Sí, también pienso lo mismo— concordó Jinx— Ya lo vimos antes cuando interrogaban a esa mujer, el capitán le hizo esa seña y la dejaron en paz ¡Pero estas ignorando lo que pasa después!
— ¿Después?
—Sí, mira con atención.
Rebobinaron de nuevo la grabación, pero Caitlyn no podía ver lo que la otra quería que notara.
— ¿Lo ves?
—No.
—Agh… ¿Y te haces llamar un detective?
—Ya te plantee, temprano, que es una total pérdida de tiempo tratar de entender desde cero todo un código de comunicación en el poco tiempo que tenemos.
—Yi ti plintii mimimimi, pon atención, idiota— la criticó de mal humor también— mira, no es solamente un circulo, son tres círculos los que dibuja.
— ¿Y qué? Es el mismo mensaje, la misma seña, tranquilamente puede estar reafirmando que toda esta bien.
—Mira, no te tachare de idiota en esta ocasión porque pensé lo mismo la primera vez que lo vi ¿Si? En todo caso eres igual de idiota que la yo de hace un par de horas, pero no. Varios círculos significan ir a dar una vuelta y corroborar.
— ¿De dónde sacas que-?
—Solo mira— la invitó haciendo que la grabación siguiera. Los hombres se miraron entre ellos unos momentos y se dividieron, desapareciendo de la cámara, momento en que Jinx adelanto la secuencia, hasta que se juntaron de nuevo en el mismo lugar, y ahora uno por uno se dibujaba un solo círculo en la palma— ese es la señal de "ok" luego de que investigaron el lugar.
—… regrésala al momento donde hicieron la señal nueva— pidió y buscó entre sus cosas un cuaderno.
Pese a que trataba de desestimar la idea de Jinx, ella misma había estado tomando notas al igual que la otra chica.
Había escrito demasiado del código, pero cuando pensaba lo complejo que podía llegar a ser, se desmotivaba y lo dejaba de lado, hasta que su compañera salía con algún descubrimiento nuevo y entonces volvía a resurgir su interés en este.
—Entonces… ¿Tres círculos significa algo así como que sospechan de algo y deben indagar en el lugar?
—Sí y no— comentó Jinx dejando que la grabación siguiera su curso sin volver a reparar en esta— ahora estoy segura que un circulo es "Ok" pero creo que hizo 3 círculos porque eran 3 agente en ese momento y eso significaba que su capitán quería que los 3— comentó mientras levantaba el índice y haciendo círculos en el aire — dieran vueltas para comprobar el lugar.
— ¿Crees que la cantidad de círculos marca la cantidad de personas que deben investigar?
— ¿Quién sabe? Debería comparar otras grabaciones…
Mientras hablaba Jinx caminaba por la sala y de la nada, llegando al sofá, se desplomó en este, levantando todo el polvo que allí había.
Caitlyn supo que estaba bien cuando la vio jugando con sus pies. Ya no le sorprendía los repentinos ataques de esta, tanto como cuando se sentía cansada como frustrada, suponía que ahora se trataba de ambas cosas.
— ¿Qué clase de color es el color… "piel"?— preguntó de repente mientras se acomodaba en el sofá.
Caitlyn sonrió de lado y volvió su vista a las pizarras. De haber sido uno de sus hombres, agente o investigador, le hubiera dicho un simple "Buen trabajo" "Descansa un poco" o alguna palabra amable sobre el esfuerzo que hacía.
Pero se trataba de Jinx. Y si, se sentía sorprendida por ella, cada momento que pasaba lo estaba más, pero no iba a concedérselo tan fácil.
— ¿Cómo qué? ¿Es un color crema? ¿Rosa apagado? ¿Quién le dijo al que inventó el nombre que el color piel es una variante del rosado?... ¿Te parezco rosa? ¿Ah?
—No, tu piel parece gris… como un zombie.
Desde su lugar, Caitlyn pudo ver como la otra chica levantaba el índice y hacia un solo circulo.
—El color piel bien podría ser una variante del gris… o del chocolate amargo o inclusive podría ser verde como esos hombres plantas…
—Hombres plantas…
—¡Hey! No quiero sonar racista… pero la fotosíntesis… que cosa más aburrida.
Mientras abrazaba unos de los cojines del sofá, Jinx balbuceó unas cosas más que la oficial no llegó a entender, su mente estaba concentrada nuevamente en las fotos en las pizarras. Cada tanto sus ojos se dirigían a la suya propia y no podía evitar sentirse mal.
—Continua— escuchó decir a Jinx, aunque esta parecía ya muy cómoda en el sofá— escucharte decir todas esas tonterías organizadas me da sueño, seguro me ayuda a dormir.
—Bien, pasemos a los agentes D2.
—Definitivamente me escucharas roncando en esta parte, no te detengas, piensa en mí como música de fondo.
—La primera vez que tengo un registro de su existencia y formación fue hace más de dos años. Fue una propuesta de Marangoni en el parlamento para mejorar el número de oficiales en la ciudad. En ese momento el trabajo de los guardianes era de alto prestigio y fue sencillo rechazar esa propuesta, pero con los incidentes recientes de las torretas y el poder de Marangoni y su partido subiendo, se incorporaron con éxito a las fuerzas.
— ¿Crees que se pueda hacer un biberón… ya sabes, para bebés, pero en vez de leche… sea un licuado sabor pizza?
—Nos enfrentamos a unos agentes que fueron formados con entrenamiento de elite, son muy buenos y eficientes, sin mencionar que, aparte de estar organizados con un sistema numérico que resguarda su identidad, manejan entre ellos un leguaje que combina señas, circunstancias y palabras.
—Me encantaría tener un biberón de pizza… lo intercalaría entre ese y uno de soda.
—Los agentes D2 están distribuidos en la ciudad con guardias que aún son comandadas por mí, pero en lo que nos importa, las torretas, nos presentaran un gran problema, principalmente en la más cercana a Zaun, la torreta número 1, la cual esta custodiada en su totalidad por estos agentes.
— ¡Comería mientras duermo! ¡Dios! Los bebés me dan tanta envidia…
—Naturalmente, ellos pueden poseer con facilidad cosas que tú no tienes.
— ¿Eh? ¿Qué cosas?
—Senos—
—…graciosa. Veo que estas muy chistin chistin ¿Eh?
Caitlyn la miró de lado, en realidad tenía su atención en las fotos en su mano, donde se veían algunos sectores de las torretas al ser custodiadas, pero le dio una sonrisa de burla al ver como su comentario no le había causado tanta gracia a la otra.
—La torreta de Zaun será difícil, por eso quedamos en que la abordaríamos a finales de la segunda semana cuando tengamos más información de los agentes D2— siguió hablando como si nada, mientras seguía con la mirada a Jinx que se había puesto de pie y se acercaba a ella— y de las cosas que te persiguen— terminó dándole un par de foto a la otra tiradora, mientras esta se apoyaba en el escritorio cercano a ella.
— ¿Cómo dijiste que se llaman estas cosas?— preguntó tomando una de las imágenes y viendo en ella a un canino muy grande, que se asemejaba bastante al que la había atacado.
—Mmm— murmuró Caitlyn no estando segura, tomando la foto que le paso a Jinx para darle vuelta y ver las anotaciones— Canis lupus hibridus noxiano.
—… de ahora en más le diremos Pompitas.
—¿Pom-pompitas?
—Es más fácil de recordar.
—…no discutiré eso— comentó sin ánimos de entrar a esa discusión— Aun así no sabemos con certeza que se trata de la misma criatura. Esta raza es de crianza Noxiana, allí sencillamente le llaman híbridos. Prohibimos esta criatura como animal doméstico en Piltover por lo violento e irascibles que pueden llegar a ser bajo un dueño irresponsable o ausente, sin embargo a la policía les consta que son criados y modificados en algunos lugares de Zaun… y por lo que tú me contaste y la evidencia que tenemos, este parece el caso de uno de ellos.
— ¡Genial! Pompitas es un perro genial, más que genial ¡Mejorado! El perro que toda niña quiere de pequeña para ponerle moños rosas y pintarle las uñas… ¿Cómo lo matamos?
—No será fácil.
—Oh, lo sé. Créeme.
—Pero debería de poder morir con un buen tiro en la cabeza.
—…Perdón ¿Qué?
—La criatura es, por naturaleza, muy resistente, cuando se siente amenazado, su pelaje se endurece a tal punto que puede compararse con el acero. Es ágil, atento y posee una inteligencia animal muy por arriba de sus otros pares. Sin embargó, lo propenso que esta raza está a las peleas y supervivencia en su medio hostil, hace que sus huesos sean flexibles en vez de duro, una propiedad que se aprovecha bien en conjunto con la propiedad del pelaje, pero deja indefenso al cráneo.
—Tus investigaciones están mal.
— ¿Lo están?
— ¡Si! A esa cosa le tire hasta mis bragas explosivas y salió caminando como si les gustara el olor ¡Se tragó uno de mis granadas! ¡Y la cosa explotó adentro de él! ¡No le pasó nada!
—Quizás tenga que ver con las mejoras que le hicieron en Zaun, es difícil saber y por eso es bueno que investiguemos más. Solo tenemos la sospechas de que esa criatura es en realidad un… es Pompitas. Aun no tenemos ninguna pista de lo que son los otros dos sujetos que te persiguen.
—Sí, sí, no sabemos mucho de Rompero de puberto con semen seco y de lady sombra de alambre.
Caitlyn volvió a seguir a Jinx mientras esta caminaba por la sala. Miraba las fotos mientras las tiraba una por una en el suelo luego de que estas perdieran su interés. La chica poco a poco fue consiente del silencio y miró a su compañera.
— ¿Qué?— preguntó de mala gana.
— ¿Realmente trataste de dispararle en la cabeza?
— ¿No escuchas o eres idiota? Le dispare en todos lados ¡Le explote el cuerpo peludo que tiene!
—Ah…— exclamó la chica mirando hacia el techo, aun cuestionándolo, cosa que Jinx no tomó bien.
— ¡He destruido edificios de tu ciudad que ustedes tacharon de indestructible como si estuvieran hecho de palillos!
—Sí, tu muy bien, que impresionante y destructiva personita eres— comentó con cierto aburrimiento, mientras buscaba entre sus cosas y encontraba su rifle. Caminó hacia él y con cierta facilidad le sacó el puntero laser. Molestó con este a Jinx por unos segundos y luego lo apuntó a la cabeza de una pequeña estatua de una mujer que había en el portal de la sala.
No le dijo nada a la otra tiradora, simplemente se la señaló con la mano, como si fuera lo más sencillo del mundo y la miró con cierto desinterés. Esto solo golpeó más el orgullo de la de Zaun, que rápidamente tomó su lanzacohetes y apunto a la estatua, disparando de inmediato, antes de que la oficial pudiera evitarlo, destruyendo así no solo la escultura, sino parte de la estructura del lugar y levantando mucho polvo allí.
— ¿Ves? Tengo una excelente puntería— comentó una vez que el polvo bajó, viendo cómo donde estaba la estatua antes ahora solo había un enorme hueco.
— ¡¿A eso llamas un tiro en la cabeza?! ¡¿Puntería?!—preguntó tosiendo y enojada por el daño en su hogar— ¡Solo volaste todo el maldito lugar!
—Qué para términos prácticos es lo mismo.
— ¡No es lo mismo, idiota! ¡Te acabo de decir que esta cosa se protege en su pelaje cuando se siente amenazado! ¡Bien podrías pasar horas "apuntándole" como lo acabas de hacer! ¡Y no conseguirás nada!
—Nah, yo creo que sencillamente tu hipótesis está mal.
— ¡¿De verdad?!
—De verdad— comentó con seguridad, mientras se cruzaba de brazos y veía como Caitlyn se abría paso hasta llegar al lugar dañado. Solo unos segundos más y sacó de entre los escombros la cabeza de la estatua, mostrándosela con obviedad—… eso lo tenías escondido en tu bolsillo y lo plantaste ahí ahora solo para tratar de hacerme quedar mal.
— ¡Claro que no hice eso! ¡Te dije que solo-!
Caitlyn cerró los ojos con fuerza, el punzante dolor de cabeza le hizo perder inmediatamente el interés en el punto.
Sabía que en realidad nunca le había dejado de doler, solo se había mitigado mínimamente. La lucha por concentrarse y trabajar estaba en cada minuto que pasaba y, a veces, como ahora, la perdía por completo.
Desde la última vez que había consumido la radianita, nunca dejó de sentirse fatigada y estresada. Tenía momentos de lucidez que conseguía cada tanto, pero mayormente requería de algo fuerte que distrajera su mente.
Jinx inclusive le había disparado horas atrás, cuando trataba de explicarle la importancia del color de la pintura en sectores especifico de las torretas y Caitlyn sencillamente se agarraba el estómago y se concentraba en su malestar. Había esquivado la bala, realmente la otra no le había apuntado a quemarropa. La adrenalina por sentirse amenazada y el ensordecedor sonido del revolver tan cerca de ella la pusieron histérica, pero a medida que los segundos pasaban fue capaz de estabilizarse.
Sabía que no podía seguir mucho tiempo así.
Se le hacía agua a la boca solo pensar en las píldoras y su cuerpo le reclamaba, ya en abstinencia, por la sustancia. Se sentía incomoda y acalorada, para luego tiritar sin razón aparente.
Quería reclamarle a gritos a Jinx de haberle privado de la única cosa en la que podía pensar en momentos como ese.
—Uy ¿Ya es hora?
—Cállate— le ordenó de mal humor y se encaminó de nuevo a la pizarra, decidida a ignorar con fuerza la tentación y continuar, pero al levantar su vista volvió a encontrar su foto entre los objetivos marcados.
— ¡Ah, sí! Mi parte favorita— anuncio Jinx notando que era lo que la otra miraba— adelante, aun no desarrollas ese punto.
—No hace falta… aparte— comentó ignorando esa pizarra, tratando de concentrarse en otra cosa— no es la gran cosa y se siente extraño hablar de mí en… tercera persona.
— ¡Oh, corazón! ¿Eres tímida? ¡Haberlo dicho antes!— exclamó la chica dando unos saltitos en el lugar para llegar deprisa a la pizarra y arrancar la foto de Caitlyn antes de que esta pudiera tomarla— ¡Déjamelo a mí!
La oficial deshecho por completó la idea de perseguirla para recuperar la imagen y, sintiéndose fatigada, se sentó en unos de los sillones mientras veía como Jinx tomaba su sombrero, poniéndoselo para luego levantar sus hombros en una posición que más que firme, parecía tensa.
— ¿Cómo es que haces? Ah, si— comenzó mientras se aclaraba la voz— Le victimo es una niña que intentoh aparentá con fuerza ser un odulto pero le sigue entrando con ferza a ciertos dulces.
—Yo no hablo así— se quejó al ver como Jinx trataba de imitar un acento británico demasiado forzado.
—Sí, si lo haces. A ver… di "Yogurt"
—… Yoget.
— ¡Aja!
—Eres una idiota.
—Yo no fui engañada para volverme una adicta— se burló con cierto triunfo mientras miraba con aprecio la foto de Caitlyn— esta chica sí. Hablemos de esta chica ¿Quieres? Porque es parte de todo este… "hermoso" esquema que hiciste del caso.
—Perdón ¿Extrañas la pizarra y los marcadores? Puedo conseguirte unos así sigues dibujando animalitos.
Caitlyn vio como Jinx sacaba el protector de unos de los marcadores negro de la mesa y le dibujaba unos bigotes a su foto.
—Bien, esta chica es la líder de los idiotas inoperantes de la policía de Piltover. Ahora no líder absoluta porque le quitaron la batuta, personas más inteligente y capaces, casualmente los que le pusieron una correa para que pueda menear su pomposo trasero de perra cuando se lo pidan. ¡¿Y cómo lograron esto, señor juez?! Se preguntaran, quizás.
—Desde hace varios meses, donde tuve un accidente, entre en recuperación y como parte de esta se me recetaron unas píldoras, unos analgésicos de los cuales no sospeche nada.
— ¡Y estas píldoras la ponían loca, loca!
—Resultó ser que el médico que me las receto trabajaba para Marangoni y su gente. No era medicina como tal, era radianita, una droga altamente adictiva y nociva.
—Y así es como pusieron a la brillante sheriff de Piltover de rodillas suplicando por más. Oye, mis respetos, son buenos villanos— asintió la tiradora con gracia— ¿Quieres decirle a la audiencia como la droga te puso en la mismísima mierda misma o lo hago yo?
Caitlyn solo la miró mal, mientras se encogía en su lugar.
— ¡Excelente! Andabas idiota, no veías ni por donde caminabas, los agentes de negro te daban nalgadas y tú ni te enterabas, modificaste cosas que no se deben modificar y dejaste huellas por todas partes, trataste mal a tus queridos amigos y a tu no novia, alejando a todos los que te podían llegar a ayudar, provocaste la muerte de más de uno de tus hombres y fuiste tan confiada ¡Y mira que hay que tenerse confianza ¿Eh?! De no decirle a nadie que una bomba los iba a matar a todos ¡Y dejaste que la bomba matara a todos! ¿Qué más me falta?
—Que tuve a los responsable justo en frente todo el tiempo… y no fui capaz de verlo.
—Una ciega de mierda ¿Quién da más?
—Es todo… lo resumiste muy bien… felicidades.
—Gracias, la verdad es que me esfuerzo mucho y llena mi retorcido corazón que lo notes— anuncio con cariño mientras se llevaba la foto al pecho y la abrazaba, actuando sentirse tocada.
—Pasaran meses hasta que la droga se elimine de mi organismo, eso si consigo no volver a consumirla. Mientras esté en este estado, y con todas las cosas que pasaron en mi contra y de las que se me puede acusar… estoy atada de manos.
—De los pelos de abajo, pero si, el punto se entiende.
—No lo lograre.
La sentencia había salido de su boca sin siquiera pensarlo, pero decirla ahora hacia que todo se viera terriblemente mal.
Las dos sabían que el enorme plan que ideaban y quería ejecutar las necesitaba a ambas enfocadas.
El estado de Caitlyn complicaba horriblemente todo y, una tarea sencilla, como caminar entre sus hombres sin levantar sospecha y ordenarles dispersarse para provocar una buena distracción, se volvía difícil.
Había abogado inclusive frente a Jinx como el consumir de nuevo la droga la ayudaría a concentrarse y evitaría los episodios de fatiga con eso. Sentía que quería llorar cuando se escuchaba a ella misma, tratando de convencer a otros para que la dejaran drogarse en paz.
Era verdad que la sustancia, a como la llevaba en el último tiempo, hacía que sus sentidos se deterioraran demasiado y pasara por alto cosas de mucha importancia.
Jinx podía estar mal de la cabeza, pero había sido realmente clara en el punto que no iba a dejar que una drogadicta lo arruinara todo.
Caitlyn sabía que tenía razón. Drogada, los agentes D2 habían abusado de su privacidad y sacado información sumamente valiosa que le costó toda la investigación e inclusive la vida de otros.
Y aun con todo eso en la mesa, no se sentía capaz de resistir frente a la radianita.
—Te ves desanimada. Me gusta.
La oficial volvió a levantar la vista y pudo ver la enorme sonrisa que Jinx le brindaba. Sabía lo que seguía, la chica la había estado molestando con eso todo el día.
La de Zaun buscó entre sus cosas y saco una pequeña caja que abrió y puso justo en frente de Caitlyn.
—Usare esa cosa luego de que la investigue… mientras…
— ¿Qué? ¿Prefieres que te dispare? Si te sigues rebanando la pierna quizás te cortes una arteria y eso te llevara… ¿A dónde? ¿A un centro médico? ¿No es ahí donde te dieron las píldoras? Oye, no soy la mente maestra de Piltover, pero no me parece un buen plan.
— ¡¿Electrocutarme y retorcerme por mi vida te parece un buen plan?!
—Pues para mi si… claro, es un buen plan desde que puedo verlo desde un lugar cómodo. ¡Oh! Perdón ¿Te refieres a un buen plan para ti? No te voy a mentir, es horrible. No sé quién es la psicópata que te odia tanto que te propuso semejante cosa, pero ya va siendo tiempo que busque un psicólogo o un sacerdote.
Caitlyn negó con la cabeza y se acomodó en su lugar. Era verdad que no podía seguir dependiendo de esquivar las balas de Jinx o de lastimarse para que su cuerpo se distrajera por la herida, pero la solución que había presentado la otra era terrible también.
—No voy a usar eso en mí, nada me dice que no me matara.
—No te matara ¿Ves?— indicó la de Zaun, sacando de la caja un cilindro de metal color cobre que cabía en la palma de su mano— lo puse en potencia mínima. La máxima es para incapacitar Xer'Sai de más de 5 metros.
Caitlyn vio como Jinx accionaba el dispositivo y un pincho salía del brazalete, donde una chispa de color rojo brillaba salía haciendo estruendos para luego apagarse.
—Ya te lo explique, solo te dolerá, mucho, muchísimo, por unos 10 segundos, luego de eso tu sistema nervioso estará tan jodido por el dolor, que prácticamente no sentirás nada. Recomiendo alejarse del fuego y cosas punzaste, como penes de caballos, porque no lo sentirás así trate de metértelo por-
—Supongo que es parecido a una picana eléctrica— la interrumpió, recordando que en la policía tenían armas como esas.
— ¿Te parece?— preguntó con burla, mientras se lo arrojaba a sus manos.
Caitlyn lo tomó con cuidado. Era muy pesado para su tamaño. De color cobre uniforme y el hecho de que no solo tenía un seguro, no dos, sino tres, lo hacía digno de cierto respeto.
Jamás había visto o escuchado de algo así y por eso desconfiaba. Las veces que vio un rayo rojo en Piltover o Zaun comúnmente significaba demasiado peligro como para tomárselo a la ligera, pero esa tecnología ni siquiera era de por ahí.
La idea de Jinx se resumía básicamente en darle dolorosas descargas, tanto que esta olvidara la droga por un tiempo reducido. Los efectos del aparato ayudarían con esto, y a la larga, la oficial relacionaría el apetito por la sustancia como algo que le provocaría gran dolor.
Un principio básico de respuesta negativa, estimulo negativo y refuerzo a modo de castigo.
La hacía sentir no más que una mascota a la que se la estaba adiestrando para no hacer sus necesidades en el interior. Jinx acariciándole la cabeza y tirándole galletas cada tanto no ayudaban a ese sentimiento.
—No lo hare.
— ¡Perfecto! Ve a chupar radianita del trasero sudoroso de algún político de turno.
—Puedo arreglármela sin esto.
—No puedes… inclusive lo sabes ¡Lo acabas de decir, fracasada!
—Lo solucionare— terminó, pero optó por no devolverle el aparato a Jinx, guardándoselo para ella en su bolsillo.
— ¿Cómo vienes solucionando las cosas últimamente?— preguntó con malicia, pero Caitlyn decidió ignorarla— como quieras. Si ya terminaste con la aburrida lectura de todos los informes, me iré a dormir. Te recomendaría que hagas lo mismo, pero como no puedes dejar de pensar en tu amor prohibido, y me refiero a las drogas, sería una pérdida de tiempo de mi parte.
Caitlyn dejó que la chica se retirara, pero vio que no fue demasiado lejos, sencillamente se tiró en el sofá, levantando nuevamente más polvo, quedándose ridículamente tiesa.
Volvió su vista a la pizarra y se encontró realmente cansada pensando en todas las cosas que aun debían hacerse.
Miró la torreta número 6 en la pizarra y la información debajo de los planos de esta. Era la torreta más sencilla de abordar desde que la vigilancia pertenecía casi por completo a los hombres de Caitlyn.
Habían decidido que sería la primera en ser preparada con los explosivos, pero la tarea requería mucha anticipación y organización. Jinx ya la había llenado de tareas con las cuales ir y volver, y aun no habían ultimado en el modo de operar para el día de las instalaciones.
Se puso de pie y se acercó al ventanal de la sala. En el exterior solo se podía ver la oscuridad y terminó por cerrar las cortinas.
La de Zaun tenía un minucioso recorrido para perder a cualquiera que quisiera seguirlas hasta allí, pero Caitlyn sabía que era innecesario, pues ya le había explicado lo difícil que era llegar hasta la mansión y como los caminos, varios kilómetros de las rutas de Piltover, eran exclusivos de esa residencia.
Estaban a salvo allí, pero esta vez no cometió el mismo error de dejar margen a nada y planeaba seguir todas las precauciones que pudieran presentarse.
Con eso en mente se dirigió a activar el antiguo sistema de seguridad, el cual por el poco uso y el paso del tiempo, presentaba algunas fallas, pero no dejaba de ser bueno para la ocasión.
Con todo listo, buscó un lugar cómodo en la sala y apagó la lámpara.
—Por cierto, sombrerotes— escuchó la voz de Jinx no muy lejos de donde estaba— aun cuando decidas finalmente darte ese chispazo con esa cosa, debo advertirte… no importara que lo pongas a la máxima potencia y te quemes el cerebro, si llegas a ver o a oler radianita, estar cerca de nuevo de esa cosa… te tiraras por ella como un zombie a los cerebros.
—Ah, tomare nota.
—No te confundas, infeliz. El que estés siquiera luchando por no consumirla se debe a que no la tienes al alcance. Puedes dar batalla lejos y de camino a ella, en cuanto la consigas, como el buen consumidor retrasado que eres, se acabó.
Caitlyn no quería volver a escuchar nada sobre el asunto. NI siquiera necesitaba de esa advertencia, sabía que la chica tenía razón, lo vivía en carne propia.
Le era insostenible la pelea contra la sustancia, sabía que de tener la posibilidad la tomaría, aun si su orgullo estuviera en juego, aun si su vida dependiera de ello.
Su única posibilidad era estarse engañando y distrayéndose con lo que tuviera al alcance, aun si esto significaba dañarse.
Sintió pena por ella misma, y el asco que le siguió a eso la hizo despabilar.
—Buenas noches— comentó Jinx, satisfecha del daño que había ocasionado antes de dormir.
Jinx llevaba ya varios minutos haciéndose la dormida.
Había logrado conciliar el sueño con facilidad, pero fueron los ruidos en la sala los que terminaron trayéndola de nuevo al lugar.
Nunca se enojó realmente con la persona que la había despertado, al principio sintió curiosidad de que se trataba pero a medida que lo entendía solo pudo sonreír en su lugar.
Caitlyn parecía sufrir mucho.
La escuchaba moverse con molestia, inclusive la había sentido levantarse y moverse por el lugar buscando algo, quizás la paz que le faltaba, creyendo poder encontrarla en algún rincón.
Solo cuando se rendía con frustración volvía a intentar dormir, pero ahí seguía, quejándose y gruñendo.
En un momento hasta se emocionó con el sonido de algunos sollozos, pero estos pararon pronto, haciendo que se esforzara por poner atención para poder percibir más del mal momento que vivia la oficial.
En contadas ocasiones había escuchado el inequívoco sonido de los seguros del aparato de descarga, para luego volver a sentir como estos se cerraban.
Sabía que la chica tenía miedo de lo que la fuerte descarga podría ocasionarle. No era un chispazo común y corriente, lejos de eso, estaba bien modificado para atacar directamente a los nervios.
Se preguntaba quien ganaría la batalla finalmente, si la humillante derrota frente a las drogas o el miedo desconocido al choque eléctrico.
Sabía la respuesta a eso. Conocía el devastador dominio de la radianita en su campo, pero también reconocía lo terca que podía llegar a ser la sheriff.
Dejó de pensar cuando comenzó a escuchar la respiración pesada y profunda de la otra chica, como si tratara de concentrarse en esa acción.
Estaba emocionada, sabía lo que iba a pasar, y por eso solo se concentró en quedarse quieta en su lugar.
Solo tuvo que esperar unos cuantos segundos más y escuchó de nuevo el seguro del dispositivo, nada más que esta vez sucedieron otras cosas rápidamente.
El ruido de la descarga se vio mermado al entrar en contacto con la carne. Escuchó una exclamación sin sentido de la oficial, que salió de forma distorsionada por llevar los dientes fuertemente apretados y luego escuchó como su cuerpo caía.
Se retorcía en el suelo incapaz de mitigar el dolor. Finalmente la escuchó lamentarse, lanzando exclamaciones sin sentidos hasta vomitar.
Justo cuando Jinx pensó que las cosas se pondrían mejor y estaba dispuesta de salir de su actuación como persona dormida, todo se calmó.
Podía escuchar la respiración agitada de la otra chica, volviéndose cada vez más calmada y serena, hasta que finalmente se sintió regular.
Sabía que aun debía de estar en el suelo, pero luego de algunos minutos entendió que se había quedado inconsciente, quizás dormida en ese lugar.
Ahora con todo en calma, Jinx sintió nuevamente el cansancio y se acomodó en el sofá otra vez.
Una enorme sonrisa le invadía el rostro al tiempo que comenzaba a quedarse dormida.
