-Capítulo 34-
-Códigos-
Caitlyn comúnmente se hubiera dedicado esa mañana a disfrutar de su té en la cocina, lejos de la sala principal donde estaban todo el desastre de los proyectos y Jinx, pero ahora solo tenía un objetivo, el cual le parecía extraño, y ese era nada más ni nada menos que ver la expresión de su compañera.
Se sentía satisfecha por la información que había recolectado de los cazadores. Le había tomado sus días y había usado recursos que luego le pasarían factura de seguro, pero había conseguido todo lo que quería y más, y ahora solo disfrutaba de ver lo concentrada que estaba Jinx en las carpetas que había puesto a su disposición.
Atípicamente de la tiradora de Zaun, no hablaba, el ruido que salía de ella era simplemente el pasar de una carpeta a otra, para luego ir a su pizarra, desarmarla por completo, dibujar y volver al material que Caitlyn le había traído.
Volvió a bajar la mirada a su té, para darle un sorbo mientras una sonrisa se formaba al contacto.
No necesitaba que se lo dijera, Jinx también estaba satisfecha por lo que había logrado y con eso, sentía que por fin se nivelaban las cosas entre ellas.
— ¿Te gustan las navidades?
Caitlyn enarcó una ceja sin entender muy bien el punto, como de costumbre, pero ya sabía cómo actuar a los comentarios salidos de ningún sitio de Jinx. Seguirlos de lejos hasta que finalmente tomaran forma.
—Me gusta el… frio— contestó, haciendo un esfuerzo.
—Algo que haga juego con tu corazón, lo comprendo— comentó entendiéndolo totalmente— pero me refiero a… la atmosfera de la época.
—No le veo nada realmente impresionante.
—Tiene algo "realmente" especifico interesante.
— ¿Ah sí?
—Si… los especiales de navidad.
—Ah…
—Pareces del tipo de adulto aburrido que solo ve noticieros aburridos cuando llega de su aburrido trabajo para tomarse un aburrido café y dormirse su aburrida siesta para repetir su aburrida rutina luego ¡Pero! En navidad invaden este tipo de especiales, que sí, son aburridos en su mayoría, así que quizás simpatizas un poco-
—El punto…
— ¡Estoy hablando de una película de culto aquí, Mujer!
Caitlyn volvió a mirarla con cierto desdén, pero esperó a que la chica se explique.
—Ya sabes, esa que al niño rubio aristócrata lo dejan solo en su casa por error, por ser pendejo, tu sabes, y dos criminales, mas pendejos que él, tratan de robar su casa.
—Ah, creo que se a cuál te refieres…
— ¡Perfecto!—anunció y con dos saltos se puso al lado de Caitlyn, abrazándola de los hombros y extendiendo el brazo libre para que señalar la Torreta número 5 en su pizarrón— ¡Te presento nuestra hermosa casa!
Caitlyn pudo seguir el hilo de pensamientos a la perfección, inclusive pensaba que ya lo habían debatido un poco, pero ahora entendía como la otra chica quería proceder finalmente.
—Es una horrible casa…
— ¡Lo es!— concordó Jinx, poniéndose la mano en la cadera sin dejar de abrazar con la otra el cuello de Caitlyn mientras ambas contemplaban los planos— pero tiene un patio amplio… los niños se divertirán en él.
—Ubicada en un barrio peligroso.
— ¡Mejor! Turismo aventura para llegar a nuestro hogar.
—No tiene ninguna gracia, es solo una estructura grande y… rectangular.
—Podemos adornarlas con algunos floreros…
—O podemos demolerla por completo y comenzar desde cero.
Jinx giró su rostro para ver de cerca el de Caitlyn y le dio una sonrisa.
—Me gusta como piensas— admitió al ver como la otra chica ni se molestaba en reparar en ella y trataba de terminar su té— Pero no, primero tenemos que hacer unos cuantos arreglos.
La chica la soltó finalmente y volvió al lado de su pizarra, comenzando a agrandar algunas zonas de los planos. La dueña de casa dejó su taza de té en la mesa más cercana y se acercó al sofá al frente de donde la otra estaba, tomando una de las carpetas.
—Así que… básicamente quieres que llenemos de trampas la Torreta 5, aparte de los explosivos para volarla, para matar a tus cazadores primero y luego sepultarlos con todo este tema.
—Se te dan bien los resúmenes, aburrido, pero preciso ¿Eras buena estudiante?
—Lo era.
—No será sencillo. Si lo que trajiste es cierto, necesitaremos algunas cosas especiales.
— ¿Cómo las bombas sónicas?
—No, eso no es especial, puedo conseguir eso como comprar cereal… aunque si deberemos modificarlas…
— ¿Y con respecto a grandulón?
—Como en la película.
—Necesitare que seas más específica.
—El material de su cuerpo es resistente, así que de nada nos servirá dispararle o tirarle bombas como a su compañera… cosa que de por sí ya sabía, no necesitaba una carpeta que me lo diga, gracias.
—De nada.
—Pero si hacemos que su cuerpo se estire o encoja a gran presión debería de ser suficiente para dañar sus órganos internos y matarlo.
—Suena como que todavía no tienes un plan realmente para ambos.
— ¡Estoy armándolo! Aparte… el plano no nos sirve tanto, necesitamos saber más de los alrededores. Está ubicada en una mina abandonada ¿No? ¿Qué tan grande es el terreno que abarca? ¿Qué tan profundo llegaron?
—Supongo que son preguntas validas— terminó confesando al cabo de unos segundos de meditarlo.
Se puso de pie y se dirigió al fondo de la sala, pasando por un arco y llegando a otra sala más pequeña. Podía sentir los pasos de Jinx siguiéndola.
La de Zaun ya había estado allí, pero le parecía un lugar aburrido, solo era una intercepción a modo de sala que conectaba con algunos pasillos de la casa. El mayor atractivo del lugar eran unos mullidos sillones, unas armaduras que parecían antigua, algunos cuadros, libreros grandes, que abundaban en toda la mansión, y una maqueta bastante grande de Piltover de hace décadas.
—Aquí está la mina, para cuando esta cosa se hizo, aún estaba funcionando— indicó marcándolo en la maqueta.
Jinx se acercó y pudo ver la ubicación al noreste de Piltover, delimitando con zona ya invadida noxiana. La excavación parecía profunda y rodeada alrededor por cañones de tierra aria.
— ¿Es eso suficiente para ti?
—No lo es… quiero más.
—Supongo que puedo conseguir algunos planos e información de esas excavaciones en las oficinas, pero están abandonadas desde hace un buen tiempo ya. Casi todo es obsoleto.
—Tenía conductos subterráneos y rieles.
—Naturalmente. Sacaban varios minerales y metales muy útiles que estaban enterrados. Cuando ya no fue de valor, las villas se asentaron ahí sin cuidado de algún departamento de Piltover cercano y… bueno, el resto es historia.
—Sí, si, otro lugar problemático con cercanía a Noxus, pero más grande y con más libertades que su torreta al lado oeste.
Jinx hablaba ya con poco interés en el asunto, había puesto su atención a otros aspectos de la maqueta, como pequeñas señales en sus bordes, marcas con números y letras.
— ¿Qué son?— preguntó pasándole el dedo por arriba
— ¿Mmm? Oh, son puntos para orientarse en coordenadas… Lo puedes encontrar en cualquier mapa, como es una maqueta solo de Piltover y alrededores solo se limitó a la ciudad.
—Parece…— comentó, mientras veía el resto de la maqueta, tenía muchos detalles, inclusive los ríos y bosques alrededor, los edificios y rutas dentro de la ciudad, hasta tenia algunos objetos que podía interactuar de manera manual—… parece muy… específico.
—Supongo que lo era… en su tiempo.
Había dicho lo último vagamente, pero sus ojos recorrieron la maqueta, sabiendo que había sido refaccionada, y luego su vista divagó por los alrededores de ese salón, realmente estaba igual a como lo recordaba.
Le molestaba no poder encontrar a veces las diferencias del antes y el ahora.
Tenía intenciones de volver a la sala para seguir con el trabajo de las torretas, pero entonces escuchó como Jinx había develado el cajón debajo de la maqueta y ya sacaba un par de hojas viejas.
—Uy ¿Qué es esto?— preguntó tomando los papeles, sin poder entender nada de estos.
Tenían muchas anotaciones con números pero sobre todos líneas en paralelo que a veces desaparecían y luego seguían un mismo patrón.
Miró a Caitlyn pero la chica sencillamente estaba allí, de brazos cruzados, viéndola.
—Oh, vamos ¿No me vas a decir?
—No tengo que.
—¡No! ¡¿En serio?! ¡¿Un misterio?! ¡Cool!— comenzó a emocionarse para desgracia de la otra chica— ¿Lo resolveré si destruyo por completo esta maqueta? ¿O la sala?... ¿O la casa?
—No, no y… agh…
Por más de que tenía sentimientos encontrados por la mansión y Jinx, en efecto, ya le estaba ocasionando un daño considerado solo por trabajar allí, no estaba segura de querer ver como la chica destruía adrede todo a su paso por ese lugar solo por estar curiosa por un juego infantil.
—Es un código…— comentó tratando de sonar aburrida y restarle importancia, pero Jinx parecía ir totalmente al lado contrario de eso.
— ¿Un código para qué?
—Para… buscar… algo.
—¡¿Un tesoro?!
—Dios, no… mira, promete que si te lo explicó lo olvidaras y volveremos al trabajo. No tenemos tiempo para estas estupideces.
Jinx asintió frenéticamente, mientras se sentaba con las piernas cruzada en el suelo y miraba con atención a Caitlyn.
La dueña de casa volvió a dudar pese a la predisposición de la tiradora, pero esta agregó rápidamente un gesto de manera actuada, solemne, en la que ponía su pecho erguido y en una posición de firme en el suelo hacia una cruz con sus dedos sobre su corazón, en señal de estar prometiendo algo.
—Lo juro— agregó, como si con eso sentenciara toda la acción.
—Está bien, aunque es un código complicado y… ya tenemos mucho de estas estupideces con las señas de los D2, Jinx…— siguió tratando de desestimar el entusiasmo de la otra.
—Fui lo suficientemente brillante para aprender un lenguaje de señas y sonidos en un corto periodo de tiempo ¡Y encima y no menos importante! Enseñarlo a una completa incompetente, drogadicta, buena para nada… o sea, tú— comentó actuando orgullosa— creo que he demostrado ser lo suficientemente… ¿Cómo me dijiste la otra noche? Ah sí, impres-
—Cállate de una buena vez— la interrumpió sin ganas de meterse de nuevo en ese tipo de conversación— no hagas que me arrepienta.
Se acercó a la maqueta y buscó cerca de esta, pero no encontró lo que quería. Miró por la sala y finalmente encontró los mapas, enrollados prolijamente en un cesto de mimbre. Sacó uno y volvió a ponerse en frente de Jinx.
—Esto no tiene ningún punto…— murmuró de mala gana mientras tiraba el mapa al suelo y lo desvelaba.
Jinx reconoció el mapa como uno antiguo de toda Runaterra.
— ¿Conoces el código morse?
Por respuesta Jinx golpeo el suelo con sus nudillos 3 veces cortas, hizo una pausa, y lo volvió a golpear dos veces cortas de nuevo.
Caitlyn sonrió y en su interior se sintió ciertamente complacida. La sonrisa de Jinx acompañó a la suya, y para no darle merito a la acción sencillamente volvió a mirar el mapa.
—Bueno esto es… mucho más sencillo que eso.
—Pff, entonces es fácil ¿Qué paso sombrerotes? Ahora entiendo porque la tuviste tan difícil con los esos soldaditos de mentira.
—Esto no se trata de comunicar algo, simplemente de encontrarlo, así que ignora cualquier lenguaje y solo tiene en cuenta 3 patrones.
—3 patrones— resumió la otra.
—Sí, un sonido largo, uno corto, y sin sonido.
—Largo, corto, silencio— volvió a resumir.
—Pero lo que en realidad importa es el sonido corto— explicó y esta vez Jinx no resumió, esperando a que la otra siguiera— el sonido largo se usa para una división, como… separar palabras, y el silencio significa que "No es ahí"… el sonido corto entonces es "Ahí".
—Eres… ¡Mala explicando!— se burló Jinx— no, en serio, cuando le hablas a tus hombres para orientarlos ¿No terminan disparándose entre ellos de casualidad?
—Sabía que no eras tan "brillante"— dijo y logró con tan poco herir el orgullo de la otra para que pusiera de nuevo atención— así que te lo explicare con manzanas, descuida.
Tomó un trozo de papel y escribió una secuencia que ya se conocía de memoria. Dibujo una línea, dejo un espacio en blanco y luego un punto, luego otra línea. Ahora comenzaba con un punto, espacio en blanco, y una nueva línea. Cambio los patrones un par de veces más y se lo mostró a Jinx.
—No entiendo nada, corazón.
—Naturalmente… porque eres lerda— comentó con gracia la sheriff.
—Naturalmente elegiste bien la carrera de policía, porque como profesor te morirías de hambre.
—Mira esto. Siempre haces las divisiones de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.
—Como la mayoría de las cosas.
—Exacto. Aquí tienes todo el mapa. Lo divides por la mitad. Te queda un lado derecho y un lado izquierdo.
—Duh…
—El tesoro se encuentra en uno de los dos lados.
—¡Aja! ¡Hay un tesoro!
—El silencio o la nada es donde no es, y el punto o sonido corto es donde "si" es— repitió Caitlyn y le mostró a Jinx como el primer segmento que había en el papel dejaba un espacio en blanco y luego un punto.
—Está en el lado derecho del mapa.
— ¡Oye! Muy bien cerebrito— felicitó al mismo tiempo que se burlaba, dividiendo el mapa y solo dejando ahora la parte derecha.
—Repetimos, ahora lo dividimos por la mitad y te queda arriba y abajo— explicó y esta vez Jinx no la interrumpió— de nuevo, el silencio es donde no es, y el punto donde "si" es.
Jinx miró que el siguiente segmento comenzaba con el punto y luego un espacio en blanco. Recordó que Caitlyn le dijo que se comenzaba por arriba y supo que ese era la ubicación.
—Arriba.
—Estas tan afilada hoy— volvió a burlarse la chica, que ya se había puesto de rodilla a su lado y doblaba el mapa para dejar solo esa parte— ya solo con esto quitas el 75% de cualquier zona que quieras ubicar.
Jinx contempló lo poco que habían hecho y como en efecto, la zona de búsqueda se había reducido drásticamente solo con dos códigos.
— ¿Cómo sigue?
—Es todo lo que debes saber.
— ¿Eh?
—Sigues repitiendo este patrón hasta que das con la ubicación.
— ¿Bromeas? Me dejas toda la parte noreste de Runaterra para encontrar el tesoro.
— ¿Ah? Tendríamos que ser más específicas ¿No?— comentó, dejándole el papel con el resto de los códigos.
Jinx no perdió el tiempo, tomó la tira de símbolos y rápidamente siguió doblando el mapa por mitades según le indicaba el punto.
Creyó que era fácil, solo debía dividir toda la zona en dos y seleccionar donde el punto estaba, repetir así hasta llegar a una zona reducida.
Llegó al punto que ya no podía doblar más el mapa y solo le quedaba comenzar a señalar las zonas con su dedo, hasta que llegó al último código y señaló la ciudad de Piltover.
Miró a Caitlyn, expectante de su aprobación y la chica asintió, haciendo que Jinx sonriera con entusiasmo para luego actuar relajada.
—Pff… sencillo tutorial.
—La mayoría de las búsquedas son en Piltover, así que uno memoriza rápidamente esa parte y nos trasladamos al mapa de la ciudad— comentó, poniéndose de pie y dirigiéndose a la maqueta.
Jinx la siguió y le dio una de las hojas que había juntado del cajón cuando Caitlyn se la pidió. La chica le señaló uno de los códigos y en efecto, era el mismo para dar con la ciudad de Piltover, solo que este seguía codificándose luego.
Caitlyn jugó con las mismas reglas, con lentitud, demostrándole a Jinx que solo debía seguir el patrón de dividir en dos y elegir uno de los dos sectores sobre la maqueta.
Su dedo finalmente se posicionó en lo alto del Rio Pilt.
— ¿Y ahora?— quiso saber Jinx.
—Bueno, estoy segura que hice bien la búsqueda así que…— comentó mientras miraba de cerca ese sector de la maqueta. Pudo ver un parte segmentada en uno de los árboles en miniatura, y moviéndolo un poco sacó de este un pequeño dulce con una tira de papel.
— ¡Genial! ¡Genial!— se emocionó Jinx al ver como la chica conseguía el premio.
Caitlyn tomó la tira de papel y pudo leer la diminuta letra que estaba allí "Felicidades aventurero, me encontraste". Sonrió con nostalgia y luego se guardó el caramelo con el mensaje en el bolsillo.
— ¡Oye, dámelo!— se quejó Jinx.
— ¿Qué? ¿Por qué? Yo lo encontré… es mío.
—Por favor ¿Cuántos años tienes?— se quejó la otra mientras le arrebataba las demás hojas.
Jinx identificó el código de Piltover en una de ellas y lo salto hasta quedar solo a la altura de la maqueta, comenzando a decodificar la ubicación, buscando su propio premio.
Caitlyn al vio entretenida en eso y la imagen le trajo un poco de nostalgia. Divagó de nuevo por la sala y los estantes. Sintió la repentina necesidad de pasear por la mansión y saber que tanto más era parecido o inclusive igual que el pasado.
— ¡Aja!
La voz de Jinx la trajo de nuevo y vio como la chica movía una roca cerca de los cañones de la maqueta y sacaba otro caramelo con un mensaje.
—"Felicidades aventurero, me encontraste"— leyó tirando el papel a un lado y desenvolviendo el caramelo— que estupidez— comentó con altanería, mirando a Caitlyn para que esta la viera victoriosa en su juego, comiéndose su premio.
Se llevó el caramelo a la boca y la dueña no pudo evitar sonreír al ver la cara de descomposición y asco que ponía la otra, escupiendo el caramelo de inmediato.
—Esos dulces llevan muchos años allí— explicó mientras veía a la de Zaun sacando la lengua, tratando de limpiársela con su puño.
—Podías haberlo… mencionado.
—Podría…— comentó con gracia— aunque para alguien tan… Ah… ¿Cómo me había equivocado al llamarte?
—Impresionante… dijiste.
—Ah, sí, gracias… para alguien tan impresionante, pensé que lo hubieras deducido sola.
Jinx imitó su acento para devolver el chiste, pero volvió a estar interesada en los códigos escritos. Jugo con las ubicaciones un poco más y encontró que algunas se volvían más extensas o cuando llegaba a lo marcado no había nada.
—Estas cosas están mal.
—Quien escondía a veces los tesoros se ponía… creativo… aquí hay mapas de otros lugares de Piltover o inclusive de esta mansión…— comentó sacando un nuevo mapa, abriéndolo para verlo un poco— una vez que descubres una ubicación y ves que se hace más extensa, puedes ampliarla con otro mapa y repetir.
— ¿Y qué? ¿No tenías muchos amigos de niña?— preguntó la de Zaun— en vez de jugar con ellos te dedicabas a dividir mapas y resolver códigos… Dios, eres insoportablemente ñoña. A los inadaptados como tú se los lleva al psicólogo de pequeños, suele ser una solución a veces…
—Ah, funcionó bien para ti ¿No?
—De maravilla, como ya ves.
—… le hablas a tus armas.
— ¡Y tu…!— la encaró con seguridad— Pones tu vida y tu futuro en una persona que habla con sus armas.
—Touché— concedió con una sonrisa, sosteniéndole la mirada, lo que hizo que la otra chica también sonriera— ahora… cumplí con mi parte… ¿Creo que me juraste cierta concentración en trabajar?
—Tan aburrida como siempre…— comentó, pero acompaño a la dueña de casa hasta la sala donde trabajaban y juntas se avocaron a los planos de la Torreta 5.
Nota del autor
Y esto parece una pelotudez y uno no entiende porque el hincapié al código, pero es una cosa que te digo que bárbaro en el arco siguiente.
Si, ya sé, no estoy en horario ni día de actualización y el capítulo fue corto, así que les propongo una actualización nueva mañana, si no es hoy a la noche.
Ambos capitulo, este y el que sigue son cortitos (que igual 3000 palabras no es algo corto, pero bueno, ustedes a veces se me ponen exquisitos) pero no quería dejarlos sin actualización durante tanto tiempo.
