Nota del autor: Les mentí, este no es el último capítulo ni en joda, pero estoy segura que les gustara. El que sigue, si, es el último antes del prólogo, y espero subirlo pronto.


-Capítulo 36-


-Tú-


-Estaba buscando en la oscuridad por algo en que aferrarme. Descubriendo porque estabas tan roto sentí que algo andaba mal-


Caitlyn no quería pasar mucho tiempo en su oficina, ni siquiera en el edificio del departamento de policía.

Había ultimado todo lo que le correspondía como sheriff respecto al protocolo del acto en la torreta 5 y ahora solo quería terminar de encargarse de los últimos ajustes para el "otro" plan.

Lograron instalar los explosivos necesarios en la zona e instalar una que otra trampa para los cazadores de Jinx, pero aun debían reforzar este último punto y ver de equipar bien las bombas y cohetes que la otra tiradora utilizaría mientras el acto se daba.

— ¿Estas ocupada?

Caitlyn dejó lo que estaba haciendo de inmediato y se giró para enfocarse en la voz que conocía bien.

—Es decir… siempre estas ocupada— comentó Vi aun apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—Siempre en el caso… ya me conoces.

—Ciertamente…

Ambas se quedaron en sus lugares, esperando a que la otra hablara, pero por varios segundos ninguna lo hizo.

—Solo quería-

—Te debo una-

Al hablar ambas a la vez se interrumpieron de inmediato y de nuevo regresaron al mutismo. Caitlyn sonrió por este incidente y se acercó a Vi. La chica dejó su posición en la puerta y se adentró a la oficina, dejando de lado su actuar relajado.

—De verdad lo lamento— se disculpó simple y sin titubeos la sheriff, mirándola fijamente. Vi asintió a modo de aceptar las disculpas.

—Yo también… creo… fui torpe… de nuevo.

—No, esta vez… de verdad fue toda mi culpa. Tú no tenías nada que ver. Tratabas de ayudarme, como siempre… yo… lo lamento.

—Las cosas han estado… muy raras por aquí.

—No tienes idea.

—Pero tú también, más que todo lo demás.

Caitlyn podía entender a que se refería. Vi, con una posición que a pocos dejaba ver, mostrándose realmente interesada y amable frente a alguien, parecía querer averiguar no solo lo que pasaba con su compañera, sino también como intervenir para ayudarla.

Le complicaba enormemente a la mayor seguir ocultándole todo.

—Sabes que puedes contar conmigo.

—Lo sé— contestó de inmediato.

— ¿…Entonces?

Caitlyn titubeo en su lugar, tratando de que no se notara. Había muchas cosas de por medio y nada tenía que ver con Vi, exceptuando el fuerte deseo que la chica no acabara en un bolsa oscura como al resto de persona que desilusionaba últimamente.

—Las cosas son… complicadas.

— ¿Cuándo no lo son?— animó la de pelo rosa, acercándose un par de pasos, mostrando una sonrisa para que la otra entrara en confianza— pero sabes que… aunque las cosas sean complicadas… siempre la podemos resolver a… "nuestra" manera ¿Cierto?

Caitlyn devolvió la sonrisa al saber que esas eran habitualmente sus palabras y no las de Vi. Asintiendo de inmediato al sentirse reconfortada por el apoyo que estaba recibiendo.

—Vi… la verdad es que-

Sus palabras fueron interrumpidas por un fuerte estruendo detrás de su compañera, la cual de inmediato, y por acto reflejó, cubrió con su cuerpo a la sheriff, tratando de descubrir de donde provenía la amenaza.

—Oh, lo lamento mayor— contestó un agente D2 que traía en sus manos una escopeta realmente grande de donde salía humo, la misma, sin duda, que había disparado contra una maceta que se encontraba en la esquina de la oficina de Caitlyn, provocando ese gran estruendo.

—¡¿Eres idiota?!— preguntó Vi, totalmente enfurecida contra él, sabiéndolo uno de los agentes de negro que tan divididos tenia al departamento de policía.

—No me fije bien y apreté el gatillo por accidente... hacia esa planta de esquina… un accidente que no se volverá a repetir.

El agente lanzó una pequeña risa en una voz extraña que todo el tiempo parecía tratar de sonar más grave de lo que era.

"Jinx" razonó Caitlyn de inmediato, advirtiendo el problema aún más grande de lo que parecía en un principio.

—Más te vale que lo de accidente se refiera a por como usas el arma como imbécil y no por tu puntería— amenazó Vi cazando en el aire la burla del agente, picando con uno de sus dedos el pecho de este.

—Vi— la llamó en advertencia la sheriff pero no consiguió nada.

—No se preocupe, "señorita". No soy rival para usted en cuanto a… accidentes.

—Pues vamos a tener uno justo ahora.

A las palabras las acompañó con sus manos, poniéndola a ambos lados de su cuello y levantándolo un poco hasta que el agente quedo en puntas de pie.

— ¡Vi!— le gritó con autoridad y la chica pareció reaccionar esta vez.

Caitlyn podía ver detrás de su puerta como las acciones habían llamado la atención de otros agentes y de algunos de sus hombres, que miraban expectante como ponían en su lugar a uno de esos odiosos invasores.

—Vi… me dijiste que querías ayudar… esta no es la forma.

Las palabras hirieron la confianza de la chica de inmediato, mirando a Caitlyn sin poder comprenderla, creyendo que tendría su apoyo de alguna forma en esto.

Terminó soltando al agente, el cual volvió a lanzar un sonido de burla, poniendo aun de peor humor a la oficial.

— ¿Qué quieres?— preguntó dirigiéndose a la persona que sabía era Jinx.

—Necesito hablar con usted… unos asuntos importantes sobre el evento de mañana— comentó pasando a Vi por unos pasos— a solas.

—Ya termine todo respecto a eso, si quieres algo más tendrás que-

—Es algo de último momento, muy importante.

—Ella te dijo que ya terminó con ustedes por hoy, idiota ¿O acaso hay que explicártelo con manzanas?

Caitlyn solo pudo desear que Jinx no se metiera con el ultimo comentario de Vi, pero sabía que era en vano.

—Quizás sea necesario, si— contestó el agente, tirándole unas monedas a Vi— ve a buscar unas mientras los adultos debaten cosas que de verdad valen la pena.

—Ah, eres todo un bufón.

—Me lo pones sencillos, pues tu eres un chiste.

—Ya basta… los dos— puntualizó Caitlyn desde su lugar, pero ambas chicas se perfilaban la una a la otra mientras el ambiente empeoraba— está bien… ponme al tanto de esa cosa "tan" importante.

—Ya se lo dije, vine a comentar solo con el dueño del circo, no con el chimpancé que hace malabares con bolas.

Vi se cruzó de brazos, mirando hacia Caitlyn, lo mismo hizo el agente, perfilándose con su casco, esperando por ella.

Caitlyn sabía que ahora estaba en una situación en donde debía elegir entre Vi y Jinx, sabiendo que la respuesta era fácil, pues debía elegir por esta última, al saberla errática e impredecible. Vi solo se enojaría de nuevo y en unos días debería pedir perdón por esto y era todo, pero aun así la situación le molestaba.

—Bien, como el deber desee— concedió Caitlyn, haciendo que Jinx asintiera, pero antes de que Vi comenzara a sentirse mal por ser denegada, caminó hacia ella y le tomó el brazo— así que espera aquí mientras terminó de hablar con mi oficial.

Caminó con Vi hasta afuera de la oficina, cerrando la puerta para dejar a Jinx sola adentro.

— ¿Por qué hiciste eso? Maldito infeliz, mándalo a volar— se quejó la de pelo rosa, pero Caitlyn negó con la cabeza.

—Eso no solucionara nada… ya sabes cómo me gusta arreglar las cosas… mas… diplomáticamente.

—Sí, está bien… como quieras.

Podía sentir el enojó de la otra chica aun, pero al soltarla y verla, sabía que no estaba dirigido a ella, y eso de momento era suficiente.

—Mañana es un día importante… habrá mucho que hacer en la torreta 5…

—No es todo lo importante… Caitlyn, necesitamos hablar, hay muchas cosas… hay muchas cosas que no están bien.

La chica sabía que la otra quería saber sobre los rumores y por como ella últimamente parecía estar más del lado de los agentes D2. Podía verse venir ese tipo de charla, pero no era capaz de tenerla sin mentir sobre ello, y no quería.

—Te lo diré todo… de verdad…— confesó ya sintiéndose cansada— pero no ahora.

— ¿Por qué siempre eres así?

—Te necesito— comentó, sintiendo que honestamente esa necesidad iba más allá de lo que simplemente decía— y por eso… de verdad necesito tu apoyó mañana, no creo que pueda cubrir todo solo con lo que planee en el protocolo de la torreta—terminó cambiando la orientación de la charla.

Vi se le quedó viendo, no sintiéndose complacida por eso, pero terminó por asentir.

—Gracias… ahora… será mejor que vuelva adentro.

—No tienes que.

—No, podría sencillamente trabar la puerta y dejar que le crezcan raíces a ese agente ¿No es así?— trató de bromear, consiguiendo una sonrisa en Vi que le hizo pensar que todo estaba bien entre ellas— gracias… de nuevo.

Se despidió de su compañera y volvió sus pasos, abriendo la puerta de su oficina, solo para entrar rápidamente y cerrarla de inmediato al ver que Jinx estaba sin el casco, recostada en su sillón con ambos pies sobre su escritorio.

—¡¿Estás loca?!

Jinx la miró con cierto aburrimiento.

— ¿Sigues haciendo la misma estúpida pregunta?

—¿Y qué demonios fue todo eso?— preguntó poniendo el seguro en la puerta para poder acercarse al escritorio sin el temor de ser descubiertas.

—¡¿Ah?! ¡¿Yo debería de preguntarte eso?! ¡¿Qué demonios crees que haces?!

—¡¿Yo?! ¡Esta es mi oficina, idiota! ¡Estoy trabajando!

—¡Increíble trabajo es chupar almejas!

Caitlyn apoyó una de sus manos en el escritorio y con la otra palma se golpeó la frente, manteniendo esa posición por varios segundos.

—No te pongas así, al igual que tu droga es evidente que eres adicta al jugo de almeja y ¡Por eso estoy aquí! ¡Para salvar el día!

—¡Disparándole a mi oficina! ¡Armando pleitos a la vista de todos! ¡Poniendo en peligro todo lo que hicimos!

— ¡Tu pones en peligro todo lo que hicimos!

—¡¿Cómo Jinx?! ¡¿Metiéndome una almohada en el pecho y rellenando los brazos para lucir musculoso y escuálido el mismo tiempo?!— preguntó señalando el disfraz que llevaba, donde se notaba que había usado relleno para aparentar ser un hombre abajo del uniforme.

— ¡Ibas a decirle a manotas todo!

— ¡No le iba a decir nada!

— ¡Mientes! ¡Te estabas dejando ganar por tu homosexualidad! ¡Yo las escuche!

—¡¿Qué escuchaste?! ¡Solo hablábamos! Me disculpe por ser una idiota ¡Porque bien, te doy la derecha en esa! ¡Lo soy! Y trataba de estar bien nuevamente por compañerismo.

— ¡Si, claro!

— ¡No me sorprende que no sepas la diferencia si nunca tuviste algo así con nadie!

— ¡Estas tan en lo cierto! ¡Nunca tuve porque tener algo tan inútil como eso! ¡Estoy sola y es mejor así! ¡Nadie te va a venir a joderla por completo!

— ¡Por si no lo notaste, señorita soledad! ¡Estás trabajando conmigo!

— ¡Y es justamente lo que digo! ¡La estabas por joder por completo!

—¡Tú la estabas por joder por completo porque no puedes contigo misma! ¡¿Qué clase de complejo?! ¡¿Ah?! Aparte de estar totalmente desquiciada ¿Tienes problemas de inferioridad? ¡Dime!

—¡¿Qué?! Como si me importara manotas, o tú, o cualquiera policía idiota e inoperante que manejas. ¡Y tú lo sabes! ¡Por eso trabajas conmigo y no con ellos! ¡Porque lo sabes idiotas y buenos para nada!

—¡Son de confianza!

—¡Tu no confías en ellos!

—¡Tampoco confió en ti!

Caitlyn sabía que se estaba rebajando al mismo nivel incoherente de Jinx al pelear así, pero no le importaba. Se sentía molesta y cansada nuevamente, y estaba realmente agotada de ceder frente a la otra solo para poder pasar de situaciones inconvenientes.

—Da igual, no me importa… ni tú, ni manotas, ni nadie. Son todos como unos malditos granos en-

—¡Yo creo que sí que te importa! ¡Te comportas como un crio que teme perder la atención de los demás! ¡Te asustas solo de verme hablar con Vi porque tienes miedo de que ella te quite protagonismo! ¡Que bebé! ¡Ya te lo había hecho notar antes! ¡Eres un bebé! ¡Odio los bebés!—siguió comentando, pero agudizo su mirada para poder decir justo donde sabía que a la otra le molestaba— Vi no es un bebé, y Anita tampoco lo es ¡Yo no permito bebés tan idiotas como tú en mi trabajo! ¡Son molestos y solo estorban!

—¡Pues lo disimulas bien! ¡Odias tanto a los bebés que prefieres trabajar con uno por semanas en vez de tus adultos responsables que toman café! ¡¿Eh?!

—¡Y tú no te puedes imaginar lo mucho que deseo que todo eso termine!

—¡"Tu" no te puedes imaginar lo mucho que "yo" deseo que todo eso termine!

Caitlyn pensó en que contestarle, pero al notar su mirada la encontró extrañamente familiar a Vi y a como esta actuaba cuando se encontraba irascible.

— ¿Qué quieres?— preguntó, luego de tomar aire, sabiendo que lo mejor era dejar de discutir.

—No quiero nada— contestó igual de molesta, cruzándose de brazos caprichosamente.

—Bien… y ya que ambas queremos que esto se acabe, regresemos a la mansión— comentó a modo de sentenciar todo allí— aún tenemos muchas cosas por hacer, en especial con tus cazadores.

Caitlyn se alejó un par de pasos del escritorio pero al ver de nuevo a Jinx la encontró en la misma posición. Sabía que su cabeza estaba pensando mucho en algo al ver la dirección de sus ojos, pero cuando estos volvieron a encontrarse con los suyos tuvo esa sensación de la cual poco a poco comenzaba a familiarizarse, no solo ella, sino también Jinx.

— ¿Vamos a pelear por esto?— preguntó con seriedad, esperando que la chica lo dejara de lado, pero bien sabía que no iba a ser así.

—Púdrete— comentó con una sonrisa amplia la otra.

—Jinx…

—No, en serio, púdrete— contestó la otra poniéndose finalmente de pie— púdrete sola. Estoy fuera.

— ¿Qué?

—Tú y yo… ya no nos necesitamos.

— ¿De qué hablas?

—Ya tienes lo que querías. Un plan elaborado y perfecto para destruir las torretas. Solo debes ir mañana, esperar a que yo aparezca y hacer tu papel de poli bueno… viendo por esa gente y apretando el botón cuando todos estén a salvo para destruir las torretas. La mejor sheriff del mundo.

—Eso no es cierto, tú también tienes el botón de los explosivos y necesitamos idear aun lo de los cazadores.

—Los cuales en realidad nunca te importaron porque son mis problemas.

—Si me importan.

—Te importan lo mismo que yo, una mierda— concluyó de inmediato.

—¡Oh vamos! ¿Lastime tus sentimientos?— comentó sin podérselo creer— ¿Qué es? ¿Te encariñaste conmigo? ¿Te comparas con Vi? ¿Le tienes miedo a la verdad? ¿Qué eres menos?

Estaba cansada también de todo, y que Jinx ahora de la nada, después de tanto, un día antes de que todo ocurriera, actuara tan infantil, la superó de momentos.

Se arrepintió de sus palabras cuando la de Zaun se apuró a tomarla por el cuello y empujarla contra la pared. Esta vez no la dejó, luchando también, golpeándola con su frente y empujándola con fuerza con sus brazos.

Al recuperarse, ambas se miraron molestas. Increíble como le pareciera, Caitlyn tenía las mismas ganas de golpearla ahora, así que ni se molestó en apaciguar su furia cuando la chica volvió a ponerse en su contra, lanzándole dos puñetazos.

— ¡Lo dijiste desde un primer momento!— le espetó mientras seguía tratándole de pegar— ¡Porque trabajabas conmigo! ¡Porque no te importa en nada si soy "yo" la que aparece en una bolsa negra!

—¡Esa era una de las ventajas! ¡Si!

—Mejor yo que uno de tus queridos hombres engañados e idiotas ¿Verdad, sheriff?

Jinx logró golpear cerca de la oreja de Caitlyn, haciendo que la chica retrocediera con una expresión de dolor.

—¡Mejor que muera yo que la imbécil de manotas!

La oficial aprovechó el golpe fuerte que se le venía para esquivar y hacer que Jinx pasara de largo, solo tuvo que levantar rápidamente su rodilla para que esta se hundiera en el estómago de la de Zaun.

—¡¿Qué se supone que diga?!— preguntó mientras aprovechaba como la otra se cubría el estomagó para golpear su nuca y hacer que caiga— ¡¿Qué me muero de ganas de darte más oportunidades de volarme la cabeza?!

Jinx gritó mientras desde el suelo se impulsaba contra el cuerpo de Caitlyn y lograba hacer que la chica retrocediera varios pasos hasta golpear contra su escritorio, perdiendo el equilibrio y apoyando una rodilla en el suelo.

— ¡En la primera oportunidad que tenga hare que un gato gordo juegue con esos raros ojos que tienes!

— ¡Son ojos azules, idiota! ¡No son raros!

— ¡Lo son si solo lo tiene un 8 por ciento de la población! ¡Eso es algo raro! ¡Inusual! ¡Estudia un poco! ¡Agarra un maldito libro!

Esta vez Jinx envistió con fuerza la cara de Caitlyn con su propia frente, haciendo que la chica luchara por mantener su conocimiento mientras la agarraba del cuello. Podía sentir que ahora forcejeaban en el suelo mientras su vista se enfocaba de a poco, justo a tiempo para esquivar un nuevo puñetazo.

— ¿No confías en mí? ¡Bien! ¡Yo tampoco nunca confié en ti!— siguió bramando la de Zaun mientras volvía a levantar su puño para intentar un nuevo golpe.

Esta vez Caitlyn aplicó una llave rápida, haciendo fuerza con sus piernas para pasar a estar arriba, logrando conectar un buen puñetazo en el rostro de Jinx.

La chica rio, mientras Caitlyn volvía a tratar de apartar las manos de esta para volver a conectar otro puñetazo, provocando más risas.

—Ya no pareces tan drogada ¿Eh? Keilin.

Las palabras lograron hacer que detuviera su puño en lo alto, antes de dar el tercer golpe.

—Es decir…— comentó de nuevo lanzando más risas— antes ni siquiera tenías fuerza para librarte de mí… ahora me tienes ¿Cómo se siente?

La respiración de ambas era agitada y la oficial podía ver como la sangre comenzaba a salir de la nariz de la chica que tenía abajo, junto con una herida que le había provocaba en el ojo derecho.

—¡¿Cómo se siente?! ¡¿Ah?! ¡Dime!

—Cállate— ordenó, pero al no obtener la respuesta que quería, Jinx volvió a pelear contra ella, tratando de golpearla, haciendo que Caitlyn nuevamente luchara por tener el control.

— ¡Idiota! ¡Idiota! ¡Eres una idiota!

— ¡Cállate! ¡Cállate!— pidió entre forcejeos.

Alguien llamó a la puerta y ambas se quedaron inmóvil. Caitlyn había logrado agarrar ambas manos de Jinx a los lados de su cabeza contra el suelo, pero era aún difícil mantenerla callada e inmóvil por el resto.

— ¿Mayor? ¿Está todo bien?

Era obvio que por el lio que hicieron cualquiera que llegara a pasar por allí y escuchar, sospecharía de algo.

—¡¿Mayor?!— gritó con apremio la voz.

—¡Estoy bien!— gritó Caitlyn desde su lugar, haciendo que Jinx sonriera de oreja a oreja.

—Mayor… escuchamos varios sonidos… ¿Está todo bien ahí adentro?

—¡Dije que esta todo en orden!

—… entendido.

Ambas se quedaron en el lugar escuchando como los pasos se alejaban.

Caitlyn abrió la boca para decir algo, pero Jinx le escupió la mejilla, manchándola con su sangre y saliva.

Sonrió con maldad sabiendo que la acción le desagradaría pero la oficial solo la miró seriamente mientras la suciedad escurría de su cara.

Dejó pasar varios segundos, analizando la situación, y finalmente, aunque sabía que le saldría caro, soltó las manos de Jinx y se reincorporó un poco.

Como esperaba, la chica automáticamente se sentó y la tomó del cuello para seguir luchando, pero en vez de seguir por ese camino, Caitlyn la tomó de la nuca y la atrajo también, para pegar su frente a la suya, cuidando de no lastimar.

—Ya basta— le pidió, resistiendo el daño que recibía por el agarra— basta, Jinx.

—Tu no me das ordenes— comentó con enojó la otra poniendo más presión.

—Lo siento.

— ¡No!

Las palabras y la mirada que recibía le hicieron perder la cabeza, empujando a Caitlyn con fuerza para golpearla rápidamente con su mano.

Logró pararse y embestir contra el cuerpo de la oficial con cierta facilidad esta vez, cosa que tardó en reconocer por la repentina ira que le invadía.

Ahora era ella la que la tenía en el suelo, sometiéndola a los golpes que mandaba, los cuales Caitlyn parecía simplemente tratar de bloquear y resistir desde su lugar.

Le molestaba no poder tener el rostro de la otra de pleno para golpear, así que forcejeó con la chica para destruir su defensa hasta que finalmente pudo lograr que sus brazos bajaran.

Levantó el puño, llenándose de fuerza para poder destruir el rostro de Caitlyn, cuando sorpresivamente la chica en vez de prepararse para el impactó la miro y apretó la mandíbula.

—Yo sí confió en ti— logró decir con los dientes aun apretados, sabiendo que la golpearían de todas maneras, pero creyendo que con eso dejarían de pelear.

Jinx siguió mirándola con desprecio, aun agitada y con el puño arriba, pero en un estado de pausa en el que Caitlyn podía ver como sus ojos le analizaban el rostro.

La chica lanzó un gritó ahogado cuando volvió a sentir como cargaba su puño con fuerza para golpear fuertemente el lado izquierdo del rostro de Caitlyn, haciendo que la cabeza girara a la derecha con gran velocidad, donde la sangre salió de su boca manchando esa parte el suelo de parqué.

No podía calmarse, sentía que algo estaba terriblemente mal con ella mientras observaba como había logrado explotarle el labio a la sheriff con ese último golpe y, a medida que la sangre salía también de ahí, la tomaba del cuello y la agitaba en su lugar.

Deseaba poder parar pero sentía que si lo hacia las cosas irían peor. Inclusive tenía la extrañeza de querer volver el tiempo atrás y no haber lanzado el último golpe, pero ya era tarde y el daño estaba hecho, así que solo quedaba un camino, y ese era seguir dañándolo todo, hasta que nada quedara. Como sabía hacer muy bien. Como siempre había hecho.

Lo ofuscada que estaba su cabeza se congeló al sentir las manos de Caitlyn sobre las suyas. Sabía que le pediría que se detuviera de nuevo, y como respuesta, antes de que dijera algo, comenzó a negar con su cabeza sin que tuviera ningún control nuevamente sobre su cuerpo.

—Ah… eso dolió— comentó apenas, viendo desde su lugar como Jinx se agarraba la cabeza y seguía negando, con los ojos fuertemente cerrados.

Trató de insistir con lo mismo, sin saber aun si obtendría la misma respuesta o una diferente, se sentó y tomó el rostro de Jinx, pegando su frente a la de ella, evitando así que siguiera moviéndola erráticamente.

—De verdad estoy cansada… muy cansada… nunca me he sentido tan cansada… por favor… deja de luchar contra mi… no puedo seguir así…— confesó sintiendo como le costaba enfocar su mirada— estoy realmente… cansada de luchar contra ti, Jinx… no puedo contra ti y contra ellos… son demasiados… no puedo.

—No puedo… no puedo…— repitió la chica aplastando con sus manos su propia cabeza— no puedo…

—Pero… si no es contra ti, y es solo contra ellos… puedo hacer eso— siguió hablando, notando como con esas palabras la expresión de la otra se ablandaba y dejaba de lastimarse— puedo contra ellos… contra todos ellos, si estás conmigo y no contra mí. Y si estás conmigo… tú también podrás… porque yo estaré ahí… para ti.

Finalmente Caitlyn pudo encontrarse con los ojos de Jinx. Suspiró con gran alivio cuando, al verla, supo que la pelea había terminado, pues ya no había rastro hostil en el rostro en frente suyo, sino una expresión cansada y hasta confundida.

Jinx notó como la otra se quedaba sin fuerzas, y para sostener un poco la posición en la que estaban, puso una de sus manos en la nuca de la sheriff y la atrajo para seguir pegando su frente a la de ella.

—Tu y yo… de verdad— comentó la oficial, que al sonreír notó el dolor en su labio— debemos dejar de arreglar nuestras diferencias así.