Capítulo 4
"La caza"
Mansión Haliwell, San Francisco 9:30 PM
Había pasado mucho tiempo desde la llegada de Cole, la verdad es que las tres hermanas tardaron en recuperarse, pero ahora estaban completamente restauradas y debatiendo un posible viaje.
Las embrujadas y Leo estaban en la sala, Piper y Leo, de pie frente a frente, la discusión había sido olvidada, pues el regreso de Cole era un tema que les afectaba terriblemente.
Paige había decidido llevarse a los niños a la Escuela de Magia, donde los cuidaría el Anciano encargado.
Paige: Bueno, oficialmente da comienzo la reunión de brujas.
Phoebe: Debemos actuar con precaución, estamos hablando del demonio más poderoso al que nos hemos enfrentado.
Piper le dio unas palmadas en la espalda a su hermana, sabía por lo que pasaba. Todas habían vivido en sus carnes la historia con Cole. Un semi-demonio que un día era bueno y otro día se volvía la Fuente de Todo Mal.
Leo: Habló de la Boca del Infierno, eso es lo que intentaba decirte Piper...
Las hermanas miraron extrañadas a su luz blanca, no les sonaba de nada aquella palabra.
Paige: ¿Boca del Infierno? ¿Qué es eso?
Leo: Es la entrada a una dimensión infernal muy distinta a las que hemos visto. Los demonios que la habitan son primitivos y brutales, no se basan en el control de la Tierra sino en la destrucción total.
Piper: Haber. ¿Estamos hablando de otra clase de demonios?
Leo: Así es, y parece que en ese lugar se está concentrando una gran energía demoníaca en ese lugar, nunca antes vista, los Ancianos está preocupados.
Phoebe. ¿Y dónde está ese sitio?
Leo: En Sunnydale, California.
Phoebe empezó a saltar de alegría ante la total sorpresa de sus hermanas, después de todo iba a salvar el mundo y ganar una buena fortuna.
Piper: ¿Te pasa algo Phoebe? - preguntó viendo a se hermana extrañada, haciendo que esta se fuera sentando lentamente -
Paige: Pensé que lo de Cole ya lo había superado. - comentó -
Phoebe: ¡Claro que he superado lo de Cole! - dijo exaltada - Es sólo que tenía que hacer un artículo sobre Sunnydale y ...
Piper: Phoebe, conozco esa mirada.
Phoebe empezó a reír tontamente mientras Leo se mostraba nervioso, no esperaba que sus protegidas tuvieran que ir a ese lugar.
Leo: Eh... Chicas.
Phoebe: ¿Sé, Leo?
Leo: No es necesario que vengan, ya hay varios cazadores de demonios en ese pueblo.
Piper: ¿Cazadores?
Leo: Una cazavampiros, con fuerza y velocidad sobrehumanas, lo necesario para enfrentar cualquier amenaza, Sunnydale no entra en nuestra jurisdicción. - dijo algo nervioso, ante el desconcierto de las hermanas -
Piper: Vale Leo, todo eso es muy interesante pero como has dicho los demonios de ese lugar son primitivos, no creo que esa cazavampiros pueda enfrentarse a Cole, no olvidemos que es inmortal.
Phoebe: Y muy poderoso, Leo le alanzó esos rayos tan guays y apenas le hizo caerse.
Leo: Temo que Cole se ha hecho más poderoso que los Ancianos, incluso más que los titanes.
Piper: ¿Acaso será necesario que nos vuelvan a dar poderes divinos ?
Paige: Espero que no, porque la última vez Piper casi destruye el mundo.
Piper: Fue un instante de depresión vale. - apuntó exaltada -
Leo: Chicas nos es algo que debamos tomar con ligereza. La Boca del Infierno es la entrada a varias prisiones demoníacas que esconden los más horribles demonios.
Piper: ¿Basta? - todo lo que habían reconstruido explotó al instante, haciendo que las hermanas y Leo callasen - Iremos a Sunnydale, y no haya más que hablar.
Leo asintió, todos se fueron a hacer el equipaje para el viaje más intenso de su vida. Leo temía por sus protegidas, pues sabía del terror que allí enfrentarían.
Subsuelo-04, Base de la Liga
El temible Lord zarok se sentó en un trono de oro que había construido en un instante gracias a sus ahora divinos poderes. Frente a él estaban Smith, Drako y Kathy. Pólux se encontraba en una esquina sonriente.
Al lado izquierdo del alquimista estaba su preciado libro abierto en una página que hablaba de los jinetes negros. El temible brujo pasó su mano por las páginas haciendo que una corriente de energía esmeralda se formara entre ellos. Luego lanzó toda esa magia, creando a cuatro guerreros enfundados en armaduras oxidadas.
Zarok: Ellos son los jinetes de la destrucción, invulnerables a la magia y con armaduras duras como el diamante, las embrujadas perecerán ante ellos, tú Pólux debes dirigirlos. - el jinn asintió con desagrado antes de desaparecer, siendo seguido por los demonios -
Las hojas pasaban por una fuerza misteriosa llegando a una página que mostraba unos vampiros pálidos, con alas de murciélago, ojos inyectados en sangre, garras y orejas puntiagudas.
El brujo absorbió la magia de aquella página y la lanzó al pentagrama, de la nada surgieron aquellos extraños vampiros.
Eran dos vampiresas con guadañas y un vampiro al que le faltaba un ojo, siendo sustituido por una piedra preciosa parecida al rubí.
- ¿Qué? ¿Dónde diablos estamos? - preguntaba confundida una de las vampiresas de cabello rojo recogido en una pequeña coleta -
- ¿¡Quién diablos son ustedes? - gritó la otra de pelo corto y oscuro, que le cubría medio rostro -
Las vampiresas se intentaron abalanzar sobre el Alquimista, pero el que parecía ser el jefe, las detuvo con sus fornidos brazos, desplegando sus alas negras como si fuera el mismo diablo.
- ¡Hablad o mis guerreras os despellejaran vivos patanes! - exclamó el jefe de los vampiros -
Zarok: ¿Vosotros sois los vampiros más temibles de entre las dimensiones infernales? - el trío asintió con orgullo - Pues os concedo este mundo lleno de vidas para vuestro alimento a cambio de que me ayudes.
- Te escucho.
Zarok: En esta dimensión existen dos cazavampiros. - los recién llegados se sorprendieron ante semejante sorpresa - Quiero que acabéis con Buffy, antes de que llegue la otra .
- ¿Y cómo la vamos a encontrar? - preguntó el jefe, que empezaba a estar interesado -
Zarok: Tú ataca a un inocente, ella y sus amigos caerán fácilmente.
Los vampiros sonrieron y dieron la vuelta pero Drako se interpuso, dando a entender que él iba con ello, pese a varios gruñidos de parte de la chica de pelo corto, Drako acabó acompañándoles y Smith sonrió con satisfacción.
A Zarok no le pareció mala idea, después de todo, los demonios que estaba invocando eran poderosos y podrían sublevarse, pero mandando a Drako con esos vampiros podría controlar la situación sin tener sorpresas desagradables.
Zarok: Smith, tú te ocuparas del vástago de Sparda, acaba con Dante y tráeme su cabeza.
Una vez más el libro movido por una misteriosa fuerza dejó ver otra página, la cual mostraba a un dragón púrpura de nueve cabezas.
Cementerio, Sunnydale
La noche se había apoderado completamente de la ciudad de los demonios. El demoníaco trío de vampiros se desplazaba a una velocidad increíble pero sigilosa, Drako había preferido ir por su cuenta.
Las dos guerreras caminaban malhumoradas detrás de su jefe, el temible y reconocido ángel de la muerte, llamado así en su mundo en el que era el verdugo de Satán.
Muy cerca de ahí, los scoobies paseaban como era costumbre por su segundo hogar. Xander iba chuleando de que esta ves acabaría con todos los enemigos, Anya tenía un hacha casi tan grande como sus brazos y no le quitaba la vista ni a Giles ni a Willow, quienes estaban muy pensativos con sus ballestas.
Kennedy y Buffy se habían hecho buenas amigas enseguida, se compenetraban perfectamente lo que le hizo a la elegida recordar a Faith.
La nueva cazavampiros tenía en sus manos una espada de plata con empuñadura dora en forma de dragón, mientras que Buffy llevaba el legendario martillo con el que mató a Glory.
Kennedy: Buffy. ¿Puedo preguntarte algo?
Buffy: ¿Sí?
Kennedy: ¿Qué es ese martillo?
Buffy: Te lo digo si me cuentas la historia de la espada. - respondió sonriente -
Kennedy: Mis ancestros eran miembros de la nobleza europea, fueron parte de la Santa Inquisición. Arturo Pendragón, uno de ellos, formó parte de una orden denominada "Caballeros de Aragón" que controlaban el mundo gracias a las cruzadas. Nunca he sabido mucho de ellos, pero el símbolo de la orden era el dragón y esta espada es una de las doce que poseían, se llama excalibur.
Buffy: ¡Qué interesante! - exclamó con risa tonta -
Kennedy: Ahora te toca a ti.
Buffy: Es el martillo de Thor. El primer amor de Anya lo consiguió en la dimensión infernal a la que le envió tras transformarlo en ogro. ¡Ah! Y con esto maté a una diosa!
Kennedy parecía muy sorprendida e interesada, pero no tuvo tiempo de continuar la conversación pues dos locas con guadañas saltaron sobre ellas con guadañas.
Gracias a sus avanzados reflejos, las cazavampiros saltaron hacia atrás, esquivando el ataque.
Buffy: ¿Qué pasa? ¿¡Acaso estáis locas? - exclamó poniéndose en guardia al ver como desplegaban las alas de murciélago -
Kennedy: ¿Qué tipo de demonios sois?
- Soy Kira - dijo la morena -
- Y yo soy Nao - dijo la pelirroja -
- Y yo soy Sergei. Líder de la Orden de Alastor
Giles: ¡La orden de Alastor! ¡Pero si se extendió hace miles de años! - exclamó nada más llegar -
Kira: Así será en vuestro mundo, pero en el nuestro seguimos siendo los verdugos del Gran Satán
Sin hacer tontas preguntas, Giles y Willow descargaron toda su munición sobre las vampiresas, quienes en su intento de esquivarlas se alejaban cada vez más de su señor. Anya se lanzó a por ellas sin vacilar y parecía que controlaba perfectamente la situación con su hacha.
Xander: ¡AHORA! - exclamó abalanzándose sobre el temible Sergei, quien lo esperaba sin inquietarse en lo más mínimo -
Buffy: ¡Xander, NO! - intentó advertir sin resultado -
El valiente joven intentó embestir cual toro, pero el vampiro lo apartó de un manotazo, provocando que chocase contra una lapida y cayese desmayado.
Buffy: ¡Xander!
La cazadora, pese a estar preocupada, no podía ir a ayudar a su amigo, pues Sergei, ya había extendido sus alas y sacado sus negras garras.
Como una fiera salvaje, el líder se lanzó sobre las chicas. Éstas se sorprendieron ante su habilidad y agilidad, más allá de los vampiros que habían enfrentado.
Kennedy y Buffy dejaron una distancia prudencial con el vampiro, observándolo con detención, buscando sus puntos débiles.
Kennedy: ¡Maldición! ¡Es demasiado rápido! - exclamó blandiendo su espada -
Buffy: Probemos otra vez.
La primera en atacar fue Kennedy, quien probó asestarle una estocada, pero con una llave de judo Sergei le quitó la espada y la tiró al suelo.
Buffy: ¡Kennedy!
Buffy se abalanzó decidida, mediante un movimiento digno de mención, la cazadora parecía haberle acertado al vampiro, pero en una fracción de segundo, se dio cuenta de que ni siquiera se había movido, con un movimiento de la espada, rechazó el martillo de los dioses.
Buffy se veía impotente ante el grandullón armado, pero aún así no retrocedía, adoptando una postura ofensiva, esperaba el ataque de su diabólico oponente.
Una lluvia de flechas cayó sobre ellos, Buffy se alegró, pensando que se trataba de Willow y Giles, pero no era así, al ver hacia atrás después de esquivar las flechas, pudo ver a un nuevo enemigo, de piel morena y pelo plateado, con la ballesta de Giles en la mano.
Willow atendía a unos malheridos Xander y Giles, que tenían heridas en la cabeza. La cosa parecía ponerse fea pues Anya había empezado a perder terreno.
Para equilibrar fuerzas, la ex-demonio se colocó al lado de las cazadoras, y las vampiresas al lado de su rey, sin embargo el recién llegado no parecía tener intenciones de luchar.
Sergei: ¿Qué demonios haces Drako? ¡Ven, rápido! - ordenó con furia -
Drako: Yo no obedezco tus órdenes, es tu lucha. Si no vences esta batalla, mi obligación es ejecutarte. - contestó con frialdad -
Sergei: ¡Bah! No necesitó tu ayuda., con esta espada yo... ¡Agh! - de repente, la espada empezó a brillar con intensidad, la luz parecía cegar a los vampiros con alas pero no a Drako, quien miraba todo impasible -
Excalibur regresó a su dueña como si tuviera vida propia, ante la mirada expectante de todos, mientras Sergei gruñía con furia al ver la herida en su mano.
Sergei: GRRRRRRRRRR ¡Pagarás por esto!
El cuerpo del vampiro empezó a crecer, sus venas se hinchaban y sus colmillos crecían, tras unos segundos, Sergei podía cubrir a las cazadoras y a Anya con su sombra.
Kennedy: Buffy déjame éste a mí.
Buffy: ¿Estás segura?
Kennedy: Sí, excalibur me llevará a la victoria. - dijo balanceando su espada con mirada segura -
Buffy y Anya miraron a las vampiresas y se intercambiaron miradas cómplices, tiraron sus armas, al igual que Kira y Nao, dando a entender que iban a luchar a mano limpia.
Kennedy: ¿Y bien, Sergei? ¿Qué piensas hacer frente a la legendaria espada excalibur, la más sólida del mundo? - preguntó sarcástica -
Sergei: Idiota, debías haberte quedado en el suelo, no tendrías que sufrir. - dijo con su voz ahora oscura, tanto como su aspecto -
Kennedy: No soy mujer que se rinde fácilmente.
Sergei: Estúpida, vas a comprobar el temible poder del ángel de la muerte.
Kennedy: Te aseguro que te pareces a muchas cosas, pero no tienes nada de ángel.
Con furia asesina, el demonio lanzó un fuerte puñetazo que Kennedy esquivó con mucha dificultad, pero que destrozó el asfalto por completo. La cazadora mostró preocupación mientras que Sergei sonreía.
Sergei. Ja, ja, ja, ja. ¿Lo ves? ¡Pues ahora toma esto!
A una velocidad sorprendente, teniendo en cuenta su tamaño, el demonio comenzó a soltar puñetazos a diestra y siniestra, que Kennedy esquivaba con muchísima dificultad. En un momento dado, perdió el equilibrio y el demonio de un manotazo la lanzó al suelo. Sin embargo, gracias a una voltereta ni siquiera cayó, sino que se impulsó contra él para patearlo, pero el vampiro le agarró la pierna y empezó a girar sobre sí mismo varias veces para luego lanzarla varios metros al suelo.
Con mucha dificultad, la joven cazadora se levantó, su cara estaba totalmente golpeada, sangraba por la boca y la nariz, y había vomitado a causa del mareo.
El sádico vampiro se acercaba sin prisa hacia la chica mientras se relamía los labios, sus garras parecían brillar a la luz de la luna como sus afilados colmillos.
Mientras tanto, cerca de ahí, Nao ya había caído frente a los embaste del dúo de luchadoras, pero Kira ya les estaba dando mucha guerra, demostrando su habilidad de guerrera.
Por muchos intentos de los contrincantes de herirse, tanto Kira como Anya y Buffy, se protegían de los golpes, sin tener tiempo a contraatacar.
De la nada, una lápida muy gruesa golpeó fuertemente a kira, la cazadora y su amiga se quedaron atónitas.
- ¡Súper Xander al rescate! - exclamó entusiasmado -
Buffy: ¡Xander! Eso quiere decir...
Giles: Sí Buffy, Willow y yo también hemos despertado, ve con Anya a ayudar a Kennedy, nosotros impediremos que estas dos salgan.
La cazadora asintió antes de ir corriendo a ayudar a su compañera de armas que se encontraba en grandes problemas, pues sergei la tenía sujeta de una pierna y la estaba golpeando salvajemente.
De pronto, Kennedy reaccionó y le clavó la espada excalibur en pleno estómago, que provocó que éste la soltase pues su estómago ardía por el contacto con el arma bendita.
Sin más, Kennedy conectó una senda de golpes al demonio, haciendo que gimiera de dolor, para su desgracia, Anya y Buffy ya habían llegado y le estaban destrozando la espalda a golpes. No había más remedio, debía mutar.
Sergei: ¡Sois demasiado fuertes lo admito! ¡Pero he de deciros que sólo habéis condenado a todos los habitantes de esta asquerosa ciudad! ¡He decidido dejar de ser un ser racional! ¡Para convertirme en una bestia capaz de aplastaros! ¡Despediros de éste mundo!
Los scoobies se quedaron atónitos contemplando el macabro espectáculo. Las alas se habían vuelto doradas, su cuerpo se deformaba hasta llegar a tener joroba, el color de su piel parecía haberse bañado en sangre, sus pies y manos se volvían las de una bestia al igual que su rostro, que se alargaba hacia delante como el de una lagartija, sus colmillos y cuernos de plata negra se agrandaban tres veces más y sus ojos habían adquirido un brillo de completa ira.
Anya: ¡Corramos! - exclamó, pero nadie podía moverse como si un maleficio les obligara a luchar -
De un manotazo, Anya lanzó a Anya tan lejos que se perdía de su vista, Xander y Giles corrieron a buscarla.
Las cazadoras recibieron sus armas gracias a Willow, quien se había acercado a ellas, pero algo sorprendente sucedió, la bestia simplemente los embistió y se fue corriendo ante la mirada atónita de los tres.
Dimensión Infernal desconocida
En medio de una plaza circular de piedra en la que había dibujado un pentagrama, el demonio más poderoso del Infierno Superior, yacía agotado. Se trataba de Cole, quien tras el ataque de Leo, había vagado por el espacio-tiempo por un tiempo indefinido.
Frente a él habían dos seres, uno de ellos no se podía distinguir de que sexo era. Parecía un ser bastante frágil, bastante delgado y vestido de negro, su pelo era de color negro castaño corto, sus ojos tenían un brillo rojizo, y era de tez muy pálido.
El otro ser vestía también de negro, pero de una forma más especial y sorprendente. Llevaba traje de etiqueta, su pelo negro estaba engominado, tapándole medio rostro por la derecha, su rostro era bastante humano al igual que sus gestos.
Cole: ¿Quién sois? ¿Qué hago aquí? - preguntaba irritado mientras se levantaba -
- ¡Oh, mi nombre no importa! - exclamó el pálido - pero los humanos me llaman Homunculus.
- Y yo soy Samael, príncipe de los infiernos.
Cole. ¿Así que Samael, eh? Decidme que hago aquí... ¿O si no?
Homunculus: ¿O si o qué demonio? Estás dentro de un pentagrama creado por el mismísimo Lucifer. ¿Acaso crees que vas a salir?
Cole: Claro que puedo. - murmuró -
El poderoso demonio lanzó unos relámpagos hacia los demonios pero el famoso pentagrama había formado un escudo que no dejaba salir ni entrar a nada ni a nadie, de modo que los rayos volvieron a él lanzándolo contra el escudo y estampándolo contra el suelo.
Mientras Cole se levantaba irritado, Homunculus y Samael negaban con la cabeza.
Samael: Debes escucharnos, luego te sacaremos. - un gesto de irritación de Cole fue suficiente para convencer al príncipe de que escucharía - Sabemos de la liga de las sombras, y del libro que poseen, nuestro señor requiere que le sea devuelto cuanto antes...
Cole: ¡No seas estúpido! ¿Crees que daremos un libro tan poderoso a otro demonio Si mi intención hubiera sido traicionar a la liga me habría quedado yo el libro.
Samael: Je, no me dejas terminar, queremos que le entregues el libro a la futura reencarnación de Alastor , aquel al que llamas Smith - la sorpresa de Cole no podría haber sido mayor -
Devil May Cry, Los Ángeles
En el interior de la guarida de Dante, hijo del legendario Sparda, se discutía un posible negocio.
La "tienda" estaba decorada por armas y trozos de demonios en forma de trofeos. El dueño, Dante,. Vestía de nuevo su gabardina roja y se encontraba en su postura favorita, con la silla hacia atrás y los pies sobre la mesa.
Frente a él había un maletín repleto de dólares, el demonio podía contar hasta 100 millones. Y era sostenido por un sonriente joven abogado de 30 años, bastante bien vestido.
A Dante le interesaba bastante el negocio, se cernía perfectamente a sus ideales y tras lo de Mundus, no había podido casi mantener el negocio.
La cosa era bastante sencilla, debía destruir un libro legendario repleto de hechizos apocalípticos que acabaría por destruir el mundo por completo. Para ellos debía enfrentarse a un poderoso grupo de demonios de alto rango, además de armas biológicas.
Dante: Se ve interesante tu propuesta pero... ¿Cuál es la pega?
- Un vampiro desalmado llamado Ángelus, su amante Buffy y su séquito de brujos. - dijo con absoluta frialdad -
Dante conocía muy bien la historia de Ángelus, quien desapareció de Europa hace tiempo, y sabía que si tenía una amante, ésta debía ser no solo hermosa sino también malvada.
Dante: ¿Ellos son de la Liga de las Sombras?
- No, pero también son enemigos. Entonces. ¿Aceptas? -
Dante: Así es, acepto.
-----------------------------------------------------------
Notas del Autor:
En embrujadas, para derrotar a los titanes, los Ancianos les dieron a mortales griegos (sí, Hades, Zeus, Hera...) poderes divinos. Los mismo pasó cuando al final de la quinta las brujas se enfrentaron a Cronos y Japeto (¿o era Hiperión?). Phoebe pasó a ser la diosa Afrodita (que no hizo nada), Paige fue Eris, Enio o Ares no sé pero era la diosa de la guerra con un tridente, y Piper fue Gea o Deméter, con la capacidad de destruir la Tierra (casi lo hace cuando Leo se convirtió en un Anciano)
Toda esa historia es una unión de la película "La Leyenda del Zorro" con las leyendas artúricas. Las doce armas de los caballeros de Aragón corresponden a las de FFIV.
Alastor no es solamente la espada de dante, de hecho en la mitología judeo-cristiana Alastor no tiene nada que ver con el rayo. Era el verdugo del demonio.
La cosa se ha puesto interesante je, je, je, je, je. Otra vez no salió Ángel, pero a partir de ahora alargaré los capítulos para que todos salgan, y es que esperaba que éste fuera largo, bueno. En el próximo capítulo habrá mucha más acción, las embrujadas llegaran a la Boca del Infierno y mucho más. Críticas, quejas, comentarios a: lordomegawanadoo.es
-----------------------------------------------------------
