Capítulo 6

"Jack, El Don 2ª Parte"

Carretera Sunnydale-Los Ángeles 11:40 PM

El caza de combate, custodiado por los aviones de transporte sobrevolada la carretera que juntaba la metrópolis de LA con el pueblo de Sunnydale, en su interior, Smith contemplaba sorprendido al recién aparecido Cole.

Cole: ¿Dónde estoy? ¿Adónde me enviaron? - preguntaba nervioso, como paranoico -

El abogado demoníaco, observó a su alrededor: Supo enseguida que se encontraba en algún tipo de caza sofisticado, había dos personas, un veterano que pilotaba, el otro era Smith.

El avión estaba prácticamente vacío, sólo estaba equipado con lo necesario, y un rifle de tranquilizantes apoyado al asiento del co-piloto.

Smith: Tranquilízate Cole, estás uno de nuestros cazas. ¿Cómo demonios has venido? ¿Para qué' - le preguntaba intrigado -

Cole: No sé. ¿Por qué diablos me enviaron a este avión? ¿Por qué? ¿¡Qué quieren de mí? - gritó aún en su estado de paranoia -

Smith observaba todo extrañado, la actitud de Cole no era normal, miraba a todos lados como un loco, estaba maltrecho y con la ropa quemada, era algo realmente preocupante.

Cole: ¿Qué hacemos en un caza de combate? - preguntó al fin Cole, ahora más tranquilo -

Smith: Vamos a enfrentarnos contra el hijo de Sparda.

Cole: ¿Sparda? No sabía que tuviera un hijo, no se habla mucho de él, en el Infierno se respira siempre un aire de odio hacia ese demonio.

Smith: Veo que estás más tranquilo. ¿Qué te pasó?

Cole: Luego te contaré, no es el momento.

Smith: De acuerdo Cole. Desde luego, puede que tenerte aquí sea bueno después de todo, necesitaré toda la ayuda posible, no quiero que esta operación falle.

Cole: ¿Qué quieres que haga? - preguntó recuperando la compostura definitivamente -

Smith: Toma. - dijo entregándole la nota en la que estaba escrito el conjuro que le había dejado Zarok - Quiero que hagas este conjuro en el caso de que mis métodos fallen, quiero probar algo.

Cole: ¿Qué? ¿No decías que no querías que la operación fallara? Si el Jefe te dio este conjuro, que es lo que supongo, es porque lo necesitas.

Smith: El "Jefe" aún está obsesionado con el antiguo poder de la magia, un poder arcano que servía en aquellos tiempos, pero en mi anterior trabajo, supe que lo que verdaderamente es poderoso es la ciencia, te puedo asegurar que los BOW que he traído harán trizas a ese demonio.

Cole: No conocía ese interés tuyo por enfrentar a la ciencia contra la magia, pensé que eras brujo también.

Smith: Sólo soy un interesado en descubrir su historia, estudio a los demonios para conocer sus puntos débiles, es algo que aprendí de mi padre.

Cole: Tengo una pregunta que hacerte Smith. ¿Cuánto tiempo llevas aquí, trabajando para la Liga? - preguntó intrigado -

Smith: Vine aquí con todos mis científicos hace 5 años. - contestó sin vacilar -

Cole: Pero, según me dijiste, tienes 40 años. ¿Para quién trabajabas antes? ¿Cómo es que eres tan temido en el Submundo de esta maldita ciudad?

Smith: Trabajé durante 15 años... para Umbrella.

"Umbrella" aquella palabra hizo que Cole pensara, los demonios que él conocía eran bastante inteligentes, usando grandes corporaciones para lograr sus propósitos, pero había algunas que no sucumbían a sus amenazas, y una de ellas era esa.

Pero los pensamientos de Cole fueron interrumpidos por JJ, el militar no se había desconcentrado de su labor y había seguido pilotando, alejado de lo que ocurría a su alrededor, pero ahora había dejado ese silencio, la acción estaba apunto.

JJ: Sr. Smith, he localizado al objetivo.

El doctor sonrió, era el momento de comenzar su experimento, todo estaba saliendo a pedir de boca, no sería interrumpido pues estaban a varios kilómetros de la ciudad. Cole adoptó de repente una actitud más interesada en lo que pensaba hacer Smith.

Smith: Dispare en cuanto se le pongo a tiro JJ, y ordene la inmediata liberación del Tyrant-314.

Bajo ellos, Dante atravesaba a toda velocidad la carretera, el extraño tipo le había detallado más sobre su misión, la verdad es que aquel trabajo le interesaba bastante, y el dinero era un gran extra.

El hijo de Sparda prefería las motos antes que los coches, pues eran más manejables según su opinión, su gabardina y su pelo ondeaban al viento a causa de la gran velocidad a la que conducía, por suerte ahí no había nadie.

El Sr. X, cómo hacía llamarse su "benefactor" , le había puesto un transmisor para que pudieran hablar discretamente, sin que el enemigo se percatara de información secreta, dante había pensado en aquel momento que se sentía agente secreto como en una película.

A causa de el ensimismamiento de Dante, éste no se pudo ver a tiempo el caza de combate que se puso enfrente a una altura realmente peligros para luego disparar con las ametralladoras que tenía bajo las alas. La descarga levantó el polvo de la zona y consiguió acertar a la moto de Dante, que en segundos explotó, el semidemonio salió de su vehículo de forma brusca y dio vueltas de campana, rodando por la carretera.

Dante: ¡Maldición!... ¡La moto era nueva!- exclamó levantándose -

Inmediatamente se levantó, viendo al atacante, una especie de caza del Ejército bastante moderno, además, se dio cuenta de que habían dos aviones de transporte más antiguos a su lado, de uno de ellos cayó una especie de cilindro.

Smith: ¡Veamos que puede hacer el hijo de Sparda contra un arma biológica de éste calibre! - gritó desde el avión, con la intención de que Dante lo oyera -

Dante: ¿Un arma biológica? Esto no estaba en el contrato. - murmuró -

Pero no había tiempo de vacilaciones, Dante corrió a gran velocidad desenfundando Ebony & Ebory, sus armas de la suerte que él mismo había creado, capaces de eliminar a cualquier demonio, y disparó una ráfaga contra el caza, que lo esquivó con relativa facilidad.

Dante: "¡Mierda!" - gritó para sí -

El hijo de Sparda se disponía a seguir disparando pero entonces se dio cuenta que la cápsula que había caído de uno de las naves de transporte se abría lentamente y a una velocidad impresionante un brazo con unas garras extremadamente largas, se alargó y estuvo apunto de golpearle, pero Dante la esquivó por los pelos, sin embargo la garras se clavaron en la carretera, dándole un punto de apoyo para que la criatura pudiese saltar y aterrizar frente a dante, quien ya estaba preparado de pie, apuntando con sus dos pistolas al horrible monstruo.

Ningún demonio que Dante conocía se parecía a lo que tenía enfrente. Su cuerpo era de un tono grisáceo, bastante alto y de complexión fuerte, lo más notorio de él era que su corazón estaba fuera, a la vista, pero Dante estaba acostumbrado a las escenas más horribles que se podían observar, además de que sus brazos acababan en unas garras terriblemente largas y un campo electromagnético que lo rodeaba, de su cuerpo salían chispas bastante potentes, así que dante tomó distancia.

La criatura tomó posición de combate y se lanzó a velocidad supersónica le dio una estocada que casi le da al cazador, quien saltó hacia arriba lo más que pudo, en el momento en que tenía que caer desenfundó su espada Alastor, gracias a la velocidad con la que caía, la fuerza de la espada cortó de cuajo el brazo con el que el monstruo se defendió, el grito de éste fue atronador hasta casi destrozar los tímpanos de Dante.

Dante: Bien, bicho feo, ahora sabes lo que les pasa a los que se enfrentan a mí. - dijo irónico pero aquella alegría desapareció al ver como su brazo se reconstruía a partir de unos misterioso tentáculos - ¿¡Pero no le había hecho daño?

Del cuerpo de la criatura, surgió un campo eléctrico que empujó a Dante, luego se lanzó y de forma bestial le atacó con sus dos brazos a gran velocidad, el semidemonio trataba de esquivarlas y bloquear con su espada los zarpazos del monstruo, pero éste aumentaba más y más la velocidad, hasta el momento en que Dante se cansó, y dio un tremendo salto, pero el monstruo lo pilló desprevenido y le clavó el brazo estirado, las garras habían atravesado su piel, haciendo que chorros de sangre bañasen a la criatura, que retorcía sus garras en las entrañas de Dante, haciendo que a éste le costara más y más salir.

Mientras que Cole se sorprendía de la habilidad del Tyrant, Smith sólo se regocijaba ante su criatura, producto de la sinterización de el Virus T-verónica y el Virus G.

Pero el Tyrant no se quedó esperando a dejar que dante muriera de forma tan placentera, echó ligeramente hacia atrás el brazo que le quedaba libre, y y golpeó con fuerza a Dante que ya estaba atravesado por sus dos garras, la electricidad que recorría su cuerpo llegó al semidemonio, produciéndole quemaduras en todo el cuerpo, al mismo tiempo que se le abrían profundas heridas de las que no paraban de salir sangre.

Sin embargo Dante no estaba dispuesto a darse por vencido, pese a que la vista se le había nublado, aún sabía donde estaba su enemigo que lo agarraba, y además, tenía su rostro a la vista, y esa era una debilidad que el hijo de Sparda no estaba dispuesto a desaprovechar, las heridas le habían obligado a dejar caer su espada Alastor, pero aún tenía sus armas de fuego, en un movimiento impresionantemente rápido, desenfundó la escopeta que ocultaba su gabardina y disparó contra los ojos del Tyrant cegándolo, y éste, como acto reflejo, lo lanzó a varios metros.

Dante escupió sangre y se levantó con dificultad, gracias a que su ropa estaba desgarrada, los del caza pudieron contemplar como cicatrizaban sus heridas a gran velocidad.

Dante: Je. ¿Ves? Eso es lo que le pasa a los que se meten conmigo, pero creo que te he arreglado la cara., estoy seguro que me lo agradecerás. - le dijo sarcástico a la bestia, que no había cambiado su actitud y seguía dispuesto a golpearle - Así que quieres más. ¿Eh? Bien, si no puedes recapacitar usando la cabeza, temo que tendré que romperte el corazón. - continuo, manteniendo su tono sarcástico -

Smith: "Da igual cuanto lo golpees, las plagas lo hacen invencible, siempre cicatrizarán sus heridas y se volverá mucho más terrible... Estás acabado demonio" - pensó, observando la escena con tranquilidad"

El Tyrant arremetió contra Dante que no tuvo tiempo a disparar, esquivó el zarpazo y se lanzó a recoger la espada, mediante una maniobra, se colocó en posición de lucha, el monstruo se puso enfrente a punto de desgarrar al semidemonio, pero éste fue más listo y cortó con su espada la cabeza del monstruo.

Pero Dante desconfiaba, desenfundó Ebony & Ebory y descargó ráfagas de balas cobre el corazón del Tyrant, quien no se inmutaba pese a echar más sangre que él mismo, mientras su cabeza se regeneraba ante el asombro de Dante.

Dante: ¡Diablos! ¡Este bicho es invencible! - gritó hastiado -

Soltó su espada al suelo, y enfundó Ebony & Ebory, introdujo su mano en la gabardina roja, sacando un Bazooka, en su mente se formó el rostro de su antigua propietaria, pero no había tiempo para nostálgicos, apuntó al monstruo, que caminaba bastante furioso con las garras en alto, sin saber de su fatal destino, del bazooka surgió un misil que destrozó por completo el cuerpo del Tyrant, ante el desconcierto y desilusión de Smith.

Dante: Uff, al fin, un poco bestia, pero el trabajo está hecho. Sólo falta... - decía viendo el caza que ya se retiraba - ¡Mierda! ¡Cobardes! Bueno... A ver si de una vez me dejan llegar a Sunnydale.

En el interior del caza un decepcionado Smith observaba el paisaje, Cole posaba su mano en el hombreo intentando animarle, mientras JJ pilotaba sin inmutarse.

Cole: Tío, tenía un Bazooka, nadie resiste eso.

Smith: Sí, estoy seguro que Némesis lo resistirá, pero esperemos a ver, si los vampiros que protegen la frontera pueden ocuparse de él, no quiero arriesgar otro BOW en vano, menos de ese costo.

El caza atravesó la carretera a gran velocidad mientras dante lo veía con coraje, observando su moto calcinada, pero sonrió al ver dos espadas de colores azul y rojo respectivamente, con una especie de cabeza en el mango de ambas.

- Vaya pelea... - dijo la cabeza roja -

- Sí, una pelea espectacular... - añadió el azul -

- Pero que tipo de demonio será... -

- Ese tipo...

Dante suspiró y curio los manteniéndolos boca a bajo mirando las cabezas sonriente.

Dante: Cómo he de deciros... ¡Qué calladitos estáis mejor! - gritó más de broma que enfadado, siendo precedido por los aullidos de "dolor" de las cabezas -

Aeropuerto Internacional de Sunnydale

Las embrujadas llegaban al fin al pequeño pueblo de Sunnydale, y se extrañaron al ver que el aeropuerto estaba vacío por completo, pronto les dijo una azafata que la razón era el miedo a las tormentas que se avecinaban sobre la zona, las jóvenes suspiraron de alivio pues en el fondo habían tenido un viaje tranquilo, los que vinieron con ellos tenían pinta extraña, la mayoría eran serios y vestidos de negros, él que más destacaba era un tipo de unos cuarenta años que siempre sonreía, iba vestido de etiqueta, todas aquellas misteriosas personas llevaban un maletín, pero el del "risitas", era más moderno.

Leo precedió a su esposa, que fue la última en salir, la joven estaba refunfuñando mientras el pobre de Leo traía todo el equipaje, con rostro desvalido que Phoebe, que fue la que más equipaje trajo por su reportaje, no parecía haber visto.

Phoebe: Es increíble la suerte que tuvimos de que no nos cogiera la tormenta.

Paige: Quizás Buda esté de buen humor... O Jesucristo, o los Ancianos... ¡Diablos! ¡Sabiendo tanto del mundo mágico y no sé en quien creer! - exclamaba hastiada -

Piper: ¡Y es que los Ancianos son unos insensibles y... ¡ - gritaba sin escuchar lo que decían sus hermanas -

Leo: Podría alguien... - trataba de hacerse notar, entre tanto murmullo de su mujer y sus cuñadas -

Paige: Quienes serán esos tipos que aún no se han marchado.

Phoebe: Sí, parecen mafiosos.

Paige: No creo, puede que sólo sean demonios que quieren matarnos o algo así. - reflexionó con ironía -

Al ver que sus protegidas hablaban sin hacer caso a lo que pasaba a su alrededor, el Anciano suspiró, sabedor de que simplemente tenía que resignarse a llevar él solo el equipaje.

Sin embargo, Piper comenzaba a hacerle caso a sus hermanos, pues los que vinieron con ellos no paraban de observarles, rodeando de forma sutil al grupo de brujas.

Piper: Leo. ¿Conoces a esos tipos? ¿Son demonios? - preguntaba por lo bajo -

Leo: Ya era hora de que me hicieras caso. - contestó serio - No conozco a esos tipos, pero te puedo asegurar que no son demonios.

Phoebe: Pues yo he sido universitaria y sé bien como miran los pervertidos. - puntualizó, adoptando una posición ofensiva observando al "jefe" de aquellos tipos -

Piper: No creo que sea un simple pervertido, puede que sea un brujo.

Leo: Sí, puede que sea miembro de la Liega de las Sombras.

- Así que sabéis de la Liga... - dijo de pronto el jefe, rodeado por cuatro de sus compañeros, las jóvenes estaban algo incómodas de que aquel tipo hubiera escuchado su conversación - No me andaré con chiquitas, sé que sois las Embrujadas.

Paige: "O, maldición." - pensó para sí, mordiéndose el labio -

Piper: ¿Y quien eres tú que sabes de nosotras? - preguntó retando con la mirada al tipo -

Phoebe: Estoy segura de que al menos tú, eres un brujo.

Leo iba a decir algo pero el equipaje lo empezaba a cansar, además de que ocho de los viajeros lo habían rodeado, una oscura magia que parecía superior a cualquiera que él conocía, estaba recorriendo su espíritu por obra del jefe de aquellos tipo.

- Soy Ethan Rayne, mano derecha de Smith, comandante de la Liga de las Sombras. - se presentó -

Aquella fría y oscura fuerza empezaba a destrozar los espíritus de las brujas, quienes se habían quedado paralíticas, pero Leo sufría aún más que sus protegidas, como si aquella fuerza fuese venenosa para los seres celestiales como él, aquellas sospechas se acrecentaron al ver que Paige también estaba sufriendo.

Ethan: Tranquilas chicas, no podéis enfrentar a las fuerzas del caos, os mantendrán quietos mientras yo me voy a hablar con mis superiores, no tengo tiempo para confrontarles, de eso se ocuparán ciertos amigos. - tras esas palabras llenas de sarcasmo, los tipos salieron del aeropuertos con toda tranquilidad -

Nada más esos tipos se hubieron ido, el caos dejó de doblegar los espíritus del as bruja, quienes cayeron dolidas de rodillas, Leo se sentía débil pero trataba de mantenerse firme pues sentía ciertas presencias malignas.

Pronto las paredes empezaron a parecer hechas de algún líquido pues en ellas se formaban hondas, cuatro jinetes vestidos con armaduras medievales que los cubrían por completo y montados en unicornios negros salieron cada uno por un lado del aeropuerto, estaba claro que su objetivo era acorralarlas.

Piper. No, no, no, demonios. ¡Leo, tenemos que orbitar! - gritaba nerviosa -

Leo: ¡No puedo!

Phoebe: ¿Cómo que no puedes? Tienes que poder.

Paige: No chicas, yo tampoco puedo orbitar. Está claro que el conjuro del tal Ethan rayne era para que no orbitemos.

Los jinetes se concentraron rápidamente alrededor de las brujas, uno de ellos dio un corte horizontal pero las chicas lo esquivaron por los pelos, y con la misma suerte escaparon del asedio pero aún los tenían cerca, uno de ellos trato con una estocada, pero Phoebe, en un alarde de su habilidad como luchadora, saltó yu se posó encima del filo de la espada, luego dio una fuerte pata da voladora que derribó al jinete, de aquel modo acabó montada en el unicornio que trataba de tirarla a toda costa, pero el animal sólo conseguía que la embrujada, en su afán de controlarle, golpeara a los demás jinetes que cayeron de sus caballos, una vez todos estuvieron de pie en el suelo, los caballos desaparecieron como si nada, cayendo la mediana de las hermanas de forma no muy elegante.

Phoebe: ¡Ay! ¡Dios! ¿Por qué habrá tenido que hacer eso? ¿Qué le he hecho yo?

Pero no había tiempo para hablar, un jinete estuvo a punto de cortarle la cabeza pero se salvó con una voltereta que fue precedida por una patada baja que tiró nuevamente a l guerrero al suelo.

Mientras que Paige trataba de hacer lo que podía cn su contrincante, ahora que no tenía el poder de orbitar no le quedaba más que huir por todo el aeropuerto sin descanso, viendo como el jinete destrozaba todo con la espada en su intento por matarla.

El asunto de Piper y Leo era distinto, prefirieron luchar juntos contra los dos restantes que estaban aún buscando una estrategia efectiva.

Leo: Piper, ¡paralízales!. - pidió preocupado -

Piper: ¡Eso intento! - gritó hastiada mientras trataba de paralizar a los guerreros que se acercaban peligrosamente -

Leo: Déjalo, yo me ocupo.

El Anciano golpeó con una descarga al jinete de la derecha estampándole brutalmente contra la pantalla que reflejaba los horarios de vuelo. Tras varias convulsiones el soldado cayó al suelo, muerto.

Piper: ¡Leo!

Leo: Lo siento cariño, no volverá a pasar...

Piper: No Leo. ¡Quiero que vuelva a pasar con el que está a punto de matarnos1

Pese a que el aviso de Piper devolvió a Leo a la realidad a su esposo, éste último no pudo evitar que el jinete cortará su pecho, aquella herida era bastante profunda e hizo que Leo cayese de espalda, la embrujada, dirigida por su amor de esposa y su ira contenida, golpeó con fuerza al soldado en la cabeza y luego le metió un combo de patadas en el estómago, precedida por otro puñetazo en la cabeza, y terminó con un hechizo que no le afectó, pero a causa de los golpes cayó semiinconsciente.

La mayor de las embrujadas se dirigió inmediatamente con su marido, cuya herida y se curaba, ventajas de ser un ángel.

Piper: Veo que me preocupé demasiado. - comentó con una sonrisa cálida que no era normal ver en ella -

Leo. Me gusta que te preocupes tanto por mí. - le dijo besándola -

Y mientras aquellos dos celebraban su victoria, Phoebe y Paige habían acabado acorraladas. Pues la mediana de las hermanas pudo vencer a su adversario con sus técnicas marciales, y los ligeros cortes que tenía por todo el cuerpo eran prueba de que no fue fácil, pero aún quedaba el otro, quien era el más diestro.

Una vez más, el guerrero se abalanzó sobre las chicas, queriendo golpearlas con una estocada, pero Phoebe pudo arrebatarle la espada y lanzarla lejos, entonces todo quedó en un intercambio de golpes y contragolpes que parecía no tener fin, sin embargo un milagro pareció ser la salvación.

El caos que recorría el cuerpo de Paige fue suprimido por su lado celestial, y pudo ayudar a Phoebe quien ya empezaba a perder ventaja, el caballero agarró y levantó a la embrujada quien pateaba sin descanso la armadura del demonio, pero cuanto más apretaba el cuello a la bruja, sus fuerzas la abandonaban, estaba a punto de desvanecerse.

En aquellos momentos de alta tensión, era realmente difícil actuar correctamente, pero paige lo consiguió, usando su poder orbitó telepáticamente la espada alejada del demonio para que atravesara su costado y soltara a Phoebe, sin embargo el caballero desapareció en una explosión de sombras ante las miradas acostumbradas de las brujas, que ya habían visto eso varias veces.

Pero la batalla estaba lejos de haber terminado, las hermanos se abrazaban extasiadas del combate, Leo lo observaba todo contento, sin percatarse que los demás jinetes, incluso el que "murió" a manos de Leo, se levantaban y se agrupaban para enfrentarlas, la embrujadas los encararon pero no tuvieron tiempo de hacer nada.

Un tipo de gran estatura, calvo y moreno, cubierto por un grueso abrigo que más parecía un traje antibomba, y que llevaba gafas a lo matriz saltó, aparentemente desde el piso superior donde estaban las tiendas del aeropuerto. El tipo iba equipado con dos escopetas recortadas con las que apuntó de inmediato a los caballeros, que no paraban su camino. Los fuertes disparos los empujaron hacia atrás, llegando a crear sorprendentemente agujeros en las armaduras de dos de los jinetes que ya habían caído de rodillas, aparentemente muertos, pero el misterioso hombre, que parecía saber de aquellos seres, enfundó las dos escopetas y extendió ambas manos con las palmas abiertas hacia sus rivales, tras murmurar una oración en latín, las armaduras se quedaron quietas y, tras unos segundos, cayeron desperdigadas por el suelo como si nada hubiera habido en su interior.

Centro Comercial Hive, Sunnydale

Wesley recorría junto a Cordelia las calles de Sunnydale, más por aburrimiento que por ganas de trabajar, desde luego las palabras de Ángel fueron suficientes para convencerles de que no debían acompañarles, pero la verdad es que era aburrido quedarse.

La joven Cordelia observaba el más nuevo centro comercial de Sunnydale, le recordaba sin duda alguna, a su vida anterior, dedicada a las compras y la vida frívola de la moda en el instituto, pero lamentablemente ella ya no podía aspirar a recuperar esa vida, pese a que trataba de aparentar tener esperanzas, estaba segura de que nunca lograría ser actriz.

Los jóvenes, absortos en sus pensamientos, no se percataron de que una criatura rondaba los alrededores, las oscuridad lo cubría y no se podía contemplar de aquel ser más que su silueta, pero pronto las farolas lo iluminaron al tiempo que la criatura emitía gemidos que alertaron a ambos investigadores, Wesley y Cordelia se voltearon muy lentamente y con precaución, bastante asustados.

Y no era para menos, la criatura debía medir más o menos 2 m, que era el doble de lo que medían sus amenazantes garras manchadas de sangre, su piel tenía las escamas de cualquier reptil, pero su figura se parecía más a la de un gorila, pero lo más notorio de aquella criatura eran sus tres cabezas, la central era de una rana azul, la de la izquierda tenía pinta de camaleón y la de la derecha se parecía a un dragón.

La reacción de ambos chicos fue la de correr despavoridos, no estaban armados como para enfrentar a un bicho así, que ni siquiera podían calificar de demonio, pero por mucho que corrían la criatura les pisaba los talones, al correr sin ningún objetivo acabaron en uno de los tantos callejones sin salida de Sunnydale.

Cordelia: Soy muy joven para morir. ¡Aún no he sido actriz! - gritó pegándose a la pared como tratando de atravesarla -

Wesley: Tranquila Cordelia, si vamos a morir, moriremos luchando.

Cordelia: ¡Pues ve tú a por él!

Wesley: Mejor ve tú.

Y siguieron discutiendo quien debería enfrentar al monstruo que se abalanzaba a por ellos de forma amenazante, levantando sus garras, saltó como todo un cazador a por ellos, pero por lo que los investigadores llamaron milagro, una espada que pareció caer desde la azotea de alguno de los edificios que les rodeaban, atravesó la cabeza de rana de la criatura, las otras cabezas emitieron un gemido de dolor que les dio dolores de cabeza a Wesley y Cordelia.

Kennedy cayó con elegancia sobre la bestia y le arrancó la espada de cuajo, esquivó los ataques de las garras de la criatura y dio varias volteretas hacia atrás, al final acabó cogiendo impulso en una de las paredes para atacar al monstruo, a quien partió en dos con su majestuosa espada.

Los chicos estaban anonados de ver a una guerrera con tanta habilidad, sin duda la primera palabra que cruzó por sus mentes fue una muy conocida por ellos.

Cordelia: Esa tía es muy fuerte...

Wesley: No hay duda de que tiene que ser una cazavampiros pero... ¿Otra?

La joven guerrera observó extrañada a los tipos, no parecía unos desvalidos, le recordaron a las descripciones que le dio Giles sobre ciertas personas muy particulares.

Kennedy: ¿Ustedes son Wesley y Cordelia?

Los aludidos se quedaron de piedra, aún les costaba creer que hubiera otra cazavampiros como para tener que preocuparse si ella los conocía, y sentían que no era simplemente sus nombres lo que sabía de ellos.

Cementerio de Sunnydale

Bajo la oscuridad de la noche, dos jóvenes se besaban y metían mano en medio del cementerio, pese a que la joven se abstenía, el chico parecía muy ansioso y no estaba dispuesto a hacer caso a lo que le decía su novio.

- ¡Basta Jake! - gritaba la joven, tratando de zafarse de él -

- Bueno Sara, esperaba hacerlo más placentero, pero parece que prefieres el método más doloroso - le dijo mientras sus facciones se transformaban en las de un vampiro, Sara apenas pudo emitir un grito que fue ahogado por el dolor que le causó jake al morderla en el cuello, la sangre recorría poco a poco su cuerpo, que se había quedado inerte, pero el vampiro no quería matarla y le dio algo de sangre y luego la dejó caer al suelo - Bien, te vendré a buscar en cuanto te hayas convertido preciosa, serás una buena compañera.

El vampiro se dio media vuelta pero se encontró con la horma de su zapato, un gigantesco monstruo de piel rojiza y alas doradas hizo aparición, se gruñido cubrió todo el pueblo y se lo tragó de un solo bocado, ni siquiera tuvo tiempo de pestañear, la joven asesinada por el vampiro también acabó en el estómago de la bestia.

En los alrededores, Buffy caminaba bastante molesta, y a la vez preocupada, después de la llegada de los enfermeros, la joven cazadora se dio cuenta de la desaparición de Xander, y sabía bien que su amigo escuchó el relato de Nao, por suerte sus compañeros se habían quedado dormidos, no quería meterlos en problemas con un monstruo de aquel calibre.

Por lo menos, Kennedy había decidido acompañarla, se la veía capaz, pero kendra también, y Drusilla la mató, de hecho, además de sus técnicas, le impresionaba su habilidad con la espada, no había dejado de pensar en aquella arma que parecía dañar especialmente a los vampiros, en principio pensaba que se trataba de una espada bendecida con agua bendita, pero sentía que había algo mucho más profundo en el poder de aquella espada.

Automáticamente miró hacia atrás, observando los cadáveres de dos monstruosas criaturas, había tenido que hacer uso de todo su ingenio y habilidad para matarlas y aún así estuvo a punto de morir, la habían golpeado en el hombro.

Sótano, Casa de los Harris

El arquitecto Xander, el más gracioso del grupo de scoobies, que siempre levantaba el ánimo, ahora estaba serio y deprimido, sentado en el frío suelo del sótano de la casa de sus padres, lo que más le sorprendía era el silencio que había, el hecho de que sus padres no pelearan, al menos, ellos estaban bien ahora.

Pero él debía animarse, sólo tenía que matar a un demonio y darle la sangre a un demonio, " cosa fácil", sentía que posiblemente moriría, pero daba igual, de nada serviría su vida sin Anya, así qué...

Sí algo tenía de bueno, era su "experiencia militar", todo gracias a que en su momento llegó a ser soldado, todo se lo debía a aquel malhechor, quién lo hubiera dicho. Gracias a aquella pesadilla ahora era capaz de usar todo tipo de armas ligeras, incluso construirlas rápidamente. Además de sus habilidades como militar, a veces pensaba que sabría usar artes marciales, pero nunca se había atrevido.

Se miró en el único espejo que había en el sótano, sucio, como todo el lugar, pero le valía, después de todo, no era nada vanidoso, aunque cada vez que se miraba recordaba Cordelia y su "noviazgo" con ella, todo aquello con una irónica sonrisa que pronto desaparecía de su maltrecho rostro, bastante sucio.

Se veía en el espejo y veía a todo un militar, je, más bien de circo, era casi un disfraz pese a que en su momento lo sacó de una base del ejército. Llevaba el uniforme reglamentario, bastante estropeado por los años que llevaba ahí guardados, estaba armado con una MP5 que había construido él mismo en sus ratos libres, y el lanzamisiles que destrozó al Juez, además de una pistola, nunca pensó que las usaría en su vida, simplemente las tenía como recuerdo, pero en aquel momento estaba desesperado y no podía soportar el plazo que había puesto Buffy, esta vez estaba sólo.

Con paso firme y estricto, Xander salió del sótano y se dispuso a salir de las casa, no sin antes despedirse de su madre.

Sra. Harris: ¿¡Adónde vas?

Xander: ¡A la guerra mamá!

Sra. Harris: ¡Pues trae carne que la necesito para la cena!

Al oír el grito de su madre, el joven obrero casi se cae de cabeza, después de todo, jamás tendría una vida seria.

Aeropuerto Internacional de Sunnydale

Las Embrujadas observaban anonados al misterioso tipo que en cuestión de segundos había vencido a los guerreros oscuros.

Pero Leo, más que extrañado por el poder del recién llegado, lo estaba de su presencia, notaba lo que era y no le dejaba tranquilo que alguien como él hubiera decidido bajar al plano terrenal.

Phoebe, al ver que el tipo iba a marcharse, corrió hasta encararlo, no iba a dejar que se marchara así como así después de lo que había hecho por ellas.

Phoebe: ¿Espera! - sin voltearse, el tipo se quedó quieto - Gracias por... lo que hiciste por nosotras. - agradeció mientras sus hermanas se pusieron a su lado, con signos de agradecimiento en sus rostros, que trataban de lavar su sorpresa -

- De nada. - dijo simplemente, sin voltearse -

Phoebe: ¿Cómo te llamas?

- Llámame Jack, el Don.

Y en ese momento desapareció corriendo a una gran velocidad que dejó aún más impresionadas a las brujas, mientras Leo no dejaba de preocuparse, su mujer no podía cerrar la boca del asombro.

Calles de Sunnydale, Distrito Comercial

Entre puestos de fruta y grandes comercios, el vampiro con alma recorría las sombrías calles de Sunnydale, atravesando la oscuridad que reinaba, y que posiblemente ocultaba más de un diabólico secreto, estaba harto de su "descanso", llevaba meses sin hacer nada y eso le ponía nervioso, por fin tenía algo que hacer, era bastante irónico que necesitara un Apocalipsis para divertirse.

Junto a él estaban Fred y Gunn. Le estaba muy agradecido a Fred por lo ocurrido en Pylea, y por eso la había dejado quedarse con ellos, después de todo, su inteligencia le sería de gran ayuda.

Gunn zarandeaba el hacha impaciente, deseoso de usarla en contra de algún demonio o arma biológica, todavía no tenía muy claro lo que querían decir, pero sabía que era el enemigo y debía destruirlo.

Ángel sentía un olor, no, una esencia bastante conocida para él, estaba seguro de que Buffy estaba cerca, y eso le preocupaba, no quería destruir su vida de nuevo, no debía, pero tampoco podía dejar de hacer su trabajo, el Libro de las Sombras debía ser destruido, sus sentimientos no podían interferir en eso.

Tienda de Motos Jeff, Afueras de Sunnydale

El oscuro jinete de las sombras se arrastraba malherido por las afueras del pueblo más infernal de todo aquel mundo, su casco había caído al suelo, rodando en círculos y a la vez alejándose del demonio, cuyo rostro moreno mostraba signos de dolor y verdadero sufrimiento.

Sin embargo, entre aquella mezcla de agonía y resignación a la muerte, se formaba una sonrisa irónica, después de todo, ni siquiera pudo intentarlo.

De pronto, ante él se mostró, entre una explosión de luz, un tipo calvo, moreno y vestido con un abrigo oscuro que le sonreía.

El orgulloso jinete de la oscuridad, se levantó con dificultad, y trató de asestarle una estocada en el estómago al recién llegado, quien con una simple maniobra marcial lo desarmó y lo agarró del cuello en cuestión de segundos.

Jack: Lord Lionel, caballero de la Orden de Exus. - le dijo a un sorprendido, jinete -

Sin abandonar su sonrisa, Jack golpeó el lugar de la herida de Lionel con la palma desnuda y abierta, luego lo dejó caer de rodillas, el demonio no salía de su asombro, sus heridas habían sanado.

Jack: Ahora podrás cumplir tu misión.

Lionel: ¿Me estabas buscando? - preguntó confundido, sin saber que decir -

Jack: ¿Buscarte? No necesitaba una moto.

Sin volverle la mirada al sorprendido jinete, EL Don, rompió la vidriera del escaparate que mostraba la INFERNUS 3000, la moto más moderna del mercado, eso le pasaba por mostrar un caramelo en un jardín lleno de niños, lo que nadie esperaba es que alguien como Jack la robara, inmediatamente se montó y arrancó, el sonido del motor daría gusto a cualquier motorista, y más su diabólico aspecto, propio de los camorristas de los 80s.

Lionel: ¿adónde vas? - preguntó, ya de pie, encarándolo con una mirada más fría -

Jack: A ver al hijo de un viejo a migo.

En un fugaz destello, Jack despegó con su flamante moto a través de la ciudad a la velocidad más impresionante que había visto Lionel en toda su vida, y también estaba el hecho de que El Don, atravesaba las paredes como si él y su moto fuesen un espectro. El jinete observó todo con frialdad mientras se colocaba el casco, que nuevamente tapó su rostro, por lo menos ahora tenía una nueva oportunidad para cumplir su misión.

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Notas del Autor:

Creo recordar haber visto ese nombre y su apodo en algún Rol de Buffy, y también de ese sitio que no he podido encontrar, sacaré su función, si al creador de este personaje le molestó, le pido disculpas.

Un nuevo personaje entra en escena, dando más misterio a esta historia. En este capítulo han salido todos los personajes del fanfic, o casi, hemos podido comprobar la diferencia entre un BOW y Dante, quizá algunos que conozcan los juegos de RE, estén decepcionados por la forma en que transcurrió esa batalla, pero pienso que un demonio del calibre del hijo de Sparda, no tiene nada que envidiarle a los Tyrant. Espero como siempre, que este capítulo le haya gustado, y en el próximo habrá todavía más acción. ¿Se desvelará la identidad de Jack EL Don? Tal vez sí, tal vez no. Mándenme comentarios, quejas o alabanzas a: lordomegawanadoo.es

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