Disclaimers: los nombres de los personajes pertenecen a Rowling, no a mí.

Esta historia es Drinny, pero puede que no se vea como tal, puede verse como un drinny indirecto.

Este aporte es parte del Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook DrinnyZone.


D06. Ceniza.


No tenía la menor idea de cómo había entrado a aquella finca, simplemente cuando tuvo conciencia de que estaba dormido de nuevo, estaba en ella, todo a su alrededor eran cenizas, esa habitación había sido consumida por el fuego, dejando cenizas y por curioso que pareciera los muebles calcinados seguían manteniendo la forma que habían tenido en el pasado, observó al cuadro chamuscado sobre la chimenea que estaba frente a él, le hubiese gustado mucho saber quién estaba retratado en aquella monstruosa inmensidad.

Se puso en alerta de inmediato, ya que estaba dentro, podía buscar a la pelirroja, se detuvo una vez que su mano sujetó el picaporte, recordando el detalle que alguien le había cortado la lengua, ¿realmente haría todo lo posible para salvarla? ¿Mutilada le seguiría llamando tanto la atención? Sacudió la cabeza, tenía que ayudarla antes de que esa cosa mutilara algo más de su ser, nadie merecía sufrir algo así, y más, porque al parecer aquella atroz hazaña, la había vuelto completamente sumisa, al parecer podía pasear por el lugar ahora sin ser encerrada ¿qué acto de devoción demostraba algo así?

La finca era demasiado grande porque toda esa ala había sido quemada hasta las cenizas, o algo así, los muros negros le hacían imposible distinguir de quién era aquella propiedad y donde pudiese estar, le estaban complicando las cosas más de lo que deberían ¿por qué tanta insistencia en ocultar la identidad de aquella joven?

Corrió cuando escuchó un sonido en lo que hubiese podido ser el vestíbulo de aquella ala, se quedó quieto cuando una adolescente pelirroja lo observó, tenía un parecido enorme con la chica, sino fuese al menos diez años más joven, ella inclinó la cabeza y sonrió, dio un paso hasta él pero se detuvo triste cuando vio que él retrocedió asustado.

Se agachó hasta quedar en cuclillas, su camisón de color rosa palo cubrió sus piernas, comenzó a jugar con un montón de ceniza que estaba frente a ella, sus lágrimas comenzaron a descender ¿sólo porque él se negó a que se acercara?

Por alguna extraña razón, no quería acercarse, ni siquiera dirigirle la palabra, y como si pudiese leer sus pensamientos, se puso de pie enfadada, apretando sus manos en puños, le dedicó una sonrisa siniestra y en un parpadear, estaba frente a él, con la cabeza ladeada, inspeccionándolo.

Lo sujetó del brazo y se giró señalando un busto fracturado del rostro, así que no pudo darse una idea de si era uno de algún dueño de la finca o uno de esos famosos que había en museos y miles de copias en casas como aquellas.

La adolescente había desaparecido entre la ceniza que cayó sobre él una vez que le señaló aquello, como si quisiera guiarlo a algún lugar ¿querían ayudarlo a saber quién era la joven y así pudiese salir de ahí? Esperaba que sí, se sacudió la ceniza de la ropa y el cabello y avanzó hasta el busto desfigurado.