Disclaimers: los nombres de los personajes pertenecen a Rowling, no a mí.

Esta historia es Drinny, pero puede que no se vea como tal, puede verse como un drinny indirecto.

Este aporte es parte del Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook DrinnyZone.


D11. Poción.


El reflejo de Draco mostraba que no había estado durmiendo muy bien y todo por culpa de su mejor amigo, las cosas en su trabajo habían estado complicadas el último mes, así que su investigación lo había llevado hasta aquel establecimiento, se burló, sin duda debió ser policía o investigador privado, por lo que le había dicho Blaise, él tenía más pistas que el mismo departamento y los detectives que habían retomado el caso.

El logo de aquella tienda tenía forma de caldero con humo, y la propaganda aseguraba las mejores pociones para lo que fuese, recuperar la salud hasta para enamorar al ser deseado.

—Buenos días—. Saludó la mujer cuando él entró, quitándose las plantas colgadas que habían quedado sobre sus hombros—. Dígame ¿en qué podemos ayudarle? Tenemos poción de amor, poción para furúnculos y poción de sueño, se nota que no ha podido dormir muy bien—. Le sonrió, haciendo que Draco entrecerrara los ojos, tenía que ser más creativa si quería que le creyera aquella fantochería.

—No vengo por ninguna… poción—. Soltó incómodo—. Vengo porque tengo un par de preguntas para usted, sino le molesta.

—Preguntas ¿es de la policía? Todo lo que tengo aquí son hierbas legales, se lo puedo asegurar, valeriana, lavanda…

—No vengo por su negocio, y no soy de la policía—. Tranquilizó a la mujer mayor, de al menos unos setenta años—. Quería saber si usted podía decirme si reconoce esto—. Le extendió la mano.

La mujer tomó la fotografía y se dio la vuelta para ir por sus lentes, que se acomodó para poder ver el objeto, y una vez que todo estuvo bien, se llevó la mano al pecho, y se dejó caer en la silla colocada a sus espaldas, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y soltaba un ligero gemido de dolor.

—Es el anillo—. Le informó con un nudo en la voz.

—Sí, señora, sé que es un anillo, pero quería saber si le era familiar, no hay muchos Prewett en la ciudad—. Se encogió de hombros—. Y el grabado en el anillo se ha deteriorado, así que puede ser otro apellido, pero aposté por Prewett.

—Lo reconozco—. Observó la mujer—. Era de la madre de mi padre.

—Dígame algo, señora Prewett ¿dónde lo perdió su abuela?

—No lo perdió mi abuela—. Le informó—. Fue un regalo que le di a mi hija—. Observó a Draco con un semblante sombrío—.Dígame ¿dónde lo encontró?

—Supongo que en el lugar donde su hija lo perdió—. Se encogió de hombros—. Me gustaría hablar con su hija.

—Es imposible—. Soltó poniéndose de pie, recuperándose y contrario del tono amable, esta vez estaba enfadada.

—No están en problemas, o eso espero—. Se burló Draco.

—Ese anillo se perdió hace veinticinco años, señor—. Soltó bruscamente—. Y mi hija aún lo llevaba puesto cuando desapareció.

—Sí, bueno, es que verá, es imposible, este anillo fue encontrado hace unas semanas atrás, así que dígame ¿dónde puedo encontrarme con su hija?