Disclaimers: los nombres de los personajes pertenecen a Rowling, no a mí.
Esta historia es Drinny, pero puede que no se vea como tal, puede verse como un drinny indirecto.
Este aporte es parte del Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook DrinnyZone.
D27. Paraguas.
Los recuerdos golpearon a Draco de forma violenta una vez más, pero esta vez, se vio a sí mismo haciendo todo aquello que había sido obra de aquella sombra, sus caminos por sus sueños no eran más que simples memorias de actos pasados, se vio a sí mismo espiando a la pelirroja en una tienda de pociones, se había obsesionado con ella desde el primer momento en que la vio, así como en sus sueños, pero ella lo ignoró por completo, no le interesó nada de él, a pesar de que se conocían desde niños, por eso se llevó a la pequeña niña de aquel lugar aprovechando que se había soltado de la mano de sus padres y no los podía encontrar, la había llevado hasta la mazmorra subterránea en la mansión de sus padres y ahí la había tenido por seis meses, largos seis meses, abusando de la pobre niña de seis años, sin remordimiento, porque en sus pensamientos, era esa chica pelirroja que tenía que amarlo porque así tenía que ser.
Se había deshecho de ella cuando la nueva pelirroja de trece años había aparecido en un bar colándose con sus amigos, y aprovechando su embriagues para llevarla hasta aquel lugar, en una celda frente a la de la niña, para que no la reconociera, simplemente borró su rostro a golpes, mientras disfrutaba de su nueva diversión, pero al verla bien, no era para nada parecida a la chica objeto de su obsesión, así que después de una semana abusando de ella, la asfixió.
Draco sacudió la cabeza para alejarse de aquellos pensamientos que no eran de él, no, ese no era él no podía serlo, él había estado en Bulgaria en aquella escuela para varones problemáticos al que su padre lo había enviado porque era "demasiado blando".
La siguiente memoria arraigada en su mente, era de él mismo, parado frente aquel árbol inmenso, sosteniendo un enorme paraguas para cubrirlo de la lluvia, mientras observaba de forma ajena ese sitio, sin comprender por qué.
Lo único que podía recordar era el frío y el sonido de la lluvia al golpear con el paraguas, y ese sentimiento de enfado abordando todo su ser, así que se movió, dejando el paraguas en el árbol, como si quisiera cubrir algo, y regresó hasta la mansión de sus padres, aquella ala donde había estado en sueños y había sido quemada hasta las cenizas, esta vez, no era un reflejo, no era un espejo frente a él, sino una persona real idéntica a él.
—Lucius—. Pronunció su nombre en un tono sorprendido.
—Draco—. Respondió en un tono lleno de odio—. No puedo creer que fueras capaz de algo así.
—Ella nunca estuvo interesada en ti, deberías saberlo, Lucius, no te traicionamos, ella y yo nos amamos, deberías aceptarlo de una vez.
— ¡No! —Bufó furioso—. Hiciste que papá me enviara a ese sitio solo para enamorarla a ella, para que no fuera un estorbo, ¿sabes lo que tuve que pasar ahí durante cuatro años?— Se burló frustrado—. Sin duda hicieron algo bueno por mí, y no dudaré en matarte si no quitas tus manos asquerosas de ella, ella solo es mía ¿comprendes? Ginny Weasley es mía y de nadie más, mataré a quien la toque.
