Crónicas de un héroe caído
by Azúcar
Chapter II
Dulces del alma
Jardín de Balamb
Una adolescente energética corría por los elegantes pasillos con una cámara de video en manos grabando todo lo que se venia en frente. Estudiantes, Instructores, niños hasta personal no docente del Jardín de Balamb. Selphie apagó su cámara al llegar al centro de entrenamiento. Allí encontró nada más y nada menos que Seifer Almasy, jugueteando con su gunblade amenazando a su ex instructora Quistis Trepe quien lo miraba con una mirada aburrida y serena. Selphie se escondió y encendió su cámara. Selphie creía profundamente que entre esos individuos existía un romance escondido y lo quería comprobar.
"Vamos Trepe admite que te gusto" Seifer le sonríe maliciosamente. "Sueñas con este cuerpo todas las noches"
Quistis cruzó sus brazos en su pecho y lo ignoro. Seifer acercó su gunblade al rostro de la Seed.
"No me toques con esa mugre" Quistis aleja el gunblade con una mano.
"Pues admite que te mueres por mi" Seifer se acerca a milímetros del rostro de Quistis casi rozando sus rojizos labios.
"Ni en tu mas oscuros sueños" Quistis sonríe coquetamente y golpea el genital de Seifer. El cae arrodillado en frente de Quistis sujetándose fuertemente por el dolor. Quistis con un dedo en la frente de Seifer lo tumba completamente al suelo.
"¿Esta es tu forma de expresar tu amor?" Seifer le dice malhumorado desde el suelo.
Quistis le sonrió maliciosamente
"Tengo mejores, incluyen mi látigo"
"Sádica"
"Marioneta"
Selphie sale de su escondite aun grabando a los individuos en su frente. Quistis se percata y sonríe un poco a la cámara. Luego Selphie cambia la vista a Seifer que aun estaba en el suelo boca abajo con sus manos en su genital gimiendo de dolor.
"¿Estas bien?" Selphie le pregunta un poco preocupada.
"¡Creo que me lo rompiste!" Seifer grito muy de malhumor. Su rostro colorado por el dolor. Quistis ni si quiera lo observaba, se había quitado un guante para observar sus cuidadas uñas.
"Creo que debes ir al Doctor" Selphie aun lo seguía grabando acercando la cámara a su rostro.
"¡Quita esa bazofia de mi rostro!" Seifer casi escupió el lente de la cámara pero Selphie se salio justo a tiempo.
"Almasy no es para tanto" Quistis lo observó aburridamente. Seifer cerró sus ojos aun diciendo barbaridades sobre las mujeres.
Selphie cambia el lente de su cámara hacia Zell e Irvine que venían de camino hacia ellos.
"¿Que le paso a la marionetita?" Zell preguntó casi burlándose de Seifer que seguía tirado en el suelo.
"Quistis lo volvió a golpear, pero esta vez parece que fue muy fuerte" Selphie voltio su lente donde Quistis quien miraba a Zell y a Irvine con una leve sonrisa.
"Trato de besarme" Quistis sonrió defensivamente.
Irvine se acercó a Seifer y lo observó.
"Creo que se desmayo" Irvine informó observando a Seifer atentamente. Todos rodearon a Seifer acepto Quistis.
Squall y Rinoa llegaron al centro de entrenamiento un poco sorprendidos.
"¿Qué ocurre?" Squall preguntó firmemente. Observando a sus amigos rodear a Seifer en el suelo.
"¡Quistis lo castro!" Zell casi grito señalando a Quistis en el rostro. Ella tomó el dedo de Zell casi doblándolo.
"Solo lo golpee" Quistis suelta el dolorido dedo de Zell.
"Necesita un médico" Rinoa dijo preocupada al ver a Seifer desmayado en el suelo. "Un golpe de esos puede ser fatal"
"¿Se murió?" Zell exclamó emocionado.
"No Zell, solo perdió el conocimiento" Rinoa se arrodilló frente a Seifer y le tomó el pulso.
"Necesita ser llevado a la enfermería" Rinoa observa a Zell e Irvine
"Ni pensarlo, la última vez que lo cargamos a la enfermería se despertó en el medio del trayecto y nos cayo a golpes" Irvine se alejo un poco al igual que Zell. Las chicas observaron a Squall pero este dijo que no con su cabeza.
"Quistis fue la que lo golpeo" Selphie sonrió maliciosamente.
"No puedo hacer nada, pesa mucho más que yo y mide casi dos metros y medio" Todos la observaron pero Quistis gruño por un momento y se acercó a Seifer.
"Estupido" Quistis lo tomó de una pierna y comenzó a arrastrarlo pero pesaba demasiado y forzosamente lo podía mover.
Los demás comenzaron a reírse histéricamente de la pareja tan extraña. Quistis maldecía en voz baja tratando de mover a Seifer todo el camino. Por suerte era tiempo de clases y los pasillo estaban desiertos y nadie la podía ver en esta vergonzosa situación. Quistis tomo el pie de Seifer y lo arrastraba hasta que el zapato salio volando al igual que Quistis al suelo. Se escuchaban las risas de sus amigos desde lo lejos que aun la observaban. Hasta Squall se reía de ella.
Edea que casualmente caminaba por los pasillos se encontró con Quistis y el inconsciente Seifer en el suelo. Muchas veces los había encontrado de esta manera inclusive desde niños. Claro siempre le causaba risa.
"Quisty, de nuevo con esta situación" Edea se acerca a Quistis quien estaba sentaba en una banqueta descansando con un zapato de Seifer en sus manos y el inconsciente de una posición muy incomoda desde el suelo. Edea lo levantó con un hechizo y puso su hombro junto al de ella para poder cargarlo. Quistis vagamente se colocó en su otro hombro. Seifer pesaba mucho para ambas así que ellas tambaleaban de lado a lado. El peso de Seifer se hizo mucho mas pesado de momento y Edea lo tuvo que soltarlo por un momento cayendo Quistis junto a el. Seifer quedo encima de Quistis con una de sus manos en el pecho de ella.
"¡Quitádmelo Matrona! Quistis exclamó casi sin aire.
Edea trato de mover a Seifer con sus manos pero pesaba demasiado. Edea se percato de que Seifer ya estaba despierto y le señalo que se fuera.
"Iré a buscar a los muchachos no te apures" Edea comenzó a caminar hacia el centro de entrenamiento con una leve sonrisa.
"¡Pero puedes usar tus poderes¿A dónde vas?"
Quistis observaba la cabeza de Seifer que descansaba en su cuello. Sentía la suave respiración rozando su cuello.
"Si no fueras tan arrogante, me sentirá mucho mejor" Quistis cerró sus ojos a esperar. Hasta que sintió unos tibios labios besar los de ella fieramente. Quistis abrió sus ojos sorprendida al ver a Seifer pararse rápidamente a correr por todo el pasillo.
"¡Hijo de…..!"
Selphie apago la cámara justo a tiempo antes que se escuchara algo en la grabación. La voz del Director se escucho en el Intercom.
"Squall Leonhart, Quistis Trepe, Zell Dincht, Selphie Tilmitt, Irvine Kinneas, favor de reportarse a la oficina de inmediato."
La brisa del mar jugueteaba con el cabello de la joven madre quien tomaba un café en un humilde restaurante junto al pescador que encontró esa tarde. Ambos hablaban placidamente acerca de grandiosos recuerdos de su vida pasada.
"Fueron maravillosos momentos" Rinoa dijo en un tono entristecido.
Seifer Almasy tragó un poco confundido su café.
"¿Fueron?" Seifer observó a sus niños jugando cerca de ellos. "¿Qué quieres decir con eso?"
Rinoa suspiró y bajo sus ojos.
"¿Sabes lo que ocurrió luego de la misión de Dollet?"
"No, nadie quiso explicarme, solo sé que algo grave ocurrió." La voz de Seifer sonó áspera y grave.
Rinoa se enfureció un poco y miró a Seifer a los ojos.
"¿ Por que no estabas cuando te necesitábamos¡" Seifer casi se cae de su silla por la espontánea reacción de la mujer en su frente.
"¿De qué demonios hablas!" Seifer se puso en pie un poco enfurecido y confundido.
"¡Eres demasiado impredecible, Seifer¡Nunca se puede contar contigo!"
"¡No sé de que estas hablando!" gritó Seifer mientras los niños permanecían confundidos y asustados. Rinoa puso ambas manos en su rostro.
"Si hubieras estado allí, ella no hubiera muerto."
Seifer observó a Rinoa por unos segundos y luego le preguntó incrédulo,
"¡Quién!" Rinoa cruzó sus brazos al ver Seifer enfrentado con una triste verdad.
"Quistis murió en la misión de Dollet hace seis años"
"…" Seifer se sentó sin emoción de nuevo en su silla. "¿Cómo murió?" Seifer preguntó sin emoción alguna.
"No quiero hablar de eso, por lo menos no por ahora" Rinoa se volvió a sentar concentrándose en su café. Seifer cambio su vista a los niños que miraban con asombro el mar y algunos peces.
"¿Quién es la madre de tus hijos Seifer?" Rinoa cambio el tema mirando al pescador a los ojos con una leve sonrisa. "Nunca pensé que te casarías"
"Cosas raras pasan en este mundo" El comentario hizo que la joven madre se riera un poco.
"La conocía hace mucho tiempo, me la volví a encontrar cuando renuncie al Jardín. Yo comencé a trabajar como soldado de Esthar mientras ella trabajaba como agente del servicio secreto." Seifer miraba un punto imaginario mientras recordabas esos lindos momentos en su vida. "Salimos un tiempo y luego nos casamos, quedo embarazada y nos mudamos aquí."
"¿Renunciantes a tu trabajo?"
"No, aun sigo trabajando para ellos, pero no tan frecuentemente como antes, ella ahora mismo esta en Esthar, regresara muy pronto quizás la puedas conocer."
"Claro que nos encantaría" La voz de Squall Leonhart se escucho de tras de ellos. Ambos cambian su vista a Squall quien venia acompañado de Xu y Nida.
"¿Como estas Almasy?".
"Mejor que nunca" Seifer respondió con tono molesto. Squall se acerco a Rinoa tomándola del brazo. "Nos tenemos que ir Rinoa, el Jardín esta listo." Rinoa se pone en pie y mira a Seifer con una leve sonrisa.
"Me dio mucho gusto volver a verte"
"Igualmente"
Rinoa extiende su mano y Seifer se la estrecha. La joven sintió un papel en su mano y con mucho cuidado lo escondió en uno de sus bolsillos para que Squall no se diera cuenta. Rinoa lo observó por unos segundos y luego se retiro a buscar a su hijo.
"Dante, es hora de irnos"
Dante se despide de sus nuevos amiguitos y luego corre hacia su madre. Seifer toma a sus dos hijos entre sus brazos y desaparece un par de segundos.
Al llegar al Jardín Squall le indica a Rinoa que lo esperara en la habitación por que necesitaban hablar, pero antes resolvería un problema en la oficina. Rinoa al llegar a su habitación le da de comer a su niño y luego lo acuesta en su camita quedando dormido en un par de minutos. Rinoa con mucho cuidado y un poco nerviosa toma el papel que Seifer le había dado.
"Si quieres saber mas, lee el perfil médico." Rinoa leyó en voz alta. Confusa se sentó en la cama mirando el pequeño papelito. Rinoa rápidamente tomó el papelito y lo guardo dentro de su diario.
"¿Perfil médico?" Rinoa se preguntó varias veces, pero no encontraba respuesta. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de la habitación se abrió. Revelando a Squall.
"Rinoa, no quiero que vuelvas a encontrarte con Seifer, puede ser peligroso" Squall le dijo seriamente. El camino hasta la cama y se sentó junto a ella tomándola de la mano. Rinoa no entendía lo que estaba sucediendo, pero prefirió no preguntar.
"Bien, no lo volveré a ver." Rinoa dijo forzando una sonrisa.
"Prométemelo" Squall le apretó un poco la mano, asustando a Rinoa, pero esta no lo demostró.
"Te lo prometo" Rinoa contestó después de varios segundos. Squall sonríe levemente y se pone en pie.
"Iré a tomar un baño, recuerda tomar tus pastillas" Squall desaparece tras entrar al baño. Rinoa respira profundo y toma un pote de pastillas que estaba colocado en su mesita de noche, automáticamente toma dos, pero antes de tragárselas, algo dentro de ella se lo impidió y las volvió a guardar. Sin pensarlo mucho se quito sus botas y varios accesorios de ropa para descansar un rato. Cerró los ojos y en un par de segundos quedo dormida.
"¿Donde estoy?" Rinoa abrió sus ojos y una luz blanca lastimaba sus ojos impidiéndole ver cualquier cosa. Su cuerpo se sentía pesado y un dolor horrible la taco de momento.
"Aaaaaahhhhhhhhg" Rinoa trataba de moverse pero no podía, no podía tan siquiera hablar.
"¿Qué esta sucediendo?". Su vista comenzó a aclarase y poco a poco comenzaba a escuchar ruidos y voces muy familiares. Su vista se recobro y caras desconocidas estaba a su alrededor.
"¿Doctores, estoy en un hospital" La voz de Rinoa se escuchaba en su pensamientos, la joven observaba atentamente las caras de los desconocidos.
"La estamos perdiendo Doctor, su pulso esta muy bajo a perdido mucha sangre." La voz de una desconocida se escuchó claramente.
"Entúbenla, si es necesario, no la podemos perder"
"¿Me estoy muriendo¿Squall donde estas?" Rinoa sentía como sin fin de agujas y medicamentos entraban vía vena en su cuerpo. El dolor inmenso en todo su cuerpo no se iba. Un dolor inhumano.
"¡Doctor la paciente se muere!"
Su cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente, Rinoa no se podía controlar, no tenia control sobre su cuerpo.
"¡Suéltenme!" Rinoa escuchó y sintió como una voz muy familiar salía de su propia boca.
"Esta delirando Doctor"
"!Suéltenme!
Rinoa sentía como sus brazos y piernas se movían incontrolablemente pateando y golpeando a los Doctores y enfermeras. "¡Traigan un tranquilizante!"
"¿Que esta pasando, no puedo controlar mis acciones!"
Lo único que Rinoa podía hacer era pensar y observar lo que estaba ocurriendo.
"¡Earthquake!" Rinoa sintió como esa palabra fluía por su boca ineludiblemente
El lugar empezó a temblar provocando que las enfermeras y doctores perdieran su balance. Rinoa sintió como su cuerpo se levantó de la cama arrancando todas las agujas y sueros de su cuerpo, para luego comenzar a correr débilmente. Los pasillos no eran como un hospital normal, eran como una especie de laboratorio. Su cuerpo la dirigió hasta un elevador, donde desesperadamente apretaba los botones dejando rastros de sangre por donde quiera.
"Me estoy desangrando" Rinoa dijo preocupada al observar sus temblorosas y ensangrentadas manos. El elevador se abrió y guardias vestidos de negro la atraparon inmediatamente.
"¡Esta lastimada tengan cuidado!"
"Voy…a…matarlos…" Rinoa sentía como la sangre corría por su boca. El intenso dolor aumentaba cada vez mas. "AAAgggghhh, que..me..están..haciendo?"
Rinoa trataba de mantenerse conciente pero su vista se oscurecía poco a poco. Lo último que logro ver fueron unos ojos grises mirando desde la distancia.
"¿Squall?"
RRs
