Planes

Michael camino erguido, con una postura formal y al mismo tiempo fría. Imponente a pesar de su vestimenta gastada; con las alas levantas en posición de guardia, dejo ver la perfección que en eones no poseían. Muchos le miraron, pero se guardaron sus comentarios inseguros de lo que estaba sucediendo o el porqué de su presencia en ese lugar.

-¿Qué hacía Michael ahí?, ¿En que momento fue perdonado?- Las interrogantes se hicieron presentes, pero fueron tan solo los murmullos de los más valientes los que resonaron a lo bajo. Nadie se atrevía a enfrentar al general retirado; menos si este era acompañado por su nuevo dios. Amenadiel se adelanto ocupando el trono mientras el grupo de ángeles se acomodaba a los lados, dejando a los gemelos y Chloe en el centro.

-Gabriel me conto sobre el peligro que se aproxima- Comenzó el Ángel de mayor edad directo al punto, algo muy particular de los buenos guerreros; no era necesario dar miles de rodeos. Menos cuando el tiempo apremiaba.

-¿Qué peligro?- resonó una voz entre los presentes revelando al fin la duda de la mayoría.

-Tenemos razones claras para creer que nuestro viejo enemigo, el señor del vacío también conocido como la deidad del Caos se dirige hacia la tierra en busca de venganza por antiguas rencillas con nuestro padre y creador- Explico Amenadiel.

-¿Cómo es posible eso?, ¿Por qué?, ¿De que modo?, ¿Cuándo?, ¿Cuáles son la pruebas?- Las preguntas comenzaron a resonar entre la multitud, algunas con temor, otras con enojo o curiosidad. El joven dios suspiro con un toque de exasperación; a veces los ángeles eran peor que los niños de la escuela de su hijo.

-Guarden silencio- Comento, pero el barullo prosiguió subiendo de nivel. Lucifer se exalto un poco al notar la falta de control que su hermano poseía sobre el grupo levantando la voz para llamar la atención de los presentes, extendiendo sus hermosas alas blancas liberando la luz para envolver el lugar. -¡Que se callen!- Exclamo obteniendo finalmente la atención de todos, el silencio se hizo presente junto con la sonrisa satisfecha de la estrella de la mañana.

-Creo que antes de empezar con todos esos comentarios confusos que sólo hace que perdamos el tiempo, debemos dejar hablar a nuestro hermano- prosiguió con su tono particular, Chloe sonrió al verlo tan en su papel, recordando cuantas veces había dudado de si mismo en el pasado, más al tratarse de su familia. Ella estaba orgullosa de él y lo dejaba ver en su mirada a diferencia de Michael, que parecía más una estatua en firmes que un ser vivo. Con una expresión prácticamente inexistente y muros internos tan altos que ni siquiera el mismo Amenadiel podría cruzar a menos de forzarlo.

-Gracias Luci- prosiguió el Ángel del tiempo levantándose de la silla para hablar de modo más directo. No importa el origen de las pruebas, yo se que son verdad; las he visto y verificado. Es por esto que he decidido convocar a esta reunión, pues el futuro de nuestro universo esta en riesgo y no podremos hacer nada si no tomamos acción inmediata. Khaos es un enemigo peligroso, mortal, poderoso e inteligente; uno que ha esperado durante eones el momento adecuado para arremeter, creyendo que estamos en nuestro punto más débil debido a los problemas que se suscitaron en la sucesión.- Comento.

-¿Y de quien es culpa?- resonó la pregunta entre el grupo, pero el joven Dios ignoro la misma para seguir con su argumento.

- Esta entidad busca destruir el trabajo de nuestro padre, y eso es algo que no podemos permitir- Afirmo. -Es verdad que con el tiempo hemos tenido problemas fuertes, rencillas que han mellado la fuerza de esta familia; pero si eso es suficiente para que una criatura como esta pueda ganar, entonces no merecemos seguir siendo parte de este universo- La frase congelo a la mayoría de los ángeles que les rodeaban consientes de que la duda era una de las tantas debilidades en esas filas.

- En este momento no habláremos de diferencias, no habrá reclamos o peleas sin sentido; a partir de ahora y hasta que termines este conflicto seguiremos estas órdenes o no lograremos sobrevivir a la calamidad que se aproxima- advirtió con una seriedad única de él; la tensión se sintió en el aire cual cubo de hielo, acompañada del silencio. Los presentes se miraron unos a otros sin saber como reaccionar; pero no fue hasta que uno, el mismo que cuestiono la situación se atrevió hablar liberando el estrés que envolvía al grupo.

-Así será señor- resonó la afirmación, seguida de cerca por muchas más realizando la misma afirmación. Los ángeles sin pensarlo se arrodillaron ante su líder, su dios; dispuestos a marchar a batalla una vez más. Conscientes de que esta vez era probable que muchos no regresaran.

Con la misma firmeza Amenadiel despidió al grupo dirigiéndose sólo algunos, los que le ayudarían a planear la ofensiva y defensiva para proteger su universo.

-Lucifer, necesitaremos a ese ejercito infernal como apoyo, si algo sale mal serán la única defensa contra el enemigo por irónico que suene, el destino de la tierra estará en sus manos. El aludido asintió consiente de que la vida de sus hijas y amigos estaban en juego, así como todo lo que conocía y amaba. Sosteniendo con fuerza la mano de Chloe se alejo abriendo las alas mientras la cargaba, marcharía al infierno y organizaría la defensa sin dejar nada de lado, esta batalla era decisiva.

-Lo haré, no te preocupes; nada atravesará esa defensa, sin embargo, deberás dejarme pelear en el frente cuando llegue el momento- Comando decidido a dar todo por sus seres amados, algo tan distinto al Lucifer de antaño, cuando la mayoría de sus acciones eran sólo por gusto personal y diversión; la vida le había enseñado tanto en un tiempo tan corto que le llenaba de orgullo al ver al iluminado como lo que realmente era, la luz que iluminaba el camino.

-Así será Lucifer, estrella de la mañana- Confirmo su hermano mayor dándole la mano despidiéndose, Las alas blanquecinas se extendieron una vez más mientras el guerrero se elevaba para descender por voluntad propia a las profundidades del infierno.

Michael escucho todo con claridad, analizando las reacciones de los presentes; consiente de que no tardarían en atacarle. Sí era su culpa, él separo a la familia, el causo todo lo que estaban viviendo, etc. Los murmullos dejaron de cobrar importancia desde que perdió la primera vez, los murmullos, malos consejos, el orgullo, la envidia y una larga lista de razones se hacían presentes en su mala toma de decisiones; lo mejor debió ser verificar por si mismo las cosas que hacer caso a los chismes sin sentido.

-Es bueno ver que sigues con nosotros- Escucho la oración, volviéndose de manera disimulada para ver a Gabriel entre el grupo que los rodeaba, ella sonrió antes de encaminarse para perderse una vez más de la vista. Al menos su hermana estaba bien, el viejo Caos no la había detectado.

Observo nuevamente sus brazos, admirando con mas detalle las marcas de la criatura que lo trato de reclamar, percatándose de Los rastros dejados por su caída a la tierra. Marcas de sangre donde alguna vez hubo heridas, plastas de tierra y suciedad que ni siquiera tuvo oportunidad de lavar, seguro que era todo un espectáculo para los presentes. La luz ilumino a todos los presentes llamando su atención nuevamente, notando al fin las palabras emitidas por su hermano mayor. No había tiempo para nimiedades después de todo.

No tardo mucho para que la reunión terminará, Lucifer voló de vuelta al infierno acompañado de su compañera. El resto fue despedido por Amenadiel, quien dictamino una serie de instrucciones a las cuales no puso atención; centrándose en la peligrosidad de conocer los planes de quien pudiese ser aliado o…enemigo, confundido paso la mano por su rostro deteniéndose en su frente mientras suspiraba, evitando mirar de frente a su hermano mayor.

-¿Cómo te sientes?- Escucho poco después la pregunta encontrándose con el rostro de su hermano mayor.

-No creo que haya sido práctico hablar de tus planes en mi presencia, mi sugerencia es que a ha futuro me dejes fuera de esto y sólo uses mis habilidades para la batalla; no sabemos hasta que punto puedo estar comprometido- Comento ignorando el cuestionamiento.

-Lo sé, sin embargo y a pesar de las diferencias que tenemos sé que hay un objetivo en común- Aclaro el Ángel del tiempo.

-Tal vez, pero hay cosas que aún no comprendo de todo- Confirmo el Arcángel del miedo desconcertado, le dolía admitir la verdad, pero que más quedaba. Alguna vez toco fondo, sabía lo que se sentía estar ahí y no era un sentimiento agradable; sólo esperaba ser de utilidad en la batalla que se aproximaba.

-De cualquier modo, creo que ambos hemos cometido muchos errores, - Continuo el hermano mayor con un toque pensativo.

-He estado tan ocupado que no me he tomado un momento para analizar tu caso, fue un error que no se debe repetir- Confirmo Amenadiel finalmente, pues a pesar de ser el puño de Dios y tener esa fortaleza de guerrero también se dio la tarea de admitir que la perfección no era algo de su dominio, si algo había aprendido de su pareja, la madre de su hijo y finalmente de sus experiencias; es que las segundas oportunidades no pueden dejarse a la deriva o en el olvido. Probablemente en parte todo esto también era resultado de las decisiones que fue tomando en el transcurso de esos años.

Michael le miro impactado, él esperaba muchas cosas, pero no eso y menos viniendo de la recién creada deidad.

-Yo no puedo replicar lo que quieres oír, pague mi deuda con creces. Puede que el arrepentimiento haya formado parte de ese proceso de recuperación; sin embargo, no sé si pueda llamar redención a lo que esta sucediendo, tal vez sólo es el hecho de estar en el lugar que se necesita en el momento que se necesita- Respondió el gemelo oscuro con sencillez, no daría discursos sobre lo que aprendió o no en el infierno. Sus pensamientos buenos o malos tuvieron un resultado; al final solo quería estar en paz lejos de todo eso y si estaba ahí fue ese maldito sentido del deber que parecía formar parte de al menos la mitad de su alma.

La otra ya no la conocía del todo.

-¿Por qué no vas a tus habitaciones y descansas?- Recomendó el mayor aceptando la respuesta, a sabiendas de que Michael replico con honestidad.

El viejo general sonrió con un toque sarcástico al escucharlo, mejor me retirare a la tierra, si necesitas de mi presencia puedes fácilmente encontrarme- Contesto abriendo las alas para seguir en parte los pasos de su gemelo. La realidad es que no había punto que sintiera como suyo, menos en esa ciudad.

Amenadiel se limito asentir observando a su hermano partir sin rumbo establecido.

Continuará…