El tiempo regreso a su estado normal, para el mundo nada había sucedido; no había rastro real de la batalla que se había librado en nombre de todos los que lo habitaban.
Linda coloco la copa de vino frente al lugar de su pareja, el cual agradecido la tomo de inmediato para darle un sorbo. Agotado se recargo en su silla agradeciendo esos pocos instantes de tranquilidad. Era seguro que aún faltaba mucho trabajo; pero por el momento se debía un poco de tiempo a solas con su amada familia.
…
Lucifer camino de vuelta al infierno, no era raro notar uno que otro rostro decepcionado del ejercito que no lucho; pero por otro lado era mejor de ese modo. Chloe esperaba ansiosa su llegada con un -Te lo dije en la punta de los labios- palabras que se congelaron al notar la presencia que le acompañaba, aunque a diferencia de antaño se veía a la misma altura que la estrella de la mañana, desfilando en una vestimenta desgarbada, con el cabello suelto que caía a sus lados y los tatuajes resaltando contra el tono de su piel creando un alto contraste que jugaba con la cicatriz que atravesaba su rostro. De no haberlo visto en sus peores momentos ella habría jurado que se trataba de otro Arcángel.
-Hola amor, como bien dijiste; estoy de vuelta- Exclamo el diablo haciendo su acostumbrada entrada, dirigiéndose a la mujer que conquistó su corazón para darle un fuerte abrazo.
-Me alegra mucho tenerte de vuelta, sabía que lo lograrían- Replico devolviendo el gesto, tratando de ignorar la mirada fría del otro ángel.
-Si, fue algo fuera de este mundo- Bromeo el diablo relajando levemente la tensión, Chloe sin embargo sentía algo raro, un sentimiento extraño que recorría su alma al ver a la contraparte de su compañero.
-Ignora a Michael y dedícame un momento; hablaremos te lo prometo- Susurro la estrella de la mañana en su oído antes de soltarla. Ella asintió poco después confiando en él.
-Sera mejor que tengas una muy buena explicación- Dijo antes de dar media vuelta para despedir a las tropas. Las cuales resignadas se marcharon sin dedicarle mayor atención al extraño grupo, como si la prioridad fuera alejarse de ahí.
Michael se sintió un poco incomodo al ver la reacción de los demonios los cuales le rehuían de manera disimulada. Hasta los demonios poseían miedos. Por el amor de… eran demonios.
-Resulta mi querida Detective que en efecto mi hermanito no sólo sobrevivió a este encuentro con el dios Khaos; si no que adopto todo lo que él era- Aclaro como si hablara del clima.
-¡¿Qué?!- Fue la exclamación de ella, devolviendo su atención a la figura.
-¿Cómo puede ser eso mejor?- Prosiguió dejando salir su pesar antes de poner filtro.
La espada del vacío como era su título actual entre cerro los ojos, limitándose a cruzar sus brazos esperando que su hermano, si podía seguir llamándolo así, continuara con su explicación. Después de todo estaban ahí por una razón.
-Es mejor porque Michael nunca quiso destruir el universo, sólo a mí y lo que amaba. Así que es el menor de lo males ¿No crees?- prosiguió el diablo sonriendo. El viejo general suspiro con un toque de exasperación, esa actitud es la que lo había hecho dudar sobre la elección de sucesor de su padre; pero bueno eso estaba en el pasado.
-No le veo lo gracioso- Reclamo la Detective a sabiendas de que Lucifer haría caso omiso de cualquier advertencia cuando andaba con esa actitud.
-No es gracioso, solo recalco los hechos y hablando de eso, voy a conseguirle a esta andrajosa deidad una vestimenta más acorde, porque como anda parece más un salvaje que otra cosa- Afirmo indicándole a su acompañante que lo siguiera. Ella los dejo marchar, sabía que Lucifer necesitaba ese tiempo a solas. Analizo sus reacciones cuando buscaban a su hermano; y eso le hizo pensar en que tal vez separar de lleno a los gemelos no era la mejor opción. Las rencillas personales fueron solo eso, al menos en un universo como el que ahora habitaba. El tiempo ayudo a diluir un poco la ira que sentía hacia él.
-¿Cuál es el plan?- Pregunto el ángel del miedo.
-Conseguir ropa que más- Recalco el diablo.
-Entendido, ¿y Luego?, ¿Vas a desterrarme al espacio como a mi antecesor?- Pregunto.
-Yo no lo hice fuiste tú- Recalco Lucifer.
-De hecho, creo que fuimos ambos, pero no vamos a discutir por el pasado, solo quiero saber qué es lo que nuestro hermano mayor tiene pensado para mi- Dijo su gemelo, tal vez temeroso de ser enviado a las profundidades del espacio en eterna soledad, ya había probado un poco de eso y preferiría morir que volver a vivirlo.
-No te preocupes Amen no piensa hacer eso; por algo está arriba en lugar de nosotros- Contesto la estrella de la mañana, -Además si hiciera eso Gabriel no lo perdonaría- Finalizo.
Era verdad, su hermana no llego a la batalla; él espero que Amenadiel la enviara al frente con ellos, pero nunca vio sombra de ella.
-Hablando de ella- Interrumpió el iluminado señalando el traje semi formal y la puerta hacia un baño.
-Aséate, ella estará aquí cuando llegues- Susurro alejándose para darle privacidad. Estaba en una habitación, con ropa nueva, limpia y una regadera de agua tibia a su disposición; no dejaría pasar la oportunidad.
El agua caliente le permitió relajarse, al menos ya no dependía de la autorrealización para nada y eso le hacía sentir bien; él era de los que se culpaban por las cosas más insignificantes, lo que no ayudaba a su caso. Liberando las alas permitió que el agua tibia acariciara sus plumas manchadas con la sangre del rival, lavando lentamente cada una de ellas, tomando un momento para disfrutar ese merecido baño.
¿Qué sucedería ahora?, aún seguía siendo el mal necesario .
…
Gabriel se sentó al lado de la presencia; ella era una de las pocas con la habilidad de encontrarlo sin importar mundo o dimensión.
-¿Ese fue siempre tu plan?, ¿Por eso aislaste a Michael?, ¿Para que se acostumbrará a la soledad?- Le cuestiono.
Él simplemente sonrió sin hablar volviendo su atención a los cielos despejados y verdosos de esa dimensión, ¿Por qué verdes? A la creadora le gusta el color.
-Mi querida hija, se que a veces no soy del todo bueno para responder esa clase de preguntas, pero la realidad es que yo no aislé a tu hermano; fueron todos ustedes- Explico con pasividad. Fue triste para mi ver como se dieron las cosas, fue por ello por lo que pensé darle un trabajo importante, algo que los hiciera ver que seguía siendo su hermano, pero lo rechazaron al igual que su gemelo.
Gabriel sabía muy e el fondo que su padre, el creador tenía razón; jamás les ordeno odiar a nadie y aunque Lucifer fue exiliado el odia no era algo que avivara. Pero como seres imperfectos que eran, no pudieron darse cuenta de lo que en realidad estaba pasando.
-Fuimos unos tontos- Comento finalmente.
-Todos lo somos en algún momento; incluyo yo- Afirmo Dios sonriéndole, -Pero no le digas a nadie que dije eso- Continuo.
-Amo a todos tus hermanos, de diferentes maneras. Sin embargo, mi presencia sólo los estaba dañando, era momento de que crecieran y se independizaran. Es verdad que muchas veces hay peleas; el superarlas, aprender y seguir es parte de la vida, aún de las que son tan largas como las nuestras- Explico.
Ella asintió consiente de las palabras, sin embargo, no dejaba de doler el resultado obtenido, quería saber que pasaría con su hermano el más oscuro.
-Pero esas lecciones son cosas que irán aprendiendo, lo que quieres saber es si Michael debe ser desterrado, ¿Buscas mi consejo o mi palabra como ley?- Le cuestiono él finalmente.
-Sólo quiero una opinión- Confirmo su hija poco después.
-Entonces creo que deben darle una oportunidad real, él aprenderá a controlar aquello que ha ganado y sabrá cuando debe hacer uso de él. El universo necesita de ambos polos para seguir, el algo hermoso, único que cuenta con muchos factores. La balanza entre ambos lados es esencial para su existencia, se que a pesar de lo que ha pasado tus hermanos tienen la fuerza y habilidad para sopesar los acontecimientos cercanos y seguir delante de manera airosa. Lo harán bien- Afirmo asintiendo más para sí mismo.
-Nunca lo dijiste sabes- Recalco ella levantándose, preparándose para partir.
-¿Qué cosa?- Le cuestiono la presencia con curiosidad.
-adiós- Finalizo ella abriendo sus alas alejándose.
…
Michael termino su baño, relajado salió finalmente del cuarto vestido con algo más acorde según su gemelo y listo para el veredicto. A las afueras Amenadiel quien acababa de llegar le esperaba junto con Lucifer y ahora también Gabriel. Su hermana ausente.
Un toque de nerviosismo se hizo presente, pero opto por ignorarlo.
-Michael, alguna vez conocido como "La espada de Dios"; uno de los guerreros más reconocidos de la Hueste y General de las tropas del cielo, aquel que fue juez de las almas. Estamos aquí reunidos para escuchar el veredicto que dictaminara el destino del ahora representante del Caos- Comenzó su hermano mayor con formalidad.
Los presentes le observaron esperando.
-Gabriel ha hablado con nuestro padre, el cual nos hizo ver algunas cosas que no habíamos pensado por medio de su consejo ambiguo, pero al mismo tiempo real- prosiguió. El mundo de sintió como si acabará al escuchar la mención de su creador, el hombre al que no pertenecía más; tantas cosas por decir y sin siquiera haber tenido la oportunidad, puede que su partida haya acelerado el conflicto; pero hay cosas que son imposibles de entender hasta que se esta fuera del círculo. Para el viejo guerrero la situación no se veía favorable como siempre, pero entendió que no había vuelta atrás. No deseaba convertirse en lo que Khaos representaba del todo. Porque se requiere para el orden, como la oscuridad para la luz; pero eso no implica acabar con todo, si no conservar el balance.
-Michael, debo admitir que te he juzgado ciegamente como un padre herido y no sido capaz de tener un ápice de empatía, se que mi trabajo me exige ser imparcial, por lo que he decidido tomar en cuenta las recomendaciones de quienes están presentes. Lucifer y Gabriel han hablado a tu favor, por lo que dictamino que mientras controles adecuadamente tus habilidades y cumplas con lo que tu nuevo título exige para mantener el equilibrio, entonces eres libre de viajar por este universo, para llevar una existencia en paz; misma que habremos de resguardar con ahínco, pare el bien de nuestro universo.
-Bienvenido de vuelta Michael, "Espada del vacío".
El impacto a tal noticia le dejo sin palabras, era libre…libre de ir y venir, de hacer de ser él por primera vez, sin nadie arriba moviendo los hilos a su mejor parecer. La sonrisa se dibujo en su rostro sintiendo al fin los brazos de su hermana, la cual compartió el sentimiento sintiendo al fin la libertad de abrazar a sus hermanos sin tener repercusiones; no es que le importará mucho, por cierto.
-Supongo que tenemos que ponernos al corriente- Comento la mensajera.
-Estoy completamente de acuerdo- Respondió Michael sintiendo por primera vez en eras felicidad.
…
FIN
