Bueno, espero que el primer capítulo les haya gustado U prometo que ahora es cuando se pone todo más interesante
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CAP.2
Las horas pasaron y llagó la noche. Todos habían cenado y se fueron para sus respectivas habitaciones.
En la de Anna, Pilika y Tamao…
-Bien, yo me voy …-dijo Pilika terminando de echarse un perfume.
-¿A dónde vas? O.ô-le preguntó Tamao desde su escritorio, en el cual estaba estudiando historia.
-Quedé con…Yoh…-le contestó sonrojada.
-¿A, sí? vaya…eso no le gustaría saberlo a tu hermano… ¿no crees?-le dijo Anna sin levantar la vista de su libro, el cual leía tumbada en su cama.
-ÒÓ… ¡claro que no! ¡Por eso no se puede enterar! …tu…no le dirás nada… ¿verdad?...-Pilika temía la respuesta de Anna.
-Por supuesto que…no ¬¬ . No soy ninguna chismosa ¿sabes?
-Uf…gracias Anna…-le dijo aliviada y abrió la puerta para marcharse.
-¿Vendrás a dormir?...o.ô…-le preguntó Tamao.
-/…eh…si…pero mejor no me esperéis despiertas, no se lo que pueda tardar…-antes de esperar respuesta salió y cerró la puerta.
Yoh había citado a Pilika en el gimnasio de la universidad. La chica llegó. Entró y no vio a nadie…todo estaba oscuro…
-¿Yoh…? ¿Estás aquí…?- preguntó con algo de temor de verse allí sola ante la oscuridad de la noche y en aquel sitio tan grande. Notó como alguien la abrazaba por detrás.
-Sí…-le susurró Yoh al oído con una voz bastante sensual.
El Shaman empezó a besarla por el cuello y a meter sus manos bajo la camiseta de Pilika. Comenzó a acariciarle los pechos por encima de la ropa interior.
-Pensé que no estabas…-le susurró cerrando los ojos de placer al notar los besos y las caricias de Yoh.
-… ¿Cómo no iba a venir…?...no sabes el tiempo que llevo esperando para estar así contigo…-las manos de Yoh se deslizaron por el vientre de Pilika hasta llegar a su minifalda la cual empezó a desabrochar.
-Yo también llevo esperando mucho…-le dijo Pilika, mientras se sonrojaba al notar que Yoh la desnudaba.
El Shaman terminó de desabrocharle la falda y dejó que se deslizara hasta caer al suelo. Pilika se giró quedando frente a el.
-Te deseo tanto…-le dijo Yoh y la guió hasta ponerla contra la pared, quedando el frente a ella.
Pilika bajo sus manos y empezó a desabrochar los botones del pantalón de Yoh. Este al notarlo se sonrojó, pero después el mismo la ayudó y se los quitó al instante.
Pilika pudo ver a Yoh en boxers…y su sonrojo aumentó.
El Shaman empezó a masajear las piernas de la peliazul hasta que terminó por quitarle la última prenda que la cubría de cintura para abajo. Después hizo lo mismo con la suya. Cargó a Pilika en brazos y ella le abrazó con sus piernas por la cintura.
-Hazme tuya Yoh…-le susurró en el oído. El chico se sonrojó al oír esa suplica de Pilika y la besó apasionadamente mientras empezaba a penetrarla.
Pilika al notarlo dio un fuerte gemido, lo que excitó más a Yoh y empezó a salir y a entrar en ella seguidamente.
Los dos gemían y sudaban…deseaban que ese momento fuera eterno…
Eran las cinco de la madrugada, Tamao no podía dormir, así que decidió salir a pasear por los pasillos. Se puso su bata de andar por casa y salió.
- La verdad es que pasear en medio del campus sola y de noche, no es lo que se dice muy buena idea… -pensaba mientras andaba.
En ese momento pasaba por la puerta del despacho de la secretaria del director. Pudo ver como una sombra pasaba a través de la puerta.
- … ¿Qué hace la señorita Shuko despierta en el despacho a estas horas de la noche…? Que raro… -seguía pensando.
En ese momento oyó como algo se caía dentro del despacho y se rompía. Por acto reflejo abrió la puerta.
-¿Señorita Shuko? ¿Está usted bien?-preguntó mientras miraba a todas partes.
Las luces estaban apagadas, así que estiró la mano y le dio al interruptor que estaba en la pared al lado de la puerta.
-¿Señorita Shuko?...-volvió a llamarla en un tono un poco más fuerte.
Volvió a ver la sombra de antes pasar por la puerta del servicio del despacho.
Tamao empezó a tener miedo…nadie contestaba…
- …Ay dios mío… ¿Qué hago? ..., bueno, la esperaré aquí… -se dijo y se sentó en la silla del escritorio de la señorita Shuko.
Noto como si estuviera mojada al sentarse, frunció el ceño a modo de confusión. Metió la mano debajo de su trasero y noto como si hubiese agua. Sacó la mano y se la miró… Aquello no era agua, era sangre…
La chica abrió los ojos como platos y se levantó de la silla rápidamente con el trasero manchado de sangre.
-Dios mío… ¿de donde viene esto…?
En ese momento giró la cabeza asustada y vio como por entre las puertas de un armario chorreaba sangre…
Se acercó lentamente…estiró un brazo y agarró el pomo de una de las puertas…cerró los ojos fuertemente y después los abrió al mismo momento en que abría la puerta…
Se quedo petrificada…su rostro se volvió pálido…empezaba a sentir escalofríos…
Allí mismo…dentro del armario…pudo ver…a la señorita Shuko muerta… con los ojos abiertos, cubierta de sangre y con una vara de hierro atravesándola…
-¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!-Tamao gritó de miedo, pena y angustia.-¡¡DIOS MIO! ¡¡SOCORRO!
La chica sintió como una presencia…no pudo evitar que unas lágrimas salieran de sus ojos, estaba muy asustada…No se atrevía a girarse por lo que pudiese encontrar detrás suya…
-¿Hao…?… ¿eres tú…?-deseaba que fuera el chico, que la hubiese oído de gritar y hubiese venido en su ayuda.
Se giró, su vista recorrió a esa presencia desde los pies a la cabeza…era alguien…no sabía quien…vestía una túnica negra y una careta blanca que daba terror solo verla…
Tamao gritó más fuerte que en toda su vida. Intentaba salir de allí, pero del miedo sus piernas se paralizaron, su corazón latía más que nunca de terror.
-Por favor…no me haga daño…por favor…-la chica lloraba.
El individuo se acercó a ella levantando un puñal en uno de sus brazos. Tamao lo miró aun llorando y muy asustada…
-No…por favor…no…-no pudo acabar la frase, pues ese extraño le dio una puñalada en el pecho, ella calló al suelo temblando, llorando y tocándose en donde le había dando la puñalada. Su mirada subió hasta encontrarse de frente con esa careta de espanto y notó otra puñalada, y otra…y otra…
