Derechos: los personajes y la trama de Saint Seiya pertenecen al Sr. Kurumara y CIA, yo los uso sin retribuciones de ningún tipo, bla, bla, bla...

¡Gracias a la Dama Arual por su tiempo invertido en corregir este capítulo! (nuevamente) xD

Cap. 2 El Entrenamiento… "¿qué ha hecho mi ropa para merecer esto!"

—Afrodita, Afrodita, Afrodita, Afrodita, Afrodita, Afrodita, Afrodita...—Aquel nombre se repetía una y otra vez en la cabeza de Carl, desde hacía más de tres días, el pobre no podía ya ni dormir.

—¡AFRODITA!— Un gritó rompió el silencio de la duodécima casa.

La Amazona se levantó inmediatamente, se puso una bata y se dirigió veloz hacía el cuarto de su pupilo.

¿Qué sucede?

—N... no... no lo sé.

—Cuéntame¿que has soñado?

—Espera que piense...

Carl no se acostumbraba a tratar de "Usted" a la Pisciniana, ni dialogar con ella tratándola de Señora.

—Ya, ya me acuerdo. Estaba corriendo por un laberinto, unas rosas me perseguían y gritaban una y otra vez... Afrodita... Afrodita— (esto último lo de Afrodita... Afrodita, lo dijo con voz tétrica) —Decían ese nombre... —Carl interrumpió su historia— ¡Eh, No me estás escuchando!

— ¿Qué? A si el sueño, jeje— Claudia rió hipócrita— si que la estOOYY...—En ese momento Claudia, echó un bostezo que podía haberse comido al pequeño —escuchando... continúa.

Carl le saco la lengua disimuladamente.

—Decía, que las rosas me decían ese nombre repetidas veces, tenían una voz aguda que les salía de una diminuta boca que tenían entre sus pétalos.

Hubo un silencio que duró unos instantes, aun que a Carl todo le parecía excesivo.

—Bueno, mañana hablaremos.

Bien, Claudia, te felicito has elegido a un niño (mas bien tirando a niña) que tiene sueños, y lo mejor de todo es que sueña con ROSAS y además las rosas le hablan. Lo que más me extraña es que no parecía contar un sueño, puede que alguien pudiera controlar su mente pero... ¿quién semejante poder?

A la maña siguiente Claudia fue a levantar a Carl, pero estaba dormido.

-Bueno no habrá dormido, lo dejaré un poco más...pero no se debe acostumbrar, sino será un caballero, mal entrenado y la culpa será mía (Que se creen ellos que no va a salir a delante, ja)

Se dirigió a la cocina, sacó un sartén se puso a preparar...

¡TORTITAS!— una voz irrumpió el silencio de la cocina

—Hombre...el "señorito" ha decidido levantase.

Carl miró arrepentido hacia el suelo.

¡Qué¿Se te pegaron las sábanas?

Guiñó un ojo y sacó le lengua disimuladamente, mientras la Amazona se daba la vuelta.

Se sentaron en las sillas. A Carl todo lo parecía "excesivo" (excesivamente grande, excesivamente alto...todo) Aquellas sillas eran de madera de haya con una inscripción del símbolo de Piscis (esa especie de "H") en el respaldo, las patas se juntaban formando una pirámide invertida y luego viceversa.

La mesa estaba decorada con cenefas por los bordes y patas, la cubría un mantel con numerosas parejas de peces persiguiéndose, uno miraba la cola del otro. La Vitro-cerámica era moderna, lo cierto es que toda lo casa estaba decorada en estilo moderno.

A Carl todavía le quedaban unos treinta centímetros para llegar con los pies al suelo, otra de las muchas cosas que le parecían gigantes eran las estanterías, a las que no llegaba ni de puntillas, ni subiéndose en una silla, a la nevera la veía infinitaaaaa… le parecía una caverna de hielo sin fondo, donde podía estar un "Reih Gough" para llevárselo, y así infinidad de cosas.

Comenzaron a comer

—Prepárate.

— ¿A dónde vamos?

― A hacer un entrenamiento físico y luego a felicitar a una persona.

¿Qué¿A correr¡No quiero!

Se cruzó de brazo, frunció el ceño y se planto en el suelo.

Quién se ha creído que es este para decirme "No quiero" ja

― ¡TE HE DICHO QUE VAMOS Y ES QUE VAMOS!— En ese momento el cosmo de la Pisciniana se encendió tanto que hasta Carl (que no tenía ni idea del asunto) también lo sintió. Le dio un escalofrío y echó a correr hasta su cuarto, se puso una ropa de entrenamiento (claro, que todo conjuntado)

-Ja, que se cree¿que me va a tomar por el pito del sereno?

-Jolin... a correr nooo... se me va poner la ropa hecha un cristo... pero sino lo hago es capaz de llevarme a un orfanato y...

Carl se quedó pensando en lo mismo que cuando Claudia lo había ido a buscar a Suecia. (Mirar prólogo)

Legaron hasta un bosque que había cerca del Santuario. Estaba repleto de olivos. Se adentraron aun mas hasta que ya no se podía ver una entrada o salida fija. Carl empezaba a asustarse, el canto de los pájaros ya no le era agradable, el río que pasaba por allí ya no era interesante de escuchar, los árboles parecían cada vez más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más, más...

— ¿Podrían decirle al narrador que no sea tan, tan, tan, TAN ¡pesado?

Ya; vale, vale, vale, vale, no os alteréis — dijo la voz del cámara.

-Lo que nos faltaba, otro con el disco rallado...—.

¿Podríais volver a la escena, es la una de la tarde y tenemos que ir a comer "por lo menos yo me pienso largar"— dijo el Director

Vale ahora sigo con la escena, a ver... ¿Dónde íbamos?

En el "parecían cada vez más, más, más, más, más, más, más, más, más, más...—Dijo Claudia en un acto desesperado.

Los árboles le parecían cada vez más y más altos, anchos, largos... (Aun que no debemos olvidar que a Carl tODo le parece excesivo).

—De ahora en adelante, cuando tengamos que entrenar fuera de la casa, será en este punto del bosque ¿Me estás escuchando, Carl?

— ¡Ah¿qué? Ya, em... si, si te estaba escuchando.

-Claroooooooo, que te estoy "escuchando" como si no tuviera cosas más importantes que hacer...

— ¡CARL! Escúchame o... ¿Tienes algo más importante que hacer?

-Claro que tengo cosas más importantes que hacer como pensar en aquel chico de melena azul, un poco oscura, y aquellos ojos azules oscuros y su intensa mirada...-suspiró.- Carl vuelve a la realidad antes de que Claudia te mande hacer 300 flexiones colgado en un árbol por los talones y a llegar hasta la punta de los pies mientras ella piensa en el Santo con el que tanto se emboba.

Sacudió la cabeza para volver a la Tierra, ya que estaba en las nubes.

—Lo primero que vamos a hacer en tu primer entrenamiento va a ser...

-Ojala, que no sea hacer flexiones...

—Lo primero, será una prueba de resistencia¡FLEXIONES!

-Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo... ¡Flexiones no, eso justamente no!

Carl puso cara de decepción.

— ¿Ocurre algo S-E-Ñ-O-R-I-T-O?—dijo con voz irónica.

—Mmmm...No Señora...—Agachó la cabeza arrepentido.

—Bien pues haz...trescientas

-Pues si que pasa, no estoy en condiciones de hacer flexiones, ja. Tengo una idea para escaquearme jajaja (rió para si mismo con risa perversa) ¿Y si me tiró al suelo, finjo un esguince? No, se daría cuenta, pues ya sabes Carl, amigo mío ajo y agua.

Se agachó, se tumbó en suelo flexionó los brazos y empezó.

—Uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis...

-No parece tan difícil- En su cara vio reflejada una expresión de superioridad, hubiera sacado la lengua a Claudia pero si lo veía le habría mandado cien flexiones más y eso, no le parecía una "buena" idea.

Claudia se sentó en el suelo y se apoyó en un árbol no muy próximo de donde se encontraba Carl.

—Vamos...cuenta más alto no se te oye¿no me dirás que estás cansado?

-¡Acércate tú¿No ves que estoy cansado y no puedo casi hablar?- Carl estaba un poco cabreado, y eso se le vio en el rostro.

- Ay amigo...si estás ahora cansado...si esto te parece difícil...mal vamos para caballero, esto es solo el principio. Sólo me dejas una opción...venir casi todos los días a entrenar, porque de físico estas MUY mal, pero tienes fuerza de voluntad, lo sé, sólo hay que sacarla al exterior.

—Ciento nueve... ciento diez... ciento once... ciento doce... ciento trece... ciento catorce...

Los segundos pasaban. Los segundos se convertían en minutos y los minutos en horas...

-Puff, puff, puff... retiro lo dicho antes. De fácil NADA.

El tiempo pasaba, y seguía pasando...

Y seguía...

La Pisciniana se había llevado una revista de cosmética y belleza, para no aburrirse, ya se la había leído, y releído cuarenta mil veces y estaba pensando en hacerse la manicura francesa con un par de trucos que había leído…

—Doscientas diecinueve...doscientas veinte...doscientas veintiuno... doscientas veintidós...

A Carl ya no le quedaban muchas. En la recta final, un fallo en el músculo del su brazo izquierdo le hizo desplomarse. Antes de que Claudia pudiese levantar la vista y encontrarse a su aprendiz "descansando" (insértese sarcasmo) en el suelo, éste ya estaba nuevamente ejercitando los músculos.

-Uff, por los pelos casi me pilla nnU

- ¿Qué se ha creído¿Qué no le he visto? está muy equivocado, bueno, haré "la vista gorda".

—¡Trescientas!—gritó, y se tiró al suelo, estaba muerto de cansancio.

— Bien, has podido aguantar.

— ¿Lo dudabas?—Habló con repiqueteo. Claudia, no contestó.

La Amazona miró el reloj mientras se levantaba del suelo.

— ¡Que tarde es, no llegaremos! Carl, corre al templo dúchate y cámbiate.

— ¬¬ ? ¬¬

— ¡Venga que no hay tiempo!

-Lo que me faltaba, después de TODAS esta flexiones a subir a la última casa ¿Porqué no está la primera la de Piscis? Suertudo aprendiz de Aries...

Carl siguió refunfuñando, cual ogro mal hablado.

— ¡Venga, arreando que no llegamos!

- ¿A dónde?

Carl salió corriendo hacia la duodécima y corrió hasta el baño. El baño estaba decorado con mármol en el suelo y azulejos azules con adornos de peces persiguiéndose, por toda la pared, de vez en cuando los azulejos cambiaban y aparecía el símbolo de Piscis en grande. El cuarto de baño era bastante amplio, por no decir que era la habitación más grande de toda la casa. En el centro se encontraba un enorme jacuzzi al que se accedía cruzando una larga alfombra roja. El jacuzzi estaba dotado de unos chorros de agua que caían de unos grifos en los bordes. Tenía hidromasaje y burbujas. Alrededor de la sala se encontraban bancos construidos con granito. En uno de los laterales de la sala se encantaba una especie de habitación cubierta de madera con un cartel que ponía "Σάουνα" en el otro lado se encontraba un enorme armario lleno de toallas de todos los tamaños y colores (N.A. será cosa de los Piscis pero siempre han de ir bien acordes con su pelo, ojos...)

Carl se desvistió, dejó la ropa en una cesta de mimbre de la ropa sucia que se encontraba junto a uno de los bancos. Fue entrando lentamente hasta que sólo su hermosa cara y su brillante pelo asomaban por encima de la espuma echa por el jacuzzi.

-Que, calentita...

Carl suspiraba mientras cerraba los ojos lentamente. Lo que más le gustaba de la sala eran los pétalos de rosas esparcidos por el suelo y los que flotaban por el agua. En la pared del fondo, frente a la puerta se encontraba una fuente en la que Carl no se había fijado, estaba "demasiado ocupado" contemplado los pétalos, la fuente era de piedra con dos peces, uno miraba a la derecha, el otro a la izquierda, se cruzaban en la zona del abdomen (C.A. mas o menos como el símbolo de channel) Al pez de la derecha le caía agua por la boca de color rosa, al de izquierda azul, que luego se mezclaban en el recipiente.

-Está bastante bien decorado, por lo menos para mi gusto-

Salió del jacuzzi y se dirigió hacia el armario de las toallas, otra de las cosas en que Carl no se había fijado era que la sala estaba decorada con numerosos espejos colgando de las paredes, seguía "demasiado ocupado" mirando rosas.

-¿Le gustaran las rosas tanto como a mí? bueno, no importa.

El Pisciniano buscaba algo impaciente mientras se sujetaba con las manos, para que no se le cayera la toalla que llevaba atada a la cintura.

-¿Dónde "rosas" está la ropa?

En ese momento apareció la Amazona con una bolsa en la mano.

— ¿Buscabas esto?

— ¡Si¿Dónde estaba?

—En tu habitación, lógico. Cuado vallas a bañarte acuérdate de traer la ropa para cambiarte luego ¿no querrás que cuando estes yendo hacia tu cuarto con una toalla cubriéndote y que de repente aparezca... un Santo Dorado o un aprendiz?

—Mmmm... La verdad es que no pero... ¿me lo das?

—No

— ¿Por qué?

— ¿Qué se dice?

—?

—Agg... las "palabritas mágicas"

— ¡Ah!... ya caigo... P-O-R F-A-V-O-R ¿me puedes dar eso?

Se la de, y le hecha una mirada.

—G-R-A-C-I-A-S.

—Bien, corre a tu cuarto y cámbiate inmediatamente.

— ¿A dónde vamos? Claro… si se puede saber…

—Ya lo veras —respondió su maestra, estrechando los ojos

-¿Cómo es que no se ha dado cuenta cuando subía hacia aquí? Bueno espero que sea cierto, porque sino al llegar vamos, rectifico voy a quedar como una estúpida.

Carl corrió a pequeño cuarto, ya que era el más pequeño de la casa, se vistió y luego... se puso a peinarse.

-¿A dónde tendremos que ir? Bueno, vallamos donde vallamos debo estar...deslumbrante, hay que causar buena impresión ¿no?


Comentarios de Autora:

Juss...este capítulo es demasiado...pensativo no se si os gustará, además me parece aburrido… no estoy satisfecha con él.

Bueno espero que os haya gustado.

Todo eso de el baño...a qué es un lujo XD, bueno es la casa de Piscis y los Piscis...SOMOS DE AGUA ¿no?

En este capítulo, bueno...tuve mis dudas.

Puse que cuando piensa Carl guión y asterisco (-) y cuando, Claudia sólo guión (-)

Diccionario:

N.A: Notas de la Autora XD

Σάουνα: Sauna en griego.

Reih Gough: P.I. (Personaje Inventado) Diablillo, que cambia de color. Se encuentra en las zonas frías de la Tierra, aunque más bien es un personaje inventado por Carl, es demasiado fantasioso.

Agradecimientos: A Tala Valkov, La Dama Arual, FaNtaSiA dE uN AnGel, Little Nisa Pandora y The Shade Ghost; por apoyarnos a mi musa y a mi n,n

Kissis