Capítulo 4 Extraños sucesos.
Hilia entro de la mano del peli gris en aquella casa llena de luz y de colores vivos, en el centro una cocina abierta que conectaba con el comedor y justo al lado bajando un par de escalones un pequeño salón que daban justo a las puertas de vidrio corredizas, hacia la terraza que dejaba vislumbrar aquel paisaje marino, la vista era liberadora.
La peli azul se acercó curiosa hacia la terraza para percatarse de aquellas macetas colgadas en las barandas, todas ella llenas de frescos jazmines.
-Esta flor me llama, me dice algo que yo no logro descifrar.-
Ares la observaba en silencio desde el marco de la puerta, era obvio que toda la decoración y las flores le hablasen a la joven, después de todo, ella era el tema de todo lo que a él le llenaba.
Enio no tardo en dejar sus pocas pertenencias en la última habitación, mientras que por su parte Gael, ayudado de una silla para tener la altura apropiada, ya comenzaba a husmear en la nevera.
El peli gris aprovecho para tomar cercanía con ella ahí mismo desde las vistas de aquel balcón.
-Los jazmines son voces de otro tiempo, su fragancia me recuerda que aún bajo la imagen más dura puede vivir un alma dulce.-
Hilia solo se sonrió un tanto nerviosa, sobre todo al sentir la cercanía del cuerpo de aquel hombre, quien ahora se encontraba a escasos centímetros de ella. Las manos de Ares tomaron a las de la chica girándola hacia él llevándola a enfrentar el brillo de su oscura mirada. Por unos segundos el trance se apodero de la joven, justo hasta que se escuchó un fuerte golpe proveniente del interior y el estruendo de los vidrios que salieron volando por toda la cocina.
Hilia dejo de golpe las manos del Dios para correr seguida por él temiendo que Gael se hubiese hecho daño. El pobre Gael lloraba, aun de pie sobre la silla, ya que uno de los vidrios le había alcanzado, con suerte solo en una mano. Enio ya estaba con un pañuelo cubriendo la manita de Gael después de rápidamente haberle sacado el vidrio.
-Está bien, no es grave es superficial, solo que sangra mucho, pero sosteniéndole así ni siquiera necesitara puntos.-
Ares e Hilia se abrieron paso entre los vidrios del bote de mermelada de melocotón que el pequeño había destapado. El abuelo tomo de inmediato al pequeño para cerciorarse del diagnóstico de su hermana mientras que Hilia comenzó a recoger los vidrios.
-Cielos Gael pudiste haberte hecho peor, por qué no me llamaste a mi o a tu tía te hubiésemos servido algo!-
Ares estaba tan alterado al ver aun gotas de sangre que resbalaban de la mano del chico que no se percató que su tono de voz en vez de tranquilizar al chico le ponía peor. Hilia termino rápidamente de limpiar aquello mientras que Enio discutía con su hermano.
-No le grites al bebe estas asustándole!-
-Como no quieres que le grite pudo haberse…-
Gael se soltó de los brazos de Ares y se fue asustado a encerrarse en su habitación, en esos momentos solo quería una cosa.
-Quiero a mi mama!-
Hilia no sabía si decir algo o permanecer callada la situación le era bochornosa y sin explicárselo sintió miedo por el pequeño, quien se había encerrado con apenas un pañuelo en su mano para cubrirse la herida. Ares trato de explicarse al ver el rostro de interrogación de la peli azul.
-Tengo problemas para controlar ciertos arranques, creo que me asuste bastante.-
-Es normal, sangraba mucho. Podría ir yo a verlo?-
-Claro, aunque creo que debo disculparme con mi chico, además quiero curarle esa herida. Ven vamos juntos.-
Enio solo dio un suspiro de resignación, bueno menos mal que Hilia iría con el bruto de su hermano, así mientras ella vería por preparar algo para la cena y terminar de acomodar un poco el desastrito que el pequeño les había dejado.
Ares abrió despacio la puerta de la habitación del chico justo cuando una ráfaga de luz arcoíris casi les cegó a ambos. En el interior no había nadie, la ventana estaba abierta, ambos adultos sintieron una bajada de presión al encontrar el cuarto vacío. Aunque Ares tenía una idea de lo que había ocurrido pero no dijo nada en voz alta, mientras por dentro su cabeza estaba por explotar.
-Maldición! A buena hora se me ocurre asustarlo, ahora cómo diablos sé hacia donde se tele transporto?!-
…
Mientras tanto en la acuática ciudad de Atlantis, Julián y Gabrielle, ahora con sus formas humanas discutían dentro del salón del trono los hechos ocurridos.
-Sorrento y Constanza llegaran en un par de horas, y estoy convencida que si le echamos un balde de agua fría a Mitchy hasta Kanon llega en menos que cantan los gallos. Julián esto es una emergencia, has visto el tamaño de esas creaturas, además muchos son carnívoros y venenosos.-
-Ya lo sé Gaby, créeme eso lo comprendí en el acto, pero me pregunto que más habrá y de donde aparecieron todas esas especies?-
-Es extraño la Fuente no nos ha informado de ningún cambio en las energías del ecosistema de los mundos. Además Aurora no anda lejos, de haber tenido una visión ya nos lo habría informado.-
-Cálmate linda, ya verás que encontraremos el origen de estos extraños sucesos, porque será la única forma de frenarlos.-
…
Dentro de su habitación Mitchelle se despertaba con la extraña sensación de escuchar un sonidito muy familiar. Era casi como un pequeño suspiro.
-Mama…-
La pelirroja sintió que solo era parte de algún sueño, justo hasta que sintió el peso de alguien que se sentaba en la orilla de su cama y después unas gotitas saladas que le cayeron directo en su adormilado rostro.
-Mama… me duele…-
A penas y abrió un ojo y lo vio ahí sentadito, llorando y sosteniendo algo con su manos, se levantó para poder cerciorarse que aquello no fuese un simple sueño.
-Mi bebe?-
De inmediato abrió sus ojos como platos cuando se cercioro que su chico llevaba un pañuelo sangrante.
-Ahhhhhh! Mi bebe!-
Kanon dio tremendo salto de la cama al escuchar el grito de su mujer y se sorprendió de ver a su hijo ahí junto a ellos llorando y con la mano sangrando. Mitchelle cargaba a Gael mientras que comenzó a enviarle su luz sanadora directamente en su mano. Kanon se ponía de pie después de haber caído directo al suelo y fue a cerciorarse de los hechos.
-Gael que haces aquí? Y que te paso? Y dónde diablos esta tu abuelo? Y…-
Aunque entre tantos mocos y llantos pues no entendió nada de la respuesta, una cosa era clara, tenía muchas ganas de tener una buena charla con su queridísimo padre.
-Tranquilo mi chico, tu abuelito me va a oír, eso te lo juro!-
Aunque ya después de ver las cosas con un poco de serenidad, Mitchelle reflexionaba.
-A ver quiero saber, como es que un obsesivo compulsivo como lo es tu abuelo, te ha dejado así lastimado y como es que has llegado hasta aquí? Déjame adivinar has orbitado sin permiso otra vez?-
Gael solo bajo su mirada, su herida ya no sangraba y ahora escondía su mirada de la de su madre.
-Gael, tu madre te ha hecho una pregunta. Por todos los dioses has dejado a tu abuelo histérico y preocupado por ti?-
Un par de suspiros y un par de lágrimas que eran secadas por el dorso de la mano de su madre. Ahora tenía los ojos de su padre que lo miraban de muy mal humor, todo tiene siempre una simple explicación.
-Yo tenía hambre y se tardaban mucho, además no sabía que se me iba a resbalar el bote. No te enojes papa yo no quería asustar a nadie, pero cuando mi abuelito se enoja a todos nos da miedo.-
-Gael, tu abuelo tiene mal carácter, pero jamás te ha puesto un dedo encima, así que quiero que vuelvas a orbitar y vayas de inmediato a disculparte con él. Sabes que si alguien te defiende y da su vida por ti, ese es él.-
-Ya pero yo quiero que ya vuelvan a casa, cuantos días les quedan por aquí?-
-En un par de días volvemos, solo tenemos que pasarnos a ver a tu padrino a Atlantis y después tomaremos el avión de regreso. Anda mi chico son solo un par de días, y volveremos a casa a nuestra sagrada rutina. Estamos?-
Solo bajo su cabecita en señal de afirmación, mientras que recibió besos de parte de sus padres para después desaparecer en un destello de luces como un pequeño arcoíris.
Mitchelle solo se sobo la sien mientras que Kanon se dirigió por una botella de agua para su mujer y otra para él mismo.
-Te lo dije, necesita un hermanito, solito se aburre.-
-Oye ya te dije que por mí no hay problema siempre y cuando aceptes nuestro trato.-
-Pedirle a la Fuente que sea yo quien sufra los síntomas de un embarazo y encima los dolores del parto me parece anti natural e injusto.-
-Pues entonces será hijo único o ya puedes buscarte otra novia como lo predijo Deméter.-
-De eso nada! No quiero a otra chica, además es cuestión de emborracharte un par de veces más para conseguir mis propósitos.-
-Oye! No puede ser que te aproveches de una pobre desvalida.-
-Anda chiquita, uno más…aún mejor una niña no es justo que yo no tenga una princesita.-
Un par de besos y justo cuando ella estaba por sucumbir, Kanon se vio afectado por una distorsión en su cosmos.
-Que pasa mi chiquis? Kanon…-
-Es Poseidón… hay algo que no va bien. Pronto vístete hay que ir de inmediato a Atlantis.
…
La cena había sido simplemente perfecta, después aquel concierto de Jazz y ahora un merecido reposo después de una merecida sesión de amor a lo largo de su ahora desastrosa habitación. Así recostados entre sabanas y enredados cuerpo a cuerpo, Mu y Shaina no paraban de reírse, las cosas habían cambiado radicalmente entre la vida que antes llevaban como abnegados y al pie de la guerra. Ahora esta nueva etapa en donde debían hacer uso de sus conocimientos científicos, de la paciencia nunca antes aprendida en el antiguo santuario. Y lo más difícil era asimilar algo que antes jamás llegaron si quiera a soñar.
-Vivir es complicado, no es así preciosa?-
-Nos educaron para morir, pero nunca nos mostraron como vivir. Esos chicos que llegan a la Fundación son autodestructivos y aunque no quiera hay veces que me siento en una situación de hipocresía.-
-Tú no eres hipócrita mi preciosa, haces lo mejor que puedes y déjame decirte eres excelente. Has visto lo buena que eres entrenándoles, eres la mejor profesora de kickboxing creo que ni la gran Enio lleva ese ritmo y esa coordinación de movimientos. Después vienes conmigo y te transformas en una enfermera bastante eficaz.-
-Sabes dicho de esa manera me haces sentir casi como una Diosa.-
-Y eso eres, para mí. Eres la diosa de mi corazón, la poderosa amazona de la cobra. Mi esposa.-
-Pero soy incapaz de darte un hijo?-
-Ya vendrá, no te estreses, apenas este año hemos conseguido asentarnos en un sitio fijo. Necesitamos relajarnos para que nuestros cuerpos se sientan listos.-
-Mu, trabajamos para el Dios que puso patas para arriba al antiguo Santuario. Ares es Dios del no estarse quieto, tú crees que podremos relajarnos algún día? Por si fuese poco también esta Enio, sabes aún me siento rara al no haber recibido ni una sola llamada de alguno de esos dos.-
-Preciosa, Ares esta en brazos del amor y Enio en medio de una situación bochornosa, además no sé si eres consciente de aquel hermoso cristal rosa que esta sobre nuestra mesa de entrada.-
-Te refieres al hermoso cuarzo que nos regaló Graciela?-
-Ese mismo. Sabes que además de ser así de bonito se le puede programar para que nos haga ciertos servicios.-
-Mu que has hecho?-
-Tranquila preciosa, le pedí a Graci que le inundara a esa hermosa piedrita con un poco de su poderoso escudo rosa antidisturbios, además agregue un poco de mi propio muro de cristal.-
-Mu, no lo sé… y si pasa algo y…-
-Vamos preciosa Ares esta con su chica, Enio seguro estará… bueno ya sabes con su secretito. Digo que de malo podría pasar?-
…
-Deja que les ponga las manos encima a ese par y juro que no llegaran a las bodas de plata!-
Ángelo del otro lado del teléfono sentía que los tímpanos se le estaban reventando.
-Cálmate Ares, te dije que no estarían disponibles, ahora quisiera que me explicaran ya más tranquilo qué diablos pasa?-
-El niño no está, se fue, se asustó y no tengo ni idea a donde pudo haber ido!-
Hilia tomaba rumbo hacia la puerta de la salida, mientras que Ares parecía adivinar su pensamiento.
-Tranquila preciosa, ya vamos juntos a buscarle, solo quiero prevenir a todos para que juntos podamos encontrarle…-
Enio seguía desde hacía diez minutos encerrada en su habitación procurando hacer el menos ruido posible. Así su voz parecía más un susurro, mientras ella seguía pegada a ese teléfono celular.
-Vamos ya que estas por la ciudad podrías ayudarnos a encontrar al bebe? Qué? No, ya te dije que el pendejo de Ares lo asusto por andar de histérico, ya lo conoces, ahora está que se muere de miedo. Pues sí, ya sabes que el bebe es su delirio…. Si yo también a ti… Por favor ayúdanos, si? –
Ares tomaba su chaqueta de verano después de colgar con Ángelo y de asegurarse que el italiano y la japonesa se unieran a la búsqueda. Ahora el Dios daba alcance a la peli azul, no sin antes poder cerciorarse que su hermana hiciese lo mismo.
-Enio! Ya deja de hacerte pendeja! Vamos.-
La peli plateada colgó discretamente su misteriosa llamada mientras que ella también se unía a la búsqueda de su sobrino.
…
Gael aparecía en un sitio que distaba mucho de ser la casa de su abuelo, y es que durante el trayecto el pequeñín sintió una energía que le distrajo y le atrajo. Ahora se encontraba dentro de aquella imponente cueva, camino unos pasos y se dio cuenta que había agua dentro de aquel yacimiento.
-Huele a mar, debe ser una entrada de playa, como en las que me suele llevar mi papa.-
Después medito un segundo y comenzó a alzar su voz.
- Oye en dónde estás? No me tengas miedo yo sé muy bien que estas asustado, si vienes conmigo yo te puedo cuidar. –
Recorrió toda la orilla de aquella pequeña playa cavernal, su pequeño cosmos rastreaba aquel otro que sin explicarse le parecía demasiado familiar. Apenas y duro diez minutos su búsqueda cuando le encontró detrás de una roca escondiéndose de la vista de cualquiera.
-Oye, no tienes por qué esconderte de mí, yo no te voy a lastimar. Anda sal de ahí y ven que se ve que tienes hambre, buscaremos algo que comer.-
Así logro hacerlo salir de su escondite, sus cabellos blanquecinos con la misma intensidad de su piel dejaban en claro que no solía tomar mucho sol. Esos ojitos azules celestes, y ese rostro de bebe enternecían a cualquiera.
-Vaya eres más pequeño que yo, o eres una chica?-
La mueca en el rostro del pequeño tritón le dejó en claro que no se trataba de una chica.
-Uyyy lo siento, no quise ofender, pero sabes no llevas camisa, ni pantalones. Aunque bueno con esa cola de pez dudo que entrara ningún pantalón. Sabes mi padrino es igualito a ti, si quieres podría presentártelo, mi tía te va adorar tiene un año queriendo ser mama, pero con tanto trabajo que ha sido reconstruir su ciudad pues no han podido.-
El pequeño tritón ahora se acercaba sonriente Gael le daba confianza como mínimo era casi de su edad, quizás un par de años mayor y eso era aún mejor.
-Oye no sabes hablar?-
El pequeño albino se encogió de hombros, aquella pregunta era un tanto desconcertante. Para que hablar en un mundo marino.
-bueno dime que te gustaría comer, quizás comes peces? No creo que comas personas, no tienes esa vibración.-
El pequeño tritón hizo una mueca de asco y horror ante ambas propuestas.
-Algas? Te gustan las plantas marinas?-
Su rostro se ilumino, mientras que jugueteaba emocionado con su cola plateada.
-Bueno a ver cómo le hacemos para conseguirte unas cuantas, a propósito gracias por ayudar a mi mama. No sé qué hiciste pero ayer cuando sentí miedo por ella sentí tu cosmos y me sentí mejor.-
Era extraño aunque el otro no le contestaba Gael parecía leer su pensamiento.
-Si lo sé, mi mama es muy bonita, pero te advierto que es de mi papa y mía. Si quieres una chica hermosa podría presentarte a alguna de mis tías, aunque todas están casadas. Bueno también podríamos adoptarte, porque creo que no tienes familia.-
El pequeño albino negó con tristeza, y Gael pudo adivinar que aquello era un tema delicado.
Sin pensárselo ni dos veces el pelirrojito le tendió su mano al menor ayudándole a salir del agua.
-Tranquilo he visto a mi padrino hacer esto muchas veces y a mi tía Gaby también.-
Así Gael encendió suavemente su cosmos dirigiendo un rayo hacia la cola del tritón regalándole un par de piernas humanas, aunque olvido uno que otro detalle.
-Diantres, no sé en dónde voy a conseguirte algo de ropa? Bueno tal vez si, ven vámonos.-
Así bajo un torbellino de luz arcoíris ambos pequeños desaparecieron dejando atrás aquella caverna.
…
A miles de kilómetros en África del norte.
-De verdad que mi abuela tiene razón en eso de que no es bueno beber agua sin antes hervirla, pero dígame ya se siente mejor?-
Shion observaba un tanto desorientado como Alecto estaba sentada ahí junto a él colocándole unos fomentos de agua caliente al nivel de su vientre. Lo primero que se pregunto fue, como llego ella ahí? Aunque era lógico que la chica se había dado cuenta de que ni él ni Dokho habían logrado dormir aquella noche.
-Disculpe señor Shion, pero como mi abuela está cuidando del señor Dokho decidí venir en su ayuda. Me pregunto si ya se siente mejor?-
Los rayos del sol se reflejaban en el oscuro cabello rizado de la joven, haciendo que su rostro tomase ese matiz divino que iba a juego con el aguamarina de sus ojos. Esas facciones tan idénticas a las de Perséfone, aunque sin ese dejo de malicia que a veces parecían reflejar los ojos de la Diosa del inframundo. En eso Alecto era muy distinta, ocurrente, y transparente como el agua, bastante traviesa, pero siempre llena de buenas intenciones. En ocasiones un tanto osada y demasiado curiosa, era lógico que Perséfone y Hades se inquietasen por ella, demasiado poder y la curiosidad de un gato albergado todo bajo la misma persona.
-Alecto en donde has dormido?-
Pues aquí mismo, en aquel saco de dormir.-
La chica le señalo un bulto de mantas que se encontraban no muy lejos de la cama de Shion, aunque al nivel del suelo. El Aries sintió pena de haber hecho dormir a la chiquilla a nivel del suelo pudiendo dejarle su cama, aunque viéndolo bien en su estado no era ni consciente de que ya se había dormido en su cama.
-Lo siento, pequeña.-
-Que dice, estoy muy contenta de poder cuidar de usted. Sabe en el inframundo solía ayudar a Tessa, mi hermana, cuando le llegaba algún espectro enfermo. Radamanthys dice que de no ser tan buena hechicera hubiese sido una súper enfermera.-
Bueno Radamanthys diría cualquier cosa con tal de no desanimar las buenas intenciones de Alecto. Sin embargo nadie negaba que la joven diosa era compasiva y bastante cariñosa.
Aquel comentario hizo sonreír al joven ex Patriarca sobre todo cuando su cosmos podía leer fácilmente el cumulo de dulces energías que esa niña le dirigía incondicionalmente.
-Sabes Alecto el día de hoy te llevare a conocer bien a bien el campamento, te explicare todo lo que aquí hacemos y después de realizar juntos nuestras tareas entrenaremos un par de horas sobre el buen uso de nuestro cosmos. Te parece?-
-Una pregunta, a usted le molesta que yo siga practicando mis actos de hechicería? Sabe es que a mí me gusta mucho y además de cometer estupideces también suelo hacer una que otra buena acción.-
-Qué te parece si me permites también ayudarte con eso? Sabes los de mi raza tenemos muchos conocimientos en los usos de las plantas y ciertos rituales que hoy en día se consideran de magia.-
La chica se sentía emocionada, otra buena excusa para demostrarle al lemuriano lo buena que ella era en esas artes. Ella estaba segura que después de probar su comida, él ya se daba cuenta de lo especial que ella podría ser para él. Completamente feliz y complacida la chica acepto gustosa la propuesta que Shion de Aries venia de hacerle.
…
A miles de kilómetros en Tokio, Saori terminaba de preparar su maleta frente a la mirada de un esposo en total desacuerdo con eso de viajar tantas horas en avión y en ese estado.
-Saga, por favor ya te dije que quiero que las niñas nazcan en Grecia. Además el loco de tu padre no nos perdonaría el no poder estar ahí ese día.-
-Preciosa, en tu estado los viajes tan largos son peligrosos y mi padre puede tele transportarse al igual que Mitchelle y Kanon.-
-Lo sé, pero sabes hay algo en el ambiente que me dice que debemos regresar a Grecia lo antes posible. Sabes es como un presentimiento, siento…-
Él se acercó nervioso para abrazarla y seguir escuchándola.
-Que sientes?-
-El Cosmos de Poseidón esta estresado, hay algo que le preocupa a Julián y no creo que se trate de una broma de Mitchy. Realmente siento que debemos ir allá.-
-Razón de más para no movernos, Saori son gemelas y…-
-Te obedeceré en todo, me quedare en casa, y cuidare de Gael mientras que el resto hacen sus deberes, dejare que tú te ocupes de todo, pero por favor…-
El géminis solo dio un fuerte suspiro.
-Está bien, pero si hay algún problema seré yo quien me ocupe. Está bien?-
La peli morada levanto su mano derecha en señal de promesa.
-Palabra de Diosa.-
-No sé porque pero no te creo nada. En fin hablare con Tatsumi para que arregle las cosas en la Fundación saldremos mañana temprano.-
…
Ángelo y Marín ya tenían horas dando las vueltas por el centro de Atenas, Marín estaba convencida de que seguir los histeriquismos de Ares no les llevaría junto al chico. Justo cuando creían que habían salido para nada se percataron de algo muy poco común.
-Ángelo mira en el cielo.-
El caballero de cáncer no daba crédito a lo que sus ojos veían.
-Pero que hora es ragazza?
-Casi media noche.-
-Es imposible que en el cielo de Grecia que se vea algo así, es simplemente imposible.-
La oscuridad del cielo era contrarrestada por un espectáculo de aurora boreal que cubría casi la totalidad del firmamento.
-Ángelo algo anda mal, estoy comenzando a tener miedo.-
-Lo sé preciosa este tipo de fenómenos no suelen darse en estas altitudes ni a estas temperaturas.-
-Primero lo de Hilia y ahora esto.-
-Hay que encontrar al chiquillo lo antes posible y reunirnos con Ares, su momento romántico tendrá que esperar. Me temo que se avecina algo muy gordo, y espero que estemos a la altura de frenarlo.-
…
Ares estaba que se moría de miedo, el cielo mostrando esos extraños fenómenos y el chico sin aparecer. Enio había decidido ir a buscarle por su cuenta para, según ella, abarcar más terreno. Hilia sin embargo comenzó a sentirse realmente extraña, dentro de su pecho una sensación parecía invadirla y distraerla.
-Hilia te sientes bien? Escucha si quieres puedo yo buscar solo a…-
-Sabes no sé como pero siento que el chico ha vuelto a casa.-
-A casa?-
-Sí, es extraño pero es como si algo aquí dentro me hablase y… en fin olvídalo debo estar nerviosa. Vengo de despertar en un mundo extraño, sin recuerdos y ahora esta extraña sensación.-
Aunque si alguien conocía esas energías, era él, así que no puso ni un segundo en duda la palabra de su amada.
-Tus intuiciones valen oro, vamos a casa entonces.-
-Pero…-
-Primero que nada preciosa, siempre debes confiar en tus corazonadas, créeme ellas vienen de lo más profundo de tu espíritu y el espíritu nunca se equivoca.-
Dieron vuelta al volante regresando a casa y se sorprendieron al encontrar a Gael sentado en el jardín de la entrada acompañado de un chico, mucho más pequeño en edad, quien estaba comiendo algo verde en un plato. El dios no se lo pensó dos veces antes de ir a ver el estado de su nieto, dejando a Hilia atrás apenas saliendo del coche.
-Ven aquí, pequeño bribón! Déjame verte! Estas bien?-
Gael prefirió la telepatía para contestar.
-Me asustaste, no lo hizo adrede.-
-Lo sé, perdóname yo no quise asustarte. Y tu mano?-
-Mama me curo.-
-Diablos fuiste a dar hasta allá?-
-Con quien más?-
Pues si vaya tontería, a donde más iría un niño tan pequeño si no era en busca de sus padres.
-Tu padre querrá matarme.-
-No, de hecho quiero que me perdones, no quise asustarte, pero como la señora bonita estaba ahí, me dio vergüenza que me regañases delante de ella.-
-Escucha te diré un secreto, pero solo será nuestro, estamos?-
El pequeño asintió cómplice.
-Esa hermosa señora es en realidad tu abuelita, la mama de tu padre, pero no se acuerda.
-No debería ser más grande? Digo es más joven que papa.-
-Si eso también, pero ya averiguaremos que fue lo que le paso para que haya vuelto así y con esa edad. Puedo contar con tu discreción, total secreto, si?-
-Ok. De verdad es mi abuelita, wow es preciosa.-
-Qué te crees? Si tengo malos ratos más no malos gustos.-
Hilia llego de inmediato y se maravilló de ver que la mano del chico se había curado y más aun a su hermoso acompañante.
-Estas bien Gael?-
-Si abu… señorita Hilia.-
Ares transpiro un segundo, menos mal que el chico corrigió a tiempo. Aunque de inmediato sus ojos se fueron hasta el joven albinito que terminaba de comer aquellas algas, que eran lógicos habían sacado de una lata.
-Gael quien es este chico, además lleva tu ropa?-
-Abuelito podemos hablarlo adentro, sabes es una larga historia.-
Una sonrisa tierna e inocente por parte del pequeño tritón y ambos adultos escoltaron a los chicos al interior de la casa.
…
En la sala del trono de Atlantis, Kanon y Sorrento llegaban, portando sus imponentes escamas, a toda prisa acompañados de sus esposas.
-Sorren tú también?-
-Sí, me temo que algo anda muy mal para que Julián nos haya llamado a ambos y sabiendo que son tus vacaciones.-
Mitchelle observaba curiosa el rostro de su cuñado el Dios marino y por primera vez se abstuvo de dedicarle alguna de sus bromas.
-No me gusta cuando te pones así, es peor que cuando Ares sonríe.-
Gabrielle no tardaría en ofrecerles unas sillas a sus generales y a sus hermanas.
-Ahora si estoy temblando de cuando acá nos sentamos en el fondo del mar simplemente a charlar?-
Gabrielle fue directa.
-Mitchy, dime Aurora y Camus siguen por estos rumbos?-
-Oh por todas las dimensiones.-
-Si hermana, creo que lo mejor es que reunamos a todos los que anden cerca. Tenemos una seria emergencia.-
