Espero que disfruten este capítulo, yo sé que les dije que cruzaría este fic con el de Por una eternidad junto a ti, y así será pero por el momento la inspiración me traiciona y me llega de golpe sin darme tiempo de enlazar los tiempos.
Para comprender cosas de este capítulo tendrían que haber leído los capítulos 15-20 de La Alianza Secreta, en donde nos describe cierta isla encantadora cortesía de los envenenados espíritus antiguos de Hades y Poseidón.
Les mando bendiciones y espero ansiosa sus comentarios y sugerencias. Me daré tiempo en esta semana para contestar los últimos que recibí.
Hasta el próximo capítulo…
PD: Este capítulo contiene un mini spoiler de la historia de: Por una eternidad junto a ti y de Las líneas secretas de una espectro, quienes sigan estas historias lo comprenderán.
In Lack Ench
Archangel of Fire
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Capítulo 8 Vagando en el limbo (I parte)
Mu y Saga intentaban en vano juntar las piezas de lo que quedaba del avión para poder mantener a las chicas cubiertas de la lluvia torrencial que venía azotándoles. Aquello era imposible los vientos azotaban con tanta fuerza que lo más prudente fue valerse de lo único operable que aun poseían, su instinto. El lemuriano poseía una vista bastante aguda, lo mismo que sus reflejos y eso en un caso extremo puede ser de suma ayuda.
-Saga, mira para allá cerca de la playa! Por donde se divisa esa loma, parece ser una cueva.-
-En dónde?!-
-Míralo bien, está justo detrás del montículo!-
-No lo sé, con este viento podría ser riesgoso intentar movernos, no lo crees?-
-Los restos del avión se están hiendo uno a uno, aquel sitio es la única opción disponible. Vamos caballero que en el Santuario no solo nos entrenaron en el cosmos, bueno al menos no a mí.-
-Oye que estas insinuando?!-
Shaina dejo unos segundos a Saori para parar la evidente discusión entre los dos caballeros.
-No es el momento de rivalidades, debemos proteger a Saori, en su estado corre bastante riesgo.-
Si existía una frase que la peli morada odiaba con profundidad, desde hacía más de diez años, era precisamente aquella. Saori se puso de pie sacando fuerzas de lo más profundo de su espíritu y se dirigió a sus compañeros.
-Hey ustedes tres! Primero que nada estoy embarazada no lisiada, así que dejen de referirse a mí como si se tratase de una muñequita de porcelana.-
Saga trataba de justificarse.
-Mi preciosa no estas lisiada, pero llevas casi 15 kilos de más debido a nuestras dos princesitas y…-
Gran error, a una mujer hormonal y sensible jamás se le habla con sinceridad. Esa fue una lección que Saga aprendió en ese mismo instante, el pobre gemelo comprendió perfectamente las sabias palabras que su hermano Kanon le había pronunciado al enterarse del embarazo de su diosa. "Hermanito pídele una que otra botellita a nuestro Dionisio, créeme lo necesitaras. Ah sí, y otra cosa recuerda que por próximos nueve meses tu eres ciego, te lo digo por tu propia salud mental. ". Cuanta sabiduría de los labios de su descarado gemelo, Saori estaba hecha una furia.
-Me estas llamando gorda! Especie de cabron insensible! Pues ya verás lo que esta gorda es capaz de hacer con todo y las dos nenas que tu muy amablemente me hiciste!-
La chica se puso en marcha sin importarle los vientos huracanados y la lluvia, dejando a su esposo sudando en frio y al Lemuriano disimulando su amplia sonrisa burlona, Shaina solo atino en darle un pellizco al peli rosa.
-No te pases, Mu.-
-Lo siento, pero es que el solo verle el rostro es como decirlo… es genial!-
El Lemuriano soltó una evidente carcajada recibiendo otro pellizco de la italiana, mientras que el géminis trato de reaccionar lo más rápido posible echándole una mirada furiosa a su compañero y dándole alcance a su ofendida mujer.
-La próxima vez me callo el hocico y me hago el ciego, si ya me lo había advertido Kanon.-
Mientras que intentaba hacerse escuchar entre aquellos vientos.
-Preciosa vuelve acá, si tu no estas gorda, de hecho estas exquisita!-
Así tomaron rumbo los cuatro en dirección a aquella inmensa y extraña caverna.
…
Julián y Constanza corrían a toda prisa entre aquella espesa neblina, el suelo rocoso les ocasiono uno que otro tropiezo, pero no tan fuerte como para tocar el suelo. En un instante la del cabello negro azulado vio manifestado su gran temor, al sentir como ambos se estrellaban frente a una fría y sólida pared de roca.
-No! Esto no puede estar pasándonos!-
Entre tanta humedad, neblina y oscuridad lo único que les tranquilizaba era esa luz amarilla que Constanza emitía, la cual fue bajando su brillo poco a poco preocupando al joven magnate.
-No, tranquila cuñada, no debes permitirle al miedo que te gobierne, tu luz es lo único con lo que contamos en este sitio infernal.-
-Esta todo cerrado y tan oscuro y…-
La chica comenzó a respirar con dificultad y para el peli celeste las cosas se veían más que claras. Se trataba de un caso de claustrofobia y bajo aquel panorama no podía juzgar ese tipo de reacción, ya que él mismo comenzaba a sentir ese pánico subir por cada célula de su cuerpo. Sin embargo él era consciente de que una actitud así solo provocaría el fin de ambos, así que saco fuerzas de lo más profundo de su alma y sujeto con ambas manos el rostro de la chica.
-Escúchame Constita, escúchame, debes respirar…-
-Mi telepatía… mi cosmos… nada funciona…no quiero morir aquí!-
-No vamos a morir aquí, ni tú ni yo, ni nadie. Vamos piensa en Sorrento y en mi Gaby, deben de estar preocupados por nosotros y ya deben de estar buscándonos.-
-Seamos conscientes Poseidón, quien demonios nos va a encontrar en un sitio así!-
-Ellos lo harán! Créeme lo harán! Tienes que tener fe, la Fuente les guiara, recuerda que aun los Titanes están sujetos a la voluntad de ella.-
-Entonces porque nuestros cosmos y nuestras habilidades…-
-La luz de la Fuente funciona, eso quiere decir que no estamos desvalidos. Debes calmarte para acceder a tu potencial lumínico y yo voy a hacer lo mismo. No solo somos mente y sentidos, también somos espíritus vivos, y si estamos aquí debe haber alguna razón. Es el momento de que yo haga frente a mi padre, es el momento de que asuma la responsabilidad que desde hace milenios recayó sobre mi hermano menor. Te juro que no me dejare devorar y no permitiré que llegue a ti.-
La voz del Titán retumbo con la fuerza de un fuerte temblor.
-Demasiado valor para venir de un pequeño truhan como tu hijo mío!-
Aunque esta vez Poseidón no se dejaría intimidar.
-Qué quieres?! Porque nos has traído hasta aquí?!-
-Quiero lo que hace milenios se me arrebato. Quiero mi libertad!-
-Liberarte seria traer el caos al mundo, la línea del tiempo se vendría abajo!-
-Mi labor es devorarlo todo, yo soy inevitable, pueden encerrarme aquí por instantes pero es imposible escapar de mi venida. Yo soy el inicio y el final, ya no puedes retrasar lo inevitable. Dentro de poco no serás el único en recibir el justo castigo de mi maldición. –
-Jamás permitiremos que salgas de tu prisión!-
-Y no es necesario, Athena está en camino a reencontrarnos y gracias a ustedes dos el resto vendrán por si solos.-
-Athena-Saori… pero… si ella…-
-Nadie se escapa del tiempo hijo mío, todo vive sujeto a mi yugo a mi maldición.-
El ángel y el dios se miraron con un evidente estrés, mientras que decidieron permanecer con la cabeza lo más fría posible, si había una razón por la cual estaban ahí, ambos mantendrían la fe de que pronto la descubrirían.
…
En el inframundo Hades se sentía furioso consigo mismo y con uno que otro juez.
-Porque diablos Radamanthys no detuvo a la bruta de mi hija?!-
Perséfone no le dejaría ir en contra de inocentes.
-No culpes al chico, tanto tu como yo conocemos lo que trajimos a la vida y Alecto siempre ha sido la más rebelde de las tres.-
Kanon miraba con cara de interrogación a Minos, quien prefería dirigir su mirada a cualquier sitio menos los orbes esmeraldas del géminis. Ya era bastante bochornoso para el juez tragarse su orgullo frente al General de Poseidón, como para colmo tener que admitir que aquel desastre se debía a un descuido del inframundo.
-Pero qué diablos hizo Alecto, cual muerto resucito y que tiene eso que ver con la desaparición de todos…y con las bestias prehistóricas?-
De inmediato Hades se puso de pie, dirigiéndose hacia Kanon mientras grito en voz fuerte.
-Zeros! –
El espectro de la rareza no tardó en aparecerse a toda velocidad.
-Si mi señor.-
-Pronto trae mi armadura y mi espada, debo partir de inmediato a la superficie.-
Perséfone no se quedaría atrás.
-Entonces también trae mi hoz y mi armadura.-
Minos sintió que sus oídos le jugaban una extraña broma bizarra, más cuando escucho a Hades hablarle a su esposa.
-Pequeña alguien debe cuidar del inframundo en mi ausencia.-
-Pues dejamos a Hécate, además si alguien tiene experiencia en estos rumbos es ella. Yo me voy contigo y no es una opción, me oíste bien?!-
Minos reacciono un tanto impulsivo por obvias razones, el Hades que él acostumbraba servir siglos atrás nunca solía inmiscuirse en ese tipo de asuntos tan mundanos.
-Mis señores, de ninguna manera permitiríamos ni yo ni mis hermanos que ustedes corriesen peligro. Mándenme a mi o alguno de mis…-
Hades sería muy claro con su juez, y bajo ese semblante tan serio nadie se atrevería a ir en su contra.
-He dicho que iré yo mismo y no es negociable, soy un Dios he peleado junto a mis hermanos en guerras antes de que si quiera tu o tus hermanos existieran. Mi reina quiere venir, pues ella vendrá también, Hecate se quedara junto a Thanatos, dudo que Hipnos quiera asistirlos y menos si se entera del panorama que tenemos en la superficie.-
-Mi señor al menos permítanme a mi acompañarles o a Radamanthys, se lo suplico, si ya desaparecieron dos dioses y uno de la talla de Poseidón es que el asunto es delicado.-
Hades iba a refutar los argumentos de su juez justo cuando Kanon les interrumpió.
-Minos tiene razón, lo que debe haber ocasionado este desastre debe tener una fuerza titánica como para hacer desaparecer a dos dioses, un arcángel y tres caballeros. No debemos subestimarlo.-
Hades tomo un fuerte respiro y bajo la mirada aprobatoria de su mujer se dirigió al noruego.
-Deja a tu secretario a cargo de tu juzgado, llama a tus hermanos y diles que hagan lo mismo. Quiero a los tres aquí en cinco minutos y sobre todo quiero total discreción al respecto, que los espectros sigan sus tareas como si nada. Si se requiere ayuda en los juzgados que mis hijas se encarguen, a la superficie solo iremos nosotros cinco junto a Kanon y no hay vuelta de hoja. Queda claro?-
-Si mi señor.-
-Ha y otra cosa, no quiero que ninguno de ustedes tres adopte esa pendeja actitud sobre protectora con nosotros. Somos dioses no bebes! Espero que se los aclares a los otros dos, de lo contrario aquí se quedan los tres! Me explique bien, Minos?!-
El albino trago saliva comprendiendo en el acto su situación.
-Si mis señores.-
En unos instantes el juez de Grifo se tele transporto en busca de sus hermanos, mientras que Perséfone se dirigió hacia Kanon tomándole del hombro.
-Kanon te juro que lo que mi hija hizo no fue con maldad, Alecto es muy inmadura, pero no es cruel.-
-Bueno no creo que nadie en su sano juicio quisiera destruir el equilibrio de nuestros mundos. Tranquila Perséfone veremos cómo arreglar este desastre.-
-Bueno si entre otras cosas.-
-A qué te refieres, es que pasa algo más de lo que no me he enterado?-
Hades recogió las armaduras y las armas del espectro, y de inmediato le entrego las suyas a su esposa interrumpiendo aquella conversación.
-Ya habrá tiempo para que él mismo lo vea, por el momento él comprenderá que hay otras prioridades.-
Los tres jueces aparecieron vistiendo sus sapuris, y así los seis salieron de aquella sala por medio de un túnel creado por el cosmos del Dios.
…
En la casa de Ares Gabrielle observaba maravillada al pequeño albinito quien se escondía tras su hermana.
-Hola precioso quieres venir conmigo? Sabes no muerdo.-
A penas y podía verse como el chiquillo sacaba su rostro tímidamente de la espalda de Mitchelle, mientras que Gael aprovechaba la situación.
-Mi tía Gaby sería una buena mama para ti, ella y el tío Julián no tienen bebes y tienen colita de pez como tú.-
Gabrielle abrió sus ojos como platos al enterarse de aquello.
-Por la Fuente, Mitchelle este chiquitín es el bebe tritón del que nos hablaste, pero como es que tiene piernas?-
-Eso pregúntaselo a tu sobrino?-
-Gael, tu padrino no te enseño lo del camuflaje para que lo pregonaras mi chiquito.-
-Así que fue mi compadre Calamaro quien le enseñó a camuflajear colas de pez.-
-No te enojes Mitchy, sabes que para mí Poseidón su ahijado es como si fuese nuestro hijo también, creo que Perséfone también le suele enseñar uno que otro truco de hechicería.-
Mitchelle le daba un beso cariñoso a su hijo, ahora todo era claro al menos para ella.
-Mi pobre bebe, tú no tienes la culpa que tus padrinos te enseñen esas mañas.-
En un instante la rubia consiguió atraer al pequeño desconfiado, mientras suavemente le acaricio su pequeño rostro.
-Chiquito tus padres deben de estar muy preocupados por ti.-
El albinito bajo su mirada dejando escapar unas lágrimas de sus ojos, la pelirroja le aclararía las cosas a su hermana.
-Sus padres han muerto, una de esas criaturas prehistóricas les devoro, él escapo pasando el portal hasta llegar a nuestra dimensión.-
Gael terminaría la frase de su madre.
-Y yo le estoy buscando una familia, aunque no es tan fácil, sabes esto de tener cola de pez complica mucho las cosas tia.-
Gabrielle cargo al pequeñín muy cariñosa, mientras que él tomaba mechones de su cabello y veía sonriente que la chica le sonreía.
-En cuanto encontremos a mi Julián, veras que te llevaremos a un sitio hermoso en donde podrás usar tu colita de pez en toda seguridad. Te mandare construir un área de juegos submarinos para que juegues con Gael.-
Mitchelle le miraba frustrada.
-Mi hijo no puede respirar bajo el agua.-
-Para eso tenemos trajes y tanques de buceo, cabezota roja. De verdad que cada vez se te pega lo menso de Kanon y si le sumamos el deterioro mental que es tener a Ares de suegro.-
Aunque basto con decir aquello ultimo para que las dos volteasen a ver al Dios discutiendo con Shion sin soltar de la mano a la recién resucitada.
-Sabes Mitchy, creo que voy a despertar a Sorrento porque si ya tenemos líos mundiales aún nos quedan los sentimentales y me temo que pueden ser más difíciles a ganar que cualquier guerra.-
Marín trataba de sacar lo máximo de información de parte de Alecto, quizás habría una manera de rastrear el sitio a donde su Diosa y compañía habían desaparecido. Todos preferían creer que con algo de suerte ambos dioses y sus acompañantes habían terminado en el mismo paralelo. Ángelo tuvo una idea un tanto descabellada pero que podría servir.
-Y si fuésemos algunos por la entrada de Yomotsu, quizás antes de la colina en donde las almas caen pudiésemos encontrar alguna puerta. Recuerdan cuando el lio que tuvimos con Eris, Poseidón tenía una isla entre ambos mundos y tal vez por allí pudiésemos encontrar algo.
Mitchelle reacciono en el acto.
-Pero recuerden que en aquel sitio en cosmos no funciona, aún tengo agujetas de los horrores que había guardado mi compadrito para Kanon.-
Sorrento quien regresaba del mundo del desmayo alcanzo a escuchar a la pelirroja.
-Los zombis estaban ahí atrapados por la cólera de Poseidón y de Hades, pero desde que ambos han limpiado sus energías ya no hay ni zombis ni bichos gigantescos ahí. Son solo islas desiertas o lugares vacíos con distintos escenarios, pero vacíos al fin y al cabo.-
Ángelo no tardo en apuntarse a la aventura.
-Yo iré a echar un vistazo por ahí, quien se apunta?-
Marín no lo dudaría ni un instante y junto a ellos Eliana y Afrodita se sumarian a la idea. Aquello no sonaba tan descabellado, Aurora deseaba ir como mínimo en aquel sitio podría utilizar su luz oro-rubí e intentar rastrear a los desaparecidos.
-Vamos Camus te prometo que no intentare utilizar su poder de visión.-
-Yo iré contigo, ya que te conozco mi Cherie, eso es más fuerte que tú.-
En unos instantes un túnel violeta-dorado brillante se abrió frente a todos y de ahí dos dioses y cuatro semi-dioses salían a toda prisa. En cuanto Mitchelle vio pasar a Kanon corrió para pasarle a Gael a los brazos y así no fuese a ver de súbito a cierta persona que podría desequilibrarlo.
-Mi amor que bueno que estas aquí, te echamos de menos!-
La voz de Mitchelle era evidentemente nerviosa, Gael abrazo fuerte a su padre mientras que inocentemente le dice.
-Papi que bueno que estas aquí, ven para que veas a mi abuelita y le des un beso.-
A la pelirroja y a su hermana se les fue la sangre hasta los pies, mientras que Kanon todo sonriente le dijo a su pequeño.
-Abuelito, ya te lo he dicho muchas veces habla despacio para que no te equivoques de género. Además ahora debemos apurarnos mi chico, te llevare con Winona a ver si puede cuidarte en lo que mama y yo vamos con el resto a buscar a tus tíos Saga y Saori.-
Gael miro feliz del otro lado de la pieza estaba su madrina, se veía imponente con esa armadura.
-Madrina, que hermosa te ves y dime quienes son los tres hombres que vienen con ustedes?-
A Perséfone se le olvidaba hacer la guerra cuando veía a un chiquitín y su ahijado era su adoración. Mientras Hades hablaba con un ofuscado Ares, ella se dirigió al chiquitín llevándoselo de los brazos de Kanon, para estrés de casi todos los que sabían de Hilia y se los presento a los jueces.
-Mira Gael ellos son hijos de mi padre Zeus, son los tres jueces del inframundo, en teoría son mis medios hermanos, aunque para mí son como mis hijos varones, los tres.-
El semblante de los tres hombres se vio cubierto de cierto color carmesí al saberse tan queridos por su amada señora.
-El de cabellos blanquecinos es Minos de Grifo, el moreno es Aiacos de Garuda y el rubio es Radamanthys de Wyvern.
El niño se puso serio bajándose de los brazos de la diosa y observándole uno a uno. Ninguno de los tres hombres sabían ni que decir, ellos no estaban acostumbrados a tratar con niños y se sorprendieron cuando Gael le tomo la mano a Minos, ganándose una mirada nerviosa del joven juez, para después hablarle muy serio.
-Quien antes fue tu enemigo se convertirá en tu salvador.
Después se dirigió con Aiacos, aunque Gael estaba lleno de ese aire dulce infantil había algo en su mirada que en ese preciso instante lograba intimidar hasta a los temibles jueces de Hades.
-Si solo abrieras tu alma evitarías muchas lágrimas.-
Radamanthys no sería excluido de las profecías del joven arcoíris, el pequeñín solo se sonrió al mirar al rubio inglés.
-No deberías preocuparte tanto, ni los siglos pueden separar a quienes fueron hechos para estar juntos.-
Los tres jueces se miraron sin saber que pensar, justo cuando Perséfone muy seria les hablo.
-Cuando los siete rayos hablan es la voz de la Fuente que oímos, no cualquiera tiene esa bendición mis tres chicos. Mi ahijado es el arcoíris de la Fuente así que siéntanse honrados por esas palabras y guárdenlas muy dentro de ustedes, un día se convertirán en la luz que les guiara entre sus tinieblas.
Hades ya hablaba muy serio con Ares sobre lo ocurrido y no tardo en percatarse de que su hija Alecto toda nerviosa se escondía detrás de la figura de Shion de Aries.
-Ven aquí Alecto ahora mismo.-
Las firmes palabras de su padre pusieron a la chica muy nerviosa, delante de los presentes tomo valor para contestar al llamado de su padre quien no se veía tan consentidor como siempre.
El antiguo patriarca se adelantó tratando de calmar los aires de molestia del Dios del inframundo.
-Alecto nos ha explicado como pasaron las cosas ahora debemos encontrar el sitio de la franja y tratar de recuperar a los desaparecidos. Por favor Hades no te molestes con ella, eso no remediara nada.-
No era el único en apoyar aquella postura los tres jueces, al escuchar el tono de molestia de su señor se dirigieron al rescate de la morena. Radamanthys fue el primero en defenderla.
-Mi señor ya les dije que si hablamos de culpa, la niña no estaba sola cuando el desastre ocurrió.-
Y no sería el único en defenderla, el juez albino apoyaba totalmente a su hermano en eso.
-Mi señor es nuestro deber cuidar de vuestras hijas así que asumimos toda culpa que recaiga sobre Alecto.-
Lo que menos quería Hades en ese momento era encontrar culpables, su molestia residía en el hecho de él mismo no haber puesto límites a tiempo para sus hijas. Al Dios de la guerra no le agradaba que nadie molestase a su salvadora.
-Vamos tío, gracias a Alecto ella volvió, sé que por desgracia no vino sola, pero mira ninguno de nosotros podemos jactarnos de ser perfectos y no puedes enojarte con tu chica por cometer un error.-
-Ares este tipo de errores son de magnitud…-
-Son del tamaño de los dioses y que es lo que esperabas si engrandaste diosas, ellas se equivocaran como diosas.-
La chica se sacaba valor para salir del mural de protección de todos esos hombres.
-No quiero que nadie pague por mis culpas padre, pero dame una oportunidad de arreglar lo que yo misma cause.-
Aunque aquellos hombres se verían interrumpidos por el General Dragón del Mar quien venía casi arrastrando a su esposa y a su cuñada, quienes a su gusto estaban demasiado raras.
-Por la Fuente, quiere alguien decirme de que diablos me perdí? Y quisiera también que mi bella esposa y Gabrielle dejasen de comportarse tan raras! Qué diablos sucede aquí y porque tenemos a Alecto con cuerpo humano entre nosotros? Esto va más allá de los desaparecidos y los dinosaurios marinos que tenemos, no es así?-
Sorrento se abría paso entre todo ese desorden hasta llegar a Kanon.
-Oye gemelo diabólico porque no te unes a Ángelo y Afrodita, están proponiendo un viaje a los paralelos intermedios, lo recuerdas allá por donde Julián te hizo vagar hace unos años.-
-La isla de los zombis y los bichos?!-
Hades reflexionaba mientras que Ares buscaba a cierta peli azul que al ver llegar a su hijo se había escondido de los nervios.
-Claro aquella isla que le ofrecí a mi hermano en la época del mito, pero hoy en día esta vacía al igual que los otros intervalos.-
Minos, quien conocía aquella zona, levantaba su ceja en señal de duda.
-Mi señor, hay una cosa que no está tomando en cuenta.-
-A si cuál?-
-El hecho que esos sitios estén vacíos no quiere decir que no guarden algo más, las puertas olvidadas radican en aquellos intervalos. Lo recuerda?-
Mitchelle se interesaba, por aquel tema.
-Las puertas que conducen a dónde?-
-Al paralelo del caos hermoso Ángel, el mundo de los Titanes.-
Radamanthys le daba un codazo al juez albino mientras trataba de decirle en voz baja algo que el otro no alcanzo a comprender, pero pronto lo haría. A Kanon no le gustaba mucho que los hombres babearan por su ángel.
-Óyeme Grifo primero que nada es mi Ángel, mío de mí, y solo mío. Segundo podrías concentrarte en explicarnos como llegar a esas puertas y sobre todo si debemos o no abrirlas.-
La sonrisa burlona de Minos se hizo presente, es cierto que los siete arcángeles, como mujeres, eran hermosas pero si además podía fastidiar a un ex rival aquello se volvía sublime.
-Mi hermoso arcángel si algún día se fastidia de este enfermo celoso, yo soy todo suyo, en mi palacio hay sitio inclusive para el chico.
-Oye no te metas con mi familia! Es mi arcángel y ese pequeñín es mi hijo! Si quieres una pelirroja búscate la tuya! Además eres un loco sádico! –
-Óyeme géminis para tu información soy un alma reformada, y jamás lastimaría a nadie que tenga la bendición de mi señora y tu hijo la tiene.-
Hades, Mitchelle, Radamanthys, Shion, Aiacos y Alecto solo suspiraron del fastidio mientras que el dios del inframundo le hizo una señal de ayuda a su esposa y ella entro en el acto tomando a Minos de una oreja.
-Cálmate ya que de lo contrario mandare confiscar tu teatro de marionetas.-
La diosa le justifico delante de todos.
-Tranquilos ya no juega con almas, en realidad le regale yo misma un hermoso teatro de marionetas y Minos me acompaña una vez por semana a dar un espectáculo para las almas que mueren muy jovencitos. Creo que es una buena terapia para todos, no es así Minos?-
-Mi señora ya sabe que para mí es un honor y lo de la señora Mitchelle no es por ofenderla es simplemente que no puedo negar la belleza cuando esta frente a mí. Soy un admirador de lo perfecto mi lady.-
A Mitchelle este juez le parecía un caso bástate peculiar y no podía negar que le daba un aire encantador, sobre todo tomando en cuenta que aquel casco con cuernos apenas y dejaba que se le viera sus hermosos ojos amatistas.
-Bueno ya conocen a Kanon siempre celoso, es hijo de Ares así que salió medio loquito. Les pido una disculpa a los jueces, a Hades y al resto pues…-
Hades sacaba una sonrisa divertida.
-Hija ya sabes que estamos en confianza, ya lo conocemos... así que no te preocupes.-
Kanon jalo a su mujer del brazo mientras veía a Gael salir corriendo rumbo a la cocina, estaba seguro que iría con Ares.
-Bueno volviendo al tema que haremos con aquellas puertas y existe alguna posibilidad de que mi hermano y Poseidón estén en el mismo sitio?-
Para Alecto quien ahora tomaba su sitio frente a todos, aquello era simple.
-Si encontramos la franja daremos con todos, al menos podríamos rastrearles de ahí. Espero que mi estupidez no haya despertado a los dormidos. En cualquier caso yo me apunto para ir junto al equipo que propone la visita de los paralelos.-
Hades tragaba saliva no estaba muy seguro de nada, pero no tenían muchas opciones tampoco.
-Yo ire contigo hija mía.-
Shion también quería acompañarles en aquella odisea.
-Yo puedo cuidar de ella y conducirla por aquellos sitios, si nos dividimos podremos formar varios grupos y buscarles por separado.-
-Me suena lógico muy bien Aries así lo haremos, mis jueces conocen aquellos paralelos que se dividan y se unan a los grupos.-
Sorrento tomo del otro brazo a Kanon para tratar de decirle algo justo cuando la voz de Gael les distrajo, el chico venia corriendo y detrás de él un casi histérico Ares.
-Papa, papa mira!-
Todos los presentes mostraron rostros de frustración y Kanon ya desesperado se volvió para amonestar a su inquieto pequeñín. Aunque al mirar de frente sintió que sus ojos le jugaban una tremenda broma macabra. Gael jalaba con fuerza a una desprevenida Hilia quien termino casi cayendo sobre los brazos de Kanon y Ares apenas y llego detrás para quedar helado en el acto.
-Pero… que… como…-
Los ojos del géminis se clavaron con furia sobre su padre.
-En estos momentos de caos y tu trayendo a tus aventuras a casa y delante del niño! Y para colmo tenías que buscar una que se pareciese a…-
Aunque el silencio en la sala era completo y aquello le hizo cortar su frase, después recapitulo los hechos Radamanthys buscando a su padre días antes, Alecto que había resucitado muertos. Se dio la vuelta el rostro de su esposa estaba casi blanco y hasta el burlón de Minos estaba más serio que una tumba. Su padre atrás le miro con ojos de estrés… mucho estrés… demasiado para su gusto. Después aquella vocecita tierna e inocente de su hijo.
-Mira papa ella es mi abuelita, es tu mama. Verdad que es muy bonita. Estas contento de verla?-
Luego para Kanon todo fue demasiado lento y el panorama se volvió oscuro, solo sintió los suaves brazos de su Arcángel tomándole para impedir su fuerte caída y así se dejó perder en el no tiempo.
…
Dentro de aquella fría cueva una muy acalorada Saori caminaba a paso veloz seguida de un esposo enamorado, arrepentido y preocupado además de una pareja de esposos que no dejaban de discutirse por los hechos ocurridos.
Saga logro darle alcance a la peli morada girándola para darle un apasionado beso, mientras que detrás Mu le hacía ojos de ternura a su cobra para que le perdonase.
-Me perdonas, no fue por fastidiarte mi bella, es solo que Saga me asfixia.-
-Si yo fuese la embarazada quizás tu serias el asfixiante.-
-Probablemente yo sea mucho peor, me perdonas?-
-Claro que si, lemuriano loquito.-
Después de tantos besos y reconciliaciones ambas parejas tomaron un respiro mientras que los ojos de Saori se abrieron como platos al reconocer algo. Saga le cuestiono.
-Preciosa que ocurre?-
-Ahí Saga en aquel muro, ves aquella piedra, la grande?-
-Sí parece que tiene unos extraños jeroglíficos.-
Mu y Shaina se acercaron a cerciorarse y en efecto aquello parecía estar tallado sobre la roca, pero no era eso lo que inquieto a la diosa.
-Chicos la piedra esta movida y miren detrás parece haber un hueco, y no debería ser así.-
Saga le miro más inquieto.
-Porque siento que esto no es nada bueno?-
-Chicos esos símbolos son los sellos de los Titanes, y esa debería ser la puerta que guarda la entrada a su paralelo. –
-Y…-
Para Mu todo era muy claro ahora.
-Algo o alguien ha profanado el descanso de los Titanes y detrás de esta puerta se encuentra…-
Shaina cogía fuerte la mano de Mu, mientras que Saori terminaría la frase abrazándose con fuerza a su géminis.
-El único camino que tenemos para poder salir de aquí radica en el mundo de quienes desean nuestra destrucción. Bueno chicos entramos.-
