Capítulo 9: Vagando por el limbo (II parte)
Julián tomo de los hombros a la guardiana del rayo amarillo, la amenaza de Cronos no tardaría en tener efecto. Lo sabía, aunque su alma jamás tuvo el tiempo de convivir con el de su ancestral padre, no le era difícil predecir los planes que este tenía contra ellos.
-Constanza vamos concéntrate él está llevándonos hacia una trampa segura, quiere desquiciarnos, volvernos locos.-
-Pues déjame decirte que lo está logrando, no puedo casi respirar este encierro me está asfixiando. Porque diablos está haciéndonos esto?-
-En el principio su inmenso cosmos nos devoro, a mí y a mis hermanos, creo que en cierta forma quiere recrearme aquel episodio. Mi alma y las de mis hermanos estuvieron atrapadas dentro de él.-
-Escuchaste lo que nos dijo, Athena está por llegar. Maldita sea, si devora a la sabiduría y a nosotros el mundo será destruido. No habrá cordura en los hombres, ni vida en los mares…-
-No creo que lo haya hecho aún, quiero decir tu y yo no hemos sido devorados. Quizás sea su último paso pero por el momento nos está torturando y probablemente conduciendo a una trampa masiva.-
-Por la Fuente! Cronos quiere atraer al resto de los dioses hasta aquí y de esa forma destruirlos de un solo golpe.-
-Si es así lo mejor es hacer algo para impedir que el resto caiga en su juego, debemos detener a Athena antes de que llegue hasta aquí. Quizás tu y yo desaparezcamos, pero…-
El Dios de los mares no tardo en remarcar la tristeza de la morena al interpretar aquella última frase, tan dura y en apariencia inevitable.
-Lo entiendo… vaya no creí irme de este cuerpo sin siquiera haber podido…-
Lo que menos necesitaba era destruir las esperanzas de su cuñada y menos bajo aquel panorama de desolación.
-No espera, dije que era una posibilidad, no nuestra única salida. Haremos todo por volver a nuestra dimensión, pero es indispensable que Cronos no se salga con la suya. Vamos Constita por Sorrento tienes que encender esa luz amarilla e intentar comunicar con Athena, yo no creo lograrlo. –
-y tú?-
-Es el alma de mi padre Constanza, y no el ser humano que encarno este cuerpo de chico bueno, sino el padre que creo el caos en las conciencias de todos sus hijos y de todo este mundo. Es el tiempo, que todo lo esclaviza, que todo lo devora…-
-Debes enfrentarlo Julián. Tú mismo acabas de decirlo es tu padre y llevas contigo ese trauma desde tu creación, bueno desde la materialización de tu energía.-
Los ojos de Constanza brillaron con una fuerte luz amarilla dejando por segundos encandilado al dios de los mares. La voz de la chica se volvió más fuerte, más masculina y enseguida él supo quién tomaba el mando de aquel delgado y femenino cuerpo.
-Jophiel, eres tu verdad?-
-Enviare a mi mensajero en busca de Athena, éste se abrirá paso en la oscuridad. Ni siquiera el gigante del tiempo podrá detenerle. Ahora tú levanta a tu espíritu y hazle frente al no existente.-
La chica cerró su mano y al abrirla de su palma salió una mariposa de luces punzantes, esta tomo rumbo entre la espesa neblina en busca de lo que el Arcángel le había encomendado.
-Así que esta es una prueba de la Fuente para mí, no es así Jophiel?-
-La Fuente no pone pruebas Poseidón, pero en determinado instante toda alma debe deshacerse de los bloqueos que le impiden ascender. Tú eres un guardián, desde hace milenios dejaste de ser un simple observador. Ha llegado tu momento de romper con aquello que te ha intoxicado desde tu creación. Deshazte de aquello que no es real y una vez que logres comprenderlo habrás ganado más que una batalla.-
La luz se difumino devolviéndole el color habitual a los ojos de la chica, ambos se pusieron de pie sabían a donde dirigirse y no dudarían más en hacerlo.
…
-Vamos precioso despierta, no tenemos tiempo que perder, Saori y el resto de los desaparecidos deben de estar en algún sitio lejano al paraíso.-
Mitchelle intentaba hacer volver a su esposo, aunque sin éxito alguno, Gael observaba todo triste como su padre parecía medio muerto.
-Y ahora que hice?-
Hilia no le dejaría culparse.
-Nada mi bebe, creo que todo esto es cortesía mía.-
Ares no estaba de acuerdo.
-Es la emoción, preciosa, el gusto de verte. Si ya te había dicho que los chicos nos salieron un poco idiotas.-
Hilia le miro con cara de frustración, Ares y sus suaves argumentos, como siempre él tratando de excusarse… bueno… a su manera.
-Eso viene de parte mía mi preciosa, mi padre es medio pendejo y pues mira el resultado, siempre salta de una generación. Tranquila Gael tuvo el don de heredar enteramente mi inteligencia, además de tu belleza y eso…-
-Perdón!-
Mitchelle comenzaba a perder la paciencia.
-Óyeme reverenda espina en mis nalgas, te recuerdo que Gael tiene madre y no solo padre. Además de que no estas ayudándome a traer a tu hijo de regreso y perdemos tiempo sagrado. Tu otro hijo, tu nuera y tus nietas vagan ve tú a saber en dónde, así que ya deja de joder y ayúdame!-
Ante tan frustrado panorama Gabrielle y Hades prefirieron tomar la iniciativa. La rubia se dirigió al dios sin dejar pasar más tiempo.
-Dejemos a Ares con Mitchelle, ellos son fuertes y en cuanto Kanon despierte nos darán alcance. Ayúdame a encontrar a mi esposo por favor!-
Hades la miro algo curioso ya que ella aun llevaba al pequeño tritón en brazos.
-Deja al chico con alguien que le cuide y después reúnete con el resto en la Colina de Yomotsu, te estaremos esperando, así que no tardes. –
La rubia observo como el pequeñín le miraba un tanto preocupado.
-Todo saldrá bien, iras junto a Gael y yo les dejare con alguien que les cuidara en lo que regresamos. No te preocupes no pienso abandonarte.-
Gabrielle bajo al chico y se dirigió a tomar también la mano de Gael ante la mirada extraña de Ares y Mitchelle.
-Los llevare con Winona, ustedes despierten a Kanon y alcáncenos en Yomotsu a la de ya!-
Ambos solo pudieron asentir mientras que de inmediato el pelirrojito se despidió de todos con un suave besito. Hasta su desmayado padre tuvo el suyo.
-Vamos papi es genial que ella este con nosotros, te veré después. Te quiero mucho.-
Al irse la rubia con los pequeños otro rubio más se les acerco uno mucho más espectral que dorado.
-Señora Mitchelle, me permite?-
-Como me encanta la educación de los ingleses. Por supuesto señor Radamanthys.-
Ares, Hilia y Mitchelle se miraron extrañados mientras que el rubio fue a la cocina y en un segundo le tiro una jarra de agua bien fría al gemelo. Kanon se despertó de un solo golpe.
-Ahhhhhh esta helada! Mitchelle! Pero qué diablos!-
Radamanthys le dedico su sonrisa más burlona al gemelo de sus pesadillas.
-Vamos General Dragón del Mar, el Atlántico es mucho más frio que esto.-
-Tu! –
-Escúchame bien Kanon, esa mujer que esta con Ares es tu madre, la verdadera. Ha vuelto y no tenemos la intención de llevárnosla, sé que aunque eres un pendejo dentro de ti debes sentirte feliz. Lo tienes todo en la vida, pinche idiota. Así que ahora deja de comportarte como tú mismo, y trata de fingir inteligencia delante de tu madre!-
-Mi madre!-
-Sí y ahora si no quieres perder al único gemelo que tienes, a tu diosa y a tus sobrinas levanta tus nalgas y deja tus traumas de niñez para otra ocasión! Estamos?!-
Nadie oso interrumpir a tan alentador discurso.
Kanon miro como Mitchelle se sonreía con su enemigo y solo atino en darle un pellizco en el brazo a su mujer.
-Auch Kani!-
-Déjame adivinar es el acento lo que te gusta de él, ese puto acento inglés.-
-Hombre es atractivo, bueno los tres jueces lo son y…-
Otro pellizco y este en el trasero.
-Era broma! AUCH!-
De inmediato se puso de pie mientras que Ares le agradeció al inglés el despertar a su hijo con una palmada en el hombro.
-Y dices que no eres mi hermano.-
Radamnthys solo negó con su cabeza mientras que Hilia salía de su escondite detrás de Ares y se acercaba a Kanon lentamente. En el instante que la vio acercarse, el géminis tomo del brazo a su mujer, casi jalándola para cubrirse con ella, dándose la media vuelta, se sentía tenso y solo alcanzo a decir.
-Bueno vamos por Saga y el resto… o qué?!-
Ares tomo a Hilia del brazo acercándola a él y le hablo al oído.
-Tranquila, primero traigamos a nuestro otro chico y al resto. Después nos ocuparemos de lo siguiente.-
-Tienes razón.-
Radamanthys encendió su cosmos y así salieron todos a darle alcance al resto del equipo.
…
En otra dimensión Saga y Mu terminaban de jalar con todas sus fuerzas aquella pesada roca, Shaina no estaba muy de acuerdo con aquella loca idea.
-Siento que vamos directo a la boca del lobo.-
Saori insistía.
-No hay otro camino Shaina, allá afuera todo está autodestruyéndose.-
-Vamos gente seamos sensatos, los Titanes fueron derrotados por los Olimpos y si alguien ha osado a despertarles deben de estar furiosos por la afrenta. –
-Que la puerta está abierta no quiere decir que estén despiertos, bueno… quizás no todos.-
-Con uno solo bastaría para acabar con nuestro planeta entero!-
Las palabras de Shaina ganaron toda la atención de Mu y de Saga quienes ahora parecían dudar de estar haciendo lo correcto.
Saori decidió avanzar, la mano de Saga le tomo con fuerza el brazo.
-Contigo hasta la eternidad.-
El géminis pasó primero y su mujer detrás de él mientras que de inmediato Mu le ofreció su mano a Shaina para seguirles, la cobra le miro angustiada.
-Prométeme que no morirás antes de mí.-
-Te prometo que viviré y moriré junto a ti.-
Entraron en aquel oscuro túnel con dirección desconocida.
…
En la cumbre de la colina de Yomotsu Ángelo observaba maravillado los cambios que aquel paralelo había sufrido desde su reconstrucción después de la batalla contra la Sombra.
-Diablos, esto es tan agradable que casi se me antoja hacer un Pick Nick con mi chica.-
Marín observaba curiosa por primera vez aquel extraño paralelo.
-En realidad era tan feo como me contaste? No sé, yo me lo imagine más lúgubre.-
-Y te juro que lo era amore.-
Pobre Ángelo, aquella verde y soleada colina llena de flores silvestres y el sonido de las aves no entraba en la descripción de sus historias de terror. Las cuales utilizaba el italiano para dizque infundirle miedo al águila y convencerla para que se abrazase de él por las noches.
Minos observaba un tanto curioso a Marín quien se asomaba a ver el precipicio de la colina. Justo al borde había una escalera natural de piedras formando una vereda de descenso que ayudaba a que las almas bajasen tranquilamente hasta el fondo, en donde se apreciaba un enorme y vivo rio con un puerto y un barco panorámico estacionado.
El juez albino trataba de justificar el cambio de escenario.
-Que tiene de malo, nuestro señor nos pidió que reformáramos un poco esto, además el camino de piedra fue idea mia.-
La amazona del águila le dio un fuerte pellizco al caballero de cáncer.
-Y tú que te quejas que no ganamos una fortuna como para ir de vacaciones a Nueva Zelanda! Podrías haberme traído a conocer este sitio, es romántico.-
-Amore te juro que desde nuestro último lio con Eris no había vuelto a visitar estos rumbos!-
Claro que a Minos la idea de ese tipo de visita no le era del todo grata.
-Hey si quieren romance vayan a un hotel como todos los vivos! Aquí solo muerto y espectros!-
Aiacos le dio un pellizco a su medio hermano y le dijo vía cosmos.
-Cállate pendejo imagínate el espectáculo gratuito, no ves que buena esta la japonesa.-
-Aiacos ya deja de hacerte pendejo y decláratele a ya sabes quién en vez de andar viendo nalgas ajenas!-
-Oye de ella ni te expreses que no es asunto tuyo y no te hagas el santo que si alguno adora andar de voyerista ese eres tú!-
-Prefiero las nalgas del ángel de Kanon que las de esta amazona!-
No tardaría Perséfone en llegar por detrás dándoles un par de nalgadas a sus dos jueces dejándoles rojos de vergüenza y sacándole una buena carcajada a Hades, Shion y al resto del equipo.
-Dejen de estar fantaseando estupideces mis niños y concéntrense en ubicar las dichosas puertas.-
El par de jueces contestaron con vergüenza y solemnidad.
-Si mi señora!-
Gabrielle llego casi enseguida y detrás de ella se abrió otro túnel con Radamanthys, Kanon, quien jalaba del brazo a su mujer, después Ares y Hilia.
Alecto tomaría rumbo por uno de los costados de la Colina sin siquiera decirle una sola palabra a ninguno de los presentes. Todos estaban tan concentrados en encontrar a los perdidos que ninguno sintió la partida de la chica.
En cuanto sintió la tierra bajo sus pies Mitchelle se soltó bruscamente del agarre de su esposo.
-Ya basta! Pareces un niño!-
- A dónde vas?-
-Soy un Arcángel, no tu muñequita de porcelana así que en cuanto te vuelva el buen juicio ya sabes!-
-Oye!-
Ares lo jalaría con brusquedad del brazo encarándolo, el dios se veía bastante molesto.
-Concéntrate en Saga y después veremos el resto de tus niñerías!-
-Maldición eso hago! –
-Pues continua!-
Hades les convocaría a todos.
-Hay tres puertas, en tres sitios que se encuentran pasando la colina, sin llegar al rio en los intermedios. Perséfone toma un grupo, Radamanthys, tu y tus hermanos tomen otro, y yo tomare el tercero.-
Los tres jueces se miraron sorprendidos.
-Pero!-
Hades les miro con severidad, tanto que hasta Ares, un dios que no teme a nada, sintió un escalofrió de respeto.
-Espero no tener que repetirme! Su grupo es su responsabilidad de aquí los únicos que conocen el inframundo son ustedes. Así que no quiero bajas señores!-
Aunque Minos era insistente.
-Pero nuestra reina y Alecto…-
-Mi Reina es más poderosa que ustedes tres juntos, ella sabe cuidarse y en cuanto a mi hija ella vendrá con…-
Fue ahí en donde cayó en cuenta de que algo faltaba.
-Donde diablos esta la niña?-
De inmediato observo a Shion y este solo atino en decirle.
-Ella se fue detrás de ti.-
Hades sintió que su cosmos explotaría la mitad del inframundo como mínimo.
-Alecto!-
Más debajo de la enorme colina la hija menor de Hades llegaba a los límites de un bosque en medio del limbo y no dudo en internarse a toda velocidad. Su objetivo estaba ya en mente y ahora nadie la disuadiría en alcanzarlo.
…
Dentro de una oscura caverna Saori y Saga hacían uso de un simple encendedor de gas para alumbrarles el camino. La cueva parecía tomar un rumbo en descenso. Hacia donde, ninguno tenía ni la menor idea, así que sin hacerse más preguntas los cuatro continuaron despacio hasta desembocar hacia donde se presentaban dos posibles rumbos. Dos cuevas ambas tan oscuras y lúgubres como su actual camino.
Saori se tomó el vientre al sentir un fuerte movimiento de sus bebes, de inmediato Saga le ofreció llevarla en brazos mientras que Mu podría sostener el encendedor. La peli morada se negó.
-No, no es eso, la cuestión es cuál es el buen camino?-
Cuando algo no puede salir peor, lo peor te cae encima el fuego del aparatito se extinguió a falta de gas. Sin sus cosmos operativos les era imposible ver nada estaban a ciegas. Mu trato de encontrar una rápida solución.
-Saga no sueltes a Saori de tus manos y yo haré lo mismo con Shaina, aquí puede haber cualquier cosa acechándonos. Debemos concentrarnos en la famosa luz, la técnica que nos enseñaron los Arcángeles.
-Desde que paso aquella guerra yo no he vuelto a practicar eso y tú?-
-Bueno yo vivo con Shaina y trabajo para tu padre, es que acaso tú lo ves muy lumínico?-
-Oye carnero mi viejo ha hecho enormes progresos, debes reconocerle sus méritos.-
-Si no digo lo contrario, pero sabes Ares practica más el arte de estar chingando a sus nueras que el arte de meditar y subir su luz.-
Y como negar lo evidente el pobre Saga no tuvo argumentos para contradecir al lemuriano. Sin embargo donde hay oscuridad siempre reinara la luz. De la nada y ante el asombro de los presentes una luz bajo del techo de la cueva, aquella pequeña chispa se movía con la forma y gracia de…
-Mira Saga es una mariposa de luz!- Sera Hades quien nos la envía?!-
-No lo creo, las mariposas del inframundo, hasta donde recuerdo, eran mucho menos brillantes esta parece fuego vivo.-
La luz de aquella creatura ilumino toda la pieza trayéndolos paz y esperanza. Saori se percató que aquella luz tomaba rumbo hacia uno de los túneles.
-Sigámosla.-
Ninguno de los tres oso a contradecir el instinto de su diosa y así escogieron el túnel izquierdo como camino a seguir.
…
Del otro lado en el bosque del inframundo Alecto llegaba a la parte más oscura y tenebrosa del mismo. Justo ahí entre aquellos imponentes abetos comenzaba lo que parecía el pie de otra montaña. La joven fue diestra y rápida en encontrar una vereda de rocas y subir a no muy lejos había otra cueva esta estaba iluminada por un fuego ardiente. La voz de Alecto retumbo en las paredes de aquel sitio.
-Ayúdame toda poderosa! Tu que estas por encima de los Olimpos y conoces todas las respuestas!-
En ese instante la intensidad del fuego fue disminuyendo y la caverna se volvió de más en más oscura, aunque la luz no se extinguió del todo. Alecto permanecía quieta en la puerta, ella no osaría a entrar sin ser invitada. Así rompiendo el sepulcral silencio la voz de una anciana se dejó entender.
-Cuando aprenderás que no se juega con la vida y con la muerte niña mía.-
Su aspecto era de una dama de más de ochenta, sus arrugas bien marcadas y su mirada tan serena daban ese aire de respeto inescrutable vestida con aquellas túnicas viejas mas no rotas, suaves y limpias, ella caminaba con serenidad aun cuando las tempestades a su alrededor eran evidentes.
-Perdóname, tú tenías razón. Ahora…-
-El mal ya está hecho, los muertos han vuelto a la vida, pero eso no es grave. Siempre ha ocurrido así, después de todo el tiempo es solo una ilusión.-
-No, esto va más allá. Me temo que desequilibré los paralelos… los Titanes…-
La carcajada de la anciana hizo estremecer la piel de la joven, quien vio con frustración que su última esperanza para hacer las cosas bien se le estaba hiendo por los dedos.
-Niña mía, niña caprichosa, amable, pero insensata. Te crees tener ese poder? Nada ocurre por azar, tú no eres más que un medio para que la Fuente manifieste el equilibrio.-
-La Fuente, Pero si sabemos que la fuente no es mala, ni siquiera es una persona. Porque haría orquestaría el despertar de los Titanes? Y porque yo, Porque tenía que ser yo quien hiciera…-
-Niña, niña no seas tonta. Es cierto la Fuente no es mala, es la creadora del todo y de la nada. Y quien te ha dicho que Todos los Titanes han despertado?-
-Bueno es que lo lógico es que…-
-Tu lógica es vergonzosa! Perséfone hizo bien en enviarte a la Tierra. Eres caprichosa e inmadura, pero no eres mala. Ahora escúchame no se trata de ti, pero tu irresponsabilidad creo esto. No fue la Fuente quien te obligo, fueron tus malas decisiones. Ahora es el momento que el pasado se rencuentre con el futuro y ambos descansen en el presente.-
-No entiendo, nada.-
-Ya lo comprenderás. Ahora toma esto.-
La anciana le dio una llave de cristal en su mango había la forma de un corazón esculpido en una esmeralda brillante.
-Es hermosa, pero no sé qué es lo que abre.-
La anciana dio un suspiro mientras alzo una ceja en señal de fastidio.
-No me sorprende, ustedes los jóvenes no ven más allá de ustedes mismos. Antes de que los titanes existiesen, uno un intervalo ahí yace la respuesta y el equilibrio.-
Después le entrego un viejo pergamino, y sujetándole con fuerza la mano le recalco.
-Así como la Sombra era un simple espejismo, ahora vas en rumbo de descubrir el mayor de todos. Sigue las indicaciones del pergamino y abre la puerta que el cielo y la Tierra no son rencorosos con sus descendientes.-
-Pero…-
-Ahora vete y no pierdas más el tiempo, tu padre debe estar molesto, date prisa.-
-Gracias mi señora Hécate.-
-Anda vete ya!-
La joven salió corriendo dejando atrás a la anciana quien solo suspiro al conocer el carácter de la joven.
-Hay Alecto porque eres tan orgullosa y terca.-
La anciana encendió su cosmos y ante ella apareció una lechuza más blanca que la nieve, la anciana tomo un pequeño papel y lo enrosco amarrándolo al pie del ave.
-Ve con Hades y ponlo al corriente, que no necesito ser sabia para saber que Alecto ira en busca de su fin.-
…
En otro de los túneles Julián y Constanza se decidieron a ir de regreso en busca de aquella imponente y tenebrosa voz. Caminaron a pasos firmes ya algo cansados y con signos evidentes de su desgaste físico. En el suelo se sentían las piedras y después se sintió líquido, la luz del ángel dejaba en claro que era agua y bastante cristalina.
Después chocaron con una piedra que llegaba hasta la cintura del hombre, Constanza estaba harta de todo ese peregrinaje.
-Sabes que cuñado, estoy harta, yo quiero volver con Sorrento y quiero formar una familia con él y quiero que tu comiences a poblar Atlantis con mi hermana. Así que sujétate fuerte y concéntrate conmigo.-
-Qué debo hacer?-
-Piensa en Gabrielle, como mujer, como nereida, como arcángel, piensa en los océanos, en todo aquello que amas con fuerza. Concéntrate en todo eso y manda a la borda tus miedos, piensa en aquello que te hace vivo, en aquello que te hace feliz.-
Julián reflexiono y comenzó su proceso.
-Gaby, mis océanos, mi ahijado Gael, Hades, Perséfone, la cabezota de Mitchelle, el celoso y osada de Kanon, mi amigo Sorrento… todos ustedes… mi verdadera familia.-
-Muy bien así se hace!-
Del cuerpo de Julian/Poseidón comenzó a emanar una fuerte luz celeste-blanquecina y esta aumentaba con más y más fuerza uniéndose a la luz de Constanza quien dé más en más aparentaba a Jophiel.
El suelo comenzó a temblar y el agua comenzó a salpicarles hasta sus rostros, la piedra que estaba frente a ellos se desquebrajo, aunque ellos sabían que no era a causa de su luz sino de otra energía que ahora gritaba y reaccionaba furiosa.
-Así que por fin se te quita lo cobarde hijo mío, anda ven con papa!-
Julián se llenó de fuerza, tomándose de la mano de Jophiel y le contesto con una voz digna del Dios de los océanos.
-Es hora de ajustar las cuentas mi querido y respetado padre!-
