Capitulo 13 Despierta Cronos… despierta

El silencio de aquel paraje se vio roto por el grito desesperado de una madre que sentía que su eterna vida se consumía bajo aquel asfixiante dolor. La diosa del inframundo lloraba desconsolada como jamás lo había hecho en su eterna existencia, junto a ella, su esposo Hades permanecía callado su miraba reflejada una angustia infinita. Deméter se aproximó tomando en un abrazo a ambos los tres compartían el mismo sufrimiento. Los tres jueces observaban pálidos aquella escena, para ellos era imposible ver las cosas de alguna otra forma, aquella les parecía tan simple la joven diosa había sido destruida. Si bien es cierto que los espectros no solían mostrar sus sentimientos frente a los extraños, los tres tenían algo común y es que las tres hijas de Hades habían sido más que una obligación en sus resucitadas vidas. Alecto, Tisifone y Megera se habían convertido en miembros de su familia, Kanon quedo atónito al ver como de los ojos de los tres espectros salían lágrimas de dolor y de frustración. Por primera vez el gemelo menor omitió cualquier comentario hiriente y le hizo una seña a su esposa para que le ayudase a desplazarse hasta ponerse hombro a hombro con el juez de Caina y así hablarle.

-Yo sé que ustedes no tienen fe en la Fuente, para ser sincero ni yo mismo la tenía en un principio, pero he visto y vivido cosas increíbles desde mí regreso a la vida. Alecto está viva, de eso estoy seguro, así como Constanza y Poseidón. Todo esto tiene una razón y pronto la descubriremos.-

Radamanthys sentía ganas de romperle la cara al Dragón del Mar, sus palabras le parecían discurso religioso barato, pero al voltearse al encarar a su antiguo adversario se topó con los ojos verde-azulados del Arcángel que le transmitieron una extraña sensación de confianza. Así el juez se conformó con ser lo más educado posible, sin perder aquella honestidad brusca que siempre lo había caracterizado.

-Tu que sabes lo que es perder, a alguien amado? Mírate Géminis volviste a la vida al igual que tu hermano, te has convertido en un héroe. Los dioses te perdonan, tienes el amor de un hermoso ser de luz y un hijo perfecto. Nosotros solo tenemos a nuestros señores y a las niñas, ellas son más que una misión, son…-

El dolor cortó la voz del juez quien decidió voltear su rostro, perdiendo su mirada en una duna allí en donde había quedado el último remanente del torbellino creado por Cronos. Michael cargo a Kanon llevándolo junto a su hermano, no era necesario demostrarle nada a los jueces si sus corazonadas estaban en lo cierto pronto ellos mismos serian testigos de la realidad. En cuanto los dos hermanos gemelos estuvieron cara a cara se fundieron en un fuerte abrazo. Kanon estaba adolorido por su tobillo, pero las palabras de Saga le cortaron aquella sensación.

-Son gemelas Kanon, son dos chicas!-

-Estas vivo gracias a los cielos! Y vas a ser padre y yo tendré dos sobrinas!-

Saga irradiaba luz de emoción y de inmediato volteo su vista rumbo a su esposa quien estaba acompañada de aquella extraña mujer.

-Vamos con mi Saori, debe estar aún asustada.-

Saga tomo a Kanon de la cintura mientras Michael le hizo una seña de que pronto les alcanzaría, por el momento el Arcángel debía encargarse de otro asunto. Ares no tardo en ayudar a Saga, así el Dios tomo a Kanon en brazos y así los tres avanzaron rumbo a las chicas.

-Papa no exageres yo aún puedo…-

-Deja de quejarte te has hecho una buena fractura, además de que le debes una disculpa a ya sabes quién.-

Saga les miro extrañado.

-Oye papa esta vez sí que te has pasado, está bien que la chica esa se ha portado bien con Saori, pero como puedes haber traído a una de tus…-

Aunque la frase de Kanon le cortaría el aliento a su hermano.

-Cállate Saga! Que estas ciego o eres amnésico?!-

-Oye hermano está bien que te duela el tobillo, pero no me digas que…-

Basto con ver la cara de miedo de Kanon para darse cuenta que algo no iba bien. Al llegar frente a Saori esta se hecho en sus brazos feliz de que estuviese sano y salvo, de inmediato la mirada de Saga se desvió en dirección al rostro de aquella dama. Por mucho que detestase la vida loca de su padre, no quise dejar de agradecerle a la chica por cuidar de su esposa.

-Señorita le agradezco lo que ha hecho por mi mujer.-

De inmediato se percató de los ojos verde esmeralda de aquella mujer, estos comenzaban a tomar un tono vidrioso al llenarse de lágrimas. Aquel rostro tenía un aire familiar por un instante Saga sintió un escalofrió que le erizo por completo la piel, los labios de aquella dama se abrieron con dificultad y su voz se escuchó como un suave y tembloroso susurro.

-Saga.-

El géminis giro su rostro para encontrarse con el de su padre quien colocaba a su hermano sobre una piedra, manteniéndole el tobillo inmovilizado con ambos manos. La mirada de Ares era seria con un aire suplicante, mientras que Kanon no pudo soportarlo más dejando salir algunas lágrimas de tristeza o quizás de emoción. Saga volvió su rostro de nuevo hacia el de aquella dama, mientras que Saori rompería aquel incomodo silencio.

-Saga no la recuerdas?-

Los ojos de Hilia se desahogaron en llanto, y en aquel momento Ares no pudo soportar aquella escena.

-No llores pequeña, ten en cuenta que han pasado casi cinco años desde que descubrió tu existencia.-

De inmediato Saga clavo sus ojos en ella, aquel cabello de su mismo color, y sus ojos tan puros y tan expresivos. Volteo desesperado a ver a Saori y por inercia dio dos pasos retrocediendo de la presencia de esa dama, abrazándose asustado a su esposa.

-Es parte del juego de Cronos!-

Saori trataba de calmarlo, hablándole con cariño y serenidad.

-No mi amor, ella es real, y está aquí con nosotros.-

-No ella está muerta! Eris la asesino!-

-Pero el destino la ha traído de regreso y créeme está viva.-

Después de besar a su esposa en la mejilla con cariño, Saga se volteo molesto contra su padre.

-Que has hecho! Se suponía que respetarías su memoria! Hiciste algún trato con Hades a nuestras espaldas!-

Ares estallo desesperado.

-Cómo crees que haría cualquier cosa sin antes consultarlo con ustedes!-

-Entonces que broma bizarra es esta?! O es que has mandado fabricar algún clon?!-

-Te has vuelto loco?!-

Hilia no pudo evitarlo y salió corriendo de ahí, mientras que Kanon grito desesperado.

-Mama vuelve este sitio es peligroso!-

Ares dejo la discusión a medias para darle alcance a su confundida mujer, mientras que Kanon adolorido y desesperado se puso de pie para forcejear con su hermano.

-No es un clon! Es mama! Algo pasa en el inframundo que la trajo de regreso! Yo también estoy asustado pero Radamanthys dijo que no van a volver a llevársela.-

Saga reacciono observando el pie hinchado de su hermano.

-Kanon estas lastimándote.-

-No me cambies el tema!-

-Y que hago, dime que se supone que debo hacer?!-

-No lo sé, pero aunque estoy aterrado, no quiero perderla de nuevo!-

-Kanon…-

-Me duele el tobillo, y Mitchy está viendo qué hacer con lo de Constanza y Julián. Por favor me quedo con Saori, pero ve por ella.-

-Él ya fue por…-

-Saga por favor…-

Saga miro los ojos llorosos de su esposa, que le gritaban que escuchase a su hermano, y así sentó a Kanon junto a su esposa y salió corriendo tras sus padres.

Frente al montículo de arena Sorrento esperaba paciente con la mirada fija, como quien se aferra a un pensamiento con su vida entera. A su lado Gabriel apretaba sus puños mientras que Michael le daba un fuerte abrazo.

-Lo has comprendido?

-Sí, pero lo habrá él comprendido?-

-Vamos es nuestro Calamaro, tengo confianza en él.-

El cuerpo de Michael retomo su forma femenina, al igual que el de Gabrielle, mientras que Sorrento desviaba sus ojos hacia ellas.

-Díganme que aún hay esperanza.-

Mitchelle se acercó y jalo del brazo a su cuñado.

-Ahora veras la fuerza e inteligencia del Arcángel Jofiel.-

-Y la chica, la hija de Hades?-

Los tres observaron la triste escena Perséfone retomaba la calma y les miraba con suplica, Gabrielle solo asintió hacia la diosa mientras le respondía al General.

-Ella es la clave.

En un paraje oscuro y tenebroso Alecto retomaba fuerzas para ponerse de pie.

-Otra vez la misma burra, que el abuelo no sabe otro cosa más que brumas y tinieblas.-

Unas voces la harían saltar del susto.

-Tu padre es amante de los mismos escenarios, sobrina linda.-

-Julián! Digo… tío Poseidón!-

La chica se dirigió a abrazar al joven y a observar curiosa a Jofiel.

-Wow, es otro de los Arcángeles de la Fuente, honestamente están para comerse de lo bellos.-

-Jofiel se sonrió divertido mientras que Poseidón la movería el pelo juguetonamente a su sobrina.

-Hija en realidad su cuerpo humano es femenino, pero tienes razón los Arcángeles son seres perfectos. Jofiel es en realidad Constanza la mujer de mi General Sorrento.-

-Tío lo siento muchísimo, todo esto fue culpa mía, yo desperté a Cronos, pero te juro que jamás quise lastimar a nadie!-

-Sabes Alecto creo que debo agradecerte por todo esto.-

-Que dices?!-

-Que nunca tuve el valor a enfrentarme a mi padre energético, una vez que Zeus le venció jamás nos hicimos preguntas de que había detrás de todo aquel embrollo. Fui cómodo y conformista, así que ahora la Fuente me da la oportunidad de equilibrar la balanza.-

-Tío de verdad perdóname…-

Julián abrazo con cariño a la jovencita, mientras que Jofiel les indico el camino, así los tres se dirigieron a la zona más oscura de aquel paraje.

Enio se escondía detrás de Dionisio, el dios de los placeres estaba tan tranquilo que más de uno se preguntaban si éste había perdido la noción del problema. Hera y Aldebarán brindaban su apoyo a Hades y a su esposa, el caballero de Tauro tenía una Fe inquebrantable.

-Tu hija es valiente Hades y estoy convencido que si Michael no la detuvo es porque solo ella sabe cómo vencer a Cronos.-

Hades respiraba profundo tratando de aferrarse a las palabras del Tauro, pero como todo padre el amor le cegaba.

-De mis tres desastritos Alecto era… es el indomable. Quieres que confié en mi hija conociéndola?-

-Quizás estas por conocer el espíritu de tu hija. Jamás vi una creatura que se arrojase con ese valor a un abismo, no tenía miedo, es una verdadera guerrera.-

Hera le secaba las lágrimas a Perséfone con un pañuelo de seda.

-Alde tiene razón, incluso nosotros que vivimos la primera batalla contra los Titanes, tu vimos miedo. Esa hija tuya tenía en sus ojos el mismo brillo de Fe que vi en Zeus cuando nos rescató del cautiverio. Como si viese algo que escapa a nuestros ojos.

Dionisio jalo a la antigua diosa de la destrucción de su escondite en sus espaldas.

-Conoces el enigma igual que yo, porque estas tan nerviosa?-

-Si el miedo que tengo es que Ares vaya a montarnos una escenita en frente de todos.-

-Tu hermano está arreglando su propio desastre y de corazón espero que sea pronto. Sabes saliendo de este sitio quiero que vengas conmigo un tiempo a Las Vegas.-

-Pero la Fundación…-

-Soy capaz de ponerte una sede en mis tierras con tal de tenerte cerca de mí. Conozco unos sitios geniales donde podríamos relajarnos y divertirnos.-

Enio se sonrió mientras que al mirar la angustia del resto de los presentes, solo pudo pensar en algo.

-Podríamos ir todos. No lo crees?-

-Yo ya lance mi invitación y pienso llevarme hasta esos tres jueces. Tienen una pinta de estresados los pobres.-

-Perdóname Franck desde mi resurrección ya no soy ni las luces de la diosa valiente de antes. Estoy llena de estas extrañas emociones y a veces no puedo ni controlarlas.-

Enio comenzó a llorar víctima de su empatía por el dolor de Hades y Perséfone, de la angustia de Ares y del miedo de los géminis. Para colmo la tristeza de los tres jueces se anexaba al conjunto de emociones ajenas.

-No sé porque me duele todo, pero te juro que no se controlarlo!-

Dionisio le tomo fuerte en sus brazos de inmediato Eliana, se percató del estado de Enio y vino en su apoyo.

-Es empatía Enio, es una facultad que tenemos los mensajeros de la Fuente (Ángeles) es el poder de sentir las emociones de los demás como si fuesen tuyas. Es un poder que heredaste de la sangre de Remiel.-

-Ese poder hace que ya no quiera destruir todo como antes, siento esos corazones tan vivos, tan frágiles. Ares piensa que me he vuelto rara, pero…-

Franck podía comprenderlo.

-No le has contado de este nuevo poder a Ares.-

-Le he hablado de él, pero no quiero entrar en detalles, no quiero que se desilusione de mí. Al fin de cuentas es mi hermano y siempre nos hemos apoyado. Además él ya tenía demasiado con todo lo que le cayó encima, el saber que Hilia había sido asesinada por Eris y luego el crear una relación con sus hijos.-

-Mi amor, el geniudo te quiere y estoy seguro que te apoyaría en esto, pero dadas las circunstancias tu y yo trabajaremos ese poder. Te ayudare a controlarlo.

-La diosa se secaba las lágrimas mirándolo con un dejo interrogante, mientras le daba un pellizco a su pareja.

-No pienso emborracharme como solución!-

-Oye soy un Dios y no me limito a las fiestas! Aunque debo aceptar que me encantan, pero te amo y estoy dispuesto a todo porque estés segura y tranquila.-

Así Afrodita jalo del brazo a su Eliana para dejar a esa pareja tranquila. El caballero de Piscis comenzaba a inquietarse.

-Qué diablos habrá pasado con Constita y Julián?-

-Creo que estarán por encontrarse con un viejo terco y senil.

Ángelo y Marín, que estaban junto a ellos solo se sonrieron, para el águila aquello era muy familiar.

Los cuatro observaron a Ares y a Saga a lo lejos discutiendo con Hilia. Ángelo se dirigió a su amigo el Piscis.

-Oye no tendrás una aspirina? Tengo la sensación que esto es el inicio de una nueva temporada de Ares insoportable.-

Afrodita saco una ristra de pastillas de su bolsillo.

-Toma y anímate, escuche que Franck nos invita al desmadre.-

Marín solo hizo una mueca nerviosa.

-No sé si reír o llorar.-

Eliana no pudo evitar reírse con disimulo.

-Tranquila no volveremos a casarnos al estilo egipcio.-

De solo recordarlo Afrodita decidió quitarle la ristra de pastillas a su amigo.

-Creo que yo también necesito una de estas.-

Aurora le limpiaba tranquilamente el rostro a Camus con un pañuelito húmedo, mientras que Mu reposaba su cabeza en el hombro de Shaina, quien no dejaba de ver inquieta el semblante de los dioses más la escena de Ares y Saga a lo lejos.

-Mu siempre si quiero adoptar un niño.-

El lemuriano movió su cabeza para mirarla con asombro y alegría.

-De verdad?! Preciosa claro que adoptaremos uno o dos o tres o…-

-Uno será suficiente cielo, porque con lo insoportable que es Ares creo que será peor que tener trillizos.-

Mu solo suspiro resignado, sabía que Shaina tenía toda la razón, pero como mínimo guardaba lo positivo del asunto.

Mientras tanto Dokho trataba por todos los medios de calmar el mal genio de Shion.

-Subestimas a la chica, yo creo que …-

-Era mi responsabilidad! Perséfone me la encargo y mira lo que paso! Como fui tan idiota debí darme cuenta que se sentía mal por todo el desastre… Que haría lo que fuese por arreglarlo!-

-Shion cálmate mira ni Hades ni Perséfone te culpan.-

-No necesito que nadie me culpe, no soy ciego y veo mis errores! Como pude no leerlo en sus ojos, si estos me lo estaban gritando!-

-Sus ojos te gritaban?-

-En sentido figurado! Dokho no seas pendejo!-

-Oye!-

-Esos hermosos ojos azules aguamarina tan claros como su alma, y yo como idiota dentro de mi papel de gran maestro, resulte el más estúpido e inepto de todos!-

Dokho miraba perplejo a su amigo.

-De verdad la chica tenía los ojos así?-

Aunque esa mirada de pocos amigos le hizo ver al Tigre que su amigo no se andaba con juegos.

-Hemos visto peores cosas Shion y siempre ha habido una buena razón, así que confía en La Fuente y esperemos juntos.-

Sabias palabras las del maestro chino, el lemuriano medito cada una de ellas como hacía mucho tiempo no lo hacía y se sentó en el suelo esperando.

Mientras tanto Camus observaba como su mujer se sonreía observando fijamente su mejilla, el brillo en esos ojos ambas se le hizo demasiado conocido al aguador.

-Que estás viendo Cherie?-

La chica le miro a los ojos con fuerza.

-Quieres ver lo que veo?-

-Se puede, sin que eso te lastime?-

Aurora coloco sus manos sobre los ojos de Camus cubriéndoles suavemente.

-Mis ojos son tus ojos…-

De inmediato Camus se transportó como espectador junto a su esposa a un sitio más oscuro que la noche. Aurora le extendió su mano y juntos caminaron hasta llegar a la zona más húmeda y oscura ahí un viejo Titán temblaba de miedo al observar las arrugas en sus manos. Camus miro a Aurora y esta le hablo.

-Él no nos ve, tranquilo.-

-Es Cronos.-

-Tampoco podemos participar en este evento, no nos corresponde, solo podremos observar y esperar.-

Así con un dejo de angustia Camus se tomó fuerte de la mano de Aurora y observo detenidamente.

En un trono de hierro corroído y oxidado Cronos se retorcía aterrado ante la imagen de sus avejentadas manos.

-No es posible! Yo soy un inmortal! Soy el creador del tiempo! Como puede mi propio poder irse de mi control?!-

Una voz familiar le daría su tan temida respuesta.

-Porque tú mismo has caído en tu propio sueño, mi querido padre.-

Frente al Titán la figura luminosa de Jofiel iluminaba el camino que Poseidón y Alecto recorrían.

-Tu?! Ustedes?!-

Cronos observo aterrado al Arcángel, Jofiel permanecía frente a él inmutable brillando con la fuerza de un sol vivo. El anciano hacia sus deducciones.

-Fue tu homologo, Michael! El me hizo esto! –

Ni una palabra de la boca del ser celestial, sin embargo Poseidón seguía guiando aquella discusión.

-Nadie te ha hecho nada viejo gruñón!-

-Mis manos! Mi cuerpo Divino!-

-Y la mentira que tú mismo creaste y en la que tú mismo caíste.-

-Que estás diciendo?!-

-Nos has hecho creer que existes infinitamente, cuando solo eres real en el plano de la materia. Fuera de ese plano tú no tienes poder, eres una ilusión para los cuerpos físicos, pero no para los cuerpos de luz. Nosotros hemos despertado nuestros cuerpos lumínicos al despertar a nuestra responsabilidad y destruir nuestras sombras. Somos luz padre, los cuerpos que ves son solo hologramas, indispensables para movernos en el mundo de la materia pero no es nuestra verdadera naturaleza.-

-Pero…-

-Yo como cuerpo de luz proveniente de La Fuente de toda vida, vivo en el Presente es mi único tiempo. Soy consciente que el pasado y el futuro son relativos e inexistentes. El primero vive solo en las memorias y el segundo jamás logra formarse, en dado caso el segundo se llega a convertir en un Presente y el primero alguna vez fue el Presente. Lo único que controlamos es el AHORA, por lo tanto tu energía sobre un cuerpo de luz no tiene ningún poder!-

-Tienes un cuerpo humano maldito y este te condiciona a…-

-Soy una consciencia despierta padre! Soy la consciencia viva de Poseidón, soy luz y me reconozco como luz de la Fuente, así que este cuerpo vibra en esa energía. Tú no tienes poder sobre mí, ni sobre ninguno de nosotros!-

Cronos se levantó furioso de su trono, pero al pisar el suelo se sintió débil y cayó ante los pies de su hijo y compañía. Alecto se inclinó tomando al anciano de los brazos y ayudándole a ponerse de pie.

-Abuelo, por favor ya no te hagas daño ni dañes a nadie más, tú no eres lo que crees ser pero podrías convertirte y transformarte en una energía pura. Sin rencores, sin maldad.-

El rostro de Cronos se había avejentado bastante ahora parecía un hombro de ochenta años, aun así Alecto no quiso soltarle, ni abandonarle a su suerte.

-Conviértete en los ciclos. Ciclos sagrados y todos evolutivos, mismos que nos dejan la sabiduría de la experiencia que nos lleva a convertirnos en esa luz inmortal y perfecta.-

Los ojos de la joven diosa estaban cargados de cariño. Cronos se sintió conmovido por esa chispa de inocencia y decisión.

-Todos nos equivocamos abuelo, por favor nunca es tarde para despertar.-

Los ojos cansados del anciano se dirigieron hasta su hijo, Poseidón dio dos pasos y se inclinó para terminar de ayudarle a ponerse de pie.

-Gracias Padre.-

-Gracias?-

-Tú me has enseñado a ser presente, gracias a ti he adquirido experiencia de mis errores y de mis ciclos. Ya no tengo más odio contra ti porque creo que has sido un verdadero maestro, ahora mismo me acabas de dar la más grande lección de todas.

Jofiel estaba sonriente y satisfecho. Alecto saco de su bolso la llave y con cariño se la entregó a Cronos.

-Abre la puerta y sal de tu sueño, es en este Presente que te pido que despiertes. Despierta abuelo.-

La llave en las manos de Cronos se volvió luz pura y esta envolvió la pieza entera haciendo que todos sintieran una paz abrazadora y sus cuerpos se sintieron muy ligeros hasta desaparecer.

Camus miraba perplejo a Aurora y esta le beso con ternura así los dos desaparecieron de ahí y el francés sintió las suaves manos de Aurora que descubrían sus ojos para encontrarse en el mismo sitio de antes junto a Mu y Shaina quienes se levantaban asustados.

-Qué es eso?!-

Ares y Saga seguían discutiendo, el Dios sostenía a la amazona con fuerza del brazo y esta grito asustada.

-Qué pasa?!-

Se sentía un fuerte temblor y Saga solo atino en decirle al padre.

-Protege a mama yo voy por Saori y Kanon!-

Hilia no daba crédito a lo que había oído.

-Me dijo mama!-

Ares estaba asustado pero a la vez satisfecho.

-Los dos te quieren mujer es solo que son medio lerdos, pero se les quitara!-

-Kanon está herido y Saga no podrá con Athena y con él!-

Ares hizo una seña hacia arriba y su mujer vio a Mitchelle con alas que en un segundo atrapo a Kanon en brazos y le grito al resto.

-Nos vamos de aquí, familia!-

Shion y Dokho vieron unas extrañas luces aparecer como cometas y Gabrielle se precipite en su vuelo para atrapar a una. Julián fue interceptado por su Arcángel, quien se percató que éste estaba como dormido, pero en perfecta salud.

-Tranquilo mi precioso pronto descansaremos en casa.-

De inmediato la segunda luz atrapo a la tercera y Jofiel, quien estaba despierto, llevaba el cuerpo dormido de Alecto. De inmediato el Arcángel de la belleza y sabiduría bajo y la entrego en los brazos de un perplejo y contento ex patriarca.

-Corran sáquenla de aquí, sigan la luz del fondo, esa es la salida!-

Ambos caballeros salieron corriendo mientras Dokho se detuvo solo a atrapar a su querida Deméter en llevarla en brazos, así sería más rápido. A su lado Hades y Perséfone estaban como en shock y el Tigre le hecho un grito a los jueces.

-Hey señores Alecto está a salvo ahora ayúdenme!-

Minos no lo pensó dos veces y tomo en brazos a su señora mientras que Radamanthys ni tiempo le dio a Hades de objetar. Aiacos les abrió paso quitando cuanta roca estuviese en sus caminos y salieron de ahí a toda velocidad. Jofiel tomo forma femenina conservando sus alas y de golpe se precipito atrapando a su querido general.

-Constanza, estas bien?!-

-Mi Sirena te besaría si estuviésemos en otro escenario, ahora vámonos de aquí mi vida!-

Aunque la morena se quedó desorientada al ver pasar a Aurora llevando en brazos a Camus y besándose tan tranquilos como quienes conocen el camino de memoria. Constanza comenzaba a molestarse.

-No es justo ella seguro soñó el camino!-

Sorrento sintió que se ahogaría de la risa.

-Extrañaba verte pelear con tus hermanas. Te juro que saliendo de aquí nos encerraremos en una suite hasta caer rendidos mi vida!-

-Tuve miedo mi precioso.-

-Yo también, mi pequeña, no tienes una idea de cuánto.-

Ángelo llevaba en sus espaldas a Marin así como Aldebarán a Hera y Mu a Shaina, Eliana volaba a toda velocidad con Afrodita. Por el contrario Enio cargaba a un Franck desmayado en sus espaldas la joven le había dado un buen golpe noqueador a Dionisio porque este insistía en ser él quien la cargase y pues la diosa tenía su vieja reputación y su enorme terquedad.

Así al final de un túnel de luz la total de los caballeros, dioses, arcángeles y espectros vieron por fin la salida de aquel sitio en donde alguna vez el tiempo durmió esclavo de su propio sueño.

Próximamente:

-Los géminis tendrán que enfrentarse al episodio más raro de sus vidas, el choque psicológico de recuperar a alguien que en teoría jamás conocieron.

-Dionisio prepara una gran fiesta en Las Vegas, todos están invitados dioses, santos, arcángeles y jueces. Podrán sobrevivir a las buenas intenciones de nuestro amado Franck?

-Alecto está decidida a todo por conquistar el corazón de Shion, y conociéndola esto puede convertirse en un verdadero suplicio para el pobre lemuriano.

Saludos y hasta el próximo capítulo.