Capítulo 18: Frank, nuestro queridísimo Frank II parte.

Julián sintió ganas de ahogarse en la piscina, sobre todo cuando escucho a Gaby gritar desesperada.

-Pronto hay que seguirlos Ares están loco que romperá las reglas en cualquier momento!-

Radamanthys miro perplejo a Sorrento.

-Reglas? Cuáles reglas?-

-No debemos utilizar nuestros cosmos ni nuestras habilidades sobre naturales, mucho menos delante de los humanos.-

Hades no tardaría en dar sus primeras órdenes.

-Pronto Radamanthys alquila un coche y vamos a detener el inminente desastre!-

El juez miro nervioso a su señor, Hades se veía cargado de decisión y valentía, aunque su frase sonaba un tanto incoherente y así se lo haría saber el inglés.

-Inminente desastre…-

Perséfone negó con su cabeza, mientras alzaba los ojos, fastidiada, ante la lentitud que mostraba su juez para comprender las indirectas de su esposo.

-Minos ven pronto!-

El juez albino dejo caer su vano encima de los pechos de la voluptuosa mesera con quien coqueteaba descarado y llego frente a su diosa en menos de tres segundos.

-Si mi señora!-

-Toma a tu hermano y dale dos cachetadas para que despabile y después vayan de inmediato por un auto para detener la trifulca que nos ha organizado nuestro querido Frank.-

Si una cosa era segura, era que cuando se trataba de Perséfone, Minos jamás reflexionaba, simplemente actuaba. Sin más Radamanthys sintió un buen coscorrón de su hermano mayor que le regreso a la realidad, hubiese adorado partirle la cara ahí mismo, pero debía reconocer que eran ordenes de su señora y además se lo había ganado por lento. Ambos salieron a toda velocidad en busca de un coche, mientras que Gaby y Poseidón discutían.

-Preciosa, alguien debe cuidar al niño.-

Aquella carita fingida, de padre preocupado, se le cayó en un segundo al señor de los mares, al escuchar a su quedísima cuñada Constanza frustrarle sus planes.

-Sorrento y yo nos unimos a Mu y Shaina. Nosotros nos encargaremos de pasear a los chicos y divertirlos.-

Gabrielle se sentía más tranquila.

-Es una excelente idea!-

Julián tenía ganas de matar a esa parejita de aprovechados, pero tuvo que tragarse las ganas como siempre por amor a su Arcángel.

Del otro lado Milo y june se miraron junto a Shaka y Ángela, el escorpión no estaba seguro de que rumbo tomar.

-Unirnos a la faena de Ares o juntarnos al grupo de las niñeras?-

Los cuatro suspiraron y su respuesta fue unánime.

-Sorrento, aquí vamos!-

Eliana deseaba ir en ayuda de Mitchelle, aquello se veía tragedia de las griegas y eso a Afrodita no le sonaba apetitoso.

-Porque no vamos con el maestro Shion, mira la pobre Alecto necesitara quien le muestre la vida nocturna de Vegas.-

-Mi amor eso es tan poco solidario.-

Afrodita miro a su esposa con un gesto de desesperación.

-Necesito vacaciones! Además ya son muchos y los niñeros también así que podríamos darles su espacio. Sabes mucha ayuda el que no estorba.-

Eliana vio aquellos ojos iluminados de Alecto, aquella joven quien era su primera experiencia en el mundo de los humanos y recordó sus viejos tiempos, cuando ella misma había descubierto Vegas junto a su sueco.

-Bueno supongo que tienes razón, pero prométeme que si nos necesitan iremos a ayudarles.-

Afrodita levanto su mano derecha, mirando con decisión a su albina.

-Palabra de caballero.-

Los ojos de la chica se encendieron de pasión.

-Que guapo te ves cuando te pones serio.-

El hombre atrapo una copa de una mesera que venía pasando y se la dio a su chica y otra más para él.

-Después de una buena parranda habrá que ponernos a hacer… ya sabes un pececito y una luciernaguita.-

Brindaron con coquetería, mientras que ignoraban que Alecto como compañía podía ser mucho más letal que Ares frustrado.

Del otro lado Shion estaba decidido.

-Ares y los suyos que resuelvan sus líos, nosotros lo tomamos con calma.-

Susana observaba a Perséfone saliendo a toda prisa junto a Julián, Hades y Gaby. Dokho solo necesitaría de una frase para convencerla.

-A Hades y a tu hija, les encantan los líos, no te preocupes, ellos adoran eso.-

Después el tigre tomo a la rubia de la cintura y le susurró al oído.

-Vamos a sacarle partida a este viaje mi preciosa, tu y yo, solitos.-

-Y Alecto?-

-Que la cuide Shion, si en realidad es su responsabilidad, además ya nos demostró que es una chica fuerte y astuta. Tu y yo podemos… no sé… jugar a que hacemos bebes.-

Las mejillas de la rubia se pusieron carmesí y su respiración se le acelero por su evidente excitación.

-Bueno viéndolo de ese modo…-

Un par de besos sensuales del sabio chino en su suave y terso cuello, así Susana y Dokho desaparecieron detrás de un par de copas de champaña dejando a Alecto, libre y feliz de tener al objeto de su deseo para ella sola.

La peli negro pillo una copa de champaña que Shion le arrebato con suavidad.

-No, no, no… aun eres muy joven como para perderte en estos vicios.-

-En realidad tengo miles de…-

-No como humana y es eso lo que interesa, además le di mi palabra a tus padres y de hoy en adelante seré tu sombra y tu guía.-

Vamos Shion esta ciudad es preciosa está llena de luces y de sonido. Mira este ambiente, todo el mundo se divierte, no crees que nosotros también merecemos un poco de diversión. Además vencimos a Cronos.-

-Bueno debo aceptar que fuiste tú quien lo venció.-

-Lo ves! Por favor!-

El lemuriano dio un fuerte suspiro y es que esos hermosos ojos azules tenían algo que ni él mismo podía negárseles.

-Bueno pero tú no beberás ni una gota de alcohol. Y deberás ser obediente y… sobre todo nada de poderes, ni cosmos, ni….-

-Prometido!-

En unos segundos Afrodita y Eliana les hicieron compañía.

-Oiga maestro conozco un bar de variedades bastante agradable, seguro Alecto le encantaría visitarlo.-

Alecto saltaba de emoción y Shion solo asiento con la cabeza, mientras Eliana y la pelinegra salían en busca de un taxi para los cuatro.

….

En el centro de Las Vegas Ares se arrastraba a los pies de una furiosa Hilia.

-Te juro que yo no lo pedí, ese Frank es un pendejo!-

-Un pendejo o es que te conoce demasiado bien?!-

-No, no, no… preciosa pregúntale a Kanon tu siempre has sido mi universo!-

Hilia detuvo su paso encarando, ahora, al frustrado de su hijo.

-Dime cuantas le has conocido desde que tomo su lugar como tu padre?!-

Kanon casi temblaba mientras trago saliva y miro frustrado a su progenitor.

-En realidad era viudo… así que no cuentan…-

-Lo sabía!-

Ares le hablo por cosmos a Kanon.

-Porque diablos no…-

-No puedo mentirle, es mi madre!-

-Si lo es, y también es la amazona más poderosa y celosa del universo! Para que me aceptara tuve que deshacerme de mi harem.-

-Creí que ya la habías seducido antes de…-

-Si! Pero la cabrona se negaba a formalizar conmigo!-

-Pues mira ahora sé a quién salí.-

Hilia los pondría de regreso a la realidad;

-Ares, deja de presionar a nuestro chico! Crees que porque usas tu telepatía, no me doy cuenta!-

Ángelo llegaba a toda prisa.

-Hilia no digas eso, menos delante de los civiles.-

-Lo siento es que…-

Hilia exploto de coraje dirigiéndole un buen puñetazo en la boca del estómago al Dios de la guerra dejándole tumbado en pleno parque. Mitchelle trataba de calmarla poniéndose en medio, mientras Ángelo trataba de razonar con ella.

-Sabes esto del catálogo de chicas… debió haber sido un error de Frank… quizás una broma.-

-Ah s, y esa tal Loreta, que le dejo esta notita de: "Tu morena que te añora."-

Marín ayudaba a Ares a ponerse de pie, el Dios ni podía hablar del dolor.

-Mierda, como echaba de menos tus golpes mi amazona.-

Mitchelle trataría de calmar las aguas.

-Ángelo tiene razón debe ser una broma de Frank, además Ares nunca había venido hasta Las Vegas. No es así suegrito?-

-No soporto a Frank, porque habría de poner un pie en sus dominios?-

Justo detrás llegaba corriendo y con poco aire el pobre de Frank seguido de Enio.

-Yo doy prueba de lo que él dice. Ares me odia, yo quería ganarme su aceptación, sabes por lo mío con Enio y se me ocurrió contratar a alguien hace tres meses que le… Bueno el punto es que esos regalos eran para un Ares solo, deprimido, frustrado y que desahogaba sus penas en alcohol y mujeres fáciles.-

Enio tomaría la palabra.

-Mi hermano no pasaba más de una noche con esas mujeres, ni siquiera recuerda sus nombres o sus rostros.-

Hilia trataba de respirar tranquilizándose.

-Eso no quita el hecho que…-

-Ares ve a un siquiatra desde el fin de la guerra contra Eris, sufre de depresión y toma antidepresivos. De hecho intento quitarse la vida un año después de la guerra, yo lo detuve.-

Kanon sintió que se le iban los colores del rostro, y no era el único, todos estaban casi en shock ante la revelación de Enio. El Dios de la guerra estaba furioso con su hermana.

-Como te atreves?! Me prometiste que…!

El gemelo menor se puso en medio, tomando con fuerza a su padre de ambos brazos, aquello era una revelación bastante perturbadora.

-Cómo diablos intentaste… porque no…-

-Tu habías aceptado la propuesta de Poseidón y Saga se había mudado a Tokio… yo… escucha no es sencillo de explicar. Maldita sea soy un ser impulsivo y de la noche a la mañana me encuentro en el mundo de los humanos. Soy el culpable de más de la mitad de sus desgracias, mi única mujer real estaba muerta, y ustedes… ustedes ya no me necesitan!-

Hilia solo observaba en shock a su hijo y a dios discutir como locos.

-Estas tonto o qué?! Eres mi padre y claro que te necesito, Saga también te necesita y Gael… imagínate lo que hubiese sido de él si tú cambiaras de forma o murieses.-

Ángelo arrugo con tristeza aquel papel con la promoción de chicas de Frank, mientras miro a Marín con tristeza. Ares distanciaba mucho del ser necio e insensible que ellos creían tener por jefe. El joven italiano dejaría ver su sentir a su jefe.

-Vamos Ares que sería de todos esos chicos rebeldes sin tus entrenamientos? Debo reconocer que has hecho milagros no solo en esos jóvenes, sino en todos los que convivimos contigo. Debo aceptar que la vida sería mucho más aburrida con un jefe como Zeus o Hefestos. Debo admitir que aunque hay días que deseamos arrojarte con un ancla amarrada al cuello al fondo del mar, no pudimos caer con un mejor Dios que tu.-

Ares levanto su ceja algo pensativo.

-Tú me caes bien chico.-

Kanon tenía lágrimas en sus ojos por más que lo intentaba le era imposible contenerlas. Ares lo abrazo fuerte, odiaba la idea que sus hijos derramasen lagrimas por su culpa.

-Escucha Enio no debió decir esto, piénsalo bien, aún conservo mi cuerpo divino así que no podría morir.-

-El punto es que paso por tu mente, lo intentaste.-

-Kanon, escúchame bien Saga, Gael y tú han sido mi todo, pero hay veces que el dolor es fuerte y cegador.-

Ares miraba a su Hilia cubrirse el rostro para no desvelar sus lágrimas de dolor, mientras que Frank se acercaba a la amazona para disculparse.

-En verdad fui yo, él ni estaba enterado, y no lo hice por lastimar es solo que… no sé qué tengo que siempre termino por arruinar todo lo que toco.-

Enio se abrazaría con fuerza de la espalda del Dios del placer.

-Frank tú le has dado paz a mi tormentosa vida, me das alegría y bueno… es verdad que a veces tus ideas terminan en desastre, pero así nuestra vida es menos aburrida. Yo te amo.-

Marín se abrazó fuerte de Ángelo y le hablo al oído.

-Cielos debo estar loca, pero quiero hacerte el amor.-

-Tranquila dejaremos a estos con su desmadre y ya verás que noche te voy a dar preciosa.-

Mitchelle se le acerco tranquila a Hilia.

-Te lo suplico dale una oportunidad, créeme que se ha esforzado y mucho.-

Hilia se acercó hasta su Dios y a Kanon, la chica le miro con sus ojos irritados y esa mirada de desesperación.

-No soy tonta como para no haberme imaginado que en más de 30 años me hubieses…-

-Hilia mi preciosa…-

-Para mí tampoco es fácil Ares, mis bebes ya no son pequeños! Perdí la oportunidad de estar con ellos, de cuidarles. Ahora me ven como un fenómeno y es normal mírame!

Kanon quiso interrumpirla, pero Mitchelle le tomo el brazo haciéndole un gesto de que la dejase desahogar aquello.

-Me duele no haber sido lo suficiente fuerte frente a Eris. Me duele que mis hijos me rechacen. Lo único que me intenta consolar es el hecho de que tú aun me amases.-

-Hilia yo te amo con toda mi alma y sé que aunque no lo dicen Saga y Kanon están…-

El gemelo no perdería esta oportunidad.

-Mama estamos felices de tenerte de regreso, no puedo negarte el hecho de que nos es extraño, pero en el fondo siempre soñé que un día nos reuniríamos contigo. Es verdad ya no somos unos bebes pero créeme hay días que encuentro más madurez en mi hijo que en mí.-

Hilia se cubrió la boca para disimular la fugaz risa que acompañaba aquellas lágrimas de tristeza.

-Perdóname a mí también mama y por favor danos una oportunidad a todos. Nosotros también te necesitamos y después de lo que acabo de escuchar ya no puedo dejar a este viejo dios ahí solo.-

Ares saltaría ante la insinuación.

-Viejos los cerros y reverdecen y ya te dije que no volveré a intentar ese tipo de cosas!-

-Pues no te creo! Y de ahora en adelante tendré un ojo puesto sobre ti!-

-Te recuerdo que soy yo tu padre y no al revés!-

-Así pues lástima porque herede de ti lo terco y obstinado, así que ahora me tendrás que aguantar!-

-No creo que la luciérnaga este contenta con la idea.-

Mitchelle se tocaba la cabeza toda insolada.

-Hace casi 50 grados y estamos discutiendo en una plaza pública, quiero una mendiga cerveza bien fría!-

Frank le cerraba el ojo cómplice, mientras que la señalaba con su índice.

-Tu si sabesss! Yo invito!-

Ares miro frustrado a Hilia.

-Lo ves esta ya va que vuela para alcohólica!-

Kanon le daría un pellizco en el brazo.

-Oye deja a mi luciérnaga tranquila y acepta la cerveza, que tiene razón hace un calor de locos!-

Hilia se sonreía, mientras Kanon se acercó tranquilo a besarle con suavidad su mejilla.

-Perdona a nuestro viejo y ven con nosotros sí?-

Ella asintió en silencio, mientras que Ares se le acerco temeroso.

-Me ganare tu perdón y tu confianza, te lo juro.-

-No vuelvas a intentar lastimarte.-

-Te lo prometo.-

-Y no quiero saber de ninguna… amiguita o lo que fueran.-

-Te lo juro. Ahora me amas?-

-Idiota sabes que si.-

-Bueno entonces vamos aceptar la cerveza de este pendejo en compañía de nuestros… oye donde quedo Saga?-

Dentro de un 4x4 Minos conducía sigiloso, mientras que Radamanthys no dejaba de pensar en voz alta.

-Hace unos años la buscábamos para matarla y ahora…-

Hades le interrumpiría.

-Los tiempos cambian, los venenos dejan de joder a nuestras mentes. Date prisa que recuerda que está embarazada!-

Junto a ellos Gabrielle y Julián seguían indagando con aquel enorme mapa de la ciudad.

-Tomemos la calle del centro, estoy segura que buscara un sitio calmado para meditar.-

Julián se rascaba la cabeza todo frustrado.

-Tú crees? Pero desde cuando las hormonas permiten a una mujer embarazada pensar con racionalidad?-

Gaby reflexionaba.

-Ahora que lo dices… creo que tienes razón. Tu qué piensas Saga?-

Saga estaba ahí, en medio de todos, sentado junto a Perséfone, quien intentaba calmarle.

-Te digo que se le pasara, pregúntale a Hades como me ponía yo.-

Hades recordaba nostálgico.

-Aún recuerdo cuando le daba por lanzar dagas contra el muro de los lamentos. Las mujeres embarazadas tienen unas manías raras.-

Julián trataba de indagar más.

-Bueno Saga dinos que sitios suelen ponerla de buen humor?-

-Pues desde que el médico le dijo de parar el boxeo, pues la pobre batalla mucho para canalizar su estrés.-

Radamanthys no daba crédito a lo que oía.

-Athena boxea?!-

-Si es bastante buena, es un deporte que practicamos juntos. También le gustaba el karate y el yudo, pero todo está prohibido hasta el nacimiento de las nenas.-

Radamanthys observo a Minos conducir y pensaba decirle algo, pero este se le adelanto.

-Yo conduzco, no pienso, así que ni intentes sacarme de mi estado mental.-

Julián seguía indagando.

-Algún sitio que pudiese acaparar su atención, no sé una biblioteca.-

Todos lo miraron con cara de interrogación.

-Qué?! Es la diosa de la sabiduría!-

Hades reflexionaba.

-En tal caso escribiría libros y no necesita leer lo que supongo que ya conoce. –

Saga estaba de acuerdo.

-Saori se conoce todos los títulos, no creo que tenga necesidad por leer. No ha sido uno de sus antojos, ni… pero claro…-

Todos le miraron curiosos mientras Saga saltaba emocionado.

-Sé de un sitio que le encantaría!-

Para Perséfone todo era claro.

-Minos en marcha!-

….

Mientras tanto a un par de calles del Hotel tres parejas corrían como locos desesperados cada quien en distintas direcciones. Mu gritaba como loco.

-Gael dónde estás?!-

Milo en el otro punto de la calle también gritaba todo nervioso.

-Andy, ya ven aquí! Esto no es gracioso, chicos vuelvan acá!-

Shaina quería llorar en qué momento se les había ocurrido la gran idea de jugar al escondite con dos niños mágicos. Por su parte Shaka intentaba disimuladamente rastrear el cosmos de Gael sin éxito.

-Por Buda, como es que no lo detecto?!-

Para Ángela era simple.

-Tiene los códigos genéticos de los siete rayos y de un Dios, así que ese chiquitín puede hacer cosas que ningún otro ser puede!-

June estaba al borde de la histeria.

-Por el amor a la Fuente si algo les pasa a esos chiquillos me muero! Milo que hacemos?!-

-Vamos a separarnos, peinaremos todo las Vegas si es necesario pero los encontraremos!-

Shaina no podían disimular su terror.

-Y si han ido a caer con malas personas, dioses es normal que no puedo tener hijos, no soy capaz de cuidar correctamente a un par de chiquillos!-

Mu le abrazo fuerte, mientras que Shaka y Ángela se quedaron sorprendidos de saber el problema de Shaina. El rubio no se daría por vencido tan fácil.

-Shaina, no es tu culpa, jamás pensaste que Gael utilizaría sus poderes. Lo encontraremos ya verás.-

La cobra lloraba desconsolada.

-Pero tampoco se me ocurrió recordarle que no debía de utilizarlos, es solo un niño. Para colmo ni cuenta se habrá dado y ellos creen que seguimos jugando.-

Mu le levanto el rostro y le seco las lágrimas.

-Vamos a encontrarles, haremos como dijo Milo peinaremos Las Vegas entero de ser necesario, tranquila.-

Shaka saco su teléfono y Mu le miro nervioso.

-Qué haces?-

-Voy a avisar a los padres, creo que deberían…-

-Ni se te ocurra! Kanon y Ares me matarían, sin contar que Mitchelle de malas no se ve tan angelical. Los encontraremos antes de que esta banda de locos lleguen al Hotel!-

-Pero Mu…-

-Pero nada!-

Shaka tomo una respiración y asintió calmado y después volvió a levantar su teléfono. Antes de que Mu dijese algo, el rubio le hizo una seña.

-Estoy llamando a Graciela, quiero escuchar a mi hija y saber que este bien. No me lo tomes a mal pero creo que ahora mismo lo necesito.-

Mu asintió algo frustrado mientras que tomo rumbo, junto con Shaina en busca de los pequeños.

En un bar de variedades, Alecto y Eliana dialogaban mientras que los chicos iban al baño.

-Este sitio es increíble, en el inframundo tenemos sitios, pero como estos no hay muchos.-

-Las Vegas es el Edén de Dionisio, es por eso que encuentras sus bares y hoteles tan atractivos, el cosmos del dios lo inunda todo.-

-A ti te gusta esta ciudad verdad Eli?-

-Digamos que aquí vivimos cosas un poco locas y hasta divertidas, sabes Afrodita y yo nos casamos en un sitio de por aquí.-

-En serio?!-

-Bueno una buena parte del viejo equipo lo hizo, estábamos en guerra y no sabíamos si lo lograríamos así que Frank nos brindó un pequeño oasis en medio de la tormenta.-

-Te puedo contar algo Elí, pero que quede entre nosotras?-

-Si claro.-

-A mí me gusta Shion, creo que es perfecto, pero no sé si él pudiese fijarse en mí.-

-Pero si eres muy bella, podría decir que eres su tipo. Es solo que el pobre Shion a veces es algo rígido, tiene muchas responsabilidades y pues necesita des estresarse. Dale tiempo y sobre todo se tu misma, siempre.-

Alecto sonrió contenta.

-Creo que tienes razón, eso hare. –

Los chicos volvieron y Alecto aprovecho para dirigirse ella al baño, después de meditar las cosas Eliana tenía mucha lógica en lo que le decía. Shion siempre estaba algo estresado, así que saliendo del baño se acercó al bar y le dijo al bar tender.

-Podría servirme un vodka?-

-Solo o con jugo?-

La chica le miro muy decidida.

-Necesito que sea algo muy des estresante, sabe lo que quiero decir?-

El cantinero dudo un segundo y miro a sus lados para cerciorarse que nadie lo escuchase o viera. Alecto solo pensaba una cosa, y es que ese tipo era un tanto raro, pero quizás los vivos fuesen así.

-Entiendo… un toque doble?-

La chica no entendió aquello, pero ella infirió que se trataba de algún coctel exótico.

-Perfecto.-

Así la joven pago aquella bebida y llego a su mesa, justo cuando Shion se la quito de la mano.

-Dijimos que no beberías alcohol!-

-Es para ti, es un coctel de esos exóticos.-

Afrodita se sonrió cómplice con su esposa.

-Yo también quiero probar, vamos por uno mi preciosa.-

Alecto se ofrecería contenta.

-Yo se los traigo.-

Shion se bebió aquella copa con una sonrisa complacido mientras que Afrodita y Eliana recibieron una bebida idéntica a la del antiguo patriarca y así comenzaron el brindis.

El lemuriano quiso verse benevolente frente a la pareja de amigos.

-Anda Alecto te dejare probarlo, pero solo será un trago y ya ok?-

Alecto estaba alucinando de emoción, estaba bebiendo del vaso del hermoso de Shion.

Así comenzaron las rondas y disfrutaron del espectáculo, poco a poco el lemuriano sintió agradable la cálida cercanía de Alecto. Después del espectáculo siguieron por visitar las dos pistas de baile que tenía aquel sitio, era increíble que bien se sentía todo aquello. Demasiado bien para ocurrir en Las Vegas.

Mientras tanto Sorrento y Constanza bebian un par de copas en el jacuzzi de su habitacion.

-No crees que debimos irnos con Shiana y los otros?-

-Constita ellos se ofrecieron, tienen ganas de cuidar bebes, dejalos, en realidad seriamos demasiados para cuidar a dos niños.-

Asi brindaron tranquilos ignorantes del caos que ocurria fuera de su habitacion.