Capítulo 21 Demonio o Caído?
-Demencia es la salida, es el camino que nos salva al darnos cuenta que todo está perdido, que la esperanza ha sido abatida y tu fe pisoteada bajo la insignia de la más grande humillación.-
Las palabras de Lilith parecían llenas de vida, de sentimiento, en contraste con su casi esquelético rostro, tan pálido tan enfermo y sus ojos que se volvían del marrón claro al negro más absoluto.
-No hay nada detrás de la muerte, Arcángel, solo ese vacío esa desolación esta constante huida. Que nadie vuelva jamás a aprisionarnos, que nadie se atreva jamás a lacerarnos. Y que fue de nuestros hijos? Yo te lo diré, Arcángel mío, ellos fueron las víctimas de las verdaderas bestias. Fueron consumidos por la esclavitud, drenados de toda su sangre, de toda su vitalidad y transformados en espíritus esclavos. Y eso es una maldita analogía, ningún espíritu puede ser esclavo! Tú lo sabes Arcángel, tú lo viste, tu gritaste aquel día y nadie escucho tu suplica y nadie le puso fin a tan terrible voracidad.-
Dionisio observaba y escuchaba aterrado aquel discurso, era claro que Lilith se dirigía a Mitchelle. El Dios se sujetó fuerte de la mano de la chica e intento ser discreto al hablarle muy de cerca en su oído.
-Dime que a esta la sacaron de algún manicomio, quiero escuchar que esta chiflada, loca o…-
-Lo siento Frank, pero no sé mentir ni ella tampoco.-
-Pero que le ocurrió a este espíritu para que cayera en ese estado de trastorno?-
-Demencia, ella misma acaba de decírnoslo. Después de todo no tuvo otra salida, fue la única puerta que encontró para no dejar de existir, para resistirse ante su propia caída.-
Hilia escuchaba atenta a las palabras de Mitchelle y sin dudarlo decidió sanar sus dudas.
-Lilith según he leído, fue la primera mujer creada en este mundo. Un espíritu desobediente que recibió como castigo el destierro del paraíso y la muerte de toda su progenie. Es verdad aquella leyenda?-
-No.-
La mirada de los dos acompañantes se llenó de asombro y el rostro de Lilith sonrió satisfecho.
-Cuéntales Arcángel, nárrales la verdad, explícales porque todos son culpables.-
Mitchelle dio un fuerte suspiro y comenzó su narración.
-En el principio se llamó al grupo de observadores (Dioses) a guardar el equilibrio de este mundo. Lilith era una de las cabezas, un ser andrógino con mucha admiración y amor por todo lo femenino de la creación. Así Lilith encabezo al primer grupo y estos vieron con sus propios ojos como la vida se reproducía y se gestaba en el vientre femenino. Eso le despertó el deseo, un deseo sano de experimentar ese proceso y entrego a su espíritu para aquel descenso. Así nació la primera mujer que encarno a un observador, fue la primera diosa en aceptar el juego de convertirse en ser humano. En aquel entonces, el resto del grupo de los que no quisieron del todo ceder a su posición para seguirla se contentaron en observarla. Ella fue testigo de cómo los observadores olvidaban su rol de guardianes y tomaban sitio como únicos dioses y se revelo contra ellos. Se negó a ser sumisa.-
Frank no podía evitar aquella confusión.
-Entonces como puede alguien que tiene un buen objetivo convertirse en… en eso.-
-Lilith decidió ir a la raíz de lo que ella consideraba el problema, un momento de frustración la llevo a presenciar la muerte de varias de sus seguidoras, mujeres, todas, y guerreras. Asesinadas y violadas por aquellos que ya estaban siendo corrompidos por el veneno de la discordia, de la sombra. Su dolor la cegó y no vio más allá que lo que sus ojos semi humanos le mostraban, y estos solo veían a una energía masculina asesina y maligna. Así que decidió aniquilarla, y creo un ejército femenil que se revelase contra los opresores. Matando en su camino a todo ser masculino y a toda mujer que se negase a seguirla. El mundo debía ser femenino, libre de esos monstruos.-
Frank insistia.
-Imposible yo no la recuerdo!-
-Tu aun no habías nacido Dionisio, ni Athena, solo Zeus, Poseidón, Hades, Ares, Enio, Eris… y otros más. Tú viniste después, por eso ni tú la reconoces ni ella a ti.-
-Que ganaría con un mundo sin hombres, como se reproducirían?-
-Ella no deseaba acabar con todos, en su plan conservaría a algunos que pudiesen servirle para la continuidad de su especie. Meros esclavos, juguetes que satisficieran sus deseos y su continuidad.-
-Pues no diferencia mucho a lo que papa y la familia hicieron al principio, aunque al estilo macho.-
Hilia respiro profundo.
-Ares… violo a esas…chicas?-
Mitchelle sujeto la mano de Hilia con fuerza en señal de apoyo.
-Aquel Ares era un ser frio y envenenado, todos lo eran, pero Lilith no lo sabía, nadie lo sabía. Era el reino del terror, una época de sangre y de grandes heridas, muchas de ellas se plasmaron en este planeta. Lilith elevo su cosmos al máximo y se fusiono al dolor de éste mundo, se convirtió en una herida eterica, global y bastante real. Dionisio quería escuchar el final de aquella historia.
-Espera antes de eso como es que ella llego a ese punto?-
-Ustedes ( los masculinos) ganaron, y ella perdió. Sin embargo antes de entregarse a las vejaciones que Zeus y los otros pudiesen imponerle, ella tuvo una última hazaña se entregó al ciclo de la reencarnación y del olvido consciente de que un día despertaría y exigiría su justo equilibrio. Se escapó escondiéndose en algún paraje lejano a la vista de los ciegos y tiranos observadores, desde ahí recibió a la muerte guardando en su alma aquella vieja herida y sabiendo que su espíritu seguiría vivo en la memoria de la Tierra. Sobre los hijos que engendro Lilith muchos fueron asesinados por los Patriarcas del viejo sistema, otros esclavizados y torturados por sus orígenes. Sus almas fueron malditas por los falsos dioses, fueron condenados a ser rechazados en cada encarnación. Sin embargo la sangre de Lilith sigue corriendo en las venas de la humanidad, sus hijos son aquellos que se revelan, que se oponen a la sumisión, a las injusticias y a las tiranías. Siempre perseguidos y condenados por sus actos, la historia de ella fue alterada como muchas otras transformando a su imagen en la de un demonio vampírico. Acusándole de haber devorado, ella misma, a su progenie y de seguir buscando la sangre de los pequeños como alimento. –
-Porque la Fuente no detuvo aquel desastre?-
-Porque Lilith cometió una falta, la más grande de todas, se llenó de odio y de amargura, su sed de venganza supero cualquier otra energía. Su soberbia y su rencor le impidió pedir nuestra ayuda y nosotros no podemos intervenir si no se nos llama, es la ley recuérdenlo y es infranqueable para todos. De esa manera se quedó atrapada en las bajas dimensiones, esclava de su propia herida y de su eterna batalla. Se convirtió en un espíritu caído, cuya alma esta manchada de sangre y de odio. sin embargo consciente de que un dia el equilibrio se pondría de su parte.-
Aquella vieja sonrisa de Lilith había desaparecido, ahora su expresión se volvía vacía, oscura y tenebrosa.
-Vaya manera de excusar las inmundicias, y de seguir solapando a los verdaderos destructores de este planeta.-
-No eres mejor ni peor que ellos Lilith, ya que te pusiste a su mismo nivel, caíste en su misma trampa, solo que ellos estaban envenenados por la Sombra mientras que tu… tu fuiste…-
Lilith se aproximó molesta hasta ponerse frente a frente con aquel trio.
-Dilo Santo Ángel protector de los miserables, de los asesinos… dilo… acéptalo que para ustedes solo fui un daño colateral!-
-Es la sombra la culpable de esta herida Lilith, no ellos, y menos los humanos!-
Lilith se volteo furiosa a observar aquellas personas que permanecían ahí sentadas en aquellas butacas, como zombis, inconscientes de lo que sería su suerte.
-Humanos! Son unas simples cobayas, son el resultado de las inmundicias que los señores del cielo propiciaron en este mundo! Mira lo fácil que es limpiar la basura…-
Un cosmos negro salió del cuerpo de la caída, de inmediato una mujer con un embarazo bastante avanzado comenzó a gritar de dolor sus ojos lagrimaban sangre oscura y Dionisio no pudo contenerse más.
-No!-
El joven Dios corrió hacia la mujer y encendió su cosmos contrarrestando los efectos del de Lilith la mujer se tomó fuerte de la camisa del Dios suspirando de alivio mientras caía en un trance hipnótico. La dama caída está bastante molesta por la osadía del joven dios.
-Tonto, solo podrás mantenerla estable, pero en cuanto flaquees ella morirá y la rata que lleva dentro se ira con ella!-
-No pienso dejarla ni un segundo, así y me cueste el alma y hasta el espíritu, este juego de masacre se detiene aquí!-
Lilith se sonrió diabólica ante las miradas serias e inmovibles de Hilia y de Mitchelle.
-Me gusta este chico, es hermoso, alegre y apasionado, me pregunto si además es así de fuerte.-
El cosmos de la caída volvió a encenderse y ahora eran todas las personas de aquel sitio que comenzaban a desfallecer. Hilia se llenó de coraje y le dio un puñetazo a Lilith que esta intercepto en el aire.
-Tu eres perfecta, tan fuerte, tan bella… serias la cabeza digna de mi ejército. Estas segura que no nos conocemos?-
Dionisio exploto su cosmos creando un escudo que cubrió a los humanos de aquella sala, deteniendo los efectos de aquel campo de concentración.
Hilia comenzó a forcejear con Lilith, mientras que Mitchelle lanzo un rayo que se estrelló contra un espacio en aparente vacío. Una extraña sombra se dejó ver ante el impacto del rayo angélico.
-Son los parásitos de Lilith, son sus propios demonios! Cuantos más tienes por aquí?!-
Hilia logro de un golpe enviar a Lilith a estrellarse contra unas gradas, aunque la caída no mostraba ni una simple herida, por el contrario ahora estaba muerta de la risa.
-Por aquí Mitchy bella… Si mis pequeños están por donde quiera.-
Hilia comprendió el juego de la caída, ellos eran sus prisioneros y afuera de la arena comenzaba a resurgir el mismísimo infierno.
…
En pleno centro de Las Vegas Aiacos conducía a una velocidad poco legal, los chicos estaban bien amarrados con sus cinturones de seguridad, aunque el pequeño albino comenzaba a sacar lágrimas de miedo. Lo único que se le ocurrió al juez fue sacar de la bolsa de su camisa un paquete de lunetas de chocolate que había tomado en el camino de la salida.
-Oye rojito ten compártelo con el albino y traten de tranquilizarse.-
-Se siente muy feo el ambiente señor juez y Andy es más pequeño que yo.-
-Escucha yo no soy muy bueno en los temas de niños honestamente mi señora Perséfone sería la más indicada. Yo no sé qué decir!-
De inmediato se sintió un fuerte golpe en el techo del coche. Después una mano cubierta de un guante negro de cuero golpeo el cristal del coche y una melena albina se dejó ver.
-Es Minos! Sera pendejo!-
Aiacos quito el seguro de la puerta y en segundos el segundo juez entro observando curioso a los dos pequeños que estaban en los asientos traseros.
-Por fin encuentro a alguien! Estamos en medio de una fuerte mierda!-
Aiacos le reprendería.
-Oye hay niños! Y el rojito es el ahijado de nuestra señora.-
-Si, perdón lo olvide. Que tal chicos?-
Gael le contestaría con precisión.
-El mal anda suelto señor Minos y creo que mi mama y mi abuelita están en peligro.-
Minos le miro con curiosidad.
-Puedes sentir sus cosmos y leerlos?-
-Si.-
-Pues entonces creo que estoy en el buen sitio.-
Aiacos quería explicaciones.
-A que te refieres y que diablos está pasando en esta ciudad?-
-Hay un poderoso y maligno cosmos que está controlándolo todo. Radamanthys está herido, mis señores se ocupan de él ahora, pero lo peor es que nadie puede percibir con certeza nada, esa cosa que genera el caos es tan poderosa que no nos permite leer nada claro.-
Los ojos de Aiacos se salían de sus orbitan al imaginar la escena.
-Mi señor Hades ocupándose de Rada! Esto es de locos!-
Minos se encogía de hombros resignado.
-Desde la resurrección nada es como antes, a mí ya nada me sorprende morenito.-
-Qué piensas proponernos?-
-Mi señora teme por Alecto y parece ser que este chiquitín de algún modo es quien mejor puede percibir los cosmos de todo el mundo. Quiero que nos lleve con la niña, debemos ponerla a salvo.-
-Estás loco Gael tiene 4 años y el albino 3 no puedo arriesgar la vida de ellos así como así.-
Gael sonrió ilusionado.
-Si, vamos con Alecto, mi madrina está ahí podemos ir con ella.-
Aiacos y Minos se miraron unos segundos extrañados.
-Nuestros señores la encontraron?-
El niño fue sincero.
-No la han visto pero están cerca de ella, debemos ir en su ayuda, nos necesitan! Después debemos volver a por mí mama y por mi abuelita! Rápido, que no tarda en llenarse la calle de maldad, necesitamos estar todos unidos!-
El niño les indico un letrero que señalaba al hospital central y así el juez moreno giro el coche sin hacerse más preguntas, como mínimo allá tendrían refuerzos.
…
Después de conducir media hora sin parar el coche de Milo y su grupo se quedó sin combustible. El griego estaba atónito aquello era simplemente imposible, el tanque hacia minutos estaba lleno. Los cuatro bajaron del vehículo con una extraña sensación en el vientre, se sentían observados.
Milo comenzó a sobar con suavidad su prominente uña nervioso y esperando cualquier cosa.
No tuvo que esperar demasiado, frente a ellos tres sombras densas tomaban forma, estas se materializaban y se descomponían hasta que un coche se paró junto a ellos y unos hombres se bajaron sorprendidos de ver aquello. June grito con fuerza a aquellas personas que se fueran, pero en fracción de segundos las sombras entraron en sus cuerpos y un extraño símbolo se les tatuó en el cuello.
Mu encendió su cosmos y creo un muro entre ellos y los hombres, Shaina no comprendía esa reacción.
-Oye querido aun somos todos caballeros de Athena!-
-Esos símbolos… los conozco he leído de ellos en Sanscrito. Son parásitos y de los más vampíricos que existen. Si usamos nuestros ataquen los haremos más fuertes.-
June se preguntó con frustración.
-Entonces?-
-Nada, no podemos hacer nada, salvo engañarlos para ganar tiempo. Aun así no estoy seguro que podamos destruirlos.-
-Qué?!-
-Es una prueba de astucia o sino una señal del fin de todos los tiempos.-
Aunque Milo era menos fatalista, a él la filosofía no era un tema de su interés.
-Baja la barrera que tengo una idea que seguro será muy eficaz.-
Mu detuvo un instante su muro de cristal justo cuando Milo apunto directo a su objetivo.
-Aguja escarlata!-
El rayo de Milo se dirigió hacia los postes de luz y por impulso los cables cayeron sobre aquellos hombres creando choques eléctricos que les hizo caer en el suelo. El lemuriano abrió sus ojos alegremente sorprendido.
-Esa también es una buena idea.-
-Fuiste tú el que dijiste que debíamos ser astutos, Mu.-
Shaina les regreso al meollo del problema.
-Que eran esas cosas? Y como es que se apoderan así por así de los cuerpos humanos? Acaso acabas de asesinar civiles inocentes?-
Aunque June no era de esa perspectiva.
-Se llama autodefensa, no asesinato.-
Mu interrumpiría a las chicas.
-Si bien leí los parásitos son la consecuencia de cuando un espíritu caído y poderoso se despierta.-
June seguía curiosa.
-Un espíritu caído? Ósea un Dios, un ángel o qué?-
-Un espíritu cuya frecuencia pertenecía a las altas esferas de luz, pero que por su propio pie o decisión ha renunciado a ese paraíso para crear una baja vibración. Como cuando un ángel decide volverse un demonio o algo así…-
-Y a quien mantienen estas cosas o parásitos?-
-Los parásitos son las energías bajas que mantienen al espíritu esclavo de su dolor y que alimentan su odio. Estos se recargan con la energía vital de otros seres vivos, como vampiros, pero invisibles y que comen energía. Es un doble juego los parásitos mantienen al huésped sufriendo alimentándolo de más sufrimiento porque de esa manera ellos también pueden alimentarse del odio o de la baja frecuencia de aquellos que succionan y le brindan parte de esta energía a su fuente, su maestro su huésped principal.-
-Eso es raro.-
-Si un poco… al final ya no sabemos quién es la victima si el huésped o aquellos a quienes los parásitos destruyen para alimentarle.-
Milo estaba más interesado de otros aspectos.
-Bien cómo podemos matarlos?-
-Es imposible solo el huésped principal lo puede, pero no suele hacerlo porque de alguna forma ellos lo alimentan, lo usan y lo mantienen. Es un doble juego, uno masoquista y enfermo.-
-Bueno Mu ahora tele transpórtanos a donde se encuentre Athena, seguro que será el ojo del huracán.-
Así en minutos Mu concentro su energía haciendo desaparecer a todo su grupo en busca del resto del equipo.
…
A unos kilómetros cerca del Coliseo Camus congelaba los cuerpos de lo que él catalogaría como muertos vivientes. Aurora no estaba muy de acuerdo pero sabía que no tenían muchas opciones. Sorrento hacia caer a otros bajo el efecto de su flauta, mientras que Constanza estaba paralizada al grado de sentirse como una estatua.
-No! Ellos son víctimas de ese cosmos maligno, tiene que haber otra forma.-
En segundos Angelo tuvo una mejor idea, antes de seguir asesinando civiles "inocentes". Pronto Camus, sígueme y Sorrento cambia tu melodía y juega al flautista ese que hipnotizaba niños.
El austriaco paro su melodía mortal que estaba por matar a una familia entera.
-Es una idea excelente porque no se nos ocurrió antes?-
Así el joven peli rosa comenzó otra melodía una más hipnótica que asesina, mientras que la idea fue seguida por Constanza, quien secundo con su voz aquella melodía.
El italiano abrió un portal a Yomotsu y tomo a Camus de la mano.
-Sígueme y sobre todo trata de no bajar excesivamente la temperatura, me comprendes?-
-Quieres que los ponga en criogenización? Es una excelente idea!-
-Yo me encargo de dejarles un tiempo en el limbo, así lo que sea que les está controlando no podrá encontrarles. Los liberaremos al final si todo sale bien. Eso espero.-
El francés miro a su esposa con una sonrisa.
-Estás de acuerdo Cherie?-
La chica asintió con un aire de relajación en su rostro.
Así el túnel se abrió la melodía se dejó escuchar al ritmo suave y la voz del ángel les condujo por el túnel. Del otro lado Camus y Ángelo se aseguraban de dejar en orden a todos esos cuerpos semi congelados.
Marín observo con alivio junto a Aurora que de alguna forma, ahora los daños se estaban minimizando.
…
Dentro del hospital Hades forcejeaba con lo que el reconocía como un parasito hambriento.
-Tessa date prisa!-
-Papa no puedo, le perforaron el pulmón! Pero como es posible que alguien tan fuerte como Rada haya sido víctima de esto?-
Perséfone le explicaría rápidamente a su hija.
-Fue Enio! No sé qué está ocurriendo pero algo está controlándola por instantes. Recuerda que pese a cualquier alteración genética sigue siendo una diosa. Mitad diosa mitad arcángel quizás de ahí viene este incidente.-
-Un arcángel es incorruptible mama, bueno las Sombras ya fueron destruidas.-
-Entonces debe venir de su otro lado, de su aspecto destructora.-
No es que Hades no estuviese interesado, pero aquella situación se volvía complicada. Sobre todo cuando se vio con aquel hombre estrangulándole con fuerza. El dios le dio un buen golpe bajo y como mínimo recobro el aliento.
-Dejen de hacer deducciones no es el momento, no ahora! Tessa usa tus poderes de curación! -
-Si eso hago, pero solo logro curarle a medias, recuerda que no estamos en el inframundo papa, las reglas de los vivos son otras.-
En ese momento cuando Hades menos se lo esperaba otro poderoso cosmos se abrió camino y aquel hombre que se dirigía a golpearlo se vio sorprendido en ser jalado por alguien que le tomo de las espaldas.
-Dokho!-
-Que tal estamos ¿Veo que no mejor que en el centro de la ciudad.-
De inmediato Deméter entro a toda prisa dirigiendo su cosmos en Radamanthys.
-Déjamelo hija, yo llegare hasta las células de sus huesos. Recuerden en el mundo de los vivos somos Gaia y yo las que predominamos!-
Perséfone estaba contenta.
-Mama! Qué bueno que estas aquí!-
Dokho y Hades juntaron fuerzas para cerrar y bloquear aquella puerta, y así darle a la diosa de la fertilidad el tiempo necesario para terminar su trabajo de sanación.
-Ya está, si estos chicos tienen parte de vivos como de muertos. Por eso Tessa solo podía curar la parte que les permite moverse en el inframundo.-
La joven diosa abrazo contenta a la rencarnación de su abuela.
-Muchas gracias abue!-
El rubio comenzó a tomar consciencia, y se sorprendió de ver a su señora, a Tessa y a Deméter junto a él.
-Señora Perséfone…-
-Cómo te sientes?-
-Vivo...-
-Eso está bien, me alegro hijo.-
Gran sorpresa llevo el juez al ver quien sostenía aquella puerta con gran devoción y empeño.
-Mi señor Hades!-
-Oye cuantas veces lo has hecho tu por nosotros? Así que ya no te quejes y procura ponerte de pie tenemos que salir de este nuevo infierno!-
Deméter iría al grano.
-Sentí el cosmos de Alecto por aquí, se siente débil, pero se siente.-
Hades comenzó a perder aquel semblante tranquilo.
-Mi hija! Aquí en un hospital!-
Ante aquel escenario la mejor opción, bueno la mas sencilla fue hacer explotar la puerta enviando con el impulso a muchos infectados contra el muro.
-Radamanthys prepárate porque de regreso tendremos fila de almas para entrar en casa.-
-Mi señor si aún llevamos retraso!-
-Ustedes tres deben de estar embarazados de elefantes, llevan meses con retraso!-
Perséfone le haría entrar en razón.
-Cielo, recuerda el desmadre que nos montaron Eris y la Sombra!-
-Tienes razón preciosa, lo siento es que este ambiente me estresa! Vamos a buscar a nuestra niña y antes de que lo olvide, Tessa vuelve a casa!-
La joven diosa hizo cara de frustración.
-Pero papa como les voy a dejar aquí solos y en este ambiente?!-
Perséfone secundaria a su esposo.
-Obedece a tu padre nena y ahora mismo!-
Susana sería más condescendiente.
-Vamos nena, deja que nosotros saquemos de este lio a Alecto y resolvamos este desajuste. –
La mirada seria de Dokho y de Radamanthys en apoyo a Hades seria la carta final, así la chica desapareció de regreso al inframundo. El viejo tigre dudaba de aquella acción.
-Oye Hades si esto sigue así tendremos necesidad de tus espectros.-
-Lo sé, pero por el momento averigüemos que jodidos está pasando aquí y recuperemos a Alecto y a Shion.-
…
Fuera de la arena Ares enviaba a Kanon a poner a Julián en un sitio más seguro, aunque el joven millonario se negaba de abandonar a su esposa.
-No me hagas esto Kanon, te lo suplico, mírala está muriendo!-
-Ven con Saga y con Saori y te prometo ayudar a Gaby, pero no puedo permitir que se mueran dos! Lo entiendes?-
-Tu no dejarías a Mitchelle en un caso así!-
Kanon cerro sus parpados sin querer un par de lágrimas traicioneras le delataron. Poseidón lo comprendió en el acto y se sujetó fuerte del cuello de su marina para desahogarse en llanto. Ahora podía sentirlo, para su general la angustia era la misma o peor, porque ni siquiera podía ver lo que estaba ocurriendo dentro de ese condenado edificio. Saga recibió al joven Solo mientras que se puso a la defensiva para cuidar de él y de Saori, ya que a unos metros la imagen de su querida tía estaba siendo transformada y para peor.
Ares se acercaba con cautela el cosmos de Enio ni siquiera parecía al de su vieja compañera de armas, ahora tenía más la imagen de una sombra diabólica.
-Chata despierta esa no eres tú!-
El rostro oscuro de Enio se adornó con una sonrisa macabra mientras que sus ojos dejaron escapar lágrimas de sangre.
-Ni siquiera eres capaz de reconocerme, pobre fracasado.-
Los ojos de Ares se abrieron de sorpresa.
-Lilith… tu… cómo?-
-Ella y yo no somos muy distintas, ella destruye, arrasa… no lo recuerdas? Porque yo si, como si fuese ayer. Como llegaste infundiendo odio en aquellos miserables. Como te divertiste presenciando aquellas infamias. Mira lo que son las cosas…-
-Escucha Lilith sé que esto te sonara loco, pero aquel no era exactamente yo…-
Enio estaba totalmente poseída y ahora avanzaba furiosa hasta su adversario.
-Que no eras tú! Excusas y tonterías, la sombra es una decisión y tu decidiste el camino de la sangre y de la muerte! Te alimentaste de los gritos de mi progenie! Mancillaste a mis sacerdotisas! Ahora es mi turno, es mi momento… Tengo a tu gran tesoro contigo, es hermosa y voy a despedazarla con mis propias manos!-
-Aléjate de Hilia y de los otros, no te atrevas a tocar a ninguno de los míos o…-
-O qué? Vas a matar a tu propia hermana?-
Enio soltó un fuerte golpe en la boca del estómago al Dios, tan fuerte que lo tumbo de rodillas.
-Así queridito es como quiero verte, de rodillas ante tus crímenes!-
Ahí comenzó una ardua pelea de puños entre dos dioses bélicos y dispuestos a todo.
Frente a aquel espectáculo Kanon se jugó el todo por el todo. Encendió su cosmos y pensó en la luz azul de su Arcángel, ante la mirada estresada de Saga y de Julián, mientras Saori sabía perfectamente lo que el otro pretendía.
-Es muy peligroso Kanon puedes quedar atrapado en ella.-
-Es la única opción que tenemos para salvar a Gabrielle.-
Saga miro asustado a su hermano.
-No, no, no… no sé qué piensas hacer pero te digo que no…-
-Lo siento hermano, pero de todas formas lo hare, si fracaso prométeme que cuidaras de Gael como si fuese tuyo.-
-Kanon!-
El cosmos de Kanon se encendió a su tope y del dorado se convirtió en un azul eléctrico y así se dirigió a la cabeza de Gabrielle.
-Fuente de toda vida ahí voy!-
En segundos cayó al suelo totalmente desmayado, Saori se dirigió a tomar a su cuñado en los brazos. Mientras que Poseidón y Saga se acercaban a toda prisa.
-Ha entrado en el inconsciente de Gaby, intenta liberarla de la prisión en donde Lilith la ha encerrado.-
Saga suspiro aliviado.
-Ha es eso, yo creí que…-
-No lo entienden… Gabriel es el Arcángel de la dualidad (el bien y el mal), del agua, de la luna… su inconsciente es el sitio más peligroso del universo.-
-Qué?!-
-Ahí a donde Kanon va, convergen la luz y las más profundas tinieblas, es el reino de Yesod en donde yace puro todo el poder.-
…
