Capitulo 24 : Eres mi otra mitad.
-En donde estamos ?-
La suave voz nerviosa de Frank se abrió paso entre una profunda oscuridad y no tardaría en recibir su respuesta.
-En donde todo termina y donde todo renace.-
La patente oscuridad se fue disolviendo mientras que el sonido de las olas del mar toco la blanca piel de Frank. El viento era fresco, y chocaba con insistencia sobre su rostro. La luz comenzó a tomar su sitio, estaban de pie sobre un enorme acantilado. El cielo era gris, cargado de rudo entre las inmensas nubes que chocaban las unas contra las otras y las olas del mar que se deshacían a los pies de lo que parecía el ultimo límite de nuestro mundo.
Lilith estaba frente a él, desnuda, con su rostro algo avejentado, sus manos y sus brazos llevaban los rastros de viejas y profundas cicatrices. Sus ojos se habían vuelto más negros que la noche y sus cabellos tan rojos como la sangre. En su espalda un par de alas grises se agitaban furiosas.
El castaño la miro sin miedo, por primera vez podía sentir que aquella creatura no era exactamente el demonio que tanto se empeñaba en mostrarles.
-Cómo es posible que llegásemos a este punto?-
-La historia la escriben los vencedores, ángel del placer y yo perdí. Me convertí en el demonio que ronda y acecha en el inconsciente de los mortales. La rebelde, impura, la mujer que pago caro el precio de su libertad, mientras que tú el señor del placer y los excesos fuiste puesto en un pedestal por la sagrada suerte de ser varón. En tu mundo los varones son libres de cometer excesos, de explorar sus más íntimos deseos, mientras que el otro sexo les sirve con la cabeza baja y espíritu esclavo. –
-Tú no eres mala, solo eres la victima del patriarcado, pero si te sirve de consuelo debo confesarte que después de milenios, nosotros también perdimos. El mundo se está auto destruyendo, los humanos duermen bajo el falso sueño de la separación. Ven en los ídolos a dioses que les salvaran y exoneraran de toda responsabilidad, cuando realmente todo ser vivo, visible e invisible, forma parte de la Fuente. Todo ser es libre y responsable de sus acciones y nadie, ni siquiera los falsos dioses podremos salvarles de pagar o reivindicar sus propios karmas.-
-Hermosas palabras… ahora cumple con tu deber y esto terminara de una vez y para siempre.-
-Que deseas?-
Lilith tomo una piedra que se encontraba a unos centímetros en aquel suelo, esta tenia forma puntiaguda y se la dio al Dios de los placeres.
-Mátame y bebe mi sangre después todo esto terminara.-
Los ojos de Dionisio quisieron salirse de su órbita.
-Estás loca! No hare tal monstruosidad!-
-No tienes muchas opciones, si no lo haces en unos minutos perderás al ser que amas.-
En el vacío se proyectó la imagen de Enio agonizando en los brazos de una angustiada Saori, quien usaba parte de su cosmos para mantener viva a la diosa.
-Detén esta barbarie!-
-Fue Ares quien la apuñalo y nadie podrá detener las consecuencias… o quizás si…
Dime Dios de los placeres, tendrás las agallas para salvarla o la dejaras morir como víctima de tu propia cobardía?-
-Yo…-
-Vamos! Tus sacerdotisas beben sangre y realizan orgias en tu honor. No me digas que no estas al corriente de sus rituales? No son diferentes a los míos, eres mi otra mitad, aquella que sobrevivió porque convino dentro del sistema.-
Lilith tomo otra piedra y en segundos ambas piedras se transformaron en filosos puñales.
-No seré esclava a causa de vuestra condena por toda la eternidad, no seas iluso la Fuente me dio esta oportunidad de volver y no pienso desperdiciarla. Así que o me matas o te mueres?-
Lilith hizo un movimiento rápido, y el filo de su puñal fue interceptado por el de Dionisio.
-Nadie va a arrebatarme a mi ángel y si debe batirme por ella no dudes que puedo ser más salvaje que tu.-
Lilith sonrió satisfecha.
-Veo con gran gusto que no eres un pelele.-
Así de inmediato ambas dagas comenzaron a chocar bajo un combate duro y despiadado entre dos deidades que poseían la misma fuerza y energía.
…
En un universo lejano y a la vez cercano Kanon se asfixiaba bajo la presión y la fuerza de aquella mascara. Sus manos estaban esposadas a un par de enormes rocas dentro de una cueva en donde el agua del mar llenaba poco a poco aquel lugar. Su mente estaba activa y llena de terror, como era posible que estuviese viviendo aquella pesadilla de nuevo. No solo se trataba de su infancia, sino además veía su castigo en Cabo Sunion, mismo que Ares le había dado hacia años atrás.
Frente a él la imagen de una mujer de cabellos castaños se presentó sujetándole fuerte del pecho y ayudándole a levantarse de aquel suelo mojado.
-Tus cadenas siempre han estado ahí, jamás te deshiciste de ellas. El Querubín puede convertirse en un demonio cuando un alma trata de engañarle. Escúchame bien, nadie es perfecto, pero frente a los Ophranim se debe llegar siempre desnudo y con el corazón en la mano.-
Los ojos jade de Kanon la miraron con desesperación y no pudo evitar dejar escapar un par de lágrimas de miedo. La joven le hablo suave en el oído.
-No trates de engañar a la Fuente, ella lo sabe todo y sus Hyos Ha Kodesh y sus Ophranim tienen ojos en cada centímetro cuadrado de sus imponentesalas. Nadie llega a la Gran Cabeza si ellos no le dejan pasar, has entrado en uno de los reinos que llevan a Kether así que sin ser consciente has desafiado a la Fuente misma. Arrepiéntete y desnuda tu alma, solo así podrás salvar tu espíritu.-
Los pensamientos de Kanon parecían gritos ahogados, pero de alguna manera esa extraña mujer parecía escucharlos y responderlos.
-No existe un solo ser limpio del todo y no se te pide perfección, solo honestidad y humildad. Que asumas tu responsabilidad, entre todo esto, el perdón a ti mismo es primordial. Nadie avanza si pasa cada instante mirando en el pasado.-
Fue un instante, pero parra Kanon le pareció la eternidad, recordó las palabras de su amada Mitchelle. "Dejen el pasado atrás, vivan el presente".
Desde el regreso de su madre la mente de Kanon estaba llena de ideas hipotéticas. Y si su madre hubiese vivido con ellos… Y si hubiesen crecido bajo la tutela de su padre… Y si él mismo no hubiese deseado la muerte de Athena… Si todas esas personas no hubiesen muerto ahogadas a causa de su estúpida venganza… Como se puede pagar por crímenes así de horribles como los suyos… Demasiadas preguntas, demasiada culpa no en balde celaba como loco a su esposa, y como no, si ella era un ángel perfecto y él un patético miserable con suerte.
El agua comenzaba a subir hasta el nivel de su cintura, aquella joven seguía ahí sujetándole con fuerza, mirándole con una infinita compasión. La máscara parecía quemar su piel y Kanon solo podía escuchar los gritos de su hermano aquella tarde en que decidió tentarlo.
Te dejare en esa prisión hasta que algún Dios se apiade de tu alma…
Pero aquellas palabras hoy sabían que no venían de su hermano sino de su propio padre, un Dios que desconocía en aquel tiempo el significado mismo de aquella frase.
En un segundo otra imagen cruzo su mente, una que parecía provenir de otro mundo. Un par de ojos azul casi verdes y unos labios que se unían a los suyos en perfecta harmonía. Su voz parecía venir de un lugar tan cálido, tan íntimo.
-Yo vivo en ti… tú vives en mi…-
No valía de nada encender su cosmos, sabía que en aquel sitio no se estaba desarrollando una guerra por la paz de la Tierra. Peor aún era una guerra contra sí mismo, contra todo aquello que permanecía oculto en su propio inconsciente. Así de inmediato hizo lo único que podía hacer, se puso de rodillas y agacho el rostro dejando caer aquellas lágrimas de arrepentimiento y de súplica. No tenía voz, aquella mascara le tapaba por completo su boca, pero sabía que a pesar de eso aún tenía la fuerza de su decisión y de su honestidad. No se necesita hablar delante de la Fuente, ella te lee por dentro como por fuera. El agua subía hasta el nivel de su nariz y así se entregó ante la violenta ola que cubrió en segundos su cuerpo arrodillado. Junto a él la joven mujer miro aquella escena impasible y dejo su mano sobre la cabeza sumergida del gemelo.
-Del agua resurgirás a una nueva vida…
Agua es mi elemento, principio de toda vida.-
…
En el mundo de los humanos Ares y Saga se batían contra aquellas sombras que adquirían formas bizarras y terribles. No se podía saber si se trataba de hombres o de insectos y honestamente eso era algo que poco les importaba a ese par. Cerca de ellos el cosmos de Athena cubría con su poderoso cosmos a Enio, a Poseidón, a Gabrielle y a Kanon. Eso era algo que Saga jamás podría impedirle, pasase como pasase, ella siempre sería un ser protector.
Junto a ella Enio comenzaba a delirar.
-Me hubiese gustado quedarme con Franck…-
-Todo saldrá bien ya lo veras él…-
-Junto a él he aprendido a sonreír y sentir… me merezco esto por todas las vidas que destruí…-
-Enio, tranquilízate, estoy segura que Mitchelle y Franck…-
-Yo me lo merezco, él no… Él sabe dar amor, se da completo. Siempre tiene una sorpresa para mí, lo que no sabe es que el simple hecho de sentir sus labios junto a los míos…-
A Enio se le estaba agotando el aliento, mientras que a unos metros Julián usaba la totalidad de su fuerza solo para alcanzar el cuerpo de su inmóvil esposa y abrazarse con fuerza a ella. Quizás ese sería su último momento pero como mínimo estaría en los brazos de su ángel, de su sirena. Acerco sus labios a los de ella y la beso con suavidad mientras que se desplomaba de la fatiga. Dedicándole suaves palabras en su oído.
-Si pudiese volver al otro tiempo, me quedaría en el origen de nuestro primer momento. Me volvería luz blanca antes de que los mares fuesen creados, me abrazaría a ti y viviría en el centro de tu corazón luminoso, mi Arcángel.-
Poseidón cerró sus ojos presos de aquella sensación de vacío que lo jalaba a su fin. Una suave lagrima rodo de los ojos de la joven rubia y en los bordes de sus pestañas una luz comenzó a manifestarse.
…
Hilia y Mitchelle estaban asombradas los parásitos habían desaparecido, ahora se dirigían hacia las puertas de aquel lugar. Él bebe estaba resguardado por la amazona, y fue la pelirroja la primera el abrir aquel recinto y encontrarse con aquella horrible batalla entre los parásitos y los suyos. La amazona le entrego rápidamente el bebe a Mitchelle, mientras ella salió corriendo destruyendo un parasito con su poderoso rayo. Ares trato en balde de hacerla a un lado, pero se quedó sorprendido cuando esas bestias se alejaban ante la cercanía de la mujer.
-No irán contra la sangre de la caída.-
Ares la tomo de la mano con angustia y desespero.
-Hilia… yo…-
-Te amo y yo no vivo en el pasado!-
-Pero yo…-
-Me amas?-
-Sabes que sí, más que a mi vida…-
-Entonces vuelve al presente, a nuestro presente, ahora!-
Saga se acercó nervioso, comprobando que Saori tuviese todo en orden.
-Mama estas bien?-
-Escúchame bien hijo mío, tienes que imponerte, estos bichos no quieren ir contra ti.-
-Pero si contra el resto.-
-Eso dependerá de Franck si bien lo entendí.-
Mitchelle se acercó dejándole él bebe en los brazos a Saga, el gemelo estaba desconcertado.
-Que hago con esto?-
-Con ella dirás, es una chica así que puedes ir entrenándote.-
La chica llego hasta Kanon abrazándole desesperada.
-Porque eres tan pendejo! Te lo suplico entrégate ante Ophranim sino no podré hacer nada.-
…
En el interior del agua Kanon estaba por entregar su último aliento cuando una imagen se le vino a la mente como una luz de siete colores vivos.
-Papa… ohhh…Papa….-
Vio su fino rostro acercarse al suyo y juntar su nariz con la de él enviándole aire que lleno sus cansados pulmones.
-Te necesito Papa… Te quiero de aquí hasta el fin del universo… Eres el mejor papa del mundo…-
Su pequeño rostro se vio con claridad y sintió como las manos del niño le liberaban de aquella horrible mascara.
-Ven conmigo Papa… Yo te necesito… No quiero crecer sin ti…Tu eres mi héroe…-
Sus manos estaban libres de aquellas cadenas y ahora él y su hijo estaban respirando bajo el agua de una caverna submarina. Había luz, la luz de miles de medusas que iluminaban aquel sitio con una belleza única.
-Yo no quiero un papa perfecto, sino como podrías corregirme y explicarme las cosas. Solo quiero que me quieras, mama y yo queremos que nos quieras, eso es todo papa…-
-Gael… Quiero lo mejor para ti mi chico, ustedes son la razón por la que quiero ser alguien bien, digno.-
-Díselo a la Fuente, ella nos escucha, ella sabe todo y está esperando a ver tu decisión.-
El chico se abrazó de su padre y a sus lados las medusas comenzaron a brillar con los siete colores del arcoíris. Después entro aquel hermoso delfín blanco como la nieve y otro más… eran una decena y aquella caverna parecía llena de luces de formas de vida. Kanon se dirigió a Gael con urgencia.
-Tenemos que despertar a tu tía Gaby antes de que…-
-Papa mi padrino ya se encarga de ello, tú viniste por otra razón, uno no consciente pero indispensable para que puedas avanzar. Y yo vengo a llevarte conmigo de regreso con mama. Ella está llorando mucho, te necesita mucho. Todos te necesitamos mi abuelito no lo dice pero te necesita más que nunca, tu cuidas de él más que nadie y mi abuelita quiere llenarte de besos, mi tío Saga no podría vivir si tu faltas. El nunca te lo dice pero cuando no puede llamarte aunque sea para charlar unos minutos se siente vacío. Lo ves papa eres indispensable para todos nosotros.
Estas listo para volver?-
Kanon afirmo con su cabeza mientras que un par de delfines les impulsaron de los pies haciéndoles subir hasta el techo de aquella caverna donde había un hueco que dejaba pasar la luz. Al llegar casi al borde una sirena de cabellos castaños se acercó entregándole a Kanon un lirio blanco. Cuando vio su rostro pudo reconocer a la mujer que estaba ahí acompañándole y después vio cómo su rostro se transformó en el de Gabrielle. Así sorprendido escucho en su mente su voz.
-Haz pasado la puerta oculta del valle de lo sumergido, aquí solo sobreviven aquellos que llegan con el alma desnuda y listos para morir y renacer. Bienvenido a tu nuevo ser.-
La sirena le sujeto del brazo impulsándoles fuera de aquella caverna donde una luz cegadora invadió por completo al General de Poseidón.
…
En otro paralelo Franck y Lilith se enfrentaban sin ninguna tregua. Las heridas en el pecho del joven dios no fueron impedimento para continuar aquella batalla.
-Eres fuerte mi precioso, pero el alma de tu cortesana esta por extinguirse y ni todo tu poder podrá impedirlo.-
Aquella frase hizo temblar a Franck y descuidar su defensa, lo cual Lilith aprovecho para tirarlo por tierra colocando el filo de su daga muy cerca de la garganta de Dionisio.
-Vi sufrir a mis hijos a causa de vuestro imperio, ahora veras morir lo que más amas bajo la misma perspectiva que yo viví.-
-Enio es una mujer como tú, es una luchadora, como tú. No es una sumisa, ni una cortesana como tanto insistes.-
-Se vendió ante los patriarcas! Lucho junto a ese asesino de Ares!-
-Y tú?-
-Yo que?-
-Diste batalla hasta el último instante, y mataste a muchos otros en pro de tu causa. No eres mejor que nosotros, eres idéntica, eres mi otro yo.-
-Qué insinúas? Que debía entregarme a vuestra merced, así como así.-
Ambos se miraron fijamente.
…
En los brazos de Saori algo extraño sucedía.
-Enio!-
Ares volteo ante aquel grito y se sorprendió al ver el cuerpo de la semidiosa se descomponía en miles de partículas ante los ojos de angustia de Saori.
-No!-
Aquello era demasiado y la peli morada sintió un fuerte dolor en el vientre.
-Ahhhh!-
Saga reacciono de inmediato hiendo a los brazos de su esposa.
-Saori que sucede?-
-Me duele mucho…-
Kanon se despertaba en los brazos de Mitchelle y algo desconcertado al escuchar el llanto de un bebe a unos centímetros de él.
-Mitchy…-
-Es todo un caos… Se adelantó el parto de Saori y…-
La bebe comenzó a llorar y Mitchelle la levanto un segundo mientras Kanon no daba crédito ante aquel desastre.
-Y Gael?-
La pequeña voz atrajo la mirada de su madre.
-Aquí estoy, ves mama te dije que podría traerlo de regreso?-
-Si mi bebe, tú lo has hecho muy bien.-
Kanon suspiro resignado.
-Ustedes dos siempre cuidándome las espaldas, les amo.-
Después vio a la bebe en brazos de Mitchelle.
-Y él?-
-Es ella y no tiene la suerte de tener a alguien que la proteja.-
-Nosotros veremos por ella o encontraremos a quien lo haga.-
De inmediato se escucharon los gritos de Saori y tanto Kanon como Mitchelle fueron a su auxilio. Hilia estaba junto a ella y Ares estaba hecho un nido de miedo.
-No, no, no… aún faltan mínimo 3 meses… no, no, no!-
Saga la tenía en sus brazos, aun que trataba de mantener la calma, él también estaba aterrorizado.
-Todo va a salir bien preciosa, tranquila.-
Hilia tomo el vientre de la chica y le hablo con mucha seguridad.
-Tranquila los míos también fueron sietemesinos y mírales están en perfecto estado.-
Saori comenzó a llorar con miedo.
-No estoy segura si ya entramos en el séptimo mes. No estoy segura de nada.-
Ares trato de respirar y atar cabos.
-El paralelo de Cronos pudo haberte avanzado el embarazo de uno o dos meses, recuerda con él el tiempo no existe.-
De inmediato la chica comenzó a sentir un dolor insoportable.
-Ahhhh! Ya vienen no lo puedo detener!-
Kanon tomo a su hermano de la mano.
-Tranquilo, todo va a estar bien. Sujétala fuerte y olvídate de tu mano porque seguro que te la va a quebrar.-
Saga lo miro desesperado ante la mala broma.
-Kanon!-
Hilia se puso a nivel de las piernas de su nuera, estaba lista.
-Ares dame tu capa que ya estoy viendo una cabecita de pelos grisáceos!-
Aquello le dio una alegría profunda al energúmeno Dios.
-Gracias Fuente, por fin uno igualito a su abuelo.-
Hilia se desesperaba.
-Apúrate ya!-
…
En otro sitio de Las Vegas, Mu, Shaina, Milo, June, Shaka, Ángela se desplazaban en tres camionetas con una enorme cantidad de niños y bebes que comenzaban a dormirse después de tanto estrés y miedo.
Shaina le daba un poco de leche en un biberón a uno de los pequeños, mientras que Mu reflexionaba.
-Menos mal que los comercios, aunque están vacíos siguen abiertos, sino no sé cómo hubiéramos hecho para hacer comer a todos estos inocentes.-
Shaina miraba con ternura a aquel pequeñito.
-Sabes quizás no encontremos a sus padres y podríamos quedárnosla.-
Mu miro con tristeza a su esposa.
-Shaina, te prometo que adoptaremos uno, en un caso así, pero no podemos aprovecharnos de la mala suerte de estas personas.-
Un par de lágrimas traidoras se escaparon de los ojos verdes de la amazona de la cobra.
-Tienes razón lo siento muchísimo.
-Todo va a salir bien mi amor, no sé cómo, pero estoy seguro de ello.-
…
No muy lejos Hades y los suyos se acercaban, nadie sabía qué hacer con aquellos pequeños, de lo único que estaban seguros era de que tenían que llegar al punto cero lo antes posible.
Aquel autobús que habían encontrado ideal para el traslado de todos aquellos nuevos pasajeros era conducido por un muy concentrado Radamanthys, mientras que junto a las diosas y a Eliana, Aiacos y Afrodita jugaban con algunos pequeñitos inquietos. Minos no pudo evitar hacer uno que otro comentario a su medio hermano.
-Sabes te ves bien, deberías pedirle a tu secretaria que te haga el favor, seguro que ella estaría encantada.-
El moreno le arrojo la pelotita de goma en la cabeza al juez albino.
-Cállate Minos!-
Junto a él Afrodita le daba una rosa violeta a una niñita evidentemente nerviosa. El aroma de aquella flor era relajante y la pequeña se acomodó en las piernas de Shion, quien observo curioso al de Piscis.
-Es increíble que tus rosas, puedan venir sin veneno.-
-Eli me ha enseñado a canalizar luz relajante. Hoy en día muchas de mis rosas no son venenosas sino hasta medicinales. Aunque aún guardo mis antiguas rosas en caso de ser necesarias.-
Alecto le tomo la mano a Shion.
-No sé cómo pedirte perdón por todo este desastre que ocasione?-
-No es tu culpa bonita, esa energía es violenta y se valió de nosotros como de muchos otros para llevar a cabo sus planes.-
-Soy la hija de dos dioses y por más que lo intento me comporto como una tonta.-
-Eres una chica valiente y muy responsable, haces lo que puedes dentro de un mundo que es nuevo para ti.-
Alecto se abrazó de Shion y este paso su brazo atrayéndola a su hombro a unos metros Hades observaba aquella escena en total discreción, mientras veía a su esposa cambiar los pañales de un pequeño que había tenido un accidente. Así le hablo vía cosmos a su mujer.
-Te gusta él para nuestra hija no es así?-
-Es un buen hombre.-
-Estaba enamorado de ti.-
-Pero yo estoy enamorada de ti.-
-No quiero que te vea a ti en el rostro de nuestra hija.-
-Imposible.-
-Como estas tan segura?-
-Porque tiene tus ojos y tu persistencia, así que si a esas vamos Shion estaría más por ti que por mi.-
Aquella idea le dio escalofrió al Dios del inframundo.
-Escucha si la hace sufrir lo mato!-
-Ella ya le hace sufrir a él, porque seguro que ya le cocino, ya lo hizo correr, lo drogo y demás… Así que si alguien necesita protección de los dos es él y no nuestra Alecto.-
Hades hecho un vistazo rápido y se percató de los razguñones y moretes que llevaba el pobre de Shion. Solo negó con resignación, ni modo sus hijas tenían ese don de poner a cualquiera patas a arriba.
Así siguieron a toda velocidad en su camino.
…
En otro paralelo el cuerpo de Lilith se descomponía y frente a Dionisio otro ser se manifestaba.
-Enio!-
-Dionisio…-
Estaba herida, su pecho sangraba pero como acto de magia ya no llevaba la espada de Ares clavada en su pecho. El joven la sujeto en sus brazos dejando caer la daga al suelo y así la sostuvo hasta acostarla en el suelo colocándosela en su regazo.
-Dionisio…-
Prefiero que me llames Frank mi preciosa.-
Los ojos de él comenzaron a inundarse de lágrimas, la sangre de Enio no dejaba de correr. Encendió su cosmos para intentar detenerla pero aquello parecía imposible.
-No puede ser, dime que no te iras… dime que…-
-Bésame Frank, quiero irme con el recuerdo de tus labios.-
-No te vayas… eres la razón para no hundirme bajo el vaso. No hay placer sin amor Enio. No existo sin ti.-
-Frank eres bello y yo te lo dije, soy mitad monstruo, asesine millones… debo pagar.-
-Eres mitad Arcángel y esa parte tuya dizque asesina ya murió. Naciste de Gaia y de Remiel, no existe la Destructora, Eris la mato, recuérdalo.-
El rostro de Enio comenzó a deformarse por segundos y Frank pudo apreciar el de Lilith, este aparecía y desaparecía en fracciones de instantes.
-Pero que…-
Las palabras de Lilith volvieron a la mente de Frank.
-Mátame y bebe mi sangre…
Después todo aquello pareció tan claro, tan horriblemente claro…
-Te amo preciosa, es así y siempre será, tú eres mi otra mitad.
Enio lo miro con ternura.
-Frank…-
La beso con amor, y así sintió como ella comenzaba a expirar, hilos de sangre salieron de los labios de Enio y Frank bebió con aquel beso aquella sangre consciente del acto que cometía. Ella dejo de respirar y él miro hacia el cielo de aquel acantilado, las nubes se disipaban y un sol blanco comenzaba a asomar su presencia.
-La sangre de Lilith fue derramada por toda la tierra a través de los masacres de sus hijos e hijas. Gaia tú te impregnaste de su esencia y le diste vida bajo la forma de la eterna loba. Guardaste su ADN en tu cuerpo divino.-
La luz alumbro el rostro abatido de Enio y este se impregno de chispas luminosas, la sangre desapareció y Enio recupero el aliento de vida.
-Frank…-
-Hola preciosa, bienvenida.-
-y Lilith?-
Frank le hizo una seña con su cabeza y Enio se sentó para ver un espectro difuso de la antigua Lilith. Esta se sonrió y abrió sus alas, ahora blancas, elevándose en su vuelo al cielo donde desapareció perdiéndose en los rayos solares.
El Dios beso la sien de su chica.
-Lilith ha muerto?-
-Digamos que ahora es libre. Aquella parte suya llena de odio encontró por fin su libertad.-
-Cómo?-
-Uniéndose a su parte masculina, a mí a través de ti.-
-No lo entiendo.-
-Enio tu moriste en la batalla contra las Sombras, fue Gaia y Remiel quienes te trajeron de regreso. Tu ADN cambio, ya no eres genéticamente un Olimpo. Como la sangre de Gaia estaba impregnada de la sangre derramada de Lilith, y Remiel es un Arcángel de la Fuente, pues tú eres…-
-Yo soy Lilith!-
-En cierta forma, recuerdas siempre que decías que tenías miedo a una parte oscura que vivía en ti?-
-Si lo recuerdo, pero yo me refería a las guerras, yo aún veo esas destrucciones.-
-Si porque Lilith las vivió en carne propia, es su memoria que estabas reviviendo, y no la de la destructora.-
-Que quiere decir todo esto?-
-Quiere decir que tu eres el lado redimido de Lilith y que ahora el lado oscuro se ha fusionado con nosotros.-
-Nosotros…-
-Eres mi alma gemela Enio, realmente lo eres, por eso somos felices juntos. Yo se que siempre dudaste de…-
-Yo nunca he dudado de mi amor por ti Frank.-
-Pero si de ser digna del placer de amar, y ya vez que tú eres…-
Así la joven peli plateada le corto el discurso al joven dios con un beso profundo y apasionado.
…
En el otro paralelo Ángelo y Marín veían maravillados como el cielo recobraba su forma luminosa, el amanecer por fin se asomaba.
En poco tiempo llego Hades y su grupo y Mu y los suyos no tardaron en alcanzar al resto. Camus le hizo una señal al juez de Caina de que las personas comenzaban a despertarse de sus trances. Ante aquella perspectiva Deméter tuvo una idea bastante lógica y Perséfone la secundaria.
Hades llamo a Hipnos para que pusiese a dormir a toda las Vegas el tiempo necesario para regresar a los pequeños sin que nadie se enterase. Hipnos les condujo somnolientos de regreso a sus hogares y así como papa Noel en Navidad, a la velocidad de la luz el grupo se encargó de dejar a cada pequeño con sus padres. Los bebes fueron responsabilidad de Deméter quien al leer sus ADN sabía exactamente cuál era su familia. Aquella fue una carrera de locos, pero con resultados positivos. Quien más se quejo fue Minos.
-Si estas son las vacaciones mejor me quedo en mi juzgado.-
De inmediato Perséfone le dio un buen coscorrón.
-Te pagare unas cervezas, así que date prisa y no olvides cubrirlos bien del frio.-
Aquella idea le pareció excelente, por eso él amaba a su señora.
Aiacos había terminado su misión y ahora llevaría al albinito con Poseidón, aunque la idea le parecía un tanto incomoda, aunque su orgullo no le permitía admitirlo le había agarrado cariño a aquel pequeñín.
Por otro lado Mu comenzó a inquietarse y junto a él todo el resto de sus compañeros. Milo acababa de llenar el tanque de su 4x4.
-Vamos todos, Athena nos necesita.-
Perséfone tomaría la mano de Hades con fuerza.
-El parto se adelantó, el cosmos de Athena no miente, esta aterrorizada.-
Hades hizo una señal al resto y sin pensarlo ni dos veces todos tomaron el camino en busca de su diosa.
